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CASO RELATIVO A LA CONTROVERSIA FRONTERIZA (BURKINA

FASO vs LA REPUBLICA DE MALI) Fallo de 22 de diciembre de


1986
(Caso Práctico elaborado por la Profesora Ana Garrido)

Tras su independencia en 1960, Burkina Faso (antiguo Alto Volta en la


época de la colonización francesa), y Mali iniciaron negociaciones para la
fijación de la línea fronteriza entre ambos Estados. Después de muchas
reuniones y de un enfrentamiento armado, la Organización para la Unidad
Africana (OUA) estableció en 1974 una Comisión de Mediación (integrada
por Togo, Níger, Guinea y Senegal), entre cuyas funciones estaba
encontrar una solución a la controversia sobre la frontera. Ambos Estados
acordaron buscar una solución a la controversia sobre la base de las
recomendaciones de la Comisión de Mediación.
El 11 de Abril de 1975 el Presidente de Mali hizo unas declaraciones a la
Agencia France-Press en las que dijo: “ Incluso si la Comisión de Mediación
de la OUA decide que la línea fronteriza pasa por Bamako (capital de
Mali), mi gobierno acatará dicha decisión”.
La Comisión no pudo realizar su cometido debido a la negativa de Mali a
autorizar el sobrevuelo de su territorio por parte del Instituto Geográfico
francés, el cual había sido propuesto por la Comisión para tomar
fotografías aéreas de la zona fronteriza en disputa. Así estaba la cuestión
cuando se sometió el asunto al Tribunal Internacional de Justicia.

1.- De los conocimientos que tiene, hasta el momento, de la asignatura de


Derecho Internacional Público, con qué relacionaría la creación de una
Comisión de Mediación.
2.- ¿Considera que la manifestación realizada por el Presidente de Mali es
un acto unilateral? Razone la respuesta.
3.- Lea el texto que aparece al final y coméntelo. ¿Sigue pensando que es
un acto unilateral?.
4.- ¿Cuál es la capital de Burkina Faso?
5.- ¿Cómo se llama la franja que origino el conflicto fronterizo?
6.- ¿Cómo resolvió el TIJ el conflicto?. Busque información al respecto.

El elemento intencional aparece como esencial para poder perfeccionar la formulación de


un acto jurídico unilateral.

Este aspecto en el que se quiere profundizar determina que será el criterio de la intención
del autor el que permitirá comprobar si se está en presencia de un acto sin alcance jurídico
o de un acto unilateral estatal constitutivo de un compromiso unilateral internacional. Así,
por ejemplo, insistiendo en el valor de este requisito, el Tribunal Internacional de Justicia en
1986, en el asunto de la Diferencia fronteriza entre Burkina Faso y Mali, consideró que una
declaración del Jefe de Estado de Mali no constituía un acto unilateral comportando efectos
jurídicos puesto que esta no había sido su intención. Es por ello que no resulta
aventurado afirmar que el valor vinculante o no de la manifestación de voluntad unilateral
dependerá de la intención del Estado considerado. De lo anterior se deduce que la
calificación de un acto unilateral es delicada puesto que un mismo pronunciamiento puede,
según la intención del Estado que lo adopte, estar dotado de un valor jurídico y producir
efectos jurídicos o, por el contrario, permanecer ajeno al mundo del derecho.

En idéntico sentido, el concepto de acto jurídico unilateral presentado por la CDI incluye
como un elemento constitutivo el requisito de la intención, el cual como expresa el Relator
Especial en su Segundo informe compone un aspecto fundamental para determinar la
naturaleza del acto y el alcance del compromiso que se pretende adquirir; intención que
además permitirá distinguir entre los actos jurídicos y los actos políticos.

Se considera así que una exigencia fundamental para la formulación de un acto unilateral
será que la intención inequívoca de comprometerse sea manifestada por el sujeto que lo
emite en las formas adecuadas. El autor del compromiso unilateral deberá expresar de
manera no equívoca su voluntad de crear una norma jurídica que comporta una obligación
a su cargo –pudiendo ser tanto obligaciones de comportamiento como de resultado– y
derechos en beneficio de otros sujetos. Es necesario en todo caso que esta intención no
cree ninguna duda, en caso contrario no podrá ser considerado obligatorio.

El problema que se podrá plantear consistirá en determinar la verdadera intención del autor
de la manifestación de voluntad. VIRALLY propuso que para comprender la intención y la
finalidad de un acto unilateral, era necesario ir más allá del marco estricto del texto en el
que el acto había sido suscrito. Puesto que el acto unilateral comporta sólo obligaciones a
cargo de su autor, es difícil que este acto nos pueda proporcionar indicación alguna sobre
las ventajas buscadas por su autor en el momento de suscribir dicho compromiso
unilateral246. Si, por el contrario, se va más allá del texto del acto, lo más seguro es que
podremos encontrar uno o varios textos susceptibles de ser puestos en relación con el acto
unilateral. Aunque este procedimiento es legítimo, se corre el riesgo de que en la búsqueda
de su finalidad se descalifique el acto unilateral y se le haga entrar en la esfera
convencional.
Estamos ante un problema de naturaleza interpretativa. El Tribunal Internacional de Justicia,
en aras a precisar la intención del autor de la declaración recurre a dos criterios: las
circunstancias de hecho en las cuales este acto ha tenido lugar y su contenido, pues es del
contenido real de estas declaraciones y de las circunstancias en las cuales han sido hechas
que debe ser deducido el alcance jurídico del acto unilateral. Por lo tanto, lo determinante,
según el parecer del Tribunal Internacional de Justicia, será la intención de asumir
obligaciones jurídicas o la adopción de una determinada posición sobre una concreta
materia. Ahora bien, la contrariedad que puede comportar tal razonamiento consiste en
apreciar que será el propio Tribunal el que concluya que de unas determinadas
manifestaciones de voluntad se desprenden obligaciones jurídicas y de otras no.

En definitiva, quién aprecia los elementos constitutivos de un acto jurídico unilateral suele
ser un tercero ajeno a los Estados afectados por la declaración –generalmente, un órgano
judicial o arbitral internacional–, y esto sólo en el supuesto que se le someta la controversia.
Es este órgano el que interpretará la voluntad del Estado –su intención– manifestada en la
declaración unilateral.

Ahora bien, lo relevante en este proceso es el carácter creador de la tarea del intérprete;
será este quién determine la existencia o no de la intención del estado de obligarse, quién
reconozca el efecto jurídico obligatorio a la declaración realizada por el autor de la misma

Extraído de: “Requisitos de los actos unilaterales estatales”.

Autor: David Bondía García (Profesor Titular de Derecho Internacional Público. Universidad
de Barcelona)
https://vlex.es/vid/requisitos-actos-unilaterales-estatales-247010

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