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Comentario/Mestre: Desarrollo prosocial: crianza y escuela

Los méritos del estudio que redundará positivamente en la adaptación


“desarrollo prosocial: crianza personal y social de los seres humanos. Por
y escuela”: puntos fuertes consiguiente, para fomentar un incremento de
Un importante mérito del estudio de Mestre la conducta prosocial sería necesario promover
(2014) consiste en analizar variables del con- intervenciones dirigidas a los padres (en la di-
texto familiar (estilos de crianza), personales rección de fomentar estilos educativos basados
(empatía, autocontrol) y del contexto escolar en el apoyo, el afecto, la comunicación y el
(victimización, apego al grupo de iguales y ren- control no autoritario de la conducta), así como
dimiento escolar) con la finalidad de predecir la programas en el contexto educativo que inhiban
conducta prosocial teniendo en cuenta el sexo las conductas violentas de acoso en todas sus
y la edad, y llevar a cabo un estudio con una modalidades, programas que estimulen varia-
muestra muy importante (1604 estudiantes) bles como la empatía, el apego entre iguales, las
de 10 a 16 años. El análisis de la interacción de emociones positivas, el control de emociones
variables familiares, personales y escolares en su negativas, etcétera.
capacidad para predecir la conducta prosocial En la misma línea que señala la profesora
representa un punto fuerte del estudio realizado. Mestre se puede señalar que la familia y la
Los hallazgos del estudio han evidencia- escuela son los contextos principales donde los
do que aquellos participantes de ambos sexos niños y niñas deben estar protegidos de com-
con alta conducta prosocial tenían alto apoyo/ portamientos y actitudes violentas, y donde se
control y bajo nivel de negligencia de ambos les debe preparar para una vida independiente
progenitores, puntuaciones altas en empatía en sociedad con sus derechos, obligaciones y
(toma de perspectiva y preocupación empática), responsabilidades. Ambos son contextos para
baja inestabilidad emocional, alto apego con los educarlos en un espíritu de libertad, tolerancia,
iguales, alto rendimiento académico y, aunque solidaridad, igualdad, paz…, y también educar-
únicamente en el grupo de 13 a 16 años, bajo los en la importancia del esfuerzo para conseguir
nivel de victimización. Respecto a las variables un objetivo, y en la tolerancia a la frustración
predictoras de conducta prosocial de 10 a 12 cuando no se consigue lo que se desea. En re-
años, 5 resultaron significativas: alto apoyo/ sumen, la educación emocional y la educación
control maternal, alta capacidad para la toma en valores deben llevarse a cabo por los padres
de perspectiva, baja inestabilidad emocional, y por la escuela principalmente. No obstante,
baja victimización y alto rendimiento académico como dicen sabiamente los masái, para educar a
(autoevaluado). Sin embargo, en el nivel de 13 un niño hace falta la tribu entera, subrayando de
a 16 años, únicamente 4 variables resultaron este modo la importancia de la función educativa
predictoras: toma de perspectiva, preocupación de la sociedad en su conjunto.
empática, baja victimización y alto rendimiento
académico (autoevaluado). Puntos clave para el debate:
Los resultados del estudio de Mestre (2014), factores determinantes
que contribuyen a la investigación sobre la con- de la conducta prosocial
ducta prosocial y las variables implicadas, su- Partiendo de la relevante contribución del estu-
gieren que fomentar el apoyo/control por parte dio de Mestre (2014) y de las pocas críticas que
de ambos progenitores (especialmente de la pueden plantearse al mismo (que además ella
madre), así como estimular la empatía e inhibir misma destaca en la sección de limitaciones del
las conductas de acoso, tendrá un efecto positi- artículo-objetivo), en este artículo-comentario,
vo en el desarrollo de la conducta prosocial, lo con la finalidad de ampliar el debate sobre la

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prosocialidad, se ha realizado una revisión de los En esta perspectiva se encuentran los trabajos
trabajos realizados sobre la conducta prosocial. de Wilson (1980) quien desde la sociobiología
Las conclusiones a las que conduce esta revisión, desarrolla el concepto darwiniano de selección
y que se desarrollan en este apartado, permiten familiar por el que propone que los padres y
afirmar que el repertorio de factores que parece parientes se sacrifican y tienen conductas altruis­
influir en la conducta prosocial es amplio y com- tas con las crías con la finalidad de favorecer que
plejo, factores biológicos, culturales, familiares, otros miembros del grupo, con los que se están
escolares, personales, entre otros. Por ello, te- genéticamente relacionados, sobrevivan, enten-
niendo en cuenta las conclusiones del estudio de diendo que la defensa del propio grupo es a la
Mestre (2014) sobre la influencia de la familia, vez la defensa de sí mismo. Este planteamiento
la escuela y algunas variables personales, en este supera la dicotomía entre las tesis altruistas y
apartado se procede a realizar una revisión de las egoístas de la conducta prosocial, y postula un
investigaciones que evidencian que el desarrollo origen filogenético de las conductas altruis­tas.
