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DISTINGUIDO /A PARTICIPANTE TE BRINDO LA OPORTUNIDAD PARA QUE TE

RELACIONES CON LAS INFORMACIONESDE LA TAREAS VI, SOBRE LOS ACTOS


HUMANOS Y SUS COMPONENTES.DESPUES DE REFLEXIONAR Y RESPONDER:

1-HAGA UN INFORME DE LECTURA, DESTACANDO LAS IDEAS MAS


RELEVANTES DEL TEMA: LOS ACTOS HUMANOS Y SUS COMPONENTES.

Los actos humanos son aquellos que proceden de la voluntad deliberada del
hombre; es decir, los que realiza con conocimiento y libre voluntad

La voluntad en apetito de la razó n, ´en una inclinació n del ser hacia el bien. Es una
tendencia iluminada por la inteligencia cuyo objeto principal es el bien
considerado en su universidad. Esto significa que un acto solo puede ser atribuido
a alguien cuando lo ha deseado .de aquí se deduce que la moral es, en el hombre,
un valor que resulta del ejercicio de la libertad, la cual es un poder de
autodeterminació n orientado hacia el bien ´, tiene su raíces en la razó n, pues la
razó n es capaz de aprehender el bien como universal y los bienes particulares.

No todos los actos que realiza el hombre son propiamente humanos, ya que como
hemos señ alado antes, pueden ser también:

1) meramente naturales: los que proceden de las potencias vegetativas y


sensitivas, sobre las que el hombre no tiene control voluntario alguno, y son
comunes con los animales: p. ej., la nutrició n, circulació n de la sangre, respiració n,
la percepció n visual o auditiva, el sentir dolor o placer, etc.;

2) actos del hombre: los que proceden del hombre, pero faltando ya la advertencia
(locos, niñ os pequeñ os, distracció n total), ya la voluntariedad (por coacció n física,
p. ej.), ya ambas (p. ej., en el que duerme).

La moralidad es aquella propiedad por la cual el acto deliberado se conforma con


las leyes o normas éticas.la libertad tiene una decisiva importancia en la ética, ya
que la ética, encargada de reflexionar sobre ella, la libertad es el clima donde
respira la ética, la libertad es una facultad que tiene todo ser humano por su propia
esencia. Es un hecho natural.

ELEMENTOS DEL ACTO HUMANO

LA ADVERTENCIA Y EL CONSENTIMIENTO
Ya hemos dicho que el acto humano exige la intervenció n de las potencias
racionales, inteligencia y voluntad, que determinan sus elementos constitutivos: la
advertencia en la inteligencia y el consentimiento en la voluntad.

LA ADVERTENCIA

Por la advertencia el hombre percibe la acció n que va a realizar, o que ya est


realizando. Esta advertencia puede ser plena o semiplena, segú n se advierta la
acció n con toda perfecció n o só lo imperfectamente (p. ej., estando semi-dormido).

Obviamente, todo acto humano requiere necesariamente de esa advertencia, de


tal modo que un hombre que actú a a tal punto distraído que no advierte de
ninguna manera lo que hace, no realizaría un acto humano.

No basta, sin embargo, que el acto sea advertido para que pueda ser imputado
moralmente: en este caso es necesaria, ademá s, la advertencia de la relació n que
tiene el acto con la moralidad (p. ej., el que advierte que est comiendo carne, pero
no se da cuenta que es vigilia, realiza un acto humano que, sin embargo, no es
imputable moralmente).

La advertencia, pues, ha de ser doble: advertencia del acto en sí y advertencia de


la moralidad del acto.

EL CONSENTIMIENTO

Lleva al hombre a querer realizar ese acto previamente conocido, buscando con
ello un fin. Como señ ala Santo Tomá s (S. Th, I-II, q. 6, a. 1), acto voluntario o
consentido es “el que procede de un principio intrínseco con conocimiento del fin”.

Ese acto voluntario –consentido- puede ser perfecto o imperfecto -segú n se


realice con pleno o semipleno consentimiento- y directo o indirecto. Por la
importancia que tiene en la prá ctica, estudiaremos con má s detenimiento lo que se
entiende por acto voluntario indirecto y directo.
EL ACTO VOLUNTARIO INDIRECTO

El acto voluntario indirecto se da cuando al realizar una acció n, ademá s del efecto
que se persigue de modo directo con ella, se sigue otro efecto adicional, que no se
pretende sino só lo se tolera por venir unido al primero (p. ej., el militar que
bombardea una ciudad enemiga, a sabiendas de que morirá n muchos inocentes:
quiere directamente destruir al enemigo -voluntario directo-, y tolera la muerte de
inocentes -voluntario indirecto-).

Es un acto, por tanto, del que se sigue un efecto bueno y otro malo, y por eso se le
llama también voluntario de doble efecto.

LA MORALIDAD DEL ACTO HUMANO

El acto humano no es una estructura simple, sino integrada por elementos


diversos. ¿En cuá les de ellos estriba la moralidad de la acció n? La pregunta
anterior, clave para el estudio de la ciencia moral, se responde diciendo que, en el
juicio sobre la bondad o maldad de un acto, es preciso considerar:

a) el objeto del acto en sí mismo,

b) las circunstancias que lo rodean, y

c) la finalidad que el sujeto se propone con ese acto.

LA LIBERTAD DESPUES DE LA VIDAD, ES EL MAS FUNDAMENTAL DE LOS


DERECHOS HUMANOS.

El concepto de libertad entrañ a dos aspectos, la libertad de querer y la libertad de


actuar, muchas veces algo que se quiere no puede ser realizado por mú ltiples
circunstancias. Tanto la libertad de querer (voluntad) como libertad de actuar
(tener los medios necesarios para llevar a cabo nuestra acció n) El hombre hace
sus actos y se hace a si mismo. La libertad puede verse desde distintos puntos de
vista, psicoló gico, antropoló gico, teoló gico y socioló gico.

La libertad es posterior a la inteligencia y a la voluntad, radica en ellas, es decir,


en el ser espiritual del hombre. Por tanto, la libertad ha de obedecer al modo de ser
propio del hombre, siendo en el una fuerza de crecimiento y maduració n en la
verdad y la bondad. En otras palabras, alcanza su perfecció n cuando se ordena a
Dios.

LA FINALIDAD

La finalidad es la intenció n que tiene el hombre al realizar un acto, y puede


coincidir o no con el objeto de la acció n.

No coincide, p. ej., cuando camino por el campo (objeto) para recuperar la salud
(fin). Si coincide, en cambio, en aquel que se emborracha (objeto) con el deseo de
emborracharse (fin).

En relació n a la moralidad, el fin del que actú a puede influir de modos diversos:

a) si el fin es bueno, agrega al acto bueno una nueva bondad (p. ej., oír Misa -objeto
bueno- en reparació n por los pecados -fin bueno-);

b) si el fin es malo, vicia por completo la bondad de un acto (p. ej., ir a Misa -objeto
bueno- só lo para criticar a los asistentes -fin malo-);

c) cuando el acto es de suyo indiferente el fin lo convierte en bueno o en malo (p.


ej., pasear frente al banco -objeto indiferente- para preparar el pró ximo robo -fin
malo-);

d) si el fin es malo, agrega una nueva malicia a un acto de suyo malo (p. ej., robar -
objeto malo- para después embriagarse -fin malo-);

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