Las instituciones, incluidas las educativas, son dinámicas y dependen de su
capacidad de adaptación. El contrato fundacional entre la escuela y la sociedad es crucial para su significado y continuidad. Las instituciones se basan en la solución permanente a problemas de la sociedad y transmiten significados a través de un proceso educativo. Las instituciones escolares se cuestionan en términos de su funcionalidad, roles y adaptación a las demandas de los alumnos. En este contexto, el capitalismo influye en las escuelas, fomentando funciones de gestión similares a las empresariales. Existen dos líneas teóricas de organización: la anglosajona, relacionada con el pensamiento pragmatista y la descentralización estatal, y la tradición francesa y latina, ligada a la burocracia estatal centralizada. Cada una emplea términos como dirección, administración y gestión de manera diferente. Se menciona la evolución de modelos de gestión educativa a lo largo de las décadas. Estos modelos, propuestos por Casassus, reflejan cambios conceptuales, técnicos e instrumentales en la gestión institucional. Se destacan varios modelos: el normativo, enfocado en la proyección cuantitativa; el prospectivo, basado en la construcción de múltiples escenarios futuros; el estratégico, que optimiza recursos y crea identidad institucional; y el estratégico situacional, que considera los intereses y la viabilidad política, económica y social. Cada modelo no invalida al anterior, sino que representa un avance y acumulación teórica e instrumental en la gestión educativa. El proceso de gestión educativa implica una redefinición de su unidad, donde se descentraliza y divide en unidades más pequeñas con competencias para determinar objetivos y asignar recursos. En los 90, se destacan diferentes modelos de gestión: 1. Modelo de calidad total: Enfocado en la mejora continua y el control, se centra en la calidad interna de la organización, identificando usuarios, necesidades, normas, procesos y resultados. Evalúa y examina procesos y actores para guiar políticas educativas. 2. Modelo de reingeniería: Busca optimizar y rediseñar procesos educativos en contextos cambiantes. Propone cambios fundamentales para lograr mejoras, cuestionando y reformulando los procesos existentes. 3. Modelo comunicacional: Destaca la importancia de las habilidades de comunicación en la gestión. El gestor coordina acciones a través de conversaciones y obtiene compromisos por medio de peticiones y promesas. Estos modelos forman una secuencia evolutiva según Casassus. Inicialmente, se parte de una visión abstracta y determinista para luego evolucionar hacia concreciones y flexibilización, pasando del sistema en su conjunto a organizaciones y finalmente a las personas que la componen. La gestión educativa requiere ajustes constantes y competencias analíticas en contextos cambiantes para mejorar.
La Gestión Educativa Es Un Nuevo Paradigma en El Cual Los Principios Generales de La Administración y La Gestión Se Aplican Al Campo Específico de La Educación