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SOPORTANDO EL

CALOR

Maple Grove 1
Lynn Hagen
Índice

Sinopsis

Sobre el Autor

Capítulo uno

Capítulo dos

Capítulo tres

Capítulo cuatro

Capítulo cinco

Capítulo seis

Capítulo siete

Capítulo ocho

Capítulo nueve

Capítulo diez

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


2
Soportando el calor

Cuando John “Moose”1 Zitelli descubre que el humano que fue


golpeado por un cambiaformas león y dos demonios es su
compañero, decide quedarse en Maple Grove. Se alegra de su
decisión cuando se produce un asesinato en el tranquilo pueblo.
Ahora que Grayson es el nuevo sheriff del pueblo, su compañero
necesitará toda la ayuda que pueda para resolver el crimen. El
grupo de sospechosos son residentes con secretos que esconder,
pero Moose está decidido a encontrar al asesino y ganarse el
corazón de su compañero.

Grayson Copache no quiere ser el nuevo sheriff, pero prometió


asumir el cargo. Su primer día lo encuentra hasta las rodillas
tratando de descubrir quién está vandalizando el pueblo. Entonces
ocurre un asesinato y no tiene idea de quién es el sospechoso. Pero
con la ayuda de su sexi compañero, algo de sexo caliente y un
agente que lo desprecia, está seguro de que puede resolver el caso.

Géneros: Alternativo (M/M, Gay), Contemporáneo, Paranormal,


Suspenso Romántico, Cambiaformas, Vampiros/Hombres Lobo

1
Moose = Alce.

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3
Todos los personajes y eventos de este libro son ficticios.
Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, es una
estricta coincidencia.

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SOBRE EL AUTOR

A Lynn Hagen le encanta escribir sobre algo imperfecto, pero


adorable. También ama a un héroe que puede ver más allá de los
bordes sin pulir para encontrar el brillante diamante de un
hermoso corazón.

Puedes encontrarla cualquier día con su portátil y una taza de


café caliente, dejando que el siguiente grupo de personajes cuente
su historia.

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Capítulo Uno

—Tienes cinco segundos para quitar las manos de mis


pantalones antes de que te golpee. —Grayson Copache fulminó con
la mirada a Moose mientras quitaba sus jeans del agarre del
hombre.

—Y tú estás siendo terco —gruñó Moose—. Solo quiero ayudar.

—No necesito ninguna maldita ayuda para ponerme los


pantalones.

Desde que Grayson había resultado herido, Moose había sido


un dolor en el trasero.

Había insistido en mantenerse alrededor después de ese fiasco


porque Grayson había sido golpeado terriblemente, pero él había
sobrevivido a peores cosas. Había tratado de echar a Moose cien
veces, pero el hombre era demasiado terco para irse.

—Tu brazo derecho está roto. —Moose dio el recordatorio


innecesario—. Es difícil hacer las cosas con un solo brazo bueno.
Ahora déjame ayudarte, maldita sea.

Estaba a cinco segundos de derribar a Moose sobre su culo. Si


pudiera. Incluso si no hubiera sido herido, Moose era un gran
cabrón. Grayson medía un metro noventa y cinco, y Moose se alzaba
sobre él unos buenos siete a diez centímetros. El tipo también era
grueso. Tan ancho como Grayson.

También quería que Moose se fuera porque estaba haciendo


todo lo posible para aceptar lo que había visto.

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¿Cambiaformas y demonios? ¿Realmente existían? Si no lo
hubiera visto con sus propios ojos, nunca lo habría creído. No había
demasiado que sorprendiera a Grayson. No con la vida que había
vivido, en los marines y luego las operaciones encubiertas. Pero su
mente se había vuelto loca cuando vio a Salazar convertirse en un
león, y luego Darren se convirtió en un coyote.

Al principio pensó que había sufrido un traumatismo craneal


muy grave por como Salazar lo había golpeado. Pero Moose le había
dicho la verdad y desde entonces había estado tratando de
absorber la información de que los humanos no estaban solos en
este planeta.

Era una verdadera jodida de mente.

—Bien, pero cuando te caigas, no vengas a llorar. —Moose salió


pisoteando de la habitación, su estatura y peso haciendo sacudir
el piso.

—¡Nunca pedí tu ayuda en primer lugar! —gritó Grayson detrás


de él—. ¿No tienes una vida que vivir? Vete a casa y déjame solo.

Grayson no era un hombre al que le gustara sentirse débil.


Había sobrevivido a misiones militares y encubiertas durante más
de veinte años. Se consideraba un hijo de puta rudo, y necesitar
ayuda para ponerse los pantalones lo ponía nervioso.

Moose regresó con una taza de café en la mano. Se apoyó


contra la pared después de agacharse para pasar por la puerta.

—¿Qué deseas?

Se encogió de hombros. —Estoy aquí en caso de que te caigas


y no puedas levantarte.

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Grayson ocultó su sonrisa. —¿Te parezco como el de ese
comercial? tengo cuarenta y uno, no noventa y uno.

Aunque estaba actuando como un imbécil, realmente le gustaba


la compañía de Moose, pero nunca se lo diría. Tampoco confesaría
la atracción que sentía por el grandulón.

Su vida era simple y quería mantenerla así. Además, admitir sus


sentimientos hacia otro hombre fue lo que lo hizo divorciar en
primer lugar y un paria entre su familia. Nada bueno salía de ser
completamente honesto con la gente.

Nada.

¿Qué había conseguido siendo sincero? Una cuenta bancaria


casi aniquilada en el divorcio, a su padre cerrándole la puerta en la
cara, a su madre rechazando sus llamadas, y a su hermana
repudiándolo, así como perder a su precioso perro en el acuerdo.

Patricia se había llevado a Boone y, por eso, nunca la


perdonaría. ¿Quién tomaba el perro de un hombre? Una mujer
rechazada.

Grayson no estaba realmente amargado por el divorcio. Había


vivido una completa mentira toda su vida, y ya era hora de que
avanzara y le dijera a su esposa que se sentía atraído por los
hombres.

Lástima que se lo hubiera tomado tan mal, pero ¿realmente la


culpaba?

De ninguna manera.

Pero todavía quería recuperar a su maldito perro.

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Tampoco quería sentirse atraído por Moose.

Pero maldita sea, el tipo se veía sexi mientras se recostaba allí,


sus ojos clavados en Grayson. Sintió el calor de esa mirada en su
polla. Moose tenía más de dos metros de altura, músculos hasta
donde alcanzaba la vista y era hermoso. Necesitaba dejar de mirar
sus brazos abultados, porque lo único en lo que pensaba era en que
lo derribara al suelo y...

—¿Un poco de privacidad?

Moose resopló. —Te he visto desnudo. Intentar ponerte unos


pantalones no me desconcierta.

Grayson se abalanzó sobre Moose, empujó al grandulón hasta


que estuvo en el pasillo, y luego le cerró la puerta de la habitación
en la cara, mientras rezaba para que no le hubiera visto su polla
medio dura debajo de sus boxers.

Tomó algunas respiraciones profundas mientras se sentaba en


la cama, arrojando sus jeans a un lado esperando que su polla se
ablandara. Afortunadamente, lo hizo al pensar en su divorcio.

Lo único bueno que resultó de todo esto fue su hija, Alisha.

Tenía un alma buena y no le había dado la espalda a su viejo.


Incluso el esposo de Alisha apoyó a Grayson. Lástima que vivieran
tan lejos.

Grayson se levantó y abrió la puerta. Como sospechaba, Moose


estaba del otro lado.

—Estaba escuchando por si te caías. —La sonrisa barbuda de


Moose le robó el aliento. Era una sonrisa de la que estaban hechos

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los sueños húmedos. Quería tirarlo en sus brazos y besar esa
maldita sonrisa en su rostro.

—Lamento decepcionarte. —Grayson decidió dejar sus


pantalones en la cama. No era como si fuera a ninguna parte, y
como Moose había señalado, el tipo lo había visto desnudo, por lo
que no tenía sentido tratar de cubrirse.

Pasó rozando a Moose, sus brazos tocándose. Al igual que


antes, cada vez que sus cuerpos entraban en contacto, una extraña
chispa eléctrica lo atravesaba. Era como pasar junto a un circuito
vivo. Su cuerpo hormigueó y su miembro se sacudió como si
estuviera listo para jugar.

Esa sensación se desvaneció cuando pasó por la sala de estar y


miró el lugar donde había estado atado hace poco más de una
semana. El recuerdo no despertaba miedo en él.

Agitaba una gran cantidad de ira.

Cuando Salazar Defranco apareció por primera vez en la granja


de Grayson, intentó ayudar al bastardo desnudo, pero el
cambiaformas león demostró que en su pecho latía un corazón
negro y frío.

—¿Necesitas que corra al pueblo por algo? —Moose lo siguió


justo detrás.

Grayson suspiró. En verdad, era un trabajo duro estar enojado


con el tipo. No había sido más que amable y servicial con él, incluso
si había tratado de echarlo cien veces.

Si la cara de Grayson no hubiera sido golpeada, habría sugerido


algunas hamburguesas en el restaurante local. Ni siquiera le

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importaba que su brazo estuviera enyesado. No quería que
nadie le viera la cara y le hiciera preguntas que no podía responder.

—No, voy a tirar algunas hamburguesas a la parrilla.

—Soy un maestro en la parrilla —ofreció Moose.

—¿Puedes ser un maestro en sentarte en una silla de jardín en


silencio? —Cuando no respondió, Grayson se volvió y vio el dolor en
los ojos del tipo.

Excelente. Ahora se sentía culpable por herir los sentimientos


de Moose.

—Lo siento, no estoy acostumbrado a estar tan indefenso. Me


tiene todo molesto. —Se movió hacia Moose y se detuvo a un pie
de distancia. No confiaba en sí mismo más cerca porque, cada vez
que estaba cerca del tico, quería tocarlo—. No quiero ser un
imbécil.

Moose levantó la mano, como si quisiera tocar la cara de


Grayson, luego la dejó caer. —Tienes derecho a estar gruñón
después de lo que has pasado. Si me preguntas, lo estás haciendo
mejor de lo que pensaba.

Esa era otra cosa sobre Moose. El hombre era demasiado


amable. —Bien, toma la carne del refrigerador y tráela afuera
mientras enciendo la parrilla —dijo Grayson.

El sol de media tarde había salido, bronceando a Grayson


mientras encendía su parrilla. Todo lo que hizo fue girar la perilla.
No hubo trabajo real allí. Solo quería salir de la casa y alejarse de
Moose, pero el tipo siempre estaba presente.

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Salió con una bandeja de carne, una espátula y algunos
condimentos. Si Grayson no luchara contra su atracción, Moose
sería muy útil.

Tal vez eso era lo que debería hacer. Contratar a Moose como
su trabajador de mantenimiento. El tipo era natural cuando se
trataba de limpiar escombros pesados fuera de la casa, arreglar
cosas, y no era tan mal cocinero.

No era como si pudiera enviarlo a casa. Lo había intentado


innumerables veces, y lo había ignorado cada vez.

—Te digo qué —dijo Grayson cuando Moose se unió a él—. ¿Qué
tal si te contrato?

Moose sonrió de lado. —¿Para hacer qué, tomar tu mierda con


un poco de sal?

Grayson entrecerró los ojos. —No he sido tan malo.

—Una mamá oso gruñona habría sido más agradable de tratar.


—Moose dejó la bandeja sobre la mesa del patio—. Entonces, ¿para
qué quieres contratarme? —Elevó sus cejas—. Ese tipo de trabajo
te costará más.

Grayson odió el hecho de que se sonrojó ante la insinuación de


Moose. En verdad, no había tenido relaciones sexuales en más de
cinco años. Había estado demasiado ocupado golpeándose a sí
mismo por declararse gay. Debería haber mantenido la boca
cerrada.

Entonces hubieras seguido viviendo una mentira.

—Un trabajador de mantenimiento —dijo Grayson—. Ya estás


haciendo el trabajo.

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—Puedes pagarme con alojamiento y comida. —Moose
palmeó su musculoso abdomen—. Puedo comer lo suficiente como
para romper la cuenta bancaria de alguien.

Grayson no tenía ninguna duda al respecto. Lo había visto


comer lo suficiente para cinco hombres. Ya había planeado poner
tres hamburguesas en la parrilla para el tipo.

Moose también era muy goloso. Nunca había visto a nadie


comer una caja entera de panecillos dulces antes. No de una sola
vez. El tipo ya debería ser tan grande como una casa con la forma
en que tragaba esas calorías.

—Es un trato —dijo Grayson—. Ahora puedo ordenarte y tienes


que escucharme.

—Ya te escucho —señaló Moose—. ¿Qué va a ser diferente de


eso?

—Eres demasiado agradable, maldición —murmuró Grayson.

—Sólo soy todo pegajoso y suave por dentro. —Moose estaba


tan cerca de la oreja de Grayson que sintió que la respiración del
hombre se deslizaba por su lóbulo. Tragó saliva mientras se
obligaba a no entrar y masturbarse.

—Apuesto a que lo eres. —Grayson se dirigió directamente a la


cocina, negándose a mirar por encima del hombro cuando escuchó
una risa profunda flotando detrás de él.

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Moose no estaba tratando de ser agresivo. Se dio cuenta
de que Grayson estaba agitado, y no estaba tratando de aumentar
los problemas de su compañero. De hecho, estaba tratando de
aliviar a algunos de ellos.

Si tan solo dejara de ser tan terco y orgulloso.

Tan pronto como Grayson entró en la casa, arrojó las


hamburguesas crudas a la parrilla. Las cinco. La carne chisporroteó
cuando tocó las rejillas calientes, y el hambre de Moose se
intensificó. La comida a la parrilla era su favorita.

Junto con los dulces. Nunca podía obtener suficientes dulces.

Cuando Grayson no regresó, entró para ver qué estaba


haciendo el tipo. Si planeaba huir todo el día, tendría que cambiar
de idea.

Moose no iba a ser agresivo, pero tampoco iba a permitir que


su compañero lo esquivara.

Encontró a Grayson en su habitación, luchando por ponerse los


jeans. Antes de que pudiera ayudar, el humano se cayó y habría
golpeado el suelo si Moose no lo hubiera atrapado.

Sin preguntar, se puso de rodillas y ayudó a su compañero a


deslizar las perneras, Grayson usando su mano derecha para
agarrar el hombro de Moose y estabilizarse.

—Podría haber hecho esto yo mismo —se quejó Grayson.

—Mientras te consigues una conmoción cerebral —respondió


Moose—. Quiero decir, si es que te gusta hacerte daño, te dejaré
en paz.

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—Muy gracioso —dijo Grayson.

Moose mantuvo el gemido atrapado en su garganta. No solo su


compañero lo estaba tocando, sino que su polla estaba justo allí
delante de él, y se moría por liberar la carne y chuparla en su boca.

—¿Vas a quedarte arrodillado allí como si te estuvieras


proponiendo? —preguntó Grayson.

Moose sonrió. —Grayson Copache, ¿serías mi jefe?

Eso le ganó una risa del hombre.

—¡Sí! —dijo exuberantemente. Era la primera vez que le seguía


el juego cuando Moose se burlaba de él, y le gustó el entusiasmo
de su compañero, incluso si se trataba de ser su jefe.

—Ya está. —Le subió los pantalones a Grayson, subió la


cremallera y los abotonó—. Estás todo cubierto ahora.

Grayson olisqueó el aire. —¿Se están quemando las


hamburguesas?

—¡Mierda! —Moose salió corriendo de la habitación y se dirigió


al exterior. Olió la carne sobrecocida y rápidamente giró las
hamburguesas.

Grayson se unió a él, dos botellas de cerveza en una mano. Le


entregó una a Moose antes de sentarse en una de las sillas de
jardín. —Así es como se supone que debe ser el verano.

Moose retiró la tapa y tomó un largo trago de cerveza fría.


Podía beberlas todo el día y no emborracharse, pero disfrutaba el
sabor.

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También disfrutaba mirando a Grayson mientras
trabajaba en la parrilla. Su compañero era musculoso, con cabello
negro que tenía un toque de gris en las sienes. También tenía los
ojos grises más increíbles que había visto.

Había mucho “gris” cuando pensaba en su compañero.

Grayson tenía cabello y ojos grises. A Moose le parecía


gracioso.

—¿Por qué sonríes? —preguntó Grayson.

—Estúpidos pensamientos míos —admitió Moose—. Y sobre


cómo voy a acabar aplastantemente con esta comida cuando esté
lista.

Grayson dio un trago a su cerveza. —Necesitas abrirte camino


aplastantemente hasta la tienda de comestibles después. Nos
estamos quedando sin suministros.

Finalmente, después de más de una semana, Grayson estaba


aceptando que Moose no iría a ningún lado y con suerte dejaría de
echarlo.

No había forma en el infierno de que dejara a su compañero, y


mucho menos que lo dejara tan indefenso, tanto si quería admitir
que necesitaba ayuda o no.

—Solo hazme una lista. —Moose silbó mientras trabajaba, con


cuidado de no cocinar demasiado la carne. Había papas fritas en el
congelador que podía poner en la freidora cuando las
hamburguesas estuvieran casi listas.

Eso sonaba como el almuerzo perfecto.

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Lo único que lo hubiera mejorado era que Grayson se
inclinara sobre la mesa y se ofreciera como postre.

Un tipo puede soñar.

Y eso era todo lo que Moose había hecho desde que conoció a
Grayson.

Soñar con él.

No todo era sexual tampoco. También soñaba con una vida feliz
con su compañero gruñón. Podía imaginarse despertarse junto a
Grayson, hacerle el amor y luego prepararle el desayuno. También
pensaba en largos días holgazaneando, viendo sus caricaturas
favoritas mientras se reían y comían sándwiches.

Le parecía la vida perfecta.

Moose estaba mirando el largo camino de entrada cuando vio


un automóvil entrando. Bajó por el camino de tierra y se detuvo
cerca de la casa.

Era el auto de un sheriff.

—¿Y ahora qué hace el Sheriff Archer aquí? —Grayson dejó a


un lado su cerveza.

Moose sacó las hamburguesas de la parrilla y observó cómo el


sheriff caminaba hacia el patio trasero. Estaba evaluando al zorro
plateado. Y el sheriff era un zorro, no en el sentido de un
cambiaformas, sino un hombre mayor y sexi. Se veía guapo como el
infierno mientras caminaba hacia Grayson.

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—Buenas tardes, caballeros. —El sheriff Archer se inclinó
el sombrero—. La comida huele muy bien. —Le guiñó un ojo a
Grayson—. Si no estuviera cuidando mi dieta, pediría un plato.

Moose tuvo que evitar gruñir. Nunca había conocido al tipo


antes, pero el sheriff era muy amigable con Grayson.

Grayson se levantó y estrechó la mano del sheriff. —¿Qué te


trae por aquí?

Archer asintió hacia el brazo de Grayson. —No me dijiste que


te fracturaste, Grayson. ¿Qué pasó?

Grayson y Moose se miraron por un breve segundo antes de que


Grayson le prestara atención al sheriff. —Accidente
automovilístico.

Los ojos de Archer se abrieron. —Preguntaría si estás bien,


pero puedo ver que lo estás con mis propios ojos. ¿Hay algo que
pueda hacer por ti?

—No, me estoy recuperando muy bien. —Grayson recogió su


cerveza y bebió.

—Bueno, vine aquí para hablar contigo acerca de hacerte cargo


la próxima semana.

Grayson maldijo. —Olvidé todo sobre eso, Chuck.

—¿Hacerse cargo de qué? —preguntó Moose antes de pensarlo


mejor.

—Esta es mi nueva contratación. —Grayson presentó a Moose—


. Es amigo mío y está ayudando mientras me recupero.

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Los dos se dieron la mano antes de que Chuck volviera a
mirar a Grayson.

—¿Cuánto tiempo crees que necesitarás para recuperarte?

Moose no estaba contento de que ninguno de los dos hubiera


respondido a su pregunta, por lo que volvió a preguntar: —
¿Hacerse cargo de qué?

Grayson agitó su botella hacia el sheriff. —Chuck se jubila y yo


me haré cargo como sheriff de Maple Grove —dijo—. Pero creo
que tendrás que posponer el puesto hasta que me retiren este
yeso.

—No puedo hacerlo. —Chuck sacudió la cabeza—. Ya obtuve los


boletos del crucero, y Thelma me desollaría vivo si le digo que
todavía no podemos ir. —Él asintió hacía el yeso—. Además, los
ayudantes pueden hacer todo el trabajo hasta que te lo quiten.

—¿Sheriff? —Moose no estaba seguro de que le gustara el


sonido de eso. Grayson necesitaba sanar, y no podía hacerlo yendo
a trabajar todos los días, incluso si era un trabajo fácil. No creía
que ocurriera demasiado crimen en un pueblo tan pequeño.

Había estado en Maple Grove. Era pequeño. Incluso más


pequeño que Villa Brac. ¿Qué iban a vigilar los policías, la oficina
de correos y el restaurante? En verdad, había algunas tiendas más
que eso, pero no muchas.

—Bien. —Grayson suspiró—. Estaré allí el lunes por la mañana.

Moose se mordió el labio para mantener sus pensamientos para


sí mismo. Hablaría con su compañero una vez que estuvieran solos.

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No le gustaba la idea y expresaría su opinión, ya sea que
Grayson quisiera escucharla o no.

—Supongo que me iré. Thelma me está esperando a cenar, para


así poder discutir las paradas que hará nuestro crucero. Está más
entusiasmada con esto que con nuestra maldita boda hace
cincuenta años.

Grayson sonrió. —No puedo culparla. Mira con quién se casó.

Chuck se burló y negó con la cabeza. Sus tupidas cejas grises


se arquearon. —Oh, casi se me olvida mencionarlo. Los archivos
están en mi escritorio, pero estarás lidiando con un vándalo cuando
te hagas cargo. Él o ella ya destrozó tres buzones, dejó heces
humanas en el escalón delantero del Sr. Pearl y vertió colorante
rojo en la piscina de James y Patsy Marvell. Buena suerte.

El viejo se rio mientras se alejaba. Moose tuvo una loca


urgencia de patearlo por dejar a Grayson con el caso.

Grayson suspiró, atrayendo la atención de Moose hacia su


compañero. —Supongo que mi retiro ha terminado.

No si Moose tenía algo que decir al respecto. Si su compañero


luchaba contra él en esto, bueno, sólo tendría que ser nombrado
ayudante, porque no estaba dejando a Grayson fuera de su vista.

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Capítulo Dos

—No te voy a nombrar agente, pero tampoco puedo evitar que


andes por el pueblo. —Grayson luchó para ponerse uno de los
uniformes que el ayudante Joshua Hayley había entregado durante
el fin de semana. Le habían tomado su talla hace un mes, pero la
camisa parecía un poco ajustada.

Eso es lo que sucede cuando te sientas todo el día bebiendo


cerveza y comiendo sándwiches.

Pero era hora de que Grayson volviera a ponerse en forma. No


es que fuera un holgazán. Simplemente no hacía ejercicio como
solía hacerlo, y ahora con el brazo roto, el gimnasio tendría que
esperar aún más.

—Dios, no he tenido que despertarme tan temprano desde hace


una eternidad —se quejó Grayson. Un momento después, Moose le
entregó una taza de café. Justo como le gustaba, ácido de batería
negro. Así era como un exmarine lo bebía, y suspiró cuando tomó
un sorbo.

—Puede que te niegues a nombrarme agente, pero todavía te


voy a ayudar con el caso de vandalismo. —Moose cruzó sus brazos
fornidos y lo miró con esos ojos hermosos y resueltos. Grayson se
dio cuenta de que no iba a ganar esta pelea, así que no se molestó
en discutir.

—Probablemente voy a pasar el día conociendo a los ayudantes.


Nada va a ponerse en marcha.

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Moose apartó la mano de Grayson, le abrochó la camisa y
luego le arregló la corbata. Entonces se inclinó y lo ayudó con sus
pantalones. Ya no se sentía como un niño que necesita ayuda. No
cuando Moose estaba justo al lado de su polla.

Tuvo que concentrarse para no tener una erección mientras


Moose le subía los pantalones muy lentamente, como si estuviera
haciendo esa mierda a propósito, tratando de obtener una reacción
de él.

—Sube mis pantalones más lentamente y mi turno terminará. —


Grayson bebió su café para ocultar la forma profunda en que
respiraba. Moose estaba obteniendo una reacción de él, y si no se
alejaba del grandulón, saltaría el tronco.

Moose se levantó y se acercó mucho mientras le abrochaba los


pantalones. Sus pechos casi se tocaron cuando deslizó las manos
sobre su cintura.

—¿Vas a dejar de hacer esto tan seductor? —Grayson se


apartó y salió de su habitación. ¿Ahora dónde había dejado sus
botas? Estaban por aquí en alguna parte, pero no se estaba
concentrando. Estaba demasiado ocupado tratando de hacer que
su polla bajara.

