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Proyecto de Trabajo de investigación

Alumno: Jorge Vargas Abarca


Profesor: Domingo Sánchez Ortuzar.

Tema: La Prisión Preventiva y los Derechos Humanos

Pregunta a indagar: ¿Bajo qué presupuestos la prisión preventiva se convierte en una transgresión
a los Derechos Humanos?

Importancia de la investigación: Las crecientes cifras de aumento de inculpados por los


Tribunales de Justicia que han sido sometidos a prisión preventiva y luego liberados, otorgado por
diversos informes, tanto de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a nivel regional,
como de autores a nivel nacional, hacen preguntarnos si acaso aquellos inculpados que finalmente
son liberados, luego de pasar un largo tiempo privados de libertad; ¿les han sido vulnerados sus
Derechos Humanos?

Por lo tanto, esta tesina nos invita a reflexionar acerca de este mecanismo cautelar penal
denominado prisión preventiva, que en ciertas ocasiones y bajo ciertos presupuestos se pudiese
convertir en una transgresión de los Derechos Humanos para ciertas personas privadas de libertad.

Hipótesis a investigar: Los Derechos Humanos se transgreden cuando entre el principio de


inocencia y la medida cautelar penal, media un espacio temporal mayor que el acorde a lo
establecido para la prisión preventiva. Es decir, la prisión preventiva transgrede los Derechos
Humanos, cuando pierde su propia singularidad, que apunta a colaborar con el debido proceso al
que está sometido cualquier ciudadano, alejándose de su naturaleza excepcional, como medio de
colaboración de la justicia.

Conceptos a desarrollar:

a. Aumento de prisión preventiva: A nivel regional, La Comisión Interamericana de Derechos


Humanos, (en adelante CIDH), señala en su informe denominado Medidas para reducir la
prisión preventiva (CIDH, 2017); “que la aplicación arbitraria e ilegal de la prisión preventiva
es un problema crónico en la región”. Es decir, el nivel excesivo de este medio facultativo que
posee la justicia para velar por el correcto desarrollo de los procesos penales, ha sido
exacerbado a tal modo, que se ha olvidado que la prisión preventiva es una medida de naturaleza
excepcional y que en sus directrices; “debe aplicarse de conformidad con los criterios de
legalidad, necesidad y proporcionalidad” (CIDH, 2017).

A nivel nacional, el diario The Clinic reseña esta problemática que: “de acuerdo a las cifras
acumuladas del Poder Judicial en el período 2010-2016, nueve de cada diez prisiones
preventivas son concedidas (un 87,57% del total). Todos los indicadores disponibles muestran
que poco a poco la prisión preventiva se vuelve cada vez más habitual en nuestro sistema. Las
cifras dan cuenta de un aumento significativo del número absoluto de imputados presos en
prisión preventiva. Así, para 2007 había un promedio diario de 10.478 personas en esa
condición, al 31 de agosto de 2017 teníamos 15.442, es decir, un 47% más. Finalmente, también
se ha producido un incremento importante de la tasa de encarcelados preventivamente cuando
se la analiza en su total por cada 100.000 habitantes al año respectivo. El año 2007 esa tasa era
de 63,1 presos y ahora al 31 de agosto de 2017 sube a 88,8 presos por cada 100.000 habitantes
(un incremento de un 40,7%)”.

En síntesis, se puede señalar que pese a existir un mandato regulado, tanto a nivel internacional,
como a nivel nacional, sobre el uso adecuado de la prisión preventiva y su resguardo de carácter
procesal, en la práctica se ha hecho todo lo contrario en la región y en Chile particularmente,
dónde la prisión preventiva se ha utilizado más como un medio de control y de penalización
que como una medida cautelar. Diagnóstico que es compartido por muchos autores nacionales
que están en la Bibliografía para el objeto del estudio.

b. La Prisión Preventiva: La fundamentación de la prisión preventiva se encuentra regulada en


el artículo 19 Nº 7, letra e) y en el artículo 5º, inciso segundo de la Constitución Política de la
República y especialmente en el Código Procesal Penal, al regular en su Libro I, Título V, las
medidas cautelares personales y en el párrafo cuarto, que trata sobre la prisión preventiva.

En efecto, el Nuevo Código Procesal Penal, (en adelante el NCPP), establece que se trata de
una medida excepcional que sólo puede ser utilizada en casos justificados y en los que exista
una necesidad concreta. Según el artículo 139 del NCPP, “Toda persona tiene derecho a la
libertad personal y a la seguridad individual. La prisión preventiva procederá cuando las demás
medidas cautelares personales fueren estimadas por el juez como insuficientes para asegurar
las finalidades del procedimiento, la seguridad del ofendido o de la sociedad.”

A su vez, el artículo 140 del NCPP, señala que se puede solicitar la prisión preventiva si se
cumplen los siguientes requisitos: “a) Que existen antecedentes que justificaren la existencia
del delito que se investigare. b) Que existen antecedentes que permitieren presumir
fundadamente que el imputado ha tenido participación en el delito como autor, cómplice o
encubridor, y c) Que existen antecedentes calificados que permitieren al tribunal considerar
que la prisión preventiva es indispensable para el éxito de diligencias precisas y determinadas
de la investigación, o que la libertad del imputado es peligrosa para la seguridad de la sociedad
o del ofendido, o que existe peligro de que el imputado se dé a la fuga”.

