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S
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Tilo Hartmann
Universidad Libre de Ámsterdam
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ARTÍCULO ORIGINAL
doi:10.1111/j.1460-2466.2011.01595.x
& Stoner, 2001; Goffman, 1963, 1983; Malle & Hodges, 2005). Investigaciones
psicológicas recientes sugieren que, en cualquier encuentro social, los individuos
realizan una lectura mental para inferir los estados mentales de otras personas
presentes (Malle, 2005; Malle y Hodges, 2005). A diferencia de las formas más
reflexivas de adoptar una perspectiva, la lectura mental se produce de forma
automática. La lectura mental automática da lugar a sentimientos intuitivos sobre el
otro más que a creencias elaboradas (Chartrand, Maddux y Lakin, 2005; Malle,
2005; Sally, 2000). Dado que la lectura mental es una actividad altamente
automática que subyace a cualquier encuentro social, parece plausible que también
los telespectadores realicen automáticamente una lectura mental cuando se
encuentran con actores de televisión. Basándose en su actividad de lectura mental,
pueden establecer rápidamente la sensación de estar implicados en una interacción
social con el artista televisivo. Por ejemplo, si un actor de televisión mira
directamente a la cámara, los usuarios pueden tener automáticamente la sensación
de que el actor les mira a ellos personalmente. El presente planteamiento se basa en
el supuesto de que la experiencia parasocial se debe principalmente a los procesos
altamente automáticos de lectura mental de los telespectadores. Como tal, una
experiencia parasocial puede considerarse una respuesta inmediata y natural de los
usuarios de televisión (Horton y Strauss, 1957).
Ajuste mutuo
Además de un sentimiento de conocimiento y atención mutuos, los usuarios de
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televisión pueden adquirir también un sentimiento de reciprocidad en términos de
ajuste mutuo. Si los interactuantes son conscientes unos de otros, también tienden a
ajustar su comportamiento a lo largo del encuentro (Goffmann, 1983). Por ejemplo,
en una interacción, las personas tienden a sincronizar sus
la postura corporal, los gestos, las expresiones faciales, el ritmo y la estructura del
discurso, la frecuencia cardiaca, etc. (Chartrand et al., 2005; Malle, 2005). En
consecuencia, las experiencias parasociales de los telespectadores también pueden
caracterizarse por una sensación de ajuste mutuo con los artistas televisivos. Por
ejemplo, es posible que los telespectadores no sólo respondan al comportamiento
de un artista televisivo, sino que tengan la sensación de que éste también responde
a su comportamiento.
En conjunto, el presente planteamiento define una experiencia parasocial como
un sentimiento o impresión inmediata que resulta de las actividades automáticas de
lectura mental de los usuarios. La experiencia se caracteriza por un sentimiento de
reciprocidad con un actor de televisión que incluye una sensación de conciencia,
atención y ajuste mutuos.
Direccionamiento corporal
El estilo de dirigirse a los telespectadores también puede iniciar e intensificar las
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experiencias parasociales de los usuarios. Los actores de televisión pueden dirigirse
a los espectadores a nivel corporal (o no verbal) y verbal (DeVito, 2001). Los actores
de televisión se dirigen directamente a los espectadores a nivel corporal si orientan la
cabeza y los ojos hacia ellos (es decir, hacia la cámara; Malandro, Barker y Barker,
1989). En particular, la mirada se considera un mecanismo crucial para
H1a: Los telespectadores a los que un actor de televisión se dirige directamente a nivel corporal
manifiestan una experiencia parasocial más intensa que los telespectadores a los que no se
dirige a nivel corporal.
