IES EL ALQUIÁN 2º Bachillerato Lengua Castellana y Literatura Curso 2022 /2023

TEMA 4: LA POESÍA DESDE EL

MODERNISMO A LAS VANGUARDIAS
La poesía desde el Modernismo a las vanguardias [futurismo, ultraísmo, surrealismo],
autores y obras representativas.

MODERNISMO
A finales del siglo XIX, los gustos estéticos se ven modificados y se
rechazan los postulados del anterior Realismo y Naturalismo, por eso se
recuperan principios del Romanticismo como la originalidad o la libertad
creadora. La situación de crisis en la cultura occidental a finales del siglo XIX,
agravada en el caso español por el desastre del 98, provocó un cambio en el
rumbo artístico. El movimiento literario correspondiente a este período es
conocido como Modernismo, un movimiento panhispánico de autores y obras
muy distintos.

El Modernismo se inspira en dos movimientos del siglo XIX: el

Parnasianismo (tendencia formalista, partidaria del arte por el arte) y el
Simbolismo (tendencia intimista, que pretende encontrar la realidad que se
esconde tras las apariencias mediante símbolos). Los temas del Modernismo
son la soledad, el escapismo (en el tiempo –Edad Media– o en el espacio –
mundo oriental–), individualismo, el cosmopolitismo (París), el amor; el
erotismo; símbolos de elegancia y aristocracia (cisne). Formalmente, la nueva
estética se caracteriza por el afán de innovación (muy notable en el terreno de la
métrica), la originalidad, la sensualidad (sinestesia), adjetivación, riqueza léxica
y la búsqueda de la perfección formal.

Rubén Darío es el principal representante del Modernismo. El poeta

nicaragüense evoluciona desde una estética parnasiana en Azul o Prosas profanas
hacia temas más graves y trascendentes en Cantos de vida y esperanza.

Respecto al modernismo español elimina la ornamentación y tiende a

una mayor profundidad. Influye el intimismo de Bécquer. Entre los autores
modernistas, en España destacan Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez,
Francisco Villaespesa, Manuel Machado (quizá única representación de un
modernismo canónico) y Valle-Inclán.

Por otra parte, se reservó el término de Generación del 98 para los

autores que, si bien estaban dentro del mismo clima de fin de siglo al que
hemos llamado Modernismo, adoptaron una actitud de reflexión y de crítica

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ante la situación política, social y económica de España; pretendían con sus
obras concienciar a sus conciudadanos e influir en la realidad social española.

LA POESÍA DE ANTONIO MACHADO

Un lugar destacado en la poesía ocupa Antonio Machado, en cuya obra
poética se observa una evolución:
Modernismo español intimista: (Soledades, galerías y otros
poemas) - Emociones íntimas y dolor de los recuerdos.
- Importancia del tema del tiempo: transmite su emoción, tema del sueño o
el recuerdo, diálogos con símbolos del tiempo como la tarde, el agua… -
Tema del amor a través del recuerdo.
- Estilo descriptivo y musical.
- Métrica típica: silva-romance.
Poesía del 98 (Campos de Castilla y Nuevas canciones).
- Preocupación social por el pueblo castellano.
- Temas del paisaje (Castilla), los hombres y la historia, vistos de forma
objetiva y desgarrada, pero insertos en el tiempo (su gran tema). - Poesía
breve y sentenciosa (poesía final)

NOVECENTISMO
El Novecentismo, ya en la segunda década del XX, definió sus rasgos
estéticos en la defensa del racionalismo, el rigor intelectual y la claridad
expositiva; el antirromanticismo, se rechaza lo sentimental y lo pasional y se
prefiere lo clásico y las actitudes equilibradas y serenas; defensa del arte puro;
aristocratismo intelectual, concebido para minorías selectas (para la “inmensa
minoría”).
LA POESÍA DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Juan Ramón Jiménez, premio Nobel en 1956, es el máximo representante
de la lírica en esta etapa. Su poesía es, en palabras del propio poeta, una poesía
en sucesión, una obra en marcha. Él mismo establecía, en sus últimos años, tres
etapas en su producción:
- Poesía sensitiva: obras de juventud, pinceladas románticas y modernistas.
Sencillez. Poesía modernista (temas típicos del movimiento, adjetivación
brillante y sinestesias. (Arias tristes, Jardines lejanos, Platero y yo)
- Poesía intelectual: poesía “desnuda”, “pura”, dirigida a la minoría, acorde
con los postulados del novecentismo. Sencillez de estilo. Elementos
vanguardistas (verso libre). (Diario de un poeta recién casado; Eternidades)
- Poesía suficiente y verdadera: poesía cada vez más difícil. El poeta busca a
Dios en la naturaleza y se funde con él. Abandona las formas
tradicionales, el verso se hace casi prosa, imágenes, oxímoros… (Animal
de fondo; En el otro costado; Dios deseado y deseante).

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VANGUARDIAS
Paralelamente, el Vanguardismo nace como un movimiento efímero y
rupturista que tendrá en torno a 1920 sus primeras manifestaciones, cuyo
máximo representante y creador es Ramón Gómez de la Serna, creador de sus
famosas greguerías, pequeñas composiciones que consistían en la unión de la
metáfora y el humor. Por otra parte, hay que reseñar la importancia que
desempeñó la obra teórica de Ortega y Gasset, con libros como La
deshumanización del arte y la creación de la Revista de Occidente.
Los “ismos” vanguardistas se suceden a un ritmo muy rápido:
expresionismo, futurismo (exalta la civilización mecánica y la técnica), cubismo
(descompone la realidad, juega con la tipografía, imágenes visuales…),
dadaísmo (rebeldía pura, lenguaje incoherente)… Sin embargo, son el
creacionismo (arte que no imita la realidad, sino que la crea. Juego de azar de
las palabras), el ultraísmo (elementos futuristas y cubistas, temas deportivos y
maquinistas) y el surrealismo las vanguardias que más importancia tuvieron en
nuestro país (liberación total del individuo mediante la liberación del lenguaje,
intención creadora). La primera, a través del poeta chileno Vicente Huidobro,
con un afán de no imitar la realidad, sino crearla; la segunda, de la mano de
Rafael Cansinos Assens y Guillermo de Torre, supuso una ruptura definitiva
con el lenguaje, la incorporación del mundo contemporáneo y urbano y la
sorpresa; por último, el surrealismo, que entró en España con fuerza influyendo
sobre autores como Rafael Alberti (Sobre los ángeles) o Lorca (Poeta en Nueva
York), defiende la necesidad de alumbrar un hombre nuevo, pues la cultura
occidental ha mutilado al hombre con la razón, por eso exaltan la imaginación,
el deseo, la infancia o el sueño.