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RÉGIMEN PARLAMENTARIO
La noción de régimen de gobierno permite referirse a cómo se relacionan los diferentes poderes del Estado. En el
conjunto de los regímenes democráticos (basados en la participación popular a la hora de tomar decisiones vinculadas a
la cuestión pública), se puede encontrar al régimen parlamentario.
En este régimen, el Poder Legislativo (representado por el Parlamento) elige a quienes ejercerán el Poder Ejecutivo (el
gobierno). En esta clase de sistema, el jefe de Gobierno o Primer Ministro no es el mismo que el jefe de Estado: el
primero preside el Poder Ejecutivo, mientras que el segundo puede ser un monarca que accedió a su condición de
manera hereditaria o un representante seleccionado por el Parlamento.
La población elige a través de su voto a los integrantes del Parlamento y luego los parlamentarios votan al jefe de
Gobierno. Distinto es el caso del régimen presidencialista, en el cual la gente vota de manera directa al líder del Poder
Ejecutivo (el presidente).
Quienes defienden el régimen parlamentario destacan que, al ingresar diversos partidos políticos al Parlamento, las
decisiones tienen un alto consenso social. El jefe de Gobierno incluso debe responder ante el Parlamento, lo que implica
una mayor participación en la política activa que dirige los destinos de un país.
Actualmente en el régimen parlamentario suelen convivir un Primer Ministro, que gobierna junto a su gabinete, y un jefe
de Estado, que actúa como mediador y que cuenta con atribuciones muy específicas. El Poder Ejecutivo y el Poder
Legislativo, mientras tanto, interactúan de acuerdo a lo establecido por la Constitución: por lo general el Parlamento
puede destituir al Primer Ministro y éste puede disolver el Parlamento en ocasiones extraordinarias.
MÓDULO 1.
ESTADO
El concepto Estado ha sido objeto de diversas definiciones, lo cual es explicable teniendo en cuenta los muchos factores
que confluyen en él y los variados enfoques con los que se examina.
REPÚBLICA: Forma de gobierno en la que el jefe del estado no es un monarca, sino un cargo público cuyo ocupante no
tiene derecho por sí mismo a ejercerlo, sino que lo ha obtenido mediante un procedimiento de elección pública y está
sometido al escrutinio público –ambas cosas en teoría–.
➜Repúblicas parlamentarias. El poder ejecutivo proviene y depende del poder legislativo; el jefe de gobierno (llamado
“primer ministro”) a veces es el líder del partido o coalición con mayor representación en el parlamento o cuerpo
legislativo. Existe también un jefe de Estado independiente (llamado “presidente” con poderes limitados, simbólicos o
meramente ceremoniales).
➜Repúblicas presidencialistas. El ejecutivo es elegido de manera independiente de la rama legislativa, la cual a
menudo se conoce como “congreso”. El jefe de gobierno es a la vez jefe de Estado (llamado “presidente”) y por tanto no
existe el cargo de primer ministro.
➜Repúblicas semipresidencialistas. Existe un primer ministro (jefe de gobierno) y un presidente (jefe de Estado), el
poder ejecutivo es compartido o "bicéfalo". A diferencia de los sistemas parlamentarios el presidente no es una figura
ceremonial, sino que posee algunos poderes ejecutivos y se encarga de algunas áreas del gobierno. El presidente a
menudo se elige de manera separada de la rama legislativa.
➜Repúblicas unipartidistas. Son estados en los que un partido único tiene todo el poder en el gobierno o estados en
que la estructura del partido es a la vez la estructura del gobierno y que no permiten la creación de otros partidos (o si
existen otros partidos, tienen una representación muy limitada).
MONARQUÍAS. Sistemas de gobierno en que la jefatura del estado es personal, vitalicia y designada según un orden
hereditario (monarquía hereditaria), aunque en algunos casos se elige, bien por cooptación del propio monarca, bien por
un grupo selecto (monarquía electiva -las monarquías de los pueblos germánicos o la primitiva monarquía romana-).
Las formas de monarquía, tal como se sucedieron históricamente en Europa Occidental entre la Edad Media y la Edad
Moderna, fueron la monarquía feudal (durante la Plena Edad Media), la monarquía autoritaria (desde la crisis
bajomedieval) y la monarquía absoluta (desde el siglo XVII). La crisis del Antiguo Régimen significó, en su aspecto
político, su sustitución por repúblicas o por formas de monarquía con poderes limitados: la monarquía parlamentaria que
se desarrolló con la Revolución inglesa y las monarquías constitucionales que se desarrollaron en el continente europeo.
La diferencia inicial consistía en que mientras la monarquía parlamentaria inglesa –cuya tradición consuetudinaria
determinó que no hubiera un único documento que pudiera denominarse constitución escrita– ponía el poder esencial en
manos del parlamento, en la monarquía constitucional los textos constitucionales determinaban más o menos
explícitamente la cuestión de la soberanía, pudiendo atribuirse sin más a la nación (soberanía nacional) o al
pueblo(soberanía popular) o establecer un cierto grado de soberanía compartida entre el rey y el parlamento. En cuanto a
la institución parlamentaria, tanto en las monarquías parlamentarias como en las constitucionales, era elegida inicialmente
mediante sufragio censitario por un cuerpo electoral de definición cada vez más amplia, hasta llegar al sufragio universal
masculino a finales del siglo XX. El fortalecimiento del control parlamentario de la actividad del gobierno e incluso de su
mismo nombramiento fue haciéndose indistinguible en ambas monarquías, de modo que desde el siglo XX no hay
diferencias significativas entre ellas; al tiempo que se han reducido en importancia las diferencias existentes con los
sistemas republicanos democráticos.
➜Monarquías constitucionales o parlamentarias. El monarca, aun manteniendo su posición como el jefe de estado,
tiene poderes muy limitados o meramente simbólicos o ceremoniales. El poder ejecutivo es ejercido en su nombre por el
gobierno, dirigido por un jefe de gobierno, primer ministro o presidente del gobierno. Éste es nombrado a través de
procedimientos fijados por la ley o la costumbre, que en la práctica significan el nombramiento del líder del partido o
coalición con mayor representación en un parlamento o cuerpo legislativo elegido democráticamente.
➜Reinos de la Mancomunidad Británica de Naciones. Aquellos de este grupo de estados que reconocen como jefe de
estado al rey de Inglaterra, actualmente la reina Isabel II, que toma en esos países el título correspondiente. La reina
designa un Gobernador-General como representante suyo con poderes ejecutivos limitados y ceremoniales para cada uno
de esos estados). El primer ministro es el jefe de gobierno de la rama ejecutiva de cada uno de los estados del Reino de la
Mancomunidad Británica de Naciones, el cual proviene del cuerpo legislativo como líder del partido o coalición con más
representación, y son monarquías constitucionales y sistemas parlamentarios.
➜Monarquías semiconstitucionales A pesar de regirse por un texto constitucional y poseer instituciones legislativas
elegidas, judiciales con mayor o menor independencia y un ejecutivo dirigido por un primer ministro; el monarca conserva
poderes significativos, que puede utilizar a discreción, y control sobre todos los poderes, de forma en cierto modo similar a
como se ejercía el poder monárquico con una carta otorgada.
➜Monarquías absolutas Regímenes monárquicos en los que el monarca tiene el poder absoluto del gobierno.
PRESIDENCIALISMO
● El Poder Ejecutivo es unitario, está depositado en un presidente que es jefe de Estado y jefe de gobierno.
● El presidente es electo por el pueblo y no por el Poder Legislativo, lo cual le da independencia frente a éste.
● El presidente generalmente nombra y remueve libremente a los secretarios de Estado.
● Ni el presidente ni los secretarios de Estado son políticamente responsables ante el congreso.
● Ni el presidente ni los secretarios de Estado, como regla general, pueden ser miembros del congreso.
● El presidente puede estar afiliado a un partido político diferente al de la mayoría del congreso.
● El presidente no puede disolver el congreso, pero éste no puede darle un voto de censura.
Todas estas notas no se dan en la totalidad de los sistemas presidenciales, mucho menos en forma pura.
Características representativas:
- La legitimidad democrática dual, debido a que tanto el presidente como el congreso son electos por el pueblo;
característica que no se desvirtúa incluso cuando el presidente es designado por un colegio electoral, el cual es
electo por el pueblo con ese único propósito.
- La rigidez del sistema, en virtud de que ambos poderes son electos para un periodo fijo, y la permanencia del
presidente en el cargo es independiente de la voluntad del Legislativo, cuya existencia, a su vez, es independiente de
la intención del presidente.
Existe tendencia en los sistemas presidenciales, especialmente en los de América Latina, y desde su creación, a introducir
matices o instrumentos parlamentarios; tendencia que se ha venido fortaleciendo, por ejemplo, actualmente, en varios
países de la región, se aceptan diversas modalidades de censura o falta de confianza al gabinete o a los ministros
individualmente; incluso en ciertas situaciones, en tres de nuestros países, el presidente puede disolver el congreso.
También se ha venido creando la figura de jefe de gabinete o premier.
Legitimidad del El parlamento es la única institución legitimada El pueblo elige al presidente al que la
gobierno democráticamente. El gobierno deriva su autoridad constitución otorga poderes considerables e
del parlamento. Su legitimidad no deriva del pueblo, individuales. Tiene total legitimidad
por tanto no puede apelar al pueblo contra el democrática. Por tanto es representante del
parlamento. No hay identificación entre el pueblo y estado y jefe del gobierno.
el primer ministro.
Poder ejecutivo Es miembro del congreso, por lo tanto está obligado El presidente es elegido por un periodo de
a interactuar con los otros legisladores. Su sucesión tiempo determinado y fuera de los cauces
es más flexible y se puede negociar entre los normales la sucesión es complicada.
parlamentarios. El primer ministro es inestable y Conduce a la personalización del poder. No
está sujeto a cambios. El primer ministro puede ser existe un rey que oficie de mediador, ni
cambiado si ha perdido el control de su partido o si representante de la república. El presidente
se ve involucrado en un escándalo. elige a sus ministros y los expulsa cuando
no los necesita. Puede movilizar al pueblo
contra el legislativo y la oligarquía.
Competencia El primer ministro es elegido por sus pares El presidente es elegido directamente por el
política parlamentarios. Puede producir una mayoría pueblo. Puede darse un ganador
absoluta pero da representación a otros partidos. únicamente.
Esta situación hace necesario negociar y compartir
el poder. Los partidos no pierden la expectativa de
compartir el poder. Esto es la “democracia
consociacional”.
Parlamentarismos europeos.
Las primeras noticias de asambleas electas con poder ejecutivo remiten a la antigüedad clásica, en concreto a las
ciudades-estado de Grecia, donde la democracia ateniense es el ejemplo de democracia parlamentaria más extremo
conocido –dado que todos los ciudadanos formaban parte del Parlamento, la Ecclesia–. Estructuras parecidas se
encuentran en la Antigua Roma, donde el Senado acaparaba todos los poderes ejecutivos del Estado romano, aunque en
materia legislativa se veía sometido a las decisiones de los tribunos y los "comicios". El Senado romano estaba formado
principalmente por las élites aristocráticas romanas, los patricios, y marginaba en un primer momento a los senadores
plebeyos al atribuirles un rango diferente al de los senadores patricios, a saber, el de "conscripti". Con la instauración del
régimen imperial, el Senado se convirtió en una cámara consultiva y con alguna competencia en el ámbito municipal de la
ciudad de Roma.
Los romanos exportaron el sistema senatorial a las colonias provinciales, donde los senados hacían las veces de órganos
municipales encargados de la administración de las ciudades que contaban con uno. Con la caída del Imperio Romano de
Occidente, algunas de las ciudades de influencia latina de la península italiana mantuvieron las cámaras municipales, que
desembocarían en órganos ejecutivos de las incipientes ciudades estado italianas. Las asambleas y comunas de las
Repúblicas de Florencia, Venecia, Génova y Pisa pueden rastrearse en origen a tales asambleas, y aunque su poder se
viera reducido a territorios de escasa extensión, su influencia dentro de la política internacional podía ser grande, por
ejemplo durante las guerras entre güelfos y gibelinos a partir del siglo XIII.
