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ESTABILIDAD EMOCIONAL DENTRO DEL AMBIENTE LABORAL

Por Ada Leticia Pumarol Nin

La estabilidad emocional es la capacidad de una persona de gestionar las emociones de


forma positiva para que no afecten a su vida cotidiana. Es decir, se trata de la habilidad de
no dejarse llevar por los sentimientos negativos, aunque las condiciones personales o
profesionales no sean perfectas.

En la actualidad la estabilidad emocional ocupa un lugar transcendental en el desarrollo


laboral de una persona: en la medida en que se presentan retos, mayor debe ser la
capacidad para ser emocionalmente estable y lograr decisiones acertadas. Asimismo,
canalizar adecuadamente las emociones frente a los problemas y situaciones, permite a la
persona establecer una óptima convivencia independientemente del entorno en el que se
encuentre.

El trabajo es una parte importante de la vida para cualquier persona, y por ello, la existencia
de unas emociones negativas (aquellas que producen malestar psicológico o desagrado) en
la vida laboral tienen un gran impacto en la estabilidad emocional de los trabajadores.

Los cambios son procesos habituales y naturales en las empresas. Al fin y al cabo, siempre
se busca una optimización y para ello es necesario ejecutar nuevas rutinas y adaptarse a las
nuevas condiciones que pueden surgir en la sociedad.

Actualmente, mi objetivo para lograr esa estabilidad son las siguientes:


 Identificar sentimientos y emociones propias, aumentando el conocimiento personal.
 Mejorar el control y la gestión emocional.
 Elevar la tolerancia a la frustración e incrementar las estrategias de afrontamiento.
 Comprender, aceptar y gestionar los propios estados emocionales generados a partir de
nuestro contexto.
 Comprender a los demás de forma que podamos mejorar nuestra relación con ellos, a través
de la comunicación, el trabajo en equipo o cualquier otra competencia relacionada.
 Ser más receptiva a los cambios en el entorno laboral.

LOS CAMBIOS AFECTAN LA ESTABILIDAD EMOCIONAL

Desde el comienzo de la pandemia y, como consecuencia, la forzada aplicación del


teletrabajo en una cultura del presentimos, con la notable repercusión en la salud mental
de los empleados, ha dejado ver lo importante que son la salud mental y emocional de los
trabajadores para la productividad de la empresa. Es importante remarcar que el problema
no fue el teletrabajo en sí, sino el cambio incompetente y su incorrecta gestión.

Recomendaciones para una correcta gestión del cambio:


1. Planificar el cambio. Tener una estrategia clara y ser consciente de todas las posibles
consecuencias y variables, disminuye la incertidumbre y facilita la comunicación con los
trabajadores.
2. Tratar el cambio con asertividad. Es importante aumentar la confianza y la moral para
eliminar miedos y facilitar el proceso de cambio.
3. Capacitar a los líderes y trabajadores del cambio y proporcionar herramientas adecuadas
para ello. El conocimiento de todo el proceso y lo que lo rodea ayuda a comprender el
cambio, y la comprensión facilita la aceptación del mismo. Dependiendo del tipo de cambio,
se pueden organizar cursos, sesiones de capacitación.
4. Informar de los beneficios. Que el trabajador conozca los beneficios de tales cambios le
proporciona motivación, facilitando la aceptación y una perspectiva positiva frente a las
posibles dificultades.
5. Proporcionar un canal de comunicación estable. El seguimiento de las repercusiones
permite ir mejorando el proceso, además de proporcionarle al trabajador más seguridad y
confianza.
LA COMUNICACIÓN Y EL TRABAJO EN EQUIPO

El dúo comunicación y trabajo en equipo se ha convertido en una combinación


extremadamente importante para las organizaciones modernas.
De acuerdo a Daniel Goleman “Un equipo emocionalmente inteligente es aquel que tiene
altas dosis de armonía social”.

Para el trabajo en equipo, la Inteligencia Emocional facilita la capacidad de resolver disputas


de forma que mejora el rendimiento del equipo, fomenta la creatividad grupal del equipo y
mantiene la coexistencia armónica en el trabajo.

Los componentes del equipo que tengan una elevada competencia emocional, aquella que
se refiere a nuestras habilidades emocionales que mejoran nuestro comportamiento en el
ámbito laboral, tendrán mayores posibilidades de convertirse en grandes líderes de equipo.
Saber gestionar la inteligencia emocional de los equipos es importante porque la mayoría
del trabajo en las organizaciones tiene lugar a través de equipos.

COMPRESIÓN DE MIS ESTADOS EMOCIONALES DENTRO DEL TRABAJO

Por autocontrol se entiende la capacidad, ante cualquier situación o pensamiento, de


mantener las emociones y las respuestas fisiológicas que en algunas ocasiones se producen
en situaciones sociales (sudar, ansiedad, etc.) dentro de unos límites adaptativos. Es una
habilidad que favorece a todas las personas en sus relaciones sociales, laborales y
familiares.

Asimismo, supone que, en caso de que la alteración emocional se incremente, se disponga


de herramientas y habilidades que permitan reducirla y eliminarla eficazmente, y de esta
forma generar el máximo grado posible de tranquilidad y calma interior.
Eso no significa bloquear nuestros pensamientos y sentimientos o aguantar tensiones
internas y emociones desagradables (como la ansiedad). Por control emocional se entiende
la capacidad, innata o adquirida, de conseguir un control voluntario sobre las emociones y
saber gestionarlas en nuestro día a día.

Las tensiones del día a día, las exigencias en el trabajo, los problemas económicos y la
constante y creciente competencia, son aspectos que pueden llegar a alterar el estado
emocional de los empleados. Podemos concluir que, cuando los ambientes no son
favorables y se respira tensión entre los trabajadores, se genera una situación que
repercute negativamente en el ámbito laboral, el desarrollo profesional y al final se ven
directamente afectados los resultados y la productividad de la empresa.
Cada uno desarrolla, a lo largo de su vida, métodos de afrontamiento para manejar los
momentos difíciles, pero por desgracia, no son siempre los más adecuados. (tabaco,
alcohol, comida, etc.)

Sabiendo eso, es favorable para una empresa que sus trabajadores tengan herramientas
psicológicas y que adquieran habilidades para controlar sus emociones.

La capacidad de autocontrol es fundamental para promover y mantener buenas relaciones,


es una de las competencias que más se valoran en los entornos sociales y en las empresas.
Las formas erróneas de comunicar y actuar nos alteran, mientras las personas
emocionalmente equilibradas favorecen, con una comunicación sana y adaptativa, el buen
funcionamiento de un equipo de trabajo.

Podemos decir que, un empleado capaz de manejar de manera adecuada sus emociones,
se muestra asertivo y comunicativo, favorece el buen clima laboral, mientras, un trabajador
que se deja llevar por sus emociones en situaciones tensas puede generar más conflictos en
el equipo, con los clientes, desarrollar adicciones no deseadas, etc.
HÁBITO SALUDABLE PARA LA ESTABILIDAD EMOCIONAL DENTRO DEL ESPACIO LABORAL

Para concluir, muestro la siguiente imagen de cómo podemos crear hábitos que mejoren el
ambiente laboral y así lograr una salud mental y bienestar en la oficina.

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