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28 DE SEPTIEMBRE DE 2023

forma del estado


TEORÍA GENERAL DEL ESTADO

Fernando José Ramírez Arballo


INESAP-SONORA
Nogales, sonora.
DEFINICIÓN DE ESTADO

Un Estado es una organización política constituida por un conjunto


de instituciones burocráticas estables, a través de las cuales ejerce el monopolio del uso
de la fuerza (soberanía) aplicada a una población dentro de unos límites territoriales
establecidos.

Antes de Maquiavelo, los conceptos que referían al estado muchas veces se confundían la
Dinastía gobernante con el aparato estatal.

En los Diálogos de Platón, se narra la estructura del Estado ideal, pero


es Maquiavelo quien introdujo la palabra Estado en su célebre obra El Príncipe: usando el
término de la lengua italiana «Stato», evolución de la palabra «Status» del idioma latín.

Los Estados y soberanías que han tenido y tienen autoridad sobre los hombres, fueron y
son, o repúblicas o principados.
Maquiavelo, El Príncipe.

Si bien puede considerarse que el deseo de mandar es innato, el ser humano ha civilizado
el instinto de dominación, transformándolo en la autoridad. Y ha creado el Estado para
legitimarla.

Las sociedades humanas, desde que se tiene noticia, se han organizado políticamente. Tal
organización puede llamarse Estado, en tanto y en cuanto corresponde a la agregación de
personas y territorio en torno a una autoridad, no siendo, sin embargo, acertado entender
la noción de Estado como única y permanente a través de la historia.

De una manera general, entonces, puede definírsele como la organización en la que


confluyen tres elementos, la autoridad, la población y el territorio. Pero, esta noción
ambigua obliga a dejar constancia de que, si bien el Estado ha existido desde la
antigüedad, solo puede ser definido con precisión teniendo en cuenta el momento
histórico.
Del estado de la Antigüedad no es predicable la noción de legitimidad, por cuanto surgía
del hecho de que un determinado jefe (rey, tirano, príncipe) se apoderase de cierto
territorio, muchas veces mal determinado, sin importar el sentimiento de vinculación de la
población, generalmente invocando una investidura divina y contando con la lealtad de
jefes y jefezuelos regionales. Así fueron los imperios de la antigüedad, el egipcio y el persa,
entre ellos.

La civilización griega aportó una nueva noción de Estado. Dado que la forma de
organización política que la caracterizó correspondía a la ciudad, la polis, se acordaba a la
población una participación vinculante, más allá del sentimiento religioso y sin poderes
señoriales intermedios. Además, estando cada ciudad dotada de un pequeño territorio, su
defensa concernía a todos los ciudadanos, que se ocupaban de lo que hoy se llama el
interés nacional.

En el régimen feudal prevalecieron los vínculos de orden personal, desapareciendo tanto


la delimitación estricta del territorio como la noción de interés general. El poder central
era legítimo pero débil y los jefes locales fuertes, al punto que estos ejercían atributos
propios del príncipe, como administrar justicia, recaudar impuestos, acuñar moneda y
reclutar ejércitos.

Y, finalmente, el estado moderno incorpora a la legitimidad, heredada del feudal, la


noción de soberanía, un concepto revolucionario, tal como señala Jacques Huntzinger, 21
quien atribuye el paso histórico de una sociedad desagregada y desmigajada, pero
cimentada en la religión, a una sociedad de estados organizados e independientes unos de
otros.

Pero, este estado moderno, surgido de la aspiración de los reyes a desembarazarse de los
lazos feudales y de la jerarquía eclesiástica, el estado –nación, la unión de un poder
central, un territorio y una población alrededor del concepto revolucionario de la
soberanía, habría de conocer dos formas, dos definiciones diferentes, la primera, el estado
principesco y la segunda, el estado democrático.

El estado principesco, se caracterizó por el poder personal ejercido uniformemente sobre


un territorio estrictamente delimitado. El príncipe era el soberano, con atribuciones
internas y externas. Dentro de su territorio, cobraba impuestos y producía leyes de
carácter general, aplicadas coercitivamente, mediante el monopolio de la fuerza pública.
Internacionalmente, representaba y obligaba a su Estado.

Y el estado democrático, surgido de las revoluciones inglesa, norteamericana y francesa,


trasladó la soberanía del príncipe a la nación. Sus poderes fueron asumidos por
organismos surgidos de consultas a la población, mediante reglas de juego previa y
claramente definidas. Y al igual que en las polis griegas, el sentimiento patriótico se
desarrolló y con él los de pertenencia, civismo e interés nacional.

Sea que se practique la democracia o solo se adhiera verbalmente a ella, el proceso


histórico descrito ha llevado a la extensión del estado - nación como forma política. Los
principios desarrollados en Europa y Norteamérica se propagaron con la descolonización
producida durante el siglo XX y así, tal como afirma Huntzinger, se “ha llegado a
universalizar el modelo de estado – nación de tal modo que el planeta, ahora, se
encuentra poblado de estados.”

