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El reportaje informativo

Definiciones

Las confusiones a las que se presta la definició n de un reportaje son grandes y variadas. Por ello es
necesario diferenciar, entre las argumentaciones de diversos autores, la existencia de dos tipos de
reportaje:

Los de cará cter informativo, que se diferencian de las noticias por su mayor amplitud en el
tratamiento de los hechos y su estilo má s literario, tanto en la descripció n como en la narració n.

Los de cará cter interpretativo, que ademá s de dar cuenta de hechos de actualidad profundizan en
los aspectos contextuales, intentando brindar má s antecedentes y elementos que permitan
comprender las causas profundas de un hecho o situació n actual, los pormenores, la problemá tica
de esa misma situació n y hasta las proyecciones que de ella se derivan.

No pretendo desarrollar la diferenciació n detallada de ambos tipos de reportajes, por lo que solo
me remito a presentar algunas definiciones que se aproximan má s al primer grupo, vale decir a los
reportajes informativos u objetivos.

Alex Grijelmo sostiene que “el reportaje es un texto informativo que incluye elementos noticiosos,
declaraciones de diversos personajes o testigos, ambiente, color, y que, fundamentalmente, tiene
cará cter descriptivo”. Afirma que su estilo es má s literario que el de la noticia y sugiere la amplitud
a la que hacíamos referencia líneas má s arriba al señ alar que “normalmente, el reportaje parte de
una recreació n de algo que fue noticia y que en su momento no pudimos o no quisimos abarcar por
completo” (GRIJELMO. 2014. Pá g. 64).

Pero los reportajes, íntimamente relacionados con las noticias “blandas” o de interés humano,
pueden a su vez tratar temas intemporales que abarcan un sinfín de actividades cotidianas.
Grijelmo enumera entre ellos “reportajes sobre el funcionamiento de los taxis, sobre los hijos de
políticos que han heredado la vocació n de sus padres, sobre los banqueros má s influyentes, sobre
los mú sicos sin estudios musicales” (Ibíd.).

La clave radica –dice el periodista españ ol– en que el reportero encuentre una “percha”, un
acontecimiento que dé pie a la elaboració n.

Un hallazgo arqueoló gico en nuestra ciudad en el que se han


recuperado restos romanos, o precolombinos en el caso de
América, puede darnos pie a recrear, en compañ ía de algú n
historiador o experto, có mo vivían nuestros antepasados de
aquella época en el mismo lugar geográ fico que ahora ocupamos
nosotros, cuá les eran sus costumbres y sus utensilios, cuá les sus
inquietudes y diversiones, sus ropas y sus condimentos. Eso es la
percha, pero también puede tener sentido por sí mismo el
reportaje sobre la ciudad antigua que hayan sido Madrid, o
Tarragona, o Burgos, o Teruel, por la civilizació n maya o aymara
que precediera a una actual ciudad latinoamericana. Ahora bien:
Si lo relacionamos con el hallazgo concreto y los objetos
encontrados, crecerá el éxito de reportaje. La actualidad siempre
añ ade un grado. (GRIJELMO. 2014. Pá gs. 64-65).

Grijelmo también formula como una variante del reportaje informativo el “reportaje de urgencia”, que también puede
integrar el ya mencionado elemento de interés humano, parte de un hecho ocurrido. Para comprenderlo parte de una
ilustració n esclarecedora:

“Una chica que se ofrece para limpiar los parabrisas de los coches
en una esquina de Madrid y que muestra los pechos desnudos
para lograr má s clientes (ejemplo real tomado de varios
perió dicos del 14 de agosto de 1996) puede merecer un breve –
Noticias que apenas constante lid o entrada– o bien todo un
reportaje, con foto incluida. En este segundo caso, necesitaríamos
hablar con ella (en la simple noticia nos bastaría tener
comprobado el hecho), preguntar a los automovilistas qué
impresió n esa causado semejante técnica de venta o conocer
incluso la opinió n de entidades feministas. Pero también esos
elementos podrían formar parte de una noticia, que estaría así a
medio camino entre el breve y el reportaje. En un caso como ese,
la línea diferenciadora entre un género y otro nos daría la mayor
o menor riqueza descriptiva y detalles (Y, por tanto, la mayor
menor presencia del periodista en el relato) (GRIJELMO. 2014.
Pá g. 64).

