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DISTRITO JUDICIAL DE SAN GIL

JUZGAGO TERCERO PROMISCUO


MUNICIPAL

Socorro, Santander, treinta y uno de julio de dos mil veintitrés

Radicado: 68-755-40-89-003-2023-00153-00

Procedimiento: ACCIÓN DE TUTELA


Accionante (s): INGRIS TATIANA BARBOSA LOPEZ en
representación de SANTIAGO QUESADA
BARBOSA.
Accionado (s): FUNDACION AVANZAR FOS

1. OBJETO

Surtido el trámite previsto en el decreto 2591 de 1991, este Despacho se


pronuncia de fondo en torno a la acción de Tutela instaurada por INGRIS
TATIANA BARBOSA LOPEZ quien actúa en nombre y representación de su menor
hijo SANTIAGO QUESADA BARBOSA en contra de la E.P.S. FUNDACIÓN
AVANZAR FOS, y como vinculados la ADMINISTRADORA DE LOS RECURSOS
DEL SISTEMA GENERAL DE SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD -ADRES, la
SECRETARIA DE SALUD DEPARTAMENTAL DE SANTANDER, la GOBERNACION
DE SANTANDER, la U.T RED INTEGRADA FOSCAL -CUB-, el FONDO DE
PRESTACIONES SOCIALES DEL MAGISTERIO -FOMAG- y la FIDUCIARIA LA
PREVISORA S.A., por la presunta vulneración a los derechos fundamentales a la
SALUD y a la VIDA.

ANTECEDENTES

1.1. La acción.

La accionante, reclamó ante esta judicatura la protección de los derechos


fundamentales a la salud y a la vida presuntamente vulnerados por la entidad
accionada, al negarse a autorizar y entregar el suplemento alimenticio PEDIASURE
400 g prescrito por la especialidad de nutrición a su menor hijo SANTIAGO
QUESADA BARBOSA.

Como fundamento a sus pretensiones adujo, que:

SANTIAGO QUESADA BARBOSA, fue diagnosticado con desnutrición


proteicocalorica moderada.

Adujo que, en consulta por la especialidad de nutrición, el día 08 de junio de 2023


mediante formula médica No. 8614 la dra. Daniela Marcela Ferreira Mejía ordenó
a SANTIAGO QUESADA BARBOSA el suplemento alimenticio PEDIASURE 400 g,
cantidad 12.

El día 12 de junio avante acudió a autorizar dicha orden ante la EPS FUNDACION
AVANZAR FOS, donde le indicaron que dicho suplemento alimenticio no puede ser
autorizado ni entregado teniendo en cuenta que no se encuentra dentro del Plan
de Beneficios de salud.

Finalmente, conforme lo relatado, solicitó el amparo de los derechos


fundamentales de su hijo SANTIAGO QUESADA BARBOSA, y que se ordene a la
EPS FUNDACION AVANZAR FOS que en el término máximo de 48 horas,
gestione, tramite, autorice y entregue a SANTIAGO QUESADA BARBOSA el
suplemento alimenticio PEDIASURE 400g, cantidad 12; asimismo requirió se
disponga tratamiento integral en favor del menor en lo correspondiente a la
especialidad de NUTRICION, y que la EPS asuma los costos de viáticos y
transporte para el menor y un acompañante cuando deba acudir a exámenes o
citas medicas fuera de su domicilio y que sean requeridos para el tratamiento de
su enfermedad.

1.2. Intervención de la accionada.

La EPS FUNDACION AVANZAR FOS rindió informe a través del Representante


Legal, dr. MAURICIO HERNÁNDEZ DURÁN, indicando que:

1. La UT RED INTEGRADA FOSCAL CUB a través de la FUNDACION


AVANZAR FOS No AUTORIZA la entrega de SUPLEMENTOS ALIMENTICIOS.
2. Que la FIDUCIARIA LA PREVISORA S.A., contrató la prestación de
servicios de salud para los docentes (régimen de excepción) con la U.T.
RED INTEGRADA FOSCAL -CUB quien hace las veces de Entidad
Promotora de Salud (E.P.S.)
3. Que a partir del 01 de marzo avante la prestación de los servicios de salud
a los docentes (régimen de excepción) se encuentra bajo la responsabilidad
de la U.T. RED INTEGRADA FOSCAL -CUB.
4. Que en virtud de dicho contrato la U.T. RED INTEGRADA FOSCAL -CUB
debe cumplir con unos términos de referencia que determinan inclusiones
y exclusiones en los servicios prestados a los usuarios afiliados a la
FIDUCIARIA LA PREVIOSRA S.A.

Fundamentado en tales precisiones, afirma que la entrega de SUPLEMENTOS


ALIMENTICIOS se considera en los nuevos términos de referencia como exclusiones
y que por tal motivo no se autoriza puesto que de hacerlo incurrirían en
PECULADO por desviación de recursos del Estado destinados para unos fines
específicos.

Intervención de los vinculados.

1.2.1. De la Administradora de los Recursos del Sistema General de


Seguridad Social en Salud – ADRES-

Señala que se evidencia una falta de legitimación en la causa por parte de la


administradora puesto que «(…) [l]a accionante se encuentra afiliado en un Régimen
de excepción y de acuerdo a la normatividad citada se tiene que el Sistema General
de Seguridad Social en Salud no se aplica entre otros a los miembros de las
fuerzas militares y de la policía nacional, a los afiliados al fondo de prestaciones
sociales del Magisterio(…)».

Afirma que «(…) [n]o ha desplegado ningún tipo de comportamiento relacionado con
las vulneraciones a derechos fundamentales descritas por el accionante(…)».

Así las cosas, pidió se niegue el amparo solicitado por la accionante «(…) [p]ues de
los hechos descritos y del material probatorio, resulta innegable que la ADRES no
ha desplegado ningún tipo de conducta que vulnere los derechos fundamentales
del actor(…)».

1.2.2. De la U.T. RED INTEGRADA FOSCAL CUB


La vinculada rindió informe a través del Coordinador Regional de la UT RED
INTEGRADA FOSCAL CUB, dr. LUIS ALFREDO NUÑEZ PATIÑO, indicando que:

2
1. La UT RED INTEGRADA FOSCAL CUB a través de la FUNDACION
AVANZAR FOS No AUTORIZA la entrega de SUPLEMENTOS ALIMENTICIOS.
2. Que la FIDUCIARIA LA PREVISORA S.A., contrató la prestación de
servicios de salud para los docentes (régimen de excepción) con la U.T.
RED INTEGRADA FOSCAL -CUB quien hace las veces de Entidad
Promotora de Salud (E.P.S.)
3. Que a partir del 01 de marzo avante la prestación de los servicios de salud
a los docentes (régimen de excepción) se encuentra bajo la responsabilidad
de la U.T. RED INTEGRADA FOSCAL -CUB.
4. Que en virtud de dicho contrato la U.T. RED INTEGRADA FOSCAL -CUB
debe cumplir con unos términos de referencia que determinan inclusiones
y exclusiones en los servicios prestados a los usuarios afiliados a la
FIDUCIARIA LA PREVIOSRA S.A.

Fundamentado en tales precisiones, afirma que la entrega de SUPLEMENTOS


ALIMENTICIOS se considera en los nuevos términos de referencia como
exclusiones y que por tal motivo no se autoriza puesto que de hacerlo incurrirían
en PECULADO por desviación de recursos del Estado destinados para unos fines
específicos; solicitando se denieguen las pretensiones de la accionante.

1.2.3. De la FIDUPREVISORA S.A. y el FONDO DE PRESTACIONES


SOCIALES DEL MAGISTERIO – FOMAG-

Indican que consultado el aplicativo HOSVITAL, se verificó que SANTIAGO


QUESADA, se encuentra en estado ACTIVO en calidad de BENEFICIARIO en el
régimen de excepción de asistencia en salud y registra vinculado a UNIÓN
TEMPORAL FOSCAL CUB; en tal sentido afirma que el ente encargado de
AUTORIZAR Y SUMINISTRAR LOS SERVICIOS REQUERIDOS POR EL ACCIONANTE
es la Unión Temporal.

