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ESPECIAL DIMPLE

[Resubido, no es capítulo nuevo, para @youngbird93 porque sí <3 ]

[...]

Hoseok sólo quería pasar un buen rato.

Todos sus amigos, conocidos y bastante gente que le conocía, estaban


allí conversando, bailando y disfrutando de la compañía en esa gran
casa que prestó un chico de la universidad. Hoseok de verdad quería
sentirse bien, porque últimamente los sueños no dejan de despertarlo a
las cuatro de la mañana y, no solo eso, hay algo que no deja de
molestarle en la boca del estómago, haciendo que su lobo gruña y se
retuerza queriendo destrozar todo a su paso.

Y entre la nube de alcohol en la que está envuelto ahora, con total


claridad de sus más oscuros pensamientos, como si el alcohol hubiera
abierto esa puerta en su interior, no puede dejar de preguntarse: ¿Por
qué su Taehyungie tenía que oler a Omega?, porque eso es lo que ha
estado rondando por su cabeza, pero que él no ha querido aceptar
porque es demasiado raro pensar así de su amigo, pero ¿Por qué?, ¿Por
qué tenía que tener un amigo Omega?, ¿Por qué tenía que juntarse con
uno?, ¿Por qué demonios eso le molestaba tanto?, ¿Por qué le molestaba
tanto que su propio olor no esté en él?, ¡Es más que obvio!, ¡Taehyung
es un Alfa, no puede tener su olor! Sin embargo, Hoseok sabe que eso
es todo lo que le hace feliz y no es normal. Que Taehyung sea tan
sumiso con él cuando se trate del aroma. Y ahora es más que común que
tenga ese aroma a frambuesa de Jimin en el cuello y no puede evitar
sentirse como una bomba a punto de explotar. Taehyung es suyo, lo fue
desde que se volvieron a encontrar. Lo fue desde que Hoseok vio como
el menor lloraba frente suyo con ese puchero adorable en medio de la
nieve, con ese gran abrigo café, con las mejillas rojas y esa sumisión
que jamás había visto en un Alfa. Nunca en su vida, por lo menos en la
que fue recordando hasta ese momento, había visto a alguien más
hermoso. En sus sueños, nadie brillaba como él.

Ahora no puede dejar de ver de reojo al menor, porque ha venido a la


misma fiesta que él, pero está sentado en el sillón del salón con una
lata de cerveza en la mano que de seguro le dio Minjae, quien está
sentado a su lado. Ve como se está empezando a quedar dormido, porque
su acompañante no deja de coquetear con la Omega a su lado. Taehyung
nunca fue bueno en las fiestas, por lo menos en las que ambos han sido
invitados, ya que el menor suele insistir en que siempre era el
anfitrión de ellas cuando era más pequeño. Hoseok no lo recuerda y,
siempre que trata de hacerlo, termina con un dolor de cabeza horrible,
justo en la cicatriz de seis puntos en un costado de su cabeza, que
con el tiempo quedo oculta por su cabello.

Por otra parte están los sueños, que se entremezclan con todos sus
recuerdos y a veces, tiene que preguntarle a su familia si todo eso
pasó. La mayoría de los sueños que recuerda los anota en un cuaderno y
luego se los muestra a su familia o a Taehyung. Ellos le dicen que
sucedió y qué no, que momentos han desfigurado sus sueños y a veces
todo es más claro, pero no menos frustrante. Hoseok deseaba tanto
recordar todo, una vez hasta se golpeó la cabeza con la pared porque
de verdad quería recordar la primera vez que conoció a Taehyung,
aunque éste le dijera con lujo de detalles como había sido. ¿Pero cómo
le había visto él?, ¿Qué había sentido?, ¿Se había sentido igual a
como se sintió cuando lo encontro en la nieve?, ¿Se había sentido así
de feliz, como si hubiera encontrado algo que creía perdido aun si no
sabía que era?

