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1. ¿Qué es el conocimiento?
El conocimiento, según la visión del filósofo mexicano Luis Villoro, es un
fenómeno dinámico y multifacético que va más allá de la simple acumulación de información. En su concepción, el conocimiento implica un proceso activo y en constante evolución, en el cual el sujeto cognoscente no solo recibe pasivamente datos sobre la realidad, sino que también participa de manera activa en la interpretación y procesamiento de dicha información. Esta aprehensión activa de la realidad implica que el conocimiento no se limita a una mera percepción de hechos, sino que también está influenciado por las capacidades cognitivas y los contextos culturales, sociales y personales del individuo que lo adquiere.
Villoro distingue entre dos formas de conocimiento: el conocimiento ingenuo y el
conocimiento científico. El conocimiento ingenuo se refiere a aquella comprensión espontánea y no sistemática que adquirimos en la vida cotidiana, basada en nuestras experiencias personales, creencias y percepciones individuales. Por otro lado, el conocimiento científico es el resultado de un proceso riguroso de investigación y análisis, orientado a comprender la realidad de manera más profunda y objetiva. Esta distinción resalta la importancia de la metodología y el rigor en la adquisición de conocimientos más allá de las meras impresiones subjetivas.
Para Villoro, conocer implica la capacidad de integrar todas las experiencias y
saberes parciales sobre un objeto en una unidad coherente. No se trata solo de acumular información, sino de comprenderla y utilizarla de manera efectiva. Conocer implica también tener la habilidad de responder intelectualmente ante un objeto y una presunción favorable sobre cómo actuar o tratarlo adecuadamente, aunque esta certeza no sea absoluta. En resumen, el conocimiento, según Villoro, es un proceso activo de comprensión y acción que implica la integración de diversas experiencias, saberes y contextos, tanto en el ámbito personal como en el científico, con el fin de entender y actuar en el mundo de manera más informada y reflexiva.
2. ¿Son lo mismo información y conocimiento?
La información y el conocimiento son conceptos relacionados pero distintos. La
información se refiere a datos o hechos presentados de manera organizada y estructurada, los cuales pueden ser obtenidos de diversas fuentes como libros, internet o conversaciones. En contraste, el conocimiento va más allá de la simple información, implicando la comprensión, interpretación y asimilación de esa información por parte de un individuo. El conocimiento implica la capacidad de entender la información, relacionarla con otros conceptos, aplicarla en diferentes contextos y utilizarla de manera efectiva para resolver problemas o tomar decisiones. Mientras que la información es objetiva y descontextualizada, el conocimiento implica una comprensión más profunda y significativa de los datos, así como la capacidad de utilizarlos de manera efectiva en diferentes situaciones. En resumen, el conocimiento implica una actividad mental más compleja que simplemente recibir o almacenar información.
3. ¿Cuáles son los elementos del conocimiento y en qué consisten?
Los elementos del conocimiento se pueden desglosar en tres aspectos fundamentales:
Sujeto cognoscente: Este elemento se refiere al individuo que está involucrado
en el proceso de conocer. El sujeto cognoscente es aquel que percibe, interpreta y comprende la información que llega a través de sus sentidos y su mente. Es la entidad activa que participa en la construcción y adquisición del conocimiento. Se destaca la importancia del sujeto cognoscente como agente activo en el proceso de conocimiento, enfatizando que sujeto y objeto no son entidades separadas de manera absoluta, sino que interactúan de forma dinámica. Objeto de conocimiento: Este elemento se refiere a aquello que es conocido o sobre lo cual se busca obtener información y comprensión. Puede ser cualquier cosa que sea objeto de percepción, estudio o reflexión, ya sea un hecho, un fenómeno, una teoría, una idea o una experiencia. El objeto de conocimiento puede ser tanto concreto como abstracto, y puede abarcar desde aspectos tangibles del mundo físico hasta conceptos abstractos y metafísicos. Acto de conocimiento: Este elemento se refiere al proceso mismo mediante el cual el sujeto cognoscente se relaciona con el objeto de conocimiento. Implica la actividad mental mediante la cual se percibe, interpreta, analiza, organiza y comprende la información que se recibe a través de los sentidos y la mente. El acto de conocimiento puede involucrar diferentes procesos cognitivos, como la observación, la atención, la memoria, la comparación, la inferencia y la reflexión.
El conocimiento se compone de tres elementos fundamentales: el sujeto
cognoscente, el objeto de conocimiento y el acto de conocimiento. Estos elementos interactúan dinámicamente en el proceso mediante el cual el individuo adquiere comprensión y significado sobre el mundo que le rodea.
4. Explica cada uno de los niveles de conocimiento: creer, saber y conocer, su
relación entre ellos y da un ejemplo de cada uno en el campo de la administración
El conocimiento en el ámbito de la administración es fundamental para la toma
de decisiones informadas, el desarrollo de estrategias efectivas y la gestión eficiente de recursos. Sin embargo, el conocimiento no es un concepto uniforme, sino que se presenta en diferentes niveles que varían en términos de certeza, profundidad de comprensión y capacidad de aplicación práctica. En este contexto, es importante comprender los tres niveles principales de conocimiento: creer, saber y conocer, así como su relación entre ellos. En esta respuesta, exploraremos cada nivel de conocimiento en detalle, proporcionando ejemplos específicos en el campo de la administración y analizando cómo estos niveles interactúan y se relacionan entre sí.