La definició n de la elecció n entre escribir una noticia o un reportaje dependerá tanto del grado de
conocimiento o datos con los que cuente el periodista, como también del que puedan tener los
lectores, añ ade Grijelmo. Los ciudadanos, en muchos casos, ya está n informados respecto a los
hechos, pero buscan ampliaciones y detalles que les permitan reafirmar sus puntos de vista o
conocer nuevos aspectos sobre la realidad. Buena parte de esas informaciones se plantean en los
textos de los medios impresos. El conocimiento má s o menos preciso de un hecho es el factor que
incide en optar o no por elegir formatos alternos. “Cuanto má s difundido consideremos un hecho,
menos podremos ofrecerlo con el formato de noticia al estilo de las agencias los diarios digitales”
(Ibíd.).

Ademá s del conocimiento, la amplitud y el estilo, Grijelmo refiere otro aspecto bá sico que es
resaltado con énfasis por Miguel Á ngel Bastenier. La participació n y punto de vista del reportero en
la compilació n y narració n o descripció n de los hechos.

El reportaje es obra del reportero, el que no basa su trabajo en lo


indirecto, aunque tampoco tenga por ello que dejar de
contextualizar; es decir, ademá s de lo que toma directamente del
lugar de los hechos, puede valerse de todo aquello que de manera
indirecta ha conocido sobre el asunto, pero lo que siempre prima
en la narració n es la apropiació n directa del material informativo.
El autor estará haciendo un reportaje cuando pase una jornada
viendo y oyendo de cerca [el hecho]. (BASTENIER. 2009. Pá g.
86)

El reportaje, a diferencia de otros géneros, prosigue Bastenier, posibilita que el autor acompañ e al
lector para apreciar distintos elementos de la realidad y hacerle ver aquello que considera
relevante. Por esta ú ltima razó n es necesariamente un texto firmado. Incluso cabe la posibilidad de
que, sin haber sido testigo presencial de un hecho, el reportero pueda reflejarlo desde su ó ptica
personal.

[…] si no hemos asistido al acontecimiento total o parcialmente


cuando se produjo, siempre acabará reconstruirlo. Cuando hay
representació n ante nuestros ojos, yo hablo de reportaje de
escenario, y cuando esto no es posible porque lo ocurrido,
ocurrido está, prefiero llamarlo reportaje virtual. En cualquiera
de los dos casos, la firma es imprescindible. (BASTENIER. 2009.
Pá g. 87)

Robinson Lizano también está de acuerdo con la premisa de que en el reportaje predomina el
enfoque Informativo, lo que lleva a este texto a transmitir los hechos con profundidad, pero si
emitir juicios de valor u opiniones. De este principio se deriva que los reportajes, para lograr
amplitud incluyan “citas directas o indirectas, cifras, datos, contexto y descripció n de ambiente”
(LIZANO. 2010. Pá g. 207). Así, también destaca que por este tratamiento no falta quien lo tipifique
como una “noticia grande” (LIZANO. 2010. Pá g. 207)

Sonia Parrat lo define, en tanto, como “un género periodístico de extensió n variable en el que se
suele ahondar, e incluso, explicar y analizar, en hechos actuales, pero no necesariamente noticiosos,
cuyo autor goza de una mayor libertad estructural y expresiva, y que generalmente se publica
firmado y acompañ ado de fotografías o infografía”. De igual manera sostiene que su cará cter es
informativo, pero en un

segundo nivel de informació n: interpretació n. Esto hace que muestre y explique hechos sin caer en
la opinió n. Para elaborar un reportaje se requieren cuatro elementos fundamentales, indica: 1.
elecció n del tema, 2. acumulació n de la mayor cantidad posible de informació n recurriendo a todo
tipo de fuentes, 3. decisió n del enfoque que se le va a dar y las técnicas que se aplicará n, y 4.
proceso de redacció n. Con estos cuatro elementos el periodista elegirá libremente el estilo y
estructura que considere má s convenientes para su texto (PARRAT. 2008. Pá g. 122).

