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Glúcidos y glucobiología

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Glúcidos y glucobiología
Los glúcidos son las biomoléculas más abundantes de la tierra. Cada año la fotosíntesis
convierte más de 100.000 millones de toneladas métricas de CO2 y H2O en celulosa y otros
productos vegetales. Ciertos glúcidos (como el azúcar y el almidón) son fundamentales en
la dieta humana en la mayor parte del mundo, y la oxidación de glúcidos es la principal ruta
de obtención de energía en la mayoría de las células no fotosintéticas. Los polímeros
insolubles de los glúcidos (también llamados glucanos) actúan como elementos
estructurales y de protección en las paredes celulares de las bacterias y las plantas y en los
tejidos conjuntivos de los animales. Otros polímeros de glúcidos lubrican las articulaciones
óseas y participan en el reconocimiento y la adhesión intercelular. Los polímeros complejos
de glúcidos, unidos covalentemente a proteínas o lípidos, actúan de señal de localización
intracelular o de destino metabólico de estas moléculas híbridas denominadas
Glucoconjugados. En este capítulo se introducen las principales clases de glúcidos y
Glucoconjugados y se dan algunos ejemplos de los muchos papeles estructurales y
funcionales que desempeñan.
Los glúcidos son polihidroxi aldehídos o cetonas, o bien, sustancias cuya hidrólisis da lugar
a estos compuestos. Muchos glúcidos, aunque no todos, poseen la fórmula empírica
(CH2O) n; algunos glúcidos también contienen nitrógeno, fósforo o azufre.
Existen tres clases principales de glúcidos según su tamaño: monosacáridos, oligosacáridos
y polisacáridos (la palabra “sacárido” viene del griego sakcharon, que significa “azúcar”).
Los monosacáridos, o azúcares simples, consisten en una sola unidad de
polihidroxialdehído o cetona. El monosacárido más abundante en la naturaleza es la D-
glucosa de seis átomos de carbono, a veces llamado dextrosa. Los monosacáridos de más de
cuatro átomos de carbono suelen poseer estructuras cíclicas.
Los oligosacáridos consisten en cadenas cortas de unidades de mono sacáridos, o residuos,
unidas por enlaces glucosídicos característicos. Los más abundantes son los disacáridos,
formados por dos unidades de monosacáridos. El más conocido es la sacarosa, o azúcar de
caña, formado por los azúcares de seis carbonos D-glucosa y D-fructosa. Todos los
monosacáridos y disacáridos comunes tienen nombres que terminan con el sufijo “-osa”. La
mayor parte de oligosacáridos con tres o más unidades de monosacárido no se encuentran
libres en la célula sino unido a otro tipo de moléculas (lípido o proteína) formando
Glucoconjugados.
Los polisacáridos son polímeros que contienen más de 20 unidades de monosacárido;
algunos polisacáridos constan de centenares o millares de unidades de monosacárido.
Algunos polisacáridos, como por ejemplo la celulosa consisten en unidades repetitivas de
D-glucosa, pero difieren en el tipo de enlace glucosídico y, en consecuencia, tienen
propiedades y funciones biológicas notablemente diferentes.

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1.1 Monosacáridos y disacáridos
Los glúcidos más simples, los monosacáridos, son aldehídos o cetonas, con dos o más
grupos hidroxilo; los monosacáridos de seis carbonos glucosa y fructosa tienen cinco
grupos hidroxilo. Una gran parte de los átomos de carbono a los que se unen los
grupos hidroxilo son centros quirales que dan lugar a los muchos estereoisómeros de
los azúcares que se encuentran en la naturaleza. Empezaremos describiendo las
familias de monosacáridos que tienen entre tres y siete átomos de carbono: su
estructura y formas estereoisoméricas y cómo se representan sobre el papel sus
estructuras tridimensionales. A continuación, discutiremos algunas reacciones
químicas de los grupos carbonilo de los monosacáridos. Una de estas reacciones, la
adición de un grupo hidroxilo de la misma molécula, genera las formas cíclicas de los
azúcares de cinco y seis carbonos (que predominan en disolución acuosa) y da lugar a
la aparición de un nuevo centro quiral, que incrementa la complejidad estereoquímica
de estos compuestos. Por tanto, se describirá con cierto detalle la nomenclatura usada
para especificar sin ambigüedad la configuración adoptada alrededor de cada átomo de
carbono en la forma cíclica y la manera de representar estas estructuras sobre el papel;
esta información será de utilidad para la discusión del metabolismo de los
monosacáridos en la parte II. También presentamos aquí algunos derivados
importantes de los monosacáridos que encontraremos en capítulos posteriores.

Las dos familias de monosacáridos son las aldosas y las cetosas


Los monosacáridos son sólidos incoloros cristalinos, solubles en agua e insolubles en
disolventes no polares. La mayoría tienen sabor dulce. El esqueleto de los monosacáridos
comunes consiste en una cadena de carbonos sin ramificar en la que todos los átomos de
carbono están unidos por enlaces sencillos. En las formas de cadena abierta, uno de los
átomos de carbono está unido a un átomo de oxígeno por un doble enlace, formando un
grupo carbonilo; cada uno de los demás átomos de carbono tiene un grupo hidroxilo. Si el
grupo carbonilo se halla en un extremo de la cadena carbonada, es un grupo aldehído y el
monosacárido recibe el nombre de aldosa; si el grupo carbonilo está en otra posición, es un
grupo cetona y el monosacárido se denomina cetosa. Los monosacáridos más sencillos son
las dos triosas de tres átomos de carbono: el gliceraldehído, una Aldo triosa, y la
dihidroxiacetona, una cetosa.

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Los monosacáridos que poseen cuatro, cinco, seis y siete átomos de carbono en su cadena
carbonada se denominan, respectivamente, triosas, pentosas, hexosas y heptosas. Existen
aldosas y cetosas para cada una de estas longitudes de cadena: aldotetraosas y cetotetrosas,
aldopentosas y cetopentosas, y así sucesivamente. Las hexosas, entre las que se cuentan la
aldohexosa D-glucosa y la cetohexosa D-fructosa son los monosacáridos más comunes en
la naturaleza. Las aldopentosas D-ribosa y 2-desoxi-D-ribosa son componentes de los
nucleótidos y los ácidos nucleicos.

Dibujo 1.1. las aldosas y las cetosas

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Los monosacáridos tienen centros asimétricos
Todos los monosacáridos excepto la dihidroxiacetona contiene uno o más átomos de
carbono asimétricos (quirales) y, por lo tanto, se encuentran en formas isoméricas
ópticamente activas. La aldosa más sencilla, el gliceraldehído, contiene un centro quiral (el
átomo de carbono central) y tiene, por tanto, dos isómeros ópticos, o enantiómeros,
diferentes.