La vida después de que tuvo el accidente se sintió como un nacimiento


gris, lleno de laberintos oscuros, de tormentas que no le dejaban en
paz por más que tuvo el apoyo de su familia, hasta que conoció a
Taehyung. Él fue el único que le contaba hasta el más mínimo detalle
de todo lo que habían hecho, de sus conversaciones y jamás se cansaba
de hablar y de hacerle reír. Era el único que lo trataba normal, sin
delicadezas, que le pegaba codazos cuando perdía en un juego, lo
desafiaba, lo regañaba en cosas simples pero importantes como no botar
los papeles fuera del basurero y era el que más le hablaba de su
difunto hermano mayor, aunque no supiera tanto. Su familia era
encantadora, él de verdad los amaba, ellos lo protegían y siempre
estaban para él, pero Taehyung... él parecía haber nacido de un mundo
nuevo lleno de color y le había hecho parte de él. Se sentía como si
hubiera estado metido en una jaula y el único que fue capaz de sacarle
había sido Taehyung. Una jaula segura, cálida, llena de amor, pero que
seguía siendo una jaula.

A veces se sentía tan confundido con respecto a sus sentimientos,


Taehyung los manejaba a su total antojo y eso le daba miedo. Hoseok
quería seguir siendo el mejor Alfa para sus padres, ese que tanto le
decían que había sido. Él quería sentirse parte de algo, porque desde
que sus recuerdos se le fueron arrebatados de raíz de su mente, se
siente como a la deriva. Desde que se despertó se sintió así, y la
única ancla que tenía había sido su familia. Para Hoseok, todo era su
familia.

Pero a veces, todos los sentimientos de Hoseok se mezclaban, se


destruían o ya no estaban en su lugar, como si hubiera un maldito
terremoto en su interior cada vez que veía a Taehyung sonreír. Y eso
le daba miedo. Tanto miedo que se sentía como un maldito cobarde y le
daba tanta rabia consigo mismo que siempre terminaba lejos de él. Sólo
así podía pensar con claridad.

En esos instantes, incluso cuando la linda Omega que tiene el mismo


color de cabello que Taehyung y sus ojos grandes, no le importa en
absoluto lo que le está diciendo. Solo hace como que sí y se ríe, se
ríe porque todo es gracioso cuando te has tomado veinticinco chupitos
de vodka y no dejas de recordar como tu Dongsaeng dice tu nombre de
esa forma única y tan adorable y pestañea y te mira con esos ojos...

- Hoseok-ssi, vamos... -ronronea la Omega en su oído y entre risas,


siente como alguien lo empuja dentro de lo que parece ser un baño. Sí,
hay un inodoro, un espejo, un lavamos y una ducha. Un baño igual de
grande, limpio y moderno que el suyo. ¿Qué demonios está haciendo en
el baño? Cuando se da la vuelta, ya no es a la linda Omega lo que ve,
sino a Taehyung. Su Taehyungie. ¿De verdad es su Taehyungie? No, su
Taehyungie estaba en el sillón... él estaba...

- ¿Por qué no puedes recordarlo? -balbucea su Taehyungie,


acorralándolo contra la pared del baño.

Hoseok se ríe y se pregunta qué es lo que tiene que recordar ahora,


porque hay tantas cosas que tiene que recordar y está tan harto de no
recordarlas, porque ese momento es como uno de sus tantos sueños con
Taehyung. A veces sueña que se acerca demasiado, a tan solo
centímetros de su rostro, donde su nariz le roza y su estómago
hormiguea como en una erupción. Si esto es un sueño... si tal vez se
quedo dormido... Hoseok de verdad quería pensar que era un sueño pero
no lo era. ¿Podría convertir ese momento en un sueño?, ¿Y si en
realidad está confundiendo a esa chica con Taehyung por tantos
chupitos?, ¿Y si es esa chica y no él quien le hace sentir todo ese
remolino de sentimientos?, ¿Y si lo besa, lo besa por fin, y ya está?
Porque eso es todo lo que quiere hacer. Sabe que es por eso. Tal vez
si lo besa... tal vez si lo besa...

Hoseok lo besa.
Y ya es muy tarde para siquiera arrepentirse. Y no se arrepiente,
Hoseok lo besa y no se arrepiente en absoluto. Es la sensación más
dulce que haya sentido en su vida, quiere más de él, quiere todo de
una forma tan intensa, el lobo de Taehyung está tan sumiso que no ve
venir el hecho de que lo empuja y se va, encerrándolo en el baño.

