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CONTROL SOCIAL

Como vimos anteriormente, toda sociedad necesita de un conjunto de pautas de comportamiento que sus
miembros puedan usar de guía en sus relaciones con los demás.
Consideremos, por ejemplo, las medidas de orden que se ocultan bajo la bulliciosa confusión de una gran
ciudad. Decenas de miles de personas ocupan sus puestos y desempeñan sus tareas aparentemente sin
dirección. Decenas de personas, a las que uno nunca ve , trabajarán en este día para que los alimentos
estén listos cuando se necesitan, para que las fuentes tengan agua, los drenajes se lleven fuera los
desperdicios, el tránsito se detenga para que uno pueda pasar y sean satisfechas otras necesidades que
tenemos.

¿QUÉ ES EL CONTROL SOCIAL?


El Diccionario Sociológico de Abercombie, Hill y Turner establece:
“Conjunto de los medios y de los procedimientos por medio de los cuales un grupo o una unidad
social encamina sus miembros a la adopción de los comportamientos, de las normas, de las reglas de
conducta e incluso de las costumbres que el grupo considera como socialmente buenas.”

¿Por qué es tan importante el control social? ¿Por qué nos importa lo que va a hacer el otro?
Supongamos:
 Salimos apurados de casa y tomamos un taxi. No le decimos nada al taxista, y nosotros mismos
tampoco lo pensamos, pero esperamos que maneje por su derecha, que pare ante la luz roja y que
no vaya por la vereda sino por la calle.
 Vamos a hacer un trámite a una oficina y pedimos información. Esperamos que la señorita hable
con nosotros en español y no quiera practicar el chino antiguo que está aprendiendo.
 Tenemos hambre, pasamos por la panadería y compramos bizcochos; ni se nos ocurre pensar que
a lo mejor el panadero puso un poco de veneno en la masa.

Todas estas situaciones anteriores, tienen algo en común: estamos dependiendo de que el
comportamiento de los demás se adecue espontáneamente a lo que son las normas establecidas por la
sociedad. Por consiguiente, vemos que el control social es necesario: establece límites, propone un
orden y hace posible la convivencia social. Es una extensión del proceso de socialización en la
medida en que la persona aprende a discernir cuál es la conducta aceptada para cada situación y
cuáles son las pautas de comportamiento apropiadas o inapropiadas para esa misma situación;
asimismo conoce los valores e instituciones social.

Por ello el control social supone el conocimiento de determinados reguladores de la conducta humana:

NORMAS: reglas de comportamiento. Modelos de conducta que el grupo considera correctas.


Morales: tienden a perfeccionar la conducta del hombre inclinándolo a hacer el bien.
Religiosas: regulan la reacción entre los hombres y la divinidad en la que creen.
Jurídicas: conjunto de reglas que regulan preferentemente la conducta externa de los individuos en
relación con los demás.

Debemos establecer que no todas las normas en una sociedad son igualmente importantes. Es posible
establecer un ordenamiento o jerarquía entre ellas, según el grado de valor que la sociedad les confiere y
el tipo de presión que se ejerce sobre los miembros del grupo para que las cumplan. Es así que podemos
encontrar: a) los mores son las normas mas importantes y fundamentales sobre las que se organiza un
grupo. Esta expresión, introducida por Summer, designa un tipo de normas que son consideradas tan
básicas por los miembros de la sociedad, que estos no admiten su incumplimiento. La prohibición del
asesinato, el tabú del incesto, la prohibición de la poligamia, son ejemplos de mores en nuestras
sociedades.
b) las costumbres abarcan en términos amplios “lo que se hace” en una sociedad. Las formas de comer,
educar a los hijos, divertirse, constituyen normas de comportamiento no tan importantes como los mores,
pero que cumplen una importante función de predicción y coordinación de acciones sociales. Son también
importante como medio de identificar y caracterizar subculturas al interior de un grupo mayor.
c) Los usos sociales, son simples maneras de conducirse las personas que, aunque sometidas a una cierta
regularidad, no pretenden abarcar ni grandes cantidades de personas ni grandes períodos de tiempo. Las
modas o los estilos en la vestimenta, la música y el lenguaje, señalan usos sociales que pueden llegar a
ejercer cierta presión sobre los miembros de un grupo.
 VALORES: maneras de ser o de actuar que la sociedad reconoce como ideal. Representan modelos
de conductas admitidas por la sociedad; lo que ésta cree bueno, correcto, conveniente, etc. Los
valores varían con respecto a la sociedad y a la época.
 INSTITUCIONES: según Durkheim es todo aquello que el individuo encuentra establecido u
organizado en la sociedad y se convierten en normas obligatorias. Ej. Familia, lenguaje, las reglas de
cortesía, la iglesia, el Derecho, la educación, etc.