Dirigirse verbalmente
Los artistas televisivos también pueden dirigirse al público a nivel verbal (DeVito,
2001). Pueden referirse directamente a los telespectadores, por ejemplo, en frases
de apertura como "buenas noches, señoras y señores" o haciendo comentarios
durante un programa como "nuestros telespectadores probablemente no entiendan
por qué estamos haciendo esto". Pero los artistas televisivos también pueden incluir
a los telespectadores a nivel verbal ajustando su redacción y tono de voz a la
audiencia. Por ejemplo, si intentan dirigirse a un público de niños pequeños, los
actores de televisión pueden agudizar y suavizar su voz, y pueden utilizar en sus
mensajes sólo palabras que los niños puedan entender. Un público adulto puede no
sentirse aludido por esos mensajes. En consecuencia, es posible que los adultos que
vean al artista televisivo no tengan ganas de interactuar socialmente con él. Por lo
tanto, esperamos
H1b: Los telespectadores a los que un artista televisivo se dirige directamente a nivel verbal
declaran tener una experiencia parasocial más intensa que los telespectadores a los que no se
dirige a nivel verbal.
Atractivo percibido
El atractivo percibido de un actor de televisión se ha considerado otro determinante
importante en investigaciones anteriores sobre la interacción parasocial (Rubin y
McHugh, 1987; Schramm y Hartmann, 2008; Turner, 1993). La popular escala PSI
(Rubin et al., 1985) incluye incluso el atractivo percibido del actor de televisión
como un aspecto de la interacción parasocial. La noción de que el atractivo
percibido de un medio de comunicación
carácter intensifica la interacción parasocial también se ve respaldado en un estudio
metaanalítico de Schiappa et al. (2007; N = 7 estudios).
El atractivo percibido también puede influir en las experiencias parasociales de
los espectadores. Si
Si los telespectadores consideran atractivo a un actor de televisión, pueden estar
más motivados para apreciar la ilusión de un encuentro social. Además, los
telespectadores pueden prestar más atención al actor, sobre todo a las partes del
cuerpo que pueden intensificar la experiencia parasocial, como la cara o los ojos
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del actor. Así pues, el atractivo percibido puede aumentar las posibilidades de que
los espectadores se sientan interpelados por el actor y adquieran una impresión de
conocimiento, atención y ajuste mutuos. En consecuencia, la siguiente hipótesis
parece plausible:
H2: Cuanto mayor sea el atractivo percibido de un artista televisivo, más intensa será la
experiencia parasocial de los telespectadores.
Capacidad de perspectiva
Otro factor determinante de una experiencia parasocial puede ser la capacidad
general de los espectadores para adoptar la perspectiva de otras personas (Ellis,
Streeter y Engelbrecht, 1983; Tsao, 1996). Esta capacidad de adoptar una
perspectiva se denomina a veces empatía cognitiva (Davis, Hull, Young y Warren,
1987). Tsao (1996) muestra que la empatía cognitiva está vinculada a una
interacción parasocial más intensa (medida por la escala corta PSI, Rubin & Perse,
1987). La capacidad general de los espectadores para adoptar las perspectivas de
otras personas también puede intensificar las experiencias parasociales, porque esta
habilidad puede facilitar sus actividades automáticas de lectura mental. En
consecuencia, los espectadores con una mayor capacidad para adoptar perspectivas
pueden formarse más fácilmente la impresión de que un actor de televisión es
consciente de ellos y les presta atención. También es más probable que tengan la
impresión de que el presentador de televisión es consciente de la reciprocidad de esta
conciencia y atención. Por consiguiente, nuestra hipótesis es la siguiente:
H3: Cuanto mayor sea la capacidad cognitiva de toma de perspectiva de los espectadores,
más intensa será su experiencia parasocial.
H4: Cuanto más intensa es la experiencia parasocial de los espectadores, más comprometidos
se sienten con las normas sociales.
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Disfrute
Otro resultado potencial de una experiencia parasocial es el disfrute (Klimmt, Hart-
mann, & Schramm, 2006). Los estudios demuestran que las personas buscan
experiencias
H5: Cuanto más intensa es la experiencia parasocial, más disfrutan los espectadores
de la situación de exposición.