—¿Buscas esto? —Moose levantó sus botas pulidas en la mano—


. Ahora siéntate para que pueda ayudarte a ponértelas.

Grayson miró el reloj. Si hubiera tenido tiempo, habría


discutido con Moose acerca de poder ponerse sus propias botas,
lo cual realmente no podía. Pero tenía menos de media hora para
llegar a la estación, así que se sentó y permitió que se las pusiera
y las atara.

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Moose retrocedió y asintió. —Te ves gallardo, sheriff.

Grayson estuvo a punto de escupir su café y soltó una


carcajada. —¿Alguien dice gallardo aún?

—Yo lo hago —dijo Moose—. Impecable, el gruñido de oso, el


aleteo de una abeja2. —Le guiñó un ojo a Grayson—. Todo se reduce
a mí diciendo que te ves muy guapo con tu uniforme.

—¿Gruñido de oso? —Grayson frunció el ceño—. ¿No se supone


que es el maullido del gato3?

Moose sonrió. —Me gusta más mi forma de decirlo.

—Eso es porque eres un oso. —Grayson todavía estaba


tratando de asimilarlo. Aún no había visto a Moose transformarse
en uno, pero cuando el tipo le confesó lo que era después de todo
ese fiasco, le había creído.

¿Cómo podría no hacerlo después de ver a otros hombres


transformarse en animales?

—Y un oso hambriento —dijo Moose—. Creo que me detendré


en The Diner Train para desayunar.

—Mejor asegúrate de que tengan suficiente comida para


alimentarte. —Grayson se levantó y dejó su taza a un lado—.
Deséame suerte en mi primer día.

2
Una frase anticuada para describir algo que es admirable, hermoso o que tiene algún otro
rasgo deseable.
3
Argot americano arcaico de la década de 1920 que en varios contextos se refiere a
"excelente", "elegante" o "impresionante para las damas".

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Grayson fue tomado por sorpresa cuando Moose le dio un
rápido beso en la mejilla. —Buena suerte, guapo. Diría que te
rompas una pierna, pero ya tienes un brazo roto.

Grayson se quedó allí atascado en la estupidez, sin saber cómo


reaccionar o qué decir. Tenía que admitir, aunque solo para sí
mismo, que el beso había sido dulce. —No más huesos rotos —dijo
antes de alejarse rápidamente de Moose.

—¿Me das un aventón al pueblo? —Moose caminó detrás de


Grayson hacia la puerta principal—. Encontraré mi propia manera
de regresar.

—Vamos. —Grayson salió y encendió su camioneta tan pronto


como se deslizó detrás del volante.

—Realmente deberías dejarme conducir —dijo Moose cuando


saltó al asiento de pasajero—. Solo tienes un brazo bueno.

—Puedo conducir con una sola mano —argumentó Grayson—.


Abróchate el cinturón de seguridad. Es la ley. —Se rio entre
dientes mientras se alejaba.

El viaje al pueblo no tardó mucho. Grayson vivía a unos diez


minutos de distancia. Conducir por las carreteras secundarias
ayudaba, y le encantaba que no hubiera trancones.

Esa fue una de las razones por las que se retiró a un pequeño
pueblo. La falta de ruido, contaminación, tráfico y rostros sin
nombre era una ventaja definitiva.

Mientras conducían por la calle principal (cada típico pueblo


pequeño tenía una calle principal), Grayson se detuvo lentamente.

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Miró boquiabierto la casa blanca con adornos azules, sin creer
lo que estaba viendo.

—¿Esa casa está realmente cubierta de huevo? —Moose miró


por la ventana del pasajero.

Desde la puerta de entrada hasta el revestimiento y el buzón,


el huevo estaba en todas partes. Con el calor del verano, el lugar
apestaría una vez que pasara el día.

—La última víctima de mi vándalo. —Grayson no debería


haberse sorprendido de encontrar a un pequeño grupo de personas
de pie fuera de la estación, como esperando su llegada.

Los reconoció a todos ya que había estado viviendo en Maple


Grove durante cinco años. El Sr. Pearl estaba allí con su perro
ladrador en brazos. El Sr. y la Sra. Marvell se tomaban de las
manos mientras mostraban expresiones de ira reflejadas. El Sr.
Hawking, con su barriga rotunda empujando más allá de su camisa
y zapatillas en sus pies.

Y Jeremy Longing, el borracho del pueblo, que parecía que


apenas se mantenía en pie mientras miraba con cansancio la
camioneta de Grayson.

—¿El comité de bienvenida? —preguntó Moose.

—Más bien una turba de ciudadanos enfadados. —Grayson salió


y se dirigió a la acera.

—¿Qué se está haciendo acerca del vándalo? —preguntó el Sr.


Pearl mientras acariciaba a su perro blanco, que tenía un parche
marrón alrededor de un ojo—. Tuve una gran mierda en la puerta
de mi casa la otra mañana y no pertenecía a un animal.

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—Alguien llenó mi piscina con colorante rojo —gritó la
señora Marvell—. Parece que alguien fue asesinado en ella, y dudo
que pueda sacar las manchas de la piscina.

Este no iba a ser un día fácil. Grayson suspiró mientras


levantaba las manos. —Entreguen a uno de los agentes sus
declaraciones escritas —dijo—. Estamos investigando el asunto.

—Es lo mismo que dijo el Sheriff Archer —se quejó el Sr.


Hawking—. Y el vándalo aún no ha sido atrapado. He vivido aquí
toda mi vida y esperas el robo de autos y casas en un pequeño
pueblo. Pero quien esté haciendo esto está tratando de destruir
nuestra propiedad, o al menos, darnos una migraña. ¿Viste mi casa
camino al trabajo? ¡Ha sido cubierta de huevo!

—Como dije, estamos trabajando en esto. Por favor, todos, den


sus declaraciones adentro.

Grayson los dejó en la acera y entró en la estación, con Moose


justo detrás de él.

—Me sorprende que no tuvieran horcas —dijo Moose.

—¿Los culpas? —preguntó Grayson—. Me enojaría muchísimo si


me despertara con huevos por toda mi casa o mi piscina llena de
colorante para alimentos.

—Creo que tienes razón, pero te vendría bien mi ayuda —dijo


Moose.

—Primero, necesito hablar con mi personal —dijo Grayson—. Ve


a desayunar, y luego puedes encontrarme de nuevo aquí.

Sólo dijo eso para que Moose se fuera. Tampoco quería admitir
que le gustaba la compañía del tipo. Más de lo que debería. Se

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estaba volviendo demasiado dependiente de Moose, y eso
hacía que se sintiera incómodo. No quería que tuviera una idea
equivocada.

¿O era esa la idea correcta? Grayson gruñó mentalmente ante


la migraña que comenzaba en la parte posterior de su cráneo.

—Llámame si tienes algún problema. —Moose no estaba


sonriendo. Tenía un brillo intenso en los ojos mientras miraba a los
agentes y la recepcionista—. Cualquier problema.

Grayson lo palmeó en su grueso brazo. —Ve a comer, gruñón.

—Ey, así es como yo te llamo. —Moose guiñó un ojo y se dirigió


hacia la puerta.

—Justo por aquí, señor. —Uno de los ayudantes señaló hacia


una puerta de madera—. Es nuestra sala de conferencias.

Grayson se dirigió allí para su primera reunión oficial de


personal. Había aceptado convertirse en sheriff después de que
Archer lo acosara durante casi un año. Tenía las calificaciones y,
según el ex sheriff, más que cualquier otra persona en Maple
Grove.

Ya que amaba a este pueblo, había aceptado. Quería que


permaneciera en paz y siendo un lugar donde la gente pudiera criar
a sus hijos. Ahora no estaba tan seguro. Tenía ganas de volver a
casa y recostarse en una silla de patio con una cerveza y Moose
ante la parrilla.

Sacudió la cabeza. Se había sentido demasiado cómodo sin


hacer nada después de una vida de mantenerse siempre activo, y

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


27
quería dejar su vagancia y ser un miembro productivo de la
sociedad nuevamente.

En verdad, el retiro lo había vuelto loco. Sin embargo, solo un


poco.

—Lo siento, señor —dijo el mismo ayudante que le había


señalado a la habitación—. El agente Aaron Mills acaba de llamar
por radio. Salió de guardia cuando alguien informó haber visto a
una persona sospechosa en el callejón detrás de la panadería.

Había un callejón que corría a lo largo de los negocios en Main


Street. También había apartamentos encima de algunos de esos
negocios.

—¿Otro acto de vandalismo? —Esto se estaba volviendo


ridículo. Quienquiera que tuviera una venganza contra el pueblo no
jugaba, y a Grayson no le gustaba que la persona, o personas,
estuvieran atacando casas casi a diario. Sería dos veces en un día
si alguien hubiera atacado de nuevo.

—No, señor.

Grayson miró la escarapela con el nombre del chico. El ayudante


era bastante nuevo en Maple Grove. No recordaba haberlo visto
antes. Su escarapela decía que era el agente Benton.

—Entonces, ¿qué es?

El ayudante Benton tragó saliva, su manzana de Adán subió y


bajó por su cuello de grulla. —Encontró un cadáver.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


28
Moose no había querido dejar a su compañero, pero vio que
tenía trabajo que hacer. Dudaba seriamente que un hombre
armado corriera a la estación y disparara a todos. Grayson estaba
a salvo, y eso era lo que se decía mientras caminaba tres puertas
más abajo, al restaurante.

Cuando entró al restaurante, una campana tintineó sobre su


cabeza y el delicioso olor del desayuno llenó sus pulmones mientras
miraba a su alrededor.

El lugar no era tan ancho como largo, como aquellos comederos


que se parecían más a un elegante carro de carga. Incluso había un
mostrador que se extendía a lo largo. La puerta de entrada estaba
en el medio, y frente al mostrador, había cabinas de color granate
que se alineaban en la pared.

Cada cabina tenía su propia ventana, pero la mayoría tenía las


persianas cerradas para evitar el sol naciente.

El establecimiento también estaba abarrotado.

—Siéntate donde quieras —dijo una camarera rubia.

Moose hizo girar algunas cabezas mientras encontraba una


cabina vacía hacia la parte posterior, al final del mostrador.
Siempre llamaba la atención por su enorme tamaño. A veces
asustaba a la gente, aunque nunca lo hacía a propósito. Otras
veces, chicos y chicas coqueteaban con él, deseando conquistar la
montaña Moose.

Sin embargo, esos días habían terminado. Había encontrado a


su compañero, y estaba muy feliz tratando con el humano gruñón.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


29
Detrás del mostrador estaba la gran ventana de pedidos,
y a la derecha estaba el gran tablero de menús. A la izquierda
había señales con grandes imágenes coloridas de la comida regular
que servían.

Moose vio un pastel glaseado en el mostrador y decidió que se


llevaría algunas rebanadas cuando se fuera.

Agarró un menú de plástico detrás del estante de condimentos


de metal y lo estaba mirando cuando un chico se acercó a su mesa.

—Lo siento, no hay otro asiento disponible. ¿Te importa si


desayuno contigo? —Él extendió la mano—. Soy Raven McCoy, el
mecánico local. Soy el propietario de Timely Auto Repair en la
esquina de Marvin Avenue y Bunt Road.

El tipo era de aspecto oscuro y en buena forma. Olía un poco a


aceite, pero también olía a lobo. Moose asintió y señaló el asiento
vacío frente a sí.

Su mano se tragó la de Raven cuando la sacudió. —John Zitelli,


pero todos me llaman Moose.

Raven lo miró de arriba abajo mientras tomaba asiento. —


Puedo ver por qué. Eres un tipo grande.

Moose sonrió. —Y aún en crecimiento.

—Seguro como el infierno que espero que no. —Raven sonrió—


. Parece que apenas entras por la puerta como estás.

Moose miró su menú. Quería terminar el desayuno para poder


volver con su compañero. Aunque no creía que algo le pasaría a
Grayson, no le gustaba dejarlo solo.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


30
Y Grayson podría necesitar su ayuda, incluso si era
demasiado terco para pedirla.

—No me voy a sentar aquí y hablar hasta enloquecerte —dijo


Raven—. A decir verdad, ese no es mi estilo. Solo aprecio que me
dejes sentarme aquí.

—No hay problema. —Moose no estaba tratando de ser


grosero. Simplemente no era muy bueno para hablar con extraños.

Ambos miraron por la ventana del restaurante cuando pasaron


dos coches de policía, las sirenas sonando y las luces parpadeando.
Moose vio a su compañero en el asiento del conductor de uno de
los vehículos.

Maldita sea. Grayson debía quedarse en la estación todo el día


y tomarlo con calma. ¿Qué demonios lo hizo correr a través del
pueblo?

—Probablemente sea el vándalo —dijo Raven—. Lo juro, si toca


mi garaje, descubriré quién es y lo destriparé.

—¿Este pueblo siempre tiene tanta emoción?

—Por lo general no —dijo Raven—. Maple Grove es normalmente


un lugar tranquilo para vivir.

Moose sonrió cuando la camarera se acercó a la mesa y pidió


una taza de café. Raven hizo lo mismo.

—¿Ya saben lo que quieren?

Era una mujer bonita, parecía tener veintitantos años y tenía


los ojos azules brillantes. Llevaba el pelo rubio en una cola de
caballo, haciéndola parecer aún más joven.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


31
—Voy a tener los panqueques de arándanos con tocino aun
lado —dijo Raven.

Se giró hacia Moose. Esta era la parte que odiaba de comer


fuera. Siempre tenía miradas extrañas cuando ordenaba. —
También tendré los panqueques de arándanos, con tocino y
salchichas a un lado.

—Lo tengo —dijo ella. La escarapela con su nombre decía que


era Heather.

—No he terminado —dijo Moose mientras miraba el menú—.


También tendré algunas papas fritas caseras y huevos término
medio, un tazón de sémola, unas tostadas de trigo y un vaso grande
de jugo de naranja.

Heather sonrió. —¿Algo más, cariño?

—Eso es todo, por ahora. —Moose asintió mientras ella giraba


y se alejaba.

Raven se rio entre dientes. —Creo que realmente sigues en


crecimiento.

Moose miró por la ventana. Aunque la persiana estaba abajo,


aún podía ver afuera a través de los sesgos. —¿Sabes algo sobre
el vándalo?

Grayson podría haberlo rechazado como ayudante, pero Moose


tenía entrenamiento. Se había tomado un tiempo libre, pero
trabajaba para Lacross Omega Security. La mayoría de sus
contratos eran una mierda secreta del gobierno, pero en
ocasiones, especialmente cuando el trabajo aminoraba,

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


32
profundizaban en el sector privado y toman trabajos de
ciudadanos comunes.

Moose sabía cómo hacer trabajo de detective, aunque allí no


yacían sus especialidades. Lacross Omega Security en su mayoría
entraba, atrapaba al malo y salía.

Su jefe, Mitch Lacross, se lo estaba tomando con calma porque


un sabueso del infierno le había jodido el brazo y se estaba
acostumbrando a la vida usando solo uno.

Dos de sus compañeros de equipo habían sido asesinados, uno a


manos de Mitch.

Darren, el amigo cercano de Moose, estaba en Maple Grove en


su cabaña, disfrutando de un merecido descanso con su compañero
después de que le dispararan a Lenox.

Y Moose aquí acomodado, siendo demasiado gallina para decirle


a Grayson que eran compañeros, mientras se sentaba en un
restaurante con un extraño desayunando.

—Solo lo que otros han escuchado —dijo Raven—. Nadie sabe


quién es la persona, solo lo que ha hecho.

Heather les trajo su café y luego se alejó.

Raven se inclinó más cerca. —Pero puedo decirte esto. Esta


mañana, cuando pasé frente a la casa cubierta de huevo, olí a
vampiro.

Una de las cejas de Moose se arqueó. —¿Por qué no le dijiste


eso al sheriff?

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


33
Raven se recostó. —Uno, el Sheriff Archer es humano. No
puedo decirle que olí al culpable. Dos, aunque el sheriff fue amable,
creo que le gustaba usar la insignia más que hacer su trabajo. Se
vio obligado a retirarse, y todos saben que odió ese hecho. Creo
que habría llevado esa insignia a la tumba si hubiera tenido otra
opción.

—¿Conoces al nuevo sheriff? —Moose agarró unas cuantas


cremas y las echó en su café.

—¿Grayson Copache? —Raven sonrió—. No lo conozco


personalmente, pero parece un tipo muy agradable de las pocas
veces que me lo he encontrado. —Le guiñó—. También es hermoso.

Moose evitó que el gruñido retumbara. Como Raven era un


cambiaformas, dijo: —también es mi compañero, así que no se te
ocurran ideas divertidas sobre coquetear con él.

Raven levantó las manos. —No te preocupes. No cazo


furtivamente.

Con eso arreglado, y con su desayuno puesto frente a ellos,


comieron en silencio.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


34
Capítulo Tres

—Este es Chris Fisher. —El ayudante Roy Benton se rascó la


cabeza cuando se puso un poco verde. Grayson esperaba que el
novato no vomitara sobre su víctima.

—¿Por qué no vas a buscar al forense? —dijo Grayson,


ayudando a Roy a salvar la cara frente a los otros policías. Con una
mirada de agradecimiento, Roy se fue corriendo.

—Hay que dejar que el chico se acostumbre a esto —dijo el


ayudante Joshua Hayley.

—¿Por qué? —preguntó Grayson—. ¿Tenemos muchos


asesinatos en Maple Grove?

—Bueno, no, pero...

—Entonces no hay nada a lo que acostumbrarse —dijo


Grayson—. Ve a hablar con los vecinos y entérate si vieron o
escucharon algo.

Con los ojos entrecerrados, la ayudante Hayley se fue furioso.


Grayson se dio cuenta de que el tipo tenía un serio problema de
actitud y se preguntó si Joshua sería una espina en el costado.

El ayudante Aaron Mills se unió a Grayson. —Sellé el callejón


cuando encontré el cuerpo, señor. Me aseguré de que nadie
cruzara la cinta.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


35
—Lo hiciste bien hijo —dijo Grayson. Por la forma en que
los policías actuaban, este era su primer asesinato. Excepto por el
ayudante Hayley.

Parecía indiferente al cadáver.

Grayson también lo era. Con su experiencia militar y misiones


encubiertas, había visto demasiados cadáveres en su vida, pero no
esperaba ninguno en este pequeño pueblo.

—¿Cuándo fue la última vez que Maple Grove tuvo un asesinato?


—le preguntó a Aaron.

—Por lo que sé, nunca —respondió el policía. No se veía tan


verde como Roy, pero tampoco miraba el cuerpo.

—¡Eh, Sheriff! —lo llamó Roy—. Tienes un visitante tratando


de pasar la línea.

Grayson miró por encima de su hombro y vio a Moose de pie allí,


elevándose por encima de la multitud de espectadores. ¿Por qué
no le sorprendió verlo allí?

—Déjenlo pasar —gritó Grayson. Era mejor dejar pasar a


Moose que discutir con él sobre volver a la comisaría. De todos
modos, por lo que había aprendido, el gran hombre no se iría.

Moose se unió a él y miró el cadáver. Miró fijamente a Grayson


antes de mirar a su alrededor. Grayson vio a Moose inhalar
profundamente.

¿Podía oler lo que había pasado? ¿Era posible? Grayson se


moría por preguntar, pero no con tanta gente alrededor. Llevó a
Moose a la acera y bajó un poco hasta que se quedaron sin oído de
todo el mundo.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


36
—¿Qué estabas haciendo ahí atrás?

Moose le dio un golpecito en la nariz. —Los cambiaformas


tenemos un oído y un olfato superiores.

Vale, así que Grayson se quedaría con él. Para empezar, no tenía
ninguna pista todavía, y la ayuda sobrenatural no podía hacer daño.
Dos, después de lo que había pasado, ¿por qué no creer lo que
Moose estaba diciendo?

—¿Qué has olido? —Miró a su alrededor para asegurarse de


que no pasara nadie. La última cosa que Grayson quería era que
alguien los escuchara.

—Un vampiro.

Grayson seguro que no esperaba esa respuesta. No estaba


seguro de si Moose le estaba bromeando o si estaba hablando en
serio. ¿Demonios, cambiaformas y ahora vampiros? Joder,
necesitaba unas vacaciones desde su primer día de trabajo.

—¿Me estás diciendo que los vampiros son reales? —Pensó en


figuras esqueléticas pálidas con colmillos y asustadizos cuando se
le mostraba el ajo. Grayson sintió la necesidad de cubrir su cuello.

—Tan reales como los demonios, los cambiaformas, las hadas,


etc…, pero si te hace sentir mejor, el monstruo del Lago Ness y
Pie Grande son falsos. —Moose pareció pensativo por un
momento—. Hasta donde sé, al menos.

—Sólo deja de hablar. —Ahora Grayson era el que se sentía un


poco verde. No estaba preparado para tener los ojos más abiertos
de lo que ya estaban.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


37
Ahora más que nunca deseaba seguir retirado y sentado en
su patio trasero.

—Puedo ayudarte a atraparlo —ofreció Moose—. Los humanos


no pueden oler a las criaturas preternaturales, pero yo sí.

—¿Esta es tu forma de entrar al cuerpo policial? —preguntó


Grayson.

Moose había sido tan inflexible que se preguntó si se lo estaba


inventando para poder ser contratado. Realmente no lo conocía tan
bien.

¿Podría ser un mentiroso?

—Sólo quería entra al cuerpo para vigilar tu terco trasero —


dijo Moose—. Que me contrates o no, no tiene nada que ver con lo
que huelo. —Grayson no estaba seguro de qué pensar o hacer. Esta
era una situación con la que nunca había lidiado antes. ¿Vampiros?
¿En serio? Necesitaba un maldito trago. El ayudante Hayley se
acercó, mirando a Moose con el labio elevado en una esquina. ¿Cuál
era exactamente el problema de este tipo?

—¿Qué?

—Hablé con los vecinos a petición suya —dijo con el ácido


goteando de sus palabras—. Nadie vio nada.

Un bajo rugido vibraba en el pecho de Moose mientras se


acercaba a Grayson, como si estuviera listo para atacar si Joshua
seguía con su actitud.

Y ahí estaba ese extraño revoloteo en su estómago cuando


estaba cerca de Moose. Grayson quería alcanzarlo y tocarlo, para
colocar su mano en el brazo de Moose y asegurarle que estaba bien.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


38
En su lugar, Grayson señaló al ayudante Hayley. —Quiero
que te quedes aquí y asegures la escena hasta que llegue el
forense. Haz que el ayudante Mills busque pistas. —Se volvió hacia
Moose—. Quiero que te reúnas conmigo en la comisaría.

El ayudante Hayley se fue.

—¿Por qué tengo que irme?

—Porque tengo una lista de personas con las que quiero que
hables. Mientras los entrevistas, puedes ver si son humanos. —
Grayson frunció el ceño—. Sabes cómo hacer una entrevista,
¿verdad?

Moose cruzó sus enormes brazos. —Puedo entrevistar a los


sospechosos mientras duermo.

—No dije que fueran sospechosos —corrigió Grayson—. Ahora


vete.

Moose miró en dirección al ayudante Hayley antes de dar la


vuelta y alejarse. Grayson miró hasta que Moose dobló la esquina
y salió de su vista.

La furgoneta del forense, que era un monovolumen con ruedas


que Marvin usaba como camión de muebles los fines de semana,
llegó a la vuelta de la esquina. En el pequeño pueblo, todos parecían
tener dos o tres trabajos. Marvin Cormack, el forense, era
también el médico de cabecera en Maple Grove, así como el dueño
de la tienda de muebles.

Con un suspiro, Grayson se unió a los otros policías mientras


procesaban la escena del crimen.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


39
Moose esperó en la oficina de Grayson pero se aburrió y buscó
en los cajones del escritorio. La mayoría habían sido limpiados por
Chuck Archer, pero encontró un papel doblado en el cajón inferior
izquierdo. Lo abrió y encontró que era el documento de retiro
obligatorio de Chuck. Parecía como si hubiera sido arrugado unas
cuantas veces y luego alisado y guardado.

Moose tocó el teclado y el monitor cobró vida. Sólo que no tenía


ni idea de cuál era el nombre de usuario y la contraseña.

Miró hacia arriba cuando se abrió la puerta de la oficina. Su


compañero parecía demacrado, y aún no era ni siquiera mediodía.
Moose no estaba seguro de que este trabajo fuera adecuado para
su compañero. Se suponía que Grayson iba a disfrutar de su
jubilación, no a volver a trabajar.

Su brazo aún no estaba curado, y los cortes aún se curaban en


su cara, aunque los moretones casi habían desaparecido. Si Moose
pudiera aparearse con él, la curación iría más rápido, pero aún tenía
que reunir el valor para lanzar esa bomba en el sexi regazo de
Grayson.