A través de las normas, valores e instituciones sociales se ejerce el control social. El individuo puede
acatar estos tres medios de control por voluntad propia, pero si ello no sucede el mismo sistema cuenta
con otros instrumentos de control como son las sanciones. Éstas constituyen un sistema de recompensas y
castigos para, precisamente, estimular a los miembros de una sociedad a adoptar las conductas que ésta
establece como correctas.

Frente a este sistema de control, el individuo puede adoptar distintas conductas:


La conducta conforme
Se llama conducta conforme a la que encaja en las normas sociales. Es la conducta que sigue los modelos
propuestos. La conformidad no implica que las personas compartan las normas sociales, sino
simplemente que las cumplen. Es el comportamiento usual.
La conducta desviada
Así se denomina a las formas de conducta que no obedecen a las expectativas de un sistema o grupo
social. Implican un distanciamiento respecto a las norma: el individuo adopta conductas que se
encuentran al margen de lo socialmente admitido y compartido.
La conducta desviada no necesariamente indica delito: es desviada respecto a lo común en la sociedad.
Son conductas desviadas las de un delincuente, un alcohólico, un drogadicto, etc.
La desviación puede ser primaria o secundaria.
Desviación primaria a aquella en la cual un individuo incurre en hechos desviados, pero en forma
temporal: podemos afirmar que este individuo, no se considera estrictamente desviado. Por ejemplo la
persona que bebe demasiado en una fiesta.
Desviación secundaria, a aquella en la cual el individuo exhibe una conducta desviada permanente y se le
considera socialmente un desviado social. Un ejemplo puede ser la conducta de un alcohólico.
La anomia social
Cuando la cohesión grupal disminuye en modo muy acentuado, se produce el fenómeno conocido como
disgregación social, que generalmente provoca la extinción del grupo. La disgregación máxima es la que
se conoce como anomia social. Etimológicamente el término significa “ausencia de normas” (del griego :
“A”: negación; “Nomos”: norma.
La anomia implica una situación en la que el individuo no puede orientar con precisión su conducta
porque se encuentra ante un vacío normativo cuya causa puede ser el exceso de normas o la ausencia de
normas. Un ejemplo de situación anómica provocada por un exceso de normas es el caso del inmigrante
que enfrenta un conjunto de normas, propias de la sociedad a la cual arriba y que constituyen un marco
normativo distinto de aquél al cual está habituado. Ejemplos de situaciones anómicas por ausencia de
normas pueden darse en los casos límite de grandes catástrofes – incendios, derrumbes, bombardeos, etc.-
, en que los individuos tienen que reaccionar ante hechos no previstos en las normas habituales.

La anomia según Durkheim

Durkheim desarrollo el concepto de anomia en una de sus principales obras, “El suicidio”, escrita en
1897, aunque ya había introducido el término en otra de sus obras, “De la división del trabajo social”.
Aparentemente, no hay fenómeno más específicamente individual que la decisión de un individuo de
quitarse la vida, y sin embargo, Durkheim lo estudia justamente, para demostrar hasta qué punto esas
decisiones individuales tienen una raíz en causas sociales o en lo que denomina “corrientes suicidógenas”.
Es por ello que establece la distinción entre el suicidio en sí mismo, que es un fenómenos individual, y la
tasa de suicidio que es un fenómeno social y es lo que se propone estudiar.

Durkheim, ha demostrado que el suicidio es asimismo un acto que ofrece todas las características de un
fenómeno social. En efecto, el índice de suicidios es relativamente constante en el seno de cada país, y
varía al mismo tiempo considerablemente de un país a otro.
El índice de suicidios varía según los grupos: los católicos se suicidan menos que los protestantes, y los
judíos menos que los católicos; las personas casadas y con hijos se suicidan menos que las solteras; las
personas casadas y con hijos se suicidan menos que las casadas y sin hijos.
En resumen, según Durkheim, el índice de suicidios disminuye en la medida misma que las personas se
hallan integrados en conjuntos sociales o en colectividades mediante vínculos fuertes y constantes.

Suicidio Egoísta
Resulta de la alienación del individuo al medio social. Es típico de sociedades modernas, con gran
consumo donde priman las necesidades materiales sobre las afectivas, en consecuencia la integración
social es más débil por lo cual son más fuertes los sentimientos individualistas que los de pertenencia
al grupo, así éstas necesidades materiales llevan a la disgregación social fomentando el
individualismo.
Cuando la disparidad entre los deseos materiales experimentados y los realmente alcanzados es
notoria, se acrecienta la posibilidad de suicidio.
Según Durkheim, el suicidio egoísta “varía en razón inversa del grado de integración de los grupos
sociales de que forma parte el individuo”. Llama egoísta a este tipo de suicidio, porque al no estar
integrados, los sujetos se quitan la vida al pensar sólo en si mismos, ya que no pueden considerar los
deberes para con otras personas, como ejemplo, el cónyuge y los hijos.
El único freno que existe es la integracion social a través de dos grandes fenómenos: la familia y la
iglesia.
Suicidio altruista
Se opone al suicidio egoísta. El origen está en los otros, es característico de sociedades primitivas
donde hay una elevada solidaridad social, es decir, este suicidio puede ser considerado como
comportamiento honorable o como forma de cumplir con el grupo. El individuo ni siquiera reivindica
el derecho a la vida, existe una conciencia colectiva muy fuerte que prima sobre el mismo.
El suicidio es altruista, porque su origen no está en el propio sujeto ( ego ) sino en los otros ( alter).
Es propio de sociedades tradicionales, y sumamente integradas y con una conciencia colectiva muy
fuerte.