de la conducta prosocial es un asunto complejo Estos hechos han promovido que algunos au-
que depende de multitud de factores interrela- tores hayan sugerido la determinación biológica
cionados (Garaigordobil, 2003a). de la conducta altruista, aunque esta hipótesis
resulta bastante controvertida, ya que también
Determinación biológica hay evidencias de progenitores que no muestran
de la conducta prosocial ni protección ni conductas sociales positivas
Desde la perspectiva etológica y sociobiológica hacia sus hijos, sino todo lo contrario: conductas
se considera que la conducta prosocial altruista violentas en ocasiones extremas (abuso sexual,
está determinada biológicamente. Desde este maltrato, asesinato, etcétera).
enfoque observan diversas conductas de auto-
sacrificio en los padres en aras de la supervi- Influencia de factores culturales
vencia de sus hijos, que son explicadas desde en la conducta prosocial
una hipótesis genética que considera que estas Muchos psicólogos y otros científicos sociales
conductas se realizan para proteger a sujetos que consideran que las personas son por naturaleza
comparten el genotipo, al servicio de asegurar la egoístas, sin embargo, este axioma se contra-
reproducción genética. dice por las evidencias de numerosos estudios
Para la corriente etológica orientada a des- transculturales, análisis históricos y exámenes
cubrir y explicar los mecanismos que han per- etnográficos (Mead, 1950, 1961) que muestran
mitido la adaptación de cada especie a su que la conducta prosocial es universal y el al-
ambiente, el altruismo es entendido como la truismo es muy común. En la actualidad existe
reducción de la aptitud genética personal en evidencia de que las normas socioculturales, los
vistas a la mejora de la aptitud genética perso- valores y los estándares de una sociedad, que el
nal de otros. El estudio de las bases biológicas sujeto internaliza en el proceso de socialización,
del comporta­miento social ha puesto de relieve mediatizan que en el seno de esa cultura sus
que las conductas altruistas no son exclusivas miembros tengan o no conductas prosocia­les
de los seres humanos, ya que algunas clases de respecto a sus congéneres.
insectos sociales como las hormigas o las abejas Es un hecho comproba­ do que en ciertas
tienen algunos sujetos que defienden a otros, culturas abundan las conductas prosociales y
poniendo en peligro su vida al servicio del resto promueven en los niños la habilidad para inte-
del grupo, es decir, manifiestan conductas de ractuar cooperativa­mente, mientras que otros
carácter claramente altruista. grupos culturales son más individualis­tas, egoís-

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tas y violentos. Estos datos, entre otros, cons- atención sobre algunos problemas del excesivo
tatan que existe un condicionamiento social, y individualismo que lleva a la sensación de sole-
que cada cultura trasmite pautas de conducta dad, desconexión del grupo, y ausencia de ideales
específicas a sus miembros. En la actualidad, y esfuerzos comunes, pero también considera
se acepta que cada cultura promueve distintos negativo el etnocentrismo que habitualmente
valores sociomorales, jugando por ello un papel acompaña a la fuerte identificación con el grupo
bastante determinante tanto en la frecuencia de y la fuerte presión de éste sobre el individuo.
la conducta prosocial de una colectividad, como En este sentido precisamente, el actual fenó-
en las justificaciones o razones que se ofrecen meno Hikikomori puede evidenciar el efecto
sobre por qué se debe o no ayudar a otro. negativo que puede ejercer el grupo sobre el
La investigación transcultural de Stevenson individuo en condiciones extremas. Hikikomori
(1991) que analiza las culturas china y japonesa es un término japonés para referirse al fenómeno
pone de relieve que las actitudes y conductas de social en el que adolescentes y jóvenes deciden
los niños reflejan lo que es valorado por la so- abandonar la vida social, a menudo buscan gra-
ciedad en la que viven. El énfasis de las culturas dos extremos de aislamiento y confinamiento,
asiáticas en la armonía del grupo se contrapone pasan años sin abandonar su habitación, evi-
al individualismo de occidente. El estudio de las tando cualquier contacto social (aunque algunos
sociedades china y japonesa lo conduce a obser- mantienen interacciones online). Si bien este
var que en estas culturas, desde muy temprana fenómeno también se produce en sociedades
edad, se trasmiten actitudes positivas hacia el occidentales, es un fenómeno sociológico espe-
grupo y la idea de la importancia de la conducta cialmente relevante en Japón, y ha sido asociado
prosocial para que ese grupo avance. En este a situaciones de acoso y presión por parte de los
proceso la familia desempeña un papel, pero el iguales en el contexto educativo.