Dibujo 1.2. los enantiómeros


Convención clave: por convención, uno de estos dos enantiómeros se denomina isómero D
y el otro isómero L. como ocurre con otras biomoléculas con centros quirales, la
configuración absoluta de los azúcares se ha determinado por cristalografía de rayos X.
para representar sobre el papel la estructura tridimensional de los azúcares se suelen
emplear las fórmula de proyección de Fisher ; los enlaces horizontales se proyectan fuera
del plano del papel hacia el lector y los enlaces verticales se proyectan detrás del plano del
papel alejándose del lector.
En general, una molécula con n centros quirales puede tener 2n estereoisómeros. El
gliceraldehído tiene un centro quiral:
Entonces el gliceraldehído tiene 21 (ver el dibujo 1.2)

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Los enantiómeros son imágenes
especulares uno de otro. En las fórmulas de
perspectiva, los enlaces horizontales se
proyectan fuera del plano del papel hacia el
lector y los enlaces verticales se proyectan
por detrás del plano de papel alejándose del
lector.
Los modelos de bolas y varillas muestran
la configuración real de las moléculas.
La configuración absoluta de los azúcares
se ha determinado por cristalografía de
rayos X.

Dibujo 1.3. los enantiómeros y las formas de presentarlos: proyección de Fisher,


formulas perspectivas y modelo de bolas y varillas

Las aldohexosas con cuatro centros quirales, tienen 24 =16 estereoisómeros.

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Dibujo 1.4. los centros quirales de una hexosa y una pentosa
Los estereoisómeros de los monosacáridos de cada una de las longitudes de cadena de
átomos de carbono pueden dividirse en dos grupos, que difieren entes ellos en la
configuración alrededor del centro quiral más distante del grupo carbonilo. Aquellos cuya
configuración en este carbono de referencia sea la mismo que en el gliceraldehído se
denominan isómeros D, mientras que los que tengan la misma configuración que el L-
gliceraldehído son los isómeros L. cuando el grupo hidroxilo del átomo de carbono de
referencia se halla Enel lado derecho en la fórmula de proyección, el azúcar es un isómero
D; cuando está a la izquierda es un isómero L. de las 16 aldohexosas posibles, 8 son D y 8
L. la mayor parte de las hexosas presentes en los seres vivos son isómeros D.

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Dibujo 1.5. los isómeros de D- glucosa
La figura 1.6 y 1.7 muestran las estructuras de los estereoisómeros D de todas las aldosas y
cetosas que tienen de tres a seis átomos de carbono. Los átomos de carbono de un azúcar se
numeran empezando por el extremo de la cadena más próximo al grupo carbonilo. Cada
una de las ocho D-aldohexosa, que se diferencian por su estereoquímica en los carbonos C-
2, C-3 o C-4, poseen su propio nombre: D-glucosa, D-galactosa, D-manosa, etc.

Dibujo 1.6. aldosas de 4,5 y 6 carbonos


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Dibujo 1.7. cetosas de 3,4,5 y 6 carbonos

Las cetosas de cuatro y cinco átomos de carbono se denominan insertando el infijo” ul” en
el nombre de la aldosa correspondiente; por ejemplo, la D-Ribulosa es la cetopentosa que
corresponde a la aldopentosa D-Ribosa. Las cetohexosas se nombran de otra forma; por
ejemplo, la fructosa (del latín fructus, que significa “fruta”; la fruta contiene importantes
cantidades de este azúcar) y la sorbosa (de sorbus, un género de arbusto de montaña, cuyas
bayas son ricas en el azúcar relacionado con el alcohol sorbitol).
Cuando dos azúcares difieren tan sólo en la configuración alrededor de un átomo de
carbono, se denominan epímeros; la D-Glucosa y D-Manosa, que únicamente difieren en la
estereoquímica en C-2, son epímeros, lo mismo que la D-Glucosa y la D-galactosa (que
difieren en C-4) (dibujo 1.8)

Dibujo 1.8. Epímeros


Algunos azúcares se encuentran en la naturaleza en forma L; como ejemplos tenemos la L-
Arabinosa y los isómeros L de algunos derivados de azúcares que son componentes
habituales de Glucoconjugados que los vamos a estudiar más adelante.

Figura 1.9. L - Arabinosa

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Los monosacáridos comunes tienen estructura cíclica
Hasta ahora hemos presentado las estructuras de aldosas y cetosas en forma de cadenas
lineales en aras de la simplicidad. No obstante, las aldotetrosas y todos los monosacáridos
con cinco o más átomos de carbono en su cadena suelen encontrarse en disolución acuosa
en forma de estructuras cíclicas (en anillo), en las que el grupo carbonilo ha formado un
enlace covalente con el oxígeno de un grupo hidroxilo perteneciente a la misma cadena. La
formación de estas estructuras en anillo es el resultado de una reacción general entre los
alcoholes y los aldehídos o las cetonas para formar los derivados denominados
hemiacetales o hemicetales, que contiene un átomo de carbono asimétrico adicional y
pueden, por tanto, existir en dos formas estereoisoméricas

Formación de cetales

Formación de un acetal cíclico


Figura 1.10- formación de cetales y acetales cíclicos
. Por ejemplo, la D-Glucosa se presenta en disolución como un hemiacetal intramolecular
en el que el grupo hidroxilo libre en C-5 ha reaccionado con el C-1 aldehídico, que se
convierte en asimétrico y da lugar a los estereoisómeros designados como α y β (figura
1.11)

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Figura 1.11. formación de las dos formas cíclicas de la D- Glucosa
Cuando el grupo aldehído en C-1 y el grupo hidroxilo del C-5 reacciona para formar un enlace
hemiacetálico, se pueden producir dos estereoisómeros, los anómeros α y β, que difieren
únicamente en la estereoquímica del carbono hemiacetálico (C-1)la Inter conversión de los
anómeros α y β se denomina mutarrotación

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Figura 1.12

Figura 1.13

Hemos dicho que los monosacáridos en la solución acuosa tienen la estructura cíclica. Para
comprender mejor el proceso de ciclación vamos a ver unos ejemplos. Podemos observar por
ejemplo D-Glucosa con la estructura lineal. Cuando esta molécula se encuentra en una
solución acuosa se dobla para formar una estructura cíclica de tal manera que el C-6, se
ubica cerca del C-1. En este momento sucede una torción en el C-5(ver la flecha N.2).
El resultado de esta torción es:
El grupo de CH2OH, se ubica verticalmente,
El hidrógeno ocupa el sitio de OH
El grupo OH se ubica cerca del grupo carbonilo

En las siguientes etapas podemos observar lo siguiente:


