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un acuerdo generalizado.
Que fecha aceptan las posturas mas conservadoras acerca de la llegada del hombre al
continente americano
Las posturas más conservadoras aceptan fechas entre 12 000 a 13 000 años a. C., esta posición
son mas discutidas en las academias norteamericanas;
El video Debates Sobre los Orígenes del Hombre Americano, te brinda una síntesis de las
últimas investigaciones realizadas en torno al poblamiento de América.
Cuando Colon “descubre” América en 1492, el problema pareció muy simple. Creyendo que
había llegado a las Indias Orientales,. Sin embargo, al quedar en evidencia que
verdaderamente se trataba de un “Nuevo Mundo”, empezaron a surgir las más dispares y
fantasiosas especulaciones; por ejemplo
surge la interrogante de que si todos los hombres tienen el mismo origen ¿de quienes
descienden los indios?, hacia esta interrogante, en 1573, Arias Montano plantea que los
hombres encontrados aquí en América, proceden de un descendiente de Sem, uno de los tres
hijos de Noe, haciendo alusión al diluvio universal, a esta respuesta se le conoce como Teoría
religiosa.
Pero también al antiguo Egipto se le consideró cuna de los primitivos habitantes de nuestro
continente, debido a que en ambas partes existió el culto solar y las construcciones
piramidales.
Junto a estas teorías, y otras, coexistía la idea de que los primeros pobladores de América
procedían de Asia, debido a la similitud de sus rasgos físicos y los de los mongoloides,
especialmente en el caso de los esquimales y aleutianos. Todos ellos habrían llegado hasta
aquí cruzando el Estrecho de Bering.
Por ello, y para refutar la teoría autoctonista formulada hacia 1890 por el argentino Florentino
Ameghino, que propugnaba una solución a la inversa para el debate sobre el origen del
hombre americano y de la humanidad en general, aparecen a la escena propuestas teóricas
como
las de Alex Hrdlicka (Teoría del Origen Unirracial: de origen Asiático, específicamente
Mongoles y llegaron por el Estrecho de Bering), y Paul Rivet (Teoría de los Cuatro Orígenes: de
origen Mongoles y Esquimales, Polinesios, Melanesios y Australianos; ambos sostuvieron
desde entonces la llegada del hombre a América por el Estrecho de Bering, en diversas
oleadas, dejando abierto la posibilidad de otras rutas.
Pero si es importante para poder entender los procesos culturales, es decir: sus sociedades, las
lenguas, sus dioses y sus relaciones mutuas, la vida cotidiana, el arte y la artesanía, la
concepción del mundo hasta antes de la llegada del contacto.
Tendrían que transcurrir todavía tres o cuatro milenios para que el hombre inicie en
Mesoamérica el proceso que culminaría en la agricultura, en torno al año 5000 a.C. Con todo,
el desarrollo cultural de los pueblos americanos,
hasta antes de la llegada de los europeos en en el siglo XV, no fue uniforme: tuvo
manifestaciones de gran florecimiento en lo que ahora es México, parte de Centro América,
Colombia y en la cadena de Los Andes.
Con el tiempo todo el continente americano fue poblado: desde Alaska hasta la Tierra del
Fuego, en el extremo meridional de América.
En esos tiempos, la Antártida fue la única masa continental que permaneció fuera del alcance
humano. Ulteriormente, el desarrollo de las culturas americanas se produjo sin influencias
externas: tras la población se han comprobado en América cerca de mil lenguas, puede afirmar
que si el hombre americano no es originario del continente, las culturas americanas sí lo
fueron.
el concepto de Cultura,
“El modo de vida de cada sociedad…la cultura identifica y caracteriza a cada sociedad o grupo
humano y, a su vez, la distingue de las demás” (Montenegro G.1994).
Este concepto nos conduce a una reflexión bien practica y de sentido común, nos indica que
cada sociedad tiene su propia cultura, no importa como de simple puede ser esa cultura,
en otras palabras no existen sociedades incultas ni siquiera individuos, todo lo que el hombre
hace y practica es cultura.
área cultural es
“Es el lugar o espacio geográfico donde varios grupos o culturas comparten rasgos o
características en común. Es decir características de tipo económico, social, político, religioso,
etc”.
Este concepto y la noción de área cultural siguen siendo utilizados hasta nuestros días por los
etnólogos y los arqueólogos en sus investigaciones, publicaciones y estudios sobre diversos
grupos humanos.
