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Prof.

Dolores Canuto
1er Año. FINES. UNIDAD 47
HISTORIA Y GEOGRAFÍA

Unidad temática 2: El encuentro de dos mundos

EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS Y ÉPOCA COLONIAL

El desarrollo de la navegación, la necesidad de encontrar otra ruta comercial hacia la India y


el interés por lograr una expansión territorial y religiosa con fines comerciales y económicos
fueron algunos de los antecedentes que llevaron a España a adentrase en el océano a
través de rutas inexploradas con la promesa de obtener grandiosas ganancias.
Esto llevó a que en 1492 el navegante genovés Cristóbal Colón partiera de Europa con tres
barcos y una tripulación conformada por cerca de un centenar de hombres en busca de la
India. Este viaje se realizó con la inversión económica de Isabel de Castilla, algunos
integrantes de la nobleza, comerciantes y magnates.
De esta manera, el 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón llegó a lo que hoy conocemos
como América al encontrarse con las Antillas y desembarcar en la isla de Guanahaní,
misma que bautizó con el nombre de San Salvador (posteriormente arribó a los actuales
territorios de Santo Domingo y Cuba).
Este episodio de la historia es comúnmente conocido como el “descubrimiento de América”,
así se ha enseñado en las escuelas de Hispanoamérica durante décadas. Incluso hacia el
siglo XX la fecha comenzó a institucionalizarse convirtiéndose en un intento de
reivindicación que enaltecía los valores nacionalistas y exponía una especie de orgullo
centrado en el mestizaje, a la vez que suponía que el origen de la magnanimidad y civilidad
nacional se encontraba en la raíz europea u occidental que daba cabida a ese mestizaje.
El Día del Descubrimiento y la Raza, el Día de la Raza y la Hispanidad, el Día de la Raza y
el Día de la Fiesta Nacional son algunos nombres con los que comenzó a conmemorarse de
manera oficial esta fecha en España, Colombia, Costa Rica, Argentina, México y otros
países de habla hispana.
No obstante, el término “descubrimiento de América” ha sido puesto en cuestión por
múltiples investigadores e historiadores que encuentran en la denominación una grave
problemática, pues reduce, simplifica o invisibiliza la complejidad de las relaciones sociales
y de poder que surgieron con la venida de los españoles conquistadores; al mismo tiempo
que suprime la validez y existencia de una historia, un territorio y una civilización previas a
su llegada.
“Los indígenas del continente que habían permanecido desconocidos para los europeos,
sólo entran en escena cuando ocurre que ‘son descubiertos’, ‘son conquistados’, ‘son
cristianizados’ y son ‘colonizados’”, señala Miguel León-Portilla en su texto Encuentro de
dos mundos. Además, agrega: “El desconocimiento y desdén de no pocos de los europeos
respecto de las trayectorias culturales de los pueblos nativos del Nuevo Mundo se vio luego
acompañado de su desinterés por la historia de las colonias que allí se implantaron y de las
naciones que más tarde alcanzaron la independencia”.
En Visión de los vencidos (1959), Miguel León-Portilla incluye una expresión que ofrece una
perspectiva que invita a la reflexión sobre la forma en la que se narra y se explica este
momento de la historia. Se trata del término “encuentro de dos mundos”. A través de él
pone de manifiesto que a raíz de la llegada de los españoles a lo que hoy nombramos
América se dio cabida a un proceso que tuvo como resultado “la fusión de pueblos y
culturas”, así como “intercambios de todas clases”; precisamente, por medio de la idea del
“encuentro de dos mundos” se adopta una postura que toma en cuenta a todos los
participantes de dicho proceso: tanto a los pobladores indígenas como a los africanos
llevados a estas tierras y a los conquistadores españoles. Asimismo, otro sentido se halla
en dicha expresión, pues “encuentro” también hace alusión o guarda relación con el “contra”
y tiene como significado “choque”, “enfrentamiento” y “lucha”, lo cual hace referencia a la
invasión, sometimiento, explotación y asesinato de indígenas, así como la resistencia de
dichos pobladores.

Las culturas precolombinas fueron las que habitaron en el continente americano hasta
que tuvo lugar la invasión europea con la llegada de Cristóbal Colón el 12 de octubre de
1492, quien estableció la primera colonia española en América.
Colón había llegado a las islas de los actuales territorios de Cuba, Haití y República
Dominicana, pero pensaba que había desembarcado en la India del Viejo Mundo. Por eso,
cuando se encontró con los nativos los llamó “indios”.

Fueron varias las culturas que habitaron en la América precolombina y las más destacadas
fueron las que lograron convertirse en civilizaciones, como la azteca, la maya y la inca. Las
dos primeras se extendieron en la región de Mesoamérica que comprende los actuales
territorios de México y Guatemala.

