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O
C CH2OH
H C
H OH
Una particularidad de esta molécula es que el C-2 está unido a 4 sustituyentes
diferentes, este tipo de átomos de carbono sp3 se conoce como carbono asimétrico o
carbono quiral y se simboliza con un asterisco (C*). Si se observa la estructura
tridimensional de esta molécula, se verá que es asimétrica, ya que no presenta elementos
de simetría, por ejemplo, no tiene un plano de simetría.
Existen muchos ejemplos de objetos asimétricos, entre ellos nuestras manos, los
resortes. La característica de los mismos es que el objeto y su imagen especular, es
decir, lo que vemos cuando se coloca ese objeto frente a un espejo, no son
superponibles. Miren sus manos. Si ponen frente a un espejo la mano izquierda, por
ejemplo, verán algo muy similar a la mano derecha. Si ahora tratan de superponer sus
dos manos, por ejemplo, con las palmas hacia abajo, verán que sus pulgares quedan
hacia lados puestos. La conclusión es que las manos son asimétricas, por lo que sus
imágenes especulares no son superponibles.
Lo mismo sucede en el caso del gliceraldehído:
Esto no sucede si un carbono tetraédrico está unido al menos a dos sustituyentes iguales.
Observen qué sucedería en la figura anterior si se reemplaza el hidroxilo por otro
hidrógeno. En este caso existirá un plano de simetría en la molécula (al menos en alguna
de las conformaciones posibles).
Proyecciones de Fischer
En la representación anterior, se muestra la estructura tridimensional del gliceraldehido,
donde se observa claramente la diferencia entre ambos enantiómeros. Sin embargo,
cuando se trata de moléculas de mayor complejidad, con varios carbonos asimétricos,
como es el caso de la mayoría de los hidratos de carbono, resulta más práctico contar
con una representación gráfica plana de la estructura tridimensional. Para ello, se
utilizan las Proyecciones de Fischer.
Para dibujar una molécula con este sistema, se representa la cadena hidrocarbonada en
forma vertical, con el carbono más oxidado arriba (C1). Los grupos que en la
representación tridimensional están hacia adelante, se dibujan horizontales, los que
están hacia atrás, verticales.
Dado que ambos enantiómeros son sustancias diferentes es necesario poder nombrarlas
en forma diferente. Para ello se utiliza la nomenclatura D/L.
El enantiómero en el cual el hidroxilo se encuentra a la derecha en la proyección de
Fischer pertenece a la serie D, mientras que su imagen especular pertenece a la serie
L.
Por otra parte, si se cambia la configuración de uno solo de los dos carbonos
asimétricos, por ejemplo, el C-2 de la D-treosa (marcado en azul), se obtiene la D-
eritrosa. Entonces, qué relación hay entre estos dos compuestos? No son lo mismo, no
son enantiómeros entre sí, pero son estereoisómeros. Este tipo de estereoisómeros se
llaman diasterómeros. Observen que la D-treosa también es diasterómero de la L-
eritrosa (cambia solo la configuración del C-3).
Dos enantiómeros son sustancias muy parecidas entre sí. Tienen la mayor parte de sus
propiedades físicas idénticas, como ser, punto de ebullición, punto de fusión, densidad,
solubilidad y reaccionan con compuestos simétricos en forma semejante. Sin embargo,
cuando interactúan con otras sustancias asimétricas, por ejemplo, el sitio de unión a una
enzima, lo hacen de forma diferente. Quiere decir que la interacción es
estereoespecífica.
Como ambos enantiómeros son sustancias distintas, debe existir una forma práctica de
distinguirlas.
