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La histamina puede estar detrás de una intolerancia alimentaria y otros problemas de salud. Por
ello es importante reducir o limitar el consumo de alimentos con un elevado contenido en
histamina.
La histamina es una amina idazólica que produce nuestro cuerpo y que, entre otros, puede ser la
causante de intolerancias alimentarias (histaminosis alimentaria), dolores de cabeza (migraña),
dolores musculares y piel atópica, entre otros, en el caso de las personas que padecen Déficit de
DAO, el cual debe ser diagnosticado mediante una analítica de sangre concreto en un servicio
médico profesionalizado. La alimentación puede ser crucial a la hora de tratarlo, incluyendo en la
dieta alimentos bajos en histamina y eliminando los que son altos en histamina o favorecen su
producción.
Pero, ¿cuáles son los alimentos que nos hacen más vulnerables? No se trata de prohibir su
consumo, sino de revisar nuestra dieta y detectar qué tipo de alimentos convienen ser sustituidos
por otros de igual valor nutritivo para no desequilibrar nuestra dieta, pero sin el riesgo de la
histamina. Veamos qué alimentos podemos incluir en la lista.
Los alimentos, algunos tan comunes y de consumo diario como los lácteos, el trigo o el huevo,
pueden hacer que nuestro organismo libera elevadas dosis de histamina. Las altas
concentraciones de histamina pueden provocar un choque anafiláctico. Por tanto, es a través de
la dieta como debemos controlar los efectos de la histamina sobre el organismo. No podemos
olvidar, no obstante, que las proteínas lácteas no solo están presentes en la leche, sino que
también se añaden a otro número importante de alimentos, como dulces y repostería, pan,
cereales, pizzas y salsas.
Picor, urticaria, vómitos, mareos y diarrea son los síntomas más comunes que acompañan a la
intolerancia a la histamina, una patología que suele más frecuente entre las mujeres de mediana
edad. En estos casos, al igual que sucede con otras intolerancias alimentarias como la celiaquía, el
tratamiento más efectivo es la dieta libre, en la mayor medida posible, de histamina para evitar su
acumulación en la sangre. Hay alimentos con un elevado contenido de histamina y otros, por su
parte, tienen la capacidad de favorecer su liberación por parte del organismo.
¿Qué alimentos debemos evitar y cuáles están libres de histamina? Hay que apuntar que, en líneas
generales, cuanto mayor es el tiempo de maduración y procesamiento de un alimento más
elevado será su contenido en histamina (pescados en conserva, queso curado o carnes procesadas
y embutidos). Veamos más detenidamente la lista de alimentos.
Si padeces Déficit de DAO o alguna intolerancia alimentaria hacia alimentos con histamina, estos
son los alimentos que deberás eliminar o evitar lo más posible. No todos son altos en histamina,
algunos la producen una vez que se ingieren o producen otras aminas, las cuales favorecen el
crecimiento de histamina en sangre.
Conservas de pescado (atún, sardinas, caballa, boquerón), de carne o de verduras y
fermentados.
Embutidos.
Frutas cítricas y otras frutas: naranja, limón, mandarina, pomelo, kiwi, piña, papaya,
frambuesa, aguacate, plátano, ciruelas, fresas.
Trigo y derivados: pan, pasta, cereales, pizzas, pastelería, bollería, harinas, rebozados…
Leche de vaca y derivados: yogurt, queso, yogures líquidos, natillas, nata, leche con
chocolate, puré de patata artificial, helados, flan, crema catalana…
Clara de huevo.
Se recomienda evitar los alimentos con gluten: trigo, cebada, cuscús, bulgur, espelta,
centeno, malta y avena contaminada (con gluten).
Aunque todos los alimentos contienen ciertos niveles de histamina, se conocen como alimentos
sin histamina aquellos que contienen menor proporción o generan niveles mínimos de histamina
cuando son procesados por el cuerpo. Toma nota:
Frutas bajas en histamina: manzana, pera, mango, coco, lichis, granada, uva, melón (no
demasiado maduro), sandía, frutas del bosque (excepto frambuesas), higos, melocotón, cereza,
albaricoque, nectarina.
Verduras bajas en histamina: lechuga, endibia, berros, canónigos, escarola, rúcula, coles de
bruselas, lombarda, col, coliflor, brócoli, alcachofa, zanahoria, boniato, pepino, ajo, cebolla,
puerro, calabacín, calabaza, espárragos, remolacha, judías, nabos, rábano, apio.
Carnes bajas en histamina: cordero, ternera, conejo, jabalí, pavo y pollo (todas deben ser
frescas)
Pescados blancos: lenguado, merluza, rape, pelaya, bacalao, halibut, perca, calamar, pulpo,
sepia, gallo, rodaballo, congrio, trucha de río, lubina, mero, dorada, raya. Deben ser frescos, nunca
en conserva.
Algarroba.
Yema de huevo.
Algas.