aprendizaje de la conducta prosocial se opera de En su conjunto los resultados de los estudios
forma muy importante en la escuela, que tiene permiten afirmar el relevante papel que desem-
por meta prioritaria el desarrollo moral, ponien- peña la cultura en el desarrollo de la conducta
do el énfasis en el trabajo y la evaluación grupal, prosocial, influencia que en gran medida se
así como en la enseñanza de la cooperación trasmite a través de la familia y la escuela.
con los demás mediante la utilización de textos
educativos que contienen mensajes prosociales Factores del contexto familiar
trasmitidos a través de modelos de conducta. Los padres, agentes relevantes de socialización,
Además, Stevenson (1991) considera que representan la cultura trasmitiendo de forma
los altos niveles de rendimiento académico de explícita o implícita los valores sociales a los
los niños de estas culturas en parte se debe a niños y niñas. Por ello, el contexto familiar tiene
sus actitudes cooperativas, ya que estos infantes gran influencia en el desarrollo de la conducta
mantienen una actitud atenta hacia el profesor, prosocial. Esto se apoya en evidencias empíricas
se ayudan más unos a otros, y en esta atmósfera ya que diversos estudios han comprobado que
incluso los que tienen menor nivel de aprendizaje los padres: (1) que aportan seguridad de apego,
consideran que con su esfuerzo y la ayuda de sus (2) que insisten fuertemente para que sus hijos
pares conseguirán alcanzar las metas del currículo no hieran a otros, (3) que les hacen reparar el
escolar. En coherencia con esta observación des- daño cuando han dañado y/o agredido a otros,
taca el gran nivel de productividad de los grupos (4) que son modelos altruistas en sus relaciones
orientales en el campo de la empresa. El análisis con otros, (5) que refuerzan con aprobación
de ambas culturas le conduce al autor a llamar la social los actos espontá­neos de sus hijos a com-

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partir, ayudar o cooperar y (6) que adoptan un Romano, Tremblay, Boulerice y Swisher
estilo de disciplina inductivo desde el que se (2005), con una muestra de 2 745 participantes
razonan las normas incrementan la probabili­ de 2 a 11 años de 1 982 familias, encontraron
dad de conducta prosocial en los hijos (veáse como predictores de alta agresión física y baja
Garaigordobil, 2003a, 2008). conducta prosocial el sexo (las chicas eran más
En relación al papel de la familia en la con- prosociales), la hostilidad de la madre, el estado
ducta prosocial, desde las teorías del apego, se de ánimo depresivo de la madre y el estilo parental
ha sugerido que en la experiencia relacional del punitivo. En la misma dirección que el estudio
niño con sus padres, éste adquiere la confianza de la profesora Mestre (2014), el trabajo de Car-
básica y la seguridad necesaria que le posibilitará lo, McGinley, Hayes, Batenhorst y Wilkinson
la apertura a otros contactos sociales, aprendien- (2007) encontró evidencia de que las prácticas
do en este contexto relacional el uso de formas de educación parental estaban significativamente
de comunicación íntimas, el uso de la expresión asociadas con las conductas prosociales de los
emocional, a demandar ayuda cuando se sienten adolescentes. Recientemente Grusec (2011) en-
necesitados y a ayudar para satisfacer las necesida- fatiza la idea de que los niños aprenden los valores
des de los demás. Otro grupo de investigaciones morales y las convenciones sociales a través de
ha confirmado que la conducta prosocial de los un proceso de socialización que implica en gran
niños puede verse positivamente influenciada medida a los padres. Según Grusec (2011), el
por unos padres prosociales. Además, algunos proceso es bidireccional e implica una compleja
estudios han encontrado relaciones positivas en- interacción entre la predisposición evolutiva y los
tre conducta prosocial y padres altruistas que factores genéticos y socioculturales. En la percep-
expresan afecto al niño con frecuen­cia (véase ción de los niños, o en la asignación de significado,
Garaigordobil, 2008). los estilos de crianza desempeñan un papel funda-
Por otro lado, se ha estudiado la influencia del mental. La socialización se produce en distintos
estilo de educación parental en la conducta proso- ámbitos marcados por diferentes aspectos de la
cial, y a este respecto algunos estudios concluyen relación padres-hijos y diferentes mecanismos
que las técnicas inductivas consiguen una mejor subyacentes. Cada dominio requiere diferentes
internaliza­ción de la moral y se relacionan positi- acciones que los padres deben corresponder al
vamente con conductas prosociales, incluyendo en dominio en el que el niño está y que se traducen