Las civilizaciones precolombinas se destacaron por su nivel de evolución en sociedades


organizadas bajo el dominio de imperios, con grandes monumentos, templos y viviendas.
Se caracterizaron por emplear un sistema político, económico, religioso y social, además de
tener sofisticados conocimientos en astronomía, arquitectura, matemática y agricultura.

El término “precolombino” resulta ambiguo: por un lado, se refiere a los pueblos indígenas
de América sin hacer referencia a la diversidad de culturas sofisticadas y, por otro lado,
invoca a un solo explorador europeo en particular.

Los pueblos originarios de América alcanzaron su esplendor antes y tiempo después de la


llegada de los invasores europeos. Por esa razón, además de “precolombinas” suelen
emplearse términos como: civilizaciones prehispánicas, precortesianas o América antigua.

Características de las culturas precolombinas


Las culturas precolombinas fueron diversas, sin embargo, tuvieron las siguientes
características en común:
● Conocimientos en agricultura. La práctica y la evolución en las técnicas de
agricultura alrededor del 1500 a. C. permitieron que los pueblos nómades
adquirieran una vida sedentaria. Así lograron conformarse en sociedades más
complejas.
● Régimen político centralizado. Cada población tenía su propia organización política
conformada en una ciudad-estado con un líder o rey gobernante cuyo cargo era
asumido por el linaje de sangre.
● Sistema económico. El desarrollo de la agricultura permitió abastecer a la ciudad y,
además, comercializar con las poblaciones vecinas. El sistema de comercio impulsó
el crecimiento de las principales ciudades, que luego incorporaron al comercio las
artesanías y los productos de la caza y de la recolección.
● Sistema de clases sociales. El rey, junto a la nobleza y el sacerdocio, conformaban
una minoría que tenía el poder y gobernaba a un pueblo conformado por plebeyos,
campesinos y esclavos, que eran la mayoría de la población.
● Culto a los dioses. Las creencias religiosas eran diferentes entre una cultura y otra,
pero todas coincidían en ser politeístas, es decir, que adoraban a varios dioses. Eran
comunes las prácticas de rituales y de sacrificios para satisfacer a los dioses que
controlaban diversos fenómenos de la naturaleza, como las lluvias y las cosechas.
● Conocimientos en arquitectura. La organización en sociedad evolucionó de manera
acelerada hasta la construcción de ciudades capitales con grandes pirámides y
edificios religiosos. Los primeros avances arquitectónicos se evidenciaron en la
región de la costa sur del Golfo de México.
● Juego de pelota. Fue un ritual que practicaban los olmecas y que perduró hasta los
aztecas. Consistía en un juego conformado por dos equipos y una pelota de goma
dura y pesada que debían embocar en un aro.

Las principales culturas precolombinas fueron:


Los olmecas. Conformaron la primera gran civilización entre el 1500 a. C. y el 300 d. C. Se
destacaron por la construcción de las colosales cabezas talladas en piedra, el calendario y
por establecer los primeros indicios de un sistema de escritura. Se establecieron,
principalmente, en la costa del Golfo de México, en la parte baja de los actuales territorios
de Veracruz y Tabasco.
Los aztecas o mexicas. Se destacaron por la construcción de grandes palacios, templos y
mercados. A través de alianzas militares y enfrentamientos lograron expandir su territorio y
poder, hasta la culminación de su imperio luego de la muerte del cacique Moctezuma II. El
gobierno debilitado tornó vulnerable a la civilización que fue sometida por el español Hernán
Cortés en 1521. Se establecieron en la parte sur del actual territorio de México.
Los mayas. Se destacaron por alcanzar grandes conocimientos de matemática, astronomía
y escritura. Se estima que permanecieron como cultura consolidada entre el 300 a. C. y el
900 d. C. y alcanzaron su máximo esplendor alrededor del 600 d. C. Se establecieron en la
península de Yucatán, México, y en las selvas del Petén, Guatemala.
Los incas. Se destacaron por sus amplios conocimientos militares y bélicos, que les
permitieron convertirse en la civilización de mayor extensión territorial de América. Fue la
última de las grandes civilizaciones precolombinas, hasta su invasión en 1532 por parte de
los españoles. Se establecieron en la parte occidental de América del Sur sobre la cadena
montañosa de los Andes, en los actuales territorios de Ecuador, Perú, Bolivia, norte de
Argentina y Chile.