Las cosas no habían ido muy bien, y no estaba seguro de lo


receptivo que sería Grayson al descubrir que eran compañeros. —
¿Cómo ha ido todo? —preguntó.

Grayson sacó a Moose de su silla y se sentó, arrojando sus


llaves sobre su escritorio. —Tengo hombres que no me quieren

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


40
aquí, un primer asesinato en Maple Grove, y ciudadanos que
son de alguna manera ciegos y sordos cuando se trata de que
alguien sea asesinado o un vándalo destroce una propiedad.

Al menos Grayson no había mencionado a Moose en todo eso.

—Tampoco tengo pistas, tengo un vándalo suelto, que puede o


no ser el asesino, y residentes que quieren respuestas que no
tengo.

Moose cogió una silla de madera de la esquina y se sentó,


rezando para que lo aguantara. —Sólo dame la lista de
sospechosos... quiero decir la gente que quieres que entreviste, y
yo me encargaré de eso por ti.

Moose tenía ganas de hacer algo. Su jefe, Mitch, fue lo


suficientemente amable para darle todo el tiempo que necesitara
cuando le dijo al tipo que había encontrado a su pareja.

Pero Moose odiaba sentarse en su trasero a esperar. Le


gustaba estar ocupado, y ayudar a su compañero a resolver un
asesinato estaba en su “callejón” de especialidades. Casi se rio del
juego de palabras pero decidió que sería de mal gusto.

Grayson sacó un bolígrafo del bolsillo de su camisa y un bloc de


notas del otro. Se tomó unos momentos para anotar las cosas,
arrancó el papel y lo entregó. —Es toda la gente que estaba en el
frente esta mañana —explicó—. Averigua lo que el vándalo les hizo,
en detalle. También incluí sus direcciones.

Moose señaló el papel. —Ya lo veo.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


41
Grayson entrecerró los ojos. Dios, era sexi cuando estaba
gruñón. —No necesito un sabelotodo, Moose. Necesito que esto se
resuelva. —Sus rasgos se suavizaron—. Y aprecio que me ayudes.

Moose se levantó, se inclinó sobre el escritorio y besó la mejilla


de Grayson. A pesar de que su compañero tenía cuarenta años,
joder, estaba muy bueno, y Moose quería inclinarlo y salirse con la
suya.

—¿Quieres dejar de hacer eso? —Grayson pudo haber


protestado, pero se sonrojó con un tono de rojo.

—¿Por qué? —Moose sonrió—. Me gusta besarte. Tu piel es tan


suave bajo mis labios.

—Bueno... no es... tienes que parar... —Grayson abrió los


cajones. Lo hacía para estar ocupado.

—¿Por qué tengo que parar?

Grayson lo miró y luego bajó a su escritorio. —Porque...

Moose esperó a que terminara, pero Grayson empezó a tocar


el teclado. Si su compañero era sexi cuando estaba gruñón, era
francamente adorable cuando estaba nervioso.

Rodeando el escritorio, Moose sacó a Grayson de su asiento y


le robó un profundo y conmovedor beso. Al principio, Grayson trató
de apartarlo, y luego se quedó quieto. No le devolvió el beso, pero
tampoco lo detuvo. Moose deslizó su lengua por el labio inferior de
Grayson, respirando las pequeñas bocanadas de aire de la boca de
su compañero.

Estaba luchando con su animal por el control. Su oso negro


quería consumir a Grayson, derribarlo, reclamarlo aquí mismo en la

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


42
oficina. Sabía que no podía hacer eso. Grayson probablemente
intentaría patearle el culo si lo intentara.

Cuando sus labios se separaron, Grayson lo miró fijamente, su


rubor se hizo más profundo. —Qué... no puedes hacer... quédate
quieto.

Pero a su protesta le faltaba calor. Moose frotó la almohadilla


de su pulgar sobre el labio inferior de Grayson para eliminar la
humedad. —Voy a robarte muchos más besos, porque... maldición.

Con el papel en la mano, Moose salió de la oficina, sonriendo


para sí por haber dejado a su compañero aturdido.

Acaba Moose de... Grayson miró la puerta abierta,


desconcertado y excitado. El tipo acababa de besarlo
completamente.

En los labios.

En la oficina de Grayson.

Y el beso había sido muy caliente. Era como si una parte de sí


que no sabía que faltaba se hubiera llenado finalmente.

Grayson no estaba seguro de cómo reaccionar. Se frotó una


mano sobre el pelo y sonrió mientras movía la cabeza. Moose no
dejaba de sorprenderle.

Pero su humor ahora era más ligero mientras escribía en su


teclado.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


43
El ayudante Roy Benton llamó a la puerta abierta de
Grayson. —¿Es ese tu novio? —Silbó—. Apuesto a que el molde se
rompió cuando lo hicieron.

—No, no es mi novio.

Roy se ruborizó. —Lo siento. Es sólo que... bueno, la forma en


que el tipo te miró en la escena del crimen, y luego la enorme
sonrisa en su rostro cuando se fue, sólo asumí... lo siento.

¿Por qué Grayson sintió un poco de pánico cuando Roy llamó a


Moose su novio? Grayson no andaba por ahí anunciando que le
gustaban los hombres, pero no iba a negar que era gay si se le
preguntaba.

No pensó que lo haría.

Roy no le había preguntado técnicamente si era gay, y Grayson


aún se estaba acostumbrando a salir del armario, así que no había
confirmado ni negado el hecho. —¿Querías algo?

Roy se tropezó con sus propios pies al entrar en la oficina de


Grayson. Se metió la mano en la camisa y le entregó a Grayson un
expediente. Grayson miró el archivo. —¿Qué es esto?

—Documentos que tienes que leer —dijo Roy, afirmando lo


obvio.

Grayson no se molestó en hacer más preguntas. Estaba seguro


de que Roy le daría respuestas obvias, y como tenía el archivo en
la mano, decidió leerlo él mismo.

Levantó la vista cuando Roy todavía estaba en su oficina. —


¿Hay algo más que necesites?

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


44
Con un rubor, Roy retrocedió, chocó contra la pared, y
luego salió corriendo de la oficina. Grayson medio esperaba que se
cayera en el pasillo antes de escapar.

Dejó el archivo a un lado y pensó en ese increíble beso. Su


corazón se agitó, y su estómago estaba dando vueltas. Grayson se
sintió como un joven que acababa de recibir su primer beso.

El sentimiento era una locura, y a Grayson le gustaba, pero al


mismo tiempo, se sentía tonto porque era demasiado viejo para
caer en la lujuria. Aun así, sus labios le cosquilleaban en recuerdo
mientras se sentaba en su silla y sonreía como un viejo tonto.

Moose era precioso. Grayson podía al menos admitirlo. Tal vez


ya era hora de que viviera su vida en sus propios términos. Ya había
dado los primeros pasos cuando le contó a su ex esposa y a su
familia.

Entonces, ¿por qué era tan cobarde para perseguir hombres?


¿Por qué tenía miedo de explorar sus sentimientos por Moose?

Ese beso debe haber iniciado algo en Grayson, porque decidió


en ese momento que si Moose seguía coqueteando con él, le
devolvería el coqueteo. No iba a volver a ser joven, y tenía que
agarrar la vida por las pelotas y dejarse llevar. Sólo se vivía una
vez, y no quería hacerlo con arrepentimientos.

Grayson se levantó y fue a la pequeña sala de descanso para


prepararse una taza de café. Se dio cuenta de que el ayudante
Hayley estaba en el pasillo.

Cuando pasó junto al tipo, Hayley le echó una mirada severa.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


45
Ignorándolo, Grayson entró en la habitación y encontró una
caja de donuts sin abrir junto a la máquina de café. Puede que
fuera un cliché, pero cogió un donut espolvoreada de azúcar, se
preparó una taza de la bebida humeante y se dirigió a su oficina.

Afortunadamente Hayley no estaba a la vista.

Grayson acababa de sentarse detrás de su escritorio cuando


sonó el teléfono de su oficina. —Sheriff Copache. —Era la primera
vez que usaba oficialmente su título, y sonaba muy bien.

—¿Me extrañaste?

—Espera. —Grayson cruzó la habitación y cerró la puerta de su


oficina. Respiró hondo, recordó su voto y volvió a hablar con
Moose—. Te fuiste hace como diez minutos.

—Se siente como si fuera una eternidad —dijo Moose—. Cada


vez que lamo mis labios, te pruebo en ellos.

Grayson abrió la boca y la cerró. No sabía qué decir. Su


promesa se le escapaba, y su sonrojo y vergüenza volvieron.

—¿Cómo van las entrevistas? —Le dio un mordisco a su donut


antes de tomar su café. Joder. La porquería sabía a mierda. Había
una cafetería una calle más allá. Grayson iba a hacer el viaje tan
pronto como colgara el teléfono.

El café de la comisaría era lo suficientemente desagradable


como para matar a alguien.

—Hablaremos de ellas en casa. —Moose sonrió—. Eso suena


bien, ¿no? En casa. Me gusta eso.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


46
Grayson empezaba a preguntarse si Moose estaba jugando
con una baraja completa. Aun así, algo cálido se removió en su
interior. Moose refiriéndose a su casa como un hogar se sentía
extraño, pero agradable.

—Entonces tienes que volver al trabajo.

—¿Quieres ir a cenar al pueblo más tarde?

—Quiero atrapar a un asesino.

—Todavía podemos hacerlo, pero ¿por qué hacerlo con el


estómago vacío? —preguntó Moose.

—¿Comer es todo en lo que piensas?

—Otra cosa me viene a la mente, pero sigues rechazando mis


avances, cariño.

Grayson se lamió los labios y miró su puerta cerrada. Se estaba


empalmando y rezaba para que nadie necesitara nada, porque si
tenía que levantarse, su problema se mostraría.

—¿No hay nada que decir a eso? —preguntó Moose—. Vamos,


¿nunca has hablado sucio por teléfono antes?

—No, no lo he hecho —admitió.

Grayson Copache, un marine retirado y condecorado, y un tipo


de operaciones especiales que se había enfrentado a enemigos
aterradores, se había infiltrado en zonas de guerra, había
derribado señores de la droga y traficantes de armas, y estaba
construido como un defensa, estaba jodidamente sonrojado.

—Deberías probarlo —dijo Moose con humor en su profunda y


sexi voz—. Es bastante divertido y emocionante.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


47
Escucharle hablar era emocionante. Grayson sonrió. Si
estaba siendo totalmente honesto consigo mismo, no podía esperar
a ver a Moose de nuevo. —Bien, la cena suena bien, pero tú pagas
por haberlo sugerido.

—Maldita sea —dijo Moose riéndose—. Cena con mi chico. Te


veré alrededor de las seis.

Colgó antes de que Grayson tuviera la oportunidad de


preguntar de qué demonios estaba hablando. No era el novio de
nadie. Eran amigos compartiendo una comida juntos.

Eso era todo lo que había.

Aun así, Grayson sonrió durante el resto de la tarde.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


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Capítulo Cuatro

—Entonces, ¿dice que sus vecinos, el señor y la señora Marvell,


podrían estar involucrados de alguna manera? —Moose estaba
sentado en el salón del señor Thomas Pearl, en un sofá floreado
que tenía... ¿cómo se llamaban? ¿Eran mantas lo que había en los
brazos del sofá? La casa del tipo le recordaba cómo debería ser
la casa de una abuela.

Había figuras espeluznantes por todas partes, mirándolo con


esos ojos aterradores. Se sentía como si estuviera siendo
observado por dos docenas de asesinos en serie de porcelana.

—No, eso no es lo que estoy diciendo en absoluto. —El señor


Pearl presionó una mano sobre su delgado pecho—. Sólo quiero que
se sepas que esos dos hacen fiestas de intercambio de parejas.
Eso he oído. —Jadeó y se sentó adelante en su fea silla floral—.
Tal vez un marido o un novio se puso celoso. Algunas personas
pueden pensar que quieren intercambiar, pero no pueden soportar
ver a su esposa o novia follando con otro tipo.

El señor Pearl era totalmente gay, y por la conversación que


tuvieron los últimos veinte minutos, el tipo no era muy aficionado
a los heterosexuales.

Prácticamente se burló de los nombres de la pareja.

El señor Pearl se golpeó la barbilla. —O tal vez tuvo algo que


ver con el señor Hawking. Viste la forma en que Reggie estaba

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


49
vestido con esas ropas ajustadas y usando pantuflas. Quiero
decir, ¿Pantuflas? ¿Quién sale con ese aspecto?

—Entonces, ¿cree que porque este tipo Reggie usa zapatillas


de casa para salir a la calle hizo que alguien quisiera matar, eh, a
alguien más?

—No. —El señor Pearl acarició a su perro de tamaño medio que


estaba en su regazo, dándole a Moose una mala mirada—. Reggie
vive del desempleo y tiene un problema de juego muy malo. ¿Viste
su casa? —El señor Pearl se estremeció—. Su auto oxidado está
aparcado en su entrada, y no funciona. Nunca mete sus cubos de
basura, y su césped no es más que parches de maleza.

—Escandaloso. —Moose sonrió.

—Y no me hagas empezar con Jeremy Longing. Es un borracho


que probablemente mató a ese tipo y ni siquiera lo recuerda. Ya
sabes, en uno de sus apagones. Su esposa murió hace dos años, y
Jeremy ha estado viviendo con su seguro de vida desde entonces.
Si me preguntas, y no digo que sea verdad, no me cites, pero creo
que la mató por la póliza de seguro. Una vez que un asesino, mata,
es siempre un asesino.

Vale, no estaba llegando a ningún sitio con este tipo. Alguien se


había cagado en el escalón delantero del señor Pearl, y Moose
empezaba a preguntarse si todo el pueblo no lo habría hecho.

El señor Pearl era un imbécil pretencioso. —Gracias por su


tiempo.

—¡Pero no has tocado tu té! —El tipo miró a su lado mientras


abrazaba a su perro peludo en el pecho.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


50
Y Moose no iba a hacerlo. Se negó a beber de una taza con
la cara de la abuela Pearl en ella. Había algunas líneas que se negaba
a cruzar, y sorber de una anciana era una de ellas.

Además, Moose tenía otros para entrevistar antes de la cena.


Y no se perdería la cena por nada del mundo.

Tal vez la abuela Pearl había fallecido y le había dejado la casa


a su nieto. Si es así, el señor Pearl necesitaba hacer un cambio
total de imagen.

—Encontraré la salida por mi cuenta. —Moose se levantó y


arrastró el culo hasta la puerta, rezando para que las flores y los
adornos no se le hubieran pegado.

Quería ir a casa y ducharse para quitarse los patrones de


viejas damas. Se olfateó a sí mismo para asegurarse de que no olía
a pomada para las articulaciones.

Agachó la cabeza al salir y cerró la puerta tras él. A casa. Es


curioso que empezara a pensar en la casa de Grayson como suya, y
a Moose le gustaba eso.

Esta noche le diría a Grayson que eran compañeros. No tenía


sentido ocultárselo, y si su compañero se daba vuelta, Moose se
encargaría de ello. De hecho, necesitaba una dosis de Grayson.
Estar lejos de su compañero lo estaba volviendo loco.

Se apresuró a bajar la acera y se dirigió de nuevo a la calle


principal. Se sintió como un gigante comparado con todos los de
más que pasaron junto a él en la calle. Una mujer tenía que medir
sólo metro y medio porque parecía tan baja que Moose tuvo la
necesidad de darle una palmadita en la cabeza.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


51
Sin embargo, no creía que a ella le gustaría eso. Estaba
caminando con tres niños pequeños y una niña en un cochecito que
parecía tener un año.

La mujer parecía mayor, y Moose asumió que era su abuela,


pero en esos días las mujeres tenían hijos más tarde en la vida, así
que podía ser su madre.

Entró en el fresco interior de la comisaría y asintió a la


recepcionista detrás del escritorio. La mujer le sonrió. —Está en
su oficina.

—Gracias Sabrina. —Moose sabía su nombre por la placa de su


escritorio. En realidad decía Sabrina Landon, pero no creía que
necesitara llamarla por su nombre completo. No estaba seguro de
cuál era su nacionalidad. Su piel era de un marrón muy claro, y tenía
la cabeza llena de rastas negras y azules. Pero tenía la sonrisa más
bonita que Moose hubiera visto nunca, y sus ojos marrones se
iluminaban cuando sonreía.

—¿Y quién eres tú? —preguntó—. Te vi antes, pero no escuché


tu nombre.

—John Zitelli, pero todos me llaman Moose.

—De acuerdo. Moose —dijo Sabrina—. El Sheriff Copache está


en su oficina.

Con una inclinación de cabeza, Moose continuó su propio camino.


Giró a la derecha en un corto pasillo y se detuvo frente a la puerta
cerrada de su compañero.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


52
En lugar de llamar, entró. Sonrió cuando vio a Grayson
trabajando duro en su ordenador. Por otra parte, podría haber
estado buscando sitios pornográficos.

Moose no era quién para juzgar.

Grayson levantó la mirada con las cejas levantadas. —¿Ya has


terminado?

—No, sólo necesitaba esto. —Moose cerró la puerta, cruzó la


habitación, luego puso a Grayson de pie y abrió los labios, metiendo
la lengua en la boca del tipo... hasta la garganta. Acariciando su
espalda.

Grayson gimió y se agarró a Moose con manos necesitadas. Esa


era la reacción que Moose había estado esperando. Grayson
finalmente lo estaba besando. Desafortunadamente, necesitaban
respirar para vivir, así que tuvo que retroceder.

—Sólo tomas lo que quieres, ¿no? —Grayson sonaba jadeante


mientras miraba fijamente a los ojos de Moose.

—Puede que sea un gallina cuando se trata de ciertas cosas,


pero... sí, más o menos. —Moose siempre había sido así. Atrevido,
lanzado, y, sí, tomaba lo que quería. Aunque no de una manera
espeluznante. Si Grayson hubiera sido inflexible en cuanto a que
se retirara, lo habría hecho. Pero las mejillas de su compañero eran
de un rojo intenso, y sus ojos parecían vidriosos, y joder si eso no
era una apariencia sexi en él.

—¿De qué podría acobardarse un tipo como tú? —Grayson se


aclaró la garganta y se alejó de Moose, dando unos pasos atrás y
casi cayendo sobre la silla de su oficina.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


53
Moose se dio un golpecito en el pecho. —Puede que sea un
tipo grande, pero te dije que soy todo suave y blandito por dentro.
Sólo porque sea enorme no significa que no tenga temores.

Mierda. No quiso decir temores. —Quise decir preocupaciones.


—Esa todavía no era la palabra correcta.

Le entregó sus notas a su compañero. —El señor Pearl es un


verdadero personaje. Creo que nunca he conocido un chismoso más
grande. Su lista de sospechosos contiene a todos los que
estuvieron en la comisaría.

Grayson cogió el papel y lo miró. —Tenía mucho que decir.

Moose elevó sus cejas. —¿Y qué tienes que decir tú sobre ese
beso?

Iba a hacer que Grayson hablara de las cosas entre ellos,


incluso si las cosas acababan de empezar. Demándenlo si quería una
confirmación verbal de que su pareja se sentía atraído por él. La
forma en que Grayson había apartado constantemente a Moose lo
tenía sufriendo sólo un poco de auto—duda.

Sabía que Grayson sentía la atracción. Sólo quería que su


compañero lo admitiera. ¿O estaba siendo agresivo otra vez?
Moose se aclaró la garganta.

—Seguiré con las otras personas. Nos vemos en la cena. —Tomó


su libreta de notas de Grayson y se fue corriendo de la oficina.
Aunque estaba bastante seguro de que Grayson sentía la conexión
entre ellos y que tarde o temprano lo admitiría, el rechazo todavía
picaba como una perra.

—Moose, espera.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


54
Moose se giró al oír la voz de su compañero. —¿Sí?

—Vuelve aquí. —Grayson desapareció en su oficina.

Curioso, Moose volvió a entrar ahí. Grayson lo empujó a un lado,


cerró la puerta de golpe y lo sujetó a la pared. Sus labios estaban
a centímetros de los de Moose, tan cerca que sintió el cálido
aliento del hombre deslizarse por su mandíbula.

—Esto es lo que digo sobre el beso. —Grayson devoró la boca


de Moose, mordisqueando, lamiendo y metiéndole la lengua hasta
su garganta. Moose se sorprendió por un momento y luego se volvió
igual de agresivo, cerrando sus brazos alrededor de Grayson y
tirando de él. Sintió la dureza de su pareja presionándolo mientras
su beso parecía durar toda la vida.

Esta vez cuando se separaron, Grayson se burló del labio


inferior de Moose entre sus dientes y luego lo dejó ir. —¿Responde
eso a tu pregunta?

Moose agarró la polla dura de Grayson. —¿Y qué vas a hacer


con esto?

Los ojos de Grayson se abrieron de par en par antes de que se


le pusieran en blanco. Un gemido se escapó mientras empujaba su
polla con más fuerza en la palma de Moose. —He estado tan
jodidamente caliente.

Moose mordisqueó su camino por la mandíbula de Grayson. —


¿Cuánto tiempo?

—Yo… —Grayson trató de alejarse, pero Moose se negó a dejar


que su compañero siguiera corriendo—. Sólo dime. Sin juicios.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


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Grayson lo miró a los ojos. —Sólo he estado con un tipo, y
eso fue una aventura de una noche.

—¿De verdad? —Oh, mierda. Moose iba a hacer pasar un buen


rato a su chico. No podía esperar a llevar a Grayson a la cama para
dejar que su compañero experimentara con un hombre como él.

—Sí, así que... no es gran cosa. —Grayson bajó la cabeza,


negándose a mirar a Moose por más tiempo.

—Aw, no seas tímido, gatito. Prometo ser amable contigo. —Se


rio y besó la sien de Grayson.

Grayson le dio una palmada en el pecho. —No te burles, imbécil.

Moose sonrió. —No me estoy burlando de ti. Sólo estoy


pensando en toda la mierda sucia que podemos hacernos el uno al
otro.

Los ojos de Grayson se volvieron vidriosos. —¿Hablas en serio?

Moose finalmente dejó ir a Grayson. —Me voy a hacer más


entrevistas, a cenar con mi chico después, y luego esta noche... —
Presionó sus labios contra el oído suave de Grayson—. Entonces
esta noche todas las apuestas están cerradas, guapo.

Dejó a su compañero ahí quieto con la boca abierta al salir de


la oficina, con una gran sonrisa come-mierda en su cara.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


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Cuando nadie respondió a la puerta principal, Moose se
dirigió a la entrada de autos. Escuchó a una mujer quejándose
mientras se acercaba. —Esa no es una solución, idiota. Si drenamos
la piscina, nuestro césped se volverá rojo. No podemos hacer
fiestas aquí con hierba roja, James.

—No te he escuchado ninguna idea mejor —argumentó James—


. Tenemos que sacar el agua para poder limpiar las paredes de la
piscina.

—¿Crees que estará limpia para esta noche? —gritó ella—.


¡Esto es un completo desastre, James! ¿Cómo vamos a tener todo
limpio para esta noche?

—Hola —dijo Moose. Entró en el patio trasero y sonrió a la


pareja. La señora Marvell dio un paso atrás. James le dio a Moose
una sonrisa artificial—. Te vi entrar en la comisaría esta mañana
con el nuevo sheriff.

Moose sacó una tarjeta de visita de su cartera y se la entregó


al marido, ya que la esposa parecía estar a punto de desmayarse.
—Trabajo para Lacross Omega Security. El sheriff Copache me
pidió que hablara con ustedes sobre lo que pasó. —Asintió hacia la
piscina.

—Nos despertamos la otra mañana y lo encontramos así —dijo


James—. Creo que es un colorante de alimentos, pero también
podría ser Kool—Aid. No estoy muy seguro.

Moose olfateó encubiertamente. No olía a Kool—Aid. Él


debería saberlo. Solía ser adicto al sabor de la uva. —¿Saben quién
puede haber hecho esto? ¿Alguien tendría una razón?

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


57
Los rasgos de la señora Marvell se relajaron, pero no se
acercó más. —¿Por qué alguien tendría una razón para hacer algo
así?

Ahora su voz era toda inocente. Ya no sonaba como una


diablesa. Siempre le sorprendió lo diferente que actuaba la gente
cuando había extraños, o incluso amigos. Incluso James parecía
sereno mientras continuaba dando a Moose una sonrisa falsa.

—¿Han cabreado a alguien últimamente? —Moose sacó su bloc


de notas—. Quiero decir, ya saben, la gente está tan sensible estos
días que podrían haber dicho algo malo a alguien sin querer. ¿Les
viene a la mente algún momento en particular?