Método
Diseño y enfoque
Para probar las hipótesis, se realizó un experimento en línea entre sujetos de 2
(Dirigirse corporalmente Sí vs. No) × 2 (Dirigirse verbalmente Sí vs. No) sobre la
experiencia parasocial de los espectadores.
se llevó a cabo.
Muestra
Se envió un correo electrónico personal a 214 posibles encuestados para pedirles
que participaran en el experimento. Otras 50 personas fueron contactadas a través
de una red social holandesa. De todas las personas contactadas, 224 iniciaron el
experimento en línea y 198 lo completaron. Dos tercios de la muestra final de
participantes eran mujeres (131 mujeres y 67 hombres). La edad de los
participantes oscilaba entre los 15 y los 78 años, con una media de 30,9 años. La
mayoría de los participantes eran estudiantes (86%) o ya habían obtenido un título
universitario.
Estímulo y procedimiento
En el experimento, los participantes vieron un breve clip de televisión.1 El vídeo se
grabó específicamente para el experimento. En él, una mujer (la "presentadora de
televisión") hablaba de lo que pensaba personalmente de los concursos de
televisión. En el experimento se manipuló la forma en que la presentadora se
dirigía a los telespectadores. La presentadora hablaba directamente a la cámara,
dirigiéndose aparentemente a los telespectadores de forma directa con su postura
corporal (dirección corporal), o bien aparecía de perfil mientras hablaba (sin
dirección corporal; véase la figura 1). La dirección verbal se manipuló variando la
forma en que la intérprete se dirigía al público. La intérprete ajustaba sus palabras
como si hablara con adultos, lo que se ajustaba a la muestra adulta del presente
estudio (dirección verbal). O bien se dirigía verbalmente a niños pequeños y
ajustaba tanto el tono de su voz como sus palabras en consecuencia (sin dirigirse
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verbalmente). Cada uno de los cuatro vídeos duraba unos 3 minutos.
El experimento se realizó en línea. Tras seguir el hipervínculo al experimento,
los encuestados vieron una pantalla introductoria que les daba la bienvenida. Una
portada
A los participantes se les dijo que iban a ver un vídeo producido como trabajo para
un curso universitario sobre técnicas de presentación. Se dijo a los participantes
que el clip había sido filmado por un alumno del curso. A continuación, los
encuestados fueron asignados aleatoriamente a una de las cuatro condiciones.
Confirmando una aleatorización correcta, ninguno de los dos géneros,
F(3, 194) = 1,64, p = 0,18, ni la edad, F(3, 194) = 0,79, p = 0,50, de los
participantes diferían significativamente entre las condiciones. A continuación, se
mostró uno de los cuatro vídeos.
Se pidió a los participantes que vieran el vídeo como lo harían normalmente en
casa. Después del vídeo, los participantes respondieron al conjunto inicial de ítems
de la escala EPSI (véase más adelante), así como a una versión abreviada de la
escala PSI de Rubin y Perse (1987) y a una versión abreviada de la escala
Parasocial Process de Schramm y Hartmann (2008).2 En la sección final del
experimento, se evaluaron el atractivo, la capacidad de adoptar perspectivas, el
compromiso con las normas y el disfrute. El experimento total duró unos 15
minutos.
Medidas
A menos que se indique lo contrario, todas las medidas se construyeron como escalas
Likert de 7 puntos que van de 1 (no estoy nada de acuerdo) a 7 (totalmente de
acuerdo).
Se realizó una escala de procesos. Todos los ítems de la EPSI cargaron en un único
factor. Como prueba de la validez discriminante, todos los ítems de la EPSI tenían
también cargas cruzadas marginales con otros factores que consistían en ítems de la
escala PSI y de la escala de Proceso Parasocial. Estos resultados sugieren que la
escala EPSI mide un fenómeno único.
