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Se denomina literatura maya al conjunto

de textos que son escritos en lengua


maya, junto a textos que reúnen
conceptos y tradiciones de esta cultura
en América Latina. De esta manera, la En la literatura azteca escrita no hay registros de tipo histórico o
narrativo. Los mitos acerca de su creación y las historias de
literatura maya no sólo se refiere a
grandes batallas fueron de tradición oral, no escrita.
textos producidos en la época histórica
de la colonia, sino que también Los registros escritos que existen son llamados códices, y registran
casi en su totalidad poemas y cánticos religiosos.
comprende aquellos que se han
realizado en la posteridad en lengua Pero en general la literatura azteca estaba diseñada para ser
maya. recitada, no leída. Los textos que se conservan funcionaron como
registros de estas obras. Se caracteriza por ser rica en recursos
literarios, como la metáfora y la eufonía.
Por otro lado, es importante tener en
cuenta que lo que se conoce como Para los aztecas, la literatura —especialmente la poesía— era
literatura maya, no reúne un conjunto asociada con la nobleza. Se le tenía en tan alta estima que las tres
ciudades más grandes del imperio, Tenochtitlán, Texcoco y
de expresiones literarias que hacen
Cualhtitlán, fueron los grandes centros literarios.
parte de una sola lengua, sino que reúne La literatura era un arte de gran importancia en la sociedad azteca.
muchas más, dado que en el territorio Se consideraba una forma de arte superior, y por esto solo los más
maya se hablaron hasta 27 lenguas nobles tenían fácil acceso a esta. Incluso, los hijos de los más
adinerados pagaban para asistir a colegios en donde se les
distintas que pertenecían a la misma enseñaba poesía.
cultura maya. Debido a este tratamiento elitista, los temas centrales en esta
literatura son la guerra y la religión, ramas que solo los más
privilegiados dirigían.
Aun cuando la Florida del Inca se imprime en 1605, se sabe de su existencia gracias a la
dedicatoria que el autor le hizo a Felipe II en su traducción de los Diálogos de Amor, con
fecha de 1586. Para la redacción de esta obra, el Inca Garcilaso uso diversas fuentes
impresas: las crónicas de Francisco López de Gómara y Acosta, en el ámbito historiográfico
de las Indias; y Naufragios de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, el poema Elegías de varones
ilustres de Juan de Castellanos o la misma épica de Alonso de Ercilla, en el ámbito de la
entonces reciente ficción americana.

En 2006, Raquel Chang-Rodríguez editó un conjunto de estudios sobre La Florida del Inca,
que reúne las contribuciones de destacados garcilacistas y estudios del período virreinal
americano. En su «Introducción», la editora explica acertadamente el contexto de
producción de la obra y su repercusión en el ámbito hispánico:

La Florida del Inca es un texto fundacional de la historia de la cultura de América, la del


Norte y la del Sur. En esta crónica el Inca Garcilaso de la Vega (1539 – 1616) ofrece una
singular visión de la expedición de Hernando de Soto (1539 – 1616) a un vasto territorio
entonces conocido como La Florida: hechos y personas se representan desde una
perspectiva mestiza y americana que iguala a europeos e indígenas. Al ofrecer la historia
de esa jornada, Garcilaso la relaciona con otras conquistas, en particular la del
Tahuantinsuyo, y de este modo da cuenta del impacto de tales sucesos en geografías y
comunidades diversas. La Florida del Inca despliega un episodio de la compartida historia
de las Américas: en ella España y su empresa imperial devienen en el común denominador
de una conflictiva experiencia cuyas consecuencias han marcado el pasado y el presente;
en ella la población nativa juega un papel principal; y en ella el narrador cuestiona abierta
o sutilmente las acciones de los conquistadores exponiendo las consecuencias de este
comportamiento (p. 15).

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