este tipo de técnicas aquellas en las que los padres en resultados diferentes para éste. Los dominios
explican al niño las razones por las que determina- incluyen, entre otros, la protección, la mutua
das conductas están mal y le piden que las cambie reciprocidad, el control, el aprendizaje guiado y
apelando a distintos motivos. La inducción puede la participación en grupo; operativos en todas las
dirigirse a resaltar las consecuencias de la acción culturas. La revisión concluye que los niños ne-
sobre otros niños o a señalar el dolor que la con- cesitan la experiencia de sus padres como apoyo
ducta produce a los padres. Además, la inducción y comprensión, una estructura y sentir que tienen
desarrolla en los niños y niñas la capacidad de algún grado de control sobre sus propias acciones.
empatía, la cual es importante para comprender En esta línea de investigación, Calderón-
y ser capaz de responder apropiadamente a una Tena, Knight y Carlo (2011) investigan el papel
situación de necesidad de otro. Las medidas edu- de los valores familiares en la promoción de
cativas disciplinarias basadas en las interacciones experiencias de socialización que potencian el
de inducción y apoyo son las que más pro­mueven comportamiento prosocial entre adolescentes
la consideración por los demás y la conducta pro- mexicoamericanos. Los resultados indican que
social (véase Garaigordobil, 2003a, 2008). los valores de las madres están relacionados con

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el comportamiento prosocial en los hijos, que mismos, del mundo social y de su lugar en él. En
a su vez está relacionado con la percepción de los últimos años, y desde diferentes perspecti-
las prácticas de crianza prosocial que tienen los vas, se están implementando programas para la
adolescentes. Además, la percepción de los ado- educación moral, aunque la preponderancia de la
lescentes de las prácticas de crianza prosocial se investigación en la escuela ha estado sobre todo
relaciona con los valores familiares y con el com- referida al desarrollo cognitivo y al rendimiento
portamiento prosocial. Por último, la relación académico. Cabe señalar como excepciones los
entre la percepción de los adolescentes de las trabajos que han estudiado los efectos de discutir
prácticas de crianza prosociales y las tendencias dilemas morales en el razonamiento moral y
de comportamiento prosocial está parcialmente los trabajos que estudian los efectos del juego
mediada por los valores familiares. Estos hallaz- y del aprendizaje cooperativo en actitudes y
gos son consistentes con la idea teórica de que conductas sociales. La escuela es un escenario
la transmisión de valores familiares tradicionales particularmente importante para el estudio de
puede servir como un medio de comunicación los procesos de socialización, debido a que los
social a través del cual se fomentan las tenden- niños se encuentran en este contexto con dos
cias de comportamiento prosocial. agentes de socialización: los adultos y los iguales.
En otro estudio, Carlo, Mestre, Samper, Tur Algunos teóricos consideran el desarrollo
y Armenta (2011), con una muestra con parti- moral como un proceso unilateral en el cual los
cipantes cuya edad media era cercana a 11 años, adultos inicialmente dan forma a la conducta del
mostraron que el afecto de los padres, la simpatía niño para adaptarlo a las normas y valores so-
y el razonamiento moral prosocial fueron pre- ciales a través de la aplicación de recompensas y
dictores de las conductas prosociales. Análisis castigos (enfoques conductistas), más tarde este
posteriores han mostrado que el efecto fue bi- control externo es reemplazado por un control
direccional. Los hallazgos apoyan los modelos interno que determina lo que está bien y mal,
que enfatizan el papel del desarrollo cognitivo y cambio que es operado mediante procesos de
moral en el desarrollo de la conducta prosocial. identificación (psicoanálisis). Esta perspectiva
Finalmente algunos estudios que han ana- del desarrollo moral se refleja en los enfoques
lizado la influencia de los valores y refuerzos tradicionales, en los que el adulto es la fuente
parentales en la conducta prosocial concluyen de toda autoridad en la clase, incluyendo la
que el camino por el que los valores y refuer- autoridad moral, y la educación del carácter es
zos parentales se relacionan con las conductas vista como un proceso didáctico de instrucción
prosociales de los niños y niñas puede ser más e inculcación moral. La intención de este en-
una función de su influencia en el estilo social trenamiento moral es llevar a los niños y niñas
de los niños que una transmisión directa de a respetar la autoridad y aceptar la disciplina.