En los territorios capturados por los pueblos germánicos, se prolongaron a veces las costumbres tribales de los
conquistadores, convocándose asambleas de la nobleza germánica en tiempos de crisis o de necesidad; sin embargo, de
tales parlamentos sólo participaban la nobleza y, en alguna ocasión, el clero, y sus decisiones solían quedar supeditadas a
las del monarca. En este contexto, a veces se menciona como primer antecedente de parlamentarismo en Europa
Occidental a las Cortes del Reino de León en 1188, dado que en éstas el poder del monarca se vio sometido a las
decisiones de una asamblea de notables formados por clero, nobles, y representantes de las ciudades. Esta estructura de
"Cortes" o "Parlamentos" se repitió de manera continua en todos los estados de Europa Occidental, siendo ejemplos de
ello las asambleas de los "Estados Generales" en el reino de Francia, las "Cortes" de los reinos de la Corona de Aragón,
el "Parlamento" del reino de Inglaterra. A partir del siglo XIII, los monarcas franceses serán los primeros en insistir en la
inclusión del "Tercer Estado", el pueblo –en realidad, la incipiente burguesía–, en las asambleas de los Estados Generales,
dado que los burgueses solían alinearse con el Rey en contra de los intereses de la nobleza.
El poder de estos parlamentos medievales dependía en gran medida de la propia influencia del monarca. Como los
parlamentos se convocaban de manera puntual para tratar asuntos tales como la recaudación de impuestos
extraordinarios para sufragar guerras, un monarca poderoso, rico e influyente tenía muchas más posibilidades de influir y
conseguir del parlamento sus objetivos. En general, conforme avanzó el tiempo los monarcas medievales fueron ganando
en poder y riquezas, y pudieron contar con los recursos suficientes como para imponerse a su nobleza y anular en buena
medida la influencia de las decisiones de los parlamentos. Hubo, no obstante, dos grandes excepciones a esta tendencia.
Por un lado, la del Sacro Imperio Romano Germánico, en el que el "parlamento" o colegio electoral jamás trascendió de
ser una cámara para la elección usualmente comprada con sobornos o hecha por motivos de interés político del nuevo
emperador, de manera que el Sacro Emperador no dejó de ser un primero entre iguales cuya autoridad sobre el resto de
principados alemanes era tan sólo teórica.
El segundo precedente corresponde al Reino de Inglaterra. En 1215, el débil rey de Inglaterra Juan Sin Tierra se ve
forzado a capitular ante la amenaza de rebelión de sus barones, constituyendo un parlamento formado por los nobles y el
clero, a través de una carta real, la Carta Magna, en la que reconoce a ambos grupos una serie de privilegios y
prerrogativas que reducen la influencia del monarca a favor de la del Parlamento. Tales privilegios tendrán que ser
respetados por los subsiguientes monarcas, y aunque en apariencia algunos monarcas poderosos como Enrique VIII o
Isabel I puedan imponerse al Parlamento, éste seguirá reuniéndose de manera habitual, casi de forma anual, algo
bastante menos usual en otros reinos europeos como Francia, Dinamarca o Castilla.
El tercer precedente y quizás el más significativo lo constituyó el sistema de Cortes derivado de la compleja foralidad
aragonesa, unificada en 1247 en los Fueros Generales de Aragón, que se reformarán hasta su versión definitiva en 1592.
Esta foralidad recogía la convocatoria de las Cortes, que en Aragón y como único caso conocido, llegaron a contar con
cuatro brazos, uno más de los tres habituales, donde estaban representadas las ciudades más importantes del reino,
además de nobles, clero y caballeros/infanzones. La existencia de estas cortes desarrollaban, en la práctica, la limitación
efectiva del poder del monarca para todas aquellas decisiones importantes del Reino, logrando una representatividad
social hasta entonces sin precedentes. Su existencia, pese al autoritarismo de los Habsburgo, llegó hasta su disolución
por los Borbones en 1707, excepción hecha del Derecho Privado Aragonés, devuelto a Aragón en 1711 y que todavía se
utiliza actualmente.
El parlamentarismo, entendido como un sistema político en el que el poder político reside mayoritariamente en un
parlamento surge precisamente en Inglaterra hacia 1640, cuando a raíz de un conflicto entre el rey Carlos I y su
parlamento, el monarca declara la guerra al parlamento y aboca al país a una guerra civil de la que sale perdedor el Rey.
En ese tiempo, el Parlamento inglés asumió para sí los poderes del estado durante un breve plazo de tiempo, hasta que
Cromwell instaura la dictadura en 1649. No obstante, ésta primera irrupción del modelo va a mostrar ya sus rasgos
fundamentales. En primer lugar, el Parlamento era una asamblea popular elegida por los ciudadanos en igualdad de
condiciones y que gozaba de todos los poderes del Estado, sin que fuera posible violentar su autonomía; en segundo
lugar, lo que hoy conocemos como el poder ejecutivo estaba sometido plenamente a la asamblea; y en tercer lugar, el
parlamento sólo podía ser disuelto por el propio pueblo que lo había elegido. El triunfo definitivo del régimen parlamentario
ocurre con la Revolución Gloriosa en 1688, a partir del cual el Reino Unido aplicó el mismo de manera integral. La
instalación en el trono de Inglaterra de la casa de Hanover rubricará el parlamentarismo en Inglaterra, al delegar los
monarcas hanoverianos todo su teórico poder en manos del parlamento.
En el continente europeo se habrá de esperar hasta la Revolución francesa para que se atisbe un modelo de
representación democrático-parlamentario similar, que indisolublemente va unido a la división de poderes formulada por
Montesquieu.
En uno y otro caso, el distinto origen del parlamentarismo dará lugar a diferenciar dos modelos básicos: el modelo inglés
surge antes de los movimientos obreros y es una conquista de la burguesía frente al absolutismo y al feudalismo, por lo
tanto su desarrollo no se verá impugnado por los propios beneficiarios. En el modelo continental, la burguesía no tardará
en encontrarse con la respuesta de los grupos socialistas y el parlamentarismo -en cuanto poder absoluto del pueblo que
se refleja en una asamblea- se mitigó en sus primeros intentos por temor a que las propias teorías permitieran el acceso
de una mayoría de trabajadores a las instituciones.
Presidencialismo latinoamericano.
El principio de separación y división de poderes se mantiene formalmente en lo esencial en América Latina, pero se
introdujeron algunas innovaciones con el objeto de fortalecer al poder ejecutivo en desmedro del poder legislativo,
debilitando el equilibrio de poderes y dando al Presidente el centro de gravedad, total y absoluto del sistema de gobierno.
En cuanto al federali Latinoamérica se crearon Estados muy centralizados y con limitada autonomía, aún en los países
con organización federal (Argentina, Brasil, México, Venezuela).
Además de estos factores existe un factor objetivo, de carácter constitucional, que es innegable: la superioridad y
ampliación de los poderes presidenciales.
El Presidencialismo Latinoamericano como un sistema de gobierno, responde a una doble necesidad contradictoria: por
un lado, otorgar al Jefe del poder ejecutivo los medios de gobierno con amplios poderes que exigía, en el pasado, la
organización nacional y la estabilización de los nuevos Estados y, en el presente, las características particulares y
conflictivas de "países en vías de desarrollo" y, por contrapartida, la necesidad contradictoria de limitar los mencionados
poderes para no caer en abusos de poder o dictaduras.
Esta búsqueda de limitar los amplios poderes otorgados al Jefe de Estado y de Gobierno, en América Latina, se
materializa, tenuemente, a través de disposiciones tales como:
- La duración limitada y fija del mandato presidencial.
- Límites a la reelección de los mandatos presidenciales.
- La acusación constitucional a través del juicio político.
El Presidente no solo es titular del ejecutivo, sino también es Jefe de Estado, por lo cual, al fracaso o al éxito de su gestión
se encuentra unida, indeleblemente, la suerte del régimen democrático, precisamente por la falta de flexibilidad que
impone el sistema al tener el presidente un mandato fijo de gobierno, sumado a la falta de "fusibles" institucionales en
caso de crisis políticas. La historia de América Latina demuestra empíricamente esta trágica relación entre el fracaso de la
gestión presidencial, el estallido de profundas crisis políticas y, ante la falta de salidas institucionales del sistema, el
quiebre final del régimen democrático.
El primer Congreso se instaló en Paraná, en un edificio de calle Representantes, el 22 de octubre de 1854, y sesionó en
esa ciudad capital de la Provincia de Entre Ríos, hasta 1861. Luego de la batalla de Pavón, del 17 de septiembre de 1861,
el Congreso se instaló en la ciudad de Buenos Aires, donde comenzó a sesionar el 25 de mayo de 1862.
El Palacio Legislativo, lamentablemente, ha estado muchos años cerrado debido a los 6 golpes de estado que hubo entre
1930 y 1983, en que el Congreso estuvo clausurado, por decisión de los gobiernos militares.
Artículo 44.- Un Congreso compuesto de dos Cámaras, una de Diputados de la Nación y otra de Senadores de las provincias y de la
ciudad de Buenos Aires, será investido del Poder Legislativo de la Nación.
Cámara de Diputados
Artículo 45.- La Cámara de Diputados se compondrá de representantes elegidos directamente por el pueblo de las provincias, de la
ciudad de Buenos Aires, y de la Capital en caso de traslado, que se consideran a este fin como distritos electorales de un solo Estado y a
simple pluralidad de sufragios. El número de representantes será de uno por cada treinta y tres mil habitantes o fracción que no baje de
dieciséis mil quinientos. Después de la realización de cada censo, el Congreso fijará la representación con arreglo al mismo, pudiendo
aumentar pero no disminuir la base expresada para cada diputado.
Artículo 46.- Los diputados para la primera Legislatura se nombrarán en la proporción siguiente: por la provincia de Buenos Aires
doce: por la de Córdoba seis: por la de Catamarca tres: por la de Corrientes cuatro: por la de Entre Ríos dos: por la de Jujuy dos: por la
de Mendoza tres: por la de La Rioja dos: por la de Salta tres: por la de Santiago cuatro: por la de San Juan dos: por la de Santa Fe dos:
por la de San Luis dos: y por la de Tucumán tres.
Artículo 47.- Para la segunda Legislatura deberá realizarse el censo general, y arreglarse a él el número de diputados; pero este censo
sólo podrá renovarse cada diez años.
Artículo 48.- Para ser diputado se requiere haber cumplido la edad de veinticinco años, tener cuatro años de ciudadanía en ejercicio, y
ser natural de la provincia que lo elija, o con dos años de residencia inmediata en ella.
Artículo 49.- Por esta vez las Legislaturas de las provincias reglarán los medios de hacer efectiva la elección directa de los diputados de
la Nación: para lo sucesivo el Congreso expedirá una ley general.
Artículo 50.- Los diputados durarán en su representación por cuatro años, y son reelegibles; pero la Sala se renovará por mitad cada
bienio; a cuyo efecto los nombrados para la primera Legislatura, luego que se reúnan, sortearán los que deban salir en el primer período.
Artículo 51.- En caso de vacante, el Gobierno de provincia, o de la Capital, hace proceder a elección legal de un nuevo miembro.
Artículo 52.- A la Cámara de Diputados corresponde exclusivamente la iniciativa de las leyes sobre contribuciones y reclutamiento de
tropas.
Artículo 53.- Sólo ella ejerce el derecho de acusar ante el Senado al presidente, vicepresidente, al jefe de gabinete de ministros, a los
ministros y a los miembros de la Corte Suprema, en las causas de responsabilidad que se intenten contra ellos, por mal desempeño o por
delito en el ejercicio de sus funciones; o por crímenes comunes, después de haber conocido de ellos y declarado haber lugar a la
formación de causa por la mayoría de dos terceras partes de sus miembros presentes.
La Cámara de Diputados está presidida por un Presidente, elegido de entre sus miembros, junto a los Vicepresidentes
Primero, Segundo y Tercero, según establece el actual Reglamento, y tiene tres Secretarios, el Parlamentario, el
Administrativo y el de Coordinación operativa, y tres Prosecretarios, que no son diputados.
El Reglamento crea, además, comisiones asesoras permanentes -que actualmente son 45-; especiales y una de labor
parlamentaria, integrada por la Mesa Directiva de la Cámara y los presidentes de los bloques legislativos. Por decisión
constitucional , legislativa o por resoluciones conjunta de ambas cámaras se crearon comisiones bicamerales.
Entre 1902 y 1904 por ley 4161 se adoptó el sistema de voto uninominal y por circunscripciones, el que se volvió a
establecer en 1951, según ley 14.032, reformada en 1953 por la 14.292, pero con la variante que los distritos de Capital
Federal, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe se dividían por la cantidad de diputados que tenían que elegir
menos uno (luego se lo aumentó a dos), los que eran adjudicado a las minorías que habían tenido mejor votación en las
circunscripciones.
En 1912 se dictó la ley 8871, más conocida como Sáenz Peña, que estableció el sistema electoral de voto restringido, por
el que cada partido presentaba una cantidad igual a dos tercios de candidatos para las vacantes a cubrir y el que obtenía
la mayor cantidad de sufragios elegía a todos sus candidatos y la que obtenía la segunda mayoría se llevaba el resto, con
la variante que los electores podía tachar en las boletas electorales a algunos de los candidatos y sustituirlos por otros,
incluidos en alguna otra boleta oficializada.
