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Los recursos
expresivos de la literatura. Estilística y retórica.
Desde la crítica literaria se pretende definir lo que hace que un discurso pueda ser
considerado como literatura frente a los demás. El término “literatura” (cuya raíz es littera, ‘letra
escrita’), comenzó a usarse en el siglo XV en las lenguas europeas, y hasta el XVIII no se
consideraba que fuera otra cosa que mera obra escrita (ya fuera de filósofos, historiadores o
teólogos).
● Hasta el siglo XX hubo una poética del emisor (la estética y el autor).
● Durante el siglo XX, una poética del texto (el mensaje) desde un punto de vista lingüístico.
● En la segunda mitad y finales del XX, la crítica se ha centrado en cómo recibe el lector el
texto
La obra literaria que se precie no está destinada a una lectura que busque sólo la
anécdota, en ella todos los elementos son significativos dentro del todo coherente y cerrado que la
forma, en ella todos los elementos se semiotizan, adquieren significado. Las obras literarias
constituyen discursos cerrados, expresan a través de formas finitas el espíritu infinito. Son fuente
de placer artístico en la misma medida en que pueda serlo un cuadro o una buena película; como
en las demás artes recoge, a través de formas materiales, contenidos abiertos y polivalentes.
A partir del siglo XVIII, con la publicación de Julie ou la nouvelle Héloïse, de Rousseau, se
abandona el principio de la imitación y la descripción y comienza a captar la intuición y el
subjetivismo. En el Romanticismo, pues, surge el “arte por el arte”, una autonomía que no se
justifica por fines didácticos o morales, sino en función de su capacidad para desvelar al hombre
un mundo de fantasías y misterios que sólo el arte puede evocar. Con todo, la literatura tiene más
senderos que recorrer, en el propio Romanticismo nos encontramos con la literatura como forma
de conocimiento, en concreto como vía de conocimiento de las profundidades psicológicas.
Igualmente, para Rousseau la literatura es una forma de evasión, en cuanto que esta evasión
es la razón de la creación artística. Bien como refugio huidizo, bien como consciente propuesta,
los escritores de todos los tiempos han creado sobre el papel otras realidades más deseables, a la
vez que criticaban la que les había tocado vivir. Con Sartre (¿Qué es la literatura?) nace la
escritura comprometida.
El discurso literario responde como producto lingüístico dado que usa como material de
expresión la palabra y transmite información. Como norma general un emisor transmite un
mensaje a un receptor. Se produce una comunicación verbal generalmente por vía escrita, aunque
a lo largo de la historia se hayan dado casos de transmisión oral -romances y hoy en día teatro-.
Tiene, sin embargo, peculiaridades respecto al resto de los tipos de discurso:
· El fin del discurso literario no es informar, lo cual no impide que algunas novelas tengan
una importante base histórica y sociológica.
· Las palabras usadas adquieren su valor dentro del propio texto que es un mundo cerrado
y coherente
· Las obras literarias se componen con fines artísticos de modo que, aunque quepa extraer
de ellas información respecto a las sociedades que retratan, no necesariamente tal información es
fidedigna.
Aguiar e Silva en Teoría de la literatura afirma que «El lenguaje literario se caracteriza por
la recusación intencionada de los hábitos lingüísticos y por la exploración inhabitual de las
posibilidades significativas de una lengua».
Los integrantes del Formalismo ruso fueron los primeros que se ocuparon de la cuestión
de un modo sistemático. Shklovski subraya que la lengua poética se separa de la común por la
perceptibilidad de su construcción, favorecida por los procedimientos obrados sobre el lenguaje. El
efecto del extrañamiento, el desvío semántico que el escritor obtiene con los procedimientos
expresivos, pule la imagen liberándola del automatismo de la lengua cotidiana. El lenguaje se
halla automatizado, no fijamos nuestra atención en las palabras. La relación signo- palabra se
vuelve habitual y las palabras solo muestran la faceta utilitaria de la información. El artista ataca
esa propiedad y mediante el artificio (capta nuestra atención y comunica más de lo que las
palabras dicen) busca la desautomatización
Lázaro Carreter en Consideraciones sobre la lengua literaria indica que los mensajes
literarios se caracterizan por sus estructuras inmóviles en oposición al lenguaje, que es fungible.
Así, indica formas de reconocer el mensaje literario, por ser intangible, pues cada autor fija la
unión de contenido y expresión que luego es incancelable y, estructurado y no eminentemente
práctico, ya que el mensaje se emite a un receptor universal.
El hecho literario es un proceso de comunicación que comporta los mismos elementos que
otros actos de comunicación, pero con unas características marcadas. La forma del enunciado es
el factor dominante. La palabra es sentida como tal en su calidad fónica, morfo sintáctica o léxica.
