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Universidad de Palermo

Facultad de Ciencias Social

Psicología y Ética profesional

Prof. A cargo María Steuer

Primer Parcial

La Ética, El Bien, Alteridad y Otredad


situada en la Película Cadena de Favores

Dayan Rafael (Legajo 0120280, rafiday@hotmail.com)

Fanuele Hernán Pablo (Legajo 0123005, fanuele@gmail.com)

Pirowicz Nehorai Iacov (Legajo 0126982 pirowiczneho@gmail.com)

Octubre 2023
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Desarrollar las siguientes consignas considerando la bibliografía


obligatoria de la materia dictada hasta el día 15/09 inclusive, y la película
“Cadena de Favores” (2000), dir. Mimi Leder:

1)Articular conceptos y elaborar un análisis crítico respondiendo la


siguiente pregunta:

¿Consideran que hay elementos dentro de la propuesta del protagonista


(Cadena de favores) que conforma/n acto/s ético/s?

Describir y fundamentar abarcando la bibliografía de Spinoso, P. “¿Qué


es la ética?”, y de Fagothey, A. “El Bien”.

Sinopsis de la Película:

La película "Cadena de Favores" (2000),dir, Mimi Leder; se centra en un niño


de 11 años llamado Trevor, quien vive con su madre sobrecargada de trabajo,
abandonada de su esposo y alcohólica, en la cual Trevor tiene que afrontar
situaciones de responsabilidad a su edad. En la escuela su Docente de
ciencias sociales, asigna la tarea de idear y poner en práctica un proyecto que
pueda cambiar el mundo.

La idea que Trevor desarrolla es pagar un favor recibido, propone que cada
persona haga tres favores a otras personas sin esperar nada a cambio, con la
esperanza de que estas acciones generen una cadena de bondad y altruismo
que transforme la sociedad.

Él mismo comienza realizando un favor a un vagabundo (drogadicto), a su


propia madre, Docente (con quemaduras en la piel) y también se propone a
defender a su compañero de escuela para que no sea violentado por alumnos
de mayor edad, a partir de allí, la película va mostrando el impacto que estas
acciones tienen en la vida de las personas involucradas y cómo se extiende la
cadena de favores. Sin embargo, no todo resulta tan fácil como Trevor lo
imagina, y la película aborda los desafíos y obstáculos que enfrenta el
concepto de “favor por favor” y ponen a prueba la idea de cambiar el mundo a
través de actos desinteresados.

La Historia se vuelve cada vez más emotiva ya que explora temas como la
generosidad, el altruismo, la bondad y la conexión humana, dejándonos un
mensaje poderoso sobre la capacidad de cada individuo para marcar la
diferencia en la vida de los demás y la importancia de la empatía en la
sociedad.

Marco teórico:

Respecto a la conceptualización que realiza Spinoso (1999) sobre la filosofía


en sentido cósmico de Kant, que la formula con cuatro preguntas, podemos
responder a éstas desde el guion de la película propuesta. Tenemos en cuenta
que solo la segunda pregunta: ¿qué debo hacer?, es la que responde a nuestra
cuestión en este trabajo práctico.
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¿Qué puedo hacer? Es aquello que está a la medida de las posibilidades,