En 1958 se volvió a la ley Sáenz Peña, pero desde las elecciones de 1963 se emplea el sistema proporcional D’Hondt, por
el que cada lista de partido o alianza electoral presenta candidatos por el número de vacantes que hay que llenar en el
distrito, las que se distribuyen proporcionalmente al número de votos obtenidos, a partir de un piso del tres por ciento de
los sufragios emitidos válidos, dividiendo los votos de cada lista tantas veces como la cantidad de bancas debe ser
cubiertas. Los resultados, de mayor a menor, sirven para asignar los cargos vacantes de cada lista hasta cubrirlos a todos.
Esto permitirá saber el número de asientos que corresponden a cada lista. El resultado de la asignación de escaños en la
Cámara se puede verificar si se divide la cantidad de votos obtenidos por cada partido por la cifra que sirvió para asignar
la última banca en disputa, denominada “cifra común repartidora”, operación que dará la cantidad de diputados que
corresponde a cada lista de candidatos.
Aunque no está previsto en la Constitución, en la segunda mitad del siglo XX se estableció por ley que deben elegirse
suplentes, además de los titulares de las bancas, que son los que le siguen en orden de lista como titulares de la misma,
y, agotada ésta, se continúa con la lista de suplentes, que los partidos o alianzas electorales presentan en las elecciones
junto a la de titulares. Los diputados suplentes se incorporan en caso que queden vacante en forma definitiva las bancas
(art. 164 del Código Electoral, Ley 19945), pero el artículo 21 del Reglamento Interno autoriza a la Cámara a incorporar
transitoriamente cuando los titulares tengan licencias, lo que nunca ocurrió hasta ahora.
Cámara de Senadores
Artículo 54.- El Senado se compondrá de tres senadores por cada provincia y tres por la ciudad de Buenos Aires, elegidos en forma
directa y conjunta, correspondiendo dos bancas al partido político que obtenga el mayor número de votos, y la restante al partido
político que le siga en número de votos. Cada senador tendrá un voto.
Artículo 55.- Son requisitos para ser elegido senador: tener la edad de treinta años, haber sido seis años ciudadano de la Nación,
disfrutar de una renta anual de dos mil pesos fuertes o de una entrada equivalente, y ser natural de la provincia que lo elija, o con dos
años de residencia inmediata en ella.
Artículo 56.- Los senadores duran seis años en el ejercicio de su mandato, y son reelegibles indefinidamente; pero el Senado se
renovará a razón de una tercera parte de los distritos electorales cada dos años.
Artículo 57.- El vicepresidente de la Nación será presidente del Senado; pero no tendrá voto sino en el caso que haya empate en la
votación.
El Reglamento actual dispone que a este lo sustituye a su vez: el Vicepresidente, el Vicepresidente Primero o el
Vicepresidente Segundo del Senado, que son elegidos por el Cuerpo de entre sus miembros todos los años en las
sesiones preparatorias.
La Presidencia es asistida por tres Secretarios, el Parlamentario, el Administrativo y el de Coordinación operativa, y cuatro
Prosecretarios, todos ellos elegidos por el Cuerpo, pero que no pertenecen al mismo. El Secretario Parlamentario tiene a
su cargo, nada menos, que la custodia del texto original de la Constitución sancionada en 1853, que mantiene guardada
en su caja fuerte.
Artículo 58.- El Senado nombrará un presidente provisorio que lo presida en caso de ausencia del vicepresidente, o cuando éste ejerce
las funciones de presidente de la Nación.
Artículo 59.- Al Senado corresponde juzgar en juicio público a los acusados por la Cámara de Diputados, debiendo sus miembros
prestar juramento para este acto. Cuando el acusado sea el presidente de la Nación, el Senado será presidido por el presidente de la
Corte Suprema. Ninguno será declarado culpable sino a mayoría de los dos tercios de los miembros presentes.
Artículo 60.- Su fallo no tendrá más efecto que destituir al acusado, y aun declararle incapaz de ocupar ningún empleo de honor, de
confianza o a sueldo en la Nación. Pero la parte condenada quedará, no obstante, sujeta a acusación, juicio y castigo conforme a las
leyes ante los tribunales ordinarios.
Artículo 61.- Corresponde también al Senado autorizar al presidente de la Nación para que declare en estado de sitio, uno o varios
puntos de la República en caso de ataque exterior.
Artículo 62.- Cuando vacase alguna plaza de senador por muerte, renuncia u otra causa, el Gobierno a que corresponda la vacante hace
proceder inmediatamente a la elección de un nuevo miembro.
Los senadores, según la Carta de 1853, eran elegidos por las Legislaturas provinciales a pluralidad de sufragios, y en la
Capital Federal, de la misma forma que el Presidente y Vicepresidente de la Confederación, o sea por un colegio electoral
integrado por una cantidad de electores, votados por el electorado, igual al doble de senadores y diputados que el distrito
mandaba al Congreso. Duraban 9 años y el Cuerpo se renovaba por tercios cada tres año. Eran y son, ahora, reelegibles
indefinidamente.
Desde la reforma de 1994 la Cámara alta tiene, de nuevo, tres por cada distrito, lo que totaliza setenta y dos miembros -si
están todos incorporados-.
Desde 2001 son elegidos en forma directa por el cuerpo electoral de los distritos, asignándole dos al partido que obtenga
la mayor cantidad de votos y uno al segundo, con mandato por seis años, reelegibles, y renovables por tercios, cada
bienio. Desde 1994 hasta el 10 de diciembre de 2001 los tres senadores, y sus suplentes, eran elegidos, dos para la
primera mayoría y uno para la segunda, por las Legislaturas de las Provincias y en la Capital Federal por un colegio
electoral. Desde 2001 se exige el “cupo femenino”.
En su seno también hay bloques parlamentarios y comisiones asesoras permanentes -que hasta el año 2002 eran 47-,
especiales –entre las cuales están las investigadoras- y la de Labor Parlamentaria. Los senadores junto a los diputados
integran comisiones bicamerales, y ambos participan de organismos interparlamentarios internacionales.
Artículo 64.- Cada Cámara es juez de las elecciones, derechos y títulos de sus miembros en cuanto a su validez. Ninguna de ellas
entrará en sesión sin la mayoría absoluta de sus miembros; pero un número menor podrá compeler a los miembros ausentes a que
concurran a las sesiones, en los términos y bajo las penas que cada Cámara establecerá.
Artículo 65.- Ambas Cámaras empiezan y concluyen sus sesiones simultáneamente. Ninguna de ellas, mientras se hallen reunidas,
podrá suspender sus sesiones más de tres días, sin el consentimiento de la otra.
Artículo 66.- Cada Cámara hará su reglamento y podrá con dos tercios de votos, corregir a cualquiera de sus miembros por desorden de
conducta en el ejercicio de sus funciones, o removerlo por inhabilidad física o moral sobreviniente a su incorporación, y hasta excluirle
de su seno; pero bastará la mayoría de uno sobre la mitad de los presentes para decidir en las renuncias que voluntariamente hicieren de
sus cargos.
Artículo 67.- Los senadores y diputados prestarán, en el acto de su incorporación, juramento de desempeñar debidamente el cargo, y de
obrar en todo en conformidad a lo que prescribe esta Constitución.
Artículo 68.- Ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente, ni molestado por las opiniones o
discursos que emita desempeñando su mandato de legislador.
Artículo 69.- Ningún senador o diputado, desde el día de su elección hasta el de su cese, puede ser arrestado; excepto el caso de ser
sorprendido in fraganti en la ejecución de algún crimen que merezca pena de muerte, infamante, u otra aflictiva; de lo que se dará
cuenta a la Cámara respectiva con la información sumaria del hecho.
Artículo 70.- Cuando se forme querella por escrito ante las justicias ordinarias contra cualquier senador o diputado, examinado el
mérito del sumario en juicio público, podrá cada Cámara, con dos tercios de votos, suspender en sus funciones al acusado, y ponerlo a
disposición del juez competente para su juzgamiento.
Artículo 71.- Cada una de las Cámaras puede hacer venir a su sala a los ministros del Poder Ejecutivo para recibir las explicaciones e
informes que estime convenientes.
Artículo 72.- Ningún miembro del Congreso podrá recibir empleo o comisión del Poder Ejecutivo, sin previo consentimiento de la
Cámara respectiva, excepto los empleos de escala.
Artículo 73.- Los eclesiásticos regulares no pueden ser miembros del Congreso, ni los gobernadores de provincia por la de su mando.
Artículo 74.- Los servicios de los senadores y diputados son remunerados por el Tesoro de la Nación, con una dotación que señalará la
ley.
En el seno de ambas cámaras, en nuestro país, los diputados y senadores están organizados en bloques, según sus
afinidades políticas. En 1895 se reconoció oficiosamente la existencia de los mismos y en 1915 se les dieron oficinas,
actualmente están previstos en los reglamentos de las dos cámaras, que exigen como mínimo tres diputados o dos
senadores, o menos de esta cantidad si el partido político existiere antes de la elección del legislador.
Ningún miembro del Congreso podrá recibir empleo o comisión del Poder Ejecutivo.
Con dos tercios de votos las cámaras pueden corregir a cualquiera de sus miembros por desorden de conducta en el
ejercicio de sus funciones o removerlo por inhabilidad física o moral sobreviniente a su incorporación, y hasta excluirlo de
su seno. Para aceptarle la renuncia basta la mayoría de uno sobre la mitad de los presentes (art.55º).
Para sesionar las cámaras necesitan el quórum de la mayoría absoluta de sus miembros, pero un número menor podrá
compeler a los miembros ausentes, a que concurran a las sesiones (art.53º). Las decisiones se aprueban por el voto de la
mayoría absoluta de los presentes, o sea más de la mitad, lo que no es igual a la mitad más uno -como establecían los
reglamentos de ambas cámaras hasta 1997- ahora corregidos. La Constitución, algunas leyes y los reglamentos exigen,
en algunos casos, mayorías especiales para el quórum o para votar. Con la reforma de 1994 los casos de quórum y
mayorías especiales se han aumentado considerable e innecesariamente, lo que ha creado un verdadero galimatías
respecto de este tema.
Cámara de Diputados.
ARTÍCULO 32. La Cámara de Diputados se compone de cincuenta miembros elegidos directamente por el pueblo, formando al efecto
la Provincia un solo distrito, correspondiendo veintiocho diputados al partido que obtenga mayor número de votos y veintidós a los
demás partidos, en proporción de los sufragios que hubieren logrado.
Los partidos políticos incluirán en sus listas de candidatos por lo menos uno con residencia en cada departamento.
Juntamente con los titulares se eligen diputados suplentes para completar períodos en las vacantes que se produzcan.
ARTICULO 33. Son elegibles para el cargo de diputado los ciudadanos argentinos que tengan, por lo menos, veintidós años de edad y,
si no hubieren nacido en la Provincia, dos años de residencia inmediata en ésta, y, en su caso, dos años de residencia inmediata en el
departamento.
ARTICULO 34. Los diputados duran cuatro años en el ejercicio de sus funciones y son reelegibles. Su mandato comienza y termina
simultáneamente con el del gobernador y vicegobernador.
ARTICULO 35. La Cámara de Diputados elige anualmente entre sus integrantes su presidente y sus reemplazantes legales.
Cámara de Senadores.
ARTÍCULO 36. La Cámara de Senadores se compone de un senador por cada departamento de la Provincia, elegido directamente por
el pueblo, a simple pluralidad de sufragios.
Juntamente con los titulares se eligen senadores suplentes para completar períodos en las vacantes que se produzcan.
ARTICULO 37. Son elegibles para el cargo de senador los ciudadanos argentinos que tengan, por lo menos, treinta años de edad y dos
años de residencia inmediata en el departamento.
ARTÍCULO 38. Los senadores duran cuatro años en el ejercicio de sus funciones y son reelegibles. Su mandato comienza y termina
simultáneamente con el del gobernador y vicegobernador.
ARTICULO 39. La Cámara de Senadores es presidida por el vicegobernador y, en caso de ausencia, enfermedad, renuncia, muerte,
inhabilidad física o mental sobreviniente de carácter permanente, destitución o suspensión del mismo, o cuando se halle en ejercicio del
Poder Ejecutivo, por un presidente provisional que elige anualmente de su seno. El vicegobernador sólo tiene voto en caso de empate.
ARTÍCULO 41. Ambas Cámaras empiezan y concluyen simultáneamente sus períodos de sesiones, y ninguna de ellas, mientras se
hallen reunidas, puede suspender las suyas por más de seis días sin el acuerdo de la otra.
