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El autor Bentham describe en su Tratado de las Pruebas Judiciales: “La publicidad es el alma de la justicia”

Etimológicamente La palabra “publicidad” deriva de la palabra “público” la cual, tiene su origen latino en la
palabra publicus que deriva de populicus y está hace referencia a lo perteneciente al populus, es decir al
“pueblo”, publicar es hacerlo visible para el pueblo. El origen de este principio comienza en la Grecia
Democrática, los procesos se llevaban a cabo de forma oral y pública, frente al pueblo que se encontraba asistido
por un grupo de ancianos que eran considerados expertos y, por lo tanto, aptos para resolver conflictos de una
forma justa.
Por su parte, Kant nos dice que la forma más sencilla de lograr soluciones o decisiones justas es sacándolas
del secreto y haciéndolas públicas a los gobernados. Por lo cual, la publicidad contribuye a la satisfacción de este
interés, pues el juicio propiamente dicho se realiza a la vista de todos, y no al amparo de la oscuridad que puede
encubrir la arbitrariedad. Es decir, como garantía para el individuo sometido a juicio, y como instrumento de
control para la actividad jurisdiccional.
En Venezuela, el principio de publicidad asegura el desenvolvimiento del proceso en tal forma que los actos,
a través de los cuales se desenvuelve la relación procesal, deben necesariamente ser visibles para todos los
sujetos de ella. Es un derecho establecido en el numeral 1 del artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999) en donde expresa: (…) “Toda persona tiene derecho a ser notificada de los cargos
por los cuales se le investiga; de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los medios adecuados para
ejercer su defensa”.
De igual forma, en el artículo 257 de la carta magna dice “…Las leyes procesales establecerán la
simplificación, uniformidad, y eficacia de los tramites y adoptarán un procedimiento breve, oral y público…”. Por
lo que se puede hacer ver con estos dos artículos que el principio de publicidad es de rango constitucional y por lo
tanto es de aplicación obligatoria en todo procedimiento. Se debe entender que, para los sujetos procesales, este
proceso debe ser público en cuanto al acceso y lugar, y aquí se vuelve a referenciar el ya citado precepto
constitucional establecido en el artículo 49 N° 1, en concordancia con el artículo 24 del Código de Procedimiento
Civil (CPC), que establece de manera expresa la publicidad de los actos del proceso. Con la excepción en caso por
decencia pública.
Debe apuntarse que, en relación con la materia probatoria, la confesión ficta exige la citación; la experticia
se fija mediante acto (artículo 454 CPC) y las partes pueden concurrir al acto (artículo 463 CPC); en la declaración
de testigos el juez fija, mediante auto, la hora para el examen (artículo 483 CPC). Es corriente que se presente
violación del derecho a la publicidad cuando la parte en su escrito de pruebas no relaciona los hechos que
pretende probar (Artículos 397 y 398 CPC), pues, incumple con la obligación de fijar los hechos controvertidos, y
deberá expresar cuáles admite y cuáles contradice.
En este orden de ideas, se extiende el significado del derecho que tienen las partes a conocer y hacer
observaciones a aquellas pruebas que el juez considere necesario evacuar bajo la figura de “complemento de
pruebas” o “autos para mejor proveer”, dispuestas en los artículos 401 y 514 (CPC), en ambos casos, se establece
la obligación de fijar mediante auto la orden de tales diligencias, y al examen y valoración que realice el juez para
dictar sentencia. Entonces, este principio revela que todas las partes o sujetos de la relación procesal constituida
tienen derecho a conocer las pruebas, a intervenir en su práctica, a contradecirlas y a presentar ante el juez sus
opiniones acerca de su valor.
En resumen, se tiene que las actuaciones judiciales de pruebas deben ser públicas, factibles de ser
presenciadas por todos, al ser pública el juez tiene una carga valorativa superior, pues está atado a lo que se le
presente dentro del proceso, lo cual implica de su parte imparcialidad y neutralidad ya que las partes en
comunidad tienen conocimiento de los elementos que se allegaron al proceso para probar. La publicidad de las
pruebas debe entenderse a partir del momento que sean agregadas a autos, esto es, al día siguiente del
vencimiento del lapso para la promoción en el caso del procedimiento ordinario; en los otros casos, desde el
momento que sean agregadas a autos; y, en especial, a las partes se les debe permitir intervenir en la evacuación
de la prueba para poder hacer las observaciones y objeciones que consideren más convenientes para sus
derechos e intereses.

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