Finalmente aduce falta de legitimación en la causa por pasiva y solicita su


desvinculación del trámite.

2. ACTUACIONES RELEVANTES

Mediante auto del diecinueve (19) de julio de la presente anualidad (i) se admitió y
avocó el conocimiento de la presente acción constitucional; (ii) se dispuso oficiar
a la entidad accionada EPS FUNDACION AVANZAR FOS para que allegara los
correspondientes descargos en ejercicio de su derecho a la defensa; (iii) se vinculó
a la ADMINISTRADORA DE LOS RECURSOS DEL SISTEMA GENERAL DE
SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD-ADRES-, a la SECRETARIA DE SALUD
DEPARTAMENTAL y a la GOBERNACION DE SANTANDER; y (iv) se decretaron
pruebas de oficio.

Con providencia de fecha veintiséis (26) de julio de los corrientes se vinculó a la


U.T. RED INTEGRADA FOSCAL -CUB, al FONDO DE PRESTACIONES
SOCIALES DEL MAGISTERIO -FOMAG- y a la FIDUCIARIA LA PREVISORA
S.A.

3. REQUISITOS DE PROCEDIBILIDAD

Siendo este Juzgado competente1 y previo al análisis del caso, se dará un vistazo
a los requisitos generales de procedibilidad de la presente acción de tutela.

1
Decreto 2591 de 1991, Artículo 37, Decreto 1382 de 2000, Artículo 1, numeral 1, inciso tercero.

3
La legitimación por activa se cumple, puesto que fue interpuesta por INGRIS
TATIANA BARBOSA LOPEZ, en nombre y representación de su menor hijo
SANTIAGO QUESADA BARBOSA.

En lo atinente a la legitimación por pasiva, la acción de tutela se presentó en


contra de la EPS FUNDACION VANZAR FOS, ente responsable de prestar el
servicio público de salud a SANTIAGO QUESADA BARBOSA.

En cuanto al requisito de inmediatez, instituido “como presupuesto procesal del


ejercicio de la acción constitucional el que esta debe presentarse dentro de un plazo
razonable”2, considera el despacho que en este caso la tutela se interpuso en un
término prudencial entre la actuación que supuestamente vulneró los derechos
del menor y la presentación de la acción.

En lo tocante a la subsidiariedad, la viabilidad de la acción de tutela se supedita


a la inexistencia de otra herramienta judicial idónea para salvaguardar las
prerrogativas cardinales presuntamente amenazadas o vulneradas.

Así las cosas, podría sostenerse que aunque pudo la accionante utilizar otro
medio, no obstante acude a la tutela pues precisa una definición pronta para
continuar con el tratamiento de su hijo a quien se le hace seguimiento médico por
el diagnóstico de desnutrición proteicocalorica moderada.

De antaño, la Corte Constitucional enseña que «el otro medio de defensa judicial a
que alude el artículo 86 debe poseer necesariamente, cuando menos, la misma
eficacia en materia de protección inmediata de derechos constitucionales
fundamentales que, por su naturaleza, tiene la acción de tutela. De no ser así, se
estaría haciendo simplemente una burda y mecánica exégesis de la norma, en
abierta contradicción con los principios vigentes en materia de efectividad de los
derechos y con desconocimiento absoluto del querer expreso del Constituyente» 3.

Encontrándose así satisfecho el requisito examinado.

4. PROBLEMA JURÍDICO

De acuerdo con la situación fáctica puesta de presente en el asunto bajo estudio,


es labor del Juzgado verificar si (i) Transgrede la EPS FUNDACION AVANZAR FOS
los derechos fundamentales a la salud y a la vida, del menor SANTIAGO
QUESADA BARBOSA al negarse a autorizar y entregar el suplemento alimenticio
PEDIASURE 400 g que le fue prescrito por la especialidad de nutrición al ser
diagnosticado con desnutrición proteicocalorica moderada.

5. CONSIDERACIONES DEL JUZGADO

Precedentes jurisprudenciales:

1. La salud como derecho fundamental

La Constitución Política de 1991 ha establecido en su artículo 49 que el Estado


tiene la obligación de garantizar el acceso a los servicios de protección y
recuperación de la salud de todas las personas, por lo tanto, toda persona está
legitimada para solicitar al Estado el cumplimiento de dicha prestación.

2
Sentencia T-982 de 2004.
3
Sentencia T-414 de 1992.

4
Desde hace varios años, la jurisprudencia constitucional viene reconociendo la
naturaleza fundamental del derecho a la salud en virtud de su orientación a la
realización de la dignidad humana y su expreso reconocimiento constitucional.

Sobre este punto, esta Corporación en la sentencia C-936 de 2011 expresó: “A


pesar de que en un comienzo la jurisprudencia no fue unánime respecto a la
naturaleza del derecho a la salud, razón por la cual se valió de caminos
argumentativos como el de la conexidad y el de la transmutación en derecho
fundamental en los casos de sujetos de especial protección constitucional, hoy la
Corte acepta la naturaleza fundamental autónoma del derecho a la salud,
atendiendo, entre otros factores, a que por vía normativa y jurisprudencial se han
ido definiendo sus contenidos, lo que ha permitido que se torne en una garantía
subjetiva reclamable ante las instancias judiciales”.

Por tanto, la jurisprudencia constitucional ha dejado de señalar que ampara el


derecho a la salud ‘en conexidad con el derecho a la vida y a la integridad
personal’. En su lugar ha reconocido la ‘connotación fundamental y autónoma’
del derecho a la salud.

Al respecto, en sentencia T-227 de 2003, la Corte estimó que tienen el carácter de


fundamental: “(i) aquellos derechos respecto de los cuales existe consenso sobre su
naturaleza fundamental y (ii) todo derecho constitucional que funcionalmente esté
dirigido a lograr la dignidad humana y sea traducible en un derecho subjetivo”.

Además, la Alta Corte, ha indicado cuáles son los principios rectores que deben
guiar la prestación del servicio de salud en los siguientes términos:

“La garantía constitucional con la que cuenta toda persona para acceder a los
servicios de promoción, protección y recuperación de la salud, contemplada en los
artículos 48 y 49 la Constitución Política y los artículos 153 y 156 de la Ley 100 de
1993, implica que el servicio a la salud debe ser prestado conforme a los principios
de oportunidad, eficiencia, calidad, integralidad y continuidad, entre otros.

Oportunidad

Significa que el usuario debe gozar de la prestación del servicio en el momento que
corresponde para la recuperación satisfactoria de su estado de salud para no
padecer progresivos sufrimientos. Esto quiere decir que cuando el acceso a un
servicio de salud no es prestado oportunamente, se configura un acto trasgresor del
derecho fundamental a la salud, por cuanto la salud puede deteriorarse
considerablemente. Este principio incluye el derecho al diagnóstico del paciente, el
cual es necesario para establecer un dictamen puntual de la patología que padece
la persona, con el fin de asegurarle el tratamiento adecuado”4.

Respecto a las demoras en la atención médica, en relación al criterio de la


oportunidad, la Corte Constitucional se ha manifestado, en el sentido de indicar
que no sólo se vulnera el derecho a la salud y a la vida con la negación de una
prestación en salud, sino también con el hecho de no asistir de forma oportuna,
mediante medicamentos u otro procedimiento a los afiliados al Sistema General
de Seguridad Social, de esta manera lo expone en Sentencia T 759 de 2009:

“En el mismo pronunciamiento este Tribunal reiteró que la negativa o la falta de


prestación oportuna de los servicios médicos o el suministro de medicamentos que
se encuentran incluidos en los Planes Obligatorios de Salud vulneran el derecho a
la salud de los usuarios del sistema de seguridad social (…) Tanto la negación
como la demora en el suministro de los contenidos del POS han sido considerados
por la Corte Constitucional como vulneraciones del derecho a la salud.”

