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Empathy. SonyeoKM
Empathy. SonyeoKM
—Me llamo Hoseok y vengo a felicitarte— trató de sonreír pues estaba nervioso, era
tímido para hacer amigos aunque se sintió mucho más relajado al ver que su
acompañante sonreía también.
—Soy Taehyung— alzó sus manos emocionado— ¡Ven siéntate!— hizo ademanes y
Hoseok no dudo más tomando lugar a su lado.
— ¿Cuántos años cumples?— preguntó.
—Cumplo 7 años— sus ojitos brillaron y el pequeño Jung sintió un puñito de cosquillas
en su estómago.
Esa noche Hoseok llegó corriendo a su casa para marcar el numerito en su calendario.
FOR HIM
Jung Hoseok: 10 años
Hoseok casi tropieza con sus agujetas al llegar al local, a pesar del frío él sudaba.
Buscó con mucha emoción al niño de aquella vez como por quince minutos, a punto de
darse por vencido pudo observar un gorrito de fiesta que se movía entre un tumulto de
gente.
¡Era Taehyung cargando su panqueque!, solo que está vez era de chocolate.
— ¡Oh!— el pequeño sorprendido casi tira todo por ver a Hoseok— ¡Si viniste!
Con mucha prisa se sentaron en una mesa bajo la mirada enternecida de varios
adultos.
Pasaron 5 años en los que solo se veían una vez y aun así Hoseok siempre tenía la
misma emoción incluso podría jurar que era lo único que ansiaba todo el tiempo. Solo
quería ver al castaño de ojos enormes.
Lo lindo de aquellos dos es que el sentimiento era mutuo.
Taehyung nervioso por ver su amigo de nariz respingada que le hacía poner su
corazón a latir su mil por hora.
— ¿Cómo vas en la escuela?— preguntó Tae.
—Voy bien— dijo tomando su mano sin ninguna pena— todo el año ahorré para poder
comprarte un pastel y helado, ¿te gusta el helado?
— ¡Sí!— juntos corrieron dentro y su fiesta privada pero no privada comenzó pronto en
la mesa.
Más tarde los Señores Jung llegaron al local.
Taehyung había sido castigado pues la chica del comedor que lo cubría para
escabullirse ese día no pudo ir.
Hizo lo indicado y cuando bajó a la acogedora sala donde solían conocerse padres e
hijo o hija pudo notar una cabellera un poco naranja.
— ¿Hola?— susurró Taehyung.
Cuando el chico volteo Tae casi cae de bruces.
—Hola Tae feliz cumpleaños— sonrió Hoseok.
— ¡No lo creo!— y el castaño dejó salir las lágrimas de hace un rato— ¿Cómo lograste
que te dejaran pasar?
—Mis papás— dijo encogiéndose de hombros.
Después de esa tarde sus vidas cambiaron pues ahora Hoseok tenía permitido entrar a
ver a su querido Taehyung a cierta hora los días que él quisiera.
Las pocas pero significativas salidas eran vigiladas por alguien del Orfanato y por fin,
solo por fin se había cumplido uno de los deseos que Tae pidió durante esos años.
—Tranquilo bonito— susurraba— piensa que la Señora Suk está en un lugar más feliz.
Tae asintió aún con su rostro aferrado al pecho del peli naranja.
La Señora Suk había adoptado a Tae a los 17 años y no fue todo, sino como era una
mujer sin hijos y esposo dejó toda una herencia al pequeño que siempre amó con todo
su corazón.
Ahora Taehyung podía vivir como una persona más, sin paredes que le impidieran el
paso.
Los meses seguían transcurriendo y la tristeza se disipaba.
Tae trabajaba en una tienda departamental, decidido a terminar también su Universidad
encontró un apoyo enorme en Hoseok.
— ¿Qué pasaría si hiciera esto?— el mayor tomó del rostro al castaño y juntó sus
labios con los ajenos.
Tae se derritió ahí mismo, no podía creer lo que estaba pasando.
—Hobi... me gustas... me gustas desde hace mucho tiempo— rió tontamente y volvió a
buscar su boca dejando besos cortos llenos de amor y cariño.
—También gustas TaeTae.
WILD.
FIN. ❄