particularmente la ubicación desde el lugar en que cada uno vive. La propuesta
del desafío de Trevor, el niño de 11 años, es cambiar lo que está al alcance, y
luego se expandirá exponencialmente si cada uno de los adherentes que recibe
un favor lo multiplica hacia otras tres personas.
¿Qué debo hacer? Es una pregunta clave en un momento de la película
cuando Trevor dialoga con su profesor en el aula, donde lo acusa diciendo:
“Usted no se interesa por mí”, a lo cual el profesor responde: “Me intereso por
ti”, y Trevor remata: “Claro, eres mi maestro, es mi obligación”. Esta distinción
entre lo que se debe y lo que se quiere fundamenta la razón de las decisiones.
Éstas adquieren un sentido más elevado y transformador desde el querer y no
desde el mero deber.
¿Qué me es permitido esperar? Cualquier cosa se puede esperar. El profesor
pidió un proyecto para transformar el mundo, Trevor plantea la posibilidad de
una utopía, en el sentido literario, como mundo perfecto. En el desarrollo de la
película vemos la preocupación de Trevor por las experiencias cercanas a su
existencia, las personas que lo rodean en su cotidianeidad. El cambio del
mundo comienza por la transformación del propio mundo, el cambio de un salir
de sí mismo y el cambio de las personas que satelizan su vida. Pero luego
permite que se le escape de las manos el “programa de la cadena de favores”.
¿Qué es el hombre? La película parece enunciar una definición de hombre,
como aquel que no es perfecto, como aquel que debe reconocer su pequeñez y
como aquel que necesita de los otros para salir de sus propias parálisis y
avanzar hacia una instancia más buena de sí mismo. Cada uno con su
oscuridad se encuentra frente a un horizonte de luz si camina con actitud de
salida hacia los demás desde sus posibilidades. Esto es posible en la medida
que se reconozca el propio lugar y la misión personal y se superen los miedos
a la intervención de la propia voluntad.

Volviendo a la segunda pregunta: ¿qué debo hacer?, advertimos,


primeramente, cómo Trevor está implicado en la respuesta. Cuando el profesor
propone el desafío de pensar creativamente una tarea para cambiar el mundo,
Trevor se lo toma muy seriamente como un desafío que involucrará a otros,
pero que nace de su propio deseo y voluntad. Él tiene que dar el puntapié
inicial.
Asimismo, todavía no se cumplió aquello que necesita de la intervención
personal, es un futuro posible, pero todavía no realizado. Solo el obrar de
Trevor podrá iniciar el movimiento.
Vemos, como tercera nota de esta segunda pregunta, que Trevor asume un
deber, una exigencia. La responsabilidad parece agobiarlo por momentos,
particularmente cuando sus proyectos se derrumban por la naturaleza
vulnerable y frágil de las personas que elige: su madre, el vagabundo, el
profesor.
Finalmente, la determinación del “qué”, como contenido de ese deber. Desde el
gráfico de la propuesta de la tarea esbozado por el maestro en el pizarrón del
aula, la imaginación de Trevor no descansó hasta que fue dándole forma no
solo al proyecto, sino a las personas concretas como destinatarios. Proyecto y
sujetos elegidos se convirtieron en el contenido de su “qué”, elemento que da
último sentido al ¿qué debo hacer?.

Fagothey (1973, p.4) a su vez hará foco en la epistemología aristotélica,


haciendo énfasis a la naturaleza del bien, entendiendo a este como fin, sea
cual sea el bien que se busque.
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Al distinguir los distintos bienes va a destacar el bien apropiado, el cual
perseguimos con el fin de alcanzar la perfección, la nobleza, lo justo (cf. p.6).
Este bien que no puede ser atribuido a otro bien, es decir que es irreductible a
otros bienes, de igual forma debe ser un bien ideal con el paso del tiempo y es
de carácter obligatorio, es decir que se da como el deber ser, ya que, si no se
cumple, no estamos cumpliendo “ser humanos” (cf. p.16).
Es una necesidad intrínseca del ser humano, inapelable e irreductible a otras
necesidades, siendo así como aun librándonos de otras molestias u
obligaciones de cualquier índole, de igual modo tendrá carácter de necesidad
absoluta.
Este bien se atribuye en tanto ser humano libre y con posibilidad de elección,
entendiendo que nace desde la libertad y del deber ser, y en tanto se haga mal
uso de esa capacidad moral, la detracción será hacia el ser humano como tal.
Al comienzo de la película podemos notar a la madre en una disyuntiva, ya que
habiendo realizado una promesa a su propio hijo de no consumir alcohol es
que le ofrecen un trago en el bar donde trabaja y esta lo rechaza sin dar lugar a
replica.
Esta acción, se nos presenta como bien indisociable de la persona, es una
decisión que sea cual sea la elección que se haga, se pondrá en tela de juicio
el valor moral del ser humano, su cualidad moral, su apreciación acerca de si
misma. Es de esperar que Aristóteles nos plantee, en su “Ética a Nicómaco”
(en Vassallo, 1957, p.20), una ética que exija nuestra propia esencia, ya que de
esta forma se podrá conquistar el fin (thelos) humano, el cual no está ligada a
otro fin, sino que es completamente autosuficiente para poder ser un fin último,
para poder así alcanzar la realización de la esencia del hombre (cf. Fagothey,
p.5).