Herná n Rodríguez aborda el género desde el concepto de “noticias duras”, y de forma similar a la
que planteara Grijelmo, afirma que, aunque los pú blicos tengan conocimiento de un hecho, muchas
veces mantienen una avidez por informarse. Ese interés involucra conocer causas, contextos,
investigaciones, pudiendo llegar a las arenas del reportaje interpretativo. Rodríguez también
delimita su campo y anticipa que al hablar de reportaje no se referirá a los “features” o
producciones destinadas a la diversió n y vulgarizació n porque no las considera específicamente
periodísticas. No obstante, deja entrever que no existe una puerta cerrada para esas
manifestaciones, pues, textos que cumplan con las grandes exigencias del lenguaje y estilo
periodístico podrían considerarse reportajes (RODRÍGUEZ. 1999. Pá g. 562).

De manera má s concreta señ ala que “el reportaje es la otra gran posibilidad del periodismo
informativo. Cubre el campo que está entre la noticia y el periodismo de opinió n. […] el reportaje es
má s libre en cuanto a su objeto (Va del hecho noticioso a hechos que aú n conservan su condició n de
noticias, pero ya no lo son rigurosamente).”. Añ ade que es má s extenso que la noticia, y que en su
forma tiene má s posibilidades formales que ese subgénero, por lo que requiere de “mayor
elaboració n formal” RODRÍGUEZ. 1999. Pá g. 597).

EI reportaje añ ade a la narració n de la noticia su


interpretació n, Segú n predomine la interpretació n
(forma expositiva) o la narració n (forma narrativa)
tendremos el reportaje interpretativo y el reportaje
narrativo.
A su vez, el reportaje narrativo puede referirse a
sucesos que se presentan como acabados (fact story o
reportaje de sucesos) o los sucesos que se muestran en
pleno desarrollo (action story o reportaje de acció n).
Se asimilan al reportaje narraciones de sucesos
levemente noticiosos que, má s que en la
interpretació n, ponen el énfasis en la emoció n
(historia de interés humano) o en la personalidad del
redactor (cró nica). (RODRÍGUEZ. 1999. Pá g. 598).

Juan Gargurevich remarca la amplitud del subgénero, aunque no formula una


definició n clara:

Los orígenes del reportaje parecen estar simplemente en las


informaciones ampliadas sobre un suceso determinado. Cuando
la nota informativa era insuficiente, se añ adían detalles. O al
revés, cuando se juzgaba necesario, se redactaba amplias notas
que -de acuerdo a los criterios modernos-constituían un
"reportaje". 
La palabra (que proviene del latín "reportare', transmitir,
descubrir) ha sido utilizada segú n los tiempos con acepciones
diferentes. Probablemente en alguna época se envió a los
periodistas a "conseguir un buen reportaje sin que esto signifique
acumular la informació n necesaria para confeccionar, lo que
entendemos hoy por reportaje. Y es muy frecuente, aú n hoy, ver
có mo profesionales de experiencia confunden reportaje con
entrevista (GARGUREVICH. 2000. Pá g. 247).

Gonzalo Martín Vivaldi caracteriza al reportaje como “una sucesió n de hechos encadenados o todos
los elementos constitutivos de un hecho” (VIVALDI. 1987. Pá g. 211). A continuació n, indica que es
un “relato periodístico informativo” que suele escribirse en estilo directo”. Vivaldi entiende por
estilo directo a aquel que reproduce literalmente lo que se dice o piensa:

“me dijo: no llevas razó n.” (En estilo indirecto sería: “me dijo que
no llevaba razó n”.) […] Literaria y periodísticamente, el estilo
directo muestra, sin explicació n, el suceso o hecho externo; No se
ve al escritor: solo se ve lo que el escritor quiere mostrar o narrar
(VIVALDI. 1987. Pá g. 339).

