Está en la página 1de 5

Técnicas para animar al interlocutor y provocar el diálogo.

El refuerzo positivo

Es una forma de aumentar la probabilidad de que ocurra una conducta, una vez que se
premia. Consiste en gratificar para potenciar que un determinado comportamiento continúe
sucediendo. Por medio de este se anima a nuestro interlocutor para que continue hablando,
empleando palabras y frases cortas como:
• sí • claro • ya • escucho • vale • magnífico • bien • muy interesante • entiendo • desde
luego • estupendo • de acuerdo • comprendo.
Usándolo destacamos que el mensaje, del emisor, resulta interesante. Se espera que al
interlocutor le agrade saber que su mensaje es importante y atrayente para nosotros.
Promoviendo así que continúe expresando sus conocimientos y sentimientos. Es muy
eficaz para motivar a nuestro interlocutor y que continúe contando su historia.

La paráfrasis
Consiste en repetir literalmente las palabras del emisor. Se aplica repitiendo esas palabras
que recogen la idea principal del mensaje que hemos escuchado. Para que sea más eficaz
se debe:

• Escuchar atentamente lo que dice nuestro interlocutor/No interrumpirle mientras


habla.
• Concentrarse en su discurso/Captar sus palabras, esas que sustentan la idea
principal del mensaje.
• Decir literalmente esas palabras en nuestra respuesta, una vez nuestro emisor
haya terminado de hablar. Ejemplo:
Emisor: Me siento cansado últimamente, no sé qué hacer.
Receptor: ¿Desde hace cuánto tiempo no sabes que hacer, por estar
cansado?
• Callarse, permanecer en silencio y prestar atención a lo que expresa el emisor.
• También se puede introducir las palabras de nuestro interlocutor mediante las
siguientes expresiones:
“Es cierto que…” • “Dices que…” • “Lo que comentas es…” • “He entendido
que…” •” Comprendo que…” • “Indicas que…” • “Encuentro interesante
que…” • “Si te entiendo bien, crees que…”
• Se puede realizar en forma afirmativa, interrogativa o exclamativa. Evitaremos
parafrasear de forma negativa para no crear una impresión desfavorable en el
subconsciente del emisor. Parafraseando las palabras de nuestro interlocutor se
demuestra que le prestamos atención y así se crea un clima de confianza que
favorece la comunicación. En consecuencia, el emisor continúa hablando y
desvelando sus experiencias. Se recomienda emplearla de manera consciente,

1
con mucho respeto, prudencia y moderación. Debemos tratar de usar un tono
muy natural.

La reformulación

Consiste en expresar la idea principal del discurso, sin manipularlo y utilizando nuestras
propias palabras de manera simple. Podemos emplear las siguientes introducciones para
resumir la idea principal de lo expresado:
“Si te he entendido bien, quieres decir que…” • “Lo que has dicho significa…” •
“Entonces, piensas que…” • “Comprendo que…” • “Comentas que…” • “Me parece
muy interesante lo que dices a cerca de…”.
La diferencia entre la paráfrasis y la reformulación es que con la primera repetimos las
palabras principales del discurso y con la segunda volvemos a decir la idea clave del emisor
con nuestras propias palabras. Al reformular, necesitaremos emplear un lenguaje
comprensible para nuestro interlocutor, adaptándonos a su propia forma de expresarse. Así
mostramos nuestro interés y atención por el mensaje de nuestro interlocutor. Así, éste se
podría sentir con la confianza de continuar expresando sus experiencias y vivencias. Un
ejemplo de cómo reformular la idea principal con nuestras palabras sería:
Emisor: Hoy me he sentido muy mal. He pasado todo el día pensando en
preocupaciones que tengo en la casa, creo que eso me ha dado estos fuertes
dolores de cabeza.
Receptor: ¿Quieres decir que estás incómodo y eso te ha generado un fuerte
dolor de cabeza?
Emisor: Si, eso mismo creo.
Receptor: ¿Cómo podría ayudarte a manejar todo ese malestar?
Emisor: Es que he pospuesto por mucho tiempo ocuparme de estas cosas. Creo
que ya me hiciste prestar mayor atención a esto, gracias.

La ampliación
Por medio de esta solicitamos a nuestro interlocutor que amplíe, profundice o clarifique su
mensaje. Pedimos más detalles acerca de un tema específico de su discurso. Anima al
emisor a expandirse en el tema en cuestión. Se recomienda usar alguna de estas frases
para que nuestro interlocutor exprese sus aprendizajes y sus sentimientos:
“Dime un ejemplo…” • “Amplía esa idea…” • “Cuéntame como…” • “Háblame acerca de…”
• “Explícame como…” • “Me encantaría conocer más acerca de…” • “Me gustaría que
profundizaras sobre…” • “Quisiera que clarificaras el punto…” • “Por favor, ¿puedes darme
un ejemplo?” • “¿Podrías desarrollar más esa idea?”

2
Al pedir que nos amplíe sus ideas podemos conseguir, por una parte, información más
precisa y ampliada, y le mostramos que prestamos atención. Gracias a esta podemos
comprobar que hemos entendido bien el mensaje y lo más importante, transmitir a nuestro
interlocutor que estamos interpretando el discurso tal como él/ella está deseando.