Dirección
Para comprobar si la manipulación experimental tuvo éxito, dos ítems
evaluaron la sensación de los participantes de ser abordados por el intérprete de
televisión (por ejemplo, ''Me sentí abordado por [nombre]'', α = .79, M = 2.48,
SD = 1.74).
Atractivo
Se aplicaron ocho ítems para medir el atractivo percibido del actor de televisión,
tomados de McCroskey y McCain (1974). Los ítems incluían afirmaciones como
''Creo que [nombre] es muy atractivo'' o ''Admiro a [nombre] por su carácter''.
Todos los ítems
se compilaron en un índice medio (α = .87, M = 3.22, SD = 1.13).
Capacidad de perspectiva
Siete ítems medían la capacidad de los participantes para adoptar perspectivas de
otras personas, adaptados de una escala de Davis (1980, por ejemplo, ''A veces
intento comprender mejor a mis amigos imaginando cómo se ven las cosas desde
sus perspectivas''). Tras la eliminación de
dos ítems, todos los ítems se agruparon en un índice medio (α = 0,76; M = 5,26, DE =
0,95).
Disfrute
El disfrute se midió con cinco ítems tomados de Hartmann y Vorderer (2010). Los
ítems evaluaban lo interesante, agradable y divertido que resultaba ver el vídeo.
Todos los ítems se compilaron en un índice medio (α = .82, M = 2.63, SD =
1.26).
Resultados
DE = 1,25; F(1, 194) = 44,73, p < 0,01,p η2 = 0,19. Además, los participantes
que vieron el vídeo en el que el actor hablaba con adultos (dirección verbal) se
sintieron más dirigidos (M = 1,90, DT = 1,86) que los participantes que vieron el
vídeo en el que el actor hablaba con niños pequeños, M = 2,06, DT = 1,52; F(1,
194) = 14,83;
p p < 0,01, η2 = 0,07. El tratamiento tuvo éxito.
Intercorrelaciones
Para explorar cómo se relacionaban los conceptos evaluados, se calcularon
correlaciones de orden cero. Los resultados se muestran en la Tabla 2. Como
muestra la tabla, los conceptos parasocial
La experiencia se correlacionó más fuertemente con el atractivo percibido del
actor de televisión (r = 0,37; p < 0,01), el disfrute de la situación de exposición (r =
0,32; p < 0,01) y la dirección corporal (r = 0,30; p < 0,01). Correlaciones más
débiles, aunque aún significativas
se obtuvieron entre la experiencia parasocial de los espectadores y su
compromiso con las normas (r = 0,18; p < 0,01), su capacidad para adoptar
perspectivas (r = 0,16; p < 0,01) y el tratamiento verbal del actor de televisión
(r = 0,15; p < 0,05).
PE BA VA PA PTA CN E
Debate
El presente enfoque revisó las ideas centrales de Horton y sus colegas (Horton y
Strauss, 1957; Horton y Wohl, 1956) y conceptualizó la interacción parasocial
como la experiencia inmediata de los telespectadores de participar en un encuentro
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social recíproco con un actor de televisión. Se argumentó que los telespectadores,
si se enfrentan a un actor de televisión, pueden participar en actividades
automáticas de lectura mental que dan lugar a una sensación de conciencia mutua,
atención y ajuste con un actor de televisión. Esta idea de la interacción parasocial
como experiencia del usuario difiere de conceptualizaciones anteriores que se
centraban en la interacción parasocial como una relación duradera (es decir,
amistad) entre los espectadores y los personajes de televisión (por ejemplo, Rubin
et al., 1985).