Suicidio anómico
Es el que más le interesa a Durkheim, es el más característico de las sociedades modernas y se
refleja en la relación entre variaciones en las tasas de suicidio y las etapas del ciclo económico. En
épocas de crisis económicas, las tasas de suicidio aumentan, pero también son altas en épocas de gran
prosperidad económica. Durkheim encuentra la explicación en el rápido cambio en las normas que
servían como marcos de referencia para la conducta del sujeto. Una persona que sufre un brusco y
acentuado cambio de posición, pierde, con su antiguo status, todas las normas y pautas que guiaban
su conducta, como además, en las sociedades industrializadas y poco íntegras, el sujeto carece de otro
apo9yo moral o normativo, que le permite orientar su comportamiento y cae en estado de ansiedad e
inseguridad en relación con las normas del grupo. El suicidio es anómico porque su origen se
encuentra en la ausencia o la inadecuación de normas sociales.

TEORIA DE MERTON
Merton utiliza los criterios de “fines” y “medios” para definir la anomia social, como opera la relación
entre ambos.
Los fines son los objetivos, las aspiraciones de los individuos, y los medios son las vías o caminos
institucionalizados, es decir, aceptados y reconocidos por la cultura para llegar a los objetivos.
Cuando un comportamiento logra un equilibrio entre los fines y los medios es normal, en caso contrario el
comportamiento será anómico.
Merton define a la anomia como una avería en la estructura social, que ocurre cuando hay un
desequilibrio entre los medios y los fines.
Merton puso como ejemplo de desequilibrio la meta del éxito económicio que es primordial en nuestra
cultura, y luego expuso cinco modos de responder a esta meta y a las maneras institucionalizadas de
alcanzarlas.

Comportamiento no anómico:
Conforme: El individuo elige fines y acepta medios compartidos por la sociedad. Ejemplo: un
comerciante, con el fin de obtener ganancias, tales como mejora de calidad, publicidad, ofertas, etc.

Comportamiento anómico
Innovador : El individuo se plantea fines aceptados pero rechaza los medios aceptados socialmente.
Ejemplo: alguien, para prosperar se dedica al hurto.
Ritualista: Las personas no se plantean metas, sin embargo, utilizan medios institucionalizados. Ejemplo:
alguien no tiene convicciones religiosas, pero cumple con las ceremonias rituales.
Retraído: Se trata de una situación en la cual se llega a un equilibrio negativo: Rechaza los fines y los
medios. Ejemplo: el alcohólico, el drogadicto.
Rebelde: Este comportamiento se da en los individuos que sustentan sus principios, pero no aceptan los
medios y fines institucionalizados, y propone nuevas metas y medios, por ejemplo, los grandes
reformadores de la historia.

Tanto Durkheim como Merton han señalado el hecho de que la anomia surge de la discrepancia que existe
entre las necesidades del hombre y los medios que le ofrece una sociedad concreta para satisfacerlas.
Según éste último sociólogo la crisis anómica se produce o surge por el conflicto entre sus fines culturales
y normas institucionales.
La sociedad yanqui ofrece un claro ejemplo de este conflicto. Según los valores del sistema cultural
norteamericano los individuos son socializados en su juventud para que se esfuercen por conseguir el
éxito normalmente ganar mucho dinero). Pero la estructura institucional no permite a la mayoría que
acceda a estos fines. La mayoría mayoría fracasa y por lo tanto se consideran fracasados. Es imposible
que cada hijo inteligente y ambicioso de un obrero llegue a ser director de una compañía. Las
consecuencias de todo esto pueden quedar reducidas a neurosis o producir el llamado por Durkheim el
“suicidio anómico” y puede crear un tipo especial de delincuencia, una conducta desviada que quiere
alcanzar los mismos objetivos por otros caminos. Gran parte de la delincuencia juvenil en otros países es
anómica. Lo importante dice Merton es la falta de oportunidad en aquellas sociedades donde se predica
una igualdad de oportunidades.

Profa. Dra. María Soledad Lombardo Cabrera.

Bibliografía:
Maccionis y Plummer ,Sociología.
Guiddens, Sociología.
Abercombie, Hill y Turner Diccionario Sociológico.
Rosa Garrido y otras Cuadernos de Sociología.

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