Organización política precolombina


Según las principales culturas precolombinas la organización política y social se organizó de
la siguiente manera:

Aztecas. Se basaron en un sistema de gobierno monárquico, aunque no se transmitía


mediante linaje de sangre, sino que el cargo era designado por un consejo supremo
representado por la nobleza, que comprendía una minoría de la población. Se destacaron
por un gran despliegue militar que les permitía conquistar más territorios y ejercer poder
sobre los campesinos, plebeyos y esclavos, es decir, sobre la mayoría de la población.
Se caracterizó por la unidad política entre sus tres principales ciudades: Tenochtitlan,
Texcoco y Tlacopan, conocidas como “la triple alianza”.
Mayas. Se basaron en un sistema de gobierno monárquico y teocrático, es decir, que
estaba centrado en Dios, por lo que los sacerdotes formaban parte de la nobleza
gobernante, junto al rey que asumía el cargo por herencia o linaje de sangre. Su
organización social estaba organizada en varios estados independientes, con sus propios
gobernantes, que debían respetar la palabra del rey.
Incas. Se basaron en una monarquía absolutista y teocrática en la que el rey representaba
al hijo del dios sol y la nobleza concentraba el poder militar, civil y religioso.
ntre las principales obras arquitectónicas de las grandes culturas precolombinas se
destacan:

Entre los principales aportes de las culturas precolombinas se destacan:


El calendario. Los olmecas crearon el primer calendario que constaba de 260 días. Luego
fue perfeccionado por otras culturas, en especial, por los mayas.
El sistema de escritura. Los olmecas establecieron las bases de futuros sistemas de
escrituras que desarrollaron los pueblos sucesores.
La arquitectura. Las pirámides y la construcción de templos resultaron construcciones sin
precedentes en la historia de la humanidad y fueron un símbolo representativo de las
grandes civilizaciones precolombinas.
Las ciencias. Los mayas alcanzaron amplios conocimientos de matemática, como el
sistema vigesimal, y de astronomía con las mejoras en el calendario solar.
La medicina. Los aztecas alcanzaron amplios conocimientos sobre los atributos
medicinales de las plantas y sus extractos, además de que estudiaron el cuerpo humano.
Eso les permitió sanar diversas enfermedades.

Arte precolombino
El arte precolombino resultó variado, en parte, debido a los diversos materiales y
herramientas que disponían del entorno, según las regiones en las que vivían las diferentes
culturas. Lo que tiene en común el arte de las culturas precolombinas es la representación
de la naturaleza y la veneración a los dioses.
Se caracterizó por las figuras hechas en arcilla terracota que solían representar a mujeres y
aludían a los ritos de la fertilidad. Esas figuras, entre otras, también eran plasmadas en
templos y pirámides. Además, solían representar imágenes bélicas y de sacrificios ante los
dioses.
Desarrollaron habilidades para trabajar metales, como el oro, esculturas talladas en piedra,
como las colosales cabezas olmecas, o estatuas de humanos posados sobre animales.
Además, confeccionaban utensilios como mesas para moler granos, recipientes y vasijas de
cerámica y objetos en alfarería.
Los murales pintados en el interior de los templos fueron unas de las obras más importantes
de la cultura precolombina, que se caracterizaron por el uso de colores sobrios y de colores
brillantes para resaltar las joyas, accesorios y demás objetos de metal.

En los primeros años de la conquista, España buscó organizar las colonias. Se fundaron
dos Virreinatos: La Nueva España que abarca América Central, Las Antillas y la costa
septentrional de Venezuela y el Virreinato de Perú que abarcan Sur América hasta Panamá.
Luego se conforman otros dos virreinatos; el de Nueva Granada con sede en Santa Fe de
Bogotá y el Río de la Plata en Argentina. Años antes se habían fundado las llamadas
Capitanías Generales que dependían indirectamente de los virreinatos, ya que en ocasiones
era el mismo rey quien atendía sus solicitudes. Se creó el llamado Consejo de Indias dentro
del cual se llevan a cabo Audiencias de los Confines y de alguna forma preservar los
derechos de los indígenas.

La cultura colonial fue una copia de la cultura española. América recrea los modelos y
estilos utilizados en España.

LA SOCIEDAD COLONIAL transmite leyes, costumbres y la religión (católica) la cual


constituye la base y el sentido de las nuevas colonias. Así como la transmisión de las
condiciones de trabajo, técnicas para mejorar los cultivos, el ganado y los frutos de la tierra.
También se establecieron los impuestos a los colonos. Se fundaron seminarios y
universidades, cuatro eran las disciplinas que se enseñaban en las universidades durante la
colonia: Derecho, Medicina, Teología y Artes. La función universitaria colonial tuvo como fin
influir en la formación humanística y científica de las clases dirigentes, en los grupos de
poder y de gran influencia social. La primera universidad del continente fue fundada en
Santo Domingo en 1538. Luego le siguió la de Nueva España en 1551. Ese mismo año se
funda también la Universidad de San Marcos, en el virreinato de Lima. En 1621 se funda la
Universidad de Córdoba y en el año 1676 se funda la Universidad de San Carlos de
Guatemala. La universidad colonial enalteció la razón humana y trató de cambiar viejos y
primitivos modelos por medio de la enseñanza académica. Gracias a las universidades
varias colonias introdujeron la imprenta y se imprimieron muchos textos enriqueciendo la
bibliografía americana. También se imprimieron periódicos y obras de autores coloniales.

