Está en la página 1de 8

Facultad de Economía y Administración

Licenciatura en Comercialización
Innovación y Creatividad Empresarial

UNIDAD I

Innovación y Creatividad | Introducción - Conceptos

Contenidos mínimos: Soportes actitudinales y aptitudinales para el desarrollo del potencial creativo. Identidad
Corporativa y Marca. Innovación creativa / Creatividad innovadora: Innovación tecnológica, innovación
empresarial. Características esenciales de la innovación. Tipos de innovación: Incremental, Evolutiva,
Disruptiva. Trabajos de aplicación.

UNIDAD I Soportes actitudinales y aptitudinales para el desarrollo creativo

La diferencia entre actitud y aptitud radica en que actitud se refiere al temperamento de una persona frente a
ciertas situaciones y aptitud es el talento, la habilidad o la destreza que se tiene para algo.
Se suele confundir estos dos conceptos por su semejanza escrita y porque ambos son cualidades importantes para
la productividad y la competitividad.
La APTITUD es la habilidad que se tiene para lograr algo. Por ejemplo un músico debe tener aptitud musical,
un comunicador debe tener aptitud verbal y un profesional debe tener… aptitud profesional.
La ACTITUD es la exteriorización de la forma emocional para enfrentar situaciones. Por ejemplo la actitud
que se toma frente a los problemas puede ser estresada, tranquila, asertiva, nerviosa, entre otros. La actitud se
relaciona hoy en día con la inteligencia emocional (Ver Conceptos Adicionales) , o sea, saber cómo reaccionar de
forma asertiva equilibrando la agresividad y la pasividad comunicacional.
La competitividad de un profesional se adquiere
sumando una buena actitud + aptitud.

1
Facultad de Economía y Administración
Licenciatura en Comercialización
Innovación y Creatividad Empresarial

Tanto la actitud como la aptitud pueden ser naturales o adquiridas. Son naturales aquellas actitudes que forman
parte de nuestra personalidad y son naturales aquellas aptitudes que llamamos talento, o sea, una facilidad innata
para hacer algo bien.
Las aptitudes adquiridas o aprendidas son aquellas que se consiguen con esfuerzos y estudios. Cuando se maneja
bien las aptitudes que se tiene en el ámbito profesional se logra ser productivo ya que se consiguen las metas en
menos tiempo.
Las actitudes adquiridas son aquellas aprendidas mediante la deconstrucción de nuestro carácter y pensamientos
para cambiar nuestros hábitos y acciones finales frente a diferentes situaciones. Cuando se tiene una buena
actitud en el ámbito personal y profesional se logra una mejor comunicación y resolución de los problemas.

La aptitud ayudará a cumplir la tarea y la buena actitud mantendrá la motivación en el trabajo, la buena relación
con los compañeros de trabajo, clientes, jefe y la efectiva solución de los conflicto s presentados.

El equilibrio entre aptitud y actitud radica el éxito


y ambas variables pueden trabajarse.
En referencia a la manera en que las disposiciones individuales generan una aproximación u orientación concreta
hacia la idea de llevar a cabo una conducta o actividad, podemos reconocer las siguientes actitudes:

Actitud pasiva

Se trata de un tipo de actitud derivado de una visión negativa de la realidad, en la que se


presenta una ausencia de iniciativa y actividad, no buscando la aproximación a la
acción sino su evitación. A nivel personal pueden llegar a supeditar sus deseos a los de
los demás, siendo dependiente y no defendiendo sus derechos.

Actitud reactiva

Este tipo de actitud se vincula también a la actuación y puesta en marcha de conductas,


pero con una mentalidad más pasiva y dependiente de lo establecido. Una persona
reactiva dependerá en gran medida de instrucciones y recursos y tendrá más dificultades
para afrontar problemas imprevistos, no siendo autónomos. Predispone al conformismo
y a la no acción si no hay nada que obligue a ella.