La señora Marvell se mudó al lado de su marido. Le rodeó el


brazo por la cintura como si fueran una pareja tan encantadora y
no se hubieran peleado hace unos segundos.

La sociedad tenía dos caras. Una que mostraban al mundo, y


otra que sólo se mostraba en privado.

Como cuando regañaban a su marido.

Ahora mismo todo lo que Moose veía eran sus caras de “soy tan
inocente que adopto cachorros y alimento a los desamparados”. No
estaba cayendo en la trampa. Por la mirada de sus ojos,
definitivamente estaban ocultando algo. Ya fuera un estilo de vida
“moderno” como el señor Pearl había dicho o algo más, el instinto
de Moose le dijo que profundizara más.

—Bueno... —James se aclaró la garganta—. Ahora que lo


mencionas, el señor Pearl dejó una nota en nuestro buzón sobre
que no recogíamos nuestros cubos de basura de inmediato.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


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—¿Así que creen que su piscina fue destrozada porque sus
cubos de basura estuvieron demasiado tiempo en la acera?

—El hecho de que lo digas en voz alta hace que suene ridículo.
—La Sra. Marvell se rio suavemente—. Fui yo quien llamó a Jeremy
Longing cuando vi su coche circulando en zigzag por la carretera.
Tal vez esté enfadado porque lo arrestaron.

—¿Pero cómo sabría que fuiste tú quien llamó? —preguntó


Moose.

Un destello de ira entró en sus ojos, pero la señora Marvell la


mantuvo fría. —Sólo intento pensar en casos en los que podría
haber ofendido a alguien. Tal vez el Sheriff Archer le dijo a
Jeremy quién lo había llamado.

—No es probable. —Por otra parte, Moose no conocía a Chuck.


Podría haber sido un imbécil y haberla delatado. Después de todo,
Moose había encontrado ese papel de retiro forzoso que se había
sido arrugado unas cuantas veces. Chuck podría haber tenido un
palo en el culo cuando había arrestado a Jeremy por conducir
ebrio.

—No, no. —James sacudió la cabeza—. ¿Te acuerdas Patsy? ¿El


señor Hawking?

Sus cejas se elevaron. —¡Me acuerdo! —Se volvió hacia


Moose—. El tipo al que le tiraron huevos a su casa esta mañana.
Hace una semana, llamé al ayuntamiento para quejarme de la
basura en su jardín. ¿Has visto su jardín? —preguntó Patsy—. Toda
su casa y su patio son una monstruosidad. Nosotros, en la
comunidad, nos enorgullecemos de cómo se ven nuestras

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


59
residencias. El valor de nuestra propiedad ha caído en picada
desde que el señor Hawking se mudó.

—Es un ludópata —susurró el señor Marvell, como si los vecinos


lo escucharan—. Y perezoso. Cobra el desempleo.

—Mucha gente lo cobra —señaló Moose—. Eso no los hace


perezosos. El trabajo no es fácil de encontrar en estos días.

Patsy olfateó. —Si te esfuerzas lo suficiente, puedes


conseguir un trabajo. Ayer vi un cartel de contratación en la
ventana de la gasolinera. El señor Hawking es simplemente
perezoso.

Moose apretó los dientes. Ella no tenía derecho a juzgar a


nadie, especialmente si no conocía la historia completa. ¿Y si el
desempleo del señor Hawking pagaba más que un trabajo en una
gasolinera? No es que hubiera nada malo en trabajar allí. Moose
respetaba a cualquiera que saliera de la cama y trabajara para
ganarse la vida. No le importaba si el señor Hawking recogía
animales muertos en la carretera para el condado. ¿Qué importaba
eso?

Antes de unirse al servicio, Moose había laborado en muchos


trabajos mal pagados. Tenía más de doscientos años, y a veces una
persona tomaba lo que podía conseguir. Hubo un tiempo o dos en
que fue indigente e hizo trabajos extraños y de mierda sólo para
sobrevivir.

No le gustaba esta pareja, pero mantuvo la boca cerrada,


eliminando sus sentimientos personales de la ecuación. Lo cual, por
cierto, no era completamente posible, pero se guardó sus opiniones
para sí mismo. —Gracias por su tiempo.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


60
—Cuando quieras —dijo James, esa sonrisa falsa apareció
de nuevo.

El señor Pearl y la pareja no olían a vampiro. Supo eso enseguida


sobre la pareja ya que estaban fuera a plena luz del día. Moose aún
no estaba seguro de que el vampiro tuviera algo que ver con el
vandalismo o el asesinato, pero no creía en la coincidencia, y ¿no le
había dicho Raven en el desayuno que olía a chupasangre fuera de
la casa del señor Hawking?

Parecía que cuanto más hablaba con la gente, más frustrado se


sentía. Moose no estaba llegando a ninguna parte. La gente estaba
muy loca, pero no se le había pasado por la cabeza ninguna señal de
alarma.

Moose miró su teléfono y decidió que podía hablar con una


persona más antes de reunirse con Grayson para cenar.

Pensó en cómo su compañero había tratado de dominarlo y lo


adorable que había sido. Moose no podía esperar a llegar a casa
esta noche y sacar a Grayson de su uniforme.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


61
Capítulo Cinco

—Entonces, ¿quién es exactamente Chris Fisher?

—No tengo ni idea —dijo Grayson—. Antes de esta mañana


nunca había oído hablar de él.

Pero el caso era lo último que tenía en mente mientras miraba


el reloj de la pared del restaurante. El turno de Grayson terminaba
en tres horas, y la realidad de volver a casa con Moose tenía su
estómago retorciéndose en nudos.

No es que Grayson quisiera acobardarse. No era eso. No del


todo. La idea de tener sexo con Moose le emocionaba. Pero había
estado con sólo otro tipo y... joder. Sintió la presión que se ejercía
sobre él.

Pero mantuvo la calma, actuando como si no estuviera


enloqueciendo por dentro. Grayson tenía cuarenta y un años. Podía
manejar el tener sexo con un chico. Podía manejar toda esa piel
musculosa bajo las palmas de sus manos. Podía manejar los besos,
los toques y las caricias. El deslizamiento de lenguas sobre lugares
húmedos, los gemidos, el jaleo de la respiración como...

Joder. Estaba sentado en la cabina con una erección del tamaño


de Texas y no había nada que pudiera hacer al respecto ahora
mismo. Estaba excitado y no podía dejar de mirar el pecho de
Moose, se le hacía la boca agua por probar los pezones del hombre,
tocar sus abdominales rígidos, y...

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


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Grayson miró por encima de su hombro cuando escuchó
algo que se estrelló. Heather maldijo y se inclinó para recoger los
cristales rotos cuando sonó la campana detrás de ella, haciéndole
saber que una de sus órdenes estaba listas.

Había otro tipo que trabajaba detrás del mostrador. Fredrick


miró a Heather, puso los ojos en blanco y le sirvió a un tipo en el
mostrador una taza de café.

¿De qué se trataba? ¿Por qué no la ayudaba Fredrick? Grayson


siempre pensó que Heather era una buena chica, así que ¿por qué
su hermano la miró como que no tenía remedio?

Grayson vio a Cyril Anson pasando la ventana de pedidos. El


dueño miró a Heather y sacudió la cabeza. Se había encontrado
con Cyril unas cuantas veces a lo largo de los años, y el dueño era
un tipo muy agradable.

Era alto, delgado, con una larga barba que llevaba en una
trenza. A Grayson le recordaba a alguien que debería estar en una
banda de rock en vez de trabajar como esclavo en una cocina.

Cyril también era guapo, pero Grayson nunca había tenido el


valor de coquetear con él. Ni siquiera estaba seguro de que Cyril
fuera gay. Pero ahora su atención estaba en Moose y la noche que
le había prometido que sucedería.

—Vamos a tener que indagar en la vida de Chris Fisher para


averiguar quién lo querría muerto —dijo Moose, atrayendo la
atención de Grayson hacia él—. Ahí es donde tenemos que empezar
mañana.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


63
Grayson oyó el ruido de los cubiertos en la mesa detrás de
Moose, y luego el desconocido gritó. Levantando el cuello, vio que
el hombre había derramado su soda.

—¿Prestarás atención? —Moose agitó una mano frente a la


cara de Grayson—. Deja de distraerte.

Si Moose supiera por qué Grayson está desenfocado. No podía


dejar de pensar en el futuro. Se sintió sonrojado como si alguien
hubiera encendido la calefacción en su interior o si el sol le hubiera
iluminado. Estaba sudando, y su uniforme se sentía demasiado
ajustado.

—Lo siento —dijo Grayson—. Tengo un montón de jaleo que


resolver en el trabajo. Parece que este día nunca va a terminar. —
No, parecía que el día fuera demasiado rápido. Tres horas más y...
Grayson tragó y agarró su vaso de agua para apagar su garganta
reseca.

—Aquí tienen. —Heather puso sus platos sobre la mesa—. ¿Hay


algo más que necesiten?

Más tiempo. —No, así está genial.

Todas las bravuconadas anteriores de Grayson se habían ido


por la ventana. Estaba exagerando, y lo sabía, pero no podía dejar
de pensar en lo que pasaría una vez que llegaran a casa.

—Gracias, Heather —dijo Moose—. ¿Me traes un poco de salsa


de tomate?

—Claro. —Sonrió, cogió una botella del mostrador y se la dio a


Moose—. ¿Algo más?

—Perfecto —dijo Moose.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


64
—Perfecto. —Grayson asintió y luego echó un vistazo a
Moose cuando sintió que el tipo jugaba a los pies con él bajo la
mesa. Los pies de Moose estaban rozando los tobillos de Grayson.

Grayson tiró de sus piernas hacia atrás mientras Heather se


alejaba.

Moose se metió una patata en la boca. —Estoy descubriendo


que Maple Grove tiene unos residentes muy chiflados.

—Es un pueblo pequeño. ¿Qué esperabas? —Grayson cortó su


carne asada, amando lo tierna que estaba. La carne se desmoronó
mientras dividía una rebanada y se la comía, masticándola más
tiempo del que debía para no tener que hablar.

La pierna de Moose se deslizó por la pierna de Grayson,


haciendo que se atragantara con su carne. —¿Estás bien? —Moose
sonrió con suficiencia.

—Lo estaré cuando te guardes tus malditos pies para ti mismo.


¿Llevas, qué, una bota de talla cuarenta y nueve? Eso es demasiado
grande para montar mi pierna.

Moose se inclinó hacia adelante, torciendo su dedo para que


Grayson se inclinara también. Cuando lo hizo, dijo en voz baja: —
Estoy seguro de que puedes manejar mi tamaño, guapo.

La mano de Grayson se extendió y tiró su vaso de agua. Gritó y


recogió el vaso, luego tiró unas servilletas para evitar que el agua
se expandiera por la mesa.

Con una risita, Moose se levantó y cogió servilletas extra del


dispensador del mostrador. Volvió y dejó caer una pila de ellas
sobre el agua que se extendía intentando llegar al borde.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


65
Parte del agua ya había caído al suelo. Moose se inclinó
junto a Grayson y lo miró con ojos seductores. Su olor invadió los
pulmones de Grayson, fuerte, picante y erótico.

Un pequeño gemido subió por la garganta de Grayson y pasó por


sus labios. Al darse cuenta del sonido que hacía, apretó sus labios
y apartó la mirada.

La risa baja de Moose fue ahumada y profunda. Se levantó a su


altura justo cuando Heather se acercó y tomó las servilletas
mojadas de Moose y la mesa. Afortunadamente ella no dijo una
palabra. Grayson era incapaz de hablar en ese momento. Levantó
la cabeza y miró fijamente la hermosa cara de Moose.

Sus miradas se cerraron, y Grayson sintió una conexión tan


profunda con Moose que su pecho se apretó.

La lengua de Moose se deslizó sobre su labio inferior mientras


miraba a Grayson, y luego se sentó y se metió otra papa frita en la
boca.

El momento había sido tenso, lleno de promesas tácitas de lo


que vendría después. Grayson ya no tenía hambre. Quería limpiar
la mesa e inclinarse sobre la superficie plana, ofreciendo a Moose
lo que el hombre quisiera.

Desafortunadamente, aún tenía tres horas de trabajo por


terminar. —Baño —Moose se levantó y se alejó caminando.

Grayson tragó bruscamente mientras miraba alrededor, con las


palmas de sus manos sudando como locas. Se sintió mareado cuando
se deslizó de su asiento. Sus piernas se tambaleaban mientras
caminaba, su único objetivo era el baño de hombres.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


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Grayson entró en el baño bien iluminado, sin saber qué
esperar. Moose lo agarró y empujó la puerta cerrada, apoyándose
en ella. Si alguien intentaba entrar, tendría que alejar a Moose, y
Grayson dudaba que un simple mortal tuviera esa fuerza.

Los labios de Moose se cerraron de golpe sobre los de Grayson


mientras buscaba a tientas la cremallera de los pantalones del
uniforme de Grayson. Deslizó la cremallera, la desabrochó, y metió
su mano fornida dentro.

Grayson soltó un grito y un gemido cuando Moose enroscó su


mano alrededor de su polla dura. Su polla se movió y luego palpitó
cuando Moose empezó a bombear su puño.

Se agarró a los bíceps de Moose, silbando tan fuerte que se


sintió como una serpiente retorcida o una zorra sin escrúpulos que
quería que le follaran tanto que estaba gimoteando.

Pero quería sentir la polla de Moose en su mano. Estaba


desesperado por ello. Grayson tenía años de frustración reprimida
en sus bolas y quería liberarse, pero también quería disfrutar de
esto.

Se tambaleó mientras intentaba liberar a la poderosa bestia


de Moose. Le tomó un momento a Grayson para calmarse lo
suficiente como para meter su mano en los boxers de Moose. La
carne del tipo estaba caliente, dura y palpitaba tanto como la
propia polla de Grayson.

Retrocedió un paso y no estaba seguro de qué parte del cuerpo


se sacudió bajo el secador de manos, pero el secador cobró vida,
ahogando sus gemidos y sus rápidas respiraciones.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


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Grayson era ajeno al mundo que le rodeaba, incluso al duro
empuje del aire del secador de manos. Tenía la polla de Moose en
la mano y apenas podía cerrar el puño mientras subía y bajaba la
dura carne, usando la almohadilla de su pulgar para acariciar un
poco de prepucio.

Pero no era suficiente.

Grayson se alejó, y Moose lo siguió mientras abría el grifo y


mojaba su mano. Ahora estaban en el mostrador del lavabo,
besándose en la boca, masturbándose. Fue un frenético desastre,
y a Grayson no le importó.

Esto era muy caliente. El acto, los besos, la desesperación. Sus


bolas estaban apretadas, abrazadas cerca de su cuerpo, listas para
derramar su abundante semilla. Grayson parecía no poder
acercarse lo suficiente a Moose. Había una fracción de pulgada
entre ellos, y eso era demasiado.

Moose profundizó el beso, y Grayson luchó para acercarse aún


más. Necesitaba acercarse más. Abrió sus piernas para que Moose
pudiera agarrar sus bolas. El tirón hizo que Grayson jadease
mientras sacudía sus caderas hacia adelante, follando la mano de
Moose.

Inclinó la cabeza hacia atrás, sus labios se separaron, mientras


Moose besaba y chupaba su mandíbula, las manos del tipo se movían
al ritmo de la otra mientras le frotaba la polla y acariciaba las
pelotas de Grayson.

Esto tenía que ser un sueño. Grayson debió quedarse dormido


en su escritorio, porque nunca se había involucrado en algo tan

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


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arriesgado, tan erótico, o en algo que le hiciera querer
desnudarse en un baño público.

El placer le dolía en todo el cuerpo.

Su corazón no se detenía.

Su respiración no volvería a la normalidad.

Ninguno de ellos decía nada, pero el baño estaba lleno de ruidos


de placer y necesidad.

Grayson soltó la polla de Moose y lo empujó hacia atrás con


fuerza bruta. Moose tropezó hasta que su espalda estaba contra
la pared. Al caer de rodillas, Grayson se llevó el pene de Moose a
la boca.

—Oh, joder —gimió Moose, manteniendo la voz baja como si


una parte de su cerebro aún tuviera unas pocas células que le
recordaran que la gente estaba al otro lado de la puerta.

Grayson tenía un saludable reflejo nauseoso, pero luchó


mientras tosía y sus ojos lloraban. Acarició con su mano la longitud
de Moose, restando pulgadas para no morir por asfixia inducida al
tragarse su polla.

No necesitaba los titulares diciendo que el nuevo sheriff había


muerto en un baño público por tragarse una polla de una longitud
dos veces más grande de lo normal.

Las piernas de Moose temblaban mientras Grayson meneaba su


polla, chupaba toda la carne que podía hasta que rozaba su
garganta y usaba su lengua para deslizarse por las pronunciadas
venas que serpenteaban por el lado de la carne gruesa.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


69
Las manos se agarraron a la cabeza de Grayson,
acariciando su pelo mientras tiraba de las bolas de Moose. ¿Sabía
Grayson lo que estaba haciendo? No del todo. Sólo se imaginó lo
que le gustaba cuando se la chupaban y le hizo exactamente eso a
la polla de Moose.

—¡Mierda! —Moose echó la cabeza hacia atrás mientras su polla


palpitaba fuertemente en la boca de Grayson. Una erupción de
esperma brotó por la garganta de Grayson. Trató de tomarlo todo,
pero la liberación fue demasiado para él.

Se retiró y se apartó lo suficiente como para que el semen


salpicara al suelo y a la pared. Moose gruñó y levantó a Grayson de
debajo de sus brazos, arrastrándolo hacia la pared.

Esto fue muy erótico. Siendo dominado, hecho para tomar el


placer de Moose. Se retorcía mientras Moose lo masturbaba, sus
labios presionados juntos, respirando el aliento exhalado del otro.

Moose lamió el interior de la boca de Grayson como si quisiera


saborearse a sí mismo mientras lo masturbaba. Metió su mano más
profundamente en la ropa interior de Grayson, su mano se movió
firmemente hacia atrás.

Cuando Grayson sintió la punta del dedo de Moose en su


agujero, se perdió. Simplemente se perdió, joder. Echó la cabeza
hacia atrás, gritando su liberación, sin importarle quién diablos lo
escuchaba mientras sus bolas se vaciaban y su cabeza nadaba en
placer.

Ese había sido el orgasmo más duro que Grayson había


experimentado, y había estado casado durante veinte años.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


70
Se desplomó contra Moose, tomando respiraciones
desiguales. Moose lo sostuvo, besándolo y acariciándolo, ambos
disfrutando de la intimidad hasta que alguien trató de entrar.

La pierna de Moose salió disparada, cerrando suficientemente


la puerta. —¡Oye! —alguien gritó desde el otro lado.

Moose y Grayson corrieron a diferentes puestos y cerraron las


puertas justo cuando la puerta del baño se abrió de nuevo.

Grayson vació su vejiga, se arregló los pantalones y se pasó una


mano por su pelo revuelto. Se ruborizó y salió del puesto,
asintiendo al tipo que estaba allí de pie mirándolo con curiosidad.
—¿Hay algún problema? —preguntó Grayson.

El tipo señaló con su pulgar sobre su hombro. —Creo que Cyril


necesita que le miren la puerta. Se cerró de golpe en mi cara.

Grayson se lavó las manos, ocultando su sonrisa mientras su


cuerpo aún zumbaba por las pequeñas réplicas. Salió del baño antes
de que Moose saliera de su puesto.

No necesitaba despertar sospechas. Grayson ya había hecho


suficiente ruido para despertar a los muertos. Pasó por su mesa,
su plato de comida allí, sin comer aún, y tiró algo de dinero antes
de dirigirse rápidamente hacia la salida.

Cuando estuvo fuera y caminó unos pasos, estalló en risa. Lo


que había hecho con Moose en el baño no era quien él era, no era
algo que había pensado hacer, pero se sentía vivo como si un
tsunami de emociones le bañara.

Su cuerpo zumbaba de excitación al volver al trabajo, silbando


y lleno de anticipación por la noche que se avecinaba.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


71
A Moose le costaba concentrarse mientras hablaba con
Jeremy Longing. Todo lo que pensaba era en su pareja, en cómo
Grayson se había puesto de rodillas con la polla de Moose metida
en su garganta, en cómo su pareja hacía esos bonitos ruidos
sexuales, en lo desesperado que parecía hacerlo correrse.

—¿Me has oído? —preguntó Jeremy. El rubio no podía medir


más de un metro setenta. Moose se elevaba sobre el tipo. Los ojos
verdes del hombre estaban inyectados en sangre, y su aliento olía
a alcohol.

Si Moose pudiera emborracharse con alcohol humano, el aliento


de Jeremy lo habría matado.

El humano tenía una pinta en la mano. Líquido oscuro se derramó


en el interior mientras caía en un sillón reclinable que había visto
mejores días. Para la casa de un borracho, estaba
sorprendentemente limpia.

Moose se sentó en el borde del sofá, con su bloc de notas en la


mano. —Lo siento. ¿Puede repetir lo que acaba de decir?

Jeremy parpadeó unas cuantas veces mientras miraba la


botella en su mano. Permaneció así durante un largo momento,
perdido en sus propios pensamientos. Moose no estaba seguro de
si las lágrimas no derramadas de sus ojos eran por la bebida o si
el tipo estaba a punto de llorar.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


72
Con un suspiro, Jeremy se levantó y caminó hacia la
chimenea, cogiendo un marco de fotos de donde estaba posado en
la chimenea. Lo miró fijamente mientras una sola lágrima se
deslizaba por su mejilla.

—Dije que perdí a mi esposa hace dos años por un cáncer de


mama. Lily era todo mi mundo.

Moose ahora sabía por qué el hombre bebía. —Siento mucho su


pérdida.

Jeremy le dio una sonrisa de labios apretados y colocó el marco


de nuevo donde había estado. Tomó un trago, bebió y suspiró
mientras caminaba de vuelta a su silla y se sentó. —Gracias.

El sol poniente creó patrones de cebra a través de la alfombra


de las persianas mientras Jeremy ponía la botella en la mesa junto
a él. —¿Qué era lo que querías saber?

Moose tenía un trabajo que hacer, y necesitaba encontrarse


con Grayson en la estación en una hora, pero maldición, odiaba ver
a alguien con tanto dolor emocional. —Quería saber cómo se
conocieron Lily y tú.

Jeremy era un tipo flaco y bastante bajito. Moose miró la foto


que el humano había estado sosteniendo para ver una pareja
sonriente. Lily tenía una sonrisa impresionante, y era tan baja y
delgada como Jeremy.

También había una chispa de felicidad desenfrenada en sus


pálidos ojos azules, diciéndole a Moose que había estado tan
enamorada de su marido como él lo había estado de ella.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


73
—En un carnaval —dijo Jeremy. Aclaró su garganta y se
limpió los ojos, inhalando profundamente y dejando salir su aliento
lentamente. Se estaba recomponiendo a sí mismo mientras daba
una sonrisa—. Estaba allí con algunas de sus amigas, y en cuanto la
vi con ese vestido amarillo de verano, supe que estaba enamorado.

Moose sabía cómo se sentía Jeremy. A pesar de que Grayson


había sido golpeado hasta el infierno, tan pronto como puso los
ojos en su compañero su corazón fue robado.

Jeremy se rio un poco. —Lily rechazó mis avances, rehusando


salir conmigo. Pero me encontré con ella de nuevo en la cafetería,
sin sus amigos, y hablamos durante lo que se sintió como una
eternidad. —Se limpió la nariz con el dorso de la mano—. Ella era
tan asombrosa, esta hermosa criatura que estaba interesada en
alguien como yo. No sé cómo tuve tanta suerte, pero se casó
conmigo y fui el hombre más feliz del planeta.

Hasta que el cáncer se la llevó. Eso fue lo que Jeremy dejó sin
decir.

—¿Cuánto tiempo estuvieron casados? —Moose miró


alrededor de la habitación, y vio su toque en todas partes. Tenía
la sensación de que Jeremy no había cambiado nada.

Vivía con su fantasma, su recuerdo de tiempos más felices.


¿Los residentes de Maple Grove conocían la historia de Jeremy, o
sólo lo juzgaban por su forma de beber?

Ahora que Moose lo sabía, joder, realmente sentía algo por el


tipo.

—Tres años. —Jeremy tragó bruscamente, agarró su botella y


tomó un trago—. Tres de los mejores años de mi vida.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


74
Moose quería preguntar por qué no habían formado una
familia juntos, pero eso habría desatado una ola de lágrimas y el
tipo ya estaba sufriendo suficiente.

Si tuviera tiempo, se sentaría allí toda la noche y dejaría que


Jeremy hablara de Lily. Parecía que quería hablar de ella y
probablemente necesitaba que Moose volviera mañana. El chico
necesitaba a alguien que le ayudara a superar esto, y aunque Moose
no era una persona cualificada, a veces simplemente hablar
ayudaba a que el alma se curara.