Eficiencia

Este principio busca que los trámites administrativos a los que está sujeto el
paciente sean razonables, no demoren excesivamente el acceso y no impongan al
interesado una carga que no le corresponde asumir.

4
Sentencia T-745/13

5
Calidad

Conlleva que todas las prestaciones en salud requeridas por los pacientes sean
los tratamientos, medicamentos, cirugías o procedimientos, contribuyan
notoriamente a la mejora de las condiciones de vida y salud de los mismos. Quiere
decir que las entidades obligadas a garantizar la prestación del servicio, no
deberán suministrar medicamentos o prestar cualquier servicio médico con
deficiente calidad, y que como consecuencia, agrave la salud de la persona.

Integralidad

El principio de integralidad ha sido postulado por la Corte Constitucional para


las situaciones en las cuales, los servicios de salud requeridos son fraccionados
o separados, de tal forma que la entidad responsable solo le autoriza al
interesado, una parte de lo que debería recibir para recuperar su salud. Esta
situación de fraccionamiento del servicio se debe por ejemplo al interés que tiene la
entidad responsable en eludir un costo que a su juicio no le corresponde asumir.

En otras palabras, este principio predica que las entidades que participan en el
Sistema de Seguridad Social en Salud deben prestar un tratamiento integral a sus
pacientes. Por eso, los jueces de tutela deben ordenar que se garantice todos los
servicios médicos que sean necesarios para ejecutar un tratamiento.

Sintetizando, el principio de integralidad pretende “(i) garantizar la continuidad en


la prestación del servicio y (ii) evitar a los accionantes la interposición de nuevas
acciones de tutela por cada nuevo servicio que sea prescrito por los médicos
adscritos a la entidad, con ocasión de la misma patología”5.

La Corte Constitucional ha sostenido de manera reiterada que la protección al


derecho fundamental a la salud no se limita simplemente al reconocimiento de
los servicios que se requieren con necesidad, sino que comprende también su
acceso de manera oportuna, eficiente y de calidad. Así, se ha reconocido que una
atención que cumple con dichas condiciones encarna a fidelidad el principio de la
integralidad en la prestación del servicio de salud.

Así las cosas, el principio de integralidad en la prestación del servicio de salud se


orienta para garantizar: “(…) todo cuidado, suministro de medicamentos,
intervenciones quirúrgicas, prácticas de rehabilitación, exámenes para el
diagnóstico y el seguimiento, así como todo otro componente que el médico tratante
valore como necesario para el pleno restablecimiento de la salud del paciente o
para mitigar las dolencias que le impiden llevar su vida en mejores condiciones; y
en tal dimensión, debe ser proporcionado a sus afiliados por las entidades
encargadas de prestar el servicio público de la seguridad social en salud6”

Continuidad

“La Corte Constitucional ha amparado el derecho a que a toda persona se le


garantice la no interrupción de un tratamiento, una vez éste haya sido iniciado,
antes de la recuperación o estabilización del paciente.

Así, una institución encargada de prestar el servicio de salud, puede terminar la


relación jurídico–formal con el paciente de acuerdo con las normas
correspondientes, pero ello no implica que pueda dar por terminada
inmediatamente la relación jurídica–material, en especial si a la persona se le está
garantizando el acceso a un servicio de salud.

El servicio de atención médica debe prestarse en condiciones de continuidad, lo que


implica también que si el tratamiento fue iniciado no podrá ser interrumpido o
suspendido injustificadamente, por razones administrativas o presupuestarias, ya
que constitucionalmente no es admisible interrumpir o abstenerse de prestar un

5
Sentencia T-745/13
6
Sentencia T-923/14

6
tratamiento médico ya prescrito e iniciado, pues se estaría incurriendo e un
desconocimiento flagrante del principio de confianza legítima.

Este principio se fundamenta en (i) la necesidad del paciente de recibir tales


servicios y en (ii) el principio de buena fe y confianza legítima que rige las
actuaciones de los particulares y de las entidades públicas.

La Corte ha señalado que el paciente tiene una expectativa legítima en que las
condiciones de calidades de un tratamiento prescrito, no sea interrumpido
súbitamente antes de su recuperación o estabilización, o por lo menos otorgando un
periodo mínimo de ajuste que le permita continuar la prestación del servicio con el
mismo nivel de calidad y eficacia7”.

La Corte ha destacado en múltiples sentencias la importancia que tiene el


principio de continuidad en la prestación del servicio de salud pues una de las
principales características del servicio público es la eficiencia y dentro de ella la
continuidad, que buscan garantizar un servicio oportuno y sin interrupción.
Esta Corporación en Sentencia T- 109 de 2003, M.P Álvaro Tafur Galvis, sostuvo
lo siguiente:

“En aras de amparar el derecho a la salud y a la vida de las personas que acuden
en tutela reclamando su protección, la Corte Constitucional ha sido insistente en
afirmar que las empresas encargadas del sistema de salud no pueden, sin
quebrantar gravemente el ordenamiento positivo, efectuar acto alguno, ni incurrir
en omisión que pueda comprometer la continuidad del servicio y en consecuencia
la eficiencia del mismo. Es obligación primordial, tanto de las entidades estatales
como de los particulares que participen en la prestación del servicio público de
salud, garantizar su continuidad”

De esta manera, se puede concluir que dicha demora en prestar la atención


requerida a un afiliado, sea éste cotizante o beneficiario, también representa una
afectación y amenaza en la salud y vida de los mismos, razón por la cual las
Entidades Promotoras de Salud y las Instituciones Prestadoras de Servicios de
Salud deben tomar las medidas necesarias para garantizar la atención médica en
determinado momento que se requiera.

El derecho a la salud de los niños, su acceso y atención preferente.

En el ordenamiento jurídico colombiano los derechos a la seguridad social y a la


salud se encuentran consagrados en los artículos 48 y 49 de la Constitución 6
Política, donde se señala que los mismos son servicios públicos que deben ser
prestados conforme a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad.

Tratándose de menores de edad, el derecho a la salud cobra mayor importancia,


pues se refiere a sujetos de especial protección en consideración a su temprana
edad y a su situación de indefensión. En este sentido, el artículo 44 de la
Constitución establece que “son derechos fundamentales de los niños: la vida, la
integridad física, la salud, y la seguridad social, […]”

Por su parte, la Convención Internacional Sobre los Derechos del Niño 8 reconoce
expresamente el derecho de los menores de edad al disfrute del más alto nivel
posible de salud y de servicios para el tratamiento de las enfermedades que
padezcan, así como la rehabilitación de su salud.

En esta misma línea de protección, la Ley Estatutaria 1751 de 20159, promulgada


el 16 de febrero del año 2015, consagra, por un lado, el derecho a la salud como
un derecho fundamental autónomo e irrenunciable en lo individual y en lo
colectivo. En este sentido, en su artículo 2º dispone que el goce del derecho a la
salud comprende el acceso a los servicios de manera oportuna, eficaz y con
calidad, para lo cual establece que el Estado debe adoptar “políticas para
asegurar la igualdad de trato y oportunidades en el acceso a las actividades de

7
Sentencia T-745/13
8
Adoptada por Colombia mediante la Ley 12 de 1991
9
“Por medio de la cual se regula el derecho fundamental a la salud y se dictan otras disposiciones”

7
promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y paliación para
todas las personas”.

Por otro lado, frente al derecho a la salud de los menores de edad, el artículo 6º
de esta ley enumera los elementos y principios esenciales que deben regir la
prestación del derecho, dentro de los que se encuentra el principio de prevalencia
de derechos, en virtud del cual le compete al Estado “implementar medidas
concretas y específicas para garantizar la atención integral a niñas, niños y
adolescentes. En cumplimiento de sus derechos prevalentes establecidos por la
Constitución Política. Dichas medidas se formularán por ciclos vitales: prenatal
hasta seis (6) años, de los (7) a los catorce (14) años, y de los quince (15) a los
dieciocho (18) años”10.