Hoseok gruñe desesperado y patea la puerta con furia, se siente tan


fuera de sí que no le importa romper la maldita puerta para buscar a
Taehyung y llevárselo consigo. No le importa nada en absoluto y aunque
grite la maldita música está tan fuerte que nadie lo escucha. Está tan
ensimismado en romper la maldita puerta, que de repente...

<< ¿Nunca has besado a nadie? >>

Hoseok detiene los golpes y siente un dolor quemante y fugaz como un


rayo que pasa por un costado de su cabeza. Un montón de imágenes pasan
por su cabeza y una voz retumba dentro de su cabeza.

<< B-bueno, los amigos no se besan en la boca >>

En las imágenes proyectadas en su mente Taehyung luce más pequeño,


luce más inocente, él...

<< Lo estoy pensando... si me das un beso, ¿Crees que la señora Nawu


se enoje conmigo? Dijo que los amigos no se besan, pero en ese momento
se refería a mi hermana y a ese Alfa. Mi hermana es Omega... si ambos
hubieran sido Alfas, ¿Entonces si se podría?>>

Hoseok recuerda ese momento, como una película que pasa demasiado
rápido, pero lo recuerda, recuerda la calidez de los labios de
Taehyung como una suave sensación y su corazón gritando por él, con
esos mismos sentimientos que ya estaban. ¿Qué estoy haciendo?, ¿Yo de
verdad...?, ¿Ya le había besado?, ¿Yo siempre estuve...?

<< No... no fue extraño... quiero volver a hacerlo. >>


Hoseok lo siente en su corazón, no hace falta que alguien le diga que
no es una alucinación.

De repente siente como le sangra la nariz y todo empieza a dar


vueltas. Termina tirado al lado del retrete vomitando los veinticinco
chupitos y maldiciendo al mundo entero.

En ese momento comprendió todo de Taehyung, el porqué siempre le


besaba las mejillas de esa forma tan familiar, incluso cuando solo
llevaba una semana conociéndole. Era tan obvio que Taehyung le quería
de una forma diferente...

Y Hoseok sabía que él le quería de la misma forma también.

La linda Omega apareció por la puerta, Hoseok no supo cómo consiguió


abrirla pero ahí estaba, arrodillada frente a él ayudándolo a
limpiarse el vómito y hablando de cosas que a Hoseok no le interesan
pero hace como que sí. Para Hoseok es tan fácil llevarse con quien
sea, actuar de una forma que es totalmente diferente a como es en
realidad. Es tan fácil ser perfecto frente a todos, actuar como todos
los demás, es tan fácil... menos con Taehyung. Con él nada es fácil.

Hoseok siente como la chica, en algún momento donde no presta


atención, lo besa. Se siente totalmente diferente a Taehyung. Se
siente vacío, pero... ¿Qué puede hacer? Así no se comportaría Jung
Hoseok. No la rechazaría cruelmente, menos cuando la chica es tan
amable con él y si la chica lo besa haría feliz a su familia, porque
es todo lo que le piden últimamente, que tenga una novia Omega y que
asuma el cargo en la empresa. No se arrepiente de besar a Taehyung,
pero al pensar en las caras de decepción de sus padres, de las
personas que más ama en el mundo, de las dos personas que más admira,
totalmente decepcionados, es otra cosa que le aterra, es casi el mismo
sentimiento de pánico cuando despertó en la sala de hospital...

Deja que la chica lo bese y piensa en Taehyung. Siempre piensa en


Taehyung y aunque sea más doloroso sabe que es lo mejor.

Pero si Taehyung dice que lo ama, si logra ser más valiente que él,
¿Será lo suficientemente cobarde como para decir que no lo ama de esa
misma forma también?, ¿Será capaz de negarlo? Es fácil aparentar y
hacer como que nada pasara, pero al escuchar claramente un << Te amo
>> de su boca, ¿Hoseok le respondería de la misma forma también?
Sí, Hoseok lo haría. Tomaría todos los riesgos si Taehyung se lo
pidiera. Pero es demasiado cobarde como para hacerlo primero.