A principios del siglo XIX, Jean Baptiste Biot estudio la naturaleza de la luz polarizada
en un plano. Un haz de luz común consiste en ondas electromagnéticas que oscilan en
un número infinito de planos en ángulos rectos a la dirección en que viaja la luz. Sin
embargo, cuando este haz de luz pasa a través de un polarizador, únicamente las ondas
de luz que oscilan en un determinado plano atraviesan este dispositivo y se dice que la
luz está polarizada en un plano. Biot descubrió que cuando un haz de luz polarizada
pasa a través de una solución de una sustancia asimétrica, se rota el plano de
polarización en un cierto ángulo α. Sólo las sustancias asimétricas tienen esta propiedad,
se dice que son ópticamente activas.
Este ángulo puede medirse con un instrumento llamado polarímetro. Se coloca en un
tubo la muestra ópticamente activa en solución, utilizando un disolvente ópticamente
inactivo (como el agua). La luz polarizada en un plano pasa a través del tubo y tiene
lugar la rotación del plano de polarización. La luz pasa por un segundo polarizador,
llamado analizador. Al rotar el analizado hasta que la luz pase a través de él, se
determina el nuevo plano de polarización y se determina el ángulo de rotación.
Mezcla racémica: Dos enantiómeros tienen el mismo valor absoluto de rotación óptica
específica, pero signo contrario. Por lo tanto, una mezcla de cantidades equimoleculares
de dos enantiómeros (mezcla racémica) dará rotación óptica cero, a pesar que cada uno
de ellos tienen un valor que lo caracteriza.
Formas meso
Existen sustancias con más de un C*, que presentan un plano de simetría por lo que su
poder rotatorio es cero.
El plano de simetría divide la molécula en dos partes que son imágenes especulares
entre sí.
Es de destacar que, como se observa en (B), el plano de simetría existe sólo para una
conformación eclipsada, y no en las otras conformaciones posibles que, si pudieran
aislarse, tendrían un determinado valor de rotación óptica, pero estos valores se
anularían entre sí, ya que la rotación de un cierto ángulo para un lado y para el contrario
genera confórmeros, que a su vez son imágenes especulares entre sí, dando infinitas
“mezclas racémicas”.
Entonces, existen 3 isómeros ópticos para el ácido tartárico: un par de enantiómeros y
una forma meso.
Es importante entender estos conceptos, ya que los isómeros ópticos difieren entre sí en
sus propiedades biológicas. Por ejemplo, el enantiómero D- de la glucosa es dulce,
mientras que el L- es salado.
Volviendo a los monosacáridos, las pentosas son aldosas con 3 C*, es decir que habrá
23 = 8 estereoisómeros posibles, 4 pares de enantiómeros. Los más comunes son la D-
ribosa, la L-arabinosa y la D-xilosa. En el caso de la arabinosa, el isómero D- no tiene
importancia como biomolécula, en cambio el isómero L-se encuentra ampliamente
distribuido en la naturaleza.
H
C O CHO CHO CHO CHO
H C OH
H C OH ALDOPENTOSAS
H C OH
CH2OH CH2OH CH2OH CH2OH
CH2OH
ALDOHEXOSAS
CH2OH
O
CETOSA
D-fructosa
(D-Fru)
CH2OH
Ya vimos que los aldehídos pueden oxidarse fácilmente para dar los ácidos carboxílicos
correspondientes. Entonces, para las aldosas, se obtiene el ácido aldónico
correspondiente:
Este hecho se pone de manifiesto en una reacción de tubo de ensayo que se utiliza para
detectar la presencia de azúcares libres en una muestra, ya sean monosacáridos u
oligosacáridos (azúcares reductores).
En términos generales se trata de una oxidación en medio básico, utilizando como
oxidante suave el Cu2+, que se reduce a Cu+, que en el medio alcalino de reacción da un
precipitado rojo de óxido cuproso (Cu2O).
Ya habíamos visto en clases anteriores que los grupos carbonilo están en equilibrio con
sus enoles: Tautomería ceto-enólica
H
O O
C H C
C C
Para mostrar esto claramente es que en los esquemas de las proyecciones de Fischer de
los hemiacetales se dibuja el oxígeno que está unido a C-1 y a C-5 por arriba del C-1.