A su vez, el artículo 11 establece como sujetos de especial protección a los niños,


niñas y adolescentes, mujeres embarazadas, desplazados, víctimas de violencia y
conflicto armado, adultos mayores, personas que padecen enfermedades
huérfanas y personas en condición de discapacidad, cuya atención no podrá ser
“limitada por ningún tipo de restricción administrativa o económica”. En este
orden, se reitera el enfoque diferencial y la atención prioritaria que deben tener
los niños, niñas y adolescentes.

El artículo 8º de esta misma ley señala que el servicio de salud debe ser
suministrado de manera integral, con el fin de prevenir, paliar o curar la
enfermedad tratada, sin que se pueda fragmentar la responsabilidad en la
prestación de dicho servicio “en desmedro de la salud del usuario”.

A nivel legal, el artículo 27 del Código de Infancia y Adolescencia establece que


“todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la salud integral. La salud
es un estado de bienestar físico, psíquico y fisiológico y no solo la ausencia de
enfermedad. Ningún Hospital, Clínica, Centro de Salud y demás entidades
dedicadas a la prestación del servicio de salud, sean públicas o privadas, podrán
abstenerse de atender a un niño, niña que requiera atención en salud”.
Igualmente, este código contiene un mandato específico sobre la atención en
salud para los menores en situación de discapacidad, previendo su artículo 36
que “los niños, las niñas y los adolescentes con discapacidad tienen derecho a
gozar de una calidad de vida plena, y a que se les proporcionen las condiciones
necesarias por parte del Estado para que puedan valerse por sí mismos, e
integrarse a la sociedad. Así mismo: (…) A la habilitación y rehabilitación, para
eliminar o disminuir las limitaciones en las actividades de la vida diaria”.

La Corte Constitucional ha establecido el carácter fundamental del derecho a la


salud de los niños y las niñas. En este sentido sostuvo la Corte en sentencia SU-
225 de 1998 que “del artículo 44 se deriva claramente que, la Constitución,
respetuosa del principio democrático, no permite, sin embargo, que la satisfacción
de las necesidades básicas de los niños quede, integralmente, sometida a las
mayorías políticas eventuales”. Según la Corte “por esta razón, la mencionada
norma dispone que los derechos allí consagrados son derechos fundamentales,
vale decir, verdaderos poderes en cabeza de los menores, que pueden ser
gestionados en su defensa por cualquier persona, contra las acciones u omisiones
de las autoridades públicas y de los particulares”. Advirtió además que “se trata
entonces de derechos que tienen un contenido esencial de aplicación inmediata que
limita la discrecionalidad de los órganos políticos y que cuenta con un mecanismo
judicial reforzado para su protección: la acción de tutela”.

El derecho a la salud de los niños y niñas adquiere una protección adicional en la


Ley Estatutaria de Salud. La Corte sostuvo en sentencia C-313 de 2014 que “El
artículo 44 de la Carta, en su inciso último, consagra la prevalencia de los derechos
de los niños sobre los derechos de los demás. Este predominio se justifica, entre
otras razones, por la imposibilidad para estos sujetos de participar en el debate
democrático, dado que sus derechos políticos requieren para su habilitación de la
mayoría de edad. Esta consideración de los derechos del niño, igualmente
encuentra asidero en el principio rector del interés superior del niño, el cual, ha sido
reconocido en la Convención de los derechos del niño, cuyo artículo 3, en su párrafo

10
Ley 1751 de 2015, artículo 6º, literal f.

8
1, preceptúa que en todas las medidas concernientes a los niños, se debe atender
el interés superior de estos (…)”.

En este sentido, cualquier consideración en lo referente a la atención en salud de


los niños y niñas debe verse determinada por la fundamentalidad de su derecho,
la prevalencia de este sobre los derechos de los demás y la amplia jurisprudencia
de la Corte en la materia encaminada a reconocer la protección reforzada de los
menores de edad en lo referente a la satisfacción de sus derechos.

Bajo esa línea, ha sostenido la Corte Constitucional que cualquier afectación a


la salud de los menores reviste una mayor gravedad, pues compromete su
adecuado desarrollo físico e intelectual. En palabras de la Corte: “En una
aplicación garantista de la Constitución, y de los distintos instrumentos que
integran el Bloque de Constitucionalidad, la jurisprudencia ha señalado que el
derecho a la salud de los niños, niñas y adolescentes debe ser garantizado de
manera inmediata, prioritaria, preferente y expedita, sin obstáculos de tipo legal o
económico que dificulten su acceso efectivo al Sistema de Seguridad Social en
Salud” (subrayado fuera del texto original).

La Corte Constitucional ha sido reiterativa en advertir que para el caso concreto


de los Niños, Niñas y Adolescentes que sufren de algún tipo de disminución
física o mental “(…) es deber del Estado prestar los servicios de salud, libre de
discriminación y de obstáculos de cualquier índole, […] garantizando un
tratamiento integral, adecuado y especializado conforme a la enfermedad
padecida”. Todo esto tiene especial relación con el principio de integralidad en
materia de salud el cual, ha estimado la jurisprudencia, implica que el servicio
suministrado integre todos aquellos medicamentos, exámenes, procedimientos,
intervenciones y terapias que el médico tratante prescriba como necesarios para
efectos de restablecer la salud o mitigar las dolencias que le impiden al paciente
mejorar sus condiciones de vida.

Subreglas fijadas jurisprudencialmente por la Corte Constitucional en


relación con los suplementos alimenticios.

En el caso de suplementos alimenticios el alto Tribunal en sentencia T-122 de


2021, al resolver el caso indicó lo siguiente “La Corte adoptará este remedio en la
medida que encuentra que los suplementos alimenticios, en caso de que un
profesional determine que la señora Roa los requiere como resultado de una de sus
patologías, están incluidos en el plan de beneficios vigente, pues la reglamentación
aplicable excluye expresamente “suplementos dietarios” “para personas
sanas.” En el caso de las personas que requieren de dichos suplementos de
acuerdo con un diagnóstico de un profesional, la regulación prevé reglas específicas
para su suministro, que deberán ser tenidas en cuenta por la EPS en caso de que el
diagnóstico de la señora Roa concluya que los requiere.”; así las cosas se puede
concluir que al no encontrarse expresamente excluidos los suplementos
alimenticios prescritos por un profesional de salud para tratar una patología del
paciente, ha de entenderse que estos «están incluidos en el PBS, atendiendo al
hecho de que las exclusiones deben ser expresas»11.

En igual sentido, señaló que «(…) el juez constitucional debe verificar si en el


expediente obra prescripción médica en la que se establezca que el suplemento
alimenticio ordenado es necesario para tratar alguna patología. Si existe, se
ordenará a la EPS la entrega inmediata del insumo. Si no existe, se amparará el
derecho a la salud en su faceta de diagnóstico, con el objeto de que el médico
tratante establezca si el suplemento es necesario o no»12

En cuanto a las exclusiones es pertinente indicar que la Corte Constitucional en


sentencia C-313 de 2014, al realizar el control previo de la Ley Estatutaria en
Salud13 señaló que “[s]i el derecho a la salud está garantizado, se entiende que
esto implica el acceso a todos los elementos necesarios para lograr el más alto nivel
de salud posible y las limitaciones deben ser expresas y taxativas. Esta

11
Sentencia T-287 de 2022.
12
Idem.
13
Ley 1751 de 2015.

9
concepción del acceso y la fórmula elegida por el legislador en este precepto, al
determinar lo que está excluido del servicio, resulta admisible, pues, tal como lo
estimó la Corporación al revisar la constitucionalidad del artículo 8º, todos los
servicios y tecnologías se entienden incluidos y las restricciones deben
estar determinadas” (Subrayas fuera de texto).