Estado, Nación y Gobierno

 No debe confundirse con el concepto de gobierno, que sería solo la parte


generalmente encargada de llevar a cabo las funciones del Estado delegando
en otras instituciones sus capacidades. El Gobierno también puede ser
considerado como el conjunto de gobernantes que, temporalmente, ejercen
cargos durante un período limitado dentro del conjunto del Estado.
 Tampoco equivale totalmente al concepto, de carácter más ideológico, de
"Nación", puesto que se considera posible la existencia de naciones sin Estado
y la posibilidad de que diferentes naciones o nacionalidades se agrupen en
torno a un solo Estado. Comúnmente los Estados forman entes denominados
"Estado Nación" que aúna ambos conceptos, siendo habitual que cada nación
posea o reivindique su propio Estado.

Existen distintas formas de organización de un Estado, pudiendo abarcar desde


concepciones "centralistas" a las "federalistas" o las "autonomistas", en las que el Estado
permite a las federaciones, regiones o a otras organizaciones menores al Estado, el
ejercicio de competencias que le son propias pero formando un único Estado (lo que
sucede, por ejemplo, en Suiza, Alemania o EE. UU.).
DEFINICIÓN DE RÉGIMEN

Un régimen hace referencia al sistema de gobierno de posee un determinado Estado.


Abarcando las relaciones con el poder, su ámbito jurídico y las libertades y derechos que
poseen sus ciudadanos.

RÉGIMEN POLÍTICO:

El régimen político establece la situación de todos sus componentes, así como las
relaciones entre ellos. Su clasificación es muy amplia, siendo la democracia el primer
criterio que se toma en cuenta.

Regímenes democráticos

Son las consideradas como democracias plenas. Muchos autores han establecido los
requisitos para que un régimen pueda ser considerado como democrático. Pippa Norris,
reputada politóloga establece cuatro condiciones:

 Elecciones libres.
 Derecho a voto para toda la población adulta.
 Provisión de libertades civiles y derechos políticos.
 Que los cargos elegidos tengan capacidad real de obrar sin interferencias externas.

Robert Dahl establece ocho condiciones, algunas se incluyen en la lista anterior, otras son
algunas como: fuentes alternativas de información o que los políticos electos sean
dependientes de los ciudadanos.
Dentro de estos regímenes, según se organizan los distintos poderes estatales, tenemos
los siguientes tipos:

Regímenes híbridos

Los regímenes híbridos son aquellos que combinan elementos de los sistemas autoritarios
y de las democracias. Constituyéndose como una categoría propia que, según el caso
concreto, se acercará más a uno u a otro. Pero hay que tener en cuenta que son sistemas
con su propia categorización.

Entre ellos, distinguimos los siguientes tipos:

 Pseudodemocracias: En estos regímenes las elecciones son una fachada que


legitiman el régimen y su gobierno. Este último, a su vez, domina las asambleas y
los medios de comunicación. Irán es un ejemplo de este tipo de régimen. Podemos
encontrar estos subtipos: democraduras, en las que se manipula el voto;
autoritarismo hegemónico, donde la competencia no es plena; y los regímenes
censitarios, donde se prohíbe la participación a ciertos sectores.
 Autoritarismo competitivo: Son regímenes que poseen elecciones e instituciones
democráticas. Pero el poder del gobierno es tan grande que realizan abusos
constantes de poder. En este caso, al contrario que en las pseudodemocracias, las
elecciones no son una mera fachada; pero sí es muy complicado el cambio debido
al control de los medios y de la justicia. Un ejemplo de este tipo de régimen es
Rusia.

Autocracias
Son el tercer tipo de régimen, caracterizados en general por una gran escasez de derechos
y libertades y la represión de la oposición política. Dentro de estos regímenes
encontramos también numerosos tipos, aunque dentro de ellos también se aprecian otros
subtipos:

 Autoritarismo: Son regímenes desideologizados y con un pluralismo muy limitado.


Son tradicionalistas y conservadores y buscan la congelación del país en la
situación previa a la instauración del régimen. El cual ha sido instaurado como
protección ante amenazas de cambio. Tienen una escasa movilización y no hay
liderazgo carismático. Ejemplo: España de Franco.
 Totalitarismo: Es quizá el régimen menos democrático, posee una alta
ideologización y se elimina cualquier atisbo de pluralismo. También se desea una
alta participación de la sociedad en el régimen, asegurando así su legitimación. El
liderazgo es carismático. Ejemplos: URSS de Stalin o la Alemania de Hitler.
 Despotismo o tiranía: El tirano ejerce su poder sin límites, disponiendo del país y
sus recursos como le viene en gana. Se fusiona lo público y lo privado. El líder está
personificado y la ideología se sostiene mediante símbolos y ceremonias. Ejemplo:
Corea del Norte.
 Caocracia: Sinónimo de Estado fallido. Es el país en los que el Estado se ha
derrumbado y no monopoliza la violencia. Los guerrilleros y jefes de
la guerra locales tienen poder ilimitado y controlan sus zonas de poder. Un caso
muy claro es el de Somalia.
SISTEMA O RÉGIMEN DEMOCRÁTICO

