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“Somos primates” es un vídeo documental que trata sobre las principales similitudes y
diferencias entre la especie humana y los primates, además de la evolución y el desarrollo de
las inteligencias cognitivas en los primates, esto lo vemos en el proceso de hominización,
proceso por el cual aparece el ser humano a partir de otros seres vivos, en concreto de los
primates. Esta relación entre especies hace que compartamos algunas características, pero que
también, nos diferenciemos de ellos en otras.
Los seres humanos no somos los únicos seres inteligentes del planeta, ya que, como se muestra
en el vídeo, hay ciertas capacidades cognitivas que compartimos con otras especies, por
ejemplo la noción de tiempo, espacio, capacidad, etc. Sin embargo, y gracias a nuestra
evolución notable existen diferencias entre nuestra especie y las demás, además de las
diferencias fisiológicas (bipedismo, posición erguida, cerebro de gran tamaño), lo propio y
distintivo de los humanos es nuestra evolución social, científica y cultural. Así pues, mientras
que los demás seres inteligentes se comportan del mismo modo que hace miles de años, los
seres humanos hemos podido inventar todo un mundo de instituciones, técnicas y culturas.
No obstante, hay ciertas capacidades que otras especies realizan mejor que los humanos. En el
vídeo documental nos dan un ejemplo claro y es el de las mariposas, que se adaptan a los
diferentes climas desplazándose por los cielos hasta encontrar el clima a las que están
acostumbradas a vivir. Este desplazamiento aéreo no es posible en humanos, además de por
qué somos claros animales terrestres. Pero si quisiéramos trasladarnos por el mundo en busca
del mejor clima por temporadas, tardaríamos mucho más que las mariposas y sería una tarea
complicada.
Una gran diferencia entre especies es el proceso de aprendizaje de cada una. La gran
diferencia es que el hombre es un ser cultural, es decir, que vive en comunidad y que todo lo
aprendido se lo enseñan hombres que, a su vez, fueron educados por otros hombres. El ser
humano aprende por imitación y su desarrollo es gracias al fruto social. Pero es que además los
humanos somos seres simbólicos, dichos símbolos nos sirven para interpretar el mundo. Por el
contrario, los otros primates aprenden y se desarrollan a través de sus instintos, a través de un
esfuerzo individual. Esta diferencia se ve claramente en la gran diferencia entre un bebe
humano (prematuro, dependiente) y un bebe simio (independiente).
En una parte del documental, Michael Tomasello, profesional en psicología, habla sobre la
acumulación de cultura que se lleva de generaciones en generaciones. Por cultura nos
referimos a conocimientos, costumbres, hábitos, valores, habilidades, etc. Anteriormente
hemos dicho que los hombres son educados por hombres que, a su vez, fueron educados por
otros hombres. Este tránsito de enseñanzas y aprendizajes entre hombres es lo que se
denomina efecto trinquete.
Volvemos a hablar de la plasticidad biológica del ser humano ya que gracias a ella somos
capaces de buscar alternativas diferentes que nos hacen a cada humano diferentes entre
nosotros. Si a esto le sumamos la capacidad de racionalidad que poseemos, obtenemos una
disociación del saber, propia de la especie humana.
De esto habla la Teoría de la Mente, que nos dice que el hombre es el único capaz de crear
hipótesis y predicciones acerca de lo que piensa o siente un semejante a él, de intuir o de dar
por hechos estos pensamientos.
De esto modo, y luego de enfatizar en la idea de que el hombre es un animal social, podemos
asegurar que las habilidades de cooperación están más desarrolladas en el hombre que en
cualquier otra especie. Esto se puede observar en niños que obtienen mejores resultados
trabajando en grupos. Esto quiere decir que nuestro rasgo más característico lo encontramos
en la comunidad, y que funcionamos de manera más efectiva si trabajamos y convivimos en
conjunto.