A continuación abordaremos el estudio de la organización territorial del mundo. Para


hacerlo, comenzaremos por definir algunos conceptos y analizar el complejo sistema de
interrelaciones económicas, sociales, políticas, culturales y naturales que cambian
constantemente.
En la actualidad, las relaciones políticas y socioeconómicas a escala planetaria son cada
vez más complejas. Por este motivo, el análisis espacial debe considerar los elementos del
paisaje natural (como el relieve, el clima o la hidrografía), y también contemplar los
procesos políticos, sociales y económicos que dan origen y transforman, de manera
interrelacionada, el espacio en el cual se manifiestan.
De esta forma, el espacio geográfico no es un espacio “dado”, un escenario inmóvil, sino
que cambia a lo largo del tiempo, ya que es creado y transformado a través de las acciones
humanas, que muchas veces resultan conflictivas.
Desde hace siglos, los mapas que representan Estados, límites, asociaciones de países y
naciones sin Estado se modifican permanentemente. Estos cambios se aceleraron a lo largo
del siglo XX y el comienzo del XXI, ya que se trata de un período atravesado por
numerosos conflictos de alcances cada vez mayores.
A partir de esta mirada, vamos a comprender y estudiar la Geografía mundial entendiendo
al espacio mundial como un espacio social, que se modifica constantemente.
ESTADOS, TERRITORIOS Y NACIONES
Si el espacio geográfico es la expresión de la relación entre la sociedad y el ambiente, el
territorio es la puesta en valor de dicho espacio, en el que hay un ejercicio efectivo del
poder político. En este sentido, puede haber múltiples territorios: municipal, provincial,
nacional o regional (como en el caso del Mercosur o de la Unión Europea). En estos casos,
estamos considerando los territorios desde un punto de vista institucional, jurídico y político.
Existen también otras dimensiones que pueden incluirse para definir un territorio, que
refieren a cuestiones de identidad, pertenencia, vivencias y experiencias comunes. A su
vez, el Estado es la organización o estructura política y administrativa que ejerce su
dominio sobre un territorio y su población. De esto se desprende que Estado y territorio son
dos conceptos estrechamente relacionados.

Otro concepto fuertemente vinculado a los de Estado y territorio es el de nación. En la


actualidad, se discute el concepto de nación como un “conjunto social homogéneo en
cuanto a valores e intereses comunes –identidad– que habita un territorio nacional”, puesto
que dentro de los límites territoriales de un Estado nacio nal pueden coexistir –y de hecho
coexisten– diferentes naciones; tal es el caso de los vascos, catalanes, andaluces y
gallegos en España. Incluso hay naciones que no tienen un territorio nacional definido,
como ocurre con el pueblo kurdo, distribuido entre los territorios de Siria, Irán, Irak y
Turquía, en el denominado “Kurdistán”.
Los Estados nacionales (países) que poseen en general poblaciones muy heterogéneas,
producto de mestizajes y de migraciones e incluso de anexiones o uniones territoriales, a lo
largo de su historia crean y difunden símbolos de pertenencia que buscan homogeneizar e
integrar esas diferentes culturas en una sola nación. Vemos así cómo los Estados
nacionales y sus respectivos territorios son el resultado de diversos procesos de
construcción histórica. Esto significa que tanto el Estado como la nación y el territorio son
producto de la interacción de fuerzas políticas, sociales, económicas e ideológico-culturales
que se modifican a lo largo del tiempo.
En síntesis: los Estados, para ser considerados como tales, deben poseer un territorio
definido por límites precisos sobre el que ejerzan soberanía legítima, una sociedad (una
nación o naciones), un gobierno y el reconocimiento de la comunidad internacional.
Los cambios políticos, sociales, económicos y culturales a lo largo del tiempo también
llevan a la modificación de los límites territoriales de los Estados, a través de diferentes
mecanismos. Entre ellos, podemos mencionar los acuerdos, tratados, los arbitrajes
externos o las guerras. Muchas veces, como resultado de subdivisiones y unificaciones
territoriales, incluso llegan a crearse nuevos Estados o a desaparecer otros.

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