[...]

Lo que más ama Hoseok de los fines de semanas, en especial ese fin de
semana, es que puede quedarse con Taehyung todo el día en la cama,
comiendo, viendo películas, riéndose y llenándolo de mimos. Jamás
creyó que no pudiese cansarse de alguien. Jamás podría cansarse de
Taehyung, de eso estaba completamente seguro.

El pequeño Tae dormía en la habitación continua, con un monitor de


bebé por si se despertaba. Hoseok amaba esas horas de la noche, porque
era la hora en la que ambos se encontraban más hambrientos del otro,
más deseosos y en donde podían ser completamente ellos uno con el otro
hasta el amanecer. Nada de ropa inservible ni visitas, nada de
trabajo, solo ellos tocándose y fundiéndose en el otro como en ese
momento.

Solo estaba prendida la luz de la mesilla a su lado, con todas las


ventanas abiertas dejando que la luz de la luna entre y ambos puedan
ver el reflejo de la laguna a lo lejos entre los árboles de la noche.

Taehyung estaba igual de sudado que él encima suyo, apresándolo entre


sus piernas dando el último suspiro a su liberación igual que él. Cayó
rendido en su pecho, sobando su mejilla contra su esternón y volviendo
a repartir besos por su cuerpo hasta llegar a su boca. Hoseok rodeo su
espalda baja con sus brazos, acercando más su cuerpo al de él,
sintiendo el calor de su piel mezclarse con su calor, los latidos de
su corazón igual de acelerados que los suyos. Hoseok admiraba con
devoción el rostro sudado y casi obsceno de su pareja, preguntándose
cómo había dejado que se le escapara todos esos años.

Como había dejado que el miedo a que todos se decepcionaran de él


fuera más grande que todo el amor que sentía y que ya no podía
controlar. Hoseok jamás se perdonaría haber estado con Young Mi para
olvidar a Taehyung, jamás se perdonaría el haber hecho como si todo
siguiera igual, jamás se perdonaría el hecho de haber sido tan
cobarde. Aun recuerda lo furioso que se puso cuando Taehyung dijo que
era novio con Suni, esa Omega con una risa tan irritante y chillona.
Recuerda todas las cosas que rompió en su habitación, todos los
muebles, incluso el tapizado de la pared, jarrones y cuadros. Recuerda
esas noches horribles de celo en la que no podía evitar llorar metido
en el baño, porque Taehyung no estaba allí. Después de ese beso que le
dio en el baño todos los celos eran horribles. Siempre que estaba en
celo lloraba y la única forma de no llorar era tener un reemplazo de
Taehyung.

Hoseok jamás se perdonaría haber hecho de Young Mi un reemplazo,


aunque ella lo supiera. A veces Hoseok se sentía un reemplazo también.
Un reemplazo para Young Mi y eso estuvo bien, estuvo bien hasta que su
padre le exigió que se casara con ella. Hoseok sentía que había
perdido a Taehyung cuando se fue a Los Ángeles, ¿Entonces qué más
podía hacer si Taehyung jamás le había dicho un <<Te amo>>, jamás le
había besado de vuelta? Se casó con Young Mi, obtuvo la mayoría de las
propiedades de la familia por ello y todos estaban felices...

Menos él.

Hoseok mentiría si no dijera que hubieron buenos momentos con Young


Mi, era una Omega agradable, simpática, adorable y con humor. Tenía
todo para enamorarse de ella y nunca lo hizo. La amó como ama a toda
su familia, pero jamás la amó como amaba a Taehyung en sus sueños.

Y su Taehyungie... jamás se perdonaría el haberle hecho creer que no


había recordado los besos.

- Hoseokie, mírame... -gimió Taehyung, acunando su rostro entre sus


manos y limpiando su sudor con sus pulgares. Lo mira desde arriba,
preocupado ya y Hoseok se sienta con la espalda en el respaldo de la
cama saliendo de su ensoñación, abrazando con más fuerza a Taehyung
que se removía sentado encima de él-. Te fuiste por unos momentos, me
asusté...