Las preguntas
Una pregunta es una demanda o interrogación que le hacemos a nuestro interlocutor para
que nos responda explicando sus conocimientos. Estás demuestran que nos centramos en
el emisor. Así, nuestro interlocutor se siente valorado e importante, facilitando con mayor
profundidad información relevante sobre sus experiencias, vivencias y conocimientos. Con
ellas obtendremos más información de nuestro interlocutor, ayuda a que éste sea más
sincero. Las buenas preguntas presentan las siguientes características:
• Cortas.
• Comprensibles, fáciles de entender.
• Concretas, relacionadas con el asunto que se está tratando. Se sugieren tipos
de preguntas, como las abiertas (provocan ampliar la información), las cerradas
(concretan la información), las alternativas, etc.
• Las preguntas abiertas son aquellas que comienzan con un adverbio o
pronombre interrogativo: quién, qué, dónde, cómo, cuándo, cuál y por qué.

El silencio
En vez de hablar o responder cuando nos correspondería, nos mantenemos callados. Es el
silencio que provocamos conscientemente con la finalidad que nuestro interlocutor siga
narrando sus experiencias y escucharle. Debemos mostrar interés en el silencio con la
mirada, diciéndole con ésta a nuestro emisor que continúe hablando. Evitaremos crear un
clima de malestar o agresividad. No es el espacio de tiempo que se produce entre las frases
pronunciadas, sino al silencio que provocamos conscientemente en vez de estar hablando
con la finalidad de que nuestro interlocutor siga contando sus experiencias. En muchas
situaciones, si esperamos antes de responder, nuestro interlocutor continuará hablando y
en ocasiones, ofreciéndonos información que nunca se nos habría ocurrido preguntar.
Además, el silencio se puede utilizar con otros fines, siempre que note esto no es incómodo
para la otra persona.

Reflejar los sentimientos subyacentes


Esta vez va más allá del contenido de aquello que se está diciendo y saca algunos
sentimientos, actitudes, creencias o valores que quizás están influyendo en la persona que
habla lo cual le llevado a expresarse de la manera que lo hace.

3
Se pretende empatizar, ponerse en el lugar de la persona que habla, experimentar lo que
debe sentirse en su situación. Entonces el que escucha expresa los sentimientos, utilizando
frases como:
“Supongo que esto te preocupó bastante” • “Si eso me sucediera a mí, me
molestaría profundamente” • “Algunas veces, cuando me he hallado en esa clase
de situación, he echado de menos una ayuda” • “Si consiguiera eso, creo que me
sentiría realmente orgulloso”.
Al reflejar los sentimientos subyacentes se necesita delicadeza para no exponer demasiado
a la persona que habla o presionarla a admitir más de lo que quisiera revelar. Es importante
evitar toda sugerencia al hablante en torno a que los sentimientos que uno está reflejando,
son los que él debería experimentar en esa situación. Esto tendería a hacer que quien habla
se sienta evaluado, cuando lo que se está tratando de hacer es comunicar, aceptando las
emociones que expresa al interlocutor.

Respuestas no verbales de escucha

Con frecuencia la escucha activa se comunica tanto por las posturas y los movimientos
como por lo que se dice. Respuestas como las siguientes comunican interés y
comprensión.
• Mirar a los ojos del que habla.
• Asentir con la cabeza y hacer murmullos receptivos.
• Inclinarse hacia el que habla y mostrarse alerta.

Una buena escucha sirve de catalizador. Permite explorar como vive el otro lo que nos
cuenta, cuáles son sus expectativas, hasta donde comprende los hechos. No pretende dar
una respuesta a todos sus problemas, porque es la persona quien tiene esa respuesta.
Use la empatía, se habla de ella como la posibilidad de ponernos en los zapatos de
otro…pero qué hacemos si nos quedan mal, no nos agrada el color, la forma o el modelo.
Es difícil, pero todos nacemos con una capacidad innata para empatizar,
sin embargo es algo que se puede perder o potenciar a lo largo de nuestra vida
debido a nuestras vivencias.
La empatía es la capacidad para reconocer las emociones de otros. Puede verse afectada
por el estrés cotidiano, también por otras circunstancias de la vida. ¿Cómo pedirle a un
personal del área de la salud que siga entregando un buen servicio cuando lleva horas de
pie, cuidando de otros, sin alimentarse, expuesto a mucho estrés y a veces lejos de sus
seres queridos?

4
Prácticas de empatía:

• Tenga en cuenta que si está con síntomas de burnout esto podría estar costándole
mucho más de lo habitual. Se sugiere que exprese como está y en caso necesario
buscar apoyo terapéutico.
• Escuchar y comprender los sentimientos de los demás.
• No hacer gestos de aburrimiento, irritación o cansancio mientras le cuentan algo.
• Respetar el silencio o el espacio de otras personas.
• Entender las necesidades de otras personas.
• No usar chistes, sarcasmos, comunicación pasivo-agresiva para dirigirse a alguien.
• Expresar lo que se siente y se piensa con delicadeza.
• No dañar a otras personas por sentirnos aliviados/as.
• Respetar las diversas formas de entender
• un problema o situación.
• Permitir que los familiares, amigos, etc. expresen las emociones con naturalidad.

También podría gustarte