A través de distintos mecanismos, procesos paralelísticos, organizaciones recurrentes, isotopías
semánticas y, en general, todos los recursos teóricos empleados el mensaje literario llama la
atención sobre sí mismo. La lengua literaria ha sido caracterizada también a través del
concepto de la connotación. Las palabras pueden adquirir en el conjunto de mensajes otros
valores no referenciales que se superponen a los citados y que se denominan connotadores. La
realidad que ofrece un texto literario es una realidad construida a partir de asociaciones
connotativas que se expresan mediante múltiples recursos. Este uso especial del lenguaje
precisa, un trabajo de reelaboración y de transformación de la norma lingüística que es
denominada por Dámaso Alonso (Poesía española) “desviación de la norma”.
3.- Discurso social
Aunque la literatura tenga una especificidad axiológica y expresiva, esto no significa que
sea totalmente autónoma respecto a la realidad más profundamente considerada, tanto histórico-
social como ideológica, económica, política, cultural, que empapa cualquier tipo de comunicación
y, como es natural, también la estético-literaria.
3.1.- La semiología.
3.2.- La pragmática.
De la Semiótica nació la Pragmática, que estudia la relación entre los signos y sus
usuarios, especialmente el emisor y sus receptores, dentro de un contexto (social, cultural e
histórico) en donde se desarrolla la comunicación literaria.
De algún modo, la pragmática se ha convertido en una lingüística de la actuación, y se ha
visto fomentada, en especial, por las investigaciones de carácter sociológico, que son las que han
posibilitado el estudio de las expresiones como resultados de casos situacionales. Estos
elementos son de enorme interés porque la pragmática parecía destinada a trazar una teoría del
texto, superando las limitaciones formales que llevaba implícita una investigación centrada sólo en
el lenguaje literario; la pragmática arrumba los esquemas positivistas de la lingüística, para
atender a otros factores como los condicionamientos y consecuencias sociales del lenguaje, los
mecanismos interactivos de la conducta de los emisores-receptores, las implicaciones
conversacionales, las presuposiciones, los actos de habla o la estructura de la misma
conversación.
Desde las ciencias sociales, la obra refleja condicionantes como valores, creencias,
actitudes sobre lo que ha afectado al ser humano: su condición social de escritor, la forma en que
fue recibida la obra, el negocio editorial, las relaciones jurídicas, etc. Aunque las primeras teorías
marxistas empobrecieron la apreciación de la obra literaria por la censura ideológica a la que
fueron sometidas, Georg Lukács rescata el espíritu original de Marx y una nueva concepción
artística: un nuevo modelo de realidad en el que cabía una relación social y humana de la
literatura y el estilo. Goldmann, ya en los 60, reivindica la figura de Marx: consideraba que los
verdaderos creadores de la obra literaria son los grupos colectivos dentro de los que una obra
nace. En la literatura cabe ver el imaginario, aspiraciones y frustraciones de un grupo,
independientemente de que haya sido o no la intención del autor. En los años 90 se recupera la
trama de la historia. Se habla de los «polisistemas», el diseño de amplios sistemas de
significación que permite comprender el funcionamiento del texto en el conjunto de los elementos
sociales y culturales que lo propician porque lo requieren y que lo conservan no por la dimensión
estética del objeto creado, sino por las respuestas que ha conseguido afirmar para resolver las
tensiones e incertidumbres de las que ha surgido.
Indicamos ya en la introducción de este tema que estilística y retórica son ramas que
pueden incorporarse dentro de un mismo epígrafe general, por ser el inicio de las reflexiones que
hemos visto anteriormente.
El Romanticismo, entre otras herencias, orienta los estudios literarios hacia el plano del
estilo, rompiendo con la normativa de la retórica como único instrumento para juzgar el valor de
una obra determinada. El significado clásico por el que la estilística designaba un conjunto de
normas que conciernen a la formación exterior y adornada de la escritura ha sido superado. Tal y
como se entiende hoy, remite al estudio del lenguaje literario, ya sea como hecho objetivo,
institución histórica y tradicional, ya sea como innovación personal, como estilo propiamente
dicho. La estilística aspira a abarcar todos los elementos que forman parte del discurso literario:
mensaje, código, escritor, lector y contexto. La estilística estudia: el marco de la obra, principales
características de su género literario y la expresión del discurso, tanto en forma como contenido.
