Está en la página 1de 11

GUIA DE ESTUDIO 5

ANATOMIA
Tema: Integración 1: Sistema digestivo y abdomen

La discusión e centrará en:


- Reforzamiento de las bases morfológicas de los órganos y/o sistemas afectados. Por bases
morfofuncionales, tomaremos: anatomía, histología, embriología.
- Introducción y/o explicación breve de la fisiología de los órganos y/o sistemas afectados.
- Fisiopatología del problema de salud planteado.

En caso de dar tiempo y de común acuerdo entre los estudiantes y el docente asignado, podrán discutir
sobre los aspectos clínicos del problema de salud (diagnóstico, manejo, exámenes de laboratorio, etc.),
pero no es propósito de la sesión integradora abordar dichos aspectos, por tanto, no es obligatorio que
el estudiante o el docente lo prepare con anticipación.

Situación de salud 1 (Enfermedad por reflujo gastroesofágico).


Marcos de 38 años acude al Centro de Salud por presentar molestias después de comer, como acidez y
agruras. Es obeso, presenta también sensación de plenitud postprandial, pirosis, dolor retroesternal,
eructos, algunas veces, dificultad para deglutir. Ha notado que cuando come después de las 10 de la
noche y de forma abundante, por la madrugada lo despierta la acidez y le aparece tos seca. Hay
antecedentes de ser un fumador crónico y toma licor los fines de semana. El médico le envía exámenes
de rutina como son: B.H.C, Glicemia y creatinina y E.G.O; y posteriormente le da transferencia a
gastroenterología del hospital. El gastroenterólogo realiza pHmetría, encontrando que el examen fue
positivo. En la serie esofagogastroduodenal se observa reflujo gastroesofágico grado III y datos
relacionados con esofagitis en el tercio medio e inferior. Al realizarle la manometría, se detecta
hipotonía del esfínter esofágico inferior. En la endoscopia esofagogástrica se observa: áreas de
quemadura en la faringe por el reflujo del ácido gástrico, inflamación de esófago en el tercio inferior,
reflujo del jugo gástrico en forma espontánea y el esfínter esofágico inferior por arriba del hiato
esofágico del diafragma.

El esófago es un conducto cilíndrico, muscular, tapizado de mucosa que une a la faringe con el
estómago, de unos 25-26 cm de largo y 2 cm de diámetro, desde el borde inferior del cartílago cricoides
C6 hasta el cardias del estómago a nivel de T XI. Con tres porciones y tres estrechamientos.

Elaborado por: CJCL.


1. ¿Cuál es la referencia topográfica (nivel vertebral) que corresponde al paso del
esófago por el diafragma?

La porción torácica se extiende hasta el paso del esófago por el diafragma a la altura de la vértebra T10.
El esófago atraviesa el diafragma, perforándolo a la izquierda de la línea media y pasando entre las
fibras del pilar derecho del diafragma, justo a más o menos 1 cm de su unión con el estómago.

2. ¿Qué porción del diafragma atraviesa el esófago?

Pilar derecho es atravesado por el esófago. El diafragma es un músculo que divide el tórax del abdomen;
presenta un centro tendinoso (centro frénico) donde se insertan sus fibras musculares, permitiendo que
esta sea la parte móvil del diafragma. Las fibras musculares se dividen en tres porciones según su
inserción: esternal, costal y lumbar. La porción esternal corresponde a dos bandas pequeñas que se
originan dela cara posterior de la base del proceso xifoides del esternón. La porción costal se encuentra
separada de la esternal por un espacio llamado hiato diafragmático anterior o esternocostal, y se origina
de la cara profunda de los cartílagos costales y las seis últimas costillas, interdigitándose con el origen
del músculo transverso del abdomen; estas fibras se encuentran separadas de las vertebrales por el hiato
diafragmático posterior o costovertebral, de mayor tamaño que el anterior. La porción vertebral tiene
dos pilares: el derecho, el cual se origina de las tres
primeras vértebras lumbares y es de mayor tamaño
que el izquierdo; y el izquierdo que proviene de las
dos primeras vértebras lumbares. Ambos pilares,
lateralmente, forman los arcos del psoas mayor y el
del cuadrado lumbar, y medialmente, el ligamento
arcuato medio (aórtico). El pilar derecho va a cruzar
la línea media hacia la izquierda, desdoblándose para
rodear al esófago y desembocar después en el centro
tendinoso, y el pilar izquierdo termina uniéndose con
las fibras del pilar derecho.