La definició n del género lleva a Vivaldi a caracterizarlo, debido a su variedad y complejidad, por
exclusió n: “todo lo que no sea comentario, cró nica o artículo es reportaje que, en sentido lato,
equivale a informació n. La mayoría de lo que se publica en el perió dico es reportaje, salvo los
géneros arriba indicados y la estricta noticia que, casi siempre, se amplía y desarrolla en cró nicas o
reportajes” (VIVALDI. 1987. Pá g. 382)

Precisando un poco má s, Vivaldi afirma que “el reportaje informa de un hecho o suceso interés,
aunque no sea reciente. Va firmado, su tema es libre, suele ir acompañ ado de fotografías y puede
escribirse utilizando diferentes tonos con la ayuda de otros géneros periodísticos. Muchas veces se
emplea para denunciar algo que debe ser corregido” (VIVALDI. 2000. Pá g. 399). En cuanto a su
procedimiento de confecció n lo importante es que incluya una narració n de tipo noticioso: “Tiene,
pues, de la técnica informativa y de la narrativa” (Ibíd.).

Presentamos el extracto de un cuadro que resume sus características principales, de acuerdo con la
perspectiva del autor.

ESTILO: Con mayor libertad expositiva quien la noticia pura, pero libertad condicionada
por la necesidad y obligació n de informar.

El gran reportaje es una informació n de altos vuelos literarios (debe serlo); una
narració n informativa orientada segú n el enfoque personal del periodista-
reportero.

FORMA: NARRATIVA-DESCENDENTE. El reportero empieza como quiere su trabajo, sin


olvidar la importancia periodística del primer pá rrafo. Bueno reportaje a detener
un buen “arranque”; un principio con “garra”.

No es preceptivo el procedimiento de la pirá mide invertida, se requiere, sí, un


comienzo atractivo, un desarrollo interesante y un final concreto.
SENTIDO: impresionista.

SUJETO: PROTAGONISTA. Los hechos: sus antecedentes y sus consecuencias.


Recomendable el “behaviorismo” o “conductismo”.

Al reportero no se le debe ver. Son los hechos, las cosas que él narra, lo que
interesa. El informador no debe opinar.

AUTOR: EN SEGUNDO PLANO. En el reportaje imperan o mandan los hechos sobre la


firma. (Grandes reportajes anó nimos). Al lector le interesa má s el “qué” (los
hechos) que el “có mo” (o manera de hacer de reportero). El éxito de un reportaje
depende principalmente de lo que se cuenta o narra. (si se narra bien, claro está ).

El suceso externo, el mundo entorno. Cualquier tema bien visto y desarrollado,


puede ser materia de reportaje. El reportero con sensibilidad periodística no
carece nunca de temas.

Imprescindible poseer el sexto sentido profesional, lo que los médicos llaman ojo
clínico.

MUNDO LO EXTERNO: Lo que gira ahí (el dasein heidegeriano). Cabe también (si se sabe
REFLEJADO: hacer) el auto-reportaje del mundo interno, soterrá neo, o del mundo
subconsciente; pero hay que saber dar tono informativo a la vivencia personal;
hacerla comunicativa.

PROPÓ SITO Informar con todo detalle y amplitud. Por el reportaje, objetivo y honrado, espejo
: de la realidad, fluye gran parte de la historia del momento.

TÉ CNICA: Definida: En el reportaje “está ndar” se impone el orden descendente –casi


siempre la “pirá mide invertida”. En cualquier reportaje es exigible un buen
comienzo, un desarrollo interesante, original concreto y una titulació n atractiva.

En el reportaje se recomienda hacer un esbozo o guion, antes de escribir. Se


impone la investigació n con á nimo científico, observació n, reflexió n y objetividad.
Atenció n al “clímax”.

Cuadro 35. Rasgos del reportaje segú n Gonzalo Martín Vivaldi (VIVALDI. 1987. Pá gs. 210-211).