—Quería preguntarle sobre el vándalo —dijo Moose—. ¿Atacó


aquí?

Jeremy parecía como si estuviera saliendo de un sueño.


Parpadeó rápidamente y dejó su botella a un lado. —Vidrio roto.

—¿Eh?

El tipo saludó hacia la parte de atrás de su casa. —Alguien


rompió un montón de botellas vacías de alcohol en mi patio trasero.
Me corté el pie cuando salí la otra noche.

—¿Qué tan grave fue el corte? —Moose automáticamente miró


hacia abajo a los pies desnudos de Jeremy. Fue entonces cuando
se dio cuenta de la venda que se había puesto en el pie izquierdo.
Al menos había tenido los medios para cuidar de sus heridas.

—No es profundo. Saqué el vidrio, lavé los cortes y le puse unas


vendas. —Sus ojos se entrecerraron—. Fui a la comisaría a
presentar una denuncia cuando oí que el vándalo atacó de nuevo. —
Se rascó el pelo—. Para ser honesto, esta mañana está borrosa. No
recuerdo si presenté una.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


75
Moose quería abrazar a Jeremy. El tipo tamaño bolsillo
tenía un profundo dolor, pero sabía que ninguna cantidad de alcohol
lo aliviaría. El alcohol podría adormecerlo por un tiempo, pero la
angustia siempre volvería.

—No vi ni escuché a nadie en mi patio trasero —dijo Jeremy—


. Lo siento, pero no puedo ayudar en nada.

—¿Puedes pensar en alguien que te hiciera eso?

Jeremy negó con la cabeza. —No molesto a nadie, así que no


tengo enemigos. —Su sonrisa era débil y apenas estaba ahí—. Por
otra parte, no recuerdo mucho de los últimos dos años. —Cogió su
botella y tomó otro trago.

Moose sacó una de sus tarjetas de visita y se la dio a Jeremy.


—Llámame si se te ocurre algo, o si sólo quieres hablar. —Salió
mientras Jeremy miraba la ventana, como si su mujer fuera a
volver en cualquier momento.

Después de esa entrevista, Moose quiso abrazar a Grayson de


cerca y nunca dejar ir a su compañero.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


76
Capítulo Seis

—¿Cómo fue tu conversación con Jeremy? —El camino a casa


había sido tranquilo, lo que hizo que Grayson se preguntara por qué
Moose, que normalmente charlaba una tormenta, miraba por la
ventana, muy pensativo.

Moose se giró y miró a Grayson. —¿Alguien lo conoce


realmente?

—No te entiendo. —Grayson hizo el giro en Walbash Road que


conducía al largo camino de vuelta a su casa.

—¿Alguien sabe por qué Jeremy está bebiendo hasta morir? —


Moose bajó su ventana y respiró profundamente aire fresco.

—¿Qué te pasa? —preguntó Grayson—. ¿Por qué pareces tan...


no lo sé. Reflexivo?

—No es nada. —Moose le sonrió, pero la sonrisa no llegó a sus


ojos—. Supongo que dejé que Jeremy me afectara.

—¿Cómo?

—El tipo tiene una historia jodidamente triste que contar. —


Moose iluminó a Grayson, contándole la conversación que había
tenido con el Sr. Longing—. El tipo está en un camino destructivo,
y parece que a nadie le importa.

Grayson se había enterado de que la esposa de Jeremy había


fallecido, pero lamentablemente, él también era culpable de no
acercarse. Pero en su defensa, Grayson se había retirado, conocía

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


77
a los residentes, pero no personalmente, y simplemente se
quedó solo.

—Voy a volver allí mañana para... no sé, hablar con él. Necesita
a alguien, Grayson.

El enorme tamaño de Moose coincidía con su enorme corazón.


Le había dicho a Grayson que era blando y dulce por dentro, y
ahora realmente lo vio. —Creo que es una buena idea.

Lástima que Jeremy no hubiera encontrado a alguien que


llenara ese vacío, no es que fuera una solución, pero tener a alguien
en su vida podría ayudar a aliviar el dolor.

Grayson estuvo de acuerdo en que todos necesitaban a alguien


en su esquina. Incluso él lo hizo y se alegró de que Moose se
hubiera negado a ser expulsado. Vaya. Eso sonó espeluznante como
la muerte en su cabeza.

Grayson sonrió y sacudió la cabeza. —¿Qué es tan gracioso?

—Tengo los pensamientos más extraños —dijo Grayson—. No


te preocupes por mí.

Se detuvo en su entrada y se estacionó en el gran cobertizo de


atrás. Grayson pensó que Moose hablaría mierda de camino a casa,
le recordaría esta noche o trataría de hacer un movimiento sobre
él en la furgoneta.

Pero Moose se quedó en silencio al salir y se estiró, con su


camisa subiendo y mostrando sus abdominales y el rastro de vello
que pasaba por su cintura. Grayson salió y se dirigió a la casa.
Moose le agarró del brazo y lo detuvo. —Necesito aire fresco y no
me importaría la compañía.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


78
La entrevista de Moose con Jeremy le había afectado
profundamente. Grayson se dio cuenta mientras tomaban asiento
en las sillas de jardín. Aparte de los bichos, le gustaba sentarse
fuera al atardecer. Había algo diferente en ese momento del día
que hacía que las cosas parecieran posibles.

Como el hecho de que los no humanos existieran. —¿Qué es lo


que hace que Grayson Copache funcione?

La pregunta cogió a Grayson por sorpresa. —Vaya, no lo sé.

Moose se sentó a un lado de su silla, una silla que parecía apenas


capaz de contener su altura y peso. Entrecruzó sus dedos y apoyó
sus brazos en sus muslos. —¿Cómo eras de niño?

Grayson no quería hablar de su infancia. No había sido mala,


pero tampoco había sido soleada.

—Voy a conseguirnos algo de beber. —Se levantó y corrió hacia


la puerta trasera antes de que Moose pudiera detenerlo.

—No estoy tratando de hacerte huir de mí —dijo Moose detrás


de él cuando entró en la casa—. No necesitas esforzarte más de
lo necesario. Sólo podemos hablar del cambio climático o de sexo.

—¿Fue eso un intento de seguir adelante?

Moose sonrió. —Pensé que había cambiado el tema de un modo


bastante suave.

—Inténtalo de nuevo. —Pero a Grayson le gustaba el encanto


de Moose—. ¿Te sientes mejor?

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


79
—Sólo estaba nervioso. Eso es todo. —Moose se dio
palmaditas en el estómago—. Algo de comida podría ayudar a
sacudir las telarañas.

—Creo que la comida te ayudaría a salir de tu lecho de muerte.


—Grayson fue a la nevera y sacó algunas sobras, sorprendido de
que tuviera alguna con Moose en la casa.

—Me conoces tan bien. —Moose se rio.

—¿Qué tal un poco de pollo al horno para calmar tu alma? —


Cuando se dio la vuelta, Moose estaba justo ahí, de pie tan cerca
que Grayson casi se topa contra él.

La mirada de Moose lo envolvió de una manera tan provocativa


que Grayson respiró hondo. —Hueles a pan recién hecho.

Ese fue el cumplido más extraño que Grayson había recibido.


—¿Huelo a levadura?

Moose negó lentamente con su cabeza. —No dije eso.

—Pero acabas de decir...

Moose inhaló profundamente. —Un olor increíble.

Grayson pasó por delante de Moose y puso el contenedor en el


mostrador. —Eres un hombre extraño.

Moose sonrió tanto que se le veían los dientes de color blanco


nacarado. —Te gusta eso de mí.

Grayson sintió que la tensión sexual se incrementaba en el aire.


No estaban en el baño del restaurante. No estaban en ningún sitio
donde pudieran ser interrumpidos. Estaban sólo ellos, un montón
de lujuria, y nada más que tiempo y privacidad.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


80
Moose pasó por delante de él y colocó el recipiente en el
microondas, ajustando el temporizador. Sus pechos se rozaron, y
Grayson sintió un dolor que crecía en intensidad.

Podía sentir la polla de Moose creciendo, también. La carne


dura fue presionada contra Grayson, y era tan dura como el cuerpo
del hombre.

El aliento de Grayson se enganchó. En un movimiento atrevido,


deslizó su mano por el costado de Moose. El brazo de Moose seguía
estirado por encima del hombro de Grayson como si estuviera
apoyado en el armario. Pero no se movió mientras miraba fijamente
a Grayson con los ojos brillantes.

—¿Quieres algo más para acompañar ese pollo? —preguntó


Grayson mientras dejaba que su mano se deslizara hacia abajo.

—Un pedazo de sheriff estaría bien. —La voz de Moose se


volvió ronca mientras se lamía los labios—. Pero tomaré un beso
como aperitivo.

Inclinando la cabeza hacia atrás, Grayson esperó, pero Moose


no se movió. ¿Estaba esperando a que iniciara el beso? Ya se habían
besado antes, y el sentimiento era poderoso. Grayson siempre
sentía una profunda conexión con Moose cada vez que sus labios
se tocaban.

Rozó sus labios sobre los de Moose mientras su excitación


aumentaba, corriendo a través de él como una fuerte y cálida
corriente. El aire parecía llenarse de ella cuando Moose lo atrapó
contra el mostrador y un pequeño gruñido retumbó en la garganta
del hombre.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


81
Durante medio segundo Grayson vaciló, y entonces sus
lenguas se enredaron, los gemidos estallaron, y sus manos se
movieron a tientas. Sólo una de las manos de Grayson ya que su
otro brazo estaba enyesado.

A medida que el beso se hacía más profundo, Grayson acarició


con su mano la espalda de Moose y le dio una palmada para después
pellizcar su culo, apretando juntas sus pollas duras.

Grayson estaba deshaciéndose de la ropa de Moose, sus miedos


se desvanecían entre miembros enredados y besos desesperados.
Estaba maldiciendo su yeso, deseando que no estuviera ahí para
poder desnudar a su futuro amante. Quería la piel desnuda contra
la suya, una polla dura en la mano, y joder, ¿qué era ese ruido?

Ah, el microondas estaba sonando.

Moose lo ignoró mientras arrastraba a Grayson a la sala de


estar, todavía intentando besarle, sus labios aterrizando en la
mandíbula, nariz y mejilla de Grayson.

—Deja de intentar besarme antes de besarme en un ojo. —


Grayson se dejó caer en el sofá y se quitó sus botas mientras
Moose se desnudaba rápidamente.

Moose le sacó la camisa por encima de la cabeza tan rápido que


Grayson oyó el material rasgándose.

Su brazo roto. La maldita cosa era una maldición ahora mismo.


Desvestirse con una sola mano no era fácil, y Grayson se golpeaba
la entrepierna tratando de desabrochar el botón. Cerró los ojos,
inspiró profundamente y dejó salir el aire lentamente.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


82
—¿Necesitas ayuda con eso, o vas a ser demasiado terco
para admitirlo?

Grayson había estado tan ocupado mirando el botón de sus


pantalones de uniforme que no se había dado cuenta de que Moose
ya estaba jodidamente desnudo. Todo lo que Grayson había
conseguido quitarse eran sus malditas botas.

Y no podía dejar de mirar la gloria desnuda que tenía delante.


Estaba a punto de volar su fajo abriendo la boca a toda esa carne
musculosa expuesta.

—Cierra la boca antes de atrapar una mosca. —Moose se acercó


a él, todo arrogante y sexi, y puso a Grayson de pie—. Si
necesitabas ayuda para desnudarte, todo lo que tenías que hacer
era decirlo.

—Hazlo. —Esa fue la única palabra que Grayson pudo formar.


Estaba mirando montañas de carne dura, y la carne más dura de
todas estaba entre las piernas de Moose.

Un hombre de más de dos metros de alto e igual de ancho no


llevaba un pececillo. Llevaba una maldita ballena.

—Te lo dije —dijo Moose mientras desabrochaba la camisa de


Grayson, yendo tan despacio que Grayson tuvo que apretar los
dientes para calmarse—. Seré amable.

Grayson le dio una palmada y entrecerró los ojos. —No necesito


que me entrenes. Sé cómo tener sexo.

—¿Con un hombre? —Moose parecía muy serio—. No tienes que


hacerte el duro conmigo, Grayson. Sólo somos nosotros, y no me
importa lo inexperto que seas. Aun así nos vamos a divertir.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


83
Empezó a desabrochar la camisa otra vez, y Grayson lo
dejó mientras su brazo colgaba a su lado. No le gustó que Moose
hubiera visto a través de su ira. No le gustaba que el tipo
entendiera completamente su “inexperiencia”.

No era virgen cuando se trataba de sexo gay. Grayson había


estado con otro chico antes, aunque fuera una aventura de una
noche hace cinco años.

Moose se arrodilló y terminó de desnudar a Grayson como si


tuviera dos años y no pudiera aguantar. Pero se mordió la lengua,
guardándose sus comentarios de sabelotodo para sí mismo.

Grayson ya estaba bastante nervioso. No necesitaba dejarse ir


de la boca y empeorar su ansiedad.

—Levanta la pierna.

Hizo lo que Moose le pidió, y en menos de un segundo, Grayson


estaba tan desnudo como su amante, con su brazo enyesado a su
lado.

—Mmm. —Moose se puso de pie a su altura y lo miró—. Sólo


quiero engullirte.

—¿Porque huelo a pan recién horneado? —Vale, así que Grayson


no pudo mantener todos sus comentarios de sabelotodo atrapados
en su garganta. Unos pocos estaban destinados a volar libres.

Moose dio una risa sincera. —Algo así.

Bajó a Grayson al sofá y cogió el mando a distancia. Grayson


estaba completamente perdido. ¿Estaban teniendo sexo o viendo
una película?

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


84
—Podemos relajarnos por un minuto. —Moose rodeó a
Grayson con un brazo y lo empujó hacia su lado—. Necesitas
relajarte antes de que haga mi movimiento estrella sobre ti.

—No soy un adolescente, y esto no es una cita. —Parecía que


Grayson no podía mantener la boca cerrada.

—No, no lo eres, y esto es una cita, más o menos. Te he llevado


a cenar.

—Pagué por mi propia comida.

Moose se encogió de hombros. —Todavía cenamos juntos. Si


quieres flores, dame un segundo e iré a recoger algunas.

Grayson le dio un codazo. —Cállate.

Moose le dedicó una sonrisa que Grayson estaba empezando a


amar. La sonrisa de Moose podía iluminar una habitación y hacer
que cualquiera que lo mirara se desmayara. Era tan encantador y
juvenil, y sus sonrisas hacían que sus ojos brillaran como diamantes
en bruto.

—¿Qué deberíamos ver?

—No porno —dijo Grayson antes de saber que las palabras se


habían formado.

—Bien, porque tampoco me gustan mucho. Prefiero hacer las


mías propias. —Moose elevó sus cejas juguetonamente antes de
encender el televisor.

—Nos grabas teniendo sexo y te asesinaré mientras duermes.

Moose acercó a Grayson y le besó la sien. —No te preocupes,


ya que no te voy a compartir con el mundo.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


85
Grayson se sentó allí rígidamente hasta que Moose
sintonizó dibujos animados. No estaba seguro de qué pensar. —
¿Hablas en serio?

—¿Qué? —preguntó Moose—. Me encanta esta serie de dibujos


animados.

—Eh, no. Prefiero ver porno que un dibujo animado.

Moose elevó sus cejas. —Dale una oportunidad.

—No voy a hacerlo.

Cuando Grayson trató de levantarse, Moose dijo; —Bien —y


cambió los dibujos por una película real—. Aguafiestas.

Cuando la película empezó y Moose no intentó atacarlo, Grayson


se relajó. No podía calmarse del todo, no cuando estaban sentados
desnudos y la polla de Moose estaba tan dura que sobresalía como
una varilla de buceo.

La mirada de Grayson cambió entre la pantalla y la polla de


Moose. Quería tocar, pero Moose tenía el brazo bueno de Grayson
atrapado en su costado y no podía coger cualquier cosa, mucho
menos una polla dura, con un yeso era casi imposible.

Moose suspiró y se puso un poco más cómodo, con su polla


moviéndose arriba y abajo mientras se acomodaba más
profundamente en el sofá.

Lo hacía a propósito. Se burlaba de él, tentándolo a hacer el


primer movimiento. Esperaba que Grayson se calmara lo suficiente
para disfrutar del sexo, de tocar, besar y follar.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


86
Grayson estaba a medio camino considerando que había
tenido la polla de Moose en su boca antes. La única cosa que había
lo herido era la idea de que Moose le metiera la ballena en el culo.

Moose pasó su mano por encima del hombro desnudo de


Grayson, su pulgar dibujó pequeños círculos en su piel.

Grayson decidió iniciar las cosas. A la mierda, sentarse allí


desnudo con un tío guapo a su lado. Podría superar esto. Grayson
podía manejar la enorme polla de Moose. Era pan comido. Sin
problema. Un paseo por el parque.

Después de respirar profundamente y convencerse de sus


bravuconadas, Grayson se colocó a horcajadas en el regazo de
Moose, usando su único brazo bueno para poner su mano en el
hombro del tipo.

Moose deslizó sus manos por los costados de Grayson. —


¿Alguien te ha dicho alguna vez lo guapo que eres?

—Me han dicho uno o dos cumplidos en mi vida —dijo Grayson—


. Yo también podría decir eso de ti.

—No. —Moose negó con la cabeza—. Está bien. Más gente me


teme que la que se siente atraída por mi tonto trasero.

—No te tengo miedo. —Esa era la verdad. Había visto el lado


más suave de Moose, y eso había ayudado a deshacer los miedos
de Grayson. En su mayoría. El tipo era un cambiaformas, después
de todo.

—Dices las cosas más dulces. —Moose presionó un beso en la


nariz de Grayson.

—Estoy caliente.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


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Moose se rio. —De nuevo, las cosas más dulces.

—Así que haz algo al respecto —dijo Grayson.

—¿Qué quieres que haga, boo4? —Moose acarició el trasero de


Grayson, separando sus mejillas cada pocos segundos.

Grayson trató de pensar, pero las manos de Moose eran


mágicas, teniendo la habilidad no sólo de darle placer sino también
de desenfocar la mente de Grayson. Gimió y se inclinó hacia Moose,
deslizando sus labios sobre los de su amante mientras apoyaba su
trasero en las grandes manos de Moose.

—Confieso —dijo Moose contra la boca de Grayson—. Esperaba


esto, así que escondí el lubricante que encontré en tu mesita de
noche entre los cojines del sofá esta mañana.

—Diablo escurridizo.

Moose alejó una de sus manos y buscó a tientas mientras


Grayson seguía lamiendo los labios del hombre. Un momento
después, había un dedo húmedo en el agujero de Grayson.

Con un profundo gemido, Grayson se bajó sobre el dígito,


silbando cuando fue atravesado. Apoyó su cabeza en el hombro de
Moose, cerrando los ojos mientras se movía de arriba a abajo.

Entonces Moose añadió otro dedo.

Grayson estaba tan duro que no estaba seguro de poder


aguantar. No tener sexo por cinco años lo tenía listo para correrse.
Pero saber que era Moose el que estaba a punto de romper ese
hechizo le hizo algo, le hizo sentir... no estaba seguro. Sus

4
Boo. Es una forma cariñosa de llamar a tu pareja.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


88
emociones estaban por todas partes cuando Moose deslizó un
tercer dedo en su trasero.

Girando a Grayson como si no pesara más que una pluma, Moose


se elevó sobre él mientras Grayson estaba de espaldas, mirando a
la bestia salvaje. Sacó sus dedos y se lubricó la polla antes de
presionar la cabeza contra el agujero estirado.

—Dime que estás listo. —Moose apretó los dientes, como si


apenas estuviera sujetando su mierda. Tragándose su miedo,
Grayson asintió.

Moose agarró a Grayson por detrás de sus rodillas y le empujó


las piernas hacia atrás mientras le metía lentamente la polla en el
culo. Grayson se agarró al cojín debajo de él con una mano,
sujetándolo con fuerza, desesperado por esto pero a segundos de
decirle a Moose que se detuviera.

Como si leyera su mente, Moose se detuvo. Se inclinó sobre


Grayson y devoró su boca, chupando su lengua. Se echó atrás y
dijo: —Te tengo justo donde quiero, cariño.

Dejó ir las piernas de Grayson, y Grayson las enroscó alrededor


de la gruesa cintura de Moose. —¿Y qué vas a hacer conmigo?

—Aparearte.

Eso sonó extrañamente erótico, pero también un poco raro. —


No estoy seguro de qué decir a eso. —Grayson gimió y jadeó,
apretando las piernas con fuerza.

Ahí viene esa sonrisa que te deja sin aliento.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


89
—¿Por qué te detuviste? —Grayson trató de empujar a
Moose hacia arriba, para darse un poco de espacio, pero pesaba
una maldita tonelada y sus cuerpos seguían aplastados.

—Compañeros. —Moose le dio un mordisco a Grayson en el labio


inferior—. Mío.

—No... no tiene sentido. —Los miembros de Grayson estaban


temblando. Moose pudo haber hecho una pausa en lo que estaban
haciendo, pero su cuerpo seguía hormigueando y pulsando, listo
para lo que el gran hombre tenía que ofrecer.

Si tan sólo empezara a moverse.

—Por eso me hueles tan bien. —Moose lo besó entre cada


palabra—. En mi mundo, un compañero es alguien que el destino
escoge para ti. —Se movió lo suficiente para presionar su mano
contra el pecho sudoroso de Grayson—. Sé que sientes la conexión
entre nosotros.

Grayson estaba tratando de entender lo que Moose estaba


diciendo, pero su cerebro no estaba disparando todos los cilindros.
—Siento la conexión de tu polla en mi culo.

Juegos aparte, Moose dijo. —Sé honesto conmigo.

—Si lo hago, ¿empezarás a moverte?

Moose asintió mientras retrocedía un poco y luego volvía a


empujar lentamente. Grayson se mordió el labio inferior mientras
escapaba un gemido.

—Vale, sí. Siento una extraña conexión contigo.

—Somos compañeros.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


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Grayson no estaba tan fuera de sí como para no entender
lo esencial de lo que Moose estaba diciendo. Simplemente no le
importaba en este momento.

No le importaba si Moose había dicho que era de otro planeta.


Grayson sólo quería que se moviera, maldita sea.

—De acuerdo, bien.

Con una amplia sonrisa, Moose puso sus manos a ambos lados de
la cabeza de Grayson y comenzó a follarlo. Grayson arqueó su
espalda mientras gemía fuerte, golpeando accidentalmente su yeso
contra la cara de Moose mientras levantaba los brazos.

Moose no parecía darse cuenta o preocuparse. Casi dobló a


Grayson por la mitad mientras golpeaba sus caderas hacia delante,
su polla aserrando dentro y fuera del cuerpo de Grayson.

Entonces Grayson lo vio. Joder. Los caninos de Moose se


alargaron mientras un profundo y penetrante gruñido rasgaba su
garganta. Se inclinó sobre Grayson y hundió esos dientes afilados
en su hombro.

Grayson gritó, agitándose y retorciéndose debajo de Moose


mientras se acercaba a su orgasmo con tanta fuerza que sus
pelotas deberían haberse arrugado. Su semen salpicó sus pechos,
facilitando que su piel se deslizara junta.

Moose sacó los dientes y lamió el hombro de Grayson, gruñendo


mientras se metía en el culo de Grayson.

Se puso rígido y luego se corrió, jadeando antes de que sus


movimientos fueran más lentos. Grayson estaba acabado. Se
acabó. Hora de la siesta. Respiró hondo y empujó a Moose.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


91
—Eres jodidamente pesado.

Moose salió de Grayson y rodó detrás de él, haciéndole la


cucharita mientras Grayson se tambaleaba en el borde del sofá.

—Mi compañero. —Moose besó el cuello de Grayson—. Todo


mío.

La conexión que Grayson había sentido hacia Moose se había


profundizado hasta el punto de que parecía que se conocían de
toda la vida.

Estaba demasiado cansado para entender las cosas. Bostezó y


se dio vuelta, acurrucándose en el cuerpo de Moose mientras
cerraba los ojos, el ritmo de los latidos del corazón de Moose lo
arrullaron hasta el sueño.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


92
Capítulo Siete

—¿Hola? ¿Es el Sr. Zitelli?

—Bueno, eso depende de quién sea el maldito susurrador al


otro lado de este teléfono. —Moose no estaba seguro de la hora
que era, y todavía estaba oscuro fuera, así que quienquiera que
llamara más vale que tuviera una maldita buena razón.

—Creo que el asesino ha vuelto —susurró el tipo.

Eso hizo que Moose se sentara, lo que desafortunadamente le


hizo tirar a su compañero al suelo. Moose maldijo, puso el teléfono
en la mesa de café, y ayudó a Grayson a volver al sofá con una
mirada de disculpa.

