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Ahora bien, pasa la Sala a pronunciarse sobre el fondo de la apelación ejercida en el caso de
autos y, en tal sentido, observa que la esencia del asunto controvertido consiste en determinar
la validez de la contestación de la demanda anticipadamente en un procedimiento breve,
como lo constituye el juicio por resolución de contrato de arrendamiento.
Por otra parte, los apoderados judiciales de la accionante señalaron, sobre este particular, que:
“…En la referida sentencia se declaró sin lugar el recurso de casación interpuesto contra una
decisión de un Juzgado Superior que a su vez, había confirmado la confesión ficta de la
compañía solicitante de la presente revisión, en el curso de un proceso de cobro de diferencia
de prestaciones sociales desarrollado bajo la vigencia de la derogada legislación adjetiva
laboral.
Tal declaratoria, se fundamentó en el hecho de que al tercer día fijado para el acto de la
contestación de la demanda, la compañía demandada en lugar de dar contestación, opuso una
cuestión previa; sin embargo ese mismo día, el actor había reformado el libelo original de
demanda y el tribunal de la causa ya había admitido dicha reforma, por lo que mal se podía, en
criterio de la sentencia objeto de revisión, ejercer el derecho a la defensa el mismo día en el
que se admitió la reforma.
‘…Para decidir esta Sala tiene previamente que determinar el alcance que debe tener el
derecho de defensa con relación al demandado, el cual lo establece como interpretación
vinculante:
1. Siendo la defensa un derecho inviolable en todo estado del proceso, tal como lo reconoce el
artículo 49 de la vigente Constitución, dentro de los elementos del debido proceso, derecho
que además estaba consagrado en el artículo 68 de la derogada Constitución de la República
de Venezuela de 1961, considera esta Sala que la manifestación inequívoca por parte del
demandado de hacer uso de su derecho a contestar la demanda, debe siempre ser
interpretado a su favor, ante cualquier ambigüedad y oscuridad de la ley.
Resulta un absurdo jurídico que la ficción impere sobre la realidad, y que en situaciones
ambiguas u oscuras, se prefiera considerar que el demandado no contestó la demanda,
dejándolo sin la defensa de la recepción de sus alegatos, antes que reconocerle la utilización
efectiva de su derecho.
En fin, la Sala interpreta que en casos de duda, las normas deben interpretarse a favor de la
parte que de manera expresa e inequívoca hace uso de sus medios de defensa. Es esta clase de
interpretación la que garantiza la realización de la justicia, que como fin del proceso establece
el artículo 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
De allí que, cuando surja alguna duda sobre la preclusión de la oportunidad para contestar la
demanda, y aparezca en autos la voluntad de contestar, esta voluntad debe imperar sobre la
duda, y el término preclusivo debe interpretarse en el sentido que permite la recepción de la
contestación de la demanda que efectivamente conste en autos y que por motivos
interpretativos se duda que se haya realizado dentro del término destinado por la ley para ello.
No solo en aras de salvaguardar el derecho de defensa de las partes, en este caso del
demandado, sino del mantenimiento de la transparencia y la responsabilidad en la
administración de justicia (artículo 26 de la vigente Constitución), la interpretación de las
normas debe contener la regla in dubio pro defensa…’. (Negrillas de la Sala).
Como se puede apreciar del anterior extracto, esta Sala Constitucional ha sido muy rigurosa en
cuanto a la protección del derecho a la defensa, especialmente cuando está en juego la
principal oportunidad que tienen las partes para hacer ejercicio efectivo del mismo, como lo
sería, en el caso de la parte demandada, la oportunidad para dar contestación a la demanda,
hasta el punto de que se considera como de orden público todo lo que le sea inherente.
(Subrayado de este fallo). En este sentido es pertinente citar la sentencia N° 1011 del 26 de
mayo de 2004, en la cual esta Sala Constitucional expresó lo siguiente:
‘…La violación en comento involucra como se mencionó anteriormente al orden público, por
estar dirigida hacia el núcleo mismo del derecho a la defensa, como lo es el de dar
contestación a la demanda, y esa lesión puede producirse bien por acción u omisión…’
Con respecto a la mencionada regla in dubio pro defensa, y al reconocimiento efectivo del
derecho a la defensa, esta Sala Constitucional recientemente en sentencia N° 3189 del 15-12-
04, señaló:
‘…no debe entenderse que el formalismo se encuentra desterrado del proceso, ya que las
formalidades esenciales son garantías del derecho a la defensa; y en situaciones como la
presente, resulta contrario a la regla in dubio pro defensa que, en situaciones ambiguas u
oscuras, se prefiera considerar que el demandado no promovió las pruebas tempestivamente -
conforme a la sentencia ya señalada-, dejándolo sin la defensa de sus probanzas a la parte
apelante, antes que reconocerle la utilización efectiva de su derecho…’.