los valores prosocia­les o del refuerzo (véase En contraste con este enfoque tradicional,
Garaigordobil, 2003a, 2008). las teorías del desarrollo cognitivo subrayan el
papel activo del niño en la construcción de la
Factores del contexto escolar moralidad. En esta perspectiva, la motivación
Tal y como se ha comentado en un trabajo previo para comportarse moralmente deriva en última
(Garaigordobil, 2008), es obvio que el contexto instancia de la comprensión social, y de la obser-
escolar tiene efectos importantes en el desarro- vación y comprensión de los mutuos beneficios
llo social del niño, pudiendo ser visto como un de la cooperación social. Este enfoque considera
microcosmos de la gran sociedad en el cual los que lo que es importante es proveer a los niños
infantes desarrollan básicas comprensiones de sí de oportunidades de comprender las razones

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para las normas sociales y atender a las funcio- consuelo). Por ello es razonable asumir que
nes y finalidades de las organizaciones sociales; los niños y niñas desde temprana edad pueden
en este proceso, la interacción entre iguales es tener con los demás tanto conductas agresivas
considerada una fuente de gran influencia. Más como prosociales.
específicamente, se considera que la interacción La escuela es un gran contexto de socializa-
entre iguales es una oportunidad para desarro- ción y un escenario muy apropiado para que los
llar la comprensión del punto de vista de otro, individuos asimilen los valores sociales, propios
mediante la discusión de distintas perspectivas y esperados del ámbito en que se desenvuelven.
frente a un tema, y para participar en la toma de El desarrollo personal de los valores sociales
decisiones grupales. y el aprendizaje de conductas prosociales se
Las teorías cognitivas del desarrollo sugieren logra en razón de las condiciones específicas de
que la oportunidad de colaborar con otros en interacción que la escuela ofrece, es decir, las in-
actividades en las que existen metas comunes, teracciones con los iguales y con los adultos. En
la oportunidad de negociar desacuerdos y de el contexto escolar, profesores y compañeros de
participar en las decisiones grupales estimula el grupo se constituyen en figuras de gran influen­
desarrollo social y moral. Sin embargo, si uno cia sobre las conductas solidarias y altruistas de
observa las situaciones de juego en el parque o los niños y niñas. La influencia de la interacción
en el recreo, se evidencia que en las interacciones con los iguales sobre la conducta social del niño
infantiles muchas veces se dan conductas insen- ha sido constatada desde distintos enfoques
sibles y crueles hacia los iguales, tales interac- teóricos atribuyendo desde cada modelo matices
ciones obviamente no constituyen experiencias diferenciales respecto a los mecanismos por los
que estimulan este desarrollo. Por ello, algunos que se opera esta influencia.
investigadores subrayan que frecuentemente los Los estudios de los psicólogos del apren-
niños y las niñas requieren de la guía y el apoyo dizaje social confirman que los adultos y los
del adulto que promueva experiencias positivas compañeros son tanto modelos como agentes
con los iguales. A veces esta guía ayuda a los de refuerzo de la conducta social de los niños y
niños y niñas en la comprensión de las razones niñas. La influencia de ambos se ha ratificado
para la regulación social, enfatizando los valores en varias investiga­cio­nes que verifican que un
de las relaciones cooperati­vas. modelo pode­roso como un profesor o profe-
Si bien la interacción con el adulto desem- sora que puede recompen­sar y que tiene una
peña un papel en el desarrollo moral del niño, rela­ción cercana con los niños, puede influir
es erróneo considerar que este desarrollo se positiva­men­te en la generosidad de éstos hacia
opera como un proceso unilateral de instruc- otros menos afortuna­dos. Asimismo, se ha de-
ción didáctica en base a la administración mostrado que los compañeros pueden ser una
de recompensas y castigos. Aunque también fuente de influencia en los niños respecto a la
es erróneo considerar al niño como un ser volun­tad de donar, participar, cooperar y ayudar
egoísta al que hay que restringir y redirigir a otros. Desde esta perspectiva, se ha prestado
hacia conductas socialmente positivas, ya que especial atención a la conducta en rela­ción a
a veces tiene conductas interpersonales ne- los estímulos que la preceden, a la luz de las
gativas, pero en otras ocasiones, desde muy recompen­sas o castigos otorgados por el grupo
temprana edad, de forma espontánea, realiza de iguales, conside­rando que tanto las con­ductas
conductas prosociales de ayuda hacia otros que sociales positivas como las negativas (agresivas)
están en situación de necesidad (por ejemplo, se adquieren y mantienen en gran parte por los
otro compañero que está llorando al que dan refuerzos de los compañeros del grupo.