En esta comunidad es donde además, aprendemos sobre valores. Los seres humanos somos
seres altruistas de manera innata, ya que nuestra propia naturaleza nos aboca a la cooperación
social. El altruismo innato lo encontramos en niños menores de dos años, ya que no son
conscientes de las normas sociales, en cambio, las personas ya conocedoras de estas normas se
pararán un momento antes de ayudar a alguien sin saber cómo es esa persona o qué actos ha
cometido en su vida.
Lectura y análisis del capítulo ¨ El aprendizaje humano¨ del libro ¨El valor de educar¨ de
Savater.
Esta práctica está vinculada al tema titulado “Antropología y educación” concretamente en los
apartados.
En el texto hay dos ideas claves en la cita “Nacemos humanos, pero eso no basta” que se van
entremezclando continuamente:
En primer lugar, el deber del ser humano hace referencia a esa acepción del término ¨humano¨
como una especie de ideal de realización personal que intentamos plasmar en nuestra
conducta. Desde este planteamiento ético, podemos diferenciar entre modelos humanos o
inhumanos. Y nosotros tenemos la libertad para obrar y vivir más conforme a unos u a otros.
Por otro lado, nacemos siendo humanos, pero no lo somos del todo hasta después. En este
sentido, la humanización es un proceso de confirmación posterior de nuestro ser biológico
inicial. La idea de plenitud humana necesita irremediablemente de dos condiciones: primero,
del paso del tiempo y, segundo, de la existencia de otros que nos enseñen y contagian su
humanidad.
Según Fichte “solamente entre hombres llega el hombre a ser hombre”. La importancia de la
imitación en el aprendizaje humano es muy importante. Los seres humanos tienden a imitar a
sus superiores porque es su naturaleza, la disposición mimética enormemente desarrollada en
el ser humano, esta no es una capacidad exclusiva, pero sí multiplicada.
Según el texto “el amor posibilita y sin duda potencia el aprendizaje, pero no puede sustituirlo”.
Con esto quiere decir que gracias al amor y la afectividad podemos tener más educabilidad. La
combinación entre vínculos afectivos y pedagógicos para la vida humana es necesaria, ya que la
unión de amor y pedagogía forman el equilibrio perfecto. Ambas se requieren y se necesitan.
Por el contrario, el castigo sin comprensión ni cariño no ayuda al aprendizaje.
Por último, la frase de Kant “La educación nos viene siempre de otros humanos”, quiere decir
que la educación se transmite de generación en generación y, por tanto, no es mecánica.
Educar es un asunto de los humanos y el hombre necesita de la educación para convertirse en
lo que es. Por tanto, la educación es intrínseca a la condición humana. Otros seres vivos poseen
cierta capacidad de aprendizaje, pero no podemos catalogar estos aprendizajes como
educativos.
Práctica n°3
Para explicar las relaciones que existen entre la naturaleza y la cultura en el ser humano se
acepta el término de cultura entendido, dentro de las ciencias humanas, como el conjunto de
conocimientos, leyes, creencias, costumbres, etc., que caracteriza a un grupo social
determinado y que lo distingue de los demás, es el llamado ámbito socio-cultural.
Siguiendo con el concepto de cultura, entendemos que ofrecer una definición única de este
término resulta una tarea compleja, debido a su riqueza de matices y acepciones. Lo que
podemos afirmar es que es una palabra que proviene del latìn colere que significa cultivar y
tiene triple sentido, físico, religioso y formativo-ético. Una de las primeras definiciones que se
tuvo en cuenta de este término es, precisamente, la de todo aquello que no es naturaleza, que
es inventado por el hombre, hablamos pues, de la diferencia entre lo dado y lo hecho. Dicho
esto, podemos recoger cuatro acepciones o usos del término que se encuentran en el texto:
Los dos factores que explican la multiplicidad y diversidad cultural son: el que se basa en la
consideración de la naturaleza como medio físico, y el que se basa en el análisis de la
naturaleza humana.
