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TRATAMIENTOS TERMICOS
18 pag.
1.-Cuales son los factores que regulan los Tratamientos Térmicos de una breve
explicación
1) “Cuales son los factores que regulan los Tratamientos Térmicos de una breve
explicación”
Los tratamientos térmicos son un proceso que se efectúa sobre los metales los metales con
el fin de mejorar sus propiedades mecánicas, como la dureza, la resistencia y la tenacidad.
En dicho proceso, involucran un aumento de temperatura, con un posterior enfriamiento.
El tipo de tratamiento térmico estará en función de la temperatura a la que se lleve el metal, y
de su tiempo de enfriamiento.
Con estos tratamientos se pueden reducir los esfuerzos internos, el tamaño del grano,
incrementar la tenacidad o producir una superficie dura con un interior dúctil, logrando así
resistencia al desgaste, o piezas de menor costo.
- Tamaño de grano
- Composición química
- Dimensiones de la pieza a tratar.
- Temperaturas necesarias.
- Debido a las temperaturas necesarias y a las dimensiones de la pieza, otro factor
determinante es la disponibilidad de un horno adecuado para el tratamiento térmico
En cuanto a los diagramas atemporales que posean alotropía, estos admitirán un tratamiento
térmico de temple y revenido, por debajo de sus curvas de solubilidad. Esto debido a que
logran realizar una transformación martensítica, el cual es el propósito del temple.
Estos tratamientos térmicos son similares al recocido o normalizado. Se realiza calentando la pieza
en un horno, por debajo de la temperatura eutéctica, para influir en la precipitación de los
compuestos intermetálicos, variando su forma, tamaño, y distribución, y de esta forma modificar las
propiedades. Un ejemplo de esto son las fundiciones nodulares, o fundiciones maleables. (Detallado
previamente en TP°4: Fundiciones)
3)Transformación Martensítica:
El tratamiento térmico de temple y revenido es un proceso para dar a los aceros un aumento
de sus propiedades mecánicas, según su composición química.
En la primera etapa del temple, se logra la máxima dureza posible según el acero y en el
revenido, se va reduciendo esa dureza para lograr las características deseables de dureza,
tenacidad o elasticidad.
Si el temple es completo, las piezas quedan con la máxima dureza posible para ese acero, y
deben ser sometidas en breve lapso a un revenido de eliminación de tensiones seguido del
revenido destinado a reducir la dureza a los valores deseados.
Solo los martensíticos son susceptibles de adquirir dureza por templado. Como por ejemplo el
AISI 420 o 410 usado en cuchillería. Su temperatura de temple se aproxima a los 1000°C,
alcanzan una dureza algo menor que los aceros de alto carbono, pero tienen la ventaja de
sufrir menores deformaciones por el temple y ser también casi inmunes a sufrir fisuras debido
a la poca deformación.
En aceros austeníticos puede ocurrir que por procesos anteriores o de baja calidad, el cromo
destinado a darle resistencia a la corrosión se separe y precipite en forma de carburos, en
este caso, para restablecer su resistencia a la corrosión es necesario volver a disolverlos a
alta temperatura y enfriar rápidamente para retenerlos en disolución.
Caso 1: Temple en agua desde los 880°C. Se puede observar una microestructura compuesta
fundamentalmente por martensita.
Caso 2: Temple en agua desde los 880°C , y revenido a 200°C durante 1hs. Se observa
placas de martensita revenida y pequeñas zonas de austenita residual.
Caso 3: Temple en agua desde los 880°C y revenido a 300°C durante 1hs. Microestructura
compuesta fundamentalmente por placas de martensita revenida y zonas de austenita
residual, menores en comparación a las obtenidas del revenido a 200°C
Caso 5: Temple en agua desde los 880°C y revenido a 500°C durante 1hs. Se puede
observar una microestructura compuesta por cementita engrosada en una matriz ferrítica
Caso 6: Temple en agua desde los 880°C y revenido a 600°C durante 1hs. Se puede
observar una microestructura compuesta por cementita engrosada en una matriz ferrítica.
Para realizar este tratamiento, la condición necesaria es que debe tratarse de una aleación
compuesta por dos fases ( alfa + beta ), cuya composición en su respectivo diagrama de
equilibrio, este contenida bajo la curva de solubilidad de alfa. Un ejemplo es el caso de
aluminio cobre (hasta un 5.65% de Cu ) .
Este tipo de tratamiento térmico posee dos variantes, pudiendo ser del tipo natural, o artificial.
Envejecimiento natural: Esta dado por la precipitación de la fase beta en alfa a temperatura
ambiente, ocasionada luego de la creación de la aleación o una deformación plástica en
caliente. Esta precipitación es lenta, formando gran cantidad de nódulos pero de muy
pequeño tamaño, el proceso puede llevar hasta varios días hasta que finalice la precipitación.
Este tratamiento se caracteriza por dar la propiedad mecánica de mayor dureza.
