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Epigenética: el mecanismo por el

cual el medio ambiente influye


sobre los genes
¿Cómo el buen humor, el estrés o la alimentación saludable modifican la
expresión génica y afectan el comportamiento y la salud?

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Publicado el 16 de enero de 2015

Por Marcela Brocco*

Los mecanismos epigenéticos son un ‘traductor’ del medio ambiente y son


capaces de modificar la expresión de los genes al funcionar como un registro del
entorno: son la memoria del medio ambiente al que estuvieron expuestos.

La palabra epigenética -lo que está sobre los genes- se refiere al estudio de los
cambios heredables en la expresión de los genes sin cambios en la secuencia -
letras o código- del ADN: las marcas se producen en la cromatina –formada por
ADN enrollado sobre proteínas y que contiene a los GENES antes de que sean
interpretados-. Además existen moléculas capaces de regular a los ARN
mensajeros, que son el producto de los genes una vez transcriptos.

Así, tenemos el código genético y, superpuesto, el código epigenético –


marcación de la cromatina y moléculas que actúan sobre los ARN mensajeros.
Estos mecanismos podrían compararse con la instalación eléctrica de una casa,
compuesta por cables y teclas o interruptores para encender lámparas: el genoma
sería la instalación eléctrica, siempre llevando la misma información, las marcas
epigenéticas serían los interruptores. Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos
de medio ambiente o entorno? A todas las señales externas: la dieta, los rayos
UV, el estrés, los fármacos, las drogas, el alcohol y el tabaco, el cuidado materno,
las relaciones interpersonales, la actitud frente a la vida, entre otras.
Recientemente, hemos empezado a entender que el ambiente puede modificar
tanto la adición y remoción de las marcas epigenéticas sobre la cromatina como
la actividad de algunos reguladores de los ARN mensajeros. Volvamos a la
comparación con la instalación eléctrica: así como en una casa, se encienden y
apagan las lámparas dependiendo de la cantidad de luz natural de cada
habitación, de manera similar, se encienden y apagan genes -agregan o remueven
marcas- dando cuenta del medio ambiente al que un individuo estuvo expuesto.

Estudio de la epigenética y el estrés crónico en el Instituto de Investigaciones


Biotecnológicas – Instituto Tecnológico de Chascomús (IIB-INTECH,
CONICET-UNSAM)

Nuestro objetivo es investigar las marcas epigenéticas que se acumulan en el


cerebro a consecuencia del estrés prenatal. Estudiamos el problema en un modelo
en roedores que reproduce, parcialmente, lo que ocurre en humanos.

Dado que observamos que el estrés prenatal modifica la expresión de genes


relacionados con la morfología neuronal, nos interesamos en comparar el patrón
de marcas epigenéticas en el cerebro de individuos nacidos de madres que fueron
estresadas durante la preñez con los nacidos de madres que no fueron sometidas a
esta situación.

El estrés crónico es uno de los factores medioambientales asociado a la aparición


de diversas patologías: trastorno cardiovascular, hipertensión, depresión del
sistema inmune. El estrés crónico también afecta el funcionamiento neuronal y
puede tener consecuencias graves como el aumento del riesgo de cometer
suicidio o de padecer desórdenes afectivos.

Molecularmente, las marcas que modifican la estructura de la cromatina son la


adición de grupos metilos a la base citosina (C) del ADN (metilación) y las
modificaciones que se producen en las proteínas histonas (sobre las cuales se
enrolla la cadena de ADN). En tanto que la regulación de los ARN mensajeros
ocurre a través de ARN pequeños llamados microARNs. En nuestro modelo,
encontramos cambios en la metilación de ciertas C del ADN, en algunos factores
que modifican las histonas y en los niveles de ciertos microARNs. En conjunto
estos cambios epigenéticos podrían explicar, en parte, la alteración de la
expresión génica observada en los animales estresados.
Un ejemplo claro de estrés prenatal fue el que se observó luego del atentado de
2001 en Nueva York a partir del cual se estudió el comportamiento de niños
nacidos de madres que habían presenciado el hecho durante el embarazo con el
de chicos nacidos de mamás no expuestas al trauma; el estudio mostró que los
primeros eran más asustadizos frente a extraños o ruidos fuertes, lo que sugiere
que los eventos traumáticos percibidos por la madre gestante pueden afectar al
individuo en desarrollo.

La descripción completa de los cambios epigenéticos inducidos por el estrés


prenatal permitirá asociar los mismos con la vulnerabilidad a sufrir trastornos de
aprendizaje, enfermedades psiquiátricas como la depresión o adicciones.
Finalmente, podría proveer las bases para diagnosticar e intervenir
tempranamente y así evitar los efectos dañinos del estrés.

En las investigaciones participaron también Melisa Monteleone, becaria doctoral


del CONICET en el IIB-INTECH, Alberto C. Frasch, investigador superior en
IIB-INTECH y Marta Antonelli, investigadora independiente, junto con su
equipo en el Instituto de Biología Celular y Neurociencia ‘Prof. E. De Robertis’
(IBCN, CONICET-UBA).

*Marcela Brocco, es investigadora adjunta del Instituto de Investigaciones


Biotecnológicas – Instituto Tecnológico de Chascomús (IIB-INTECH,
CONICET-UNSAM).

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