Está en la página 1de 2

iglesia de Santa María de Tahull

Autor/es: anonimo Siglo XII Estilo / : Románico lénero Religioso, con escenas del Nuevo Testamento
Fue construida para el culto de la comunidad loca

El ábside central contiene la representación más destacada,la Virgen María entronizada con el Niño
Jesús en su regazo, rodeada por una mandorla y flanqueada por los Reyes Magos1. Los ábsides
laterales muestran escenas de la Anunciación y la Natividad4. En el cilindro del ábside central se
sitúan los apóstoles bajo arcos de medio punto1. En el registro inferior hay clípeos con animales
fantásticos y cortinajes1.

Materiales de soporte: Muro de piedra

Técnica: Pintura mural realizada con técnica de fresco y temple1

Composición: Cerrada, simétrica y adaptada al marco arquitectónico1. Los elementos convergen


hacia el centro, donde se sitúa la figura de María, que ocupa el lugar más importante y visible. Se
sigue el orden jerarquico. , la repetición de formas geométricas, como círculos, y rectángulos, para
crear ritmo ,. se emplean recursos compositivos como la piramidal (en la figura de María) y las curvas
diagonales (en los Reyes Magos) para dar dinamismo y equilibrio.

No hay perspectiva lineal ni aérea, se usa la perspectiva inversa, las líneas convergen hacia el
espectador en lugar de hacia un punto de fuga. Esto crea una sensación de irrealidad y de plano
único, sin profundidad. Las figuras se adaptan al espacio disponible, sin tener en cuenta la
proporción ni la escala.

No hay proporción ni armonía entre las partes del cuerpo ni entre las figuras. Se usa la
desproporción para resaltar la importancia de algunas figuras, como María, que es mucho más
grande que los demás personajes. Se trata de una tendencia anticlásica, propia del arte románico,
que busca expresar el mensaje religioso más que la belleza natural.

Se usa la isocefalia, es decir, la alineación de las cabezas de las figuras, para crear un ritmo
horizontal y una sensación de orden. También se usa el orden jerárquico, colocando a las figuras más
importantes en el centro y en la parte superior, y a las menos importantes en los laterales y en la
parte inferior.

La línea ue define y delimita las formas y los colores. Se usa un trazo grueso, continuo y cerrado, que
crea un efecto de contorno y de silueta. La línea es principalmente rectilínea, aunque también hay
algunas curvas, especialmente en la mandorla y en los clípeos.

Se usan colores planos, sin degradados ni sombras, que crean un efecto de mancha y de contraste.
Se emplean colores primarios (amarillo, rojo y azul) y secundarios (anaranjado, violeta y verde), así
como algunos complementarios (azul-anaranjado, rojo-verde y amarillo-violeta), que aportan viveza
y variedad. Predominan los colores cálidos (amarillo, anaranjado y rojo), que transmiten luminosidad
y alegría, sobre los fríos (verde, azul y violeta), que sugieren serenidad y distancia.

No hay una fuente de luz natural ni coherente, sino que se usa la luz como un recurso simbólico y
expresivo. La luz procede de la propia figura de María,.. Es homogénea, ilumina por igual a todas las
figuras, creando un efecto de equilibrio y armonía. No hay contrastes ni claroscuros, que podrían dar
sensación de volumen y profundidad.

No hay volumen ni modelado de las figuras, que aparecen planas y bidimensionales.. Las figuras se
representan de frente o de perfil, sin ángulos ni posturas complejas.
No hay movimiento ni acción en las figuras, que aparecen estáticas y hieráticas, sin gestos ni
expresiones. Se busca transmitir solemnidad y trascendencia, más que naturalidad .

No hay un estudio anatómico ni realista de las figuras, que presentan rasgos esquemáticos y
geométricos, sin detalles ni proporciones. No hay un análisis psicológico ni emocional de los
personajes, que no muestran sentimientos ni actitudes. Las expresiones del rostro son inexpresivas y
neutras, sin miradas ni sonrisas. Se busca resaltar el mensaje religioso y simbólico, más que el
aspecto humano y personal

La iglesia de Santa María de Tahull, construida en el siglo XII en Cataluña, España, es un destacado
ejemplo de arquitectura románica. Su planta basilical y sus frescos, considerados entre los mejores
del arte románico catalán, reflejan el contexto histórico de la Reconquista y el poder de la iglesia
medieval. Aunque los artistas y comitentes son desconocidos, su importancia histórica y artística
perdura hasta hoy, siendo un símbolo del patrimonio cultural de la región y un destino turístico
relevante.

También podría gustarte