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En líneas generales, desde este marco teórico Hubbard, & Romano, 2009) indican que las
se ha concluido que la inte­racción social con cogniciones del profesor (imagen positiva de
compañeros juega un papel muy importan­te en los alumnos versus imagen de los alumnos como
el apren­dizaje de la conducta social, poniéndose personas agresivas) y las conductas del profesor
de manifiesto que: (1) desde muy temprana edad correctivas/negativas hacia los niños y niñas
los niños son muy sensibles a los modelos que medió la conducta prosocial y agresiva.
les ofrecen los compañeros, a través de los cuales De las conclusiones derivadas de ambos en-
aprenden pautas de comportamiento social; y (2) foques se deduce que el grupo de iguales en el
cuando interactúan niños de distintas edades, contexto escolar así como las características del
la imita­ción se da de forma selectiva respecto profesor son una fuente importante de influen-
a modelos de edad igual o superior. Hay todo cia sobre la conducta prosocial, detectando que
un contingente de investigaciones que sugieren este ámbito puede ser muy adecuado para im-
que los niños modelarán a sus compañeros en un plementar programas promotores de la conducta
abanico de conductas prosociales y de resolución prosocial altruis­ta.
de problemas. Imitan a sus compañeros para la
adquisición de conductas de los roles sexuales, La empatía, una variable personal
de altruismo, de prestación de ayuda y de res- relevante para la conducta prosocial
puestas afectivas a los estados de humor (véase En la actualidad existe un amplio consenso
Garaigordobil, 2008). en admitir que la empatía debe ser conside-
En relación con la influencia del grupo de rada como un factor personal relevante en la
iguales en la conducta prosocial, los estudios de explicación del desarrollo sociomoral y de las
enfoque cognitivo evolutivo subrayan el relevan- interacciones sociales, habiéndose convertido
te papel desempeñado por la interacción entre en un constructo clave para explicar la conducta
iguales tanto en el desarrollo cognitivo (descen- prosocial altruista y la conducta antisocial. En
tramiento egocéntrico, toma de perspectiva social) la misma dirección que los resultados obtenidos
como en el moral (transi­ción de la moral hete- en el estudio que la profesora Mestre (2014)
rónoma a la moralidad autónoma, conocimiento presenta en su artículo-objetivo, otras investi-
de sí, de los demás y de las normas por las que se gaciones confirman el papel determinante de la
rigen las relaciones sociales). Al analizar el origen empatía en la conducta social positiva.
social del desarrollo, se considera a las relaciones La empa­tía ha motivado numerosas inves-
entre iguales como una condición necesaria para tigaciones como variable crucial del compor-
la autonomía, ya que al entrar en contacto con tamiento prosocial, y varios estudios con niños
sus iguales, hacia los 6-7 años, el niño empieza y adolescentes confirman una relación positiva
a tener rela­ciones de cooperación, y esta igual­ de la empatía con la conducta prosocial (Barr &
dad en la relación con los compañe­ros favorece Higgins-D’Alessandro, 2007; Eisenberg, Miller,
el intercambio de papeles y la reversi­bilidad de Shell, & McNalley, 1991; Garaigordobil & Ma-
su pensamiento. De este modo, la reciprocidad y ganto, 2011; Gutiérrez, Escartí, & Pascual, 2011;
la cooperación entre iguales son vistas como los McMahon, Wernsman, & Parnes, 2006; Mestre,
factores determinantes de la autonomía moral Samper, & Frías, 2002; Mestre, Frías, & Samper,
y, por consiguiente, lo que el niño necesita es la 2004; Strayer & Roberts, 2004; Sánchez-Queija,
oportunidad de mantener interacciones sociales Oliva, & Parra, 2006). Además, diversos estudios
recíprocas en condiciones de igualdad y de respeto confirman que las intervenciones que potencian
mutuo. En relación a la influencia del profesor, la empatía incrementan la conducta prosocial
los resultados de estudios recientes (McAuliffe, altruista (Etxeberria, Apodaka, Eceiza, Ortiz,

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Garaigordobil: El papel de la cultura, la familia, la escuela y la personalidad

Fuentes, & López, 1994; Garaigordobil, 2008), en este estudio sugiere que la exposición a los
y que los programas que promueven la empatía, videojuegos violentos es un factor de riesgo
el control de la ira y creencias normativas contra causal para el incremento del comportamiento
la agresión pueden ser muy útiles para reducir la agresivo, cognición agresiva, afecto agresivo y
agresión y aumentar la conducta prosocial (Bel- disminución de la empatía y la conducta pro-
grave, Nguyen, Johnson, & Hood, 2011). social. No obstante, la influencia de los medios
de comunicación y de las nuevas tecnologías de
Otros factores que influyen la información y la comunicación requiere más
en la conducta prosocial: investigación que aporte datos empíricos com-
televisión, videojuegos, internet plementarios que profundicen en esta hipótesis.