3. ¿A cuántos centímetros de los labios se


encuentra el cardias?

Tomando como referencia a los estrechamientos que posee el esofago:

 El estrechamiento cervical (esfínter esofágico superior) en su inicio en la unión


faringoesofágica, aproximadamente a 15 cm de los incisivos; provocada por el músculo
cricofaríngeo.

 El estrechamiento torácico (broncoaórtico), que es un estrechamiento compuesto, provocado


en primer lugar por el cruce del arco de la aorta, a 22,5 cm de los incisivos, y a continuación por
el cruce del bronquio principal izquierdo, a 27,5 cm de los incisivos. El primero se aprecia en
proyecciones anteroposteriores y el segundo en las laterales.

Elaborado por: CJCL.


 El estrechamiento frénico
(diafragmático), donde
pasa a través del hiato
esofágico del diafragma,
aproximadamente a 40 cm
de los incisivos.

Como hemos mencionado el


esófago mide alrededor de 25-26cm. Podemos decir que el trayecto desde los labios al cardias del
estómago es de aproximadamente 40-41cm.

4. ¿Qué estructura anatómica acompaña al esófago al pasar por el hiato esofágico?

El hiato esofágico o diafragmático es, en esencia, el orificio natural del diafragma a través del cual pasa
el esófago en su camino desde la boca al estómago. Es la salida del tórax hacia el abdomen del tracto
digestivo alto. Este orificio se encuentra custodiado por los llamados “pilares diafragmáticos”. son
refuerzos musculares del diafragma que rodean al orificio. El diafragma es atravesado por varias
estructuras, pero tres son las principales y tienen aperturas propias: la aorta, la vena cava y el esófago.

El hiato esofágico se ubica a nivel de T10, ligera mente a la


izquierda y ventral a la aorta. A diferencia de las anteriores, esta
apertura es la única completamente formada por musculatura. Por
este cruzan los nervios vagos. El vago izquierdo viaja anterior al
arco aórtico, detrás del bronquio principal izquierdo y hacia el
esófago. El vago derecho viaja detrás del esófago y el bronquio
principal derecho, formando el plexo vagalesofágico; en el tercio
inferior del esófago, se organizan las fibras, uniéndose para
formar los troncos vagales anterior y posterior, atravesando el
hiato esofágico, continuando su camino de hasta alcanzar sus
ramos terminales. Así también algunos ramos arteriales y
venosos gástricos izquierdos.

5. ¿En qué nivel vertebral encontramos el primer


estrechamiento del esófago?

El esófago tiene tres áreas anatómicas de estrechamiento: 1) al


nivel del cartílago cricoides (esfínter faringoesofágico o
esofágico superior); 2) en la parte media del tórax, por
compresión por el arco aórtico y el bronquio principal izquierdo,

Elaborado por: CJCL.


y 3) al nivel del hiato esofágico del diafragma (esfínter gastroesofágico o esofágico inferior).

En este caso al hablar del primer estrechamiento nos referimos al (estrechamiento broncoaortico que
inicia a tener lugar a nivel de T4.

6. ¿Cuál es la explicación anatómica por la cual se puede producir el reflujo


gastroesofágico?

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) se produce como consecuencia del reflujo
patológico del contenido gástrico al esófago.

Un anillo de fibras musculares en la parte inferior del esófago impide que el alimento deglutido vuelva
a subir. Estas fibras musculares se denominan esfínter esofágico inferior (EEI). Si el esfínter no se relaja
como debería o se debilita, el ácido del estómago puede volver a subir al esófago.

7. ¿Qué estructuras anatómicas pueden encontrarse en una hernia hiatal?

