Está en la página 1de 2

¿De qué forma la virtud de la paciencia contrarresta los

riesgos en la adolescencia?

La virtud de la paciencia puede contrarrestar algunas situaciones de riesgo de los


adolescentes entre ellas están. La depresión es muy común en este momento en la
mayoría de adolescentes, algunos la tienen a causa de la apatía, que es el extremo vicioso
por exceso de la paciencia, esto genera desmotivación, desinterés o desgano, los
adolescentes al sentirse desmotivados en todo sentido empiezan a sentirse mal,
deprimidos, ya que no tienen ganas de hacer nada, entonces los adolescentes se empiezan
a generar autolesiones ya que así se sienten vivos o empiezan a tener algún tipo de placer,
en cambio si los adolescentes estuvieran en el equilibrio ósea la paciencia los adolescentes
no se sentirán desmotivados sino que harían sus cosas con mayor motivación y soportando
situaciones sin alterarse.

El bullying es una muestra de apatía ya que la persona no le importa o no muestra interés


hacia lo que le están haciendo, no reacciona y soporta todo el mal trato y la violencia que
recibe de otras personas, a parte se queda callado y no le cuenta a nadie permitiendo que
esta situación continúe ya que no le ve importancia, aunque también el bullying puede
mostrarse como ira, ahora ya la persona puede mostrar ira hacia su cuerpo así generando
autolesiones o la persona puede explotar haciéndole daño a alguna persona estando
inconsciente de la situación, si esta situación hubiera estado en equilibrio osea en la
paciencia, la persona habría reaccionado de manera no violenta, tampoco se estuviera
dejando hacer “bullying” y no generaría autolesiones.

El homicidio también puede mostrarse como una muestra del extremo vicioso por defecto
de la paciencia, una persona puede explotar en ira por alguna situación y puede “matar” a
otra persona, si estuviera equilibrado la persona reaccionaria de manera no violenta o
agresiva sino que sobre pondría las emociones fuertes y se alteraria hasta el punto de
generar un asesinato.

Otras actitudes de riesgo que se relacionan y contrarrestan con la paciencia son: La baja
autoestima, esta se relaciona con el extremo vicioso del exceso de paciencia, es decir, con
la pasividad, ya que la persona que es demasiado pasiva, deja que los demás hagan las
cosas que a él le corresponden o afectan, esto podría ser por presión social o alguna
condición social tanto externa como en el mismo núcleo familiar; La suma de todas estas
manipulaciones que se le da a esta persona, que debido a su exceso de paciencia no es
capaz de manejar las decisiones de su vida, puede llevar a que desarrolle un complejo de
inferioridad o baja autoestima sobre sí mismo, como consecuencia de los resultado de las
decisiones u opiniones sobre esta que forjaron otras personas en su mente, incluidas
secuelas psicológicas de estas. Pero, aunque pudieron haber sido varios los factores que
influyeron en el desarrollo de esa pasividad, aún así, cada uno está capacitado para tomar
sus propias decisiones y forjar su identidad y cualidades como persona, si esta persona
hubiera tomado el control de su vida y hubiera balanceado su paciencia de acuerdo a las
situaciones, no hubiera sido tan manipulado psicológicamente e incluso puede que
físicamente, esto hubiera permitido no tomarse tan en serio la opinión de los demás, y por
ende, haber tenido una autoestima sana y saludable, excluyendo más de su vida la
aprobación de los demás.
La inestabilidad emocional. Esta se relaciona con los dos extremos viciosos de la paciencia
(la ira y la pasividad). El no poder controlar con prudencia o no tener en un punto medio la
paciencia, puede generar personas inestables emocionalmente, ya que los altibajos que
generan las diferentes situaciones en la vida de esta persona, pueden generar que no logre
hacer a un lado sus emociones a la hora de afrontarlas, y actúe de manera imprudente,
dejándose guiar por estas, tomando decisiones de forma impulsiva, ya sea de una manera
iracunda (defecto de paciencia) o dejándose manipular (exceso de paciencia). Si la persona
controlara su paciencia o calma durante las diferentes situaciones que se le presentasen,
esta persona tomaría decisiones acertadas y lograría mantener sus emociones en un punto
medio, lo suficiente como para no dejarse llevar por estas, pero como para tampoco
pasarlas por alto y volverse insensible.

El robo y la estafa. El robo y la estafa se relacionan con el defecto de paciencia, es decir,


con la ira. La persona que carece de paciencia y que es iracunda, puede dejarse llevar por
el odio o ira que siente hacia otra persona, y querer hacerle daño quitándole en contra de su
voluntad sus bienes materiales, o bien, robando sus pertenencias de valor. Sin embargo, no
solo puede ser por su sintiente ira hacia una persona, sino también, puede ser por su
frustración hacia una mala situación económica o también factores sociales que lo
promueven a quitarle de una manera forzosa y en contra de la voluntad, los bienes físicos a
los demás, o bien puede ser, engañando y estafando a los demás para que le entreguen
sus pertenencias de valor, como dinero, etc… Si esta persona controlara su paciencia,
resistiría la tentación de mejorar su situación económica buscando maneras sanas y
legales, sin perjudicar a los demás, o bien, podría lograr controlar sus sentimientos hacia
otra persona y abstenerse de hacerle daño.

El suicidio. El suicido se puede relacionar tanto como con la pasividad (exceso) como con la
ira (defecto), ya que la persona podría llegar a quitarse la vida como resultado de la baja
autoestima o depresión que le generó su pasividad y la manipulación de los demás en su
vida, hasta el punto de distorsionar su perspectiva de la persona que era, y tornarla más
oscura y deprimente sobre sí misma, tanto que ya no es capaz de soportar vivir así, y
escoge como alternativa el suicidio. Además, aunque suene extraño, el suicidio puede
deberse también a la ira que siente una persona, puede ser hacia una situación por la que
esté pasando, o inclusive ira hacia si mismo, ya sea por decisiones que ha tomado, o por la
vida que tiene, y decida quitársela a sí mismo. Si la persona controlara su paciencia, no
hubiese sido tan manipulable consigo mismo, y en vez de eso, hubiese sido paciente
consigo mismo, no tendría problemas con su autoestima o emociones, pues sería capaz de
aprender a vivir bien con sus defectos y virtudes.

También podría gustarte