Los tratamientos isotérmicos son solo una aplicación de los tratamientos térmicos. En ellos,
se llevan los materiales a cierta temperatura y se mantienen constantes durante un
determinado tiempo, con la finalidad de reducir o eliminar el efecto de masa, obtener una
composición más homogénea, y lograr una pieza con menores tensiones.
El limitante de este proceso, son los equipos necesarios para realizar dichos procesos, ya que
para mantener una temperatura constante, se necesita contar con hornos con control
automático, baños de sales y plomo, y su temperatura debe ser mayor a la de fusión
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7) “Explique cuando utilizaría un tratamiento térmico Aniso o Isotérmicos”
Influencia del tamaño de grano en un mismo acero. TG fino (izquierda) vs. TG grueso (derecha)
- Tamaño de la pieza: Una pieza de gran volumen, será más susceptible al efecto de
masa creado al enfriar el material. Esto puede causar una discontinuidad en el tipo de
microestructura a lo largo de la profundidad de la pieza, y por lo tanto, unas propiedades
mecánicas NO uniformes. Siendo así, si se trata de una pieza de gran tamaño, o de
propiedades mecánicas exigentes, se utilizará un tratamiento ISOTÉRMICO para evitar
el efecto de masa, y garantizar su desempeño
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Caso de un tratamiento anisotérmico para lograr una microestructura uniforme de pura bainita y lograr evitar el efecto de masa
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8) “Curvas de Jominy”
Las curvas de Jominy, son creadas a partir del ensayo de jominy, en el cual se determina la
templabilidad de una pieza.
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La finalidad de esta curva, es determinar la templabilidad de un metal, para de esta menera,
lograr obtener indicaciones para poder seleccionar correctamente un tratamiento térmico para
este.
Una máxima templabilidad vendrá dada por una recta paralela al eje correspondiente a la
distancia en la curva de jominy, lo que indicaría una igualdad de dureza en función de la
distancia. Esto implica, una igualdad de composición de martensita a lo largo de todo el
material.
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9) “Tratamientos termoquímicos”
Son tratamientos fisicoquímicos que tienen por objeto variar la composición química de las
capas más externas, para conseguir endurecimiento superficial y por consiguiente una mayor
resistencia al desgaste aunque conservando su ductilidad y tenacidad en el núcleo.
Cementado:
Este proceso de cementado no se realiza por si solo, sino que se complementa con un temple
y revenido, para así de esta manera, formar una capa superficial de martensita, y aumentar la
dureza.
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Con este procedimiento se logran piezas cuya capa dura tiene un espesor de hasta de 0,6
mm, pero por lo regular no exceden de 0,7 mm.
Se utiliza un recipiente el cual albergará a la pieza a cementar. Este recipiente se llenará con
algún compuesto que contenga carbono, generalmente polvo de carbón.
Este recipiente es sellado con un material refractario, y es enviado a un horno a 927°C
aproximadamente.
Aquí, comenzará la difusión del carbono con el acero, penetrando en función del tiempo que
el recipiente se encuentre en el horno.
Luego, el recipiente se retira del horno una vez enfriado, y se procede al temple y revenido de
la pieza.
Recipiente siendo retirado del horno utilizado para el Temple de la pieza cementada
cementado
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Nitruración:
Al igual que la cementación, aumenta la dureza superficial, aunque lo hace en mayor medida,
incorporando nitrógeno en la composición de la superficie de la pieza.
Se utiliza en aceros aleados al Cr, Ni V. Se logra calentando el acero a temperaturas
comprendidas entre 400 y 525 °C, dentro de una corriente de gas amoníaco, más nitrógeno.
Estas aplicaciones requieren que la piezas tengan un núcleo con cierta elasticidad, que
absorba golpes y vibraciones, y una superficie de gran dureza que resista la fricción y el
desgaste.
Las piezas que se hayan pasado por un proceso de nitruración se pueden usar en trabajos
con temperaturas de hasta 500 °C (temperatura de nitruración), temperatura a la cual el
nitrógeno comienza a escaparse de la pieza, eliminando los efectos de la nitruración y
disminuyendo la dureza de la pieza.
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Carbonitruración:
Al igual que la cianuración, introduce carbono y nitrógeno en una capa superficial, pero con
hidrocarburos como metano, etano o propano; amoníaco (NH3) y monóxido de carbono (CO).
En el proceso se requieren temperaturas de 650 a 850 °C y es necesario realizar un temple y
un revenido posterior.
Es similar al efecto del cementado pero tiene la ventaja de menor distorsión de la pieza, Un
aumento de la temperatura de revenido, lo que permite que las piezas trabajen a una
temperatura en servicio más elevada. Algunos ejemplos son piñones, coronas, ejes, levas,
guías, chavetas.
Sulfinización (S+N+C):
Aumenta la resistencia al desgaste por acción del azufre. El azufre se incorporó al metal por
calentamiento a baja temperatura (565 °C) en un baño de sales.
Con la sulfinización se consigue mejorar la resistencia al desgaste, favorecer la lubricación y
evitar el agarrotamiento.
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