José Luis Martínez Albertos también sigue la estrategia de Vivaldi, e intenta definir al reportaje a
través de su principal rasgo diferencial: el estilo literario. Afirma, que en contraste con la noticia
cuenta con “notas distintivas muy peculiares”:

1) Diferencias por razó n de lenguaje literario, má s vivo y variado en el reportaje que en la


informació n.
2) Diferencias por razó n de la disposició n estructural del cuerpo del trabajo, má s complejo y
dilatado en el reportaje. (MARTÍNEZ ALBERTOS. 1998. Pá g. 303)

“Mientras que en el primero de los géneros [la noticia], el


lenguaje es seco, riguroso, ceñ ido al hilo del acontecimiento, en el
reportaje hay que admitir una libertad expresiva que no tiene
cabida en la informació n. Desde el punto de vista de la creació n
literaria, el reportaje suele ofrecer al periodista un margen de
oportunidades casi comparable al que brinden los géneros
literarios de ficció n, como los cuentos o relatos breves.
(MARTÍNEZ ALBERTOS. 1998. Pá g. 302).

Continuando con su caracterizació n estilística, Martínez Albertos emplea los criterios de la Revista
SP, para subrayar que en el reportaje:

Se habla sin personalizar, sin editorializar, se cuentan los hechos


impersonal y objetivamente, se tiene en cuenta que el lector no es
tonto, se le dan los datos, todos los datos posibles, incluidos los
humanos, y que lector de buscar a la vista de los datos, sin querer
meterle con calzador las conclusiones pontificá ndole. Y, sobre
todo, se le explican bien las cosas; si se habla de un fulano, se dice
quién es; si se habla de una historia, se cuentan los antecedentes,
sin dar nada por conocido y sin dar nada por sentado…
(MARTÍNEZ ALBERTOS. 1998. Pá g. 303)

5.1 Las tipologías y técnicas del reportaje


Es necesario indicar, en esta secció n que varios autores españ oles y
latinoamericanos, entre ellos Martínez Albertos y Vivaldi, basan su categorizació n
de variedades de reportaje y de sus técnicas de elaboració n en la teoría generada
por el norteamericano Carl Warren. El norteamericano no hace alusió n al género
como tal. Warren nos habla esencialmente de noticias o historias, cuyos textos se
acomodan a diferentes situaciones. De todas formas, esos relatos a los que en
españ ol se ha llamado reportajes tienen, al igual que las noticias, dos partes: lead y
cuerpo, los cuales también se disponen en variaciones de la pirá mide invertida.

El cuerpo del reportaje:

Martínez Albertos destaca que en los reportajes se supera la sencilla e invariable estructura del
cuerpo de informació n a través de una amplia gama de posibilidades para la organizació n y
desarrollo de estos trabajos. Para el españ ol, con base en Warren, “existen só lo tres tipos de relatos
o reportajes: de acontecimiento, de acció n y de citas”. (fact story, action story y quote story). Dichas
variaciones fueron recogidas por Emil Dovifat y Gonzalo Martín Vivaldi. No obstante, Martínez
Albertos rescata, también de Warren, el reportaje corto, los que en la obra del norteamericano son
denominados de “pronó stico y continuidad” (forecast and follow-ups).

Son relatos que tienen la misió n de mantener vivo el interés del


pú blico acerca de un acontecimiento que perdura en el tiempo, y
por consiguiente debe ser referido y ligado tanto hechos
anteriores como a sucesos venideros que se espera que ocurran.
Como por razó n de su utilidad primordial –actuar como nexo de
continuidad entre acontecimientos importantes– estos reportajes
no suelen ser muy extensos, desde hace tiempo venimos
denominando este tipo de trabajos como reportajes cortos.
(MARTÍNEZ ALBERTOS. 1998. Pá g. 306)

Warren no habla en sí de reportajes cortos, sino de anticipos noticiosos y de noticias de


continuació n o replanteamiento. “El anticipo responde a la pregunta “¿qué va a ocurrir?”; la noticia,
a “¿qué ha ocurrido actualmente?”; la continuació n, a “¿qué ocurrió después de todo?”. Los
periodistas veteranos disponen de métodos y técnicas adecuadas para cada género”. (WARREN.
1975. Pá g. 184).