Ahora bien, respecto a las exclusiones de cobertura en el régimen del Magisterio,


encontramos que la Corte Constitucional en Sentencia T-050 de 2023 advirtió
que los servicios y tecnologías incluidos en el PBS no pueden hacer parte de las
exclusiones expresas de cobertura en dicho régimen. Asi, al resolver el caso
concreto dijo: “(…) esta negativa ignoró que la Constitución y la Ley prohíben que el
régimen especial de seguridad social en salud del Magisterio excluya de cobertura
aquellos servicios y tecnologías en salud que, como los pañales, están
implícitamente incluidos en el PBS”. Recordó también en citada jurisprudencia
que el PBS es un piso de protección social que prevé los servicios y tecnologías en
salud mínimos a los que tienen derecho todas las personas. (Subrayas fuera de
texto)

El cubrimiento de los gastos de transporte para los pacientes y sus


acompañantes por parte de las Entidades Prestadoras de Salud

El servicio de transporte, aunque no es calificado como una prestación médica en


sí, tanto el ordenamiento jurídico como la jurisprudencia constitucional lo han
considerado como un medio que permite el acceso a los servicios de salud, pues
en ocasiones, de no contar con el traslado para recibir el tratamiento médico
establecido, se impide la materialización del mencionado derecho fundamental14.

La Resolución 5521 de 2013 del Ministerio de Salud, “por medio de la cual se


define, aclara y actualiza integralmente el Plan Obligatorio de Salud”, establece en
su artículo 124 que se procede a cubrir el traslado acuático, aéreo y terrestre de
los pacientes, en los siguientes casos: (i) cuando se presenten patologías de
urgencias desde el sitio de ocurrencia de la misma hasta una institución
hospitalaria, incluyendo el servicio prehospitalario y de apoyo terapéutico en
unidades móviles, (ii) entre instituciones prestadoras de servicios de salud dentro
del territorio nacional de los pacientes remitidos, teniendo en cuenta las
limitaciones en la oferta de servicios de la institución en donde están siendo
atendidos, que requieran de atención en un servicio no disponible en la
institución remisora, y (iii) el traslado en ambulancia del paciente remitido para
atención domiciliaria si el médico así lo prescribe.

En este orden de ideas, en principio, solo en los eventos descritos el servicio de


transporte debe ser cubierto por las EPS, por lo que, en cualquier otra
circunstancia, los costos que se generen como consecuencia de los
desplazamientos deben ser asumidos directamente por el paciente o por su
núcleo familiar.

No obstante lo anterior, tal como se dijo en precedencia, la Corte Constitucional


ha sostenido que el servicio de salud debe ser prestado de manera oportuna y
eficiente, libre de barreras u obstáculos de acceso, por lo tanto, si se presentan
inconvenientes con la movilización del paciente, y esto se convierte en una traba
para acceder a los servicios de salud, dicha barrera debe ser eliminada siempre
que el afectado o su familia no cuenten con los recursos económicos para
sufragar el gasto que implica el transporte, correspondiéndole entonces a la EPS
asumir dicho servicio, en la medida en que, de no hacerlo, se pueden generar
graves perjuicios en relación con la garantía del derecho fundamental a la salud.

En estos eventos, la jurisprudencia constitucional ha señalado que le


corresponde al juez de tutela analizar en cada caso concreto el cumplimiento de
dos requisitos, a saber: “(…) que (i) ni el paciente ni sus familiares cercanos tienen
los recursos económicos suficientes para pagar el valor del traslado y (ii) de no

14
Al respecto, ver entre otras, las Sentencias T-760 de 2008 (MP Manuel José Cepeda Espinosa), T352 de 2010 (MP Luis Ernesto Vargas
Silva) y T-148 de 2016 (MP Gabriel Eduardo Mendoza Martelo).

10
efectuarse la remisión se pone en riesgo la vida, la integridad física o el estado de
salud del usuario”15.

En lo que respecta a la capacidad económica del afiliado, la Corte Constitucional


ha indicado que cuando éste afirma que no cuenta con los recursos necesarios
para asumir los servicios solicitados, lo cual puede ser comprobado por cualquier
medio, se invierte la carga de la prueba y por tanto, le corresponde a la EPS
entrar a desvirtuar tal situación16.

Además, hay casos en los que el paciente necesita de alguien que lo acompañe a
recibir el servicio, como es el caso de las personas de avanzada edad, de los niños
y niñas, o que el tratamiento requerido causa un gran impacto en la condición de
salud de la persona. En estos eventos, si se comprueba que “el paciente es
totalmente dependiente de un tercero para su desplazamiento y que requiere de
atención permanente para garantizar su integridad física y el ejercicio adecuado
de sus labores cotidianas”, 17 la obligación de cubrir el servicio por parte de la
EPS, también comprende la financiación del traslado de un acompañante18.

Así las cosas, si bien el ordenamiento jurídico prevé los casos en los cuales el
servicio de transporte se encuentra cubierto por el Plan Obligatorio de Salud,
existen otros eventos en los que, pese a encontrarse excluidos, el traslado se
torna de vital importancia para poder garantizar la salud de la persona. Por lo
anterior, el juez de tutela debe analizar la situación particular de cada caso
concreto, a fin de evidenciar si ante la carencia de recursos económicos tanto del
afectado como de su familia, sumado a la urgencia de la solicitud, es obligatorio
para la EPS cubrir los gastos que se deriven de dicho traslado, en aras de evitar
imponer barreras u obstáculos a la garantía efectiva y oportuna del derecho
fundamental a la salud.

El principio de integralidad en salud y la figura del tratamiento integral

El tratamiento integral ha sido entendido como una medida tendiente a


garantizar a las personas un servicio de salud que abarque las prestaciones
médicas que requiera para el restablecimiento de su salud o para atenuar las
molestias que causa su cuadro clínico, en pro de mejorar su calidad de vida. La
Corte Constitucional ha establecido las reglas para su concesión, así: “Por lo
general, se ordena cuando (i) la entidad encargada de la prestación del servicio ha
sido negligente en el ejercicio de sus funciones y ello ponga en riesgo los derechos
fundamentales del paciente. Igualmente, se reconoce cuando (ii) el usuario es un
sujeto de especial protección constitucional (como sucede con los menores de edad,
adultos mayores, indígenas, desplazados, personas con discapacidad física o que
padezcan enfermedades catastróficas); o con aquellas (iii) personas que “exhiben
condiciones de salud extremadamente precarias e indignas”. El juez constitucional
en estos casos debe precisar el diagnóstico que el médico tratante estableció
respecto al accionante y frente al cual recae la orden del tratamiento integral. Lo
dicho teniendo en consideración que no resulta posible dictar órdenes
indeterminadas ni reconocer prestaciones futuras e inciertas; lo contrario implicaría
presumir la mala fe de la EPS en relación con el cumplimiento de sus deberes y las
obligaciones con sus afiliados, en contradicción del artículo 83 Superior”.
(Sentencia T-259 de 2019)

Al respecto en sentencia T-513 de 2020 la Corte Constitucional indicó:

“El principio de integralidad del sistema de salud fue establecido por el


literal d) del artículo 2º de la Ley 100 de 1993 como “la cobertura de todas
las contingencias que afectan la salud, la capacidad económica y en general

