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EPIDEMIOLOGÍA
Las fracturas de antebrazo son más frecuentes en los hombres que en las mujeres, debido a que aquéllos presentan una
mayor incidencia de accidentes de tráfico, participación en deportes de contacto, peleas y caídas desde cierta altura.
ANATOMÍA
El antebrazo actúa como un anillo; una fractura que ocasione un acortamiento del radio o del cúbito produce una
fractura del otro hueso del antebrazo o una luxación de la articulación radiocubital proximal o distal. Las lesiones
El cúbito, que es relativamente recto, actúa como un eje de rotación sobre el cual gira el radio, arqueado en dirección
lateral, para producir la supinación y la pronación. Estructuras que conectan el radio y el cúbito. La articulación
radiocubital proximal está estabilizada por el ligamento anular. La articulación radiocubital distal está estabilizada por
los ligamentos radiocubitales dorsal y volar y por el fibrocartílago triangular. Una pérdida de pronación y/o supinación
puede ser consecuencia de una fractura de la diáfisis del radio en la que no se ha restablecido su curvatura lateral.
La membrana interósea ocupa el espacio existente entre el radio y el cúbito. La banda central tiene aproximadamente
3,5 cm de ancho y se extiende oblicuamente desde su origen proximal en el radio hasta su inserción distal en el cúbito.
Las fracturas del radio distales a la inserción del músculo supinador, pero proximales a la inserción del pronador
redondo, tienden a ocasionar una supinación del fragmento proximal debido a la tracción no contrarrestada de
Las fracturas del radio distales a los músculos supinador y pronador redondo tienden a producir una alineación
MECANISMO DE LA LESIÓN
Estas fracturas se asocian con mayor frecuencia a traumatismos de alta energía (tráfico), aunque a menudo también se
producen por traumatismos directos (cuando el paciente se protege la cabeza), heridas por arma de fuego y caídas
VALORACIÓN CLÍNICA
Los pacientes acuden, de forma característica, con una deformidad evidente del antebrazo afectado, dolor,
Es esencial realizar una cuidadosa exploración neurovascular, valorando el pulso radial y cubital, así como la función
Deben valorarse meticulosamente las heridas abiertas, pues el borde del cúbito es subcutáneo e incluso las heridas
La presencia de un dolor insoportable y continuo, el aumento de la tensión en los compartimentos del antebrazo o
el dolor con el estiramiento pasivo de los dedos debe hacer sospechar un síndrome compartimental establecido o
inminente.
Solicitar proyecciones anteroposterior y lateral del antebrazo, y en caso necesario oblicuas, para definir mejor la
fractura.
La valoración radiológica debe incluir la muñeca y el codo ipsilaterales para descartar fracturas o luxaciones
asociadas.
La cabeza del radio debe estar alineada con el cóndilo en todas las proyecciones.
CLASIFICACIÓN
Clasificación descriptiva:
Desplazamiento.
Angulación.
Alineación rotacional.
TRATAMIENTO
Tratamiento conservador: Los raros casos de fractura no desplazada del cúbito y del radio pueden tratarse con un yeso
Tratamiento quirúrgico: Puesto que el antebrazo puede considerarse como una articulación, encargada de un
movimiento, la reducción abierta con fijación interna es el procedimiento de elección para las fracturas desplazadas del
antebrazo que afectan al radio y al cúbito en el adulto. La fijación interna implica el uso de placas de compresión (placa
Restablecer la longitud del cúbito y del radio (evita la subluxación de la articulación radiocubital proximal o distal).
Restaurar la curvatura del radio (esencial para la función de rotación del antebrazo). Es posible utilizar un abordaje volar
de Henry para exponer el radio en toda su longitud, y colocar una placa sobre su superficie volar plana. Las fracturas del
tercio medio de la diáfisis pueden abordarse y estabilizarse con seguridad mediante un abordaje dorsal. La colocación de
placas dorsales en cualquier otra localización se asocia a protrusión de la placa (tercio distal del radio) y a una posible
En el cúbito puede colocarse una placa, en su cara volar o en su cara dorsal, según la localización de los fragmentos y la
curvatura del cúbito en la proximidad al foco de fractura. Cuando se utilizan dos incisiones separadas, disminuye la
incidencia de sinostosis radiocubital. En las fracturas agudas debe considerarse la utilización de injerto óseo si hay una
Las fracturas abiertas pueden tratarse mediante reducción abierta primaria y fijación interna después de un
desbridamiento adecuado, a no ser que se trate de lesiones abiertas graves. Este planteamiento restablece la
estabilidad, limita los espacios muertos y mejora los cuidados de la herida. El momento para aplicar un injerto óseo en
una fractura abierta es controvertido; puede hacerse en el momento del cierre primario diferido o 6 semanas después
de la lesión. En casos con importante pérdida ósea o de partes blandas, contaminación evidente, seudoartrosis infectada
o fracturasluxaciones abiertas del codo con pérdida de partes blandas, puede ser útil la fijación externa.