En este espacio geográfico de gran diversidad ambiental (clima, flora, fauna, etc.), se
desarrollaron diferentes sociedades organizadas como entidades políticas estatales que
mantenían relaciones entre
sí; sin embargo, entre estas sociedades no existía unidad lingüística, pues se hablaban una
diversidad de lenguas.
Dentro de esa estructura económica, son bastante conocidas las diversas prácticas agrícolas
sobre todo el cultivo del maíz, producto de capital importancia para el desarrollo
mesoamericano, este cultivo asociado al fríjol, la calabaza, el chile y el cacao (con fines
ceremoniales), fueron de vital importancia para el desarrollo de complejos sistemas de
gobierno, creencias religiosas, conocimiento científico y formas artísticas.
Cabe señalar que el complejo desarrollo mesoamericano se basó sobre la tecnología lítica, con
la obsidiana y el pedernal como materias primas básicas para instrumentos dedicados a la
caza, elaboración de alimentos, obtención de materias primas, guerra, etc.
Las diferentes regiones ecológicas proporcionaron diversos materiales como el cuarzo, jade,
arcilla, piedra volcánica; perecederos o biodegradables como la madera, fibras, resinas;
herramientas con las cuales pudieron realizar construcciones domesticas y/o edificaciones
monumentales, así como artesanías tanto como de uso domestico como suntuario.
Es evidente la interrelación existente entre la base agrícola de subsistencia con las practicas
rituales, que llevaron a la construcción temprana de estructuras piramidales, tempranos
exponentes del sistema de creencias religiosas politeístas. Esta apreciación se ve claramente
reflejada en la concepción de los espacios construidos como aéreas ceremoniales dentro de las
ciudades, que se perciben como cómo una expresión del cosmos. Dichas ciudades poseerán
edificaciones civiles y religiosas como templos, palacios, juegos de pelota y observatorios
astronómicos, estructurados en torno a grandes plazas y en ocasiones unidos por calzadas
internas.
Desde el punto de vista histórico, Mesoamérica también presenta su propia evolución cultural
con características propias de cada periodo,
•Establecimientos semipermanentes
o El uso de dos calendarios, uno solar de 365 días, y otro ritual de 260 días, y
combinaciones de ambos para formar un ciclo de 52 años.
Religión y Ritual
o Uso de papel y hule.
o Baño de vapor.
Tecnología
o Pulimento de la obsidiana.
o Aventador de cestería.
o Metales.
Arquitectura
o Pirámides escalonadas.
o Calzadas empedradas.
o Puentes colgantes.
o Hornos subterráneos.
o Guerra
o Trofeos de cabeza.
o Picas.
Agricultura
Parafernalia
Uso de pelo de conejo para decorar tejidos.
Corseletes de algodón.
Turbantes.
Sandalias con taloneras.
Vestidos guerreros completos de una pieza.
Bezotes, orejeras, collares, brazaletes, ajorcas, pectorales, frecuentemente fabricados con
metales preciosos.
(Características tomado de “Las grandes culturas de Mesoamérica”. Demetrio Sodi M. 1994)
En los altiplanos de Guatemala y Chiapas en México y a lo largo del litoral del Pacifico,
alrededor de 300 a.C., algunos poblados agrícolas se extendieron y se transformaron
gradualmente en centros ceremoniales, en ese contexto se han hallado los primeros
testimonios culturales mayas, en parte influidos por la herencia olmeca.
LA CULTURA MAYA
Sus principales ciudades son: Bonampak, TiKal, Palenque, Kalakmul, Tulum, Uxmal, Chichen
Itza, Copan y otros.
Su cronología va
entre el 2000 a. C al 1500 d. C. De estas Ciudades Mayas, Copan fue el único asentamiento
ubicado en lo que hoy es Honduras.
En los altiplanos de Guatemala y Chiapas en México y a lo largo del litoral del Pacifico,
alrededor de 300 a.C., algunos poblados agrícolas se extendieron y se transformaron
gradualmente en centros ceremoniales, en ese contexto se han hallado los primeros
testimonios culturales mayas, en parte influidos por la herencia olmeca.
Los sitios arqueológicos y las fuentes epigráficas muestran que el inicio del periodo clásico,
dotado alrededor del 250 d.C. corresponde al desarrollo de los centros ceremoniales mayas
surgidos siglos antes en las tierras bajas del clima tropical y el nacimiento de otros, que
alcanzaron el apogeo de su poder del alrededor 500 d.C., aun hoy es posible admirar, entre la
densa vegetación de la selva, que las ruinas que atestiguan el antiguo esplendor de Tikal y el
Caracol en Guatemala, Copán en Honduras, y Yaxchilan, Bonampak y Calakmul en México,
además de muchos otros.