En la actualidad se acepta que la televisión, el En síntesis, el examen de las investigaciones
internet, los videojuegos, entre otros, son agentes que aportan datos referentes a las variables que
socializadores secundarios de gran relevancia. influyen en la conducta prosocial confirman que
Los niños, niñas y adolescentes pasan gran can- su desarrollo es un asunto complejo que depen-
tidad de horas delante de la televisión, en inter- de de multitud de factores interrelacionados:
net o jugando con videojuegos y lo que observan, biológicos, culturales, familiares, escolares, de
junto con sus refuerzos, se convierte en modelos personalidad, entre otros, que pueden influir
de comportamiento que ejercen una influencia en la emergencia de la conducta prosocial en
sobre ellos. Así, la televisión se vuelve un recurso un momento dado. En la actualidad se reconoce
de experiencias de aprendizaje observacional que la interacción de variables situacionales y
muy importante en lo que se refiere a emociones, de personalidad ejerce un efecto en toda con-
valores, normas y modelos (Eisenberg & Mus- ducta de prosocial. Por ello se plantea la nece-
sen, 1989; Medrano, Ayerbe, & Orejudo, 2010). sidad de operar un análisis de la “interacción
De la misma manera que algunos estudios han persona-situación” en el estudio de la conducta
comprobado que los programas de televisión prosocial, que es precisamente la aportación más
con un contenido violento y agresivo ejercen una significativa que realiza la profesora Mestre en
cierta influencia en el desarrollo de conductas su estudio. No obstante, cabe resaltar que, pese
violentas y agresivas, se intuye que programas a que la conducta prosocial está mediada o
con un contenido más prosocial altruista fomen- determinada por numerosos factores, las conclu­
tarían este tipo de comportamientos (Eisenberg siones derivadas de los estudios que evalúan los
& Mussen, 1989). Por consiguiente, la televisión efectos de programas de entrenamiento de la
o los videojuegos pueden ser un agente sociali- conducta proso­cial confirman la eficacia de las
zador efectivo en la promulgación de conductas intervenciones dirigidas a potenciar este tipo de
prosociales altruistas; y si el contenido hace refe- conducta (Garaigordobil, 2003b, 2004a, 2004b,
rencia a comportamientos prosociales altruistas, 2004c, 2005a, 2005b, 2008; Mikami, Boucher, &
es probable que la persona considere dicho Humphreys, 2005; Roseth, Johnson, & Johnson,
contenido como algo apropiado y lo interiorice 2008; Zan & Hildebrandt, 2003).
como suyo. En este sentido, Anderson, Shibuya,
Ihori, Swing, Bushman, Sakamoto, Rothstein, et Programas de intervención
al. (2010) realizaron un metanálisis para probar psicoeducativa para fomentar
los efectos de los videojuegos violentos en el el desarrollo socioemocional
comportamiento agresivo, cognición agresiva, y prevenir la violencia
afecto agresivo, activación fisiológica, empatía Tal y como se enfatiza en el artículo-objetivo,
y conducta prosocial. La evidencia encontrada el segundo contexto más potente en el proceso

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de educación de los menores es la escuela, y en video game effects on aggression, empathy, and prosocial
su estudio un bajo nivel de victimización ha re- behavior in Eastern and Western countries: A meta-analytic
sultado ser predictor de conducta prosocial. Por review”. Psychological Bulletin 136(2), 151-173.