Protonación del grupo carbonilo con el H+ de agua
Ataque nucleofílico del grupo OH al carbono del grupo carbonilo
Condensación del grupo OH del C-α y el OH, unido al C-5
Eliminación de agua
Formación del ciclo
De igual manera vamos a observar el proceso de ciclación de D-Galactosa y D-Manosa

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EJEMPLOS:
1. D- Glucosa

2. D-Galactosa

3. D-Manosa

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Ciclación de Ribosa y Fructosa (Ver figuras 1.14,15,16)
Tanto Ribosa, como Fructosa se pueden formar ciclos de dos maneras:
Cuando hay una torción alrededor del C-4 y C-5 de Ribosa y de Fructosa
respectivamente, se forman ciclos de 5 (furanosas)
Cuando no hay torción alrededor de estos carbonos se formarán ciclos de 6
(piranosas)

Figura 1.14

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Figura 1.15

Figura 1.16

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La designación α indica que el grupo hidroxilo en el centro anomérico, en una proyección de Fisher
se encuentra en el mismo lado que el hidroxilo unido al centro quiral más lejano, mientras que β
indica que estos grupos hidroxilo se encuentran en lados opuestos. Estos compuestos cíclicos de
seis átomos se denominan piranosas porque son similares al compuesto cíclico con un anillo de
seis átomos denominado pirano. (figura 1.12,13)

Los nombres sistemáticos de las dos formas cíclicas de la D-glucosa son α -D-
glucopiranosa y β- D- glucopiranosa.
Las aldosas también presentan formas cíclicas con anillos de cinco átomos que por su
similitud con el compuesto cíclico furano, formando por un anillo de cinco átomos, se
denominas furanosas. Sin embargo, el anillo de seis átomos de aldopiranosa es mucho más
estable que el anillo de aldofuranosa y es predominante en las soluciones de aldohexosas y
aldopentosas. Únicamente las aldosas que tienen cinco o más átomos de carbono pueden
formar anillos de piranosa.
Las formas isoméricas de los monosacáridos que difieren entre sí únicamente en la
configuración alrededor del átomo de carbono hemiacetálico o hemiacetálico se denominan
anómeros. El átomo de carbono hemiacetálico (o carbonílico) se denomina carbono
anomérico.
Los anómeros α y β de la D-glucosa se Inter convierten en solución acuosa mediante un
proceso denominado mutarrotación. (figura 1.11). de este modo, una solución de α-D-
glucosa y una solución de β-D-glucosa, dan lugar finalmente a mezclas idénticas en el
equilibrio que tienen las mismas propiedades ópticas. Esta mezcla está formada por
aproximadamente un tercio de β-D-glucosa, dos tercios de α-D-glucosa y una proporción
muy pequeña de las formas lineal y cíclica de cinco átomos (glucofuranosa)

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Figura 1.17
Las cetohexosas se encuentran también en sus formas anoméricas α y β. En estos
compuestos el grupo hidroxilo en C-5 (o C-6) reacciona con el grupo cetona en C-2,
formando un anillo de furanosa (o de piranosa que contiene un enlace de tipo hemiacetal.
La D-fructosa forma fácilmente el anillo de furanosa; la forma anomérica más común de
este azúcar tanto combinada como en derivados es la β-D- fructofuranosa (figura 1.15)

Figura 1.18

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Los organismos tienen numerosos derivados de las hexosas
Además de las hexosas simples como la glucosa, la galactosa y la manosa, existen una serie
de derivados de los azúcares en los que un grupo hidroxilo del compuesto original está
reemplazado por otros sustituyentes o bien uno de los átomos de carbono se encuentra
oxidado en forma de grupo carboxílico (figura 1.16)
En la glucosamina, la galactosamina y manosamina, el grupo hidroxilo en C-2 del
compuesto original, esta sustituido por un grupo amino. El grupo amino casi siempre está
condensado con ácido acético, tal como sucede en caso de N-acetil glucosamina. Este
derivado de glucosamina forma parte de muchos polímeros estructurales, entre los que se
encuentran los de la pared de la célula bacteriana. Las paredes de las células bacterianas
también contienen un derivado de a glucosamina, el ácido N- acetil murámico, en el que el
ácido láctico (un ácido carboxílico de tres átomos de carbono) está unido mediante un
enlace éter con el oxígeno en C-3 de la N-acetil glucosamina. La sustitución del grupo
hidroxilo en C-6 de la L-galactosa o la L-manosa por un hidrógeno da lugar a L-Fucosa y
L-Ramnosa, respectivamente. La L-Fucosa se encuentra en los oligosacáridos complejos de
glucoproteínas y glucolípidos; la L-Ramnosa se encuentra en los polisacáridos de plantas.

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figura 1.19

Figura 1.20.a

Figura 1.20.b

Cuando el carbono carbonílico (aldehídico o anomérico) de la glucosa se oxida a nivel de


carboxilo se produce ácido glucónico; otras aldosas dan lugar a otros ácidos aldónicos. La
oxidación del carbono del otro extremo de la cadena (el C-6 de la glucosa, galactosa y
manosa) da lugar al correspondiente ácido urónico: glucurónico, galacturónico o
manurónico.

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Figura 1.21

Tanto los ácidos aldónicos como los urónicos forman ésteres intramoleculares estables
denominados lactonas (figura 1.18)
Además de estos derivados de las hexosas, merece destacarse un azúcar acídico de nueve
átomos de carbono: el ácido N -acetilneuramínico (un ácido siálico, si bien se le conoce
simplemente como ácido siálico), un derivado de la N- acetilmanosamina, es un
componente de muchas glucoproteínas y glucolípidos de animales.

Figura 1.22

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Los grupos ácido carboxílico de estos derivados acídicos de azúcares están ionizados a pH
7 y, por tanto, estos compuestos se pueden denominar correctamente como carboxilatos
(glucuronato, galacturonto, etc.)
En la síntesis y metabolismo de glúcidos los intermedios no suelen ser los mismos
azúcares, sino sus derivados fosforilados. La condensación del ácido fosfórico con uno de
los grupos hidroxilo de un azúcar da lugar a un éster fosfato, como, por ejemplo, la glucosa
6-fosfato (figura 1.16). los fosfatos de azúcares son relativamente estables a pH neutro y
tienen una carga negativa. Uno de los efectos de la fosforilación de los azúcares en las
células es su retención en el interior de las mismas; en general, las células no poseen
transportadores en la membrana plasmática que permitan el paso de los azúcares
fosforilados. La fosforilación también activa a los azúcares para su posterior transformación
química. Algunos derivados fosforilados importantes de los azúcares son componentes de
los nucleótidos.