Actitud proactiva

Un tipo de actitud en la cual se prioriza la actuación y la búsqueda autónoma y activa de


una mejoría en la realización o desempeño de la actividad o de una búsqueda autónoma
de la solución de problemas que puedan surgir. Se trata de un tipo de mentalidad
que promueve la creatividad y la generación de valor añadido, así como la
persecución de la consecución de los objetivos presentes e incluso buscando nuevos retos
a alcanzar tras ello. Es muy cotizada en el mercado laboral.
Estas posturas actitudinales están ligadas a lo que conocemos como procrastinación, una conducta o hábito que
define nuestra predisposición para asumir responsabilidades y compromisos.

2
Facultad de Economía y Administración
Licenciatura en Comercialización
Innovación y Creatividad Empresarial

UNIDAD I Conceptos Adicionales

1. Inteligencia Emocional
La Inteligencia Emocional es un concepto que popularizó el Psicólogo Daniel
Goleman a partir de la publicación de su libro “Inteligencia Emocional” y nos
ayuda a entender de qué manera podemos influir de un modo adaptativo e
inteligente tanto sobre nuestras emociones como en nuestra interpretación de los
estados emocionales de los demás. Este aspecto de la dimensión psicológicca
humana tiene un papel fundamental tanto en nuestra manera de socializar como
en las estrategias de adaptación al medio que seguimos.

¿En qué consiste?


Siempre hemos oído decir que el Coeficiente Intelectual (IQ) es un buen indicador para saber si una persona
será exitosa en la vida. La puntuación del test de inteligencia, decían, podría establecer una relació n fuerte con el
desempeño académico y el éxito profesional. Esto no es en sí incorrecto, pero nos ofrece una imagen sesgada e
incompleta de la realidad.
De hecho, los investigadores empezaron a detectar que las capacidades y habilidades necesarias para tener éxito
en la vida eran otras que iban más allá del uso de la lógica y la racionalidad, y estas capacidades no eran
evaluables mediante ningún test de inteligencia. Es necesario tener en cuenta una concepción más amplia de lo
que son las habilidades cognitivas básicas, aquello que entendemos que es la inteligencia.

Pensar con el corazón


Si pensamos detenidamente en la trascendencia de nuestras emociones en nuestra vida diaria nos daremos cuenta
rápidamente que son muchas las ocasiones en que éstas influye n decisivamente en nuestra vida, aunque no nos
demos cuenta. Podríamos plantearnos: ¿Compré mi coche haciendo cálculos sobre la rentabilidad y los comparé
con otros modelos y marcas?, ¿Elegí a mi pareja porque era objetivamente la mejor opción?, ¿Es mi carrera
universitaria la que me ofrece una mejor perspectiva a futuro?

Gran parte de nuestras decisiones son influenciadas,


en mayor o menor grado, por las emociones.

Ante esta realidad, cabe resaltar que existen personas con un dominio de su faceta emocional mucho más
desarrollado que otras. Y resulta curiosa la baja correlación entre la inteligencia clásica (más vinculada al
desempeño lógico y analítico) y la inteligencia emocional. Aquí podríamos ejemplificar esta idea sacando a
colación el estereotipo de estudiante “nerd”; una máquina intelectual capaz de memorizar datos y llegar a las
mejores soluciones lógicas, pero con una vida emocional y sentimental vacía. Por otro lado, podemos encontrar

3
Facultad de Economía y Administración
Licenciatura en Comercialización
Innovación y Creatividad Empresarial

personas cuyas capacidades intelectuales son muy limitadas, pero en cambio consiguen tener una vida
exitosa en lo que refiere al ámbito sentimental, e incluso en el profesional.
Este par de ejemplos llevados al extremo son poco habituales, pero sirven para percatarse de que es necesario
prestar más atención a esta clase de habilidades emocionales, que pueden marcar nuestra vida y nuestra felicidad
tanto o más que nuestra capacidad para puntuar alto en un test de inteligencia convencional.