—¿Qué te hace decir eso? —preguntó Moose una vez que


recuperó su teléfono—. Espera, ¿quién es?

—Soy el señor Pearl. Será mejor que venga rápido antes de que
sea su próxima víctima. —El Sr. Pearl colgó antes de que Moose le
dijera que llamara a la policía.

—¿Quién era? —Grayson se frotó los ojos y bostezó. Maldita


sea, incluso lleno de sueño, el humano era sexi como el infierno.
Moose quería sacarlo del sofá, llevarlo a la cama y follarlo de
nuevo.

—El señor Pearl. —Moose le contó su conversación.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


93
Grayson cogió el teléfono de Moose y marcó. —Este es el
Sheriff Copache. Necesito que te dirijas a la casa del señor Pearl.
Cree que alguien está intentando atacarlo.

Cuando Grayson colgó, devolvió el teléfono. —El ayudante


Hayley va a comprobarlo. Voy a volver a dormir.

Moose estaba muy tentado, pero si iba a resolver este caso,


necesitaba estar al tanto de las cosas.

—Dime que no vas a ir. —Grayson se sentó y se limpió los ojos


otra vez. Parpadeó unas cuantas veces y se rascó su pelo revuelto.

—Quizás pueda atrapar al asesino. —Moose buscó su ropa


interior. ¿Dónde coño la había tirado? El suelo de la sala estaba
lleno de ropa. Cogió un calcetín, lo lanzó, se subió los pantalones y
vio sus boxers medio metidos en su bota.

—Voy contigo. —Grayson se levantó y encontró su ropa interior


sin problemas. Lo cómico era que se la pusieran.

—Vas a volver a poner tu culo en el sofá y volver a dormir —


dijo Moose—. Tienes que trabajar por la mañana.

—Espera. —Grayson levantó la mano—. Sólo porque digas que


somos compañeros no significa que ahora puedas mandarme. Este
es ahora mi pueblo, y tengo que asegurarme de que es seguro.

—Y eso es para lo que tienes al resto de los policías —


argumentó Moose. ¿El culpable era realmente un vampiro? No
quería que su compañero humano se enfrentara a uno. No es que el
vampiro pudiera convertir a Grayson. Sólo alguien del linaje de
Christian podría hacerlo.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


94
Sin embargo, un vampiro seguía siendo peligroso. Ahora
Moose sabía exactamente por lo que sus compañeros habían
pasado. Sólo pensar en que Grayson saliera herido se sentía
paralizante.

—Puedes ser todo lo molesto que quieras. —Grayson se sentó


en el sofá e intentó subirse los pantalones por las piernas—. No
importa si voy contigo o no, voy a ir.

—No si te ato a la cama. —Moose no mantendría cautivo a su


compañero, pero la idea era muy tentadora.

Después de vestirse, Moose ayudó a Grayson con su ropa. Su


compañero se había vuelto a poner el uniforme, y una vez que sus
botas estuvieron atadas, Moose le dio su cinturón de seguridad.

Salieron y subieron a la camioneta en silencio. No estaba


seguro de por qué Grayson no hablaba, pero Moose seguía molesto
porque Grayson iba al pueblo a las tres de la mañana.

Será mejor que lo superes. Este es su trabajo ahora, y estará


trabajando a todo tipo de horas locas.

—Hagamos un trato. Si la persona es humana, te ayudaré a


manejarlo. Si no lo es, quédate detrás de mí.

Grayson soltó una carcajada. —¿Sonó mejor en tu cabeza?

Moose miró a Grayson y se rio. —Por supuesto que sí. —Se puso
serio—. Pero quise decir cada palabra.

—Sueña, amigo. —Su compañero encendió los faros y bajó por


el largo camino de entrada, hacia el pueblo. Grayson usó sus luces
altas porque el camino estaba muy oscuro. Pero Moose no era
humano, así que veía perfectamente bien con o sin ellas.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


95
Cuando llegaron al pueblo, todo estaba tranquilo. No se veía
ni un alma mientras Grayson se dirigía a la residencia del señor
Pearl.

Moose no tuvo un buen presentimiento cuando vio no sólo el


coche patrulla sino también una ambulancia. Algunos de los vecinos
estaban despiertos, de pie en el jardín con sus pijamas, mirando
boquiabiertos la actividad.

Incluso vio a Heather del restaurante. Estaba parada junto a


un coche rojo de lujo cruzando la calle, pero llevaba su ropa de
calle. Un tipo estaba junto a ella mientras se susurraban el uno al
otro.

Moose miró a todos los que se estaban estirando sus cuellos


para ver lo que estaba pasando. A veces un asesino regresaba a la
escena y miraba. Como lo hacía un pirómano.

Tomó una nota mental de todos mientras Grayson se acercaba


a la acera y se bajaban. Moose se mantuvo al margen mientras su
compañero entraba.

Un momento después Grayson apareció en la puerta e hizo una


señal a Moose para que se le uniera. Moose vio al señor Hawking
de pie en su entrada con su bata y pantuflas puestas. Jeremy se
detuvo en su porche delantero mientras miraba. James y Patsy
Marvell estaban en su jardín delantero, el Sr. Marvell con su brazo
alrededor de su esposa.

Había algunos otros que Moose no reconoció, pero anotó sus


casas para poder averiguar más tarde quiénes eran.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


96
Moose entró, con cuidado de no pisar nada, y secretamente
olió el aire. Sabía que era por eso que Grayson le había hecho señas
para que entrara.

Su compañero necesitaba las habilidades no humanas de


Moose.

El único aroma que Moose podía detectar era la sangre. Ningún


vampiro había estado allí. Estaba seguro de ello. Por lo que sabía,
podría haber habido un vampiro residente en Maple Grove y por
eso lo había olido. Tal vez el vampiro no tenía nada que ver con el
vandalismo o el asesinato de Chris.

Grayson se deslizó hacia Moose y le dio una mirada


interrogante. Había demasiada gente en la habitación... tres
ayudantes y dos médicos. No quiso decir nada delante de ellos,
aunque no hubiera nada que decir.

—¿Cómo está el señor Pearl? —Moose miró a su alrededor pero


no vio al tipo por ningún lado. Tampoco vio a su perrito. Entonces
el perro ladró desde algún lugar de la parte de atrás. Era un sonido
lamentable, con un gemido añadido.

—Alguien entró y lo golpeó en la cabeza, pero los médicos dicen


que no es nada serio. Aun así, lo van a llevar al hospital para que
pase la noche en observación.

—No me iré sin Snookum5 —discutió el señor Pearl desde el


pasillo.

¿Snookum? ¿Realmente había llamado así a su perro?

5
En el idioma de los indios chinook significa “el sol”. Puede usarse como término cariñoso o
sarcástico.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


97
—Hayley ya tomó la declaración del señor Pearl. No hay
nada más que podamos hacer aquí —dijo Grayson—. Haré que
busquen huellas en el lugar, y el señor Pearl tendrá que decirnos si
falta algo cuando llegue a casa.

—¿Cómo entró el criminal? —Moose miró alrededor, pero todas


las ventanas parecían estar cerradas.

—La puerta trasera —dijo Grayson—. Según el señor Pearl,


nunca cierra sus puertas con llave. Es un pueblo pequeño, Moose.
Muchos residentes no lo hacen. Demonios, yo nunca cerré la mía
hasta que... ya sabes...

A Moose no le importaba lo pequeño que era el pueblo. Dejar


algo sin cerrar era buscar problemas, pero así funcionaba su
mente. Estaba harto de los criminales y los asesinos. La gente que
vivía en este pueblo debería poder sentirse segura.

Grayson debería poder sentirse seguro, y Moose odiaba que


Salazar y esos dos demonios le hubieran robado esa seguridad.
Quería abrazar a su compañero pero no le pondría las manos
encima.

Maple Grove era diferente a Villa Brac, que estaba dominada


no sólo por parejas gays sino también por preternaturales. Moose
era nuevo aquí y no estaba seguro de la vibra. Nunca ocultaría quién
era, pero este también era el primer día de trabajo de Grayson.
No necesitaba añadir más estrés del que ya había.

No ser capaz de mimar a su compañero realmente apestaba.

—¿Estás seguro de que va a estar bien? —Moose quería salir


de allí. Las figuras de adorno lo miraban fijamente otra vez. No le
importaba si eran lindas e inofensivas. Lo estaban asustando

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


98
mucho. Parecía como si sus ojos de asesinos en serie
estuvieran observando cada uno de sus movimientos.

Junto con las mantas y ese olor a anciana. Era una mezcla de
naftalina y crema de ungüento.

—¿Algo? —preguntó Grayson.

Moose sabía lo que su compañero quería decir. Se golpeó el lado


de la nariz. —Nada.

—Valía la pena intentarlo. —Grayson había susurrado tan


suavemente que Moose casi no escuchó lo que dijo. Grayson asintió
a la puerta—. Mejor espérame fuera. Ya hay demasiada gente aquí
dentro ensuciando las pruebas.

Moose también se había dado cuenta de eso. Los policías y los


médicos necesitaban un mejor entrenamiento. Los ayudantes ni
siquiera llevaban guantes mientras se paraban y hablaban, tocando
todo como si estuvieran en una visita social.

Manteniendo sus labios sellados, salió a la calle. Casi todo el


mundo seguía ahí fuera. Moose se subió al lado del conductor de la
camioneta y esperó, mirando a todos los que vigilaban la casa.

Tachó al señor Pearl de su lista de sospechosos, a menos que el


tipo supiera cómo golpearse la nuca.

Moose siguió mirando hacia la casa, esperando que Grayson


emergiera. Ahora que sabía que nadie había sido asesinado y que
el señor Pearl estaría bien, estaba listo para volver a la cama y
acurrucarse con su compañero.

Heather dejó el camino de entrada en el que había estado


parada. El tipo le dijo algo, pero ella lo ignoró mientras se dirigía

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


99
hacia Moose. Moose bajó su ventana cuando ella se acercó,
dejando entrar el calor de la noche y dejando salir el frescor del
interior.

—Hola. —Sonrió, pero fue por cortesía—. ¿Qué ha sucedido?

Su pelo rubio no tenía cola de caballo. Estaba suavemente


sobre sus hombros. Tampoco llevaba uniforme. Heather llevaba
una camiseta de tirantes y pantalones vaqueros cortos.

Sabía lo que ella estaba haciendo. No eran amigos, pero


actuaba así para sacarle información. —No tengo ni idea.

—¿Está bien el Sr. Pearl?

Cuando Heather se pasó la mano por el pelo para quitarse los


mechones de la cara, Moose notó un corte curativo en su mano, que
no había notado antes, pero pudo habérselo hecho del trabajo
cuando se le cayó la bandeja. Aun así, Moose también pensó en el
vaso que había estado en el patio trasero de Jeremy.

—Creo que tu novio te está llamando —dijo Moose.

—Es mi hermano. —Metió las manos en los bolsillos traseros y


se balanceó ligeramente sobre los talones mientras entrecerraba
los ojos en la casa del señor Pearl—. Entonces, ¿está bien?

Heather no sólo había venido a Moose para tratar de sacarle


información, sino para ver de cerca, aunque vivía justo enfrente
de él.

—Creo que deberías preguntarle a uno de los policías —dijo


Moose—. Que tengas una buena noche. —Subió la ventana y apartó
la cabeza de ella.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


100
Cuando ella se alejó, Moose la vio volver rápidamente a su
hermano. Ella le dijo algo, y ambos entraron en su casa.

Atrapó al señor Hawking mirando hacia ellos.

Eh. ¿Qué pasó con eso?

Así es como se despierta por la mañana. Moose abrió los ojos y


miró hacia abajo para encontrar a Grayson entre sus piernas,
chupando su polla.

Moose gimió mientras separaba las piernas. —¿Practicando?

Su polla se deslizó fuera de la boca de Grayson, y luego su


compañero le sonrió. —Recuperando el tiempo perdido.

—Puedes chuparme la polla cuando quieras. —Moose dobló los


dedos de los pies mientras Grayson volvía a tragarse su polla. Se
estremeció cuando sintió los dientes, pero su compañero corrigió
rápidamente su error y lo chupó tan rápido que gritó su liberación.

Cuando Grayson trató de salir de la cama, Moose lo sujeto y lo


llevó de nuevo al colchón. Le encantaba oírle reír, le encantaba lo
juguetón que podía ser mientras lo giraba y le devoraba la polla.

La cabeza tenía unas cuantas gotas de presemen. Moose las


lamió y luego usó la lengua plana, lamiendo un lado y luego el otro.
Con su boca ocupada en su pareja, Moose miró el reloj digital de la
mesita de noche.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


101
Tenían unos buenos veinte minutos antes de que sonara la
alarma del despertador. Moose aún estaba cansado y sabía que
Grayson también lo estaba. No habían llegado a casa hasta pasadas
las cinco.

Grayson probablemente podría usar los veinte minutos extra


para dormir, pero Moose no estaba listo para entregar su polla. Su
mirada se dirigió a su compañero y encontró a Grayson mirándolo,
el pecho del tipo subía y bajaba demasiado rápido, y sus ojos
estaban brillantes mientras veía actuar a Moose.

Moose le guiñó un ojo, abrió la boca y deslizó lentamente la


polla de Grayson hacia dentro, creando una succión para que su
compañero pudiera sentir la presión mientras lo llevaba hasta la
garganta.

Moose tampoco estaba descuidando las pelotas de Grayson. Las


tenía en la palma de su mano, apretando, tirando suavemente y
masajeándolas.

Estiró la otra mano y le apretó el duro pezón a Grayson,


haciendo rodar la carne entre sus dedos mientras Grayson siseaba
y se agarraba a la cabeza de Moose.

—No tengo mucho tiempo. Por favor... haz que me corra. —


Grayson rogó tan bonito que Moose tuvo que hacerle el favor.

Usando los músculos de la garganta, apretó la polla de Grayson


con fuerza y movió la cabeza arriba y abajo, tirando de las pelotas
de su compañero, y le escuchó gritar cuando se acercaba al clímax.

Un giro de su pierna. Una sacudida de sus caderas. Un jadeo y


un gemido después y la semilla de Grayson bajó por la garganta de
Moose.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


102
Moose retrocedió, pero seguía entre las piernas del tipo,
besando el interior de sus muslos mientras los vellos de sus piernas
le hacían cosquillas en la cara. Finalmente, Moose se movió y se
arrastró de vuelta a la cama, cogiendo a su compañero en sus
brazos y sintiéndose el hombre más afortunado del planeta.

—Buenos días. —Moose le besó el cuello. Grayson olía tan bien,


como el pan recién hecho, y ahora se moría de hambre.

—Mmm. —Grayson sonrió. —Buenos días.

—Prepararé el desayuno mientras te duchas. —Pero Moose no


se movió. No estaba listo para dejar ir a su compañero, y
claramente Grayson no estaba listo para moverse porque sólo se
quedó ahí, acurrucado en los brazos de Moose. El sol aún no había
aparecido, y allí estaban, escuchando la respiración del otro, los
brazos enredados, sonriendo como idiotas, y el amor que Moose
sentía hacia Grayson crecía, haciendo que su corazón se
expandiera.

Esto es exactamente por lo que Grayson debería haber seguido


disfrutando de su retiro. Podrían haberse vuelto a dormir. Pero
Grayson tenía que ponerse a trabajar, y Moose tenía un asesinato
que resolver.

Pensó en llamar a Mitch y Darren para pedirles ayuda, pero


confiaba en que podría manejar esto por su cuenta. Tenía años de
experiencia en su haber. No para el trabajo de detective sino para
la vigilancia, y era muy bueno leyendo a la gente.

La alarma del despertador sonó, y Moose ni siquiera se dio


cuenta de que se había quedado dormido. Le dio una bofetada a la
cosa para silenciarla mientras Grayson se bajaba de sus brazos y

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


103
se dirigía al baño, dejando los brazos de Moose vacíos y con
ganas de tener al tipo de vuelta.

Ahora su estómago estaba muy quejumbroso, lo que obligó a


Moose a salir de la cama. Se puso su ropa interior y se dirigió a la
cocina para comenzar su día y para alimentar a su hombre antes
de que se dirigieran al pueblo.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


104
Capítulo Ocho

Estaban en el pueblo incluso antes de que saliera el sol. Moose


se bajó en la estación, pero se alejó, haciendo un poco de
investigación por su cuenta. Cuando se acercó a la casa del señor
Pearl, volvió a captar el olor a vampiro. No había estado allí antes.
Estaba seguro de ello. Esta vez lo siguió, pasando por la casa de
los Marvells y, al otro lado de la calle, la casa de Jeremy. Todas
las luces estaban apagadas ahora que la emoción había terminado.

Se detuvo frente a la casa del señor Hawking y entendió por


qué los vecinos se quejaron. Incluso en la oscuridad el lugar parecía
un desastre.

Dos casas más abajo y el olor a vampiro era tan fuerte que
Moose sabía que la persona tenía que estar dentro. Se movió por
la entrada y se asomó a una ventana oscura.

—¿Puedo ayudarte?

Moose se giró y casi cayó en el rosal. De pie había un hombre


flaco con pelo oscuro y ojos aún más oscuros. Le dio a Moose una
sonrisa de labios apretados.

—Eres un cambiaformas oso.

—Y tú eres un... vampiro. —Casi dijo chupasangre, pero no


todos los vampiros eran malos y eso habría sido racista. Algo que
Moose no era.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


105
—Eres muy observador. —El vampiro caminó hacia su
puerta e introdujo su llave pero no giró la cerradura—.
¿Necesitabas algo, o… haces que sea un hábito el espiar a través
de las ventanas?

—Necesitaba algo. —A Moose no le gustaba esa mirada


engreída en la cara del vampiro. Quería quitársela de inmediato.
Dio dos pasos hacia él, y el tipo finalmente se veía cauteloso.
Moose normalmente no usaba su tamaño para intimidar. Sólo
cuando era necesario.

Y era necesario ahora mismo. —Te olí en la escena del crimen


en el callejón detrás de la panadería en Lemon Drive, y otro
cambiaformas en la pueblo te olió fuera de la casa del señor
Hawking la mañana en que le tiraron huevos.

El tipo parecía confundido al principio, y luego se mostró


enfadado. —Cruzo ese callejón a diario para llegar a casa. Y en
cuanto a los huevos, ¿qué parezco, un matón? He oído hablar del
vándalo, pero yo no soy.

La exhibición de colmillos del vampiro no impresionó a Moose.


—Guarda tus malditos dientes antes de que te vea uno de tus
vecinos.

—Mira —el tipo dijo con un suspiro—. No soy la persona que


buscas. Trabajo en el tercer turno por razones obvias, pero llego
a casa justo antes del amanecer y no salgo. Me entregan la sangre
por medio de un transportador y compro en línea todo lo que
necesito. No tengo problemas con nadie en el pueblo, pero muchos
de mis vecinos sí.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


106
Moose no estaba seguro de si debía creer al tipo. Sacó su
bloc de notas y asintió. —Adelante, señor... ¿cómo te llamas?

—Jude Pearson. Y en mis noches libres, te sorprendería lo que


veo hacer a mis vecinos. —Giró la llave y abrió la puerta—. ¿Por qué
no entras? —Jude miró hacia el cielo.

Moose lo siguió dentro.

—¿Te encontraste con la camarera en el restaurante? —Jude


dejó sus llaves a un lado y cerró la puerta tan pronto como Moose
cruzó el umbral.

—Sí, me la he cruzado.

—Bueno, realmente es su hermano con el que está viviendo,


pero... —Echó una mirada que sugería que las cosas iban un poco
más allá entre ellos.

—Y el señor Pearl pasea a su perro por la noche, dejándole


hacer caca en el césped de sus vecinos, y no limpia las miserias que
esa cosita va dejando a su espalda. Creo que es su manera de
vengarse de todos por no seguir algunas reglas imaginarias de la
“Asociación de Dueños de Casa”.

Eso era una falta contra sus vecinos, pero no era ilegal o
precursor de un asesinato.

—El Sheriff Archer, o debería decir el sheriff retirado,


engañó a su esposa con casi cualquier mujer que se acostara con
él. No se van a ir de crucero. Se van a divorciar. Y por cierto, era
el sheriff más mierda. Le gustaba más llevar la placa que ser
policía.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


107
No era la primera vez que Moose escuchaba eso. No le
había gustado Chuck desde el momento en que el humano fue a la
casa de Grayson para recordarle que se hiciera cargo.

—Y los Marvell. —Jude se estremeció—. Creen que mantienen


esas fiestas de intercambio de parejas en secreto, pero todo el
pueblo las conoce. Cuando estoy aquí por la noche, oigo todo tipo
de discusiones que vienen de su casa. Si me preguntas, se odian y
sus fiestas son una forma de que Patsy se folle a alguien que no
sea James.

—El señor Hawking... —Jude se golpeó la barbilla—. Además de


ser un vago desagradable, parece un tipo bastante agradable.

—Para alguien que sólo puede salir de noche, seguro que sabes
mucho sobre tus vecinos.

—Eso es porque todos hacen sus escandalosos actos por la


noche —Jude respondió con una rabieta—. Creen que la oscuridad
esconde lo que sea que estén haciendo.

Moose escribió todo, asintiendo aquí y allá. Creció y vivió en


pequeños pueblos durante toda su vida y sabía que eran peores que
las ciudades en cuanto a escándalos, porque todo el mundo conocía
a todo el mundo. Los chismes siempre empeoraban las cosas.

Jude no mencionó a Jeremy Longing, y Moose no preguntó. El


tipo seguía de luto y merecía que lo dejaran en paz. Planeaba pasar
por la casa de Jeremy a última hora de esa tarde para ver cómo
estaba el humano.

—Si eso es todo, necesito descansar —dijo Jude—. Estoy


cansado de trabajar, y el sol saldrá en cualquier momento.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


108
Moose aún no estaba convencido de que Jude fuera
inocente, pero sin nada más, sólo tenía una pregunta más. —¿Qué
hay de la víctima, Chris Fisher? ¿Sabes algo de él?

Jude dio un suspiro agravado. —Era un degenerado que


chantajeaba a la mitad del pueblo. Si me preguntan, recibió lo que
merecía. Una de sus víctimas probablemente estaba cansada de
aflojar el dinero para mantenerlo callado y lo silenció
permanentemente.

Eso no era lo que Moose quería oír. Su piscina de sospechosos


había pasado de cinco a la mitad del pueblo. Esperaba eliminar a
unas cuantas personas, no añadir más a su lista.

—¿Puedes pensar en alguien en esa lista que pudiera quererlo


muerto? —le preguntó Moose.

—No sé quién está en la lista —dijo Jude—. Sólo sé que existe.


Si encuentras esa lista, tendrás tu grupo de sospechosos.

—Gracias. —Moose se acercó a la puerta y salió. El sol


comenzaba a bañar la fachada de las casas. Jude cerró la puerta
tras él, y Moose escuchó la cerradura echarse.

Si iba a averiguar quién mató a Chris Fisher, necesitaba


registrar la casa de Chris. Tal vez allí encontraría sus respuestas
y su compañero podría arrestar al asesino.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


109
—¿Sheriff? —El ayudante Roy Benton metió la cabeza en
la oficina de Grayson. El novato le dio una tímida sonrisa al entrar,
golpeando su codo en el marco de la puerta cuando trató de poner
sus manos en sus caderas.

—¿Sí?

Roy señaló hacia el teléfono. —Acabamos de recibir una


llamada de que alguien está tratando de irrumpir en la casa de
Chris Fisher. ¿A quién quieres enviar para que compruebe los
alrededores?

Grayson había estado sentado allí aburrido. Todavía estaba


esperando el informe del forense, que parecía tardar una
eternidad. Empujándose hacia atrás desde la silla de su escritorio,
se puso en pie y cruzó la habitación. —Yo iré.

Roy asintió mientras su manzana de Adán se movía. —Sí, señor.

Grayson pasó por delante de él y se dirigió fuera, caminando


hacia el sol de la mañana. Se deslizó en su coche, encendió el aire
acondicionado, luego se alejó y condujo las tres manzanas hasta
Bristle Street.

Sólo había una persona que podía pensar que irrumpiría en la


casa de un hombre muerto.

El asesino.

Aun así, ¿qué buscaba el culpable? ¿Había alguna evidencia en


la casa del señor Fisher que pudiera incriminar al agresor?

Cuando Grayson salió de su coche, sacó su arma y subió por la


entrada hasta la puerta trasera. La cerradura estaba abierta y la

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


110
puerta ligeramente entreabierta, así que entró y revisó en
silencio las habitaciones.

Fue en una habitación trasera donde descubrió a Moose de pie


allí, mirando alrededor como si estuviera profundamente
preocupado.

—¡Maldita sea! —Grayson bajó su arma—. ¿Qué demonios estás


haciendo aquí?