Los monosacáridos son agentes reductores


Los monosacáridos pueden ser oxidados por agentes oxidantes relativamente suaves tales
como el ion cúprico (Cu2+). el carbono carbonílico se oxida a grupo carboxílico. La glucosa
y otros azúcares capaces de reducir iones cúpricos se denominan azúcares reductores.
Forman enedioles, que se convierten en ácidos aldónico y, a continuación, en una mezcla
compleja de ácidos de 2,3,4 y 6 átomos de carbono. Esta propiedad es la base de la reacción
de Fehling, un ensayo cualitativo que indica la presencia de azúcares reductores. También
es posible estimar la concentración del azúcar a partir de la la medición de la cantidad de
agente oxidante que se reduce por la acción de una solución de azúcar. Durante muchos
años se utilizó este procedimiento para la determinación de niveles elevados de glucosa en
sangre y orina en el diagnóstico de la diabetes mellitus.

Figura 1.23 los azúcares como agentes reductores. La oxidación del carbono anomérico
(y probablemente del carbono adyacente) de la glucosa y otros azúcares en condiciones
alcalinas es la base de la reacción de Fehling. El ion cuproso (Cu2+) producida forma un
precipitado rojizo de óxido cuproso. En la forma de hemiacetal (cíclica), el C-1 de la
glucosa no puede ser oxidado por el Cu2+. Sin embargo, al encontrarse la forma cíclica en

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equilibrio con la forma de cadena abierta, la reacción de oxidación puede finalmente
completarse. La reacción con el Cu2+ es compleja dando una mezcla de productos al tiempo
que se reducen 3 moles de Cu2+ por el mol de glucosa.

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Recuadro 1.1 Determinación de la
glucosa sanguínea en el
diagnóstico y el tratamiento
Medicina de la diabetes

La glucosa es el principal combustible del Se puede determinar la concentración de


cerebro. Cuando la cantidad de glucosa que glucosa en la sangre y en la orina mediante
llega al cerebro es demasiado baja, las un ensayo sencillo para los azúcares
consecuencias pueden ser espantosas: reductores tal como la reacción de Fehling
letargia, coma, lesión cerebral permanente que, durante muchos años, se ha utilizado
y muerte. Los animales han desarrollado como prueba diagnóstica de la diabetes
mecanismos hormonales complejos para (fig. 1.20). las determinaciones modernas
asegurar que la concentración de glucosa requieren tan sólo una gota de sangre que
en la sangre permanece suficientemente se coloca sobre una tira de ensayo que
elevada (alrededor de 5mM) para satisfacer contiene el enzima glucosa oxidasa; un
las necesidades del cerebro, pero no fotómetro sencillo mide el color formado
demasiado elevada porque una cuando el H2O2 producido en la oxidación
concentración de glucosa en sangre elevada de la glucosa reacciona con un colorante y
puede tener consecuencias fisiológicas da el resultado de la concentración de
graves. glucosa sanguínea.
Los individuos con diabetes mellitus Dado que la concentración de glucosa en
dependiente de insulina no producen sangre cambia con el horario de las
suficiente insulina, la hormona utilizada comidas y del ejercicio, una única medida
para reducir la concentración de glucosa en no refleja necesariamente el promedio de la
sangre, y si no se trata la diabetes la glucosa sanguínea durante horas o días, por
concentración de glucosa en sangre puede lo que elevaciones peligrosas pueden pasar
ser varias veces superior a la normal. Se desapercibidas. Se puede evaluar la
cree que estos elevados niveles de glucosa concentración de glucosa media analizando
son, al menos, una de las causas de las su efecto sobre la hemoglobina, la proteína
graves consecuencias a largo plazo de la transportadora de oxígeno en los
diabetes no tratada (fallo renal, enfermedad eritrocitos.
cardiovascular, ceguera y deficiente
curación de las heridas), por lo que uno de
los objetivos de la terapia es proporcionar
la insulina suficiente (por inyección) para
mantener a nivel normal la concentración
de glucosa en la sangre. Para mantener el
equilibrio correcto de ejercicio, dieta e
insulina para cada individuo, se ha de
medir varias veces al día la concentración
de glucosa sanguínea de modo que se figura 1
pueda ajustar adecuadamente la cantidad
de insulina.

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Transportadores presentes en la
membrana del eritrocito equilibran las
concentraciones de glucosa intracelular y
plasmática de modo que la hemoglobina
está expuesta constantemente a la
glucosa sea cual sea la concentración en
la sangre. Se produce una reacción no
enzimática entre la glucosa y los grupos
amino primarios de la hemoglobina (ya
sea la Val amino-terminal o los grupos ℇ-
amino de los residuos de Lys, véase la
fig. 2). La velocidad de este proceso es
proporcional a la concentración de
glucosa, de modo que la reacción puede
utilizarse para calcular la concentración
de glucosa sanguínea media durante
semanas. La cantidad de hemoglobina
glucada (GHB) presente en un momento
dado refleja el promedio de la
concentración de la glucosa sanguínea
durante el “tiempo de vida” circulante
del eritrocito (unos 120 días) si bien la
concentración durante las dos últimas
semanas es la más importante para dar el
valor de GHB.
La magnitud de la glucación (así
llamada para distinguirla de la
glucosilación que es la transferencia
enzimática de glucosa a una proteína) de
la hemoglobina se mide clínicamente
mediante extracción de la hemoglobina
de una pequeña muestra de sangre y
separando electroforéticamente la GHB
de la hemoglobina sin modificar,
basándose en la diferencia de carga
resultado de la modificación del grupo o
grupos amino. Los valore normales de
GHB son de alrededor del 5% de la
hemoglobina total (que corresponde a
una glucosa sanguínea de 120
mg/100ml). Sin embargo, en las personas
con diabetes no tratada el valor puede
llegar hasta el 13%, que indica una
concentración media de glucosa en
sangre de unos 300mg/100ml, lo que es
peligrosamente elevado. Un criterio
sobre el éxito de un programa individual
25
de terapia con insulina (el espaciamiento Figura 2. La reacción no enzimática de la
temporal, la frecuencia y la cantidad de glucosa con un grupo amino primario de la
insulina inyectable) es el del hemoglobina empieza con:
mantenimiento de la GHB en valores 1. Formación de una base de
aproximados del 7%. Schiff la cual
En la reacción de glucación de la 2. Experimenta el
hemoglobina, el primer paso (formación reordenamiento de Amadori
de una base de Schiff) va seguido de una que genera un producto
serie de reordenamientos, oxidaciones y estable
deshidrataciones de la porción glucídica 3. Esta cetoamina puede
que da lugar a una mezcla heterogénea continuar su ciclación dando
de AGE (de inglés advances glycation GHB
end products). Estos productos 4. Reacciones posteriores
consiguen abandonar el eritrocito y generan los productos finales
formar entrecruzamientos covalentes de la glucación avanzada
entre proteínas que interfieren con la (AGE) tales como ℇ- - N-
función normal de las proteínas (fig. 2). carboximetil-lisina y
La acumulación de concentraciones metilglioxal, compuestos que
relativamente elevadas de AGE en 5. Pueden dañar otras proteínas
personas con diabetes puede, por al entrecruzarse con ellas, la
entrecruzamiento de proteínas que da lugar a cambios
importantes, ser causa de las lesiones de patológicos
riñones, retinas y sistema cardiovascular
que son características de la enfermedad.
Este proceso patogénico constituye una
diana potencial para la acción
medicamentosa.