Se han obtenido buenos resultados con la estabilización con clavos intramedulares bloqueados. Sin embargo, las
indicaciones del enclavado intramedular en lugar de la síntesis con placa y tornillos todavía no están bien definidas, y la
técnica es más compleja. Algunas de sus indicaciones son las fracturas segmentarias, las fracturas abiertas con pérdida
ósea o de partes blandas, las fracturas patológicas y el fracaso de la fijación con placa.
COMPLICACIONES
Pseudoartrosis y consolidación en mala posición: son poco frecuentes y se asocian principalmente a la infección y a
errores en la técnica quirúrgica. Puede ser necesario extraer los implantes, colocar un injerto y revisar la fijación interna.
Infección: Necesita drenaje quirúrgico, desbridamiento, lavado abundante, cultivos de la herida y tratamiento
antibiótico. Si la fijación interna es estable, no es imprescindible retirarla puesto que la mayoría de las fracturas
consolidan a pesar de la infección. Las infecciones que no responden al tratamiento y con importante afectación ósea y
de partes blandas requieren a menudo un fijador externo dejando las heridas abiertas y desbridamientos seriados.
Lesión neurovascular: es poco frecuente, se asocia a lesiones por arma de fuego o a causas yatrógenas. En general las
aunque la escisión de una sinostosis no articular raramente es eficaz en la porción proximal del antebrazo. Las incisiones
Incluyen las fracturas por bastonazo y las fracturas de Monteggia, así como las fracturas por sobrecarga en deportistas.
(Lesión de Monteggia consiste en una fractura del cúbito proximal acompañada de una luxación de la cabeza del radio).
MECANISMO DE LA LESIÓN
La fractura por bastonazo se produce por un traumatismo directo sobre el cúbito en su borde subcutáneo, típicamente
Las fracturas de Monteggia se producen por distintos mecanismos (según la clasificación de Bado)
Tipo IV: Mismo mecanismo que en el tipo I y además cede la diáfisis del radio.
VALORACIÓN CLÍNICA
Los pacientes con una fractura por bastonazo presentan, de forma característica, inflamación local, dolor espontáneo y
Los pacientes con fracturas de Monteggia presentan inflamación del codo, deformidad, crepitación y dolor con la
Es imprescindible realizar una minuciosa exploración neurovascular porque es frecuente la lesión nerviosa, en especial
del nervio radial o del nervio interóseo posterior. La mayoría de las lesiones nerviosas aparecen en las fracturas de tipo
II de Bado.
Son necesarias las proyecciones anteroposterior y lateral del antebrazo (de forma adicional, pueden solicitarse
Desplazamiento.
Angulación.
Alineación rotacional.
Tipo I: Luxación anterior de la cabeza del radio con fractura de la diáfisis del cúbito a cualquier nivel con angulación
anterior.
Tipo II: Luxación posterior/posterolateral de la cabeza del radio con fractura de la diáfisis del cúbito con angulación
posterior.
Tipo III: Luxación lateral/anterolateral de la cabeza del radio con fractura de la metáfisis del cúbito.
Tipo IV: Luxación anterior de la cabeza del radio con fractura del tercio proximal tanto del radio como del cúbito al
mismo nivel.
TRATAMIENTO
1. Las fracturas del cúbito no desplazadas o mínimamente desplazadas pueden tratarse mediante inmovilización
durante 7 a 10 días. En función de los síntomas del paciente, es posible continuar el tratamiento con una ortesis
funcional durante 8 semanas con ejercicios activos de rango de movilidad del codo, la muñeca y la mano, o con una
2. Las fracturas desplazadas (> 10° de angulación en cualquier plano o > 50 % de desplazamiento de la diáfisis) pueden
tratarse con reducción abierta y fijación interna utilizando una placa de compresión dinámica de 3,5 mm.
Fracturas de Monteggia:
1. La reducción cerrada y la inmovilización de las fracturas de Monteggia debe reservarse únicamente para la población
pediátrica.