ARTÍCULO 42. Las decisiones de las Cámaras son válidas si está presente la mitad más uno de sus miembros y son adoptadas por la
mayoría de los presentes, salvo los casos en que esta Constitución prescribe mayorías especiales. En estos últimos supuestos se
computan los votos de los presidentes que son miembros de los cuerpos. Sin embargo, en minoría pueden acordar las medidas que
estimen necesario para obtener el “quórum” requerido, inclusive la compulsión física de los inasistentes en los términos y bajo las
sanciones que establezcan los reglamentos; y con no menos de la tercera parte de los miembros de la Cámara, en los días ordinarios de
sesión, dar entrada a asuntos, escuchar informes o proseguir deliberaciones anteriores, sin adoptar resoluciones de ninguna naturaleza.
ARTÍCULO 43. Cada Cámara dicta su reglamento, designa y remueve sus empleados y ejerce la policía de sus locales.
ARTÍCULO 44. Las sesiones de ambas Cámaras son públicas, salvo que acuerden reunirse en sesión secreta.
ARTÍCULO 45. Las Cámaras tienen el derecho de requerir la asistencia a sus sesiones de los ministros del Poder Ejecutivo para
suministrar informes o explicaciones sobre puntos que previamente se les fije. Los ministros pueden excusar su asistencia en el primer
caso y dar por escrito los informes solicitados, no así en el segundo caso, en que deben concurrir al seno de las Cámaras.
ARTÍCULO 46. Cada Cámara puede designar comisiones con propósitos de información e investigación sobre materias o asuntos de
interés público y proveerlas en cada caso de las facultades necesarias, las que no pueden exceder de los poderes de la autoridad judicial,
para el desempeño de sus cometidos.
ARTÍCULO 47. Las Cámaras pueden reprimir con arresto que no exceda de treinta días a toda persona extraña al cuerpo que viole sus
privilegios o altere el orden en sus sesiones, sin perjuicio de la responsabilidad penal en que aquélla hubiere incurrido.
ARTÍCULO 48. Cada Cámara es juez exclusivo de la elección de sus miembros y de la validez de sus títulos y, con el voto de las dos
terceras partes de los componentes del cuerpo, resuelve la existencia de causas sobrevinientes de inelegibilidad y de incompatibilidad,
sin que, en ambos casos, una vez pronunciada al respecto, pueda volver sobre su decisión.
ARTÍCULO 49. Al recibirse de sus cargos, los legisladores prestan juramento de desempeñarlo conforme a la Constitución y a las
leyes.
ARTÍCULO 50. Cada Cámara puede, con el voto de las dos terceras partes de sus miembros, corregir a cualquiera de éstos, y aun
excluirlo de su seno, por desorden de conducta en el ejercicio de sus funciones.
La inasistencia a la mitad de las sesiones del período ordinario determina la cesación en el mandato, salvo los casos de licencia o
suspensión en el cargo.
ARTÍCULO 51. Ningún miembro de ambas Cámaras puede ser acusado, perseguido o molestado por las opiniones o los votos que
emita en el ejercicio de sus funciones.
Sin autorización de la Cámara a que pertenece, acordada por dos tercios de los votos de los presentes, no puede ser sometido a proceso
penal.
Sin la misma autorización tampoco puede ser detenido, o de alguna manera restringido en su libertad personal, salvo si es sorprendido
en el acto de cometer un delito que no fuere excarcelable, en cuyo caso se comunicará a la Cámara respectiva, con sumaria información
del hecho, a fin que resuelva sobre la inmunidad del detenido.
La decisión de las Cámaras que disponga la suspensión de la inmunidad puede comprender también la suspensión en el ejercicio de las
funciones del cargo.
ARTÍCULO 52. Es incompatible el cargo de diputado o senador con cualquier otro de carácter nacional, provincial o municipal, sea
electivo o no, excepto los cargos docentes y las comisiones honorarias eventuales de la Nación, de la Provincia o de los municipios, que
solamente pueden ser aceptadas con autorización de la Cámara correspondiente, o si ésta estuviere en receso, con obligación de dar
cuenta a ella en su oportunidad.
Los agentes de la Administración pública provincial o municipal que resultaren elegidos diputados o senadores quedan
automáticamente con licencia, sin goce de sueldo, por todo el tiempo que dure el mandato.
También es incompatible el cargo de legislador con la propiedad personal, individual o asociada, de empresas que gestionen servicios
por cuenta de la Provincia o entidades públicas menores, o sean subsidiadas por éstas, y con el desempeño de funciones de dirección,
administración, asesoramiento, representación o asistencia profesional en empresas ajenas en iguales condiciones.
El legislador que haya aceptado algún cargo incompatible con el suyo, que da por ese solo hecho separado de éste.
ARTICULO 53. Los legisladores reciben por sus servicios la retribución que determine la ley.
Normativas que rigen su funcionamiento: Las normas contenidas en Constitución Provincial, la Ley Orgánica para las
Municipalidades de la Provincia respectiva, Reglamento de Contabilidad, funcionamiento y competencias del H.C.D.
Ley Orgánica para los Municipios establece la organización, el funcionamiento y las competencias del Honorable Concejo
Concejo Deliberante: Se trata de un organismo público, abierto a la participación comunitaria donde ingresan por Mesa de
Entradas, proyectos presentados por los Bloques Políticos, por el Departamento Ejecutivo Municipal, por entidades y
vecinos del distrito.
Sus autoridades son un Presidente, dos Vicepresidentes y un Secretario General designado por el Presidente. El
mandato como autoridad dura un año, los mismos pueden ser reelectos o no en la Sesión Preparatoria que se celebra
durante los primeros días del mes de Marzo del año. Esta Mesa Directiva queda definida por medio del voto de la mayoría
del Cuerpo Deliberativo.
La función más importante del Concejo Deliberante viene dada por su propia definición y ser los sentidos de la ciudadanía;
es la vía de entrada para la expresión de necesidades, demandas y propuestas por parte de los ciudadanos dado que en
él están representadas las diferentes opiniones de la comunidad. Por ello, cuando el intendente avanza sobre los
concejales o el cuerpo en sí, está mellando su propia gestión de gobierno.
Dentro de las facultades inherentes a los concejales se encuentra la de deliberar y dictar Ordenanzas, respecto de
diferentes cuestiones que hacen al interés público como lo son las cuestiones relacionadas al arreglo de calles, el tránsito,
higiene de los lugares públicos, como así también de estudiar para su posterior aprobación el proyecto de presupuesto
municipal e impuestos.
PARLAMENTO.
A lo que nuestra Constitución Nacional llama Congreso, bajo el título de Poder Legislativo; en las provincias, en los
municipios y en otros países, en sus respectivas constituciones o cartas orgánicas se le denomina: Legislatura, Concejos
Deliberante o de Representantes, Parlamento, Cortes Generales–en España, Cámaras (de diputados, representantes, de
los comunes o de los Lores), Senado, Asamblea (con distintos aditamentos), Consejo, Kneset –en Israel-, Bundestag y
Bundesrat – en Alemania Federal-, Dieta – en Japón y en Polonia-, Duma – en Rusia-, Folketing y Storting -en Dinamarca
y Noruega-, las cámaras del Congreso en la India se denominan: Lok Sabha y el Rajya Sabha, etcétera.
Su origen se remonta a las cortes, estamentos o parlamentos que los reyes feudales convocaban en la alta Edad Media, y
por su tradición y continuidad podemos decir que tiene por modelo histórico al Parlamento inglés.
La organización de las asambleas legislativas en el Estado contemporáneo responde a dos tipos principales: el
Parlamento inglés y el Congreso norteamericano. Los términos Congreso y Parlamento no son sinónimos. En el derecho
angloamericano se utilizan estas expresiones con mayor cuidado. Se prefiere la expresión Parlamento para designar a las
asambleas políticas modeladas en el patrón de la de Inglaterra y que cumplen análogas funciones a las de ese organismo
en un régimen parlamentario, mientras que se llama Congreso a la asamblea que desempeña el poder legislativo en un
régimen de gobierno presidencial, con tres poderes nítidamente diferenciados, y de la cual el Congreso de Estados Unidos
es ejemplo y modelo.
Funciones
El Congreso de la Nación, como parlamento, cumple con muy distintos roles dentro de nuestra organización política, a
saber:
- Constituyente.
- Legislar.
- Controlar.
- Establecer cargas públicas y conceder beneficios.
- Aprobar el presupuesto y la cuenta de percepción e inversión.
- Aprobar tratados internacionales y actos de gobierno.
- Intervenir en la designación renuncia y remoción de funcionarios.
- Investigar, encuestar e inspeccionar.
- Indagar.
- Escenario de la oposición.
- Caja de resonancia de la opinión pública.
- Educar a los políticos y a los ciudadanos.
- Representar y participar.
- Procurar intereses de los electores y de la sociedad en general.
- Mediar y concertar.
- Debatir.
- Residencia de la “clase“ política.
- Protocolares.
- Velar por la ética pública.
- Comunicar.
- Imagen de la Democracia
1. Legislar en materia aduanera. Establecer los derechos de importación y exportación, los cuales, así como las avaluaciones sobre las
que recaigan, serán uniformes en toda la Nación.
2. Imponer contribuciones indirectas como facultad concurrente con las provincias. Imponer contribuciones directas, por tiempo
determinado, proporcionalmente iguales en todo el territorio de la Nación, siempre que la defensa, seguridad común y bien general del
Estado lo exijan. Las contribuciones previstas en este inciso, con excepción de la parte o el total de las que tengan asignación
específica, son coparticipables.
Una ley convenio, sobre la base de acuerdos entre la Nación y las provincias, instituirá regímenes de coparticipación de estas
contribuciones, garantizando la automaticidad en la remisión de los fondos.
La distribución entre la Nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires y entre éstas, se efectuará en relación directa a las
competencias, servicios y funciones de cada una de ellas contemplando criterios objetivos de reparto; será equitativa, solidaria y dará
prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional.
La ley convenio tendrá como Cámara de origen el Senado y deberá ser sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los
miembros de cada Cámara, no podrá ser modificada unilateralmente ni reglamentada y será aprobada por las provincias.
No habrá transferencia de competencias, servicios o funciones sin la respectiva reasignación de recursos, aprobada por ley del Congreso
cuando correspondiere y por la provincia interesada o la ciudad de Buenos Aires en su caso.
Un organismo fiscal federal tendrá a su cargo el control y fiscalización de la ejecución de lo establecido en este inciso, según lo
determina la ley, la que deberá asegurar la representación de todas las provincias y la ciudad de Buenos Aires en su composición.
3. Establecer y modificar asignaciones específicas de recursos coparticipables, por tiempo determinado, por ley especial aprobada por la
mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara.
6. Establecer y reglamentar un banco federal con facultad de emitir moneda, así como otros bancos nacionales.
8. Fijar anualmente, conforme a las pautas establecidas en el tercer párrafo del inc. 2 de este artículo, el presupuesto general de gastos y
cálculo de recursos de la administración nacional, en base al programa general de gobierno y al plan de inversiones públicas y aprobar o
desechar la cuenta de inversión.
9. Acordar subsidios del Tesoro nacional a las provincias, cuyas rentas no alcancen, según sus presupuestos, a cubrir sus gastos
ordinarios.
10. Reglamentar la libre navegación de los ríos interiores, habilitar los puertos que considere convenientes, y crear o suprimir aduanas.
11. Hacer sellar moneda, fijar su valor y el de las extranjeras; y adoptar un sistema uniforme de pesos y medidas para toda la Nación.
12. Dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social, en cuerpos unificados o separados, sin
que tales códigos alteren las jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales, según que
las cosas o las personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones; y especialmente leyes generales para toda la Nación sobre
naturalización y nacionalidad, con sujeción al principio de nacionalidad natural y por opción en beneficio de la argentina: así como
sobre bancarrotas, sobre falsificación de la moneda corriente y documentos públicos del Estado, y las que requiera el establecimiento
del juicio por jurados.
13. Reglar el comercio con las naciones extranjeras, y de las provincias entre sí.
15. Arreglar definitivamente los límites del territorio de la Nación, fijar los de las provincias, crear otras nuevas, y determinar por una
legislación especial la organización, administración y gobierno que deben tener los territorios nacionales, que queden fuera de los
límites que se asignen a las provincias.
18. Proveer lo conducente a la prosperidad del país, al adelanto y bienestar de todas las provincias, y al progreso de la ilustración,
dictando planes de instrucción general y universitaria, y promoviendo la industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles y
canales navegables, la colonización de tierras de propiedad nacional, la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la
importación de capitales extranjeros y la exploración de los ríos interiores, por leyes protectoras de estos fines y por concesiones
temporales de privilegios y recompensas de estímulo.
19. Proveer lo conducente al desarrollo humano, al progreso económico con justicia social, a la productividad de la economía nacional,
a la generación de empleo, a la formación profesional de los trabajadores, a la defensa del valor de la moneda, a la investigación y al
desarrollo científico y tecnológico, su difusión y aprovechamiento.