Hernia de hiato
Cuando el hiato esofágico del diafragma es atravesado por parte del estómago y éste invade el
mediastino, nos encontramos en la presencia de una hernia de hiato. Son más frecuentes en personas
añosas en las cuales la porción muscular del diafragma se ha debilitado y el hiato esofágico está
ensanchado. La hernia hiatal paraesofágica es poco frecuente. Anterior al esófago, a través del hiato
esofágico se extiende una bolsa peritoneal que contiene el fundus gástrico. Como el cardias se encuentra
en su posición habitual, no se produce regurgitación del contenido gástrico. La más común es la hernia
hiatal deslizante, en la cual la porción abdominal del esófago, el cardias y el fundus gástrico se deslizan
dentro del tórax a través del hiato esofágico. Aquí sí está presente la regurgitación del contenido gástrico
hacia el esófago ya que el pilar derecho del diafragma, al estar debilitado, no puede ejercer la función
de pinza necesaria.

Enfermedad por reflujo gastroesofágico


El estómago segrega ácido y pepsina, necesarios para la digestión de los alimentos. Si la válvula que
separa el esófago del estómago se relaja en exceso, permite el escape del ácido hacia el esófago. Cuando
esto se repite con demasiada frecuencia, produce síntomas y, en algunos casos, pequeñas heridas
(erosiones) debidas al efecto corrosivo de sus componentes (esofagitis erosiva). Si la calidad de vida
del enfermo se altera por este fenómeno o simplemente aparecen lesiones en el esófago (aunque éstas
no lleguen a producir síntomas) decimos que el enfermo padece una enfermedad por reflujo
gastroesofágico (ERGE). La hernia del hiato es una alteración anatómica que, a veces, puede favorecer
el reflujo.

Elaborado por: CJCL.


La ERGE produce tres tipos de síntomas. Los
síntomas típicos son la pirosis y la regurgitación.
La pirosis se describe como una sensación de
ardor, quemazón o "fuego" que sube desde la
boca del estómago hasta el pecho e incluso la
garganta. Puede aparecer a cualquier hora, con
frecuencia después de llenar el estómago en
exceso o ingerir algunos alimentos que favorecen
el reflujo (grasas, cacaos, café, alcohol). La
regurgitación consiste en la sensación de que el
alimento ingerido vuelve de nuevo hasta la
garganta. Entre los síntomas atípicos destacan los
síntomas laríngeos, que son consecuencia de escapes nocturnos de jugo gástrico que al alcanzar la
garganta provocan irritación. Aparecen tos, ronquera o carraspeo. Los síntomas de alarma sugieren la
aparición de una complicación. La disfagia (el alimento se atasca o pasa con lentitud) refleja la
disminución de calibre del esófago debido a la inflamación o a una cicatriz.

La ERGE puede ser causada por varios factores, como obesidad, embarazo, hernia hiatal, consumo de
ciertos alimentos o bebidas (como cafeína, alcohol, alimentos grasos o picantes), tabaquismo, uso de
ciertos medicamentos y trastornos del esófago o del estómago.

Se dispone de tres procedimientos para el diagnóstico. El primero se basa en los síntomas referidos por
el propio enfermo. Cuando éstos son típicos, la probabilidad de que el paciente presente ERGE es tan
alta que es suficiente para iniciar un tratamiento. Si los síntomas son de muy larga evolución, muy
frecuentes o se asocian a cualquier síntoma de alarma, se puede proponer una endoscopia (exploración
de esófago y estómago mediante un instrumento flexible). Así se comprueba si existen erosiones u otras
complicaciones de la enfermedad (estrechez, úlcera profunda o el llamado esófago de Barrett). En el
último caso, la mucosa del esófago cambia su apariencia, pareciéndose a mucosa intestinal. Esto es poco
frecuente, pero haría necesario vigilar periódicamente el esófago. Otras veces, se podría hacer una
pHmetría, exploración que permite medir el tiempo que su esófago permanece expuesto a los efectos
del ácido. Puede así confirmar que sus síntomas obedecen al reflujo y no a otra causa.

