Luces de Bohemia es una obra teatral de genero comedia y esperpento de Ramón del Valle
Inclán escrita en el año 1920 y representada por primera vez 1970
en el Teatro Principal de Valencia Pertenece a los principios del siglo XIX, época marcada por el reinado de Carlos III(1759-1788) y las reformas del despotismo ilustrado que introdujo en España, el reinado de Carlos IV (1788-1808) y el enfrentamiento continuo entre tradicionalistas e ilustrados “afrancesados”, a los que pertenecía Moratín. La obra forma parte del movimiento literario Esperpento, siendo resultado de un cambio gradual desde su literatura en un principio modernista hacia esta deformación y distorsión exagerada con intención crítica de la sociedad y del Madrid de su tiempo, basado de en una fuerte crítica social que realiza sobre la España de los años 1920, a través de los personajes de la obra, la cual es una España degradada, desconsiderada con el pueblo llano y llena de corrupción. El teatro, género de mayor importancia social en esta época, destacó por su finalidad didáctica, el cumplimiento de las tres unidades (lugar, tiempo y acción), la división en 15 escenas, el planteamiento verosímil y la intervención de pocos personajes. , y se representó no solo en Madrid, sino también en otros lugares de España y Europa, algo inusual por entonces. Este éxito se debió, principalmente, al tratamiento de un tema tabú de la época: la historia gira en torno a Max Estrella acompañado de Don Latino, un ‘hiperbólico andaluz, poeta de odas y madrigales’ ya anciano y ciego, acompañado por su “amigo” un ‘hombre interesado’. La obra narra las últimas horas de la vida de Max Estrella, que gozó en algún momento de cierto reconocimiento. En su peregrinaje por un Madrid oscuro, turbio, marginal y sórdido, le acompaña su amigo y le dan la réplica algunos otros personajes de la bohemia madrileña de la época. En sus diálogos se vierten de forma magistral críticas a la cultura oficialista y a la situación social y política de una España condenada a no reconocer a sus próceres. Tras múltiples vicisitudes, la obra acaba con la muerte de Max Estrella y se prolonga con su velatorio. El drama se cierra con un borracho que grita: "¡Cráneo previlegiado!", expresión que se repite a lo largo de la historia y que resume el enfoque esperpéntico de la misma. A partir de la figura de Max Estrella trasciende la anécdota del fracaso y la muerte de un escritor venido a menos. La obra se convierte en una parábola trágica y grotesca de la imposibilidad de vivir en un país deforme, injusto y opresivo, tiene un carácter critico y desmoralizador y, está escrita con un lenguaje llano y natural muy diferente al teatro Neoclásico. Aunque fue criticada y prohibida durante un tiempo, su influencia perdura hasta la actualidad, pues es una obra que continúa representándose y que refleja un tema que, a pesar del paso de los siglos, sigue siendo un grave problema en algunas partes del mundo.