Los primeros estudios e interés por el estudio de la lengua los encontramos en los clásicos
como Aristóteles o Platón. La retórica constituye así la primera reflexión sobre el discurso o uso
lingüístico al servicio de una intención comunicativa. En los tratados de retórica clásica se
sistematizan las reglas y preceptos relativos al «arte del bien decir» (ars bene dicendi) o retórica,
frente a las reglas de la gramática o «arte de decir correctamente» (ars recte dicendi). Ya en esta
Retórica existía una preocupación por la elaboración del texto que se dividía en 5 partes: inventio,
dispositio, elocutio, memoria y actio.La función primordial de la retórica es la capacidad de
servirse de la lengua —con su poder de sugestión y de emoción— para convencer a un auditorio
(por ejemplo, a los jueces) y obtener su aquiescencia. Con Aristóteles, se funde con la teoría de la
argumentación, apoyada en una forma peculiar de razonamiento, el entimema.
La Retórica puede servir, entonces, de soporte y de marco para muy diversas ciencias; por
esta razón, distintas corrientes lingüísticas (propiciadoras de esos discursos científicos) han
intentado apropiarse de los materiales, los recursos y las ideas que la retórica alberga. Esto es lo
que le ha llevado a Angel López García a considerar a la Retórica como una «ciencia universal», a
tenor del tratamiento metalingüístico que proporciona y en virtud, además, de que sus
procedimientos pueden aplicarse a cualquier lengua o a cualquier asunto.
4.2.1.- El Grupo de Lieja
Con el Grupo de Lieja o Groupe 𝜇, dirigido por Jean Dubois, se hace una propuesta
compleja para restaurar el edificio de la elocutio clásica sobre la base de concebir la figura como
un procedimiento de desvío lingüístico. Para el Grupo 𝜇 la función poética de Jakobson equivale
a lo que ellos denominan función retórica, por cuanto el poeta —que actúa como un rhetor—
orienta la atención del receptor hacia determinadas zonas del mensaje, mediante esos
intencionados «desvíos» que modifican los niveles del código lingüístico.
Las figuras se revisan, por tanto, desde una valoración lingüística, pero en la que
intervienen también concepciones semióticas y poéticas. Quizá, lo extraordinario de estas nuevas
propuestas de ordenación de las «antiguas» figuras de la elocutio sea la demostración del
innegable valor de este fondo de procedimientos literarios, mantenido de modo inalterable desde
la Antigüedad clásica.
Los recursos expresivos que la Retórica inventó como parte de la elocutio como recursos o
manipulaciones del lenguaje con fines expresivos, originariamente tuvieron su lugar en la oratoria,
pero el discurso figurado fue desplazado por la literatura. Actualmente, es la publicidad la que
hace principalmente uso de ellos. En el elocutio se distinguían la corrección, la claridad y, por
último, la belleza, ornatus. Esta última se entendía como la suma de adornos que se añaden al
estilo lingüístico normal, comprendiendo la Compositio: combinación de palabras en el discurso,
los Tropos uso de términos con acepción inapropiada y las Figuras, términos con acepción
apropiada pero que por diversos motivos se alejan de la norma.
Recursos fónicos: los sonidos como materia acústica producen necesariamente una
reacción sensorial: como en la aliteración, la apóstrofe o la exclamación e interrogación retórica.
6.- Conclusión
● Creación de discursos persuasivos: los estudiantes pueden crear sus propios discursos
persuasivos sobre temas que les interesen. Se pueden dar ejemplos de discursos
persuasivos y pedirles que utilicen técnicas retóricas para crear su propio discurso.
● Debate retórico: se pueden organizar debates retóricos en clase sobre temas de actualidad
o de interés para los estudiantes. Durante el debate, se pueden pedir a los estudiantes que
utilicen técnicas retóricas para defender sus argumentos.
7.- Esquema
0.- Lo literario.........................................................................................................................................................
0.1.- Introducción...............................................................................................................................................
1.- El discurso estético.........................................................................................................................................
2.- El discurso lingüístico.....................................................................................................................................
2.1.- El formalismo Ruso...................................................................................................................................
2.2.- Teoría de la connotación...........................................................................................................................
3.- Discurso social.................................................................................................................................................
3.1.- La semiología............................................................................................................................................
3.2.- La pragmática............................................................................................................................................
3.3.- Sociología, ciencias sociales y teorías marxistas.....................................................................................
4.- Estilística y retórica.........................................................................................................................................
4.1.- Estilística. Definición.................................................................................................................................
4.1.1.- Escuelas de la Estilística..................................................................................................................
4.2.- Retórica.....................................................................................................................................................
4.2.1.- El Grupo de Lieja..............................................................................................................................
5.- Recursos expresivos.......................................................................................................................................
6.- Conclusión........................................................................................................................................................
7.- Esquema............................................................................................................................................................