Hasta hace unos treinta años, la historia y la vicisitudes de las ciudades mayas eran todavía del
todo desconocidas pero gracias al estudio y al complicado trabajo de descifrado de los textos
hallados en los diferentes monumentos ha sido posible abrir finalmente un hueco en el
misterio que rodea al pueblo maya y reconstruir, al menos en parte, su recorrido histórico.
Los primeros poblados agrícolas del preclásico superior, tras haberse desarrollado y
transformado en centros ceremoniales, adoptaron gradualmente
la estructura de autenticas ciudades: los centros rurales originarios agrupados alrededor de
los templos de piedra y de los edificios de representación se transformaron en autenticas
ciudades, con un entramado urbano basto y complejo.
En muchos casos los distritos de viviendas, subdivididos por amplios caminos pavimentados
con estuco, estaban edificados alrededor del núcleo central formado por la acrópolis, los
templos, los centros administrativos, las plazas, y los edificios de juego de pelota.
Alrededor de las ciudades rigieron subsistiendo los centros rurales donde se practicaba la
agricultura intensiva que constituía su principal recurso económico.
En el periodo clásico, la civilización maya se expandió en los territorios que corresponden a los
actuales estados de México, Guatemala, Balices, Honduras, y el Salvador. No se Trataba de un
imperio unitario, sino de muchas decenas de ciudades-estado, algunas reagrupadas entre sí en
confederaciones.
Según algunos investigadores, sobre la base de los últimos textos descifrados, es posible
afirmar que la mayor parte de las ciudades- estado estaban reagrupadas en dos alianzas, cuyas
cabezas visibles eran respectivamente Tikal y Calakmul estas alianzas eran probablemente de
tipo militar y estaban fundadas en el pago de tributos y en los matrimonios diplomáticos.
Cada ciudad estaba gobernada por un personaje que detentaba el poder absoluto, y era por lo
tanto jefe del ejercito, de la administración y probablemente de la clase sacerdotal. La
autoridad del gobernante maya encarnaba, a los ojos del pueblo, atributos y un carisma casi
divinos, al estilo de los faraones del antiguo Egipto.
Vivía en el lujo de la corte rodeada por una o más esposas, hijos, futuros herederos del trono, y
una corte de dignatarios, servidores, sacerdotes y artistas, como ceramistas, tejedores,
pintores y joyeros. Al rey pertenecían también naturalmente los esclavos, enemigos vencidos y
capturados en batalla.
Contrariamente a lo que se creía hasta hace algunos años, los textos han revelado que los
mayas no solían vivir en paz durante largos periodos: las ciudades-estado combatían a menudo
entre ellas, por rivalidades personales o para extender los límites territoriales de sus dominios.
En los periodos de paz, los monarcas, entre los cuales destacaban también las figuras de
algunas reinas, se dedicaban a acrecentar la suntuosidad de las cortes y de las ciudades;
dedicaban templos a los dioses, hacían erigir altares y estelas esculpidas con elegantes
bajorrelieves que, acompañados de textos, exaltaban su imagen; ampliaban los centros con
nuevas canchas para el Juego de Pelota y otros edificios.
Los mayas sobresalieron en el estudio de los astros, del calendario y de las matemáticas:
“inventaron” el símbolo del cero muchos siglos antes de que lo hicieran los científicos de la
India. Algunos libros pintados llamados “códices”, que han sobrevivido a la destrucción
inmediatamente posterior a la llegada de los conquistadores, ilustran por medio de imágenes y
grifos la sorprendente vastedad de los conocimientos mayas en el campo astronómico y
astrológico: los acontecimientos cotidianos, las guerras, las festividades y el culto a los dioses
estaban vinculados de un modo imprescindible al transcurrir del tiempo, que era calculado
sobre la base de los diversos ciclos de los calendarios, como el Calendario Ritual de 260 días, el
Civil de 365 días y la Cuenta Larga.
Los mayas elaboraron una forma de escritura propia, completa desde un punto de vista
gramatical y sintáctico, descifrada recientemente con respecto a tantas otras escrituras del
mundo antiguo.
Las divinidades principalmente veneradas eran las relaciones con la agricultura y a la fertilidad,
como el dios de la Lluvia, Chac, y el Dios del maíz; además tenía gran importancia el Dios del
sol, la Diosa de la luna y el sumo creador, Itzamná .