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Los disacáridos contienen un enlace glucosídico
Los disacáridos (tales como la maltosa, la lactosa y la sacarosa) están formados por dos
monosacáridos unidos covalentemente mediante un enlace O-glucosídico, que se forma
cuando un grupo hidroxilo de un azúcar reacciona con el carbono anomérico del otro (ver el
dibujo 1.21). esta reacción da lugar a la formación de un acetal a partir de un hemiacetal
(tal como la glucopiranosa) y un alcohol (un grupo hidroxilo de una segunda molécula de
azúcar). El compuesto resultante se denomina glucósido. Los enlaces glucosídicos se
hidrolizan con facilidad por acción de ácidos, pero son resistentes a la hidrólisis básica. Por
lao tanto, los disacáridos pueden hidrolizarse para dar lugar a sus componentes
monosacáridos por ebullición en un medio que contenga ácido diluido. Los enlaces N-
glucosídicos unen el carbono anomérico de un azúcar y un átomo de nitrógeno en las
glucoproteínas y los nucleótidos.
Los enlaces O- glucosídicos son de dos tipos:
Mono carbonílico
En el caso de un enlace O-glucosídico, mono carbonílico, el carbono del grupo carbonilo de
un monosacárido forma enlace con cualquier carbono del segundo monosacárido (excepto
carbono del grupo carbonilo). Ver la formación de maltosa, fig.1.24
Di carbonílico
En el caso de un enlace O-glucosídico, di carbonílico, el grupo carbonilo de un
monosacárido forma enlace con el carbono del grupo carbonilo de otro monosacárido. (ver
la formación de sacarosa, fig. 1.25)

Maltosa
Conocida también como azúcar de malta, es un producto intermediario de la hidrólisis del
almidón y no parece existir en forma libre en la naturaleza. La maltosa es un disacárido con
un enlace glucosídico α (1→4) entre dos moléculas de D-glucosa. En solución, el carbono
anomérico libre experimenta una mutarrotación, que da lugar a una mezcla equilibrada de
maltosa α y β

27
α -glucopiranosil- (1→4)-D-glucopiranosa (maltosa)
Figura 1.24 la formación de maltosa
La oxidación de un azúcar por iones cúpricos (la reacción que define a los azúcares
reductores) tiene lugar solamente con la forma lineal, que está en equilibrio con la forma o
formas cíclicas. Cuando el carbono anomérico participa en un enlace glucosídico, el residuo
de azúcar que lo contiene no puede adoptar la forma lineal y, por tanto, se convierte en un
azúcar no reductor. Al describir disacáridos o polisacáridos, el extremo de la cadena que
contiene el carbono anomérico libre (es decir, aquel que no establece un enlace glucosídico)
se suele conocer como extremo reductor.
el disacárido maltosa (fig. 1.21) contiene dos residuos de D-Glucosa unidos mediante un
enlace glucosídico entre el C-1 (el carbono anomérico) de un residuo de glucosa y el C-4 de
otro. La maltosa es un disacárido reductor porque mantiene un carbono anomérico libre (el
C-1 del residuo de glucosa situado a la derecha en la fig. 1.21). la configuración del átomo
de carbono anomérico del enlace glucosídico es α. El residuo de glucosa con un carbono
anomérico libre puede existir tanto en la forma piranosa α como en la β.

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Sacarosa (el azúcar común de mesa: azúcar de caña o azúcar de remolacha), se produce
en las hojas y en los tallos de las plantas. Es una fuente de energía que se transporta por
toda la planta. La sacarosa, que contiene un residuo de α-glucosa y otro de β- fructosa, se
diferencia de los azúcares antes descritos en que los monosacáridos están unidos por un
enlace glucosídico entre ambos carbonos anoméricos. Como ninguno de los anillos de
monosacárido puede revertir a la forma de cadena abierta, la sacarosa es un azúcar no
reducto

Figura 1.25

Lactosa
La lactosa es un disacárido que se encuentra en la leche. Está formado por una molécula de
galactosa unida a una molécula de glucosa a través de un enlace glucosídico β (1→4)

29
Convención clave:
Deben seguirse algunas reglas con el fin de poder denominar sin ambigüedades disacáridos
tales como la maltosa y en especial otros oligosacáridos más complejos. Para hacer más
corta la descripción de un polisacárido complejo se utilizan a menudo abreviaturas de tres
letra o símbolos coloreados para cada monosacárido como se muestra en la tabla 1.1

Tabla 1.1 Símbolos y abreviaturas de


monosacáridos comunes y de sus
derivados

Abecuosa Abe Ácido glucurónico GlcA

Arabinosa Ara Galactosamina GlcN

fructosa Fru Glucosamina GlcN

Fucosa Fuc N-acetilgalactosamina GlcNAc

Galactosa Gal Ácido idurónico IdoA

Glucosa Glc Ácido murámico Mur

Manosa Man Ácido N- acetil murámico Mur2Ac

30
Ramnosa Rha Ácido N-acetilneuramínico Neu5Ac
(ácido siálico)
Ribosa Rib

Xilosa Xyl

por convención, el nombre describe el compuesto escrito con su extremo no reductor a la


izquierda mientras que el nombre “se construye” siguiendo el siguiente orden
 Se da la configuración (α o β) del átomo de carbono anomérico que une la primera
unidad de monosacárido (izquierda, en la fig. 1.24)
 Se nombre el residuo no reductor; para distinguir entre estructuras con anillos de
cinco o seis miembros, se inserta el infijo” furan” o “piran” en el nombre
 Los dos átomos de carbono unidos por el enlace glucosídico se indican entre
paréntesis, con una flecha que conecta los dos números; por ejemplo (1→4) indica
que el C-1 del primer residuo de azúcar se une al C-4del segundo
 Se nombre el segundo residuo.
Si existe un tercer residuo, se describe a continuación el segundo enlace glucosídico
siguiendo las mismas convenciones.
Puesto que la mayor parte de los azúcares que encontraremos en este libro son
enantiómeros de la serie D y la forma piranosa es predominante entre las hexosas, en
general emplearemos una versión reducida del nombre formal de este tipo de compuestos,
en la que se especifica la configuración del carbono anomérico y cuáles son los átomos de
carbono unidos por el enlace glucosídico. En esta nomenclatura abreviada, la maltosa es
Glc (α 1→4) Glc.

