Está en la página 1de 2

Guión de la vida cotidiana de los esclavos afroamericano:

hombre esclavo (Pedro): Estoy cansado, todo el día en la minería y mi cuerpo se está deteriorando
mucho, creo que no sobrevire a esta jornada Lucas.

Compañero del esclavo Pedro (Lucas): Tengo una herida fatal, ya que realice un mal movimiento y
me desgarre parte del pulgar de la mano, esas personas me colocaron algo, pero no es suficiente,
se me está complicando.

hombre esclavo (Pedro): Espero que te recuperes, quería decirte algo muy importante. Esas
personas que nos vigilan, se llevaron a muchas personas, esta vez fueron muchos.

Compañero del esclavo Pedro (Lucas): Eso no me gusta, he visto que a todas las personas que se
llevan ya no regresan en una pieza y otras que ni regresan.

hombre esclavo (Pedro): No lo sé, pero espero no ser escogido.

Compañero del esclavo Lucas (José): Hermanos míos, he visto como esas personas han castigado a
varios de los nuestros, tienen cicatrices bastante fuertes, ya no puedo tolerar todo esto.

hombre esclavo (Pedro): Es lo de siempre escuchar esas cosas, no te agites demasiado, ya te


acostumbraras a estos trabajos inhumanos. Siempre he visto como personas se van y otros vienen,
he sido uno de los que más tiempo paso aquí, no sé si es algo positivo o negativo, pero en verdad
quisiera descansar dignamente, quisiera vivir como nuestros ancestros pudieron hacerlo.

Compañero del esclavo Pedro (Lucas): No he podido conocer a mi familia, pero espero una vez
poder hacerlo y tener una familia.

Guión de la vida cotidiana de los obreros en la segunda revolución industrial:

Obrero (Alberto): Estoy cansado, tengo que trabajar más de 12 horas en esta fábrica, pero que se
le va a hacer, es lo único que me queda.

Obrero (Damián): Vez eso, los paneles de luz apenas funcionan, siempre es lo mismo, me he
enfermado muchas veces y mi salario es bajo, me parece que poco a poco voy a perder a mis
padres.

Obrero (Alberto): Mi mujer se la pasa todo el día trabajando, pero recibe un salario peor al mío, en
verdad que nos vamos a ir a la ruina. Mi hijo pequeño de casi 10 años está trabajando y su salario
es igual de bajo que el de mi mujer.

Obrero (Damián): Yo conocí a varios niños que trabajaban en fábricas y realizaban trabajos muy
peligrosos, como quitar los restos de algodón que caían debajo de las máquinas y a cambio su
salario era muy inferior al mío. Te comprendo tengo unos sobrinos que también trabajan allí. Casi
todas las fabricas son así de duras, es eso o no tener trabajo y morirse de hambre.

Obrero (Alberto): Me tengo que ir un poco temprano, es que estoy enfermo y necesito
recuperarme un poco.

Obrero (Damián): Espero que te recuperes, un saludo para tu familia.


Guión de la vida cotidiana de los inmigrantes europeos en Argentina:

Inmigrante europeo (Pablo): Me ofrecieron trabajo en el campo de recoger cosecha de trigo, ya


voy meses aquí, una vez que vienes al campo uno ya se acostumbra después de todo en Europa
también trabajaba en el campo.

Inmigrante europeo (Raúl): Yo también trabajaba en el campo, yo vine aquí, porque un conocido
mío me conto que era un buen lugar para vivir y que podía tener más oportunidades.

Inmigrante europeo (Pablo): Ufff, la cosecha ya se está terminando creo que tendré que volver a
Buenos Aires muy pronto y tú también ¿verdad?

Inmigrante europeo (Raúl): Si, si quieres nos podemos ir juntos a Buenos Aires, allí podríamos
trabajar en el puerto o quizás podríamos hacer nuestro propio negocio.

Inmigrante europeo (Pablo): Es una buena idea podemos alquilar una habitación, aunque también
podríamos conseguir empleo en un enorme taller de reparación de barcos.

Inmigrante europeo (Raúl): Extraño a mi familia, aún tengo una vida por adelante y tratare de
mandarles dinero todos los meses. Por cierto, Pablo vos ¿habías venido para ayudar a tu padre?

Inmigrante europeo (Pablo): Si, está enfermo y necesito dinero para que puedan tratarlo, mi
hermano lo está cuidando así que le deje toda la responsabilidad de cuidarlo mientras yo trataba
de ayudarles mandándole dinero seguido.

Inmigrante europeo (Raúl): Muy bien, falta poco para irnos de vuelta a Buenos Aires. Vámonos a
descansar que ya me están doliendo los pies.

También podría gustarte