El esperador político y cultura de las ciudades mayas empezó a declinar alrededor del 900 d.
C., al principio del Periodo Posclásico. La mayor parte de los poderosos centros de las Tierras
Bajas fueron siendo abandonados poco a poco, a excepción de Seibal, en Guatemala.
A partir de esta época dejaron de erigirse estelas conmemorativas. Se han formulado un gran
número de hipótesis sobre las causas que provocaron la caída o, más exactamente, la
decadencia de la civilización maya; sin embargo, las respuestas todavía no son del todo claras y
satisfactorias.
Quizás fueron precisamente estas las condiciones que minaron para siempre las bases del
sistema político maya y provocaron su caída.
Sin embargo, mientras las Tierras Bajas iban siendo abandonadas, la civilización maya, no se
extinguió, por que florecieron nuevas ciudades en las regiones mexicanas de Yucatán. A partir
del 1000 d.C. se afirmo Chichen Itza, que se convirtió en una especie de “Capital” del último
baluarte del pueblo maya. El desarrollo de los centros yucatecos, sin embargo, no se produjo
espontáneamente, sino bajo el empuje militar y cultural de un pueblo llagado del norte: los
Toltecas.
Nadie pone en duda que la cultura maya, ha sido y es el tema más investigado y divulgado
mundialmente, hay millones de páginas escritas en diversos idiomas sobre esta cultura y
seguramente la cultura menos conocida por los hondureños, tanto en su contexto histórico
como por su legado a la cultura universal.
Este apartado esta básicamente apoyado en la publicación “Los Mayas Señores de la Creación.
Los orígenes de la realeza sagrada”, obra publicada por Virginia M. Fields y Dorie Reents-
Budet, apoyado por un equipo de arqueólogos, epigrafistas, historiadores del arte y lingüistas,
en el marco de la exposición itinerante organizada por el museo estadounidense Los Ángeles
Country Museum of Art y del cual tomamos específicamente lo que corresponde a Honduras.
La cronología de los Mayas de Copán va desde el 250 a. C al 900 d. C., en otras palabras,
cuando los españoles llegan a la actual Honduras en 1502, los mayas ya habían abandonado
Copán y probablemente se habían integrado a otras ciudades ubicadas en la actual Guatemala,
Belice y México, pero también cabe la hipótesis, que otro grupo se hayan quedado en el
territorio y se hayan integrado a los Chorties, de ahí que los sobrevivientes Chorties se hagan
llamar mayas-chorties.
Copán situado en el sureste de las tierras mayas fue uno de los centros más poderosos que
llegó a constituirse en una ciudad estado, con una sociedad socialmente estratificada en
diversos grupos sociales desde: gobernantes, sacerdotes y nobles que constituían la clase alta,
más un grupo intermedio que lo conformaban comerciantes, guerreros, arquitectos y
artesanos, por ultimo en la base de la pirámide social se encontraban los agricultores y
sirvientes, que son a quienes se les debe ese legado artístico representado en templos,
construcciones piramidales, campos de pelota, estelas y altares, finos trabajos en jade y
obsidiana, todo ello con fines políticos, religiosos y económicos.
El primer informe sobre Copan fue escrito en 1576. Diego García de Palacios informa a el Rey
que una imperiosa cultura se había desarrollado en un lugar que los nativos llamaban Copan.
En 1891 el presidente Luis Bográn firma un convenio con la Universidad de Harvard para
excavar y restaurar las ruinas y llevarse la mitad de los objetos encontrados.
Es hasta 1920 que Silvanus Morley registra y analiza los textos jeroglíficos en orden
cronológico. Para la década de los 80, Copán se convierte en un sitio de intensas
investigaciones.
LOS MAYAS TIENEN UN MERITO SOBRE CUALQUIER OTRA CULTURA DEL MUNDO, ESTA ES EL
CONOCIMIENTO Y APLICACIÓN DE CERO, el cual lo encontramos registrado en monumentos de
piedra, pintados en vasijas de cerámica.
El juego a la pelota
Estos murales contienen una estatua de una guacamaya en el centro, que por el color rojo de
su plumaje parece haber representado el sol naciente para los antiguos mayas.