15
Sobre el particular, se puede consultar entre otras, las Sentencias T-1079 de 2001 (MP Alfredo Beltrán Sierra Sentencia), T-900 de 2002
(MP Alfredo Beltrán Sierra), T-197 de 2003 (MP Jaime Córdoba Triviño), T-039 de 2013 (MP Jorge Iván Palacio Palacio), T-154 de 2014 (MP
Luis Guillermo Guerrero Pérez) y T-148 de 2016 (MP Gabriel Eduardo Mendoza Martelo).
16
Al respecto, ver entre otras las Sentencias T-1019 de 2002 (MP Alfredo Beltrán Sierra), T-906 de 2002 (MP Clara Inés Vargas Hernández),
T-861 de 2002 (MP Clara Inés Vargas Hernández), T-699 de 2002 (MP Alfredo Beltrán Sierra), T-447 de 2002 (MP Alfredo Beltrán Sierra), T-
279 de 2002 (MP Eduardo Montealegre Lynett), T-113 de 2002 (MP Jaime Araujo Rentería), T-048-12 (MP Juan Carlos Henao Pérez) y T-148
de 2016 (MP Gabriel Eduardo Mendoza Martelo).
17
Corte Constitucional, Sentencia T-350 de 2003 (MP Jaime Córdoba Triviño), reiterada en la Sentencia T-154 de 2014 (MP Gabriel Eduardo
Mendoza Martelo) y 148 de 2016 (MP Gabriel Eduardo Mendoza Martelo).
18
47 Al respecto, ver entre otras las Sentencias T-962 de 2005 (MP Marco Gerardo Monroy Cabra), T459 de 2007 (MP Marco Gerardo
Monroy Cabra), T-233 de 2011 (MP Juan Carlos Henao Pérez), T-033 de 2013 (MP Luis Guillermo Guerrero Pérez), y T-154 de 2014 (MP
Gabriel Eduardo Mendoza Martelo). 48 Corte Constitucional

11
las condiciones de vida de toda la población. Para este efecto cada quien
contribuirá según su capacidad y recibirá lo necesario para atender sus
contingencias amparadas por esta Ley”. Posteriormente, se reconoció en el
artículo 8º de la Ley Estatutaria de Salud así:

“los servicios y tecnologías de salud deberán ser suministrados de


manera completa para prevenir, paliar o curar la enfermedad, con
independencia del origen de la enfermedad o condición de salud, del
sistema de provisión, cubrimiento o financiación definido por el
legislador. No podrá fragmentarse la responsabilidad en la prestación de
un servicio de salud específico en desmedro de la salud del usuario. En
los casos en los que exista duda sobre el alcance de un servicio o
tecnología de salud cubierto por el Estado, se entenderá que este
comprende todos los elementos esenciales para lograr su objetivo médico
respecto de la necesidad específica de salud diagnosticada”.

Como puede verse, este principio busca garantizar el acceso a todos los
servicios y tecnologías que una persona pueda necesitar para recibir una
atención completa en salud.

Al respecto se pronunció la Corte en la sentencia C-313 de 2014 al destacar


“el deber de suministro de los servicios y las tecnologías de manera
completa con miras a prevenir, paliar o curar la enfermedad” y advertir “que
no podrá fragmentarse la responsabilidad en la prestación del servicio en
desmedro de la salud del usuario”. En esta ocasión también determinó que
el referido precepto estatutario “está en consonancia con lo establecido en la
Constitución y no riñe con lo sentado por este Tribunal en los varios
pronunciamientos en que se ha estimado su vigor”. Esta misma sentencia
reitera la amplitud del ámbito de protección al indicar que “el acceso se
extiende a las facilidades, establecimientos, bienes, servicios, tecnologías y
condiciones necesarios para alcanzar el más alto nivel de salud”.

En otras ocasiones, la Corte ha considerado que el mandato del principio no


se limita a garantizar los servicios necesarios para superar sus dificultades
físicas y mentales del momento, sino para que se pueda llevar una vida con
integridad y dignidad personal. Ha reiterado entonces que “[e]n virtud del
principio de integralidad, las entidades encargadas de la prestación del
servicio de salud deben autorizar, practicar y entregar los medicamentos,
intervenciones, procedimientos, exámenes, controles y seguimientos que el
médico considere indispensables para tratar las patologías de un
paciente, “(…) sin que les sea posible fraccionarlos, separarlos, o elegir
alternativamente cuáles de ellos aprueba en razón del interés económico que
representan”. Ello con el fin, no solo de restablecer las condiciones básicas
de vida de la persona o lograr su plena recuperación, sino de procurarle una
existencia digna a través de la mitigación de sus dolencias”.

En este punto es importante diferenciar el principio de integralidad del


sistema de salud de la figura del tratamiento integral. Este último supone la
atención “interrumpida, completa, diligente, oportuna y con calidad” del
usuario. La Corte indicó recientemente que “[s]ustentado en los principios de
integralidad y continuidad, la concesión del tratamiento integral implica que
el servicio de salud englobe de manera permanente la totalidad de los
componentes que el médico tratante dictamine necesarios ya sea para el
pleno restablecimiento de la salud o para mitigar las dolencias que impidan
mejorar las condiciones de vida de la persona”.

Para que un juez emita la orden de tratamiento integral debe verificarse la


negligencia de la entidad prestadora del servicio de salud en el cumplimiento
de sus deberes. Así mismo, se requiere constatar que se trate de un sujeto
de especial protección constitucional y/o que exhiba condiciones de salud
“extremadamente precarias”. Esta orden debe ajustarse a los supuestos
de “(i) la descripción clara de una determinada patología o condición de
salud diagnosticada por el médico tratante, (ii) por el reconocimiento de un

12
conjunto de prestaciones necesarias dirigidas a lograr el diagnóstico en
cuestión; o por cualquier otro criterio razonable”.

Como puede verse, el principio de integralidad es un mandato que irradia


toda la actuación de las entidades prestadoras de servicios de salud dentro
del Sistema General de Seguridad Social en Salud. Por su parte, el
tratamiento integral es una orden que puede proferir el juez constitucional
ante la negligencia de estas entidades para asegurar la atención en salud a
personas con condiciones de salud que requieren una protección reforzada
en este sentido bajo la condición de que se demuestre, según se indicó, que
existe una reiterada negligencia por parte de las EPS.

En tal sentido, procede el Despacho a resolver el caso en cuestión.

6. CASO CONCRETO

En el presento asunto debe establecerse si existe o no vulneración de los


derechos fundamentales a la vida y a la salud del menor SANTIAGO QUESADA
BARBOSA, quien interviene dentro del presente trámite a través de su
representante legal, la señora INGRIS TATIANA BARBOSA LOPEZ, respecto a la
omisión de la E.P.S. FUNDACIÓN AVANZAR FOS al negarse a autorizar y entregar
el suplemento alimenticio PEDIASURE 400 g que le fue prescrito por la
especialidad de nutrición.

Revisado el expediente, se observa que la accionante aportó historia clínica de


consulta de control o seguimiento por nutrición y dietética de fecha 08 de junio de
2023, en la cual frente a los diagnósticos de desnutrición proteicocalórica
moderada y pérdida anormal de peso de SANTIAGO QUESADA BARBOSA, la
nutricionista- dietista dra. DANIELA MARCELA FERREIRA MEJIA consignó en el
plan de manejo de la historia clínica la orden de suplementación con PEDIASURE
400G, aunado obra en el expediente formula medica No. 8614 de la misma fecha
suscrita por la profesional.

La parte actora solicitó a la E.P.S. FUNDACIÓN AVANZAR FOS que autorizara y


entregara dicho suplemento, requerimiento que fue negado por la entidad
argumentando que no se encuentra dentro del Plan de Beneficios de Salud.

En la réplica, afirmó la E.P.S. FUNDACION AVANZAR FOS que la entrega de


SUPLEMENTOS ALIMENTICIOS se considera en los nuevos términos de referencia
como EXCLUSIONES; resaltando que NO se autorizan aquellos servicios que están
específicamente excluidos de estos términos pues de llegar a hacerlo incurrirían en
PECULADO por desviación de recursos del Estado.

Revisada la lista de exclusiones expresas del Plan Integral de Salud del Fondo
Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (FOMAG) Fiduprevisora19 y la
Resolución 2273 de 202120 se advierte que los suplementos alimenticios para
tratamiento de patologías no están consignados de manera expresa; así pues, en
virtud de lo señalado por la Corte Constitucional en Sentencia C-313 de 201421 al
no estar expresa y taxativamente consignada dicha exclusión se entiende
entonces incluido el servicio requerido por SANTIAGO QUESADA BARBOSA.