Elaborado por: CJCL.


Situación de salud 2 (Cirrosis hepática).
En un barrio de León, vive Manuel de 45 años, es casado, tiene 5 hijos, trabaja en una empresa como
contador; recientemente le diagnosticaron diabetes e hipertensión arterial, desde mucho tiempo tiene
problemas con su esposa que han repercutido en su familia, desde la adolescencia comenzó a ingerir
licor, siendo hospitalizado en muchas ocasiones por abstinencia alcohólica. En el interrogatorio
intencionado, el familiar refiere que el paciente ha tenido algunos episodios de hematemesis, melena y
rectorragia, así como pérdida de peso. Al examen físico, el paciente muestra una edad aparente mayor
a la cronológica, pigmentación ceniza de la piel, escleróticas ictéricas, telangiectasias en rostro,
hipertrofia parotídea bilateral, dilatación de la red venosa colateral en tórax y abdomen, y signo de la
"cabeza de medusa” en la región umbilical, abdomen globoso, suave y depresible. Su familia está
preocupada, ya que perdió el trabajo, y porque los médicos le dijeron que tiene ascitis y presenta
encefalopatía hepática.

¿Qué venas participan en la anastomosis esofágica, paraumbilical y rectal?

El sistema venoso porta y el sistema cava son independientes. El sistema porta drena hacia el hígado la
sangre venosa del tracto digestivo. El sistema cava asegura el retorno venoso hacia el corazón de toda
la circulación mayor. Sin embargo, en las proximidades del tubo digestivo y de las paredes abdominales,
existen vénulas que comunican ambos sistemas venosos, son las anastomosis portocavas, que pueden
adquirir un gran desarrollo cuando el sistema porta no permite el paso del intestino hacia el hígado o
atravesarlo, entonces derivan la sangre hacia el sistema cava.

Las anastomosis portocavas se producen a distintos niveles. Las más importantes son

Anastomosis esofágicas
En el esófago abdominal, la vena gástrica izquierda y las venas esofágicas inferiores (PORTAL) se
anastomosan con las tributarias inferiores de las venas esofágicas
que drenan en las venas ácigos y hemiácigos (SISTÉMICA). Dan origen a las várices esofágicas y
gástricas.

Anastomosis rectales
En el recto, las venas hemorroidales superiores (PORTAL) se anastomosan con las venas rectales
inferiores y medias drenando en las venas ilíacas internas y pudendas (SISTÉMICA).

Anastomosis paraumbilicales
En el ombligo, las venas paraumbilicales a amboslados del ligamento redondo del hígado, tributando a
la rama izquierda de la vena porta (PORTAL) se anastomosan con las tributarias periumbilicales de las
venas toracoepigástricas y de las venas epigástricas superficiales (SISTÉMICA). Permiten la aparición
de la “cabeza de medusa”.

Elaborado por: CJCL.


¿Qué venas podrían estar relacionadas con la hematemesis?

La hematemesis es la sangre visible en el vómito. La hematemesis indica que el sangrado proviene del
tubo digestivo superior, por lo general del esófago, el estómago o la primera parte del intestino delgado.
Cuando se vomita sangre, el vómito es de color rojo intenso si la hemorragia es activa y persistente. Por
el contrario, la sangre vomitada puede tener la apariencia café. Es el resultado de un sangrado que se ha
ralentizado o detenido, y la sangre tiene apariencia café porque ha sido parcialmente digerida por el
ácido gástrico. Por sangre procedente de una hemorragia del estómago, duodeno o del esófago
(hemorragia digestiva alta).

Las venas que podrían estar involucradas incluyen:

1. Venas esofágicas: Las venas esofágicas, especialmente las venas dilatadas o varicosas en la parte
inferior del esófago (varices esofágicas), pueden romperse debido a la presión aumentada en la vena
porta, como en el caso de la hipertensión portal.

2. Venas gástricas: Las venas gástricas también pueden ser una fuente de hemorragia si se erosionan o
se rompen debido a úlceras pépticas, gastritis erosiva o hipertensión portal.