- Taehyungie... -Hoseok esconde el rostro en el cuello de su pareja,


sintiendo como se le aprieta el corazón. Siempre que recuerda esos
tiempos se le aprieta el corazón, porque ahora es tan feliz que le
angustia que Taehyung no lo sea-. ¿Puedes perdonarme?

- ¿Otra vez con eso? -gruñó molesto el menor, haciendo que Hoseok le
mirara a los ojos. Los ojos de Taehyung estaban tan llenos de vida,
llenos de amor, que Hoseok no podía dejar de admirarle-. Ya te he
dicho miles de veces que te he perdonado por eso... Y está bien que
amases a alguien más, está bien... yo estaba bien, yo también amé a
muchas personas, no como te amo a ti pero... Te extrañaba, pero estaba
bien -sonrió y luego enrollo sus brazos por los hombros de Hoseok-.
Ambos fuimos muy cobardes y mira todo lo que nos perdíamos del otro.

Hoseok también le sonrió y agarrando con fuerza el cuerpo de Taehyung


lo volteó, quedando encima de él entre sus piernas. El cabello lacio
del menor caía desparramado por la almohada y Hoseok volvió a esconder
el rostro en su cuello, deleitándose por lo perfecto que es, besando
ese punto entre su cuello y su oreja que hace que el menor se
estremezca y jadee, enterrando sus uñas en sus brazos.

- Nunca dijiste que me amabas antes... -dijo Hoseok absorto,


acariciando el cabello húmedo del menor, rozando la punta de su nariz
con el mentón afilado de Taehyung, quien no dejaba de gemir en voz
baja con los ojos cerrados mientras disfrutaba el roce de sus
entrepiernas y sus pieles desnudas-... ni siquiera un te quiero.

- Creí que era demasiado obvio, y a la vez no quería que lo


supieras... -dijo Taehyung luego de un suspiro tembloroso, abriendo
los ojos y mirándolo fijamente con ternura-. Además, te lo decía
cuando dormías... ¿Eso cuenta?

Hoseok se quedó quieto unos segundos, imaginándose todos esos <<Te


amo>> de Taehyung que él jamás escuchó y en ese instante esas palabras
se clavaron en su corazón como agujas, haciendo que las ganas de
llorar sean tan intensas que tuvo que inhalar fuertemente para que el
nudo en la garganta no le hiciera llorar ni le quitara la respiración.

- Eres tan cruel y yo soy tan cobarde -musito Hoseok en un tono


vulnerable, abrazando a Taehyung con fuerza y acostándose a un lado de
la cama, besando la frente del menor reiteradamente- . Te amo como no
tienes idea, te amo tanto, perdón...

- ¿Vas a llorar otra vez? -sonrió Taehyung con dulzura, mirándole con
tanta ternura entre sus brazos y acariciando su mejilla-. Serás tonto,
siempre te vuelves muy cabezota en tus celos... Me haces la persona
más feliz del mundo ahora, ya ni recuerdo cuando no estábamos juntos,
creo que esos momentos ni siquiera existen -Taehyung se acurruca más a
su lado, entrelazando sus piernas con las suyas y escondiendo el
rostro en su pecho-. Existimos en este momento, estás aquí conmigo...
olvídate del pasado. El presente es el mejor lugar para estar y eso lo
supe gracias a ti, ahora que estás conmigo, -el menor levantó la
mirada y Hoseok le dio un casto beso en la nariz-. ¿Podrías dejar de
pensar en el pasado por mí?
Hoseok asintió, suspirando y tratando de cumplir esa promesa que no
sería tan difícil de lograr, porque Taehyung le hacía tan feliz que
solo en momentos como aquellos, donde a veces su mente le hace malas
pasadas, le hace ponerse melancólico. Luego de unos segundos en
silencio, escuchando solo la respiración del otro, donde Hoseok no
deja de acariciar con sus dedos la espalda desnuda de Taehyung y éste
no deja de enredar sus dedos en su cabello, relajando todo su cuerpo,
Hoseok dice lo que nunca le ha dicho a nadie.