esta razón, de acuerdo con su planteamiento, en Barr, J.J. & Higgins-D’Alessandro, A. (2007). “Adolescent
este apartado se procede a revisar programas de empathy and prosocial behavior in the multidimensional
intervención que fomentan el desarrollo socioe- context of school culture”. Journal of Genetic Psychology
mocional para prevenir la conducta violenta. En 168(3), 231-250.
líneas generales, los programas de intervención Belgrave, F.Z., Nguyen, A.B., Johnson, J.L., & Hood, K. (2011).
psicoeducativa que tienen como finalidad preve- “Who is likely to help and hurt? Profiles of African Amer-
nir y reducir el bullying promueven una mejora ican adolescents with prosocial and aggressive behavior”.
del clima social del aula que potencia el desarrollo Journal of Youth and Adolescence, 40(8), 1012-24.
de la conducta prosocial, las habilidades sociales Calderón-Tena, C.O., Knight, G.P., & Carlo, G. (2011). “The
y de comunicación, las habilidades de resolución socialization of prosocial behavioral tendencies among Mex-
de conflictos, la capacidad de empatía, el control ican American adolescents: The role of familism values”. Cul-
de la ira, el respeto por las diferencias, etcétera. tural Diversity and Ethnic Minority Psychology 17(1), 98-106.
A partir de la revisión llevada a cabo se han Carbonell, J.L. (1999). Programa para el desarrollo de la convi-
seleccionado algunos programas de intervención vencia y la prevención de la violencia escolar. materiales de apoyo
que pueden ser de utilidad en contextos educa- al programa Convivir es vivir. Madrid, España: Dirección
tivos para desarrollar competencias emocionales Provincial del Ministerio de Educación y Ciencia.
y habilidades sociales que tienen un efecto en la Carlo, G., McGinley, M., Hayes, R., Batenhorst, C., & Wil-
prevención de la violencia y en la intervención kinson, J. (2007). “Parenting styles or practices? Parenting,
directa cuando ésta se produce. Entre otros sympathy, and prosocial behaviors among adolescents”.
cabe destacar: 1) Programa de educación social Journal of Genetic Psychology 168(2), 147-176.
y afectiva para educación primaria (Trianes, Carlo, G., Mestre, M.V., Samper, P., Tur, A., & Armenta, B.E.
1996); 2) Convivir es vivir (Carbonell, 1999); (2011). “The longitudinal relations among dimensions of
3) Aprender a ser personas y a convivir. Un pro- parenting styles, sympathy, prosocial moral reasoning, and
grama para secundaria (Trianes & Fernández- prosocial behaviors”. International Journal of Behavioral
Figarés, 2001); 4) Programa de sensibilización Development 35(2), 116-124.
contra el maltrato entre iguales (Monjas & Cerezo, F., Calvo, A. R., & Sánchez, C. (2011). El programa CIP:
Avilés, 2006); 5) Programas JUEGO: 4-6, 6-8, concienciar, informar y prevenir, para la intervención específica
8-10, 10-12 años y Programa de intervención en bullying. Madrid, España: Pirámide.
con adolescentes (Garaigordobil, 2003a, 2003b, Eisenberg, N., Miller, P.A., Shell, R., & McNalley, S. (1991).
2004a, 2005a, 2007, 2008); 6) Programa de “Prosocial development in adolescence: A longitudinal
educación de las emociones: la con-vivencia study”. Developmental Psychology 27(5), 849-857.
(Mestre, Tur, Samper, & Malonda, 2011); 7) Eisenberg, N. & Mussen, P. (1989). The roots of prosocial
Programa CIP: concienciar, informar y prevenir behavior in children. Cambridge, Inglaterra: Cambridge
(Cerezo, Calvo, & Sánchez, 2011); y 8) Cyber- University Press.
program 2.0. Un programa de intervención para Etxeberria, I., Apodaka, P., Eceiza, A., Ortiz, M.J., Fuentes,
prevenir y reducir el cyberbullying (Garaigordobil M.J., & López, F. (1994). “Design and evaluation of pro-
& Martínez-Valderrey, 2014). gramme to promote prosocial-altruistic behaviour in the
school”. Journal of Moral Education 23(4), 409-425.
Referencias Garaigordobil, M. (2003a). Intervención psicológica para de-
Anderson, C.A., Shibuya, A., Ihori, N., Swing, E.L., Bushman, sarrollar la personalidad infantil. Juego, conducta prosocial y
B.J., Sakamoto, A., Rothstein, H.R., et al. (2010). “Violent creatividad. Madrid, España: Pirámide.

Vol. 6, número 2, 2014 155

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