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ENFERMERÍA EN SALUD MATERNO PERINATAL

PROLAPSO- CUIDADOS DE ENFERMERÍA


Asesora:

LIC. ISABEL ROMERO SIPIÓN

Estudiante:
COLCHON ALCANTARA KAREN

INTRODUCCIÓN

PROLAPSO UTERINO

 Definición

Es la caída o deslizamiento del útero desde su posición normal en la cavidad pélvica hacia
el canal vaginal. Se presenta con más frecuencia en la sexta y séptima décadas de vida
de la mujer, pero no es excepcional en mujeres en edad reproductiva.

La gravedad del prolapso uterino se define de la siguiente manera:

 Primer grado: el cuello uterino sobresale en la parte inferior de la vagina.


 Segundo grado: el cuello uterino sobresale más allá de la abertura vaginal.

 Tercer grado: la totalidad del útero sobresale más allá de la abertura vaginal.

 Factores de riesgo

 El avance de la edad
 Varios partos vaginales
 Posmenopausia
 Obesidad
 Esfuerzos provocados por tos crónica, estreñimiento, o por levantar objetos pesados

Normalmente, el útero es sostenido por los tejidos conectivos de la pelvis y por el músculo
pubococcígeo y se mantiene en su posición por medio de ligamentos especiales. El
debilitamiento de estos tejidos permite que el útero caiga dentro de la cavidad vaginal. La
causa más común de debilidad muscular es el trauma tisular que se sufre durante el
parto, especialmente con niños grandes o con trabajos de parto y nacimientos difíciles.

Se cree también que la pérdida del tono muscular y la relajación de los músculos, que se
asocian con el envejecimiento y la disminución de los niveles de estrógeno en las
mujeres, juegan un papel importante en el desarrollo del prolapso uterino. Sin embargo,
muy excepcionalmente, la caída del útero también se puede producir por un tumor
pélvico.

El prolapso uterino es más común en las mujeres que han tenido uno o más partos
vaginales y en las mujeres de raza blanca. Otras afecciones que se asocian con un
aumento en el riesgo de presentar problemas de los tejidos de sostén del útero abarcan la
obesidad y la tos o tensión crónicos. La obesidad ejerce tensión adicional en los músculos
de soporte de la pelvis, así como la tos excesiva producida por enfermedades pulmonares,
tales como la bronquitis crónica y el asma. El estreñimiento crónico y el esfuerzo asociado
con éste provocan debilidad en estos músculos.

 Manifestaciones clínicas

Las manifestaciones clínicas se presentan según el grado de prolapso, estas son:

1. Prolapso de primer grado: puede ser asintomático o producir solo sensación de peso
vaginal y dificultad en el coito.
2. Prolapso de segundo y tercer grado: el síntoma fundamental es el descenso, solo o
acompañado, del descenso herniario de la vejiga o el recto en la vulva que provoca
dolor o sensación de peso.

Los síntomas extragenitales son:

1. Urinarios: desde la incontinencia urinaria hasta dificultad en la micción. La retención


de orina se agrava cuando la mujer tose, levanta un objeto pesado o está de pie por
tiempo prolongado. La retención puede dar lugar a cistitis por la infección de la
orina que queda retenida en vejiga.

2. Rectales: constipación, hemorroides y molestias rectales.

3. Puede existir sangrado escaso por erosión del cuello uterino expuesto al exterior.

 Pruebas diagnosticas

Se hace un examen pélvico mientras la paciente está haciendo contracción, como si


estuviera tratando de expulsar un bebé. Esto le muestra al médico cuánto ha bajado el
útero.

 El prolapso uterino es leve cuando el cuello uterino baja hasta la parte inferior de
la vagina.
 El prolapso uterino es moderado cuando el cuello uterino baja por fuera de la
abertura vaginal.

El examen pélvico puede mostrar que la vejiga, la pared anterior de la vagina (cistocele) o
el recto y la pared posterior de la vagina (rectocele) están ingresando a la vagina. La uretra
y la vejiga también pueden estar más abajo en la pelvis de lo normal.

 Tratamiento

Un prolapso uterino se puede tratar con un pesario vaginal o con cirugía. Un pesario
vaginal es un objeto que se introduce en la vagina para sostener el útero en su lugar y se
puede utilizar como forma de tratamiento temporal o permanente. Los pesarios vaginales
se ajustan para cada mujer en forma individualizada.
Los pesarios pueden causar irritación y una secreción de olor anormal, por lo que
requieren de una limpieza periódica, que normalmente hace el médico.

En algunas mujeres, los pesarios rozan e irritan la mucosa vaginal, e incluso en ocasiones
la pueden desgastar y causar ulceraciones. Además, algunos tipos de pesarios pueden
interferir con la relación sexual normal limitando la profundidad de la penetración.

Si la mujer es obesa, se recomienda lograr y mantener un peso estable. Además, se debe


evitar hacer esfuerzos y levantar objetos pesados.

La mayoría de las cirugías se deben postergar hasta que los síntomas sean tan
significativos que pesen más que los riesgos. El método quirúrgico depende de:

 La edad y estado de salud general de la mujer


 El deseo de embarazos futuros
 La preservación de la función vaginal
 El grado del prolapso
 Afecciones asociadas Se realiza la histerectomía vaginal cuando sea necesaria y al
mismo tiempo se puede corregir quirúrgicamente cualquier debilitamiento de las
paredes vaginales, la uretra, la vejiga o el recto.