Elementos de la Inteligencia Emocional


Daniel Goleman, señala en su libro que los cinco principales componentes que
integran la Inteligencia Emocional son los siguientes:

1. Autoconocimiento emocional (o autoconciencia emocional)


Se refiere al conocimiento de nuestros propios sentimientos y emociones y cómo nos
influyen. Es importante reconocer la manera en que nuestro estado anímico afecta a
nuestro comportamiento, cuáles son nuestras capacidades y cuáles son nuestros puntos
débiles. Mucha gente se sorprende de lo poco que se conocen a ellos mismos.
Por ejemplo, este aspecto nos puede ayudar a no tomar decisiones cuando estamos en
un estado psicológico poco equilibrado. Tanto si nos encontramos demasiado alegres y excitados, como si
estamos tristes y melancólicos, las decisiones que tomemos estarán mediadas por la poca racionalidad. Así pues,
lo mejor será esperar unas horas, o días, hasta que volvamos a tener un estado mental relajado y sereno, con el
que será más sencillo poder valorar la situación y tomar decisiones mucho más racionales.

2. Autocontrol emocional (o autorregulación)


El autocontrol emocional nos permite reflexionar y dominar nuestros sentimientos o emociones, para no
dejarnos llevar por ellos ciegamente. Consiste en saber detectar las dinámicas emocionales, saber cuáles son
efímeras y cuáles son duraderas, así como en ser conscientes de qué aspectos de una emoción podemos
aprovechar y de qué manera podemos relacionarnos con el entorno para restarle poder a otra que nos daña más
de lo que nos beneficia.
Por poner un ejemplo, no es raro que nos enfademos con nuestra pareja, pero si fuéramos esclavos de la emoción
del momento estaríamos continuamente actuando de forma irresponsable o impulsiva, y luego nos
arrepentiríamos. En cierto sentido, buena parte de la regulación de las emociones consiste en saber gestionar
nuestro foco de atención, de manera que no se vuelva contra nosotros y nos sabotee.

3. Automotivación
Enfocar las emociones hacia objetivos y metas nos permite mantener la motivación y establecer nuestra atención
en las metas en vez de en los obstáculos. En este factor es imprescindible cierto grado de optimismo e
iniciativa, de modo que tenemos que valorar el ser proactivos y actuar con tesón y de forma positiva ante los
imprevistos.

4
Facultad de Economía y Administración
Licenciatura en Comercialización
Innovación y Creatividad Empresarial

Gracias a la capacidad de motivarnos a nosotros mismos para llegar a las metas que racionalmente sabemos que
nos benefician, podemos dejar atrás aquellos obstáculos que solo se fundamentan en la costumbre o el miedo
injustificado a lo que puede pasar.
Además, la Inteligencia Emocional incluye nuestra habilidad a la hora de no ceder a las metas a corto plazo que
pueden llegar a eclipsar los objetivos a largo plazo, a pesar de que los segundos fuesen mucho más importantes
que los primeros si nos fueran ofrecidos también a corto plazo (proyectos ambiciosos, planes de ganar mucha
experiencia, etc.).

4. Reconocimiento de emociones en los demás (o empatía)


Las relaciones interpersonales se fundamentan en la correcta interpretación de las señales que los demás
expresan de forma inconsciente, y que a menudo emiten de forma no verbal. La detección de estas emociones
ajenas y sus sentimientos que pueden expresar mediante signos no estrictamente lingüísticos (un gesto, una
reacción fisiológica, un tic) nos puede ayudar a establecer vínculos más estrechos y duraderos con las
personas con que nos relacionamos.
Además, el reconocer las emociones y sentimientos de los demás es el primer paso para comprender e
identificarnos con las personas que los expresan. Las personas empáticas son las que, en general, tienen
mayores habilidades y competencias relacionadas con la IE.