2. Las fracturas de Monteggia necesitan tratamiento quirúrgico, reducción abierta y fijación interna de la diáfisis del
3. Tras la fijación del cúbito, la cabeza del radio suele ser estable (> 90 %).
4. Las fracturas asociadas de la cabeza del radio pueden necesitar fijación o sustitución.
5. El fracaso de la reducción de la cabeza del radio una vez reducido y estabilizado el cúbito generalmente se debe a
una reducción inadecuada de la fractura del cúbito. Con menor frecuencia, puede interponerse el ligamento anular
COMPLICACIONES
Lesión nerviosa: habitualmente asociada a las lesiones de tipos II y III de Bado, afectan al nervio radial y/o al nervio
mediano, así como a sus respectivos ramos terminales, los nervios interóseos posterior y anterior. La exploración
quirúrgica está indicada cuando la función nerviosa no se ha recuperado tras un tiempo de observación de 3 meses.
Inestabilidad de la cabeza del radio: Si se produce una nueva luxación menos de 6 semanas tras la cirugía y la reducción
del cúbito no es anatómica, debe considerarse repetir la reducción y la fijación del cúbito y realizar una reducción
abierta de la cabeza del radio. Si la luxación de la cabeza del radio se produce más de 6 semanas después de la cirugía, es
Una fractura de Galeazzi consiste en una fractura de la diáfisis del radio, en la unión de los tercios medio y distal,
asociada a una lesión de la articulación radio cubital distal. También se ha denominado «fractura de necesidad», pues
necesita una reducción abierta y fijación interna para obtener buenos resultados. Esta lesión es aproximadamente tres
Variantes: la fractura puede producirse en cualquier lugar del radio o asociarse a fracturas del cúbito y del radio con
lesión de la articulación radio cubital distal. Si esta lesión se trata de forma conservadora, hay que tener en cuenta la
1. Peso de la mano: ocasiona una angulación dorsal de la fractura y una subluxación de la articulación radio cubital
distal.
2. Inserción del pronador cuadrado: tiende a poner el fragmento distal, con desplazamiento proximal y volar.
4. Extensores y abductores del pulgar: ocasionan el acortamiento y la relajación del ligamento colateral radial, y
MECANISMO DE LA LESIÓN
Las fracturas de la diáfisis del radio pueden producirse por un traumatismo directo o indirecto, como una caída
Las fracturas de Galeazzi pueden producirse por un traumatismo directo sobre la muñeca, típicamente en su
parte dorsolateral, o por una caída sobre la mano extendida con el antebrazo en pronación.
Las fracturas de Galeazzi invertidas pueden producirse por una caída sobre la mano en extensión con el
antebrazo en supinación
VALORACIÓN CLÍNICA
Suele haber dolor, tumefacción y dolor a la palpación sobre el foco de fractura. Hay que valorar el rango de movilidad
del codo, incluyendo la supinación y la pronación; en raras ocasiones, una limitación de la movilidad del antebrazo
puede sugerir que, además de la fractura de la diáfisis, hay una luxación de la cabeza del radio.
Las fracturas de Galeazzi generalmente producen dolor de muñeca o en la línea media del antebrazo, que aumenta al
presionar sobre la articulación radio cubital distal además de sobre la diáfisis del radio. La lesión neurovascular es
rara.
Los signos radiológicos de la lesión de la articulación radio cubital distal son: Fractura de la base de la apófisis
estiloides del cúbito. Ensanchamiento de la articulación radio cubital distal en la proyección anteroposterior.
TRATAMIENTO
Fracturas del radio proximal: Las fracturas no desplazadas pueden tratarse con un yeso braquiopalmar. La pérdida de la
curvatura del radio es una indicación para la reducción abierta con fijación interna. Debe mantenerse el yeso hasta
obtener evidencia radiológica de que se ha logrado la consolidación. Las fracturas desplazadas se tratan mejor con
reducción abierta y fijación con una placa dinámica de compresión de 3,5 mm.
Fracturas de Galeazzi: El tratamiento de elección es la reducción abierta con fijación interna, pues el tratamiento
conservador se asocia a una alta tasa de fracasos. La fijación con placas y tornillos (placa de compresión dinámica de 3,5
COMPLICACIONES
Consolidación en mala posición: la reducción no anatómica de la fractura del radio sin restablecer su alineación
Es necesario valorar los tres compartimentos del antebrazo y el túnel del carpo.
Lesión neurovascular: Generalmente es yatrógena. El ramo superficial del nervio radial (por debajo del braquiorradial)
Luxación recurrente: puede producirse como resultado de una reducción inadecuada del radio.