 Valoración
 Se realiza la entrevista donde se recogen los aspectos descritos en las
manifestaciones clínicas.
 En el examen físico:
 En el prolapso de primer grado el suelo pélvico está relajado, el útero retrodesviado,
el cuello muy bajo y hacia delante cerca del orificio vaginal o, al toser o pujar la
paciente, sobresalen el útero y las paredes vaginales.
 En el prolapso de segundo grado el cuello uterino se presenta en la vulva y
protruye al pujar la paciente y se acompaña de paredes vaginales y vejiga, se
puede observar erosiones o úlceras en el cuello.
 En el prolapso de tercer grado se observa un tumor casi tan grande como el puño
que sobresale de la vulva y queda colocado entre los muslos.

 Diagnóstico de enfermería

 Dolor agudo r/c agentes lesivos biológicos s/a descenso del útero a la vagina.

 Alteración de la eliminación urinaria r/c presión pélvica.

 Incontinencia urinaria de esfuerzo r/c presión pélvica s/a desplazamiento del útero a
la vagina.
 Alteración de los patrones de la sexualidad r/c molestias durante el coito.

 Estreñimiento r/c presión rectal.

 Temor r/c evolución de su enfermedad.

 Déficit de conocimientos r/c aspectos preoperatorios.

 Temor r/c Hospitalización y procedimiento hospitalario m/p nerviosismo, inquietud,


refiere: “me da un poco de temor”
 Ansiedad r/c Amenaza de cambio de estado de salud s/a intervención quirúrgica m/p
Inquietud, incertidumbre, paciente refiere: “estoy nerviosa por los resultados”

 Intervención
 Acciones de enfermería dependientes

El personal de enfermería debe realizar las acciones siguientes:

1. Tratamiento conservador:

a. En pacientes en que esté contraindicada la cirugía, se puede aplicar la reducción


del prolapso y su mantenimiento mediante pesarios de anillo de forma circular
que, introducidos en la vagina, sirven de sostén al útero.

2. Tratamiento medicamentoso:

a. Medicación preanestésica en caso de tratamiento quirúrgico.

3. Tratamiento quirúrgico:

a. Prolapso de primer y segundo grado: operación de Manchester (Operación que


consiste en la fijación de los ligamentos cardinales al cérvix; extirpación del cuello
uterino y colporrafia anterior).

b. Prolapso de tercer grado: histerectomía vaginal.

El tratamiento quirúrgico tiene como objetivo reconstruir el suelo perineal y restablecer la


posición anatómica de los órganos pelvianos.

 Acciones de enfermería independientes


Las acciones independientes son las siguientes:

1. Enseñar cómo retirar, limpiar y reinsertar el pesario.

2. Instar a la paciente a la realización de ejercicios perineales con vistas a reducir los


trastornos estructurales en la etapa posparto.

3. Orientar la realización de ejercicios del suelo pelviano, esto es contraer los músculos
para cortar la micción durante 10 s y relajarlos por 10 s, de 30 a 80 veces al día.
Con la realización de los ejercicios se fortalece y se mantiene el tono del músculo
pubococcígeo, el cual sostiene los órganos pélvicos.

4. Cuidados preoperatorios:

 Preparación psicológica encaminada a dar a conocer, antes de la cirugía, el


alcance de esta, las expectativas del período posoperatorio y el efecto en la
función sexual futura.

 Aplicación de enema evacuante.

 Colocación de bata.

 Retirar prótesis dentales o placas.

 Retirar joyas y esmalte de uñas.

 Enviar historia clínica completa al salón.

 Traslado a la sala prequirúrgica.

4. Cuidados posoperatorios:

 Instar a la paciente a que miccione en las horas que siguen, de lo contrario


pueden aparecer molestias; después de 6 h se procede al sondeo vesical si, la
paciente no ha orinado.

 Cuidados con la sonda vesical.

 Lavar perineo después de cada micción con solución salina tibia y buen
secado con torundas de algodón.
 Reposo en cama con la cabeza y las rodillas elevadas.

 Dieta líquida el primer día, después comenzar dieta normal.

5. Orientaciones para el hogar:

 Enseñar la forma correcta de cómo realizar el aseo de los genitales.

 Empleo correcto de laxantes para disminuir esfuerzos provocados por la


constipación.

 Realización de ejercicios perineales para recuperar el tono de los músculos


perineales y no interrumpirlos.

 Orientar no estar de pie largo tiempo y no cargar objetos pesados.

REFERENCIAS

 Dickason E, Lang B, Kaplan J. Enfermería Maternoinfantil. Madrid: Harcourt Brace,


1999.
 Prolapso Uterino. (Acceso el 12 de Enero del 2015). Disponible en:
https://es.scribd.com/doc/84021078/PROLAPSO-UTERINO
 Enfermería Ginecoobstétrica. (Acceso el 12 de Enero del 2015). Disponible en:
http://gsdl.bvs.sld.cu/cgi-bin/library?e=d-00000-00---off-0enfermeria--00-0----0-10-
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