Implicaciones
Escala EPSI
A partir de la conceptualización sugerida de la experiencia parasocial, se llevó a
cabo un estudio experimental. Se desarrolló una nueva medida de seis ítems, la
escala EPSI, para evaluar la intensidad de la experiencia parasocial de los
espectadores. Las pruebas preliminares confirmaron las buenas cualidades
psicométricas de la escala EPSI. Confirmando la validez discriminante, la escala
EPSI se correlacionó sólo moderadamente con una versión corta de la escala PSI
(Rubin & Perse, 1987) y la escala de Proceso Parasocial (Schramm & Hartmann,
2008). Los exámenes analíticos factoriales también mostraron que los ítems de la
escala EPSI cargaban en un único factor. Es necesario realizar estudios en el futuro
para seguir validando la escala EPSI. Sería importante, por ejemplo, examinar la
escala en diversos entornos televisivos. Además, las puntuaciones medias de los
ítems de la EPSI fueron comparativamente bajas. Una explicación plausible es que
los participantes racionalizaron sus experiencias ilusorias después de la situación
de exposición. En consecuencia, es posible que estuvieran menos de acuerdo con
las afirmaciones de los ítems. Futuros estudios deberían examinar si la escala EPSI
se ve realmente afectada por los procesos de racionalización de los espectadores.
Causas y consecuencias
Uno de los principales objetivos de este estudio era examinar las posibles causas y
consecuencias de una experiencia parasocial. Para ello, los participantes vieron
vídeos de televisión en los que variaba el estilo verbal y corporal del actor. Una de
las principales conclusiones del experimento es que los telespectadores tienen una
experiencia parasocial más intensa si el actor se dirige a ellos tanto verbal como
corporalmente. Este hallazgo sugiere que la postura corporal del presentador de
televisión y la dirección de su cara y sus ojos, así como las inclusiones verbales de
la audiencia, son cruciales para el inicio y el mantenimiento de las experiencias
parasociales de los espectadores (Horton y Wohl, 1956). Además de estos
resultados experimentales, los presentes hallazgos sugieren que un mayor atractivo
percibido del intérprete televisivo y la capacidad general de los espectadores para
adoptar las perspectivas de otras personas provocan experiencias parasociales más
intensas. Los resultados sugieren además que las experiencias parasociales más
intensas conducen a un mayor compromiso con las normas sociales en la situación
de exposición y a un mayor disfrute de la misma.
En conjunto, los hallazgos contribuyen a la investigación sobre la interacción
parasocial de diversas maneras. En el pasado, varios investigadores (Cohen, 2009;
Tsao, 2004) reclamaron más investigación experimental sobre los factores
subyacentes a la interacción parasocial. El presente enfoque responde a esta
petición analizando experimentalmente los efectos del estilo de dirección de un
presentador de televisión en las experiencias parasociales. El presente estudio
experimental complementa los pocos estudios experimentales que se han realizado
en este campo hasta la fecha (por ejemplo, Auter, 1992; Auter y Davis, 1991).
Los presentes resultados también sugieren que las causas y consecuencias de las
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experiencias parasociales se corresponden con las sugeridas en conceptualizaciones
anteriores de la interacción parasocial. En este estudio, los telespectadores
declararon tener experiencias parasociales más intensas cuanto más atractivo les
parecía el actor de televisión. Esta conclusión coincide con
Limitaciones
Los presentes resultados deben interpretarse dentro de las limitaciones del estudio.
En primer lugar, las experiencias parasociales se han conceptualizado como
sentimientos o impresiones que se producen automáticamente. El presente estudio se
basó en autoinformes retrospectivos para medir las experiencias parasociales. Sin
embargo, los autoinformes retrospectivos pueden proporcionar una evaluación
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sesgada de las experiencias (Schwarz & Oyserman, 2001). Aunque los sentimientos o
las impresiones subjetivas son principalmente observables mediante la
introspección, el recuerdo preciso puede ser difícil. Por ejemplo, los participantes
de este estudio pueden haber racionalizado en parte su experiencia parasocial
ilusoria en sus autoinformes retrospectivos. Por lo tanto, futuros estudios pueden
complementar el presente enfoque aplicando medidas orientadas al proceso de la
experiencia parasocial de los espectadores. Por ejemplo, en el marco de un
paradigma de pensamiento en voz alta (van Someren, Barnard y Sandberg, 1994),
los espectadores pueden seguir compartiendo su experiencia parasocial con otros
espectadores.