2)En el marco de la historia narrada en la película y la bibliografía


desarrollada en la primera parte de la asignatura, articule al menos una de
las líneas/corrientes de la ética filosófica de acuerdo a la siguiente
pregunta:

¿Qué lugar ocupa la alteridad, la otredad en el acto ético?

En la otredad no hay cálculo. Así como Spinoso (1999, p.5) sostiene, siguiendo
a Wittgenstein, que la ética no puede reducirse a la ciencia, porque el juicio de
valor es más que la suma de todas las verdades, podemos también sostenerlo
desde el aporte de la película. Trevor, bastante perfeccionista, va aprendiendo
lentamente que cuando se trata de involucrar a otros en un propósito, los
cálculos no son matemáticos. Se decepciona muchas veces porque “no le dan
las cuentas”. Comprende, finalmente, que es “más importante el intento que los
resultados”, como le dice el maestro tratando de contener sus frustraciones. La
libertad del otro, la vulnerabilidad de los otros, incluso si obraran “según los
cálculos”, no alcanza para determinar el éxito o el fracaso de la tarea. Por ello,
el valor de una decisión es relativo y no absoluto; es algo más que la perfecta
mecánica de todo el sistema del proyecto (Spinoso, 1999, p.4). Además,
porque la ética no describe cómo son las situaciones, sino cómo deben ser
(p.5), como una exigencia a la persona, no como una descripción.
Spinoso reporta que la ética tiene una dimensión de “acción orientada hacia lo
preferible” (1999, p.5), aunque la vara de la idealidad sea muy alta. “Si hay
ética, es que hay otros mundos posibles” (p.5), confirma la autora. En la
película, este tema de la utopía, del mundo posible, y de las posibilidades de
algo que todavía no es, se presentan durante todo el desarrollo de la trama.
La presencia de “los otros” ayuda a Trevor a ir, paulatinamente, distinguiendo
entre la ética y la moral. Desde cierta rigidez en sus pretensiones, y frente a las
elecciones que algunos convocados al proyecto realizan, se torna necesario
dejar los “hechos sociales” (Spinoso, 1999, p.7) como conductas objetivadas y
pasar al ámbito del sujeto: “Yo, ¿qué debo hacer?”