3. Venas del fundus gástrico: Las venas del fundus gástrico, especialmente en el contexto de várices
gástricas, pueden ser otra fuente de hematemesis.

4. Venas del sistema porta: Problemas en el sistema portal, como la hipertensión portal, pueden llevar
a una mayor presión en las venas del tracto gastrointestinal superior, aumentando el riesgo de
hemorragia.

Las venas relacionadas con la hematemesis son aquellas que pueden romperse, erosionarse o estar
dilatadas debido a condiciones como la hipertensión portal, úlceras pépticas, gastritis erosiva o várices
esofágicas y gástricas. La identificación y el tratamiento de la causa subyacente son cruciales en el
manejo de la hematemesis.

Entre las causas del sangrado gastrointestinal superior, se incluyen las siguientes:

 Úlcera péptica. Esta es la causa más frecuente de sangrado del tracto gastrointestinal superior. Las
úlceras pépticas son llagas abiertas que aparecen en el revestimiento interno del estómago y la parte
superior del intestino delgado. El ácido estomacal, ya sea por una bacteria o por el consumo de
medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno o la aspirina, provoca daños en el recubrimiento,
lo que deriva en la formación de llagas.

 Desgarros en el recubrimiento del tubo que conecta la garganta con el estómago (esófago). Estos
desgarros, conocidos como desgarros de Mallory-Weiss, pueden sangrar mucho. Es común encontrarlos
en personas que consumen bebidas alcohólicas en exceso, lo que genera arcadas y vómitos.

 Venas dilatadas en el esófago, llamadas várices esofágicas. Esta es una afección que repercute
principalmente en las personas con una enfermedad hepática grave, la mayoría de las veces debido al
consumo excesivo de alcohol.

Elaborado por: CJCL.


 Gastropatía hipertensiva portal. Esta es una afección que repercute principalmente en las personas
con una enfermedad hepática grave, la mayoría de las veces debido al consumo excesivo de alcohol.

 Esofagitis. La causa más frecuente de esta inflamación del esófago es la enfermedad por reflujo
gastroesofágico.

 Vasos sanguíneos anormales. En ocasiones, los vasos sanguíneos anormales, las venas y las arterias
pequeñas pueden producir un sangrado.

 Hernia de hiato. Las hernias de hiato de gran tamaño pueden estar vinculadas a erosiones en el
estómago, lo que deriva en un sangrado.

 Tumores. Si bien esto no ocurre con frecuencia, el sangrado gastrointestinal puede ser producto de
tumores cancerosos o no cancerosos ubicados en la parte superior del tracto digestivo.

¿En qué cuadrantes se proyecta el hígado?

El hígado se localiza principalmente en el cuadrante superior derecho del abdomen, donde es protegido
por la caja torácica y el diafragma. El hígado normalmente se sitúa por debajo de las costillas 7.ª a 11.ª
del lado derecho y atraviesa la línea media hacia el
pezón izquierdo. Ocupa la mayor parte del
hipocondrio derecho y el epigastrio, y se extiende
hasta el hipocondrio izquierdo.

¿Cuáles son las dimensiones del hígado?


El hígado, el mayor órgano del cuerpo después de la
piel y la mayor glándula del organismo, pesa unos 1
500 g y supone un 2,5 % del peso corporal en el adulto.
Mide alrededor de 28 cm transversalmente, 16 cm en
sentido anteroposterior y 8 cm de espesor en la zona
más voluminosa de su lóbulo derecho.

¿Qué estructuras se relacionan anatómicamente con el hígado?

El hígado, debido a su ubicación en la cavidad abdominal, tiene varias estructuras anatómicas cercanas
y relaciones importantes. Algunas de estas estructuras incluyen:

1. Vesícula biliar: La vesícula biliar se encuentra debajo del hígado y está conectada a este a través del
conducto cístico. Juntos, el hígado y la vesícula biliar participan en la producción y almacenamiento de
la bilis, que es importante para la digestión de las grasas.

