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1 hora y 30 minutos

Tiempo estimado de lectura y repaso

Transcripción
1 de la lectura

Capacidades preventivas y
cultura de la prevención
2

Introducción
a las audio lecturas

¡Hola! Bienvenidos y bienvenidas a estas audio lecturas sobre la Prevención


del consumo de sustancias psicoactivas en adolescentes y jóvenes1. Si estás
escuchando esto es porque haces parte de la Ruta de retos democráticos
de la Escuela de Participación del Instituto Distrital para la Participación y
Acción Comunal —IDPAC—.

¿Y qué es la audio lectura? Es una forma ágil y agradable de leer juntos y


juntas conectando varios de nuestros sentidos en donde te proponemos,
para empezar, las siguientes 3 reglas:

1.Dirígete a un lugar tranquilo, en silencio y sin interrupciones.


2. Usa unos audífonos para escuchar estos audios. Si no tienes, con el audio
en altavoz de cualquier dispositivo como tu celular, computador o Tablet
será suficiente.
3. Descarga la transcripción correspondiente a cada audio lectura y lee
acompañado o acompañada de nosotros y nosotras.

¿A quiénes están dirigidas estas audio lecturas?

Dirigido a adolescentes y jóvenes, especialmente, aunque no exclusivamen-


te, entre los 15 y 17 años de edad, y a todas aquellas personas interesadas
en tener una introducción a la prevención del consumo de sustancias psi-
coactivas en adolescentes y jóvenes.

1
Los contenidos de este curso son adaptaciones de la Guía para la formulación de estrategias de prevención del uso de sustancias psicoactivas en los adolescentes y jóve-
nes del sistema de responsabilidad penal, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar – ICBF y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito – UNODC,
edición 2020. Disponible en: https://www.icbf.gov.co/sites/default/files/guia_prevencion_uso_sustancias_psicoactivas_-_19_de_agosto.pdf [consultada en octubre de
2022]
Igualmente, cita apartados específicos de la Estrategia de Prevención de Riesgos Específicos para adolescentes entre 14 y 17 años del Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar – ICBF, disponible en: https://www.icbf.gov.co/programas-y-estrategias/direccion-de-adolescencia-y-juventud [consultada en octubre de 2022]
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Recomendaciones

- Para que apropies los contenidos de este reto, te recomendamos leer mí-
nimo 2 veces cada audiolectura.

- Procura concentrarte y prestar mucha atención.

- Si no entendiste algo, no te preocupes, ponle pausa a la audiolectura y


vuelve a escuchar y leer. Tómate las pausas que consideres necesarias.

- El tiempo estimado de la lectura contempla mínimo 2 lecturas y pausas


para que puedas releer.

¿Cuál es el objetivo de aprendizaje de estas audio lecturas?

Al finalizar estas audio lecturas, reconocerás conceptos asociados a la pre-


vención del uso de sustancias psicoactivas en adolescentes y jóvenes.

¿Cómo están estructuradas estas audio lecturas?

El recorrido que te proponemos está estructurado en 3 pasos, es decir, en 3


audio lecturas; cada una la encontrarás por aparte en la plataforma Moodle.
Para pasar a la audio lectura 2 o 3, debes haber leído y escuchado la audio
lectura previa.

Audio lectura 1: Capacidades preventivas y cultura de la prevención


Audio lectura 2: Iniciativas, niveles y tipos de prevención
Audio lectura 3: Los factores de riesgo y los factores de protección
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Audio lectura 1: capacidades


preventivas y cultura de la prevención

En esta audio lectura aprenderás sobre:

1. De qué se trata la prevención y cómo han evolucionado los enfoques pre-


ventivos.
2. Cuáles son los conceptos y aprendizajes más importantes, entre estos, el
papel de la participación.

La prevención, una capacidad humana y asunto de libertad interna

Antes de comenzar, es importante reflexionar:

“La prevención reposa en el núcleo sano que todo ser humano conserva, en la
dimensión que permanece intacta a pesar de la adversidad y en donde radica la
libertad interna que cada uno tiene. Por ello, la prevención es una capacidad espe-
cíficamente humana que logra anticipar la posible presencia de hechos, atributos,
características y condiciones que le pueden ocasionar malestar o bienestar al ser
humano y a su grupo social, facilitando el descubrimiento, creación o fortaleci-
miento de medidas de precaución, adoptando o manifestando conocimientos, ac-
titudes, estrategias, habilidades y acciones que impidan o minimicen el malestar
previsto y fortalezcan o alcancen el bienestar esperado en términos de bien-ser”
(Martínez, 2006, citado en ICBF & UNODC, 2020, p. 10).