- Sabes... te tengo mucho miedo, Taehyungie... -susurro afligido. Vio


como Taehyung hacia un puchero y lo miraba con confusión.

- ¿Soy muy feo?

- Además de eso -río divertido, haciendo refunfuñar a Taehyung quien


le pego un palmazo en el trasero y también se rió. Hoseok negó con la
cabeza, mostrando esa sonrisa con hoyuelos y luego suspiro, mirando
fijamente al menor-. Siento que podrías decir <<tírate de la ventana>>
y yo lo haría sin titubear... Es la clase de miedo que me da cuando me
doy cuenta de todo el control que tienes sobre mí.

- Entonces... -musito Taehyung, mirándole con coquetería-. Si te digo


que me ames mucho, ¿Lo harás?

- Lo haré aunque no me lo pidas.

- ¿Y si te digo que te quedes siempre en esta cama conmigo y no vayas


a trabajar nunca jamás?

- Lo haría -afirmó Hoseok, agarrando su nuca y besándole


profundamente-. Sabes que lo haría.

- ¿Y si te pido que te rapes el cabello y te tatúes mi nombre en el


trasero?

- Lo haría -respondió Hoseok, conteniendo la risa.


- ¿Y si te pido que adoptemos un alce para apodarle Aquiles Bailo?

- Ese nombre me gusta -se carcajeo Hoseok, adorando el brillo feliz en


los ojos de su pareja-. También lo haría.

- ¿Y si te pido que me hagas un sándwich ahora?

- ¿Un sándwich a esta hora? -dijo Hoseok enarcando una ceja y dejando
de rozar sus labios con los del menor. Taehyung asintió con una
sonrisa juguetona y él no hizo más que suspirar y sentarse en la
cama-. Está bien, como ordene su majestad...

- ¡No! Su alteza ordena que vuelvas aquí, tengo hambre, pero de otra
cosa -insinuó Taehyung.

- ¿De qué? -río Hoseok, jalado devuelta a la cama por el menor, quien
lo abrazó con fuerza y puso una pierna encima de él-. ¿De mí?

Taehyung volvió a sentarse en su regazo, recorriendo con sus dedos el


pecho desnudo de Hoseok hasta llegar a su cuello e inclinarse sobre
él, besando las comisuras de su boca.

- Oh, Hoseokie, eres tan inteligente.

Ambos rodaron por la cama, dejando otra vez a Taehyung debajo de


Hoseok, quien empezó a moverse con vehemencia y volvieron a besarse
con frenesí, dando paso a otra ronda de hacer el amor por la noche,
hasta que ambos escucharon un sollozo y un chillido en la habitación
continua, seguido de un lloriqueo.

- ¡Appa Tata! -sollozaba el pequeño Tae, haciendo que ambos se


detuvieran al segundo. Hoseok gruño tratando de apaciguar lo que había
empezado a crecer otra vez entre sus piernas.
- Ups, la piraña revivió, voy a por él -dijo Taehyung, dándole un
último beso profundo al mayor para luego tratar de moverse, pero
Hoseok seguía apresándolo entre sus brazos.

- ¿No te parece increíble que su primera palabra haya sido <<Appa


Tata>> en vez de mi nombre? -pregunta Hoseok con falsa indignación.

- Es que yo le canto canciones -se ríe Taehyung.

- ¡Y yo le doy de comer!, ¡Soy el que más pañales le ha cambiado!

- Tu papilla de manzana es deliciosa, pero el pequeño Tae ama mis


canciones de avioncitos, ¡Me ama más que a ti! -se burla Taehyung,
sacando su lengua.

- Sí, definitivamente te ama más a que a mí -suspira Hoseok casi con


resignación, para luego rodar en la cama de espaldas y dejar libre al
menor-. Pero yo te amo más así que trae a esa piraña, rápido...

Taehyung se sentó en la cama e iba a salir de la cama, pero al mínimo


movimiento un quejido sale de su garganta y vuelve a echarse de
espaldas con un quejido.

- Ah, no, no puedo... me duelen las caderas.