Aunque brinda una explicació n y ejemplos sobre los anticipos, Warren genera una metodología
para la redacció n de noticias de continuació n. Ellas se construyen con un nuevo lead que se
relaciona con l noticia anterior a través de un pá rrafo de enlace al que siguen nuevos detalles
noticiosos.

Para que la cró nica ponga al día al lector con respecto a los
hechos anteriores, es suficiente con los resumir los elementos
concretos y esenciales, eliminando todo detalle secundario y
prescindiendo de palabras inú tiles. Procure hacerlo con unas
frases cortas y directas, y luego abordé las novedades sin pérdida
de tiempo. Un enlace largo y pesado demora el relato y aburre al
lector que busca pan recién horneado y no viejos mendrugos.
(WARREN. 1975. Pá g. 197).

Reportaje de Hecho o acontecimiento (Fact Story)

Segú n Martínez Albertos, este reportaje ofrece una visió n está tica de los hechos,
viéndolos como un conjunto acabado. Es de tipo expositivo-descriptivo. El
reportero da cuenta de lo acontecido desde fuera del acontecimiento “como un
observador que contempla el objeto de su relato como un todo ya acabado”.
Subraya que es especialmente ú til para la descripció n, es decir, para aquellos casos
en que los hechos se presentan de modo simultá neo y perfecto, y no en su
evolució n en el tiempo (MARTÍNEZ ALBERTOS. 1998. Pá g. 307).

Reproduzco, con fines didá cticos un ejemplo de estructura de Fact Story tomado de
Carl Warren

Hecho uno: (Principal)

Un total de 60.240 dólares ha sido recaudado por el Fondo Comunitario de Midíand en la campaña de dos
semanas realizada por 10 grupos de hombres de negocios, según anunció hoy Mark Warner, secretario
financiero del comité.
Hecho dos: (segundo)

Un equipo de cinco comerciantes, encabezado por S. J. Simpson, director de la Sure-Tit


Shoe Co., consiguió la máxima recaudación por valor de 10.219 dólares. El segundo
puesto, por escasa diferencia, correspondió al grupo de médicos encabezado por el
doctor Lawrence Hill, con 9.178 dólares.
Hecho tres: (tercero)

Las donaciones sobrepasaron a las del año pasado por más de 12.500
dólares, y a las de hace dos años por 14.000 dólares, según declaró
Warner.
Hecho cuatro: (cuarto)

Cuatro organizaciones de Midland, dedicadas a obras benéficas


y ayuda social, compartirán las donaciones, cuyo valor será
dividido en partes iguales. Se trata de la Cruz Roja, el Ejército
de Salvación, la Asociación de Caridad y el Consejo por el
Mejoramiento Social. Estos dos últimos grupos reúnen a
numerosas organizaciones menores.

Warren añ ade: “Presentar una serie de hechos como éstos no representa ninguna
dificultad. La clave consiste exclusivamente en estimar el valor relativo de los
datos disponibles y agruparlos en orden de importancia. La composició n se
fragmenta naturalmente en cada pá rrafo y puede ser abreviada, o alargada con
facilidad, segú n el espacio disponible”. (WARREN. 1975. Pá g. 136)

Reportaje de Acción (Action Story)

Martínez Albertos indica que en este tipo de relato hay una visió n diná mica de los
hechos que se narra. El periodista “los cuenta desde dentro, siguiendo el ritmo de
su evolució n, como viviendo el proceso de desarrollo en la línea temporal. Es un
modelo de reportaje recomendado para la narración, es decir, para el relato de
sucesos que se producen normalmente una sola vez en el transcurso del tiempo”
(MARTÍNEZ ALBERTOS. 1998. Pá g. 308).