Reconocer la prevención como una capacidad específicamente humana y re-


conocer la cultura preventiva y del cuidado como una construcción colectiva
que moviliza y potencia esa capacidad, parte de una comprensión específica
sobre el ser humano y sus grupos sociales:

• Toda persona puede desarrollar capacidades preventivas.


• Todo grupo social puede desarrollar esas capacidades de manera colectiva.
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Esta comprensión del ser humano y sus grupos sociales considera que son
capaces de responsabilizarse de sí mismos y de sus entornos, que son capa-
ces de fomentar el sentido y el aprecio por la vida, y que son capaces de
respetar y garantizar los derechos individuales y colectivos, entre estos, el
derecho a una vida saludable.

• La prevención y la cultura preventiva, por tanto, se expresan en reflexio-


nes, actitudes, decisiones y prácticas preventivas, de autocuidado y cuidado
de otros y otras.

Es probable que hayas desarrollado capacidades preventivas en tu


vida cotidiana y no lo supieras

Aquí te mencionamos algunas prácticas cotidianas en la que podemos desa-


rrollar y fortalecer, tanto a nivel individual como colectivo, nuestro derecho
a una vida saludable.

Ejemplos prácticos para desarrollar, a nivel individual o personal,


capacidades preventivas:

- Hacer ejercicio o meditar para mantener un cuerpo sano y activo.


- Realizarnos exámenes médicos de manera periódica para anticipar enfer-
medades o riesgos a la salud.
- Dormir el tiempo suficiente para que nuestro cuerpo descanse.
- Conocer nuestro cuerpo para detectar dolores, espasmos, angustias, ansie-
dades y acudir así a personas capacitadas para ayudarnos.
- Fortalecer nuestra autoestima: reconocer nuestras debilidades y fortalezas
para trabajar en ello.
- Reconocer nuestros propias pasiones, intereses y talentos para dedicarles
tiempo y, por qué no, posteriormente estudiar algo que nos permita fortale-
cerlo.
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¡Momento de reflexionar! Ayúdanos a ampliar esta lista de capacidades pre-


ventivas. Con base en estos ejemplos, ¿qué capacidades preventivas sueles
llevar a cabo en tu vida cotidiana? Retomares esta pregunta más adelante
en una de las actividades que tenemos pensadas para ti.

Ejemplos prácticos para desarrollar, de manera colectiva, una cultu-


ra preventiva del cuidado

- Generar espacios de diálogo y escucha empática con nuestra familia, ami-


gos, vecinos y vecinas.
- Expresar nuestras emociones y sentimientos con otras personas a través de
la escritura, el teatro, la música y el baile.
- Practicar algún deporte con amigos y familiares.
- Hacer parte de proyectos artísticos o comunitarios para el cuidado y mejo-
ramiento del barrio o vereda en el que vives.
- Ayudar a personas del barrio que lo necesiten.

Ayúdanos a ampliar esta lista de prácticas para fomentar una cultura pre-
ventiva del cuidado. Con base en estos ejemplos, ¿qué prácticas sueles
promover con tu familia, amigos(a), vecinos(as) para fomentar una cultura
preventiva del cuidado? Retomaremos esta pregunta más adelante en una
de las actividades que tenemos pensadas para ti.
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Pero entonces, ¿la prevención ha sido siempre igual o ha cambiado


en el tiempo?

La prevención no ha sido entendida y promovida de la misma manera. De


hecho, el enfoque preventivo surgió 50 años atrás y han cambiado a lo largo
del tiempo, originando diferentes enfoques. Veamos:

• Entre 1960 y 1970: el enfoque preventivo se centró en la entrega de in-


formación acerca de las sustancias, qué son, cuáles sus efectos y sus carac-
terísticas principales. Este modelo de prevención informativo consideraba
que, a mayor entrega de información, mayor prevención y cuidado. Esto
no resultó cierto, en algunos casos resultó contraproducente y ha sido des-
echado progresivamente por su poca efectividad.

• Entre 1970 y 1980: se centró la atención en las influencias sociales de los


entornos cercanos, en el papel de la personalidad y en los factores de ries-
go de la conducta que podría tener o no una persona, explicando en parte
su percepción del riesgo en general, y su predisposición personal y social a
la hora de tomar decisiones frente al consumo de sustancias.

• Entre 1980 y 1990: surgió el enfoque preventivo centrado en las habilida-


des para la gestión de las influencias sociales, destacándose el modelo de
habilidades para la vida.

• En los años 2000, surgió el enfoque preventivo basado en evidencia cien-


tífica, en datos y mediciones, pues desde este enfoque se considera que no
es suficiente justificar los esfuerzos preventivos por creencias filosóficas,
religiosas o políticas, sino que se requiere de evidencia que soporte las ac-
ciones preventivas, que permita alcanzar y evaluar resultados (NIDA, 2014,
citado en ICBF & UNODC, 2020, p., p.31)
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Y en esta historia, ¿qué es lo más importante?

