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º de Bachillerato Patricia Martín


Lengua Castellana y Literatura 2022-2023

3. EL TEATRO HASTA 1936


La literatura de finales del siglo XIX y principios del XX nace en un contexto marcado por el desastre del 98
(España pierde sus últimas colonias –Cuba, Puerto Rico y Filipinas–), la deslegitimación del sistema político de
la Restauración, la creciente conflictividad, el auge del anarquismo, revueltas en Europa y tensiones que
acabarían en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Todo ello deriva en un pensamiento regeneracionista de
signo antiburgués, de rebeldía frente al mundo y rechazo contra el pasado y en el que se imponen el
irracionalismo, el subjetivismo, el individualismo, el pesimismo, el antipositivismo, la intuición o el culto a la
belleza como forma de protesta, retomando así algunos principios románticos. Más adelante, la literatura
española será influenciada por la crisis del sistema liberal, la dictadura de Primo de Rivera (1923), la Segunda
República, el Golpe de Estado de 1936 del general Franco, la Guerra Civil española y la dictadura.

En las primeras décadas del siglo XX se dan dos hechos importantes en el ámbito teatral: el estreno de una
gran cantidad de obras y la coexistencia de varias generaciones de dramaturgos (realistas, noventayochistas y
de la Generación del 27). Además, el teatro de la época se organiza en dos vertientes: el teatro comercial y
el teatro renovador o anticomercial.

Por un lado, el teatro comercial se caracteriza por crear obras convencionales de visión folclórica o acrítica y
que responden a los gustos del público, de los empresarios y de los actores en torno a los que se organizaban
grandes compañías como la de María Guerrero. En él, encontramos tendencias y autores: las comedias y
melodramas rurales de Jacinto Benavente; el teatro poético (dramas históricos en verso) de Marquina y
Villaespesa; y el teatro cómico, como la tragicomedia de Arniches, el astracán de Pedro Muñoz Seca, las
comedias de los hermanos Álvarez Quintero y los sainetes de Arniches y los Quintero. Destacan las obras de
los autores más representativos: La señorita de Trevélez, de Carlos Arniches, o Los intereses creados, de
Jacinto Benavente. Benavente (1866-1954), quien recibió el Premio Nobel de Literatura en 1922, cultivó un
teatro acorde con los gustos públicos de la época y definió el teatro como un instrumento de evasión y de
ilusión. Su obra más destacable es la farsa Los intereses creados (1907), en la que el autor recrea los
personajes de la commedia dell’arte italiana y que trata de dos pícaros, Leandro y Crispín que logran hacer
creer que el primero es un hombre adinerado para enamorar a la hija del rico Polichinela y así conseguir
riquezas. La obra critica la hipocresía de la sociedad burguesa, regida por la conveniencia y el dinero.

Por otro, el teatro anticomercial se caracteriza por el abandono del realismo, ya que este es la forma preferida
por la burguesía y en este momento predomina un sentimiento antiburgués, además de que resultaba
insuficiente para mostrar sus inquietudes ideológicas o existenciales; por el uso del teatro como cauce de
reflexión filosófica, ya que su acción, caracteres o escenografía son muy esquemáticos y cargados de valor
simbólico; y, por último, por la recuperación de formas primitivas de la teatralidad, debido a que hay un retorno
a subgéneros arcaicos donde cultivan la tragedia (Bodas de sangre, de Lorca), el auto sacramental (Angelita,
de Azorín) y la farsa (Valle-Inclán y Lorca). En esta época destacan tres obras principales: El señor de
Pigmalión, de Jacinto Grau; Angelita, de Azorín; y La venda, de Unamuno.

Dos de los autores más importantes de la literatura española, en concreto, del teatro experimental, son
Valle-Inclán y Lorca. El primero, Ramón María del Valle-Inclán, fue un dramaturgo, poeta y novelista que
escribió Luces de bohemia (1920 y 1924), obra que se caracteriza por la recreación del esperpento, un
subgénero literario creado por él que deforma y distorsiona la realidad para presentarnos la imagen real que se
oculta tras ella, poniendo de relieve lo absurdo y miserable de la existencia. Esta trata de la última noche de
Max Estrella, un poeta ciego y fracasado de la bohemia madrileña, mediante el que hace una crítica feroz de la
realidad política y social de España. En segundo lugar, es indispensable mencionar a Federico García Lorca
(el poeta de mayor popularidad de la literatura española del siglo XX y uno de los mejores dramaturgos de la
época) cuya obra Bodas de Sangre es una tragedia escrita en prosa y verso que fue publicada en el 1933 y
que relata la historia de una novia que huye con su antiguo novio el día de su boda, tratando así temas como el
amor, la violencia, la muerte y las normas sociales que reprimen los instintos. En la obra se utilizan numerosos
símbolos como el caballo (masculinidad), la luna (muerte o erotismo), el cuchillo (la muerte y lo inevitable), la
mendiga (la muerte) o el azahar (la pureza).

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