2. Estómago: El hígado está en contacto con el estómago a través del ligamento hepatogástrico, que
conecta la parte inferior del hígado con la curvatura menor del estómago.
Elaborado por: CJCL.
3. Duodeno: La primera parte del intestino delgado, el duodeno,
se encuentra en estrecha proximidad con el hígado. El conducto
biliar común, que lleva la bilis desde la vesícula biliar y el hígado
hacia el intestino delgado, se une al duodeno en la papila
duodenal mayor, que está cerca del hígado.

4. Colon: El colon transverso y el colon ascendente se


encuentran en relación con la parte inferior del hígado. Esta
proximidad puede ser relevante en ciertas condiciones médicas,
como la enfermedad hepática avanzada o la cirugía abdominal.

5. Diafragma: El hígado se apoya en el diafragma, que es el músculo respiratorio principal que separa
la cavidad torácica de la cavidad abdominal. El diafragma también ayuda a mantener la posición del
hígado y participa en la respiración.

¿Cuál es la estructura afectada causante de la ictericia?

La ictericia es una anomalía de coloración amarillenta de la piel y las mucosas causado por
hiperbilirrubinemia.

La bilirrubina es un producto de desecho de la hemoglobina, que es el contenido principal de los


glóbulos rojos. Esta bilirrubina es transformada en el hígado y transportada a través de la vía biliar al
intestino delgado y se elimina por las heces.

Por lo tanto, puede producirse ictericia cuando existe un aumento en el ritmo de destrucción de glóbulos
rojos (hemólisis), en las enfermedades hepáticas (tanto en las hepatitis agudas como en las hepatopatías
crónicas como la cirrosis) y en las enfermedades en las que se produce una obstrucción de la vía biliar
(las causas más frecuentes son cálculos biliares y tumores de la vía biliar o del páncreas).

La mayor parte de la bilirrubina se produce cuando la Hb se convierte en bilirrubina no conjugada (y


otras sustancias). La bilirrubina no conjugada se une con la albúmina en la sangre para su transporte al
hígado, donde es absorbida por los hepatocitos y se conjuga con ácido glucurónico para tornarse
hidrosoluble. La bilirrubina conjugada se excreta con la bilis hacia el duodeno. En el intestino, las
bacterias metabolizan la bilirrubina para sintetizar urobilinógeno. Parte de éste se elimina con las heces
y parte se reabsorbe, extraído por los hepatocitos, donde vuelve a procesarse y se excreta a través de la
bilis.

La hiperbilirrubinemia no conjugada se debe con mayor frecuencia a los siguientes elementos:

Incremento de la producción
Disminución de la absorción hepática
Disminución de la conjugación

La hiperbilirrubinemia conjugada se debe con mayor frecuencia a los siguientes elementos:

Elaborado por: CJCL.


Disfunción de los hepatocitos (disfunción hepatocelular)
Reducción de la velocidad de la salida de la bilis desde el hígado (colestasis intrahepática)
Obstrucción al flujo biliar extrahepático (colestasis extrahepática)

Cirrosis hepática.
La cirrosis es la deformación global de la estructura interna del hígado que tiene lugar cuando una gran
cantidad de tejido hepático normal es sustituido de forma permanente por tejido cicatricial no funcional.
El tejido cicatricial se desarrolla cuando el hígado está dañado de forma repetida o continua.

El hígado procesa muchas drogas y sustancias, toxinas y productos de desecho del cuerpo. Las
descompone en sustancias que son menos dañinas para el cuerpo y/o más fáciles de eliminar. El hígado
elimina las sustancias mediante su excreción en la bilis (un líquido digestivo amarillo verdoso que
producen las células del hígado). Cuando el hígado es menos capaz de procesar estas sustancias, se
acumulan en el torrente sanguíneo.

La bilirrubina es un importante producto de desecho del cuerpo que el hígado procesa y elimina. Si el
hígado no puede procesar la bilirrubina con la rapidez suficiente, esta se acumula en la sangre y se
deposita en la piel. El resultado es la aparición de ictericia.