● Naturaleza como medio físico: el hombre “cultiva” el mundo donde vive por lo que
hace surgir nuevo. Eso que surge es la cultura, y no solo como mundo físico, sino
también como uso del sentido.
● Análisis de la naturaleza humana: el hombre como ser inteligente se ve obligado a
adoptar el medio para su supervivencia. La plasticidad biológica y el carácter racional
del ser humano permite que se constituya la cultura.
En el estudio de la cultura y de su implicación educativa, se tiene en cuenta dos perspectivas: la
primera que concibe al sujeto con capacidad para crearla; y la segunda lo hace considerándolo
como ser cultural, que participa pasivamente de la asimilación de la misma.
El ser humano es capaz de producir, modificar y comunicar la cultura a los demás a través de su
lenguaje simbólico. El ser humano, a través de la cultura, desarrolla la potencialidad adaptativa
que encierra su naturaleza biológica, consiguiendo transformar el medio para la satisfacción de
sus necesidades.
Para explicar los conceptos de creatividad y oportunidad el texto se sirve del ejemplo de la
jabalina. En este, se explica cómo el hombre es capaz de razonar que un palo le puede servir
para matar animales pequeños e indefensos, pero que, si afila la punta y lo convierte en
jabalina también puede matar animales grandes. El palo era una oportunidad que el hombre
adoptó de la naturaleza, pero la jabalina la ha conseguido a través de un proceso inventivo
gracias a la creatividad del hombre.
El hecho de que el hombre nazca “sin hacer” o incompleto, genera en él una capacidad de
plasticidad que le permite adaptar el medio a sus necesidades y satisfacciones. Esta adaptación
es lo que concebimos también como cultura, ya que es propio del hombre buscar alternativas
de lo ya dado para convertirlo en mejores herramientas para una vida digna. La jabalina, no
como objeto en sí, hace referencia al poder de creatividad que el hombre encuentra en su
entorno y que, enseñará a sus semejantes, para así perpetuar aquellos conocimientos.
“La cultura se presenta como un fenómeno posible, necesario y contingente al mismo tiempo”.
Esto nos quiere decir que la cultura es posible gracias a la plasticidad biológica y el carácter
racional del hombre; luego es necesario ya que sin hombre no habría cultura, y sin cultura no
habría hombre; por último, es contingente porque puede ser de una forma u otra dependiendo
el grupo social que la adapte.
Visionado y Análisis del programa de TV Millennium” Inmigración: ¿un derecho para todos?”
Esta práctica está vinculada al tema titulado “cultura y educación”. En la que ha de realizarse el
visionado y análisis del programa de televisión Millennium, concretamente el denominado
Inigración, ¿un derecho para todos? Trata la cuestión migratoria a nivel mundial con fecha junio
de 2014.
En este visionado se habla del testimonio de Mamadou Dia. Él cuenta que detrás del título de
su libro “3052. Persiguiendo un sueño” se encuentra la cifra de los kilómetros que existen
desde Dakar, la capital de su país de salida, hasta su destino: Murcia. Lugar que lo acogió por
primera vez y donde estuvo viviendo siete años. Al llegar al puerto de la Gomera, los
voluntarios le asignaron un número de identificación: el 41. Este gesto no hizo sentir a
Mamadou como una persona, si no, como un objeto al que había que enumerar para llevar un
orden y controlarlo.
Mamadou Dia sobrevivió a este largo y duro viaje, pero muchos inmigrantes se quedan en el
camino o mueren en las costas europeas. Se tiene constancia de que han muerto
aproximadamente 23.000 inmigrantes. Sin embargo, Fernando Vallespín afirma que esto “es
totalmente evitable”. Los tertulianos del programa exponen que esto es un problema de
gestión en el que podrían haberse evitado muchos de los conflictos que generan la huida de las
personas de estos territorios. Estos podrían solucionarse controlando la entrada y la salida de
personas, por parte de los países de entrada y salida. Además, las normas deberían ser menos
rígidas y muchas de las leyes no se están cumpliendo como deben.