Altar Q
Los estudios realizados en el Altar Q, han demostrado la existencia de una dinastía que
gobernó Copan desde el 426 al 810 a. C, en los cuatro costados pueden observarse los 16
gobernantes, a quienes se les atribuye que durante la gestión de cada uno de ellos se debe esa
riqueza en patrimonio cultural que hoy poseemos y que es el sitio por el cual nos conocen
mundialmente. Desde su fundador Yax K'uk' Mo‘, quien gobernó desde 426 al 437, hasta Yax-
Pax quien gobernó desde el 763 al 810 a. C., las hipótesis sobre la caída de esta dinastía se le
atribuyen a problemas de crecimiento demográfico, intensificación y extensificacion de la
agricultura y degradación ambiental como consecuencia de la técnica de tala, roza y quema,
utilizada en la agricultura, técnica esta que nuestros campesinos la siguen practicando.
Los Mayas-Chorties
Los Chortí era el cacicazgo sobre el cual los mayas implantaron su alta cultura, se ha considera-
do que el fundador de la dinastía maya se casó con la hija del cacique de la población chortí
que ahí existía, para facilitar el proceso de dominación, a esta princesa co-fundadora de la
dinastía podría pertenecer el rico enterramiento recientemente encontrado en los niveles
iniciales de la acrópolis de Copán. Cuando los mayas emigraron, la población chortí decayó y su
tendencia fue la de desplazarse hacia Guatemala.
Hoy Los Chortís habitan en los departamentos de Copán y Ocotepeque, aunque la mayoría de
este pueblo étnico se encuentra en Guatemala. Los Chortís habitan en aldeas y caseríos con un
patrón de asentamiento semidisperso y con una actividad económica centrada alrededor de
una agricultura de subsistencia, complementada con la venta de artesanías y el trabajo
estacional como asalariados agrícolas que realizan en las fincas de café.
El desuso de la lengua Chortí tiene relación con la discriminación cultural y educativa de la cual
ha sido víctima esta población, la cual se incrementa a partir de su participación en las cortas
de café y tabaco; asimismo, es reforzado por los vínculos necesarios que mantienen y
desarrollan con el mercado controlado por mestizos.
LOS LENCAS
Fueron el grupo más extendido y más numeroso. Abarcaron los actuales departamentos de
Intibucá, Lempira, La Paz, parte de Santa Bárbara, Comayagua y Francisco Morazán, su
poblamiento en el territorio era muy antiguo.
Las comunidades lencas guerreaban frecuentemente entre ellas mismas, pero bajo el liderazgo
de su cacique Lempira, se unificaron contra la penetración de los conquistadores Españoles.
Esta resistencia, a pesar de la muerte de Lempira, permitió que los españoles les concedieran
el derecho a mantener sus tierras de labranza. Fue el grupo indígena con el mayor número de
pueblos durante la época colonial.
Hoy los Lencas luchan por el fortalecimiento de su identidad cultural, es una meta de mucho
peso que implica la recuperación de sus costumbres indígenas, la revitalización de las
tradiciones, el desarrollo de la autoestima individual y colectiva son parte de su identidad
colectiva.
Entre otras cosas se busca la recuperación de los conocimientos sobre la lengua lenca y de los
conocimientos sobre medicina tradicional para establecer servicios locales de salud a bajo cos-
to. Igualmente, se estima necesario crear conciencia a nivel nacional de la existencia del
pueblo lenca, las estimaciones censales son una de las estrategias para lograrlo.
LOS CHOROTEGAS
Poco se conoce de estos habitantes de la zona sur.
Se presume que bajaron desde el Norte, por los siglos XI y XII desplazando pueblos que ya
estaban asentados y que se abrieron paso hasta Nicoya, en Costa Rica.
Se les considera un grupo fuertemente mejicanizado que quizás practicaba sacrificios humanos
en mucha mayor proporción que cualquier otro grupo de estos territorios.
Fueron conducidos, masivamente, por los conquistadores a trabajar en las faenas de acarreo
de mercancías a través del istmo de Panamá y eso precipitó su extinción.
LOS TOLUPANES
Los tolupanes fueron los habitantes de la Costa Norte,
desde el valle de Sula hasta Trujillo y hacia el lago de Yojoa. Su lengua es el tol, de procedencia
mesoamericana. Fueron vecinos de los mayas y de los lencas.
Lugares como Puerto Escondido y Cerro Palenque se vinculan a estos distinguidos artesanos y
cultivadores.
Algunas “tribus” tolupanes son menos ricas que otras en elementos culturales indígenas, pero
se ha tornado conciencia sobre el hecho que es la cultura el estandarte que identifica y hace a
un pueblo diferente de otros.