Polisacáridos
La mayoría de glúcidos naturales se encuentran en forma de polisacáridos, polímeros de
medio a alto peso molecular. Los polisacáridos, denominados también glucanos, difieren
entre sí en la naturaleza de sus unidades monoméricas repetitivas, en la longitud de sus
cadenas, en los tipos de enlace que se forman entre las unidades y en su grado de
ramificación. Los homopolisacáridos contienen un único tipo de monómero; los
heteropolisacáridos contienen dos o más tipos diferentes. Algunos homopolisacáridos son
formas de almacenamiento de monosacáridos que se usan como combustible biológico; el
almidón y el glucógeno son homopolisacáridos de este tipo. Otros homopolisacáridos
(como por ejemplo la celulosa y la quitina) actúan como elementos estructurales en las
paredes celulares de plantas y en el exoesqueleto de algunos animales. Los
heteropolisacáridos proporcionan soporte extracelular a organismos de todos los reinos. Por
ejemplo, la capa rígida de la envoltura de la célula bacteriana (el peptidoglucano) está

31
compuesta, en parte, por un heteropolisacárido formado por dos unidades alternantes de
monosacáridos. En los tejidos animales, el espacio extracelular se encuentra ocupado por
diversos tipos de heteropolisacáridos, que forman un matiz que mantiene unidas a las
células individuales y proporciona protección, forma y soporte a células, tejidos y órganos.
A diferencia de las proteínas, los polisacáridos no suelen tener masas moleculares
definidas. Ello se debe a los diferentes mecanismos de formación de los dos tipos de
polímeros.

Algunos homopolisacáridos son formas de almacenamiento de combustible


Los polisacáridos de reserva más importantes en la naturaleza son el almidón de las células
vegetales y el glucógeno de las células animales. Ambos polisacáridos se encuentran en el
interior de la célula formando agregados o gránulos de gran tamaño. Las moléculas de
almidón y glucógeno están muy hidratadas porque tienen muchos grupos hidroxilo
expuestos que pueden formar enlaces de hidrógeno con el agua. La mayor parte de las
células vegetales tienen capacidad para sintetizar almidón, pero el almacenamiento de este
compuesto es especialmente abundante en tubérculos, tales como la patata, y en semillas.
El almidón contiene dos tipos de polímero de glucosa, la amilosa y la amilopectina (fig.
1.26). el primero consiste en cadenas largas y sin ramificar de residuos de D-glucosa
conectadas por enlaces (α 1→4) (al igual que en la maltosa, fig.1.24). estas cadenas oscilan
entre una masa molecular de unos pocos miles a más de un millón. La amilopectina
también posee una elevada masa molecular (hasta 200millones), pero, a diferencia de la
amilosa, está altamente ramificada. Los enlaces glucosídicos que unen residuos sucesivos
de glucosa en las cadenas de amilopectina son del tipo (α 1→4); los puntos de ramificación
(presentes cada 24-30 residuos) son enlaces (α 1→6).

32
Figura 1.26

33
El glucógeno es el polisacárido de reserva más importante en las células animales. Al igual
que la amilopectina, el glucógeno es un polímero con subunidades de glucosa unidas por
enlaces (α 1→4) y con ramificación de tipo (α 1→6), pero el glucógeno está más
ramificado (de media, cada 8 a 12 residuos) y es más compacto que el almidón. El
glucógeno es especialmente abundante en el hígado, donde puede llegar a representar el 7%
de su peso; también se encuentra en el músculo esquelético. En los hepatocitos el
glucógeno está en forma de gránulos de gran tamaño que son, a su vez, agrupaciones de
gránulos más pequeños, compuestos por moléculas individuales de glucógeno altamente
ramificadas con una masa molecular de varios millones, los gránulos de glucógeno también
contienen, íntimamente unidos los enzimas responsables de su síntesis y degradación.
Puesto que cada rama de glucógeno termina con un azúcar no reductor, una molécula de
glucógeno con n ramas tiene n+1 extremos no reductores, pero únicamente un extremo
reductor. Cuando el glucógeno se emplea como fuente de energía, las unidades de glucosa
son eliminadas de una en una de los extremos no reductores. Los enzimas degradativos que
actúan solamente sobre los extremos no reductores pueden actuar simultáneamente en
muchas ramas, aumentando la velocidad de conversión del polímero en monosacáridos.
¿Por qué razón la glucosa o se almacena en forma monomérica? Se ha calculado que el
glucógeno almacenado en los hepatocitos equivale a una concentración de glucosa de 0.4
M. En cambio, la concentración de glucógeno, que es insoluble y contribuye poco a la
osmolaridad del citosol, es aproximadamente 0.01μM. si el citosol contuviera una
disolución de glucosa 0.4M, la osmolaridad de la célula sería peligrosamente elevada, lo
que provocaría la entrada osmótica de agua que podría ocasionar la ruptura de la célula.
Además, con una concentración intracelular de glucosa de 0.4M y una concentración
externa de aproximadamente 5mM (concentración en la sangre de los mamíferos), la
variación de energía libre para la captación celular de glucosa contra este altísimo gradiente
de concentración sería excesivamente elevada.
Los dextranos son polisacáridos de poli-D- glucosa unida por enlaces (α 1→6), presentes
en bacterias y levadura; todos tienen ramificaciones (α 1→3) y algunos también (α 1→2) o
(α 1→4). La placa dental, producida por las bacterias que crecen en la superficie de los
dientes, es rica en dextranos. Los dextranos sintéticos se usan en diversos productos
comerciales utilizados en el fraccionamiento de proteínas por cromatografía de exclusión
molecular. En estos productos los dextranos están entrecruzados para formar materiales
insolubles de diferente porosidad, que dejan pasar macromoléculas de diferentes tamaños.

Algunos homopolisacáridos tienen función estructural


La celulosa, una sustancia fibrosa, resistente e insoluble en agua, se encuentra en las
paredes celulares de plantas, en particular en cañas, tallos, troncos y en todos los tejidos
vegetales leñosos. La celulosa constituye una gran parte de la masa de la madera, y el
algodón es celulosa casi pura. Al igual que la amilosa la celulosa es una molécula lineal no
ramificada formada por unas 10.000 a 15.000 unidades de D-Glucosa. Pero hay una
diferencia muy importante: los residuos de glucosa de la celulosa tienen configuración β

34
(figura 1.27), mientras que en la amilosa la glucosa se encuentra en configuración α. Los
residuos de glucosa de la celulosa están unidos por enlaces glucosídicos (β 1→4), a
diferencia de los enlaces (α 1→4) de la amilosa. Esta diferencia hace que la estructura y las
propiedades físicas de la celulosa y la amilosa sean muy diferentes.