Creer: En el nivel de creer, las personas aceptan ciertas afirmaciones como
verdaderas sin necesariamente contar con una base sólida de evidencia o razonamiento lógico. Esta aceptación puede basarse en la confianza en una fuente de información, en la tradición, en la fe o en impresiones personales. En el ámbito de la administración, un ejemplo de creer podría ser un gerente que cree firmemente en la eficacia de un enfoque de gestión específico simplemente porque ha sido recomendado por un colega o mentor, sin haber evaluado críticamente su idoneidad para la situación particular de su empresa. La creencia puede ser influenciada por factores subjetivos, como la cultura organizacional, las percepciones personales o las opiniones de personas de confianza. Es importante destacar que, aunque el nivel de creer puede ser útil para generar confianza y motivación, también puede llevar a decisiones poco fundamentadas y a resultados subóptimos en ausencia de una evaluación crítica.
Ej: Un gerente puede creer que la implementación de un nuevo sistema de
gestión aumentará la eficiencia del equipo, pero esta creencia puede basarse en una intuición o una impresión general, sin un análisis detallado de los datos o evidencias empíricas.
Saber: El nivel de saber implica un grado más alto de certeza y comprensión
basado en la información y el conocimiento adquirido. Aquí, las personas tienen una comprensión sólida y fundamentada en evidencia de un tema específico. En el campo de la administración, un ejemplo de saber podría ser un contador que sabe cómo interpretar los estados financieros de una empresa y puede identificar áreas de mejora o riesgos potenciales en función de su experiencia y conocimientos especializados. Este nivel de conocimiento suele basarse en la educación formal, la capacitación profesional, la experiencia laboral y la investigación sistemática. Las personas que saben están seguras de la validez de sus afirmaciones y pueden proporcionar una justificación racional para sus conocimientos. Aunque el saber ofrece una base sólida para la toma de decisiones informadas, también puede ser limitado por la disponibilidad y la calidad de la información, así como por la posibilidad de sesgos cognitivos o errores de interpretación.
Ej: Un ejecutivo sabe cómo se calcula el ROI (Retorno de la Inversión) y
comprende su importancia en la toma de decisiones financieras para un proyecto. Esta comprensión se basa en el conocimiento adquirido a través de la formación en gestión y la experiencia práctica en el campo.
Conocer: El nivel de conocer implica una comprensión más profunda y una
capacidad para aplicar el conocimiento de manera efectiva en diversas situaciones. Aquí, las personas no solo tienen información sobre un tema, sino que también comprenden sus principios subyacentes, relaciones y aplicaciones prácticas. En el ámbito de la administración, un ejemplo de conocer podría ser un consultor de gestión que conoce los principios fundamentales de la gestión del cambio y puede aplicar este conocimiento para diseñar e implementar estrategias efectivas de transformación organizacional. Este nivel de conocimiento no solo implica comprensión teórica, sino también la capacidad de adaptar y aplicar ese conocimiento de manera creativa y efectiva en situaciones reales. Aquellos que conocen están preparados para enfrentar desafíos complejos y aprovechar oportunidades emergentes, utilizando su comprensión profunda para influir en el cambio y lograr resultados significativos.
EJ: Un consultor de gestión conoce las teorías y prácticas de liderazgo,
comprende cómo se aplican en diferentes contextos organizacionales y puede utilizar este conocimiento para diseñar estrategias de desarrollo de liderazgo personalizadas para empresas específicas.
La relación entre estos niveles de conocimiento es dinámica y progresiva. La
creencia puede servir como punto de partida para la adquisición de conocimientos más sólidos, ya que puede motivar a las personas a buscar información y explorar nuevas ideas. A medida que las personas acumulan conocimientos y experiencias, pueden avanzar hacia el nivel de saber, donde pueden proporcionar explicaciones fundamentadas y justificadas para sus afirmaciones. Finalmente, aquellos que alcanzan el nivel de conocer tienen una comprensión profunda y aplicable en situaciones prácticas, lo que les permite liderar con eficacia y resolver problemas de manera innovadora en el campo de la administración.
REFERENCIAS
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Economica. Cruz, E. G. & SUAyED-ENEO. (2022). El conocimiento como relación sujeto – objeto. Unidad de Apoyo Para el Aprendizaje. http://www.educacionadistancia.eneo.unam.mx/UAPA/EPISTEMOLOGÍA Y ENFERMERIA/03El_conocimiento/HTML/ CUAED UNAM. (2017). ¿Cómo surge el conocimiento?: Unidad de Apoyo para el Aprendizaje. Lic. En Contaduría. https://programas.cuaed.unam.mx/repositorio/moodle/pluginfile.php/861/ mod_resource/content/1/contenido/index.html CUAED UNAM. (2022). Creer, Saber y Conocer. Unidad de Apoyo Para el Aprendizaje. https://programas.cuaed.unam.mx/repositorio/moodle/pluginfile.php/855/ mod_resource/content/1/contenido/index.html SARMIENTO REYES, J. C. (2011). CONOCER: UNA VISIÓN EPISTÉMICA. UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COLOMBIA. https://www.redalyc.org/pdf/798/79822602008.pdf Villoro, L. (1996). Creer, saber, conocer. Siglo XXI.
Pensamiento inteligente: Guía completa para principiantes para entender las teorías de la inteligencia, el pensamiento rápido, la toma de decisiones inteligentes a través del procesamiento rápido del pensamiento