Con todo, el escenario cambia, cuando el año 2008 se introduce la Ley 20.253, llamada
comúnmente: “agenda corta antidelincuencia”, en la que se amplía la aplicación de la prisión
preventiva agregándose el siguiente criterio: “Se entenderá especialmente que la libertad del
imputado constituye un peligro para la seguridad de la sociedad, cuando los delitos imputados
tengan asignada pena de crimen en la ley que los consagra; cuando el imputado hubiere sido
condenado con anterioridad por delito al que la ley señale igual o mayor pena, sea que la hubiere
cumplido efectivamente o no; cuando se encontrare sujeto a alguna medida cautelar personal,
en libertad condicional o gozando de alguno de los beneficios alternativos a la ejecución de las
penas privativas o restrictivas de libertad contemplados en la ley.”
c. Derechos Humanos Transgredidos: A nivel internacional, En primer lugar, la prisión
preventiva que opera de forma ilegal o arbitraria, se contrapone al derecho consagrado a la
libertad personal del artículo 7.5 de la Convención Americana de Derechos Humanos, (en
adelante CADH), que se conoce como el derecho al debido proceso: “Toda persona detenida o
retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para
ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser
puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada
a garantías que aseguren su comparecencia en el juicio”.

En segundo lugar, al derecho a la presunción de inocencia, que se establece en el artículo 8.2


de la CADH, que establece que: “Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se
presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso,
toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas…”.

A nivel nacional, según la normativa vigente, el artículo 19 de la Constitución Política de la


República, el constituyente asegura los derechos de todos los ciudadanos. Específicamente, el
derecho al debido proceso se encuentra consagrado en el numeral 3º.- “La igual protección de
la ley en el ejercicio de sus derechos.
Toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la forma que la ley señale y ninguna autoridad
o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida intervención del letrado si hubiere
sido requerida”.

El derecho a la libertad personal y a la seguridad individual, consagrada en el numeral 7º,


particularmente la letra e) “La libertad del imputado procederá a menos que la detención o
prisión preventiva sea considerada por el juez como necesaria para las investigaciones o para
la seguridad del ofendido o de la sociedad. La ley establecerá los requisitos y modalidades para
obtenerla”.

Además, la propia Constitución asume las normas internacionales en materia de derechos


humanos que se incluyen insertas por el artículo 5, inciso 2: “El ejercicio de la soberanía
reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza
humana. Es deber de los órganos del Estado respetar y promover tales derechos, garantizados
por esta Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se
encuentren vigentes”. Por tanto, asume los Derechos Humanos que se han revisado a nivel
regional.

Selección bibliográfica:

CIDH. Informe sobre medidas dirigidas a reducir el uso de la prisión preventiva en las Américas.
(Preparado por la Relatoría sobre los Derechos de las Personas Privadas). OEA/Ser.L/V/II.163 Doc.
105 3 julio 2017. Editorial CIDH, 2017.

CIDH. Guía práctica para reducir la prisión preventiva, Editorial CIDH, 2017.

CIDH. Medidas para reducir la prisión preventiva, Editorial CIDH, 2017.


Dei Vecchi, Diego. (2013). “Acerca de la justificación de la prisión preventiva y algunas críticas
frecuentes”. Revista de derecho (Valdivia), 26(2), 189-217.

Duce, Mauricio & C. Riego, “La Prisión Preventiva en Chile: El Impacto de la Reforma Procesal
Penal y Sus Cambios Posteriores”, Prisión Preventiva y Reforma Procesal Penal en América
Latina: Evaluación y Perspectivas, Centro de Estudios de Justicia de las Américas, Santiago, 2009,
151-212.

Duce, Mauricio. Proceso penal en contexto. Editorial Jurídica de Santiago, Santiago, 2016.

Duce, Mauricio. (11 de octubre de 2017). Columna: Retrocesos en materia de prisión preventiva
en Chile. The Clinic. Recuperado de http://www.theclinic.cl

INDH. Estudio de las condiciones carcelarias en Chile: Diagnóstico del cumplimiento de los
estándares internacionales de derechos humanos, Editorial INDH, 2013.

Hadwa, Marcelo. La prisión preventiva y otras medidas cautelares personales. Editorial Jurídica
de Chile, Santiago, 2016.

Nash, Claudio. Derecho internacional de los derechos humanos en chile. Centro de Derechos
Humanos, Universidad de Chile, Santiago, 2012.

Nash, Claudio. Derechos humanos y juicio penal en Chile. Centro de documentación Defensoría
penal Pública, Santiago, 2015

Salas, Jaime. Problemas del proceso penal: Investigación, etapa intermedia y procedimientos
especiales. Editorial Librotecnia, Santiago, 2015.

Saleh, Felipe. (26 de octubre). Caso Luchsinger-Mackay: el guatazo que confirma la crisis de la
Fiscalía Nacional en manos de Jorge Abbott. El Mostrador. Recuperado de
http://www.elmostrador.cl

Stippel, Jorg. Las cárceles y la búsqueda de una política criminal para Chile: un estudio acerca
del acceso a la justicia, la violación de derechos y el nuevo sistema procesal penal. LOM Ediciones,
Santiago, 2006.

Toro, Constanza. El debido proceso penal: un estudio desde el prisma de la dogmática procesal y
la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos humanos. Ediciones jurídicas de
Santiago, Santiago, 2009.

Vial, Paula. (2009). “Prisión preventiva y seguridad ciudadana”. Revista 93, Defensoría Penal
Pública, N° 1.
Fuentes normativas:

CADH. Convención Americana de Derechos Humanos, OEA.


CPR. Constitución Política de la República, Chile.
CPP. Código Procesal Penal de Chile.
CP. Código Penal de Chile.

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