Proveer al crecimiento armónico de la Nación y al poblamiento de su territorio; promover políticas diferenciadas que tiendan a
equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones. Para estas iniciativas, el Senado será Cámara de origen.
Sancionar leyes de organización y de base de la educación que consoliden la unidad nacional respetando las particularidades
provinciales y locales; que aseguren la responsabilidad indelegable del Estado, la participación de la familia y la sociedad, la promoción
de los valores democráticos y la igualdad de oportunidades y posibilidades sin discriminación alguna; y que garanticen los principios de
gratuidad y equidad de la educación pública estatal y la autonomía y autarquía de las universidades nacionales.
Dictar leyes que protejan la identidad y pluralidad cultural, la libre creación y circulación de las obras del autor; el patrimonio artístico
y los espacios culturales y audiovisuales.
20. Establecer tribunales inferiores a la Corte Suprema de Justicia; crear y suprimir empleos, fijar sus atribuciones, dar pensiones,
decretar honores, y conceder amnistías generales.
21. Admitir o desechar los motivos de dimisión del presidente o vicepresidente de la República; y declarar el caso de proceder a nueva
elección.
22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con la
Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de Derechos Humanos; la Convención
Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes; la Convención sobre los Derechos del Niño; en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan
artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella
reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo Nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de
la totalidad de los miembros de cada Cámara.
Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán del voto de las dos
terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional.
23. Legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y
ejercicio de los derechos reconocidos por esta Constitución y por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en
particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad.
Dictar un régimen de seguridad social especial e integral en protección del niño en situación de desamparo, desde el embarazo hasta la
finalización del período de enseñanza elemental, y de la madre durante el embarazo y el tiempo de lactancia.
24. Aprobar tratados de integración que deleguen competencias y jurisdicción a organizaciones supraestatales en condiciones de
reciprocidad e igualdad, y que respeten el orden democrático y los derechos humanos. Las normas dictadas en su consecuencia tienen
jerarquía superior a las leyes.
La aprobación de estos tratados con Estados de Latinoamérica requerirá la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada
Cámara. En el caso de tratados con otros Estados, el Congreso de la Nación, con la mayoría absoluta de los miembros presentes de cada
Cámara, declarará la conveniencia de la aprobación del tratado y sólo podrá ser aprobado con el voto de la mayoría absoluta de la
totalidad de los miembros de cada Cámara, después de ciento veinte días del acto declarativo.
La denuncia de los tratados referidos a este inciso, exigirá la previa aprobación de la mayoría absoluta de la totalidad da los miembros
de cada Cámara.
26. Facultar al Poder Ejecutivo para ordenar represalias, y establecer reglamentos para las presas.
27. Fijar las fuerzas armadas en tiempo de paz y guerra, y dictar las normas para su organización y gobierno.
28. Permitir la introducción de tropas extranjeras en el territorio de la Nación, y la salida de las fuerzas nacionales fuera de él.
29. Declarar en estado de sitio uno o varios puntos de la Nación en caso de conmoción interior, y aprobar o suspender el estado de sitio
declarado, durante su receso, por el Poder Ejecutivo.
30. Ejercer una legislación exclusiva en el territorio de la capital de la Nación y dictar la legislación necesaria para el cumplimiento de
los fines específicos de los establecimientos de utilidad nacional en el territorio de la República. Las autoridades provinciales y
municipales conservarán los poderes de policía e imposición sobre estos establecimientos, en tanto no interfieran en el cumplimiento de
aquellos fines.
32. Hacer todas las leyes y reglamentos que sean convenientes para poner en ejercicio los poderes antecedentes, y todos los otros
concedidos por la presente Constitución al Gobierno de la Nación Argentina.
Competencias de Diputados:
-La iniciativa de las leyes sobre contribuciones y reclutamiento de tropas C.N. Art.52
-La recepción de los proyectos de ley por iniciativa popular C.N. Art.39
-Someter a consulta popular un Proyecto de Ley C.N. Art. 40
-El derecho de acusar ante el Senado, en Juicio Político, al Presidente y Vicepresidente de la Nación, al Jefe de Gabinete
de Ministros, ministros del Poder Ejecutivo y miembros de la Corte Suprema.C.N. Art. 53
El Congreso, como órgano legislativo y de control de actos gubernamentales, debe cumplir con su cometido esencial - de
legislar -, propendiendo al logro del bien común, y lo hace con fundamento en la representación de los intereses
comunitarios que ostenta. La publicidad de sus actos es fuente de información para la ciudadanía, la que así también
evalúa el cumplimiento del mandato conferido.
Otra de las funciones esenciales del Parlamento es la de ejercer el control de gobierno. Esta actividad se lleva a cabo al
ponderar el cumplimiento de los planes o programas previamente elaborados. Para esta ponderación el Congreso se
encuentra investido de diversas facultades que coadyuvan a éllo, como la posibilidad de investigar, requerir informes y
realizar tareas de campo.
El Parlamento debe hallarse en capacidad para lograr acuerdos sobre diversos aspectos de su competencia. Para ello
debe hacer valer el voto de la mayoría, respetando los derechos de las minorías. La gestión parlamentaria resulta
sumamente compleja, máxime si se consideran las posibilidades de disenso que surgen de la proporcionalidad política
representada en cada Cámara. El Congreso resultará eficiente en la medida que logre adoptar decisiones políticamente
representativas y operativamente viables.
Funcionamiento y sesiones.
➜Sesiones ordinarias.
El Presidente de la Nación hace la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, reunido en asamblea en el Senado
(art.83º inciso 11º), aunque en la práctica lo hace en Diputados por razones de espacio, el primero de marzo, y dando
cuenta sobre el Estado de la Nación, de las reformas prometidas por la Constitución y haciendo recomendaciones sobre
las medidas necesarias y convenientes.
Las sesiones ordinarias del Congreso duran desde el 1º de marzo al 30 de noviembre.
➜Sesiones preparatorias. Donde se incorporan los electos, se elige la Mesa Directiva de las cámaras y se aprueban los
días de tablas en que sesionarán las mismas y su fecha de inicio y desarrollo está establecido en el reglamento de cada
cámara, no en la Constitución. Actualmente en el Senado la primera sesión preparatoria tiene lugar el 24 de febrero de
cada año o el día inmediato hábil anterior en caso que fuera feriado, a fin de designar autoridades y fijar los días y horas
de sesiones de tabla, los que podrán ser alterados y el 29 de noviembre de cada año de renovación de la Cámara, o el día
inmediato hábil anterior si fuera feriado, se reunirá el Senado para incorporar a los senadores electos que hubiesen
presentado diploma otorgado por la autoridad competente y para expedirse sobre los diplomas de los electos como
suplentes).
➜Sesiones extraordinarias o de prórroga: las convoca el Presidente de la Nación, y se discute si pueden las cámaras por
sí prorrogar sus sesiones (art. 52º y 83º inciso 12º). Las de prórroga las dispone en la práctica el Presidente. En las
extraordinarias el Presidente fija el temario, en las de prórroga las cámaras actúan con las mismas atribuciones que en las
sesiones ordinarias.
La regla es que el Congreso sesiona con sus cámaras separadas y simultáneamente, no pudiendo ninguna de ella
suspenderlas por más de tres días sin el consentimiento de la otra. Pero la Constitución o las leyes prevén la reunión del
Congreso en asamblea, en los siguientes casos:
-Cuando se hace la apertura de las sesiones del Congreso con la presencia del Presidente de la Confederación;
-Para hacer el escrutinio de la elección del Presidente y Vicepresidente, y su proclamación y en caso de no haber
alcanzado la mayoría absoluta ninguno de los candidatos el Congreso reunidos en asamblea elige entre las dos personas
más votadas;
-Para tomar juramento al asumir el cargo de Presidente o Vicepresidente.
-Para admitir o desechar los motivos de la renuncia del Presidente y Vicepresidente y declarar el caso de proceder a
nueva elección.
-En caso de acefalía por estar impedidos en forma definitiva para el ejercicio del cargo el Presidente y Vicepresidente
debe convocar al Congreso para que reunido en Asamblea designe al funcionario público que ejercerá el Poder Ejecutivo
hasta que un nuevo Presidente sea electo;
Quórum: Es el “número mínimo de miembros de un cuerpo colegiado cuya presencia es necesaria para legislar”.
La Constitución Nacional en el artículo 64 establece: “Ninguna de ellas –las cámaras– entrará en sesión sin la mayoría absoluta de
sus miembros…”.
El Reglamento de Diputados, en su artículo 15, dice : “Para formar quórum legal será necesaria la presencia de la mayoría
absoluta de sus miembros, entendiéndose como tal cuando los miembros presentes superan a los miembros ausentes”.
-Para sesionar: Una vez iniciada la sesión, el derecho constitucional consuetudinario, admite un número inferior al quórum
para sesionar, en la medida en que no se vote o que ningún integrante de la Cámara solicite que se verifique el número de
asistentes. Es más, también puede iniciarse la continuación de una sesión interrumpida por un cuarto intermedio en estas
condiciones.
-Para votar: Se requiere el quórum exigido para la reunión inicial, en caso contrario no se procederá a la votación.
De acuerdo con el sistema de contar el quórum por el tablero electrónico, éste se marca cuando el diputado se sienta en
la banca.
Mayorías
En cuanto a los votos requeridos para tomar decisiones la regla general es la mayoría absoluta de los legisladores
presentes en la sesión, que no se hayan abstenido de hacerlo –con la autorización del cuerpo–, o sea más de la mitad.l
“Bastará la mayoría de uno sobre la mitad de los presentes para decidir sobre la renuncia que voluntariamente hiciesen de sus cargos”.
Proyectos y mociones
Hay distintos procedimientos parlamentarios que se inician con los proyecto o mociones que en forma escrita o verbal se
presentan en el Congreso para obtener una decisión.
Los proyectos son propuestas de idea, plan, expresión de deseos, regulación o reglamentación que se quiere expresar y
proyectar para el futuro.
“Todo asunto promovido por un Diputado deberá presentarse a la Cámara en forma de proyecto de ley, de resolución o de declaración,
con excepción de las mociones a que se refiere el capítulo XII.” (Reglamento de la Honorable Cámara de Diputados art.115). En
el Senado, además, agrega que hay proyectos de decreto y de comunicación (art. 125 Reglamento del la Cámara de
Senadores).
Los mismos deben ser presentados por Mesa de Entrada, en forma escrita, fundados y firmados por su autor y con no
más de quince diputados, en el Senado no hay número máximo y serán puesto a disposición de los diarios para su
publicación. En el Senado se incluyen en el Diario de Asuntos Entrados y deben acompañar copia en soporte digital para
incorporarlo a la red informática.
Si importan gastos deben en los fundamentos estimar tales erogaciones e indicar la fuente de financiamiento y no se
tratará sin dictamen de comisión. Durante la discusión en general de un proyecto, sea libre o no, puede presentarse otro
proyecto sobre la misma materia en sustitución de aquél y después de leído, de fundado y de apoyado, no pasará a
comisión ni tampoco se tomará inmediatamente en consideración.
Los proyectos de ley y resolución deberán ser rigurosamente preceptivos, lo que implica que debe contener una orden, un
mandato o ser una regla. Deben tener, en consecuencia, una parte dispositiva, además de los fundamentos.
Se presentan por iniciativa popular, por los diputados o senadores, por mensaje del Poder Ejecutivo (no siempre los
mensajes son proyectos como ocurre cuando se comunica la prórroga de sesiones o la convocatoria o temario para las
sesiones extraordinarias) o que vienen aprobados de la otra cámara. Entiendo que los miembros de las cámaras,
diputados y senadores, no solamente pueden presentar proyectos en la Cámara que integran, sino que lo podrían hacer
en la otra cámara, pero ello debería ser previsto por los Reglamentos o por el Reglamento del Congreso si alguna vez es
cuando sea aprobado.
No hay iniciativa popular para proyectos de reforma constitucional, tratados internacionales, tributos, presupuesto y
materia penal.
La Cámara de Diputados recepta las iniciativas populares, y tiene la iniciativa en las leyes de contribuciones y
reclutamiento de tropas.
El Senado la tiene respecto de la ley convenio de coparticipación federal y de proveer el crecimiento armónico de la
Nación y la población de su territorio; promover políticas diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo
relativo de provincias y regiones. Si la iniciativa popular es sobre estos temas la Cámara de Diputados debe girar el
proyecto al Senado una vez verificado la legalidad de la presentación, aunque ello no esté contemplado en la Constitución
ni en la ley reglamentaria.
Los proyectos o mensajes o demás asuntos no podrán retirarlos o girarlos al archivo sin anuencia del Senado. Ni el autor
de un proyecto que esté aún en poder de la Comisión o que se esté ya considerando por la Cámara, ni la Comisión que lo
haya despachado, podrán retirarlo ni modificarlo, a no ser por resolución de aquélla, mediante petición del autor o de la
Comisión en su caso.