El desarrollo de los diferentes enfoques de prevención nos ha permitido am-


pliar nuestro entendimiento sobre los factores de riesgo y los factores pro-
tección, de modo que podamos comprender de mejor forma las diferentes
realidades en las que crecemos los y las adolescentes y jóvenes.

Comprender de mejor forma los diferentes factores que configuran una


realidad comunitaria, así como sus potencialidades, puede ayudarnos a
plantear mejores alternativas para fortalecer una cultura de la prevención y
del cuidado, y puede ayudarnos a ser más conscientes de las fortalezas y las
debilidades de nuestro entorno más cercano.

En general, vale la pena destacar algunos conceptos y aprendizajes


relevantes:

1. Los factores de riesgo: “son aquellos que pueden aumentar la probabili-


dad de que una persona abuse de las drogas o sustancias”.

2. Los factores de protección: “son aquellos que cumplen la labor de dismi-


nuir la probabilidad de que una persona abuse de las drogas o sustancias”.

3. No toda persona, adolescente o joven, que tiene factores de riesgo co-


menzará a usar sustancias o drogas.

4. Cada persona, adolescente o joven, tiene su propia historia y los facto-


res de riesgo o protección pueden afectarla de forma diferente en distintos
momentos de su vida.

5. Toda persona, adolescente o joven, tiene el potencial para tomar decisio-


nes libres e informadas, para vivir una vida saludable y plena.

6. La adolescencia y la juventud son etapas tempranas en las que vale la


pena fomentar los factores de protección para incentivar una vida saludable
y plena, y para evitar la aparición de los riesgos o para atenderlos a tiempo
(NIDA, 2014, citado en ICBF & UNODC, 2020, p.22).
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7. Las comunidades pueden participar de forma activa en la construcción de


una cultura preventiva y del cuidado, en favor del bienestar colectivo y del
bienestar de los y las adolescentes y jóvenes.

8. En la construcción de una cultura preventiva y del cuidado, todos y todas


somos corresponsables, todos y todas estamos llamados a poner nuestro gra-
no de arena y a ser protagonistas.

Bueno, pero, ¿cuál es el papel de la participación en la prevención?

Después de 50 años, podemos afirmar:

• Existen diferentes formas de comprender los problemas asociados al con-


sumo de sustancias y diferentes formas de plantear las soluciones, las rutas
de prevención y de cuidado.

• Contamos con aprendizajes acumulados que podemos consultar, analizar y


aprovechar.

Entre estos aprendizajes, un componente resulta sobresaliente:

• Es importante vincular a las comunidades en el análisis de los factores de


riesgo y los factores de protección frente al consumo de sustancias.

Una de las formas en las que hemos aprendido sobre la importancia de la


participación de las comunidades ha sido a través de la evaluación partici-
pativa de las necesidades de prevención. Estas evaluaciones han sido útiles
para el diseño de iniciativas preventivas más asertivas, por ejemplo:

1. La evaluación participativa de necesidades de prevención permite enten-


der de mejor forma el contexto específico de una comunidad, sus necesida-
des y sus mejores recursos para encarar esas necesidades.

2. El proceso participativo ayuda a la comunidad a comprender los desafíos


colectivos y ser parte activa de las soluciones.
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3. También aumenta la conciencia comunitaria frente a las situaciones obje-


to de prevención (como la prevención del consumo de sustancias u otras) y
frente a su papel en la construcción de una cultura preventiva y del cuida-
do.

Algo importante: en el desarrollo de la capacidad preventiva y la construc-


ción de una cultura de la prevención y del cuidado, además de la participa-
ción comunitaria, es importante tu participación.

Entendiendo que la prevención del consumo de sustancias tiene una rela-


ción directa con nuestros derechos y con nuestra salud, la Estrategia de
Prevención de Riesgos Específicos para adolescentes y jóvenes del Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar, indica que es indispensable promover la
toma de decisiones informadas, la priorización de nuestros proyectos de
vida, nuestro autocuidado y nuestra salud, y que, para esto, es importante
incentivar:

• El ejercicio activo de nuestro pensamiento crítico


• El manejo de nuestras emociones y de la presión de grupo que podamos
llegar a afrontar
• El fortalecimiento de nuestros vínculos familiares, cuando esto sea posible
y saludable
• La identificación y atención de los factores de riesgo individuales, sociales
y ambientales

Igualmente, la estrategia recalca que es importante promover el desarrollo


de capacidades y habilidades para que podamos afrontar de manera saluda-
ble y con los apoyos necesarios, sucesos vitales tales como:

• La finalización de la etapa escolar


• La vinculación laboral
• El ingreso a la educación superior

Tal vez, justo en estos momentos, estamos afrontando alguno o todos estos
sucesos vitales, así que está muy bien tomarnos unos momentos para res-
pirar, analizar y sentir cómo estamos, cómo nos sentimos y si necesitamos
apoyos.
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Finalmente, la estrategia contempla, entre otras cosas, la importancia de


nuestra participación y la necesidad de fortalecerla a través de:

• El empoderamiento como ciudadanos y ciudadanas que pueden decidir e


incidir en la toma de decisiones en los entornos donde transcurren sus vi-
das.