Es importante recordar que todos los átomos de carbono son flexibles y no como
sugiere la proyección de Fischer, por lo que el OH en C-5 puede estar mucho más cerca
del carbonilo de lo que sugiere esta proyección.
Los dos hemiacetales que se formaron son diasterómeros entre sí, ya que difieren solo
en la configuración del C-1. Este carbono, proveniente del carbonilo, se llama carbono
anomérico y a los diasterómeros formados, anómeros α y β.
El anómero α es aquel que tiene el hidroxilo para el mismo lado que el que da nombre a
la serie (es decir para las hexosas, el C-5) en la proyección de Fischer y el anómero β es
aquel que tiene el OH del carbono anomérico para el lado contrario al que da nombre a
la serie.
Con un razonamiento similar, se puede comprender la ciclación por formación de los
hemiacetales entre el carbono anomérico y el C-4.
Proyecciones de Haworth
Hasta acá, las proyecciones de Fischer resultaron de gran utilidad, sin embargo, para las
estructuras hemiacetálicas de los monosacáridos, se alejan demasiado de la forma real
de la molécula, que se parece más a la estructura de un ciclohexano.
1) Para dibujar la fórmula de Haworth, lo primero que hay que hacer es dibujar el
ciclo. Los ciclos se dibujan de una sola forma. Esto no es porque sí, sino porque
luego cuando los azúcares se unen con otros, éste resulta el modo más fácil de
formularlos!
O O
ciclo ciclo
piranósico furanósico
O
H C OH el ciclo se forma para la derecha
porque el OH en el C-5 estaba
hacia la derecha
CH2OH
Para todos los monosacáridos, las cuatro posibles formas cíclicas están en
equilibrio en solución con la forma abierta, ya que los hemiacetales están en
equilibrio con la forma abierta.
Mutarotación:
Las fórmulas de Haworth de las estructuras piranósicas son una representación plana,
pero la conformación más estable es la silla en la que los sustituyentes más voluminosos
se encuentran en posición ecuatorial. Recuérdese que todos los átomos que forman el
ciclo están hibridizados sp3.
Los anómeros de las formas piranósica y furanósica, que son los que se muestran en la
figura, son los más estables.
Formación de glicósidos por reacción de hemiacetales con hidroxilos. Unión
glicosídica
Tengan en cuenta que los hidratos de carbono no pueden unirse entre sí por reacción
entre dos OH, ya que esto llevaría a la formación de éteres y no de acetales. Por lo tanto,
en las uniones de los monosacáridos entre sí o con otros compuestos tiene que estar
siempre involucrado al menos un grupo carbonilo.
CH2OH CH2OH
O O
OH OH
OH OH
N-acetil--D-glucosamina (GlcNAc)
OH OH
NH2 NH
C O
-D-glucosamina (GlcN) CH3
Disacáridos
Como se indicó más arriba, las uniones entre monosacáridos se producen por reacción
del carbono anomérico de un monosacárido en la forma de hemiacetal con cualquiera de
los hidroxilos o con el carbono anomérico de otro monosacárido.
En la figura se muestra la α-maltosa, disacárido constituyente, tanto de los polisacáridos
que forman el gránulo de almidón, como del glucógeno.
Ambas unidades de α-D-Glcp se encuentran unidas por un enlace α-(1→4), es decir que
el carbono anomérico (C-1) está en configuración α (para abajo en este caso) y se une al
OH del C-4 de la otra unidad (que también está hacia abajo) para formar una unión
acetálica (unión glicosídica), con pérdida de una molécula de agua. La unidad de la
izquierda se llama no reductora, debido a que tiene el carbono anomérico en la forma
acetálica, en cambio, la unidad de la derecha tiene el C-1 en la forma de hemiacetal, con
lo que estará en equilibrio con las otras 3 posibles formas cicladas, así como con la
forma abierta, con lo que podrá reaccionar con el reactivo de Fehling. Esto se simboliza
en la figura a continuación.