Debates
Los Reglamentos de las Cámaras contienen disposiciones claras y precisas acerca de la forma en que debe ser realizado
el debate.
El del Senado legisla sobre “el orden de la palabra”. Dispone que la palabra será concedida a los senadores en el
siguiente orden: al miembro informante de la comisión que haya dictaminado sobre el asunto en discusión, al miembro
informante de la minoría de la comisión si ésta se encontrase dividida, al autor o autores del o los proyectos en discusión,
a los presidentes de los bloques parlamentarios o a los senadores que los representen, y a los restantes senadores en el
orden en que lo soliciten.
Los miembros informantes siempre tienen derecho a réplica, en caso de oposición entre el autor del proyecto y la
comisión, el primero podrá hablar en último término.
Si dos senadores pidieran a un tiempo la palabra, en lo posible se le otorgará la obtendrá el que proponga combatir la idea
en discusión, si el que le ha precedido la hubiese defendido, o viceversa. Si los senadores que piden la palabra no
estuviesen en el caso anterior, el presidente acordará en el orden que estime conveniente, debiendo preferir a los
senadores que aún no hubiesen hablado.
El Reglamento de Diputados, también fija el orden en que será otorgada la palabra:
“La palabra será concedida a los diputados en el orden siguiente:
“1º Al miembro informante de la comisión que haya dictaminado sobre el asunto en discusión.
“2º Al miembro informante de la minoría de la Comisión, si ésta se encontrase dividida.
“3º Al autor del proyecto en discusión.
“4º Al diputado que asuma la representación de un bloque.
“5º Al que primero la pidiera entre los demás diputados”.
Antes de tratar un proyecto o asunto el Senado podrá constituirse en comisión, con el objeto de cambiar ideas y de
conferenciar e ilustrarse preliminarmente sobre la materia; la Cámara de Diputados lo puede hacer en cualquier momento
. En ésta las autoridades serán las mismas del Cuerpo, en el Senado puede nombrarse un presidente y secretarios. La
Cámara constituida en comisión resuelve si ha de proceder conservando o no la unidad del debate. Durante la conferencia
no habrá votaciones que decidan la cuestión, aunque sí puede haberla en Diputados sobre las deliberaciones y trámite del
asunto, o sea sobre aspectos procesales.
Este tipo de conferencia sirve para que en caso que no haya unidad de debate cada orador hable indistintamente sobre
diversos puntos o cuestiones del proyecto o asunto y cuantas veces pida la palabra, que el presidente concederá por su
orden, y si hubiere pedidos simultáneos se preferirá al que no hubiera hablado antes.
Los proyectos o asuntos, despachados por la respectiva comisión pasarán en el plenario de la Cámara por dos
discusiones: la general y la particular. La discusión general es sobre el asunto “tomado en masa, o sobre la idea
fundamental”.
“La discusión en particular tendrá por objeto cada uno de los distintos artículos o períodos del proyecto pendiente.”
“Ningún asunto podrá ser tratado sin despacho de Comisión, a no mediar resolución adoptada por las dos terceras partes de los votos
emitidos, sea que se formule moción de sobre tablas o de preferencia. Los proyectos que importen gastos, no podrán ser tratados, en
ningún caso, sin despacho de Comisión.”
Comisiones permanentes .
Con el fin de establecer una especialización que redunde en beneficio del mejor conocimiento de los temas que son objeto
de tratamiento legislativo, se crearon, por vía del Reglamento de la Cámara, las comisiones permanentes, que son las
facultadas para dictaminar en los proyectos sometidos a decisión.
La eficiencia del Congreso, en un régimen presidencialista como el nuestro - en mayor medida que en otros regímenes -,
depende en gran parte del buen funcionamiento de las comisiones; ya que se traslada al área parlamentaria un conjunto
importante de negociaciones y de formación de coaliciones muy amplias y heterogéneas, las que dilucidan su accionar
dentro de las comisiones parlamentarias.
El parlamento se vería incapacitado de cumplir con su cometido, si insistiera en manejarse solamente en sesiones
plenarias. Excepcionalmente, una Cámara puede constituirse en pleno como comisión y, en la práctica, salvo por razones
que justifiquen la urgencia del tratamiento, todos los proyectos van a las respectivas comisiones.
En el Senado de la Nación, de acuerdo con lo establecido por dicho reglamento, funcionan veinticuatro comisiones
permanentes y seis comisiones bicamerales permanentes.
Comisiones Permanentes:
● Banca De La Mujer
● De Acuerdos
● De Agricultura, Ganadería Y Pesca
● De Ambiente Y Desarrollo Sustentable
● De Asuntos Administrativos Y Municipales
● De Asuntos Constitucionales
● De Ciencia Y Tecnología
● De Coparticipación Federal De Impuestos
● De Defensa Nacional
● De Derechos Y Garantías
● De Economía Nacional E Inversión
● De Economías Regionales, Economía Social, Micro, Pequeña Y Mediana Empresa
● De Educación Y Cultura
● De Industria Y Comercio
● De Infraestructura, Vivienda Y Transporte
● De Justicia Y Asuntos Penales
● De Legislación General
● De Minería, Energía Y Combustibles
● De Población Y Desarrollo Humano
● De Presupuesto Y Hacienda
● De Relaciones Exteriores Y Culto
● De Salud Y Deporte
● De Seguridad Interior Y Narcotráfico
● De Sistemas, Medios De Comunicación Y Libertad De Expresión
● De Trabajo Y Previsión Social
● De Turismo
Votaciones
Todo proyecto de ley se vota, tanto en general como en particular, por medios electromecánicos o nominalmente a fin de
permitir registrar la forma en que ha votado cada senador. La Cámara puede resolver por mayoría absoluta de sus
miembros presentes obviar este procedimiento cuando existe dictamen de comisión unánime o no se han planteado
disidencias.
Los proyectos de decreto, resolución, comunicación o declaración pueden votarse:
➜Por signos, que consiste en ponerse de pie o en levantar la mano.
➜Nominalmente, por orden alfabético a viva voz. Se hace para elegir o hacer nombramientos previstos en el Reglamento,
la ley o la propia Constitución; o cuando así lo decida la Cámara por mayoría absoluta en el Senado, o por una décima
parte de los diputados presentes debiendo en este caso consignarse en el acta y en el Diario de Sesiones los nombres de
los sufragantes, con la expresión del voto.
➜Por medios electromecánicos o mecánicos.
Ambas Cámaras prevén la posibilidad de rectificar las votaciones que hubieren suscitado dudas respecto de su resultado,
la que debe solicitarla un integrante de la Cámara inmediatamente, la que se practicará con los que estuvieron presentes
en la votación solamente. Si hubiere empate se reabrirá la discusión y si después de ella hubiese nuevo empate, decidirá
el presidente. Los que no hubiesen tomado parte en la votación no podrán intervenir en la rectificación.
Los proyectos de ley que modifiquen el régimen electoral y de partidos políticos deberán ser aprobados por mayoría absoluta del total
de los miembros de las Cámaras.
Artículo 78.- Aprobado un proyecto de ley por la Cámara de su origen, pasa para su discusión a la otra Cámara. Aprobado por ambas,
pasa al Poder Ejecutivo de la Nación para su examen; y si también obtiene su aprobación, lo promulga como ley.
Artículo 79.- Cada Cámara, luego de aprobar un proyecto de ley en general, puede delegar en sus comisiones la aprobación en
particular del proyecto, con el voto de la mayoría absoluta del total de sus miembros. La Cámara podrá, con igual número de votos,
dejar sin efecto la delegación y retomar el trámite ordinario. La aprobación en comisión requerirá el voto de la mayoría absoluta del
total de sus miembros. Una vez aprobado el proyecto en comisión, se seguirá el trámite ordinario.
Artículo 80.- Se reputa aprobado por el Poder Ejecutivo todo proyecto no devuelto en el término de diez días útiles. Los proyectos
desechados parcialmente no podrán ser aprobados en la parte restante. Sin embargo, las partes no observadas solamente podrán ser
promulgadas si tienen autonomía normativa y su aprobación parcial no altera el espíritu ni la unidad del proyecto sancionado por el
Congreso. En este caso será de aplicación el procedimiento previsto para los decretos de necesidad y urgencia.
Artículo 81.- Ningún proyecto de ley desechado totalmente por una de las Cámaras podrá repetirse en las sesiones de aquel año.
Ninguna de las Cámaras puede desechar totalmente un proyecto que hubiera tenido origen en ella y luego hubiese sido adicionado o
enmendado por la Cámara revisora. Si el proyecto fuere objeto de adiciones o correcciones por la Cámara revisora, deberá indicarse el
resultado de la votación a fin de establecer si tales adiciones o correcciones fueron realizadas por mayoría absoluta de los presentes o
por las dos terceras partes de los presentes. La Cámara de origen podrá por mayoría absoluta de los presentes aprobar el proyecto con
las adiciones o correcciones introducidas o insistir en la redacción originaria, a menos que las adiciones o correcciones las haya
realizado la revisora por dos terceras partes de los presentes. En este último caso, el proyecto pasará al Poder Ejecutivo con las
adiciones o correcciones de la Cámara revisora, salvo que la Cámara de origen insista en su redacción originaria con el voto de las dos
terceras partes de los presentes. La Cámara de origen no podrá introducir nuevas adiciones o correcciones a las realizadas por la
Cámara revisora.
Artículo 82.- La voluntad de cada Cámara debe manifestarse expresamente; se excluye, en todos los casos, la sanción tácita o ficta.
Artículo 83.- Desechado en el todo o en parte un proyecto por el Poder Ejecutivo, vuelve con sus objeciones a la Cámara de su origen:
ésta lo discute de nuevo, y si lo confirma por mayoría de dos tercios de votos, pasa otra vez a la Cámara de revisión. Si ambas Cámaras
lo sancionan por igual mayoría, el proyecto es ley y pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación. Las votaciones de ambas Cámaras
serán en este caso nominales, por si o por no; y tanto los nombres y fundamentos de los sufragantes, como las objeciones del Poder
Ejecutivo, se publicarán inmediatamente por la prensa. Si las Cámaras difieren sobre las objeciones, el proyecto no podrá repetirse en
las sesiones de aquel año.
Artículo 84.- En la sanción de las leyes se usará de esta fórmula: El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina, reunidos en
Congreso, ... decretan o sancionan con fuerza de ley.
MÓDULO 3
Artículo 69.- Ningún senador o diputado, desde el día de su elección hasta el de su cese, puede ser arrestado; excepto el caso de ser
sorprendido in fraganti en la ejecución de algún crimen que merezca pena de muerte, infamante, u otra aflictiva; de lo que se dará
cuenta a la Cámara respectiva con la información sumaria del hecho.
Tiene su fundamento en procurar la afirmación de los derechos de las minorías, y de las oposiciones en sus
enfrentamientos con las mayorías y los oficialismos.
Merece ser destacado, en este orden de ideas, que el originario concepto de que para interrogar a un legislador, los
jueces debían requerir lo que se dio en llamar "dasafuero" ha sido desechado, y ambas Cámaras legislativas han
interpretado que el dasafuero sólo es procedente pedirlo cuando se requiere la privación de la libertad física del legislador,
para la sustanciación de una causa o para la ejecución de una sentencia.
De ello se desprende que los jueces pueden avanzar en la investigación de un delito, inclusive citar a un legislador a
declarar como imputado, y aún para indagar, sin que resulte necesario requerir su desafuero.
El “voto de censura” fue incorporado como mecanismo especial y operativo de control de gestión que tiene el Congreso
respecto del Poder Ejecutivo, sin referencia a causales explícitas de remoción por juicio político donde el control alcanza
también al desempeño legal del funcionario.
La moción de censura se puede repetir por distintas causas y se pueden hacer todas las necesarias, pero no por el mismo
motivo. Si las interpelaciones fueron suficientes y no generaron la moción de censura, por aplicación del non bis in ídem
no se podrá dar la recurrencia del pedido de censura por motivos idénticos, análogos o ya juzgados políticamente por el
Congreso.
Este procedimiento no se ha usado, y siguen existiendo las otras vías comunes para la remoción de cualquier ministro.
Frente a una crisis política el Presidente de la Nación puede sustituirlo sin más trámite. El Jefe de Gabinete también puede
ser reemplazado por Juicio Político.
En los sistemas parlamentarios la moción de censura parte de la oposición, normalmente ante un episodio de crisis
política que haya provocado la pérdida del respaldo parlamentario mayoritario a la acción del gobierno.
Bloques partidarios.