5. Relaciones interpersonales (o habilidades sociales)


Una buena relación con los demás es una fuente imprescindible para nuestra felicidad personal e incluso, en
muchos casos, para un buen desempeño laboral. Y esto pasa por saber tratar y comunicarse con aquellas
personas que nos resultan simpáticas o cercanas, pero también con personas que no nos sugieran muy buenas
vibraciones; una de las claves de la Inteligencia Emocional.
Así, gracias a la Inteligencia Emocional vamos más allá de pensar en cómo nos hacen sentirnos los demás, y
tenemos en cuenta, además, que cualquier interacción entre seres humanos se lleva a cabo en un contexto
determinado: quizás si alguien ha hecho un comentario despectivo sobre nosotros es porque siente envidia, o
porque simplemente necesita basar su influencia social e n este tipo de comportamientos.

Empleados con Inteligencia Emocional, los más demandados


Cabe resaltar que en el proceso de selección de personal de las empresas la tendencia va enfocada a poner al
candidato en situaciones de fuerte estrés o incomodidad para así poder examinar su reacción y su capacidad para
lidiar con sus emociones.
La época en que los procesos de selección de personal se basaban en la experiencia laboral y los conocimientos
técnicos terminó. Actualmente, el método ha evolucionado y los aspectos relacionados con la Inteligencia
Emocional, como las habilidades interpersonales y la gestión de las emociones, han cobrado un protagonismo
clave. De ahí se desprende, que los empleados con alta Inteligencia Emocional resulten mucho más productivos
para las corporaciones. En el fondo, es normal: la gestión de las emociones juega un papel muy importante tanto

5
Facultad de Economía y Administración
Licenciatura en Comercialización
Innovación y Creatividad Empresarial

en la habilidad para auto-motivarse como en la capacidad de evitar conflictos y de comunicarse


adecuadamente con el resto de miembros del equipo.

2. Procrastinación
La procrastinación, postergación o posposición es la acción o hábito de retrasar
actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras
situaciones más irrelevantes o agradables por miedo o pereza a afrontarlas.
La procrastinación como síndrome que evade el responsabilizarse posponiendo
tareas puede llevar al individuo a refugiarse en actividades ajenas a su cometido.
La costumbre de posponer, si bien no se ha demostrado cabalmente, puede generar
dependencia de diversos elementos externos, tales como navegar en Internet, leer
libros, salir de compras, comer demasiado o dejarse absorber en exceso por la rutina laboral, entre otras, como
pretexto para eludir alguna responsabilidad, acción o decisión.
Este problema de salud no necesariamente está ligado a la depresión o a la baja autoestima. El perfeccionismo
extremo o el miedo al fracaso también son factores para posponer (por ejemplo: al no atender una llamada o una
cita donde se espera llegar a una decisión).
Existen dos tipos de individuos que ejecutan esta acción:
• Procrastinadores eventuales, cuya actitud evasiva no se repite habitualmente.
• Procrastinadores crónicos, cuya conducta evasiva es constante y repetida en el tiempo.
Los segundos son los que comúnmente denotan trastornos en los comportamientos antes mencionados. Algunos
autores afirman que existen en la actualidad conductas adictivas que contribuyen a este trastorno de evasión, se
refieren, por ejemplo, a adicciones como:
• La televisión.
• La computadora y más concretamente a Internet.
• El teléfono móvil.
• Principalmente el uso de redes sociales.
Por otra parte, el llamado "síndrome del estudiante" (el hecho de que muchos estudiantes pospongan la entrega
de sus trabajos hasta el último minuto del día de la fecha límite o el estudio hasta el día antes del examen) está
presente, al parecer, también en otros grupos sociales: en las temporadas en las que se acerca la fecha límite para
pagar los impuestos (para presentar las declaraciones mensuales o anuales), las oficinas donde se llevan a cabo
esos trámites (los bancos, por ejemplo) se saturan de personas que asisten a realizar ese trámite solo hasta el
último momento. Asimismo, es una conducta procrastinativa la que consiste en coleccionar muchas opciones
como excusa para no decidirse por ninguna en concreto.
La procrastinación, en particular, es un problema de autorregulación y de organización del tiempo. Su solución
consistiría, entre otras cosas, en lograr una adecuada organización del tiempo, concentrándose en realizar las
tareas importantes que tienen un plazo de finalización más cercano. Quien pospone o procrastina una decisión,
por no sentirse preparado —esperando que todo se resuelva por sí solo— suele aducir que lo hará después «... en
cuanto tenga tiempo», con lo que está presentando, en el fondo, una conducta evasiva.