En el interior del hígado, la bilis se desplaza por unos pequeños canales (vías biliares) que se unen para
formar conductos más grandes. Estos grandes conductos salen finalmente del hígado y se conectan a la
vesícula biliar (que almacena la bilis) o al intestino delgado. La bilis facilita la absorción de las grasas
en el intestino y transporta toxinas y productos de desecho hacia este, de manera que puedan ser
excretados en las heces. Cuando el tejido cicatricial obstruye el flujo de bilis a través de las vías biliares,
las grasas, incluyendo las vitaminas liposolubles (A, D, E y K), no se absorben tan bien. Además, se
eliminan del cuerpo menos toxinas y productos de desecho.

Una gran parte de la bilis (sales biliares) se reabsorbe en el torrente sanguíneo desde el intestino y vuelve
a circular hacia el hígado. El hígado extrae las sales biliares y las reutiliza. Sin embargo, en la cirrosis,
el hígado no extrae las sales biliares con normalidad. Como resultado, el hígado no puede producir tanta
bilis, lo que afecta a la digestión y a la eliminación de toxinas y productos de desecho y la absorción de
grasas y vitaminas liposolubles.

demás de interferir con la función hepática, el tejido cicatricial también puede obstruir el flujo de sangre
hacia el interior del hígado a través de la vena porta (que transporta la sangre desde los intestinos hasta
el hígado). El bloqueo conlleva un aumento de la presión sanguínea en la vena porta (hipertensión
portal). La hipertensión portal conduce a la hipertensión en las venas conectadas a la vena porta,
incluyendo las venas del estómago, el esófago, el bazo y el recto.

Algunas de las causas incluyen las siguientes:

- Consumo excesivo de alcohol a largo plazo.


- Hepatitis viral en curso (hepatitis B, C y D).
- Enfermedad por hígado graso no alcohólico, una afección en la que se acumula grasa en el hígado.
- Hemocromatosis, una afección que causa una acumulación de hierro en el cuerpo.

Elaborado por: CJCL.


- Hepatitis autoinmune, que es una enfermedad hepática causada por el sistema inmunitario del
cuerpo.
- Destrucción de los conductos biliares, causada por colangitis biliar primaria.
- Endurecimiento y cicatrices en los conductos biliares ocasionados por colangitis esclerosante
primaria.
- Enfermedad de Wilson, una afección en la que se acumula cobre en el hígado.
- Fibrosis quística.
- Mala formación de conductos biliares, una afección conocida como atresia biliar.

La cirrosis hepática puede causar una serie de


complicaciones graves, como hipertensión portal (presión
arterial elevada en el sistema venoso portal), ascitis
(acumulación de líquido en la cavidad abdominal),
encefalopatía hepática (deterioro mental debido a la
acumulación de toxinas en el cerebro), ictericia
(coloración amarillenta de la piel y los ojos debido a la
acumulación de bilirrubina), y aumento del riesgo de
cáncer de hígado.

Los síntomas de la cirrosis hepática pueden variar y


pueden incluir fatiga, debilidad, pérdida de apetito, pérdida
de peso, dolor abdominal, hinchazón en las piernas y el
abdomen, y cambios en el color de la piel y los ojos.

El "signo de cabeza de medusa" es un término utilizado en


medicina para describir un signo físico característico
asociado con la hipertensión portal. Este signo se refiere a la presencia de venas dilatadas y visibles en
la pared abdominal, que se asemejan a los tentáculos de una medusa. Estas venas dilatadas son
colaterales que se forman como resultado del aumento de la presión en la vena porta, que es la vena
principal que drena la sangre del tracto gastrointestinal hacia el hígado.

La hipertensión portal puede ocurrir debido a una variedad de condiciones, como la cirrosis hepática, la
trombosis de la vena porta, la enfermedad hepática alcohólica, la fibrosis hepática, y otras enfermedades
que afectan la circulación sanguínea en el hígado. Cuando la presión en la vena porta se eleva, se
desarrollan venas colaterales en el abdomen, incluidas las que se extienden desde la región umbilical
hacia la pared abdominal anterior, lo que crea este aspecto característico de "cabeza de medusa".

Elaborado por: CJCL.

También podría gustarte