Ahora bien, existe otro aspecto de importancia que debe ser abordado por esta Sala, lo cual
hará precisamente bajo el manto del principio in dubio pro defensa, y es el relativo a la
reapertura del lapso a la que se refiere la parte in fine del artículo 343 del Código de
Procedimiento Civil, el cual se aplica de manera supletoria al proceso laboral, de cuyo
contenido se extrae que una vez reformada la demanda antes que se le haya dado
contestación a la misma, se concederá al demandado un nuevo lapso idéntico al anterior para
ejercer su derecho a la defensa, lapso que se otorga sin necesidad de nueva citación.
En el presente caso, la no utilización de ese nuevo lapso por parte de la demandada, quien hoy
solicita la presente revisión constitucional, constituyó el motivo por el cual la sentencia
cuestionada declaró la confesión ficta.
…Omissis…
A este respecto es necesario destacar, que si bien es cierto que es un principio procesal
aceptado el hecho de que los lapsos deben dejarse transcurrir íntegramente, esa
interpretación no debe hacerse de manera restrictiva ni sesgada, sino que es necesario que el
órgano jurisdiccional del que se trate valore minuciosamente las circunstancias que rodean
cada caso en particular.
Para resolver el presente conflicto intersubjetivo, esta Sala Constitucional, estima necesario
hacer las siguientes precisiones:
Ahora bien, la utilización de ese lapso no puede ser obligatoria para el demandado, toda vez
que, como se afirmó, ha sido creado en su favor, es por ello que es él quien tendrá la
discrecionalidad para evaluar la necesidad o no de aprovecharlo, motivo por el cual, estima
esta Sala que el mismo es perfectamente renunciable, y tal renuncia puede ser expresa como
por ejemplo puede apreciarse de expresiones utilizadas en el foro como la de ‘renuncio al
lapso de comparecencia y me doy por citado’ o tácita, en donde la conducta adoptada por la
parte a favor de quien opera el lapso, deja de emplearlo y decide adelantar sin perjuicio de su
contraparte, el acto que debía realizar o para cuya celebración se concedió la reapertura, tal
como sucedió en el presente caso, en el que la compañía demandada presentó escrito a través
del cual opuso cuestiones previas, el mismo día en el que el demandante reformó el libelo
original de demanda.
Es importante que ese ‘adelantamiento’ del acto que le corresponda a una de las partes, no se
haga en detrimento, con aventajamiento, o en desmedro de los derechos de la otra, ya que
ello podría afectar el derecho a la igualdad que se quiere proteger. (Subrayado del presente
fallo).
…Omissis…
En concordancia con los argumentos anteriores, esta Sala en sentencia N° 325 del 30 de marzo
de 2005, estableció el siguiente criterio:
‘…De manera que se erige la Sala como un eje rector de la uniformidad jurisprudencial,
proveyendo y aglomerando las interpretaciones de los derechos, principios y garantías
constitucionales, y actuando a su vez en una función contralora, ejercida mediante esta
potestad de revisión constitucional, corrigiendo situaciones graves y que desconozcan los
derechos fundamentales en que hayan incurrido los jueces, o la inobservancia de las
interpretaciones efectuadas por esta Sala que se transmutan o se erijan como violaciones a los
derechos, principios y garantías constitucionales’…”.
De conformidad con lo antes expuesto, esta Sala en sentencia N° 981, del 11 de mayo de 2006,
caso: “José del Carmen Barrios y otros”, estableció lo siguiente:
“...se debe concluir que en consonancia con el derecho a la tutela judicial efectiva que
garantiza que las partes impulsen el proceso hasta llegar al pronunciamiento del órgano
jurisdiccional, donde sin dejar de tener importancia los lapsos procesales en los supuestos en
que el excesivo formalismo se contraponga a los fines de la justicia y pro del derecho a la
defensa, como es el caso de la contestación de la demanda efectuada antes del comienzo del
lapso procesal previsto en la ley para ello, debe dicha contestación considerarse válida, por lo
que, la figura de la confesión ficta que surge ante la falta de contestación de la demanda,
cuando el demandado no probare nada que le favoreciere y cuando la petición del actor no
sea contraria a derecho no podrá configurarse cuando el demandado conteste
anticipadamente la demanda, sino sólo en aquellos casos en que el demandado no de
contestación a la demanda o lo haga vencido el lapso legal respectivo.
Ahora bien, debe destacar esta Sala que el criterio anteriormente establecido es sólo
aplicable a aquellos casos en que la contestación de la demanda se debe verificar dentro de un
lapso establecido en la ley adjetiva, como es el caso del juicio ordinario, donde el demandado
cuenta con un lapso de veinte (20) días de despacho para contestar la demanda, en forma
indistinta, el cual en todo caso debe dejarse correr íntegramente en virtud de principio de la
preclusividad de los lapsos procesales y no para el caso en que la contestación de la demanda
deba verificarse en un término, como sería en el supuesto del juicio breve, donde la parte
demandada debe contestar la demanda al segundo día de despacho siguiente a la citación y la
parte actora podría ver vulnerado su derecho a la defensa cuando en esa oportunidad el
demandado oponga cuestiones previas y la parte actora tiene oportunidad para contradecirlas.
...Omissis...