6
Facultad de Economía y Administración
Licenciatura en Comercialización
Innovación y Creatividad Empresarial

Causas y consecuencias. Podríamos definir la procrastinación como posponer un deber, o quitar tiempo a una
obligación para destinarlo a otra. En definitiva, el arte de dejar para mañana lo que se debería haber resuelto
hoy. Procrastinar es postergar o evitar un trabajo que debería hacerse.

Bases psicológicas y de personalidad


Existe una serie de características personales que son propias de las personas con tendencia a la postergación:
• Creencias irracionales: basadas en una pobre autoimagen y autoconcepto de sí mismos que les hace verse
como inadecuados o incompetentes, o ven al mundo con demasiadas exigencias que no se ven capaces de
cumplir.
• Perfeccionismo y miedo al fracaso: postergar, y justificar un resultado final por falta de tiempo, sirve de
excusa para evitar el miedo al fracaso, en tareas donde no hay garantías de éxito. Son personas perfeccionistas
y autoexigentes, que se marcan metas poco realistas.
• Ansiedad y catastrofismo: el cúmulo del trabajo supone un cúmulo correlativo del nivel de ansiedad. La
dificultad para tomar decisiones y la búsqueda de garantías de éxito antes de iniciar una tarea provoca
finalmente sentimientos catastrofistas, y como resultado se sienten saturados e indefensos. Pueden
sentir autocompasión, escudándose en que no son aptas para las exigencias del mundo que les ha tocado vivir.
• Rabia e impaciencia: las exigencias desmesuradas y el catastrofismo provocan también rabia e impaciencia.
Pueden surgir ideas del tipo «yo debería ser capaz de realizar esto solo» «¡qué idiota que soy!» o «¡no puedo
tolerar esta ansiedad!». Estas personas perfeccionistas, al no cumplir con las metas que se marcan, se muestran
agresivas contra sí mismos. Terminan atrapadas en un círculo de enfado-rebelión que empeora su rendimiento.
• Necesidad de sentirse querido: el deseo de realizar tareas sobre la base de la recompensa en forma de amor o
aceptación de los demás. La creencia que subyace es: «todos deberían amarme para poder amarme a mí
mismo». Basa su valía como persona en la aceptación y atención recibida. Si se les recompensa con sus
demandas implícitas se sienten fuertes psicológicamente y por el contrario se sienten inválidas cuando no
obtienen lo que desean. Por ese motivo estas personas aceptan todo tipo de demandas de los demás con el fin
de agradar.
• Sentirse saturado: el trabajo se les acumula, y se ven incapaces de establecer prioridades; esto provoca
sentimientos de ansiedad, saturación, estrés, angustia, indecisión, impotencia, inmovilización y fracaso, lo que
cierra un círculo vicioso del que no pueden escapar.

Tipos de procrastinación
Existen tres tipos de procrastinación:

• Por evasión, cuando se evita empezar una tarea por miedo al fracaso. Es un problema de autoestima.

• Por activación, cuando se posterga una tarea hasta que ya no hay más remedio que realizarla. Es un problema
contrario al anterior.

• Por indecisión, típico de las personas que, intentando realizar la tarea, se pierden en pensar la mejor manera de
hacerlo sin llegar a tomar una decisión.

7
Facultad de Economía y Administración
Licenciatura en Comercialización
Innovación y Creatividad Empresarial

Ejercicio de Interés:

Test de IQ

https://www.123test.com/es/test-de-ci/
Te dejo el link para que evalues tu IQ

Test de Inteligencia Emocional


https://www.psicologia-online.com/test-de-inteligencia-emocional-3313.html

Test de Procastinación
https://www.lostiempos.com/oh/tendencias/20230716/test-saber-que-tan-procrastinador-eres

Espero que te diviertas conociendote!!!!

También podría gustarte