- Traté de ser delicado, ¿Te duele demasiado? -preguntó preocupado


Hoseok, sentándose en la cama y acariciando la frente del menor, quien
hacia una mueca de dolor-. Te llevaré al doctor.

- ¡No, bobo! -negó rápidamente, acomodándose de lado y sonriéndole-.


Estoy bien, es que lo repetimos demasiado este día... necesito un
respiro -suspiro Taehyung, para luego volver a removerse bajo las
sábanas y su rostro se desfigura, haciendo que Hoseok vuelva a
alarmarse y a preguntarle qué le pasa, pero le interrumpe-, creo que
me mordiste una nalga, ¡Ya te he dicho que no me muerdas el trasero,
duele!
Hoseok se largó a reír con fuerza, para luego mirarle con provocación,
haciendo que Taehyung esté más sonrojado de lo que ya está.

- Pero si te encanta que te muerda el trasero.

- Ah, cállate y trae al pequeño Tae, te lo ordena tu majestad,


plebeyo.

- Como ordene el señor... -dice Hoseok parándose de la cama,


poniéndose la ropa interior y sacando del mueble en la esquina de la
habitación otro juego de sábanas limpias para que el pequeño Tae
durmiera con ellos. Siempre que el pequeño Tae despertaba en las
noches era por alguna pesadilla y nunca lograban hacer que durmiera en
su habitación luego de ellas. Hoseok dejo las sábanas limpias en la
esquina de la cama cuando el movimiento hizo que le ardiera la espalda
y al tocarse se dio cuenta que tenía demasiados rasguños y le ardiera
mucho más-. Wow, ¿Esto es sangre?

- No fui yo, me corté las uñas ayer... -se excuso Taehyung,


escondiéndose bajo las sábanas y solo dejando ver sus ojos culpables.
Hoseok se cruzo de brazos, arqueando una ceja y mirándole imperioso.

- Ah, ¿No?, ¿Y quién fue?, ¿El aire?

- ¡La almohada! -se río Taehyung, para luego tirarle la almohada que
tenía bajo la cabeza a la cara de Hoseok.

El mayor lo miraba intimidante haciendo ademán de ir hacía él, pero


los sollozos del pequeño Tae volvieron a escucharse con más fuerza y
Hoseok se detuvo, señaló a Taehyung como queriendo decirle <<volveré
por ti>> mientras el menor se reía y fue a buscar al pequeño Tae a la
habitación continua.

Cuando entró a la habitación encontró a su hijo empapado de sudor, con


los ojos llorosos mientras se sujetaba a la barandilla tratando de
salirse de la cuna. Hoseok lo tomó en brazos y cuando hubo cesado su
llanto, le cambió la ropa húmeda por otras secas y lo llevó a la
habitación, donde encontró a Taehyung pestañeando con lentitud, a
punto de quedarse dormido.
- ¡Appa Tae! -balbuceo su hijo ansioso, removiéndose en sus brazos y
estirando sus manitas hacia Taehyung, quien estiró los brazos también
y recibió al pequeño Tae cuando éste se tiro encima de él y se
acurruco entre sus brazos. Taehyung se sentó con dificultad en la
esquina de la cama, con la ropa interior puesta y dejó que Hoseok
cambiara las sábanas sucias.

Hoseok sonrió al ver como Taehyung se metía en la cama con su hijo,


quien no se despegaba del cuello de su pareja. Rodeo la cama y fue a
cerrar las ventanas, corriendo las cortinas y luego apagando la
lampara en la mesilla de noche. Se acostó en la cama bajo las sábanas
y abrazó por la espalda a Taehyung, depositando un suave beso en su
nuca. Y esa parte de su vida era su favorita, porque jamás había sido
tan feliz como en ese momento tan habitual en sus vidas. Hoseok no se
veía en otro lugar que no fuera ese, incluso en otra vida, él estaba
seguro que volvería a encontrarse con Taehyung y volvería a sentir
como que encontró algo que estaba buscando pero que no sabía que era.
Y Taehyung siempre lo fue.

-Buenas noches, Hoseokie.

[FIN DEL ESPECIAL DIMPLE]

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