Por lo anterior considera el despacho que es pertinente entrar a verificar si en el


presente caso se cumple con la subregla establecida por la jurisprudencia
Constitucional para que se proceda a ordenar a la EPS la entrega inmediata del
suplemento PEDIASURE 400G.

19
https://www.fomag.gov.co/wp-content/uploads/2019/09/Exclusiones-Salud.pdf
20
Expedida por el MINISTERIO DE SALUD Y PROTECCIÓN SOCIAL, «[p]or la cual se adopta el nuevo
listado de servicios y tecnologías en salud que serán excluidas de la financiación con recursos públicos
asignados a la salud».
21
Al realizar el control previo de Constitucionalidad de la Ley estatutaria en Salud – Ley 1751 de 2015.

13
Veamos, en el expediente obra historia clínica y formula medica No. 8614
expedidas en la consulta de control o seguimiento por nutrición y dietética de fecha
08 de junio de 2023 por la nutricionista- dietista dra. DANIELA MARCELA
FERREIRA MEJIA, donde se evidencia que el suplemento PEDIASURE 400G es
necesario para que SANTIAGO QUESADA BARBOSA pueda recuperar 5kg de
peso, manejo o tratamiento que ordena la medico tratante frente a los
diagnósticos de desnutrición proteico calórica moderada y pérdida anormal de
peso.

A la par, se avista que la falta del suplemento PEDIASURE 400G transgrede el


derecho fundamental a la vida y a la salud de SANTIAGO QUESADA BARBOSA,
puesto que como lo revela la historia clínica del 8 de junio, de acuerdo a la
condición del paciente y los criterios científicos que aplica el médico tratante, el
paciente debe ganar 5kg de peso, y se entiende que el plan de manejo o
prescripción tiene como fin único proteger o recuperar su salud.

Sea oportuno indicar que el derecho salud de los niños, niñas y adolescentes, es
un derecho fundamental que goza de una protección reforzada constitucional,
legal y jurisprudencial, e implica una atención integral en salud, prioritaria,
inmediata y sin ningún tipo de justificación en la negación del servicio por parte
de las entidades del sector salud. Para su garantía y satisfacción, el ordenamiento
jurídico colombiano ha establecido como corresponsables a la familia, la sociedad
y el Estado, atribuyendo una serie de obligaciones.

Se indica entonces que todos los niños tienen derecho a la salud, de acuerdo
con el derecho internacional de los derechos humanos y que la Constitución
Política establece en su artículo 44 que el derecho a la salud de los niños, niñas y
adolescentes es fundamental y tiene prevalencia sobre los derechos de los demás.

La jurisprudencia ha señalado que el derecho a la salud de los niños, niñas y


adolescentes debe ser garantizado de manera inmediata, prioritaria, preferente y
expedida, sin obstáculos de tipo legal o económico, que dificulten su acceso
efectivo al Sistema de Seguridad Social en Salud.

Así las cosas, verificada la existencia de la prescripción médica en la que se


establece que el suplemento alimenticio ordenado es necesario para tratar la
patología que padece SANTIAGO QUESADA BARBOSA tal como la jurisprudencia
constitucional lo ha establecido en esta materia y teniendo en cuenta que se
observan transgredidos los derechos a la salud y a la vida del menor, que acude a
la acción de tutela por intermedio de su señora madre, precisamente en aras de
que se le garanticen sus prerrogativas constitucionales, se ordenará a la E.P.S.
FUNDACION AVANZAR FOS que en el término de cuarenta y ocho (48) horas
contadas a partir de la notificación de la presente sentencia, proceda a autorizar
y entregar el suplemento alimenticio PEDIASURE 400 g que le fue prescrito a
SANTIAGO QUESADA BARBOSA por la especialidad de nutrición de acuerdo a la
formula medica No. 8614 del 08 de junio de 2023.

Sea pertinente advertir a la entidad prestadora de salud que todo trámite


injustificado en la prestación del servicio que favorece al menor, tal y como ha
sido decantado por la jurisprudencia de la Corte Constitucional, se convierte en
una flagrante vulneración al derecho a la salud que le asiste, toda vez que con
dichas dilaciones injustificadas se le está sesgando el acceso efectivo al Sistema
de Seguridad Social en Salud.

Ahora bien, con relación a la solicitud realizada por la accionante y referida a que
la EPS asuma los gastos y costos que se generan por el traslado del menor a otro
lugar diferente al de su domicilio para la asistencia a citas médicas, la Corte
Constitucional ha señalado: “Para determinar cuándo deben ser prestados estos
servicios es necesario: i) constatar la capacidad socioeconómica del peticionario; ii)
evidenciar cómo la ausencia del servicio implica poner en riesgo la integridad física
del paciente; y iii) particularmente, en las solicitudes de alojamiento, se debe

14
comprobar que la atención médica en el lugar de remisión exige más de un día de
duración”22.

En sendas decisiones la Corte Constitucional ha repetido que la garantía del


servicio a la salud depende de la supresión de los trámites administrativos que
frustren la atención, y que la prestación de los servicios de salud en una ciudad
diferente a la del domicilio del paciente puede vulnerar sus derechos “cuando la
persona no tiene las condiciones para trasladarse, bien por falta de recursos
económicos o por su condición física23”

Con fundamento en lo anterior, y teniendo en cuenta las circunstancias


especiales de la accionante y su hijo, se debe garantizar al menor los servicios
médicos en el lugar más cercano a su residencia, salvo que por circunstancias
estrictamente médico científicas o de infraestructura se requiera la remisión a
otra ciudad, situación en la cual deberá la E.P.S. accionada sufragar los costos y
gastos que se generen con el traslado del menor SANTIAGO QUESADA BARBOSA
y de su acompañante desde el municipio del Socorro hasta la ciudad a donde sea
remitido.

Lo anterior encuentra sustento en que la Corte ha sido enfática en señalar que,


con relación a los gastos de traslado del usuario y de su acompañante, se debe
constatar que se trate de una persona totalmente dependiente de un tercero para
su desplazamiento, que requiera atención permanente para garantizar su
integridad física y el ejercicio de sus labores cotidianas y que su núcleo familiar
no cuenta con capacidad económica para asumir los costos y financiar su
traslado.

Al respecto se debe indicar, tal y como se evidenció de la información allegada por


las entidades requeridas por el despacho y de acuerdo a lo ordenado en auto
fechado 19 de julio de 2023, que la accionante INGRIS TATIANA BARBOSA
LOPEZ no registra inscritos a su nombre bienes inmuebles o automotores y
respecto de los saldos en cuentas corrientes, de ahorros o cualquier otro titulo
bancario o financiero, la única suma certificada corresponde a $80.000 del
producto pap turismo y $248.196 del producto aportes, información allegada por
FINANCIERA COMULTRASAN. unado, el despacho comprobó que la accionante se
encuentra clasificada con su grupo familiar en el grupo B del Sisbén, una
categoría de beneficiarios que está en el segundo nivel de protección social, lo
cual significa que tiene derecho a recibir los beneficios del programa de seguro de
salud subsidiado24, en tal sentido se concluye que no cuenta con la capacidad
económica para asumir y financiar los costos del traslado de su hijo y un
acompañante.

Así las cosas, y en tratándose además el menor de un sujeto de especial


protección constitucional, por la corta edad de SANTIAGO QUESADA BARBOSA
(07 años de edad), de la dependencia absoluta de su señora madre, de los
diagnósticos médicos y de la situación económica actual, la cual se infiere
únicamente versa sobre los ingresos que pueda percibir la señora INGRIS
TATIANA BARBOSA LOPEZ desempeñándose en algún oficio o actividad que le
permita además el tiempo para el cuidado de su hijo; resultan ser estas razones
suficientes para que el Despacho acceda a lo requerido por la libelista, más si se
cumplen los lineamientos fijados por la Corte Constitucional y que fueron
previamente esbozados en el devenir procesal.