José Antonio Zamora plantea la idea de que si esas muertes no forman parte del cálculo
disuasorio. Es decir, intentan que los inmigrantes no vengan haciéndoles ver que en el camino
existe peligro, obstáculos e incluso muertes; “si les hacemos sufrir en el paso, la próxima vez
vendrán menos”.
Esta práctica está vinculada al tema “modelos antropológicos y el problema del hombre”
apartado génesis y raíces antropológicas del hombre. Esta consta del visionado “no hemos
aprendido a vivir” de José Luis Sampedro.
José Luis Sampedro nos habla del humanismo, ya que sabía mucho sobre la materia. Fue
escritor, economista y gran humanista. Su gran empeño fue transmitir el deseo de crear una
familia humana que habite este Planeta.
Siguiendo esta línea, José Luis Sampedro dice “no hemos aprendido a vivir con humanidad. La
humanidad está por hacer”. “Lamentablemente, no sabemos qué hacer con la técnica, no
tenemos el arte vivir”. “Tenemos mucha técnica, pero poca sabiduría”. No hemos aprendido a
vivir con humanidad y con dignidad. Vivir con humanidad significa vivir en paz, pero sigue
habiendo conflictos o faltas de respeto; vivir en armonía con la naturaleza (respetar el
medioambiente). Tampoco hemos aprendido a vivir con sosiego, con calma, con tranquilidad,
disfrutando. Ahora vivimos con prisa, estrés. Para evolucionar hay que hacer un uso razonado
de la técnica, que esos avances no sirvan para seguir esclavizando al hombre. El hombre de hoy
es esclavo del tiempo, del sistema y de las máquinas.
Existe el derecho de vivir, pero hay algo más fuerte que es el deber de vivir, hacer de nuestra
potencialidad lo más grande, coger lo más grande de la vida y hacer algo con ello. Esto exige
tiempo, escucharse a sí mismo, somos cuerpo y mente unidos. Para hacernos necesitamos
tiempo y, a partir de la vida que hemos heredado, construir nuestra propia vida. Esto nos
llevará a la libertad. “Lo que da dignidad al ser humano plenamente es la libertad”. La libertad
hay que ejercerla con unas condiciones inspiradas en la revolución francesa. El hombre libre
con los valores de igualdad y fraternidad es el hombre con dignidad. Para llegar a conseguir el
pensamiento libre. Este, es indispensable para todo. Si todos practicáramos el pensamiento
libre habría ciudadanía (estatus de disfrute de valores del ciudadano) y si hubiese ciudadanía
no pasarían las crisis financieras que ocurren inherentes al sistema. El espíritu crítico es el arte
de razonar y argumentar, independencia en la forma de pensar y actuar. En nuestra sociedad, la
sobreabundancia de información y la velocidad constituyen categorías antropológicas de
primer orden. Lo importante es tener criterio para saber qué tenemos que escoger y qué
tenemos que desechar.
Hemos vivido con la idea de que el planeta tiene recursos infinitos, a esto se le suma el
crecimiento de la población y el destrozo del medio ambiente. Por todo esto, el desarrollo que
denominan “sostenible” es totalmente insostenible y frente a esto es necesario reaccionar. Se
asocia la idea de crecimiento y progreso con la acumulación, es decir, entre el ser y el tener ha
ganado claramente el tener, debido a nuestro egocentrismo. En suma, se plantea la
nomenclatura de “decrecimiento”.
En conclusión, debemos crear nuestro propio pensamiento con ayuda de la educación con el
fin de construir la humanidad. Nosotros, los jóvenes tenemos que realizar esta tarea, requiere
tiempo, pero hay que empezar a hacerlo.
