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Desviación social es el término usado para denotar la conducta que viola lo que un
agrupamiento espera normalmente de las personas de acuerdo a unas normas sociales,
según Merton. La desviación social “es definida normalmente como conducta que viola
normas y expectativas de cualquier sistema social o modo de dominación y ante la cual éste
reacciona con un dispositivo de control específico”. Se plantea la desviación como una
consecuencia de la marginación y esta, a su vez, propiciaría la inadaptación social. El
comportamiento de cada individuo se ve afectado por la estrecha relación que mantiene
con su entorno, por lo que son múltiples los factores que lo pueden dirigir hacia una
conducta desviada.
Psicológico
La explicación psicológica se basa en los rasgos personales del individuo tales como sus
impulsos instintivos o la supresión de estos y en el aspecto mental. Para Sigmund Freud el
comportamiento es controlado por pensamientos subconscientes y no por voluntad propia
del individuo. Aunque Freud no analizó la conducta criminal, en otras palabras, desviada,
su teoría de la personalidad puede ser aplicada al estudio de dicha conducta. Entonces, el
criminal “se rige por el id dando rienda suelta a sus placeres, y posee muy poco o carece del
superego, que le impide frenar sus actitudes antisociales”. Stanton Samenow y Samuel
Yochelson elaboraron la teoría de la personalidad criminal en que el individuo desviado
posee un patrón de pensamiento con el que se siente superior ante los demás y no siente
empatía por la responsabilidad y el respeto, entre otros. Al igual que la explicación
biogenética, esta no puede explicar las conductas desviadas por sí sola, sino que depende
de los demás factores determinantes.
Psicosociológico
Las teorías psicosociales enfatizan las variables que emergen como resultado de las
interacciones de la persona con otros miembros de la sociedad. Algunos teóricos sugieren
que la desviación es un producto del fracaso personal para desarrollar suficientes controles
internos durante el proceso de socialización. Al no poseer controles internos, la persona no
tiene la capacidad para impedir su involucramiento en conductas desviadas. Otro aspecto
que incluye la explicación psicosocial es la imitación y modelaje de roles o
comportamientos. La teoría del aprendizaje social elaborada por Albert Bandura establece
que los niños imitan las conductas desviadas que observan de sus padres o de los medios a
nivel cotidiano y la aplican en su comportamiento. Edwin Sutherland elaboró la teoría de la
asociación diferencial en la que explica que “una persona aprenderá a violar las reglas al
asociarse más con personas que viola las reglas que siguen las reglas”. 4 Por último, la teoría
del etiquetamiento estimula que la persona, que recibió dicha etiqueta por poseer una
conducta desviada, se convenza de que, en efecto, es desviada y se cierren caminos para
enderezar ese patrón de conducta.
Sociológico
La explicación sociológica enfatiza cómo las diferentes estructuras o ambientes sociales
ejercen presión en las personas para que se involucren en actividades desviadas. Dentro de
las primeras teorías sociológicas sobre la desviación se encuentra la teoría funcionalista
de Émile Durkheim. En esta se argumenta que, si la desviación está presente en todas las
sociedades, entonces debe servir alguna función positiva, porque de lo contrario no podría
persistir. La desviación, según Durkheim, ayuda a definir las reglas para otros, unir a las
personas para que la censuren y sirvan como agentes de cambio social. Durkheim también
introdujo la teoría de la anomia, “la falta de regulación jurídica y moral que caracteriza a la
vida económica”., que está basada en que los deseos de los individuos para aumentar su
estatus social deben estar delimitados y restringidos por normas sociales con el propósito
de mantenerlos satisfechos con su posición dentro de la sociedad. Otros sociólogos
encontraron que la desorganización social va de la mano de la desviación.
Robert K. Merton, enfocó la teoría de la anomia, ahora teoría de la tirantez, respecto a los
medios utilizados para alcanzar un bien material. “El énfasis, brevemente, es en ciertos
aspectos de la cultura (metas y normas) y de la estructura social (oportunidades o acceso a
medios)”. Al no poseer medios legítimos para alcanzar las metas, el individuo puede recurrir
a métodos poco convencionales que lo acercan a incurrir en actos desviados. “De acuerdo
con Merton, las personas pertenecientes a la clase baja tienen menos oportunidad de
realizar sus metas legítimamente, de ahí la idea de que la mayor proporción de la
criminalidad proviene del nivel socioeconómico bajo”. En este caso, la cultura (valores que
definen las metas) logra más importancia que la fuerza social para alcanzar aquellas de
forma legítima (valores que definen las normas).
Mientras que las teorías anteriores explican por qué un individuo se desvía, la teoría del
control social intenta prevenir el hecho de que personas no desviadas cometan actos
desviados. La misma “asume que las personas cometerán actos desviados a menos que no
se le restrinja de alguna manera”. Los individuos limitan los actos desviados en dependencia
del alcance de los mecanismos de control social. “La unión de la persona hacia la sociedad
es lo que lo restringe de cometer actos desviados” y, para Hirschi, “lo importante es estudiar
la conducta conformista, no la desviada”3 para así, poder prevenir la segunda.