Por consiguiente, no resulta viable constitucionalmente imponer barreras de


acceso al menor para que acceda de manera integral a los servicios ordenados. La
condición de salud del menor y la situación económica le impiden a la accionante
costear los gastos que implica la realización de los tratamientos que requiere
respecto a los diagnósticos médicos de “DESNUTRICION PROTEICOCALORICA
MODERADA, PERDIDA ANORMAL DE PESO y CONSULTA PARA INSTRUCCIÓN Y
VIGILANCIA DE LA DIETA”. De este modo, asignar el pago de los gastos y costos

22
Sentencia T-101/21
23
T-243/2016
24
https://www.sisben.gov.co/Paginas/consulta-tu-grupo.aspx

15
que implica el traslado del menor y de su acompañante es una barrera
desproporcionada para acceder al sistema de salud.

En tal sentido, se ordenará a la E.P.S. FUNDACIÓN AVANZAR FOS que en caso tal
de no contar con los servicios médicos que requiera el menor SANTIAGO
QUESADA BARBOSA en su lugar de residencia, y en caso tal de requerirse por
razones médico científicas o de infraestructura la prestación del servicio de salud
en un lugar diferente, deberá cubrir los gastos y costos de traslado y los derivados,
del menor y su acompañante, los cuales se den como consecuencia del
desplazamiento desde el municipio del Socorro hasta la ciudad o institución
médica en donde deben llevarse a cabo los tratamientos médicos dispuestos para
los diagnósticos de “DESNUTRICION PROTEICOCALORICA MODERADA,
PERDIDA ANORMAL DE PESO y CONSULTA PARA INSTRUCCIÓN Y VIGILANCIA
DE LA DIETA”.

Ahora frente al principio de integralidad en el tratamiento a la salud de un


menor, queda claro que el derecho a la salud es un fin primordial del Estado
Social de Derecho, por lo que su protección goza de un interés prevalente para la
Corte Constitucional, sin enfrascarse en discusiones de tipo técnico,
administrativo o económico, siendo obligación del juez constitucional velar por su
efectiva protección, así como la especial protección que debe prestarse a la
personas que se encuentran en debilidad manifiesta, por razones de la edad o por
sus capacidades físicas.

Advirtiéndose dentro del caso que se examina, que al menor le fue ordenada
suplementación con PEDIASURE 400 G dentro del plan de manejo que el galeno
tratante consideró adecuado frente a los diagnósticos de desnutrición
proteicocalorica moderada, perdida anormal de peso y consulta para instrucción y
vigilancia de la dieta, situación esta ante la cual su representante legal acudió
desde el 12 de junio ante la E.P.S. en aras de obtener su autorización y respectiva
entrega, petición que le fue negada argumentando que no se encuentra dentro del
Plan de Beneficios de Salud por lo que no se ha materializado el derecho a la
salud que le asiste a SANTIAGO QUESADA BARBOSA.

Ahora, la orden de tratamiento integral, como medida de restablecimiento del


derecho fundamental a la salud, busca así garantizar el cumplimiento del
principio de integralidad del sistema general de seguridad social en salud,
consagrado en el artículo 8° de la Ley Estatutaria de Salud. Sin embargo, se
encuentra supeditada, a la luz de la jurisprudencia constitucional, a las
exigencias señaladas en la sentencia T-081 de 2019, según la cual la orden de
tratamiento integral es procedente, en primer lugar, cuando se encuentre
acreditada una conducta negligente de la empresa promotora de salud, en la
entrega de medicamentos, en la programación de procedimientos quirúrgicos o en
la realización de tratamientos, y en segundo lugar, debe existir las órdenes
emitidas por un profesional de la salud en donde se especifique de manera
detallada los servicios médicos que requiere el afiliado. En todo caso, señala la
Corte Constitucional que la orden de tratamiento integral no se puede
fundamentar sobre la base de «tratamientos futuros e inciertos» o bajo la égida de
«presumir la mala fe de la entidad promotora de salud en el cumplimiento de sus
deberes».

Así las cosas, encuentra este Despacho que en el caso en concreto se reúnen los
requisitos exigidos por la Corte Constitucional para la aprobación del tratamiento
integral, esto es a que (i) La EPS actúo con negligencia al no haberse garantizado
el acceso total a la prestación de los servicios de salud que le asisten al niño; (ii)
Están diagnosticadas las patologías por el médico tratante (iii) Hay ordenes
acerca del tratamiento durante 90 días y control de seguimiento por nutrición y
dietética en 3 meses, (iv) El menor amerita un trato diferenciado, en razón a su
disminuida edad (07 años) y al ser sujeto de especial protección constitucional.

Por lo anterior la E.P.S. FUNDACIÓN AVANZAR FOS deberá garantizarle el


tratamiento integral al menor SANTIAGO QUESADA BARBOSA frente a las
patologías que le aquejan actualmente, esto es, “DESNUTRICION

16
PROTEICOCALORICA MODERADA, PERDIDA ANORMAL DE PESO y CONSULTA
PARA INSTRUCCIÓN Y VIGILANCIA DE LA DIETA”.

En mérito de lo expuesto el JUZGADO TERCERO PROMISCUO MUNICIPAL DE


SOCORRO, SANTANDER, administrando justicia en nombre del Pueblo y por
mandato de la Constitución Política.

RESUELVE

PRIMERO: CONCEDER el amparo de los derechos a la vida y a la salud del


menor SANTIAGO QUESADA BARBOSA, quien interviene a través de su
representante legal la señora INGRIS TATIANA BARBOSA LOPEZ, por las razones
expuestas en la parte motiva de esta providencia.

SEGUNDO: ORDENAR a la E.P.S. FUNDACIÓN AVANZAR FOS, que en el término


de cuarenta y ocho (48) horas contadas a partir de la notificación de la presente
sentencia, proceda a autorizar y entregar el suplemento alimenticio PEDIASURE
400 g que le fue prescrito a SANTIAGO QUESADA BARBOSA por la especialidad
de nutrición de acuerdo a la formula medica No. 8614 del 08 de junio de 2023.

TERCERO: ORDENAR a la E.P.S. FUNDACIÓN AVANZAR FOS que en caso tal de


no contar con los servicios médicos que requiera el menor SANTIAGO QUESADA
BARBOSA en su lugar de residencia, y en caso tal de requerirse por razones
médico científicas o de infraestructura la prestación del servicio de salud en un
lugar diferente, deberá cubrir los gastos y costos de traslado y los derivados, del
menor y su acompañante, los cuales se den como consecuencia del
desplazamiento desde el municipio del Socorro hasta la ciudad o institución
médica en donde deben llevarse a cabo los tratamientos médicos dispuestos para
los diagnósticos de “DESNUTRICION PROTEICOCALORICA MODERADA,
PERDIDA ANORMAL DE PESO y CONSULTA PARA INSTRUCCIÓN Y VIGILANCIA
DE LA DIETA”.

CUARTO: CONCEDER el tratamiento integral que requiere el menor SANTIAGO


QUESADA BARBOSA respecto a los diagnósticos de “DESNUTRICION
PROTEICOCALORICA MODERADA, PERDIDA ANORMAL DE PESO y CONSULTA
PARA INSTRUCCIÓN Y VIGILANCIA DE LA DIETA”

QUINTO: NOTIFICAR la presente decisión a las partes por el medio más expedito,
advirtiendo que contra la presente providencia procede la impugnación en el
término de ley.

SEXTO: Si éste fallo no fuere impugnado, remítase oportunamente el expediente


a la Honorable Corte Constitucional para su eventual revisión.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

EFRAIN FRANCO GOMEZ


Juez

17

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