En el sistema parlamentario argentin, se conforman lo que se denomina “bloques partidarios”, los cuales reúnen a
legisladores por afinidades políticas e intereses comunes y se hallan contemplados en el reglamento. Dicha institución
encuentra su respaldo en una larga tradición parlamentaria argentina, recogida en los últimos años por el Reglamento del
H. Senado. El objetivo principal de esos bloques es el de mantener un criterio y estrategias políticas coherentes frente a
los diversos problemas e iniciativas que se plantean. La complejidad de la tarea legislativa hace que el trabajo deba
dividirse para no dispersar esfuerzos, siendo los bloques los encargados de determinar y coordinar esta tarea. Los
presidentes de esos bloques, generalmente sirven de nexo con las autoridades del Cuerpo y también con las autoridades
nacionales.
Comisiones Especiales, Bicamerales e Investigadoras. Tienen como objeto el estudio y consideración de temas muy
específicos y cuando los mismos no están previstos en el reglamento.
➜Comisiones especiales: Se pueden crear, para lo cual debe mediar una decisión del cuerpo. Generalmente tienen como
objeto el estudio o consideración de temas muy específicos en un momento determinado.
➜Comisiones bicamerales: Fines similares, compuestas por parlamentarios de ambas cámaras
➜Comisiones investigadoras: Se pueden crear toda vez que doctrinariamente la cuestión no tiene consenso unánime en
lo que se refiere al alcance de la facultad investigadora del Congreso en orden a sus facultades. Pueden ser tanto
unicamerales como bicamerales.
➤Los Diputados representan al pueblo y son elegidos directamente por éste, dependiendo su número de la cantidad de
habitantes. A los fines electorales, el país se divide en distritos, eligiendo cada uno de ellos sus candidatos en forma
proporcional al número de habitantes.
Duran cuatro años en sus cargos y se renuevan por mitades cada dos años, pudiendo ser reelegidos.
➤El Senado de la Nación se encuentra compuesto por setenta y dos Senadores a razón de tres por cada provincia y por
la Ciudad de Buenos Aires. Como se advierte, todos los distritos tienen igual representación, atribuyéndose dos al partido
mayoritario y uno al que le sigue en cantidad de sufragios obtenidos.
Los miembros del Honorable Senado son nominados por el voto popular, cambiando fundamentalmente el sistema que
atribuía tal potestad a las respectivas legislaturas locales.
Todos los Senadores de un mismo distrito concluyen su mandato conjuntamente, ya que es la única forma de poder elegir
dos representantes por el partido que gane la elección y uno por el que finalice en segundo término. Podrán ser reelegidos
indefinidamente. En la misma elección que se vota un titular del cargo, también se elige un suplente.
En la Argentina, la forma en que los votos emitidos por la ciudadanía se traducen en cargos –es decir, el sistema
electoral-, es diferente de acuerdo al cargo de que se trate. De este modo, coexisten tres fórmulas diferentes:
Las agrupaciones políticas, en todos los casos, deberán cumplir con los siguientes pasos y requisitos para presentarse
en las Elecciones Nacionales:
1. Definir su plataforma electoral.
2. Definir los requisitos que deben cumplir los precandidatos que competirán por esa agrupación política en las
elecciones primarias y designarlos.
3. Participar obligatoriamente en las Elecciones Primarias, aún cuando constituyan una lista única.
4. Obtener un total de votos –considerando los de todas sus listas internas- igual o superior al 1,5% de los votos válidos
emitidos en el distrito y para la categoría en la que pretenda competir.
5. Postular en las Elecciones Nacionales exclusivamente a quienes resultaron electos en las respectivas categorías en
las primarias.
Delegación legislativa
Es la habilitación excepcional y limitada que el Congreso puede conferir al Poder Ejecutivo para que éste ejerza
temporalmente algunas de las facultades legislativas que la Constitución otorga al Poder Legislativo. El Congreso
conserva la titularidad de la facultad legislativa delegada, puede ejercerla mientras transcurre el plazo de la delegación e
incluso puede reasumirla anticipadamente derogando la ley mediante la cual se otorga.
Constituye una excepción al principio de división de los poderes y al subprincipio de “corrección funcional”, que establece
que las facultades que la constitución nacional otorga a cada uno de los órganos de gobierno solamente pueden ser
ejercidas por ellos y no por los restantes.
A través de la delegación legislativa se habilita la posibilidad de reemplazar el complejo procedimiento ordinario para la
sanción de las leyes por el Congreso, por uno mucho más sencillo, que sólo requiere la decisión concurrente del
Presidente y del Jefe de Gabinete de Ministros. El fundamento que se ha esgrimido para permitir constitucionalmente la
delegación legislativa es que la demanda normativa que requiere el adecuado funcionamiento de los sistema políticos
contemporáneos, no puede ser adecuadamente atendido por el procedimiento ordinario de sanción de las leyes, dada la
cantidad y complejidad técnica, y la rapidez de respuesta normativa que es necesaria para el eficaz desenvolvimiento de
la vida política en nuestros días .
El procedimiento de la delegación legislativa comienza con la sanción de una ley delegante que establece la materia, las
bases y el plazo de delegación. Continúa luego con la sanción de los reglamentos delegados por parte del Poder
Ejecutivo que, tienen jerarquía normativa de ley, ya que mediante ellos el Presidente ejerce facultades propias del
Congreso.
- Art. 76.- Se prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, salvo en materias determinadas de administración o de
emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que el Congreso establezca. La caducidad
resultante del transcurso del plazo previsto en el párrafo anterior no importará revisión de las relaciones jurídicas dictadas en
consecuencia de la delegación legislativa.
- Art. 100, inc. 12º.- Corresponde al Jefe de Gabinete de Ministros refrendar los decretos que ejercen facultades delegadas, los que
estarán sujetos al control de la Comisión Bicameral Permanente.
- Cláusula transitoria octava:“La legislación delegada preexistente que no contenga plazo establecido para su ejercicio caducará a
los cinco años de la vigencia de esta disposición, excepto aquella que el Congreso de la Nación ratifique expresamente por una nueva
ley”.
Consideramos que la decisión del Constituyente fue dejar a un lado, de algún modo, la insincera doctrina jurisprudencial
de la delegación impropia y establecer un nuevo régimen constitucional de la delegación legislativa, para que rigiese
desde entonces en adelante esta práctica del gobierno moderno.
Se parte de la prohibición de la delegación legislativa como principio general, para luego admitirla excepcionalmente bajo
las siguientes condiciones:
La delegación legislativa en “materia determinada de administración”. Toda materia asignada por la Constitución
Nacional al Poder Legislativo que se relacione con la administración del país.
Se considerarán materias determinadas de administración, aquellas que se vinculen con:
a) La creación, organización y atribuciones de entidades autárquicas institucionales y toda otra entidad que por disposición
constitucional le compete al Poder Legislativo crear, organizar y fijar sus atribuciones. Quedan incluidos en el presente inciso, el
correo, los bancos oficiales, entes impositivos y aduaneros, entes educacionales de instrucción general y universitaria, así como las
entidades vinculadas con el transporte y la colonización;
b) La fijación de las fuerzas armadas y el dictado de las normas para su organización y gobierno;
c) La organización y atribuciones de la Jefatura de Gabinete y de los Ministerios;
d) La creación, organización y atribuciones de un organismo fiscal federal, a cargo del control y fiscalización de la ejecución del
régimen de coparticipación federal;
e) La legislación en materia de servicios públicos, en lo que compete al Congreso de la Nación;
f) Toda otra materia asignada por la Constitución Nacional al Poder Legislativo, que se relacione con la administración del país.
Emergencia pública: Situaciones que derivan de acontecimientos extraordinarios, imprevisibles o bien inevitables con
los recursos ordinarios, y que tienen una repercusión muy honda y extensa en la vida social, de suerte que demandan
remedios también extraordinarios. Abarca un hecho cuyo ámbito temporal difiere según circunstancias y modalidades de
épocas y sitios. Se trata de una situación extraordinaria que influye sobre la subsistencia misma de la organización
jurídica y política, o el normal desenvolvimiento de sus funciones. (Corte Suprema)
Puede ser general o estar referida a un ámbito concreto de vida social (economía, salud, educación, seguridad, etc.);
puede abarcar todo el territorio del país o una porción determinada. La apreciación de la existencia de esa situación de
emergencia es una facultad discrecional que debe ponderar con razonabilidad el propio Congreso.
La delegación legislativa establecida mediante un decreto de necesidad y urgencia no es válida ni entra en vigencia
hasta que dicha norma sea expresamente ratificada por ambas Cámaras del Congreso. Tampoco es delegable la
facultad de ratificar reglamentos de necesidad y urgencia dictados por el Poder Ejecutivo. Todas estas prácticas lesionan
la esencia misma del principio de división de poderes.
El plazo de la delegación
El Constituyente de 1994 ha querido que toda delegación legislativa sea transitoria y esté sujeta a plazos establecidos en
la ley delegante bajo pena de nulidad.
- El Congreso debe fijar siempre un plazo preciso y determinado para la delegación legislativa. No serían válidas para la
determinación del plazo fórmulas tales como “mientras dure la emergencia”, “hasta tanto se regularice la situación”, etc.
En todo caso, el Congreso puede decidir la prórroga del plazo fijado inicialmente, a través del dictado de una nueva ley.
También puede delegar en el Poder Ejecutivo la decisión de prorrogar el plazo inicial de la delegación, siempre y cuando
esta prórroga esté limitada de antemano.
- Dentro del genérico parámetro que nos provee el concepto indeterminado de la razonabilidad como pauta que debe
guiar todos y cada uno de los actos estatales, el Congreso puede fijar el plazo que estime más conveniente, contando
para ello con una amplia discrecionalidad. Una buena técnica legislativa debería prever una cierta fundamentación por
parte del Congreso del plazo elegido, aunque ello no es un requisito necesario para su validez.
- Mediante una ley, el Congreso podría también fijar, con carácter supletorio, un plazo general para todas las
delegaciones legislativas.
- Si el Congreso omite la fijación del plazo, deviene inconstitucional la delegación legislativa y la legislación delegada
dictada en su consecuencia.
- La posibilidad de ejercer la facultad no se agota con el primer acto de ejercicio de ella, sino que subsiste durante todo el
plazo previsto. Durante ese período, el Poder Ejecutivo puede modificar, completar o derogar los reglamentos delegados
ya dictados.
- El Congreso puede reasumir las potestades legislativas delegadas en el Poder Ejecutivo, antes del vencimiento del
plazo, derogando mediante una nueva ley la norma en la que se las concedió. Esta ley podría ser vetada por el Poder
Ejecutivo.
- El Congreso conserva en todo momento la titularidad y la posibilidad de ejercer la potestad legislativa que delega. Sin
embargo, esto último es muy poco adecuado para la funcionalidad del sistema político.
- El vencimiento del plazo sólo produce la caducidad de las delegaciones legislativas otorgadas, pero no la derogación
de los reglamentos delegados dictados en su consecuencia.
El control del reglamento delegado por la Comisión Bicameral Permanente y por el Congreso
En el art. 100, inc. 12º se establece que los reglamentos delegados “estarán sujetos al control de la Comisión Bicameral
Permanente”.
Son las Cámaras del Congreso, las que titularizan el control legislativo de los decretos delegados. Ese control no se
agota, pues, con la actuación de la Comisión Bicameral Permanente.
El Poder Ejecutivo deberá someter los decretos delegados a consideración de la Comisión Bicameral Permanente,
dentro de los diez días de su dictado.
En cuanto al dictamen de la Comisión Bicameral sobre los decretos delegados, ésta deberá expedirse acerca de la
validez o invalidez del decreto y elevar el dictamen al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento. También se
faculta a la Comisión para consultar a las comisiones permanentes que tengan competencia en función de la materia
regulada por el decreto. El dictamen, debe pronunciarse expresamente sobre la procedencia formal y la adecuación del
decreto a la materia y a las bases de la delegación, y al plazo fijado para su ejercicio. El examen de la Comisión también
abarcará la verificación de si el decreto delegado:
- Regula una materia que fue objeto de delegación; Es el aspecto más complejo del cometido. Corresponderá determinar
si el decreto delegado se ajusta al marco en el cual debía ser ejercida la delegación, es decir, a los límites fijados por el
Poder Legislativo en la ley de delegación. Las bases establecidas en la ley delegante son los criterios, objetivos, fines,
sentidos o metas que debe seguir el órgano delegado, que podrán ser más o menos determinados según lo haya
dispuesto el propio Congreso, en la respectiva ley de delegación, aunque obviamente no podrán habilitar una total
discrecionalidad.
- Se adecua a las “bases” de la delegación, Una situación particular que podría plantearse es el supuesto en el cual la
Comisión considere que la ley delegante carece de bases adecuadas. La Comisión podría advertir esa circunstancia,
conjuntamente con su eventual despacho desfavorable a la aprobación o ratificación del decreto delegado, e impulsar,
por el trámite parlamentario correspondiente, la derogación o adecuación de la respectiva ley de delegación.