Práctica nº 6
El gran tema de la Filosofía es la muerte, pero a juicio de Mèlich existe una gran paradoja, y es
que la Filosofía ha estudiado muy mal la muerte. La muerte únicamente ha sido abordada
desde la visión metafísica y Mèlich nos pone dos ejemplos. El primero: la muerte como
liberación. Y en este sentido Platón sostiene que el alma se libera del cuerpo. El segundo: la
muerte como contraria al yo. En este sentido menciona a Epicuro: “la muerte es yo no soy y
cuando yo soy la muerte no es”. Pero esta tradición filosófica
La metafísica no ha abordado la muerte en su sentido más dramático y humano como la
ausencia del Otro.
Mèlich dice “Quizás para la muerte propia uno puede prepararse”. De hecho, los filósofos han
insistido en esta idea. Según Platón “filosofar es aprender a morir”. Pero para lo que no
estamos preparados, y cree que nunca lo estaremos, es para sobrevivir a la ausencia del Otro, a
la pérdida de un ser querido. Por ello, tenemos que aprender a vivir con la pérdida y con la
cicatriz que deja su ausencia, que nos inquieta y nos conmueve.
Un hecho antropológico demostrado es que todos vamos a morir. Somos seres finitos, es decir,
que tenemos fin o límite en el tiempo, que vamos a terminar. La finitud en esta entrevista se
asocia a la condición mortal del hombre. Mèlich asocia la muerte con la contingencia (algo
puede suceder o no suceder), la vulnerabilidad, fragilidad, incertidumbre, ambiguo (no es todo
blanco o negro) no todo es seguro, controlado y cierto. La vida está siempre amenazada por la
muerte (de manera repentina y al azar). Estamos aquí de forma provisional (de prestado). La
actual pandemia que estamos padeciendo nos recuerda trágicamente nuestra fragilidad como
especie y que no todo era seguro ni estaba resuelto. Se evidencia la enorme incertidumbre y la
incapacidad del ser humano para controlarlo todo a pesar de los avances en ciencia y
tecnología
Freud relaciona la nostalgia con añoranza y la melancolía. El papel que juega en la memoria, el
recuerdo evidencia esa pérdida. Aunque el recuerdo está mitigado puede abrirse en cierto
momento sin previo aviso, de manera voluntaria y es difícil de controlar. A parte de una
persona, también puede ser por un lugar, sonido u olor. El entrevistado pone un ejemplo con
“Los muertos” de James Joyce. El momento en el que oye una canción y esa canción le abre la
cicatriz de la ausencia y le recuerda que hay alguien que se ha ido y no volverá nunca más.
La tradición metafísica piensa que hay verdades absolutas. Cree que hay verdades tan firmes y
seguras, como diría Descartes, que ni las más extravagantes suposiciones de los escépticos son
capaces de conmover. Es decir, la metafísica piensa que existe una verdad, un bien con
mayúsculas (en Platón el Mundo de la Ideas). Sin embargo, Mèlich es partidario de una filosofía
literaria que consiste en aceptar que nunca llegaremos a verdades absolutas y trascendentes y
que todo es provisional y depende del contexto, de momento.
Debemos aceptar, como decía un libro de la Biblia, que hay un tiempo para vivir y para morir,
para reír y para llorar. Hay que aceptar la finitud de su vida y hay que lidiar con la pérdida. Ser
consciente de que esa ausencia te cambia la vida para siempre. La pérdida abre un antes y un
después, es un acontecimiento vital en el que nunca más mi vida será como era antes.
Las personas que han amado de verdad saben que una pérdida nunca puede compensarse con
otra pérdida, eso es la vida humana. Actualmente, a causa de la pandemia, estamos viviendo
una época en la que desgraciadamente la muerte sucede constantemente. Lo que ocurre es
que se está banalizando algo tan sobrecogedor como es la muerte y se está perdiendo la
dimensión existencial de pensar en nuestra vida y nuestras relaciones con los demás.