—Esperando que aparecieras armado y desnudo. —Una de las


cejas de Moose se levantó, y hubo un brillo de humor en sus ojos—
. No estás desnudo.

—Y te vieron entrar aquí. —Grayson miró el dormitorio y puso


una mueca. La casa estaba húmeda y apestaba a basura que había
estado depositada en el cubo demasiado tiempo. Como la muerte
del señor Fisher aún se estaba investigando, el propietario no
podía venir a limpiar.

Quienquiera que fuera el dueño de esta casa iba a tener un


ataque. Había bolsas de basura en medio del dormitorio, y por los
agujeros en los lados de las bolsas, se dio cuenta que había sido el
armario del tipo, como si se vistiera directamente con la ropa de
las bolsas en lugar de guardarla en el armario.

Por otra parte, no había ninguna cómoda de la que hablar. Había


una cama individual en el rincón y una mesita de noche improvisada
junto a ella. Una tabla encima de una caja de leche de plástico.

—Encontré al vampiro que olí en el callejón.

Grayson giró su cabeza de golpe y simplemente miró fijamente


a Moose. Desde que su compañero le había hablado del vampiro,

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


111
había estado evitando activamente pensar sobre ello.
Escucharle decir eso en voz alta hizo que Grayson pensara en la
posibilidad, y no le gustó. —¿Quién?

—Un tipo llamado Jude Pearson.

El nombre no le sonó. —¿Hablaste con él?

Moose asintió. —Hace como media hora.

Grayson apretó los dientes mientras sostenía su arma. Quería


volver a salir porque el olor a basura le estaba dando arcadas. —
¿Vas a hacer que te haga un millón de preguntas o vas a contarme
lo que dijo?

—Eres adorable cuando te enfadas. —Moose sonrió y Grayson


quiso pegarle al hombre—. Vamos, sonríe para mí. Eres demasiado
guapo para fruncir el ceño.

Una sonrisilla se escapó de Grayson. No pudo evitarlo. Moose


se veía ridículo haciendo pucheros.

—¿Ves? No fue tan difícil.

—Apesta aquí —dijo Grayson—. ¿Puedes decirme qué está


pasando para que pueda tomar un poco de aire fresco?

Moose cruzó la habitación y abrió una ventana. —Jude me dijo


que Chris estaba chantajeando a medio pueblo. Así que pensé que
si eso era cierto, tenía que guardar algún tipo de evidencia de la
gente que estaba extorsionando.

—Tiene sentido. —Grayson miró a su alrededor—. ¿Por dónde


quieres empezar? —No quería tocar nada en la casa. La habitación
parecía... bueno, desagradable, y no tenía guantes.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


112
Para su sorpresa, Moose sacó un par de su bolsillo. —
Siempre hay que estar preparado —dijo Moose—. Estaba
guardando esto para jugar al doctor contigo, pero supongo que
tengo que usarlo en esta casa de mala muerte. —Moose se
estremeció y sacó la lengua—. ¿Cómo puede alguien vivir así?

Grayson no era de los que juzgaban, pero se preguntaba lo


mismo. Había un plato en la cama con restos de comida pegada, así
como un tenedor. Unas cuantas latas de refresco vacías llenaban
el suelo, junto con el correo sin abrir. También había cosas que no
se podían evitar: lápices, bolígrafos, cinturones, un frasco de
aspirinas, cuentas sueltas y otras porquerías.

A las paredes también les vendría bien una buena limpieza.

—¿Crees que podría tener un libro de cuentas? —preguntó


Grayson. Si Chris estaba chantajeando a la mitad del pueblo, tenía
que haber guardado algún tipo de registro de ello.

—Eso es lo que esperaba encontrar —dijo Moose—. Aunque no


sabía que tendría que buscar entre toda esta mierda.

—Me encargaré de la sala de estar.

Una hora después, no tenían nada. Grayson no estaba seguro de


si Jude habría mentido, si Chris habría escondido el libro de
cuentas en algún otro lugar que no fuera su casa, o si siquiera
habría un libro de cuentas.

Grayson regresó a su oficina, Moose justo detrás de él.


Encontró el informe del forense en su escritorio. Marvin Cormack
había terminado la autopsia.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


113
—Voy a ir a desayunar —dijo Moose desde la puerta de
Grayson—. ¿Quieres algo?

—No, no tengo hambre. —Grayson se sentó cuando su


compañero se fue.

Tan pronto como abrió el archivo, Marvin entró en su oficina,


con una taza de café en la mano. El anciano se sentó en una de las
sillas de madera frente al escritorio de Grayson.

—Hay un montón de términos técnicos ahí. Pensé en venir y


resumirlo para ti. —Sopló el borde de su taza, tomó un sorbo y
asintió hacia la carpeta—. Basándose en la mancha de sangre en su
piel, el señor Fisher no fue asesinado en ese callejón. Murió de un
traumatismo en la cabeza y luego abandonaron su cadáver allí. Tuve
que enviar su muestra de sangre para ser analizado, pero podría
tomar un tiempo para que lleguen los resultados ya que no tenemos
un laboratorio propio.

—¿Sabes con qué lo golpearon?

Marvin se rascó la mandíbula. —Juraría que un puño, pero se


necesita mucha fuerza para matar a alguien de esa manera. La
herida era circular, con cuatro hendiduras.

—¿Algo más?

Marvin negó con la cabeza mientras se ponía de pie. —Eso es


todo lo que encontré. Lo siento, no puedo ser de más ayuda.

Así que todavía no tenían nada. Con un suspiro de frustración,


Grayson cerró el archivo y golpeó con sus dedos en su escritorio
mientras Marvin salía de su oficina.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


114
Chris Fisher había sido asesinado y arrojado en ese
callejón. ¿Por qué ese lugar en particular? ¿Tenía algún significado,
y el asesino también sería el vándalo?

Grayson se frotó la cara con las manos, aún más frustrado de


lo que estaba cuando descubrieron el cuerpo.

Tan pronto como Moose se sentó en la cabina trasera, Raven


McCoy se le unió. Esta vez el lobo cambiaformas no se había
molestado en preguntar. Se deslizó frente a Moose y saludó a la
camarera.

—No sabía que estábamos haciendo de esto algo cotidiano —


dijo Moose. Había unos cuantos sitios libres donde Raven podría
haberse sentado al lado de la mesa de Moose.

—Pensé que desayunar con una cara amigable estaría bien, pero
si prefieres que me mueva... —Raven comenzó a levantarse.

—No, está bien —dijo Moose—. No sabía que mi cara se veía


tan amigable.

Raven se sentó. —Bueno, no muy amigable. Te ves un poco


sombrío, pero eso no me asusta.

No fue Heather quien les sirvió el café. Moose recordó al tipo


de ayer por la mañana. Fue el que puso los ojos en blanco cuando
Heather rompió un vaso.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


115
También era el que había estado en la entrada anoche con
Heather.

Su hermano.

—Gracias Fred —dijo Raven.

El tipo asintió, llenó las tazas de ambos, echó un vistazo a


Moose, y luego se fue.

Moose miró por encima del hombro y vio a Fred ir detrás del
mostrador antes de volverse hacia Raven. —¿Lo conoces?

—¿A quién, Fred? —Raven tomó un sorbo de su café—. Es buen


chico, pero un poco raro. Vive con su hermana. ¿Por qué lo
preguntas?

Moose cogió tres contenedores de crema del cuenco de su


mesa y los echó en su café. —Por ninguna razón.

No quería discutir el caso con un extraño, y Raven era un


extraño.

—¿Crees en los rumores?

Moose miró a Raven. —¿Qué rumores?

El tipo se rio a medias. —Vamos. ¿Me estás diciendo que estás


investigando esto y que no has oído ninguno de los rumores sobre
los humanos que viven en este pueblo?

La conversación se interrumpió cuando Fred regresó para


anotar sus órdenes.

Raven ordenó lo que había pedido ayer. Moose también lo hizo.


Fred miró a Moose y luego se fue. No podía evitar tener un apetito
desmedido.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


116
Era un oso en crecimiento y necesitaba alimentar a su
hambrienta bestia.

—Me sorprende que no peses quinientos kilos —dijo Raven—.


Si comiera así, tendría que salir a correr tres veces al día.

Lo que Moose no había hecho en mucho tiempo. Tal vez esta


noche, cuando llegara a casa, dejaría a su oso suelto para que
corriera por el bosque que rodea la casa.

—El rumor del que hablo es sobre Fred y su hermana —dijo


Raven en voz baja—. Tienen sexo entre ellos.

—¿Y qué pruebas tiene alguien?

Raven se encogió de hombros. —No dije que lo creyera. Sólo


porque los hermanos vivan juntos y sean muy cercanos no significa
que esté pasando algo raro.

Con todos los rumores que todos le contaban a Moose, no


estaba seguro de cuáles creer y cuáles descartar.

¿Entonces creía a Jude? ¿Había dicho el vampiro la verdad


sobre el chantaje humano a la mitad de los residentes?

Esa era la pista que Moose iba a trabajar, y con suerte


resultaría, llevándolo a la persona que había matado a Chris Fisher.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


117
Capítulo Nueve

Habían pasado dos semanas, y el único progreso que habían


conseguido era que Moose se hizo amigo de Jeremy Longing. Y
también que le quitaran el yeso a Grayson, quien estuvo muy
agradecido. Parecía que aparearse con un cambiaformas le ayudó
a sanar bastante rápido. Los cortes en su cara habían
desaparecido, y su brazo estaba como nuevo.

Mejor aún, si se lo preguntabas.

Ya no sentía los dolores y molestias de estar en los cuarenta,


eso también. Moose era como una especie de droga milagrosa.
Grayson sonrió ante ese pensamiento.

—¿Qué es tan gracioso? —Moose picaba algunas cebolletas


verdes en el mostrador mientras Grayson preparaba el pollo con
aceite de oliva y especias.

Las cosas se sentían tan hogareñas para Grayson. También tuvo


que admitir que se estaba enamorando de su grandulón. Moose era
todo lo que cualquiera podía querer en un compañero.

Compañero. La palabra hizo que Grayson se sintiera muy


culpable. Roy había vuelto a preguntar el otro día si Grayson y
Moose estaban saliendo, y había cambiado el tema rápidamente.
Aún no estaba listo para salir delante de sus empleados,
especialmente el odioso trasero de Hayley.

¿Era porque quería mantener su vida privada en privado, o era


demasiado cobarde para admitir en el pueblo que él y Moose eran

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


118
pareja? Había salido con su familia y había perdido a la
mayoría de ellos.

Tal vez eso era lo que temía. No quería perder el respeto del
pueblo, pero a Grayson tampoco le importaba lo que pensaran.

Su piel cosquilleó cuando Moose le besó en la nuca. —¿Cómo va


el pollo?

Grayson se lavó las manos en el fregadero. —Está listo para


entrar en el horno.

—¿Te he dicho alguna vez lo sexi que eres cuando estás


descalzo y en la cocina?

Grayson se rio a carcajadas. —Lo siento, pero no estoy


embarazado.

—Muy mal —Moose gruñó en su oreja—. Me hubiera encantado


tener un cachorro contigo.

¿Por qué la polla de Grayson se excitó con en el suave gruñido


de Moose, ante la idea de darle hijos al tipo? Tristemente, Grayson
no había estado allí mucho tiempo cuando su hija estaba creciendo.
Había estado en el servicio militar y luego pasaba demasiado
tiempo fuera en misiones. Y aunque tener hijos era una posibilidad,
era demasiado viejo para empezar a criarlos de nuevo.

—¿Pensé que yo era tu cachorro? —Grayson no tenía ni idea de


dónde habían salido esas palabras.

—Sabes cómo decir las palabras correctas. —Moose le dio una


palmada en el culo antes de que cogiera una bandeja de horno y
añadiera el pollo y las cebollas. Añadió un poco de salsa y deslizó
el molde en el horno.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


119
Grayson observó cada movimiento, cómo los músculos del
tipo se flexionaban cuando se movían, cómo su culo se veía
perfecto en esos jeans, y cuán apuesto era realmente.

—¿Por qué crees que el destino pensó que estaríamos bien


juntos?

Moose miró desde los fogones a Grayson. Parecía estar muy


pensativo antes de decir: —Creo que somos un buen equipo. Nos
complementamos.

—¿Cómo?

Moose sonrió. —No cuestionas el destino. Sólo sigues la


corriente. Un cambiaformas sólo tiene un compañero, y a veces no
encuentran a la persona. Tuve suerte. —Atrajo a Grayson a sus
brazos—. Aunque alguien tiene miedo de admitir que somos pareja.
—Besó la sien de Grayson—. Pero está bien. Por ahora, podemos
mantener esto en secreto. Es divertido tratar de que no nos
atrapen.

Pero eventualmente Moose se cansaría de la “diversión”.


Grayson necesitaba dejar de preocuparse por lo que la gente
pensara. Realmente lo necesitaba. No era como si alguien en el
pueblo fuera su mejor amigo. La mitad de la plantilla aún no estaba
segura de qué pensar de él, pero mientras siguieran sus órdenes,
podían meterse sus opiniones por el culo.

Dices eso ahora hasta que Roy te pregunte de nuevo.

Moose dejó ir a Grayson. —Voy a ir a correr mientras la cena


se está cocinando.

—¿Te gusta correr?

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


120
Moose se rio. —Eres tan lindo. No, en mi forma de oso.

Grayson aún no había visto a Moose transformarse. Cuando


estuvo cautivo, Salazar se había transformado muchas veces en su
forma de león sólo para asustarlo. Al principio había sido
aterrador, pero después de dos días de ver al tipo transformarse,
ya no estaba impresionado.

Puede que estuviera tonteando con lo de admitir a los demás


sus preferencias sexuales, pero Grayson se había hecho fuerte, y
se necesitaba mucho para asustarlo. Cruzando los brazos, se apoyó
en el mostrador. —Adelante, cambia.

—Sólo asegúrate de no dispararme.

—¿Por qué te dispararía?

Moose se encogió de hombros. —Soy un oso muy grande y


podrías aterrorizarte.

Grayson resopló. —Sólo cambia, capullo.

—No es necesario poner sobrenombres —dijo Moose con una


voz altiva pero juguetona—. Llámame John, Moose, o muffin de
semental, pero no capullo.

Grayson estaba tratando de ocultar su sonrisa. —¿Qué tal oso


Pookie6?

Moose golpeó su barbilla mientras miraba hacia el techo. Luego


miró a Grayson. —Sólo cuando estemos teniendo sexo.

El cosquilleo en la garganta de Grayson creció, y no pudo


contener su risa por más tiempo. Moose se unió a las risas. Grayson

6
Pookie o Pooky, el osito de peluche de Garfield en la tira cómica y la caricatura.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


121
se rio tan fuerte que se mantuvo de lado mientras una punzada
se abría paso a través de él.

Su compañero le sujetó la cara y le dio un profundo y


conmovedor beso en los labios. —Y es por eso que estamos juntos.

Cambió y se dirigió hacia la puerta del patio trasero. La


mandíbula de Grayson cayó, más hipnotizado que aterrorizado.
Moose gruñó, y Grayson pasó por delante de su enorme culo y abrió
la puerta de cristal. Moose apenas logró pasar por la abertura,
pero una vez que lo hizo, se fue hacia el bosque.

El aire nocturno era ventoso, refrescando la piel de Grayson


mientras tomaba una cerveza de la nevera y salía, sentándose en
una de las sillas junto a la mesa del patio. Desenroscó la tapa y la
tiró en el pequeño cubo de basura junto a la parrilla.

Aparte de la investigación del asesinato, ¿cómo podría la vida


ser mejor que esto? Se sentó allí esperando al hombre que amaba...
Whoa. ¿Grayson había pensado eso? ¿Estaba realmente
enamorado de Moose? Sabía que sus sentimientos por el grandulón
habían crecido a pasos agigantados en las últimas semanas, pero,
¿amor?

Grayson no podía negar lo que sentía. Recibiría una bala por


Moose, lo que esperaba no tener que hacer nunca.

Sonrió y negó con la cabeza. Vaya. Estaba realmente


enamorado.

Una hora más tarde Moose volvió, tan desnudo como el día en
que había nacido. Se acercó a la mesa, y Grayson no pudo apartar
sus ojos del hermoso cuerpo del tipo.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


122
—Necesitaba eso. —Moose se sentó en una silla, su culo
desnudo cubriendo el asiento mientras estiraba las piernas
delante de él y cruzaba los tobillos y luego las manos sobre el
estómago—. Eso fue vigorizante.

—Saqué la comida del horno —dijo Grayson mientras miraba


fijamente la larga y gruesa polla de Moose, y ni siquiera le fue
difícil.

—Genial, porque me muero de hambre. Déjame darme una


ducha rápida y podemos comer.

Grayson se inclinó hacia adelante y vio el redondeado trasero


de Moose mientras su compañero entraba en la casa. Grayson
estaba hambriento, pero no era por el pollo.

Se levantó y entró, cogiendo los platos del armario mientras


escuchaba la ducha correr. Incapaz de resistirse, Grayson se
desnudó y entró en el baño.

El contorno de Moose se veía a través del vidrio esmerilado.


Entró en la ducha y movió a Moose a un lado. —¿Te importa si me
uno a ti?

—Bueno, demasiado tarde para preguntar ya que me sacaste


del camino. —Moose guio a Grayson bajo el chorro de agua y
comenzó a lavarle la espalda—. La próxima vez pregunta primero.
Podría estar desnudo.

Le encantaba el sentido del humor de Moose. Aparte de la


época en que Moose y Darren habían venido a rescatarlo, no había
visto a Moose enfadarse. Ni siquiera cuando seguía intentando
echarlo a patadas.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


123
—¿Qué te hace enfadar? —Grayson gimió mientras Moose
deslizaba la esponja por su espalda y entre las mejillas de su
trasero.

—¿Por qué, quieres molestarme? —Profundizó su voz y añadió—


: No me hagas enfadar. No te gustaría cuando estoy enfadado.

Moose era del tamaño de Hulk.

Grayson le dio un codazo. —Estoy hablando en serio.

—No lo sé. Soy un tipo de temperamento tranquilo. Tengo que


ser presionado para desatar mi ira. —Moose se arrodilló y frotó la
parte trasera de las piernas de Grayson—. Ahora date la vuelta.

Grayson hizo lo que Moose le pidió, y su polla estaba justo en


la cara del tipo.

Moose era un gran bromista. Le lavó las piernas a Grayson, pero


cuando llegó a la ingle, se volvió mecánico, como si estuviera
lavando un auto y no una polla. Esperó a que Moose hiciera un
movimiento, pero su compañero se puso de pie y le lavó los brazos
y el pecho.

—Enjuágate y sal del camino. —Le dio a Grayson un beso rápido.

Sólo por dejarlo cachondo, Grayson se tomó su tiempo bajo el


agua, acariciándose en círculos lentos, rozando su cuerpo contra
Moose, aunque había mucho espacio en la ducha.

Moose era fuerte, como Grayson, pero su compañero era mucho


más. Era un hombre grande y amable que probablemente podía
aplastar a una persona con una mano, pero era tan cuidadoso que
todo lo que Grayson quería hacer era envolverse en sus brazos.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


124
Un gentil gigante. Su propio oso de peluche de tamaño
natural.

Grayson tomó la esponja de Moose y creó círculos en el pecho


de su compañero, haciendo espuma sobre sus pectorales y cuello.
Grayson se movía lentamente, disfrutando de las ondas bajo sus
palmas.

Los ojos de Moose se cerraron cuando dejó salir un pequeño


aliento, quedándose quieto mientras Grayson lavaba los brazos del
hombre, prestando atención a cada dedo de sus manos. Moose
enroscó su mano en la de Grayson por un momento y luego lo dejó
continuar mientras abría sus piernas, dándole una silenciosa
invitación a bajar.

—¿Es una especie de pista? —se burló Grayson.

—Estoy todo sudado por mi carrera. Tienes que asegurarte de


dejarme completamente limpio. —Abrió los ojos y sonrió. Joder,
Grayson estaba realmente enamorado de él.

En lugar de lavar la entrepierna de su compañero, Grayson fue


por su estómago, deslizando la esponja sobre los abdominales
marcados. Moose se retorció y se rio, y Grayson acababa de
descubrir que su pareja tenía cosquillas.

—Quédate quieto. —Grayson le siguió la corriente, fingiendo


que iba en serio. Con otro frotado, Moose tuvo un ataque de risa.
Enroscó sus brazos alrededor de su sección media y levantó una
pierna como si esa pierna pudiera detener los dedos de Grayson.

—¡Detente!

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


125
Oh no. No cuando Grayson había descubierto la kriptonita
de su compañero. Atacó a Moose, dejando caer la esponja mientras
hacía cosquillas en cada punto abierto que veía. Moose intentó salir
por la puerta de cristal, pero Grayson le dio la vuelta y lo inmovilizó
contra la pared de la ducha.

—¡No te vas a escapar tan fácilmente! —le dijo Grayson antes


de que volviera a hacer cosquillas a Moose. Cuando Moose se puso
rojo, Grayson cedió y recogió la esponja. Le dio a Moose la
oportunidad de recuperar el aliento mientras estaba bajo el agua,
dejando que cayera en cascada por su cuerpo.

Cuando Grayson trató de lavarlo de nuevo, fue Moose quien lo


atacó ahora. Sí, tenía cosquillas, y Moose se aprovechó de eso.
Grayson se retorcía, gritaba y amenazaba la vida de su compañero
si no se detenía.

Lo siguiente que supo Grayson fue que se estaban besando,


frotando sus manos sobre la carne desnuda y húmeda, gimiendo
mientras el vapor llenaba el baño.

Moose los hizo girar y Grayson fue el que estaba de espaldas


contra las baldosas, lamiendo la boca de su compañero mientras le
daba una caricia a la polla del hombre. Moose siseó en la boca de
Grayson, chupando con avidez los labios y la barbilla de Grayson,
atrapando sus brazos en la pared con sus manos alrededor de las
muñecas de Grayson.

Mordió el labio inferior de Moose, no con fuerza, y sacó un


largo y estruendoso gemido de su compañero. Cuando Grayson lo
soltó, dijo: —Déjame terminar de lavarte antes de que el agua se
enfríe.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


126
Los ojos de Moose estaban llenos de hambre y necesidad,
pero soltó las muñecas de Grayson. Se giró como un niño obediente,
dejando que le lavara su gran espalda. La mano derecha de Grayson
tenía la esponja, deslizándola sobre su piel. Pero también usaba su
mano izquierda, piel sobre piel, sorprendido por lo ancha que era
la espalda de Moose, y memorizando cada centímetro de él.

Con una sonrisa, Grayson lavó la raja del culo de Moose. Quería
que su compañero volviera a reír, pero Moose presionó las paredes
de su culo capturando su mano, gimiendo mientras abría las
piernas. El sonido envió escalofríos a través de Grayson. Se
arrodilló y lavó entre las piernas de Moose, enjabonándole las bolas
mientras el agua le quitaba la espuma.

Dejando caer la toalla, Grayson extendió las mejillas de Moose


y le chupó el agujero, metiendo sus manos entre las piernas para
capturarle la polla.

—Oh, joder —gimió Moose.

Grayson levantó la vista y encontró el pecho de Moose


presionado contra la pared, su culo sobresalía para cualquier cosa
que Grayson quisiera hacer. Era un impresionante espectáculo,
todo músculos húmedos y miradas sexis.

Usando la punta de su lengua, Grayson la presionó contra el


agujero de su compañero y lo penetró, arrancando a Moose un
gemido al mismo tiempo. Nunca había sido tan atrevido con su ex—
mujer. Nunca antes había bordeado a nadie, y Grayson se metió en
el acto.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


127
Chupaba y lamía mientras el agua ayudaba a mantener las
cosas húmedas, acariciando la polla de Moose con un frenesí que
rápidamente se acumulaba en su interior.

Los muslos de Moose se pusieron rígidos. Los dedos de sus pies


se encogieron. Se agitó contra la boca de Grayson mientras gemía.
Su agujero se cerró alrededor de la lengua de Grayson mientras
su polla le palpitaba en la mano.

Masturbó a Moose hasta que su compañero se derrumbó contra


la pared. Entonces Grayson se puso de pie, tomó el lubricante
impermeable del estante, y lubricó su polla.

Tener sexo en una ducha no era tan fácil como parecía. Grayson
tuvo que poner una mano en el hombro de Moose para inclinarlo
hasta que la cabeza de su polla presionara contra la entrada de
Moose.

Mordiéndose el labio inferior, Grayson se adentró en Moose,


aguantando mientras Moose apretaba las mejillas del culo hasta el
punto que pensó que el tipo le rompería la polla.