- Fue emitido dentro del plazo fijado para la delegación. Sólo deberá verificarse si el decreto fue dictado dentro del plazo
establecido en su delegación.
MÓDULO 4
TÉCNICA LEGISLATIVA.
Técnica Legislativa: Arte y la destreza necesarias para llegar a una correcta y eficaz elaboración de la ley. Se conforma
por los procedimientos, formulaciones, reglas, estilos ordenados y sistematizados, que tratan a la ley durante su proceso.
Se trata de un saber instrumental, de un saber práctico, donde la motivación consiste en realizar la acción legislativa.
La función política
Legislar es emprender un largo camino intelectual que parte de la identificación de una demanda social. Esta puede
originarse en una situación de descontento, rabia, preocupación o esperanza de las personas y exige para su
satisfacción la sanción de una ley o la modificación o derogación de normas preexistentes . A partir de ella se busca
interesar al legislador para que haga suya tal decisión y formalmente active el procedimiento parlamentario a través de la
presentación de un proyecto.
En algunos supuestos, el único actor de este proceso es el decisor político y es él quien transmite a su redactor
legislativo una decisión completa en contenido y forma. Determina con claridad cuál es el texto del dispositivo normativo
y cuáles sus fundamentos. Es al mismo tiempo decisor político y experto en el tema. Sin embargo, en la mayoría de los
casos, diferentes sujetos actúan en el proceso. El ciudadano común, la entidad u organización intermedia descubre la
necesidad; el intelectual, docente o experto aconseja como solución la sanción de una norma modificatoria o derogatoria
del sistema jurídico vigente y todos ellos se suman en una tarea destinada a convencer al legislador sobre la
procedencia de la cuestión. Todos intentan influir sobre el decisor político e impulsarlo a poner en funcionamiento el
procedimiento legislativo. Quienes así se interesan en la sanción de una norma resultan los más importantes
proveedores de información.
Esta información, fundamental e indispensable para la toma de la decisión, debe ser cuidadosamente analizada por el
legislador por cuanto responde a los intereses propios de quienes la suministran. En muchos casos estos antecedentes
e informes no podrán competir con los resultados de la tarea de investigación y análisis que realizan los organismos de
asesoramiento pertenecientes a los cuerpos legislativos pero, en otras situaciones, intentarán suplir las deficiencias de
tales dependencias.
La intervención del técnico legislativo que sugiere una modificación o la derogación de un texto legal con el solo objeto
de evitar incoherencias o falta de correspondencia entre las normas que se le han encomendado elaborar y las vigentes.
Aceptar o no esta propuesta queda en manos del decisor político; el técnico sólo provee la información.
Una vez presentado el proyecto se suceden diferentes instancias que requieren de la toma de nuevas decisiones
políticas. El proyecto en comisión es sometido a revisión, es analizado por otras personas y criticado a la luz de nueva
información. El legislador autor de la iniciativa y miembro de la comisión de estudio volverá a decidir sobre el tema, pero
esta vez junto a sus pares, integrando la voluntad colectiva, coincidente o no con los términos de su decisión originaria.
Si, por el contrario, el autor no es miembro de la comisión, no participará de la decisión pero de seguro abogará por su
iniciativa en forma similar a la de un grupo de interés. Por último, se sellará la decisión con el voto en el plenario del
cuerpo.
Una excepcional instancia de participación del legislador en la formación de la decisión legislativa proviene de su
intervención en ocasión del tratamiento del proyecto en el ámbito del bloque político al que pertenece o en las
Comisiones de Labor Parlamentaria o en los Comités de Conferencia. A través de estas etapas la decisión política
individual se transforma en voluntad de un cuerpo colegiado, modificándose posiblemente en su contenido a fin de lograr
una norma consentida por todos.
Distintos factores confluyen y proveen al legislador de elementos para la toma de estas decisiones:
-Conocimientos que derivan de sus propias vivencias como hombre y ciudadano
-Conocimientos acerca de su distrito, de las características de su gente, de sus conflictos e intereses.
-Conocimientos expertos y legos derivados de su formación profesional y su actividad laboral.
-Conocimientos generales de las necesidades e intereses de grupos y comunidades.
-Formación ética
-Saberes adquiridos en su propia vida parlamentaria.
Su visión se completa con el asesoramiento externo específico en los temas de su interés.
En todo el proceso el hecho más perturbante lo constituye la necesidad de tomar decisiones en tiempos reales sobre
temas muy diferentes, con conocimiento limitado de lo que está efectivamente ocurriendo y, más aún, de las implicancias
que tendrán en el futuro.
La función legislativa
El técnico legislativo, redactor o proyectista de una ley debe crear un texto normativo que refleje con precisión, claridad y
simplicidad la voluntad política que se le transmite. Debe atender las cuestiones técnicas que hacen a la redacción,
estructura y la lógica interna de sus normas pero, además, debe analizar la constitucionalidad de la propuesta y su
correspondencia con el ordenamiento jurídico vigente.
De él se exige:
-Habilidad intelectual para interpretar y extraer lo sustancial del conocimiento experto y para discernir entre varias
soluciones.
-Capacidad de investigación.
-Capacidad de selección y de procesamiento adecuado de la información.
-Capacidad de trabajo y modestia para someter su trabajo a constantes revisiones.
-Capacidad para trabajar en equipo, compartir información y consensuar respuestas.
-Respeto a los límites que le impone el propio ámbito de desarrollo de su tarea.
Técnico y legislador deben trabajar en una estrecha relación de confianza mutua.
2.Investigación de antecedentes. Búsqueda de antecedentes para completar el contenido del proyecto y sus
fundamentos. La consulta se dirige entonces a los organismos de asesoramiento propios del cuerpo legislativo. Se
exploran las prácticas parlamentarias, los precedentes del proyecto (volcados en debates, trabajos de comisiones), y la
memoria de los funcionarios legislativos. También se consulta a fuentes externas al parlamento.
Entre los antecedentes más comúnmente investigados podemos mencionar:
Legislativos: normas vigentes y disposiciones derogadas expresa o implícitamente, que enfocan la materia en estudio,
sean de origen nacional, provincial o de derecho comparado. Es fundamental analizar las normas vigentes a fin de evitar
crear disposiciones que repitan a otras o que interfieran con ellas.
Parlamentarios: proyectos de legisladores no sancionados, versiones de debates parlamentarios, trabajos de
Comisiones de Asesoramiento (dictámenes no aprobados por los cuerpos legislativos o vencidos por imperio de normas
de caducidad)
Doctrinarios: disponibles en bibliotecas, centros de estudio, fundaciones destinadas a la investigación teórica, bancos de
datos
Jurisprudenciales: si fueran pertinentes, con consulta de colecciones jurídicas y sistemas de informática jurídica.
3.Análisis de fondo. En este momento, el redactor debe analizar el tema y sus antecedentes a fin de determinar:
- Si su contenido se ajusta o no a las atribuciones que la Constitución deslinda para el Poder Legislativo.
- Si la oportunidad en que se encara la reforma o se crea la nueva norma es socialmente propicia.
- La posibilidad de efectiva implementación de las soluciones o procedimientos seleccionados
- El grado de consenso que sobre el tema exista en las Comisiones de Asesoramiento Parlamentario y su posible
acogida por el plenario del cuerpo legislativo.
No implica que el técnico legislativo deba invadir el ámbito propio de decisión del legislador. El político ha optado por una
de las posibles soluciones al caso dado, resta al técnico proveer el mejor texto, el más adecuado para contener dicha
voluntad. Sus conocimientos, habilidades y experiencia evitarán inconvenientes derivados de la selección de soluciones
imposibles de implementar, la falta de datos, o la inobservancia de prácticas parlamentarias arraigadas.
4.Elección de la forma de presentación y diseño de estructura. El técnico debe analizar el proyecto en relación con las
formas de presentación que determinan las normas reglamentarias del cuerpo legislativo y adoptar la que corresponda.
Será un proyecto de ley, de resolución, de comunicación, de declaración, etc. y deberá respetar las exigencias que para
cada caso se indiquen. Luego, deberá diseñar la estructura del texto legal, a manera de índice temático de los
contenidos del proyecto. Elegirá un orden y disposición de las partes. Determinará los casilleros a completar con texto
normativo y los titulará provisoriamente. En todo este proceso, el técnico debe tener presente que el proyecto ha de
resultar de fácil comprensión para su destinatario, ya sea lego o profesional.
5.Redacción del proyecto Comprende la redacción del proyecto y sus fundamentos. El texto ha de resultar claro y
preciso.
6.Consulta con el decisor político El texto producido es elevado al decisor político para su corrección.
7.Revisión final del proyecto. Encaminada a asegurar la producción de un acto legislativo oportuno y conveniente, que
resulte de aplicación efectiva y refleje la realidad social, económica, cultural o política que se pretende describir.
Debe presentar los siguientes caracteres:
- Integralidad: debe ser un acto legislativo completo, que contenga todas las normas pertinentes; que no presente
lagunas técnicas que requieran de otros actos legislativos.
- Irreducibilidad: no debe expresar más de lo necesario; no debe contener reiteraciones ni excesos legislativos.
- Coherencia: no debe presentar contradicciones o inarmonías, o soluciones diferentes para iguales supuestos.
- Correspondencia: el acto legislativo debe insertarse correctamente en el ordenamiento jurídico, indicando con
precisión las derogaciones y modificaciones de otras normas.
- Realismo: el acto legislativo debe ser producto de un análisis integral de la realidad social y predecir que producirá los
efectos que se persiguen a través de él.
8.Presentación. A esta etapa la conforman los pasos propios de la rutina de impresión del proyecto en modo claro y
legible por el tipo y tamaño de letra; su firma; la preparación de las copias necesarias para su presentación e ingreso a la
Legislatura.
9.Seguimiento Una vez ingresado el proyecto se sigue una etapa de registración, creando una carpeta de archivo del
proyecto, de sus antecedentes más importantes y de las sucesivas publicaciones de la legislatura en que se lo consigne.
Es preciso conservar la información indispensable para realizar el seguimiento del expediente en su trámite legislativo en
las comisiones y en el recinto.
EL TEXTO NORMATIVO
La estructura del texto normativo
La estructura de un texto normativo consiste en el orden y distribución de las partes que componen su dispositivo. Se
trata de un ejercicio de diseño, que permite desarrollar el primer borrador del proyecto legislativo y controlar finalmente
su contenido. En términos de estructura no existen reglas de aplicación obligatoria. El redactor debe ser muy flexible en
la adopción de la estructura de un texto y nunca perder de vista al destinatario final de la norma, quien debe poder
comprender y aprehender fácilmente su contenido. Asimismo, todo texto políticamente consensuado es más valioso que
uno técnicamente perfecto, pero carente de apoyo político.
En términos generales el correcto diseño de la estructura del dispositivo de un texto normativo implica satisfacer
mínimamente:
-El texto debe ser introducido por un título general, abarcativo del objeto de la ley.
-De ser necesarias las definiciones, ellas deben situarse entre las disposiciones preliminares de la ley, antes de ella o
en un anexo. Si sólo corresponden a algunas normas pueden ubicarse en el inicio de la parte, sección o capítulo que
contiene las normas a las que se aplican.
-Las normas deben organizarse temáticamente.
-Si la ley determina la creación de órganos, estos deben ubicarse antes del procedimiento que se les establezca y
éste último debe ser descripto cronológicamente.
-En un mismo texto normativo pueden efectuarse remisiones internas, siendo deseable que ellas se realicen respecto
de artículos anteriores porque el lector ya las conoce.
-El texto debe ordenarse sistemáticamente.
-Si el texto contiene disposiciones para diferentes sujetos o grupos de sujetos, debe disponerse de secciones propias
para cada uno de ellos.
-Todas sus partes exigen denominación propia.
-Sus artículos deben epigrafiarse.
-Deben citarse expresamente todas las normas que se derogan o modifican.
-En los casos en que se pretende reformar o sustituir normas insertas en un cuerpo legal conocido, tradicional y de
frecuente aplicación, como los códigos o leyes fundamentales, es preferible conservar la estructura original de dicho
texto normativo.
El estilo de la redacción normativa. Debe caracterizarse por la concisión, precisión y claridad, a fin de asegurar la certeza
preceptiva, es decir, el conocimiento indubitable de los preceptos o normas que contiene. Según algunos autores, el
estilo normativo debería ser el más preciso y claro después del matemático. Sin embargo, suele ser uno de los más
oscuros y ambiguos. Con frecuencia se justifica esta condición por su carácter técnico. Pero también con frecuencia, los
primeros en reconocer su oscuridad son los especialistas en la materia.