Figura 1.27 estructura de celulosa


El glucógeno y el almidón que se ingieren con la dieta son hidrolizados por α- amilasas y
glucosidasas, enzimas contenidos en la saliva y en el intestino que rompen enlaces
glucosídicos (α 1→4) entre unidades de glucosa. La mayoría de animales no pueden utilizar
la celulosa como fuente de energía, porque carecen de un enzima capaz de hidrolizar los
enlaces (β 1→4). Las termitas (también conocidos como hormigas blancas) pueden digerir
fácilmente la celulosa (y, por tanto, la madera), pero ello sólo gracias a que en su tracto
intestinal se aloja un microorganismo simbiótico, Trichonympha, que secreta celulasa, la
cual hidroliza los enlaces (β 1→4). Los hongos que crecen en la madera en putrefacción y
las bacterias también producen celulasa (figura 1.28)

35
Figura 1.28 degradación de la celulosa
por los hongos de la madera. Todos los
hongos de la madera tienen el enzima
celulasa, que rompe los enlaces
glucosídicos (β 1→4) y hace posible el uso
de la madera como fuente de azúcar
metabolizable (glucosa) por los hongos.

La quitina es un homopolisacárido lineal compuesto por residuos de N-acetil glucosamina


unidos por enlaces (β 1→4) (fig. 1.29). la única diferencia química con respecto a la
celulosa es el cambio del grupo hidroxilo en C-2 por un grupo amino acetilado. La quitina
forma fibras extendidas similares a las de la celulosa y, al igual que ésta, no es digerible por
los vertebrados. La quitina es el componente principal de los duros exoesqueletos del
aproximadamente un millón de especies de artrópodos (insectos, langostas y cangrejos, por
ejemplo) y es, probablemente, el segundo polisacárido más abundante en la naturaleza,
después de la celulosa; se calcula que cada año se producen en la biosfera alrededor de mil
millones de toneladas de quitina.

(a)
Figura 1.29 Quitina. (a) segmento corto
de quitina, un homopolímero de unidades
de N-acetil-D-glucosamina con enlaces (β
1→4). (b) un coleóptero con su
exosqueleto de quitina

(b)

36
LAS PAREDES CELULARES DE ALGAS Y BACTERIAS CONTIENEN
HETEROPOLISACÁRIDOS ESTRUCTURALES
Algunas algas rojas marinas tienen paredes celulares que contienen agar, una mezcla de
heteropolisacáridos sulfatados, formados por D- galactosa y un derivado de L- galactosa
con un enlace éter entre el C-3 y el C-6.

OR= =SO3-
Figura 1.30 estructura de la agarosa. La unidad repetitiva consiste en D-galactosa (β 1→4) unida
a 3,6- anhidro- L- galactosa (en la cual el anillo éter conecta C-3 y C-6). Estas unidades están
unidas por enlaces glucosídicos (α 1→3) para formar un polímero de 600-700 residuos de longitud.
Una pequeña fracción de los residuos de 3,6- anhidrogalactosa tienen un éster sulfato en C-2

El agar es una mezcla compleja de polisacáridos, todos con la misma estructura troncal,
pero con diferentes grados de sustitución por sulfatos y piruvato. La agarosa es un
componente del agar con menos grupos cargados (sulfatos, piruvatos) (figura 1.30).
La notable capacidad de la agarosa para formar geles es aprovechada en los laboratorios de
bioquímica. Cuando se calienta una suspensión de agarosa en agua y a continuación se
enfría, la agarosa forma una doble hélice: dos moléculas en orientación paralela se enrollan
una en torno de la otra con una periodicidad helicoidal de tres residuos; la cavidad central
retiene moléculas de agua. A su vez, estas estructuras se asocian entre sí para formar un gel,
una matriz tridimensional que retiene grandes cantidades de agua.
LOS GLUCOSAMINOGLUCANOS SON HETEROPOLISACÁRIDOS DE LA MATRIZ
EXTRACELULAR (ECM)
El espacio extracelular de los tejidos de animales multicelulares esta ocupado por un
material gelatinoso, la matriz extracelular (ECM), también denominada sustancia basal, que
mantiene unidas las células y forma un medio poroso par la difusión de nutrientes y
oxígeno hacia las células individuales. La matriz extracelular que rodea los fibroblastos y
otras células del tejido conjuntivo está compuesta por una compleja rede de moléculas de
heteropolisacáridos interconectadas y proteínas fibrosas tales como lo colágenos fibrilares,
la elastina y la fibronectina. Estos heteropolisacáridos, los glucosaminoglucanos, son una
familia de polímeros lineales compuestos por unidades repetitivas de disacárido.
37
38
Figura 1.30 unidades repetidas de algunos glucosaminoglucanos comunes de la matriz
extracelular. Las moléculas son copolímeros formados por residuos alternados de ácido
urónico y aminoazúcares (el sulfato de queratán constituye una excepción). Con ésteres
sulfato situados en diversas posiciones, excepto el hialuronano. Los grupos carboxilato y
sulfato ionizados confieren a estos polímeros su característica elevada carga negativa. La
heparina terapéutica contiene principalmente ácido idurónico (IdoA) y una menor
proporción de ácido glucurónico (GlcA, no mostrado), se encuentra generalmente muy
sulfatada y es de longitud variable.

El glucosaminoglucano hialuronano (ácido hialurónico) contiene unidades alternadas de


ácido D-glucurónico y N-acetil glucosamina (fig.1.30). con hasta 50.000 repeticiones de la
unidad disacárido básica, el hialuronano tiene una masa molecular de varios millones;
forma disoluciones transparentes y muy viscosas que sirven de lubricante en el líquido
sinovial de las articulaciones y confieren consistencia gelatinosa al humor vítreo del ojo de
los vertebrados (en griego, hyalos significa “vidrio”; el hialuronano puede tener un aspecto
vítreo o translúcido). El hialuronano es también un componente esencial de la matriz
extracelular de cartílagos y tendones, a los que dota de resistencia a la tensión y elasticidad,
resultado de sus fuertes interacciones con otros componentes de la matriz. La hialuronidasa,
un enzima secretado por algunas bacterias patógenas, puede hidrolizar los enlaces
glucosídicos del hialuronano, haciendo que los tejidos sean más susceptibles a las
invasiones bacterias. En muchas especies un enzima similar presente en el esperma
hidroliza la capa externa de glucosaminoglucano que protege el óvulo, lo que permite la
penetración de los espermatozoides.
Otros glucosaminoglucanos se diferencian del hialuronano en tres aspectos: generalmente
son polímeros mucho más cortos, están unidos covalentemente a proteínas específicas
(proteoglucanos) y una o las dos unidades monoméricas son diferentes de las del
hialuronano. El sulfato de condroitina (en griego chondros significa “cartílago”) contribuye
a la resistencia a la tensión de los cartílagos, tendones, ligamentos y paredes de la aorta. El
sulfato de dermatán (en griego derma significa “piel”) contribuye a la flexibilidad de la
piel y también está presente en los vasos sanguíneos y en las válvulas cardíacas. En este
polímero, muchos de los residuos de glucuronato presentes en el sulfato de condroitina
están reemplazados por L-iduronato.
Los sulfatos de queratán (en griego keras significa “cuernos”) no tienen ácido urónico y
su contenido en sulfato es variable. Están presentes en la córnea, los cartílagos, los huesos y
en diversas estructuras córnea formadas por células muertas: cuernos, polos, pezuñas, uñas
y garras. El sulfato de heparán (en griego hepar significa “hígado”) es producido por todas
las células animales y contiene ordenamientos variables de azúcares sufatados y no
sulfatados. Los segmentos sulfatados de la cadena permiten la interacción con un gran
número de proteínas, entre las que se incluyen factores de crecimiento y componentes de la
ECM, asó como diversos enzimas y factores presentes en el plasma. La heparina es una
forma fraccionada del sulfato de heparán producido en los mastocitos (un tipo de