Hasta ahora, enfocamos respecto al sujeto, pero si tenemos en cuenta la


historia de la moral, podemos traer el método genealógico de Nietzsche, donde
ubica la historia, oponiéndose a los universales antiguos (Nietzsche, 1991,
párr.20; y también: Scavino, 1999, p.167). La genealogía permite pensar que la
pregunta “Yo, ¿qué debo hacer?” se modula y transforma a lo largo del tiempo.
A los personajes de la película los persiguen sus propias historias, pero en
cada escena se los mueve a pensar cómo responder a esos determinantes
históricos. “¿Debo hacer siempre lo mismo?”. La sospecha contra el “siempre”
implica en la genealogía de la moral la posibilidad de una modulación, de un
cambio; lo que Nietzsche llama “transformación de los conceptos” (párr. 4). Es
aquí donde Nietzsche habilita el pensar la propia vida como creatividad (párr.
25). Para él, el superhombre es como un niño, por su capacidad lúdica y
creativa sin imposiciones. Las situaciones, las cosas, las respuestas, las
decisiones… no tienen por qué ser siempre así. Detrás del siempre se hizo así
se esconde el sometimiento. La adicción a las drogas, la historia del
alcoholismo de la madre y del padre, las quemaduras del incendio en el cuerpo
del maestro, la indiferencia de Trevor frente al bullying al que es sometido su
amigo, la situación ambulatoria y callejera de la abuela, son todos esquemas
de vida en los cuales uno puede quedar atrapado, o bien, por amor al otro, por
consejo del otro y gracias al otro, se propone como posible de ser distinto,
posible de cambio. Estas modulaciones históricas, encierran las voluntades de
poder, lugar de los deseos e impulsos de los poderosos. Frente a este planteo
Nietzsche tiene una óptica vitalista.
La desconfianza frente a los constructos que propone Nietzsche es la que abre
la posibilidad del nihilismo, porque “nada resulta ser divino” (párr. 24),
deshaciéndose de las cadenas morales impuestas y aceptar el
desfondamiento, la posibilidad de una decisión que dé origen a algo nuevo, una
creación libre y sin imposiciones. De manera similar se expresa Vassallo al
plantear la óptica de San Agustín, “donde el hombre conserva el misterioso
poder de transgredir el orden” dado (1957, p.25). Desde ese arrojo hacia lo que
el otro necesita se gesta la propuesta de Trevor como trabajo práctico de la
materia; a su vez, es el motor que lo lleva desde el esquema de una tarea
escolar a una experiencia vital en sus decisiones frente a otros; y por último, es
el fundamento del desinterés por cuidarse a sí mismo y entregarse a defender
a su amigo, dejándose arrancar la vida en esa decisión.

En relación a la alteridad, a la relación con un otro, vamos a encontrarnos


también con la propuesta de Scavino, el cual cita la teoría de la ética del no-
mal (1999, p.167), en la misma, se desarrolla que al no poder acordar acerca
del “bien” como instancia en sí misma (es decir que las distintas culturas no
acuerdan entre sí qué es aquello comprendido como bien) solamente
podremos apuntalar una estructura ética basada en el “no mal”, lo cual refiere
al compromiso por la subsistencia de la especie humana (p.174), evitando al
máximo la catástrofe y el derrumbamiento del universo.
A diferencia de Kant, no se buscará la respuesta al “¿qué debo hacer?”, sino al
“¿qué no debo hacer?”. En este sentido la ética presentada es
cuantitativamente menos optimista, “descree” de la bondad humana y lo limita a
la tarea de no dañar a su propia especie (como la bioética propuesta por Jonas,
en Scavino, p.174). Se plantea con ello una contraposición con Kant (1999) ya
pasa a ser un “qué no debo hacer”.

Este tipo de ética tiene dos vertientes principales:


 Ética de los derechos humanos (preservación de la vida humana en el
presente)
 Bioética (preservación de la vida humana a futuro).
En este sentido notamos cómo el rol de la otredad es tomado desde una óptica
compleja, en donde se la tiene como protagonista de la construcción de la
ética, por ende, al sabernos inaccesibles a una ética universalista, cuanto
menos buscamos dar lugar a la otredad y al “no daño” de la especie humana.

En relación con esto, se nos presenta una escena movilizadora, en la cual el


protagonista sacrifica su propia vida reivindicando sus valores morales. En este
sentido, si bien Trevor no realiza una acción directa para herir al niño violento,
sino para evitar una injusticia, se sacrifica de forma tal que cumple con esta
forma ética, una ética basada en el no daño, en no hacer mal.

Bibliográficas Consultada

Aristóteles, Etica a Nicómaco, libro 1, cap. 1, 1094a 3

Fagothey, A. (1973) Ética. Teoría y aplicación, Cp. 5: El Bien. México: Nueva


Editorial Interamericana.

Nietzsche, F. (1991) La genealogía de la moral. Barcelona: Círculo de lectores.

Scavino, D. (1999) La filosofía actual. Buenos Aires: Paidós.

Spinoso, P. (1999) Kant. La Ética. Material de cátedra


Vassallo, Á. El problema moral. Buenos Aires: Editorial Columba, 1957.

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