Pero Grayson no se detuvo. No le dio tiempo a Moose para


pensar en... nada. Lo folló, silbando por lo estrecho que era su
agujero, por cómo se agarraba a su dolorosa polla mientras ponía
sus manos en las caderas de Moose y empujaba fuerte y rápido,
desesperado por su propia liberación.

Era la primera vez que Grayson metía la polla en el culo de


alguien, y por lo que parecía, no sería la última. Su acumulación fue
rápida, enviándolo al límite mientras gritaba, sus dedos clavados
en las caderas de Moose.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


128
Grayson se estremeció y jadeó y tuvo que agarrarse a
Moose para hacer palanca porque sus rodillas se convirtieron en
fideos mojados.

Salió de Moose y envolvió los brazos alrededor de la cintura de


su compañero, presionando su mejilla en su espalda. —Necesito
dormir.

Moose acarició las manos de Grayson, que estaban apoyadas en


su estómago. —Y necesito ponerme de pie antes de caerme.

—Oh, sí. Lo siento. —Había estado en cuclillas para que Grayson


pudiera follarlo, y su espalda ahora estaba en una inclinación
extraña para su cuerpo.

Grayson lo dejó ir, se lavó rápidamente y luego le entregó a


Moose la esponja. Moose lo besó, le dio un pequeño gruñido y le
lavó el cuerpo antes de cortar el agua.

Moose secó a Grayson una vez que salieron de la ducha. Le


encantaba que Moose lo mimara. Nadie había hecho eso por él
antes. Grayson se rio y se retorció cuando Moose trató de secarle
las bolas.

—Creo que puedo seguir desde aquí. —Grayson le dio un beso


en los labios.

Moose besó el hombro desnudo de Grayson, y siguió así todo el


tiempo que los dos se secaron compartiendo besos y sonrisas
robadas.

Antes de que Grayson se diera cuenta de que las palabras se


habían formado, soltó: —Te amo.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


129
Grayson parecía decidido mientras miraba fijamente a
Moose. Esas tres palabras habían saltado de su cabeza y de su
boca sin su consentimiento, aunque realmente lo amaba.

Muy lentamente, una sonrisa se formó en la cara de Moose. Sus


ojos brillaron cuando dejó caer la toalla a un lado y tomó a Grayson
en sus brazos. —¿De verdad?

Eso era lo que Grayson amaba de su compañero. Moose se


deslizaba sobre las olas de la vida, sin chocar nunca con la orilla.
No había pestañeado ante su declaración. Se la comió con una
sonrisa tonta.

—De verdad —dijo Grayson.

—¿Estás seguro? —preguntó Moose—. Quiero decir,


intentaste echarme varias veces.

Grayson golpeó juguetonamente el pecho de su compañero.


Moose se rio.

—Yo también te amo, mi viejo gruñón. —Moose le besó tan


suavemente que el aliento de Grayson le fue robado de sus
pulmones—. Me enamoré de ti en cuanto te vi atado a esa silla.

—Pero me golpearon hasta el infierno.

—Y aun así eras el hombre más sexi que había visto.

—Estás trastornado. —Grayson se alejó—. La comida ya debe


estar fría.

—Y me muero de hambre. No he tenido a nadie que me haya


follado tan bien en mucho tiempo.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


130
Tomando la mano de Moose, Grayson lo llevó al dormitorio
donde se podían vestir, y robarle más besos.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


131
Capítulo Diez

—Tienes que darte prisa y llegar aquí —dijo Jeremy al


teléfono.

—¿Qué pasa? —preguntó Moose.

—Yo... tengo que mostrarte algo antes... antes de que me maten


por ello.

—¿Matarte por qué? —Moose se metió el teléfono entre la


cara y el hombro y se puso ropa interior—. ¿Qué pasa, Jeremy?

—Date prisa. —Jeremy colgó.

¿Estaba el tipo borracho? No había hablado mal. De hecho,


había sonado muy sobrio.

Y petrificado.

—¿Qué está pasando? —preguntó Grayson mientras se quitaba


el pijama y cogía sus jeans cuando vio a Moose haciendo lo mismo.
Moose no iba a impedir que viniera con él. Jeremy podría necesitar
la ley, y como Moose era un civil, Grayson podría ser útil.

Pero tampoco le gustaba llevar a Grayson a una situación


desconocida. ¿Había entrado el asesino en la casa de Jeremy? Si
lo había hecho, ¿por qué no había llamado a la policía?

Algo no tenía sentido, así que Moose se vistió y se puso las


botas rápidamente mientras le contaba a Grayson lo de la llamada.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


132
—Voy a llamar a la estación. —Grayson buscó su teléfono,
pero Moose lo detuvo.

—Mi instinto me dice que deje a los policías fuera de esto.

—Pero el asesino podría estar en la casa de Jeremy —le


argumentó Grayson—. Mis ayudantes pueden llegar allí más rápido
que nosotros.

—Sin policías —repitió Moose.

Grayson parecía que quería discutir pero asintió. —Pero si algo


le pasa a Jeremy antes de que lleguemos allí...

Moose no quería pensar en eso. Había llegado a preocuparse


por Jeremy, y si el humano tenía miedo... Iba a matar a quien le
hubiera metido ese miedo.

Recogió las llaves del mostrador al salir, echando un vistazo al


pollo horneado mientras su estómago gruñía. Si esto no hubiera
sido tan urgente, Moose habría tirado algo de comida en un bol y
se la habría llevado.

En cambio, Moose tomó una nueva caja de bollos de miel y los


sacó por la puerta. Podrían ser calorías vacías, pero al menos eran
algo que podría comer de camino al pueblo.

Antes de que subieran al camión, Moose detuvo a Grayson y


presionó las manos a los lados de la cara de su compañero. Todavía
no podía creer que su viejo gruñón hubiera dicho que lo amaba. Su
corazón se hinchó y latió más rápido al poner un beso casto en los
labios de Grayson.

Grayson sonrió, pero también parecía confundido al entrar en


el lado del pasajero. Moose cogió el volante, conduciendo por

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


133
encima del límite de velocidad mientras se dirigía hacia la casa
de Jeremy.

Cuando entró en el pueblo y se detuvo en la acera de Jeremy,


las luces del hombre estaban apagadas. Moose no había imaginado
esa llamada. Tampoco había imaginado la voz de pánico de Jeremy.

Salieron y silenciosamente se dirigieron a la puerta principal.


Estaba abierta. Las tripas de Moose se retorcieron cuando abrió
la puerta y entró.

La casa estaba oscura y tranquila, pero el aire a su alrededor


se sentía vivo con energía. Moose cerró los ojos y escuchó. Había
un jadeo muy débil que venía del pasillo. Abrió los ojos y se llevó el
dedo a los labios.

Grayson asintió y sacó su arma de la funda alrededor de su


cintura. Su compañero estaba vestido con ropa de calle, pero no
había dejado en la casa el cinturón de la pistola.

En el cinturón también había una porra, una maza, una radio y


un juego de esposas. Moose esperaba no necesitar nada de eso,
especialmente el arma.

Suprimió un grito en el último segundo cuando el gato de


Jeremy pasó junto a él. Ni siquiera sabía que el tipo tenía un gato.
La bola de pelo gris maulló y luego ronroneo mientras se frotaba
contra la pierna del pantalón de Moose.

Trató de sacudir a la pequeña chica, y Moose sabía que era


hembra por la falta de bolas que colgaban detrás de ella, pero la
gata no lo dejó en paz.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


134
Cada vez que intentaba espantarla con su pie, bateaba en
su bota y se quedaba a su lado, frotándose y ronroneando.

Moose decidió ignorarla mientras se dirigía hacia el suave


jadeo.

Él y Grayson entraron en un dormitorio de gran tamaño. Moose


cerró los ojos de nuevo y escuchó el sonido. Venía de debajo de la
cama. Abrió los ojos, se puso de rodillas y encontró a Jeremy
escondido ahí abajo. Estaba agarrando algo en su pecho.

—¿Hay alguien en la casa? —susurró Moose.

—N-no c-creo. —Jeremy tenía ojos casi cerrados, le costaba


respirar.

—Entonces sal. Estás a salvo. —Moose se puso de pie mientras


Jeremy se retorcía desde debajo de la cama. Estaba agarrando un
libro delgado en su pecho.

—¿Entonces de qué se trataba esa llamada telefónica? —


preguntó Grayson.

—¡Trajiste a la policía! —Jeremy se cayó, como si estuviera a


punto de arrastrarse bajo la cama, pero Moose le agarró el tobillo
y tiró mientras la gata corría hacia su dueño y se frotaba contra
su cabeza.

La bola de pelos era una gata muy cariñosa.

—No está siendo un policía ahora mismo —dijo Moose—. Es mi


novio.

Moose miró por encima del hombro. No quería exponer a


Grayson, pero su compañero parecía no darse cuenta de lo que

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


135
Moose había dicho. Estaba mirando el libro en los brazos de
Jeremy.

—No estás mintiendo, ¿verdad? —preguntó Jeremy.

—Si lo estuviera, ¿diría que lo estoy? —Moose le ayudó a


ponerse de pie—. Creía que había un poco de confianza entre
nosotros.

—¡La tenemos! —El hombre se alejó de Grayson—. Por eso te


llamé.

—¿Qué pasa? —Moose cogió el libro de los brazos de Jeremy.

—Hace unas dos semanas, Chris Fisher me dio un enorme sobre


de manila y me pidió que se lo guardara. Pensé que era extraño
pero dije que estaba bien. Me hizo prometer que no lo abriría. En
realidad me olvidé de él hasta hace unas horas. Murió, así que no
vi ningún daño en ver lo que había dentro. —Jeremy se cubrió la
cara con las manos—. Ahora desearía no haberlo hecho.

Moose abrió el libro y leyó la primera página.

Era el libro de contabilidad que habían estado buscando. —¿Por


qué te daría esto?

Jeremy bajó las manos y negó con la cabeza. —No tengo ni idea.
Tal vez porque estoy borracho la mitad del tiempo pensó que me
olvidaría de que lo tenía.

Moose se sentó en la cama de Jeremy y hojeó las páginas.


Joder. Hablando de tener la mierda de la mitad del pueblo. Patsy
Marvell se follaba todo lo que se ponía duro y contrató una gran
póliza de seguro para su marido.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


136
El señor Hawking... el estómago de Moose se revolvió ante
lo que leyó sobre ese maldito asqueroso. Debería estar en una lista
de vigilancia de delincuentes sexuales. También debía una cantidad
sustancial a algunos corredores de apuestas, pero no fue por eso
que fue chantajeado. Eran sus depravaciones sexuales las que
Chris Fisher tenía en la cabeza.

El señor Pearl se estaba tirando al dueño del banco, que


casualmente estaba casado.

Y la lista seguía y seguía. Cualquier persona tenía un motivo


para matar al tipo. Si Chris no hubiera muerto, con este libro,
podría haber ido a la cárcel por extorsionar a la mitad de Maple
Grove.

Pero fue la última entrada la que llamó la atención de Moose.


Cerró el libro y se lo entregó a Grayson. —Tengo una persona a la
que necesito visitar.

—¿Quién? —preguntó Grayson.

—Un maldito gordo mentiroso. —Moose salió furioso de la


habitación.

Moose caminó la distancia, tratando de enfriar su mente. No le


gustaba que le mintieran. Especialmente no le gustaba que le
tomaran el pelo.

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


137
—Espera. —Grayson se apresuró detrás de él, con el libro
de cuentas debajo del brazo—. ¿A dónde vas?

—Necesitas al menos un cambiaformas en tu fuerza policial, y


no hablo de mí —chasqueó Moose cuando se dio la vuelta.

Grayson dio un paso atrás, con las cejas fruncidas, antes de


que sus fosas nasales se abrieran y cerrara los puños. —No sé cuál
es tu maldito problema, pero no soy el indicado amigo. Tienes que
tener cuidado a quién demonios le estás hablando así.

Grayson comenzó a alejarse, pero Moose lo agarró del brazo y


lo detuvo. —Tienes razón, y lo siento. Sólo... lo siento, Grayson.

Grayson libero su brazo del agarre y luego cruzó ambos en el


pecho. —No estoy seguro de aceptar tus disculpas. No me merecía
tu ira.

Su compañero no había hablado con voz acalorada, pero Moose


sabía cuándo se estaba metiendo en la caseta del perro. No había
querido descargar su ira en su compañero, no importa lo enfadado
que estuviera.

—Lo siento, pero lo que dije fue en serio. Tienes a no humanos


viviendo en este pueblo, y necesitas un policía no humano para
ayudaros. Maple Grove ha tenido mucha suerte hasta ahora de que
no se hayan encontrado con algo preternatural.

—Sólo porque tengas un punto válido no te libra de la culpa. —


Grayson hizo un gesto con la mano—. Ahora vamos a ir a donde sea
que vayamos.

Moose gimió. Su sheriff estaba muy enfadado, pero una


conversación no iba a ayudarle. Tendría que compensarlo, y Moose

Soportando el Calor – Serie Maple Grove 1


138
estaba pensando los métodos que usaría para que Grayson le
perdonara.

—Fue el apellido en el libro de cuentas lo que me enfadó. —


Moose empezó a caminar de nuevo, Grayson a su lado.

—¿Y de quién era el nombre?

—Jude Pearson —dijo Moose cuando se detuvo frente a la casa


del oscuro vampiro...—. Chris debió haber descubierto que Jude
era un vampiro y lo chantajeaba para guardar su secreto. Fue un
movimiento tonto, un movimiento que le costó la vida.

—Pero su garganta no fue mordida —argumentó Grayson—. No


soy experto en vampiros, pero ¿no debería haberle mordido la
garganta a Chris?

—No si estaba haciendo parecer que un humano mató a Chris,


lo cual fue muy inteligente, y se habría salido con la suya si yo no
lo hubiera olido.

Pensó en Raven McCoy. El lobo cambiaformas también había


olido a Jude, pero no podía ir a la policía humana con sus sospechas.
Moose hablaba en serio cuando dijo que Grayson necesitaba
contratar a un cambiaformas, y se aseguraría de que su compañero
lo hiciera.

En un pueblo con lo preternatural, Maple Grove necesitaba


vigilar a los no humanos. —No creo que debas entrar conmigo.

—¿Cómo se mata a un vampiro? —preguntó Grayson.

Moose frunció el ceño. —¿Quieres matarlo en vez de


arrestarlo?

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—Quiero decir... si tengo que hacerlo. Si se trata de eso
—rectific9 Grayson—. Sea el perpetrador humano o no, no obtengo
ningún placer de quitar una vida, Moose. Pero no estamos hablando
de un humano, y necesito saber cómo defenderme.

Su compañero tenía razón, aunque a Moose no le gustaba la idea


de que Grayson se enfrentara a nadie, especialmente a alguien con
mayor fuerza y velocidad. —Luz solar.

Grayson miró a Moose. —Como no es ni siquiera medianoche,


dudo que eso sea útil ahora.

—Balas ultravioletas.

—Recién se me acabaron.

—Sácale el corazón.

—Jodidamente asqueroso, y a menos que se quede quieto


mientras cojo un cuchillo y lo saco, no creo que eso me ayude.

—Córtale la cabeza.

—Bien, ya lo has dejado claro —se quejó Grayson—. Este


humano insignificante no es rival para tu vampiro.

Moose sonrió. —Es por eso que me tienes a mí, boo.

—Muévete. —Grayson empujó el brazo de Moose—. Sigo yendo


contigo. Pero incluso si lo capturas, ¿qué demonios se supone que
debo hacer con él? No es que pueda encerrarlo.

—No —respondió Moose mientras caminaba por la entrada—,


pero tenemos una prisión para los de nuestra clase, y Jude deseará
estar muerto en vez de ser sentenciado al inframundo.

—¿Inframundo?

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—Te lo explicaré más tarde. —Moose se llevó el dedo a los
labios mientras se acercaba a la ventana de la sala y se asomaba a
ella. El interior estaba tranquilo, y se preguntó si Jude estaba
trabajando. Se dirigió hacia la puerta principal, pero Grayson le
agarró del brazo.

—No tenemos una orden.

—Es un vampiro. No necesitamos una. Jude no será juzgado, así


que no tenemos que preocuparnos por los tecnicismos. —Moose
probó con la manivela de la puerta. La puerta estaba abierta.
¿Cuándo iba a aprender la gente de los pueblos pequeños?

Abrió la puerta y entró. En el interior, el olor a vampiro era


fuerte. Por otra parte, un vampiro vivía allí. Moose revisó la
habitación, revisando el armario y otros lugares en los que una
persona podría esconderse.

Cuando no encontró nada, se dirigió a la cocina, que, por


supuesto, parecía intacta excepto por las bolsas de sangre en la
nevera.

Moose había atravesado silenciosamente el comedor cuando


escuchó un pequeño quejido que venía de algún lugar del pasillo.
Miró a Grayson y pudo ver que su compañero también había oído el
ruido.

¿Jude tenía a alguien en su dormitorio? ¿Estaba bebiendo de


un humano? Moose avanzó con un propósito, listo para matar a
Jude si descubría que el vampiro había secuestrado a alguien y lo
estaba usando como bolsa de sangre.

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Le hizo a Grayson señales con las manos para decirle que
esperara en el pasillo, y su compañero las entendió. Los dos eran
ex militares, y Dios ama ese hecho.

Las garras de Moose se liberaron cuando entró en el


dormitorio. Su mandíbula cayó.

—Ni un paso más. —James Marvell tenía a Jude a punta de


cuchillo.

—¿Qué demonios está pasando? —Moose empujó sus manos


detrás de su espalda para dejar que sus garras se retrajeran.

—¡Durmió con mi esposa, así que lo seguí y vi por la ventana que


estaba bebiendo sangre embolsada!

—¡No dormí con tu esposa! —Jude miró fijamente a Moose, con


los ojos llenos de súplica de ayuda.

—Maldito mentiroso —gruñó James.

—Tío, ella durmió con la mitad del pueblo —dijo Moose.

—Retira lo dicho —gritó James—. Sólo tenemos fiestas de


intercambio porque mantiene nuestro matrimonio interesante.

—Hacen esas fiestas porque tu esposa quiere acostarse con


alguien más —respondió Moose. Señaló hacia el pasillo—. El
Sheriff Grayson tiene el libro de cuentas que nombra a todos los
hombres con los que se ha acostado.

—Pero estaba bebiendo sangre. —Los ojos de James estaban


llenos de locura. Moose no pensó que sería capaz de convencerlo.

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—Déjame adivinar —dijo Grayson cuando entró en la
habitación, con su arma afuera—. ¿Vandalizaste a los que
sospechabas que se acostaban con Patsy?

—Ella es Mía. —James presionó la hoja con más fuerza contra


el cuello de Jude, extrayendo una gota de sangre—. Nunca debió
sugerir acostarse con otros hombres. —Su cara cayó mientras sus
hombros se desplomaron—. Sólo accedí porque quería hacerla
feliz. —Sus fosas nasales se abrieron cuando miró a Moose—. ¿Por
qué no podía ser feliz sólo conmigo?

—No tengo ni idea. Tendrás que preguntárselo. —La mirada en


los ojos de James le dijo a Moose la verdad—. Dime que no lo
hiciste.

James miró hacia otro lado.

—¿No hizo qué? —preguntó Grayson.

—James, ¿mataste a Patsy? —El estómago de Moose se


encogió y se retorció.

La cara de James se contorsionó en pura rabia. —¡Recibió lo


que se merecía! Contrató una póliza de seguro de vida para mí. ¡La
conseguí antes de que ella me consiguiera a mí!

—Este pueblo está jodidamente loco —dijo Grayson en voz


baja—. Chiflado ni siquiera empieza a acercarse.

—Sólo deja ir a Jude y podremos hablar de esto —dijo Moose


con su voz más calmada, aunque quería arrancarle la cabeza a
James de sus hombros.

—No hay nada de qué hablar. Voy a matar a todos los que se
acostaron con ella.

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—No me acosté con tu esposa. —Jude lo repitió—. No es
mi tipo.

—Es el tipo de todos —gruñó James.

—No el mío —discutió Jude—. ¡Soy gay!

James parecía confundido. Arrugó sus cejas como si no pudiera


entender el concepto y luego mostró sus dientes romos. —Sólo lo
dices para que no te mate.

Grayson les apuntó con su arma. —Soy un muy buen tirador —


dijo—. No me obligues a matarte señor Marvell.

Este era el momento completamente equivocado para que


Moose se excitara viendo a su compañero en acción. Grayson se
veía rudo, y Moose quería... Deja de pensar en eso ahora mismo,
idiota.

James apuntó el cuchillo a Grayson. —Has lo que tengas que


hacer.

Tan pronto como la cuchilla se alejó del cuello de Jude, Moose


corrió por la habitación y golpeó con su puño la cara del tipo. Jude
se tiró al suelo y se alejó arrastrándose mientras James caía de
espaldas, acunándose la nariz mientras la sangre aparecía entre
sus dedos.

El bastardo había tenido suerte de que Moose no hubiera usado


toda su fuerza. Todo lo que le había dado a James era un toque de
amor. Si hubiera desatado su rabia, la cara del humano se habría
hundido.

Grayson cerró la distancia, giró a James contra su estómago y


lo esposó antes de leerle sus derechos.

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Moose ayudó a Jude a ponerse en pie. —¿Estás bien?

Jude asintió mientras miraba a James con desdén y miedo.

—Podrías haberlo desarmado en cualquier momento —dijo


Moose—. ¿Por qué no usaste tu fuerza inhumana?

Jude lució espantado. —Soy una persona no violenta. La idea de


herir a alguien hace que se me revuelva el estómago.

¿Qué. Mierda? Un vampiro pacifista. Ahora Moose lo había


visto todo. —Pensé que eras el asesino cuando vi tu nombre en el
libro de cuentas de Chris Fisher.

—Me estaba extorsionando, pero nunca le puse una mano


encima. —Los hombros de Jude se desplomaron—. Y no puedo decir
que lamente verlo muerto. Apenas sobreviví... pagando mis cuentas
con todo el dinero que me quitó.

Maple Grove era un pueblo extraño, pero ahora era el hogar de


Moose, y por muy descabellados que estuvieran la mayoría de los
residentes, haría todo lo posible para mantenerlos seguros.

Grayson sacó de la casa a un James gritando como loco. Las


luces se arremolinaban fuera. Moose no tenía ni idea de cómo los
policías sabían que debían venir, pero el ayudante Hayley salió de
su coche patrulla y abrió la puerta trasera mientras Grayson
ayudaba a James a entrar en el asiento trasero.

Cuando su compañero regresó a la puerta principal, dijo; —


Mandé un mensaje a Hayley mientras estaba en el pasillo. Puede
que no te guste, pero Joshua es un buen policía.

Moose decidió guardar su opinión para sí mismo.

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—Marvell se someterá a una evaluación psiquiátrica, pero
estoy seguro de que es incompetente para ser juzgado.

Eso era algo en lo que Moose podría estar de acuerdo.

—También envié a algunos de mis ayudantes y al forense a la


casa de James. —Grayson se rascó la mandíbula—. Nunca lo vi
venir, Moose.

—Yo tampoco —dijo Moose—. Venga, nos vamos a casa.

—Papeleo —se quejó Grayson. Miró a Moose—. ¿Cómo está


Jude?

—Conmocionado, pero vivirá.

—Bueno. El ayudante Hayley acaba de decirme que el señor


Pearl fue dado de alta del hospital. Él va a estar bien, también.

Aunque el asesinato era un crimen atroz, Moose no iba a perder


el sueño por la muerte de Chris. Había tirado los dados cuando
empezó a chantajear a la gente y había perdido.

Grayson miró a su alrededor y luego dijo en voz baja; —¿Tienes


algún candidato para un ayudante de policía no humano?

—Podría conocer a un tipo. —Moose guiñó un ojo—. Se llama


Darren Christopher y es amigo mío. Lo llamaré.

El ayudante Hayley se unió a ellos. —Necesitaremos... que este


tipo venga a la estación para hacer una declaración.

Grayson se enfrentó a Hayley y respondió: —Mi novio, Moose


es mi novio, Joshua, y estará allí enseguida.

Moose no pudo estar más orgulloso de Grayson en ese


momento.

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Hayley miró a Moose de arriba a abajo, se encogió de
hombros y se alejó.

—Compañero —le susurró Moose a Grayson.

—Sí, pero no podría decir eso —dijo Grayson—. Hayley habría


estado encima de eso, haciendo demasiadas preguntas.

Moose besó a Grayson en su sien. —Te amo.

Grayson se sonrojó cuando miró a Moose. —Yo también te amo.

—¿Suficiente para ver dibujos animados conmigo mientras me


como la casa entera? —Moose elevó y bajó sus cejas.

—No tientes tu suerte —dijo Grayson mientras se alejaba para


unirse a Hayley en el coche.

Moose se rio mientras su corazón se hinchaba, lleno de tanto


amor por su viejo gruñón.

FIN

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