• El diálogo intergeneracional, es decir, el diálogo entre adultos y adoles-


centes y jóvenes.

• La promoción de la movilización social, la cultura de paz, la innovación,


el emprendimiento y la inclusión social.

• La participación efectiva en el diseño y seguimiento de las herramien-


tas con las que cuenta el Estado colombiano para hacer efectivo el goce
de derechos, principalmente, a través de la participación de adolescentes
y jóvenes en el diseño y seguimiento de las políticas públicas que los y las
involucran.

En resumen:
• Hasta aquí hemos aprendido que la prevención y la cultura preventiva son
más amplias que la prevención del consumo de sustancias y están relaciona-
das con el empoderamiento o fortalecimiento de tus capacidades y tus de-
rechos, especialmente con tu derecho a una vida saludable.

• También hemos revisado cómo han evolucionado los enfoques preventivos


en los últimos 50 años, y qué es lo más importante que hemos aprendido en
ese proceso: la importancia de la participación, del reconocimiento de los
factores de riesgo y los factores protectores, así como de las potencialida-
des y capacidades de adolescentes y jóvenes.

• Por último resaltamos que, en el desarrollo de la capacidad preventiva y


la construcción de una cultura de la prevención y del cuidado, además de la
participación comunitaria, es importante tu participación.
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¡Felicitaciones!

Has terminado la audio lectura 1. Ahora puedes dirigir-


te a la hoja de ruta del Reto crítico y realizar, con base
en esta audio lectura, la actividad número 1.
13

Referencias

Becoña, E. (2002). Bases científicas de la prevención de las


drogodependencias. Madrid: Ministerio del Interior.

ICBF. Estrategia de Prevención de Riesgos Específicos para adolescentes


entre 14 y 17 años del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar –
ICBF, disponible en: https://www.icbf.gov.co/programas-y-estrate
gias/direccion-de-adolescencia-y-juventud [consultada en octubre de
2022]

ICBF, UNODC. (2020). Guía para la Formulación de Estrategias de


Prevención del Uso de Sustancias Psicoactivas en los Adolescentes
y Jóvenes del Sistema de Responsabilidad Penal – SRPA. Bogotá:
Grupo Imagen Corporativa. Disponible en: https://www.icbf.gov.
co/sites/default/files/guia_prevencion_uso_sustancias_psicoacti-
vas_-_19_de_agosto.pdf [consultada en octubre de 2022]

Martínez, E. (2006). Hacia una prevención con sentido. Bogotá: Ed. CAA.

National Institute on Drug Abuse (NIDA). (2014). Las drogas, el cerebro


y el comportamiento: La ciencia de la adicción. Disponible en: ht-
tps://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/las-
drogas-el-cerebro-y-el-comportamiento-la-ciencia-de-la-adiccion/pre-
vencion-del-abuso-de-drogas-la-mejor-estrategia.
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Siglas
ICBF: Instituto Familiar de Bienestar Familiar
UNODC: Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito
NIDA: National Institute on Drug Abuse

Líneas de apoyo
Línea de atención para adolescentes #141
Línea gratuita nacional del ICBF 01 8000 91 80 80
Líneas de atención telefónica del Ministerio de Salud y Protección Social
a través del Centro de Contacto en Bogotá: 601 330 5043 y en el resto del
país: 018000960020
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Créditos
Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal – IDPAC

Carlos Fernando Galán Pachón


Alcalde Mayor de Bogotá

Juan Pablo Camacho López


Director General IDPAC

Sady Luz Casilla Urango


Subdirectora de Promoción de la Participación

Deicy Andrea Méndez Aguirre


Subdirección de Promoción de la Participación

Luisa Fernanda Pinzón Gamboa


Subdirección de Promoción de la Participación

Sady Luz Casilla Urango


Gerente Escuela de Participación

July Rincón
Accesibilidad, LSC

Mateo Moreno Acosta


Adecuación pedagógica

Mateo Moreno Acosta


Diseño y diagramación
1 hora y 30 minutos
Tiempo estimado de lectura y repaso

Transcripción
1 de la lectura

Capacidades preventivas y
cultura de la prevención

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