El significado etimológico de democracia es gobierno del pueblo por el pueblo y deriva de


las palabras griegas demos (pueblo) y cratos (poder o gobierno). De esta manera, la
democracia es una forma de gobierno, un modo de organizar el poder político en el que lo
decisivo es que el pueblo no es sólo el objeto del gobierno lo que hay que gobernar sino
también el sujeto que gobierna. Aunque democracia quiera decir gobierno del pueblo, no
en todas las épocas se ha entendido lo mismo por pueblo, en la época clásica pueblo no
significaba lo mismo que ahora. Para los clásicos helenos democracia significaba un
conjunto de personas, ciudadanos de Atenas, que se consideraban iguales entre sí en
tanto que compartían una capacidad o atribución de la que carecían el resto de los
habitantes de esa ciudad-estado: la de gobernar a la sociedad en la que vivían (Borea
Odría 2003, 347). Los esclavos, las mujeres y los minusválidos no formaban parte de la
comunidad. Adicionalmente en la democracia antigua la población se concentraba en
ciudades pequeñas (polis). Esto definía las características de este sistema de gobierno: 1.
Los hombres participaban directamente en las decisiones, y 2. Las decisiones tenían que
ser consensuadas. A medida que las sociedades occidentales fueron adquiriendo un mayor
nivel de complejidad, empezó a ser más difícil que los hombres participaran directamente
en las decisiones y que éstas fueran consensuadas. El pueblo ya no lo conforma sólo un
grupo limitado. En la actualidad el sistema democrático es el sistema de gobierno en el
que participan todos los habitantes con edad suficiente que forman parte de la sociedad.
PODER INTERESTATAL

A veces también llamado sistema interestatal o sistema intergubernamental, o


incluso sociedad internacional) es utilizada en el marco de la teoría de las relaciones
internacionales, así como en geopolítica y en derecho internacional, con el fin de
principalmente designar las relaciones de los Estados, entre sí y con otros organismos
también sujetos del derecho internacional. O sea y en definitiva, este concepto designa al
ambiente o entramado constituido por los Estados y por diversas instituciones
internacionales tales como la ONU, la OCDE, el BID, etc. El término es de uso corriente en
la enseñanza y la práctica de las relaciones internacionales, generalmente utilizado con
una significación amplia. Tras esta expresión, subyace la idea de que existe una
jerarquización entre los diferentes actores, basadas en las capacidades políticas,
diplomáticas, militares, y económicas, de cada cual. Con alguna frecuencia, el término
hace simplemente referencia a los "Gobiernos del mundo" o los "Estados del mundo".

El sistema internacional es un concepto clave de las relaciones internacionales,


reconociendo que las relaciones entre los estados no deberían estar inspiradas por
simpatías o por cuestiones coyunturales o momentáneas, o por el simple dominio del más
fuerte y con mayor poder, sino que deberían ser orientadas por elementos estructurales y
formales, y por prácticas arraigadas, como las ofrecidas por: las leyes internacionales y los
ámbitos de discusión de los organismos internacionales; las alianzas, los acuerdos
internacionales, los convenios, las asociaciones o agrupaciones, etc. Esta aproximación
teórica a la cuestión, permite avizorar y/o formular un cuadro o marco concreto del
desarrollo de las relaciones internacionales, en donde además de los procedimientos y de
las normativas y de las cortes internacionales de justicia, inevitablemente también deberá
tenerse en cuenta el peso o la importancia de cada uno de los actores, ya sea que se
consideren exclusivamente las cuestiones económicas, o los asuntos político-militares, o
las realidades demográficas, o todos los elementos diferenciadores en su conjunto. La
ausencia de un sistema internacional o su muy escaso desarrollo seguramente daría paso
a

la "anarquía internacional", que resultaría muy inconveniente sobre todo para los actores
con más debilidades.

Como ejemplos representativos, podrían citarse el "Sistema europeo del siglo XIX", que
orientaba las relaciones en una forma multipolar, así como también el modelo bipolar
imperante en buena parte del siglo XX, caracterizado por la rivalidad entre Estados
Unidos y la URSS. El mundo actual tiende a organizarse con una estructura multipolar,
dado el importante desarrollo de China y de India, así como la consolidación progresiva de
la Unión Europea.

Y como no podía ser de otra manera, existen marcadas diferencias de enfoque sobre
este concepto, según lo apliquen los teóricos, los politólogos, los geógrafos,
los economistas, o los juristas.

Por una facilidad de exposición y de comprensión, la historia frecuentemente es dividida


en períodos, según el sistema internacional en vigor: se habla así del sistema de
Westfalia después de la Guerra de los Treinta Años, de sistema bipolar en oportunidad de
la guerra fría, de sistema unipolar luego del desmembramiento de la URSS y de la caída
del socialismo europeo, y de sistema multipolar con posterioridad y hasta nuestros días,
abarcando por el momento los primeros años del siglo XXI.
BIBLIOGRAFÍA

Weber, Max Economía y Sociedad. Fondo de Cultura Económica,1992

http://es.wikipedia.org/wiki/democracia

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