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leucocito). La heparina es un agente terapéutico utilizada para inhibir la coagulación
gracias a su capacidad para unirse al inhibidor de proteasas antitrombina. La unión de la
heparina hace que la antitrombina se una e inhiba a la trombina, una proteasa esencial para
la coagulación de la sangre. La interacción es muy electrostática; la heparina purificada se
añade rutinariamente a muestras de sangre para análisis clínicos y a la sangre donada para
transfusiones con objeto de prevenir la coagulación.
En la siguiente tabla resume la composición, propiedades, funciones y localización de los
polisacáridos descritos antes.
polímero Tipo * Unidad Tamaño Funciones/
repetitiva (número de significado
unidades de
monosacárido
)
Almidón Reserva energética
Amilosa Homo (α 1→4) Glc, 50-5.000 En plantas
Amilopectina Homo lineal hasta 106
(α 1→4) Glc,
con
ramificacione
s (α 1→6) Glc
cada 24-30
residuos
Glucógeno Homo (α 1→4) Glc, Hasta 50.000 Reserva energética:
con en bacterias y células
ramificacione animales
s (α 1→6) Glc
cada 8-12
residuos
Celulosa Homo (β 1→4)Glc Hasta 15.000 Estructural: confiere
rigidez y resistencia a
las paredes de células
vegetales
quitina Homo (β 1→4) Muy grande Estructural: confiere
GlcNAc regidez y resistencia
a los exoesqueletos
de insectos, arañas y
crustáceos
Dextrano Homo (α 1→6) Glc, Muy grande Estructural: adhesivo
con ramific. extracelular en
(α 1→3) bacterias
Peptidoglucano* Hetero Mur2Ac (β Muy grande Estructural: confiere
péptido 1→4) regidez y resistencia
s unidos GlcNAc a la envoltura celular
bacteriana
Agarosa Hetero D-Gal (β 1000 Estructural:
40
1→4) 3,6 componente de la
anhidro-L-Gal pared celular de las
algas
Hialuronano (un Hetero; GlcA (β Hasta 100.000 Estructural: en
glucosaminoglucano acídico 1→3) vertebrados forma
) GlcNAc (β parte de la matriz
1→4) extracelular de la piel
y tejido conjuntivo;
viscosidad y
lubricación en
articulaciones
* El peptidoglucano o mureína es un copolímero formado por una secuencia alternante
de N-acetil-glucosamina y el Ácido N-acetilmurámico unidos mediante enlaces β-1,4.
GLUCOCONJUGADO: PROTEOGLUCANOS, GLUCOPROTEÍNAS Y
GLUCOLÍPIDOS
Además de sus importantes funciones como combustibles de reserva (almidón, glucógeno,
dextrano) y como materiales estructurales (celulosa, quitina, peptidoglucanos), los
polisacáridos y los oligosacáridos son transportadores de información. Algunos
proporcionan comunicación entre células y su entorno extracelular; otros etiquetan
proteínas para su transporte y localización en orgánulos específicos o para su destrucción
cuando la proteína está malformada o se vuelve superflua; otros finalmente, actúan como
sitios de reconocimiento de moléculas de señalización extracelulares (factores de
crecimiento, por ejemplo) o parásitos extracelulares (bacterias o virus). En casi todas las
células eucarióticas, cadenas de oligosacáridos específicos unidas a los componentes de la
membrana plasmática forman una capa glucídica (la glucocálix) de varios manómetros de
espesor que constituye una superficie rica en información que la célula expone a su
entorno. Estos polisacáridos juegan un papel central en el reconocimiento y la adhesión
célula-célula, en la migración celular durante el desarrollo, en la coagulación sanguínea, en
la respuesta inmunitaria, en la cicatrización de las heridas y en otros procesos celulares. En
la mayor parte de estos casos, el glúcido portador de la información está unido
covalentemente a una proteína o a un lípido para formar un Glucoconjugado, que es la
molécula biológicamente activa.
Los protoglucanos son macromoléculas de la superficie celular o de la matriz extracelular
en las que una o más cadenas de glucosaminoglucano están unidas covalentemente a una
proteína de membrana o a una proteína de secreción. La cadena de glucosaminoglucano
puede unirse a proteínas extracelulares mediante interacciones electrostáticas con los
grupos del polisacárido cargados negativamente. Los proteoglucanos son los principales
componentes de todas las matrices extracelulares.
Las glucoproteínas tienen uno o varios oligosacáridos de diversa complejidad unidos
covalentemente a una proteína, se encuentran normalmente en el lado externo de la
membrana plasmático (formando parte de la glucocálix), en la matriz extra celular y en la
sangre. Dentro de las células, se encuentran en orgánulos específicos tales como los

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complejos de Golgi, los gránulos de secreción y los lisosomas. Las porciones
oligosacáridos de las glucoproteínas son muy heterogéneas y, al igual que los
glucosaminoglucanos, son ricas en información, formando sitios altamente específicos para
el reconocimiento y la unión de elevada afinidad de las proteínas ligadoras de glúcidos
llamadas lectinas. Algunas proteínas citosólicas y nucleares también pueden estar
glucosiladas.
Los glucolípidos son esfingolípidos de membrana en los que los grupos hidrofílicos de
cabeza son oligosacáridos. Del mismo modo que las glucoproteínas, actúan como sitios
específicos para el reconocimiento por las lectinas. El cerebro y las neuronas contienen
muchos glucolípidos los cuales colaboran en la conducción nerviosa y en la formación de
mielina. Los glucolípidos también intervienen en la transducción de señales en las células.

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