Conclusión
En resumen, el presente enfoque revisó las ideas centrales de Horton y sus colegas
(Horton y Strauss, 1957; Horton y Wohl, 1956) y conceptualizó la interacción
parasocial como la experiencia de los telespectadores de participar en un encuentro
inmediato, personal y recíproco con un actor de televisión. La intensidad de la
experiencia parasocial dependía de la forma en que los artistas televisivos se
dirigían corporalmente a sus telespectadores, del atractivo percibido del artista
televisivo y de la capacidad de perspectiva de los usuarios. Además, las experiencias
parasociales más intensas aumentaron el compromiso de los telespectadores con las
normas y su disfrute de la situación de exposición.
Notas
1 El vídeo que utilizamos fue producido para este experimento por un cámara no
profesional. En él aparecía una mujer que no era presentadora ni actriz de televisión.
Seguimos refiriéndonos a este videoclip como un videoclip de televisión y al actor
como un actor de televisión, ya que suponemos que la representación audiovisual de un
actor humano filmado es la característica más importante de los videoclips de
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televisión en el contexto de las experiencias parasociales.
2 Aplicamos la versión revisada de 10 ítems de la escala PSI (Rubin & Perse, 1987; por
ejemplo, ''Veo a [nombre] como una persona natural y con los pies en la tierra''). Los
encuestados puntuaron todos los ítems en una escala de 7 puntos que iba de 1 (nada de
acuerdo) a 7 (totalmente de acuerdo). Los ítems se recopilaron en
un índice medio (α = .86, M = 2.59, SD = 1.08). Las escalas del Proceso PSI de Schramm
y
Hartmann (2008) se aplicaron en una versión abreviada que constaba de los 12 ítems
expuestos en su artículo. Los encuestados valoraron todos los ítems en una escala de 7
puntos que iba de 1 (nada de acuerdo) a7 (totalmente de acuerdo). Tras eliminar los
ítems invertidos ''Hiciera lo que hiciera o dijera [nombre],mequedabaquieto'' y ''Apenas
pensaba en por qué [nombre] hacía ciertas cosas
s/he did'', los 10 ítems restantes se compilaron en un índice medio (α = .75, M = 2,54,
DE = 0,91).
3 Todos los ítems estaban en neerlandés. El estudio se realizó con una muestra neerlandesa en
el
Países Bajos. La escala EPSI holandesa y los ítems originales que utilizamos en el
estudio pueden solicitarse a T.H. La versión inglesa de la escala EPSI se ha
traducido para este artículo.
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Partiendo de Horton y Wohl (1956), el enfoque que aquí se presenta conceptualiza y estudia
televisivo. Se examinan las causas y los resultados de la experiencia de interacción parasocial. Por
declararon haber vivido una experiencia parasocial más intensa cuando fueron interpelados por el
artista televisivo en un plano corporal y verbal. Asimismo, cuanto más seductor les parecía el
artista a los telespectadores y mayor era su capacidad para cambiar de punto de vista, más intensa
era su experiencia parasocial. Una experiencia parasocial más intensa conlleva un mayor apego a
阿姆斯特丹 VU 大学
【摘要:】
验了观众与电视演员准社会交往的经历。此外,本文检验了准社会交往的原因与结果。为
(n=198)中,如果电视演员以身体和口头语言与观众交流,观众就会有更强烈的准社会
交往经历。此外,更多的观众认为表演有吸引力,并且,他们转换角度考虑的能力越强,
准社会交往的经验更加强烈。较强的准社会交往经验导致对社会规范更高的承诺以及获得
更大的观看享受。
Horton und Wohl neu gedacht: Zuschauer und ihr Erleben von Parasozialer
Interaktion
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