Warren, a su vez, indica que “una historia de acció n no só lo incluye simples hechos,
sino también incidentes dramá ticos, descripciones de personas, tal vez el
testimonio de algú n testigo, má s los necesarios datos explicativos; por tanto,
resulta mucho má s difícil de escribir”. (WARREN. 1975. Pá g. 138)
Se trata de narrar completa y brevemente el incidente en el lead,
luego reiterarlo con má s detalles y, por ú ltimo, volver a repetir la
narració n en forma aú n má s detallada. Esta estructura en tres
fases puede representarse como una serie de triá ngulos
superpuestos (Ibíd.).
Ejemplo de Action Story de Carl Warren

Lead. Narración del incidente:

Saltando de un amplio sedán que había seguido a su víctima durante


aproximadamente un kilómetro, dos individuos asaltaron a Joseph Rickler frente
al estanco del que es propietario, en el número 452 de la Avenida Garfield,

Segunda narración. Más detalles: (en algunos casos


ambientales)

Enmascarados con antifaces negros, los dos criminales


apuntaron sus armas contra Rickler cuando éste entró en su
tienda, llevando una bolsa con dinero en metálico. Uno de los
delincuentes cogió la bolsa, mientras el otro gruñía: «Quédate
quieto durante diez minutos, pues de lo contrario volveremos.»
La pareja de asaltantes volvió a su automóvil y desapareció.

Dos conductores de autobús que presenciaron el incidente

Tercera narración. Vuelta a la relación con


nuevos datos:

Rickler declaró que había retirado del Banco


Victoria, en la calle Spruce, 1.500 dólares en
billetes de diez, otros 250 en billetes de cinco y
doscientos cincuenta dólares en billetes de un
dólar, con los que se dirigía a su estanco.
Declaró a la Policía que era su costumbre
tener cierta cantidad de metálico disponible
para cambiar los talones de los conductores
de autobús, ya que su tienda está junto a la
terminal de autobuses de Midland.

«Mientras me dirigía a mi tienda, advertí que


un automóvil me seguía y apresuré mis pasos
-dijo Rickler-. Entonces, los dos individuos
saltaron del coche y me cerraron el paso. Me
apuntaban con sus armas directamente a la
cabeza. Me encontré demasiado aterrorizado
para gritar y creo que me habrían asesinado si
me hubiera resistido. Cuando quise
reaccionar, todo había terminado.»
Reportaje de citas (Quote Story)

entrevista periodística. Manifiesta que


Martínez Albertos equipara al reportaje de citas con la
en él se alternan las palabras textuales del personaje interrogado con descripciones o
narraciones que corren a cargo del periodista. “Estas narraciones van en párrafos
presentados como un relato en tercera persona y se intercalan dentro de las citas o
referencias precisas hechas con palabras surgidas en el coloquio entre entrevistado y
entrevistador” (MARTÍNEZ ALBERTOS. 1998. Pá g. 308).

El sistematizador de esta estructura, Carl Warren señala que puede emplearse para informar sobre
discursos, declaraciones públicas, cartas y hasta las entrevistas de determinada
extensión.

También este procedimiento resulta relativamente simple, y


puede ser fá cilmente utilizado por el principiante que se
encuentra desconcertado por una declaració n de mil palabras y
se pregunta qué hacer con ellas. Después de seleccionar un lead,
lo mejor es subrayar los pasajes má s punzantes y significativos,
extraerlos de su contexto y ordenarlos a través de una sistemá tica
condensació n para elaborar una estructura fuerte, que mantenga
su cohesió n interna, desde un punto de vista ló gico, e incite a una
rá pida lectura. (WARREN. 1975. Pá g. 141)

Ejemplo de Quote Story de Carl Warren

Lead-Sumario:

Midland es la mejor ciudad del Estado para los niños, declaró ayer el doctor J. M. Clure,
Superintendente de Educación, ante 700 miembros de la Asociación de Padres y Maestros, en el Hotel
Harper.
Cita (palabras textuales):

«Nuestras escuelas son comparables o superiores a las de cualquier otra


comunidad, mientras nuestras instalaciones recreativas y bibliotecas son
insuperables», afirmó el doctor Clure.
Sumario (puede ser ambiental, documental, de continuidad…)

Añadió que, sin embargo, es preciso que el programa de expansión del sistema de escuelas
públicas siga en marcha para mantener el liderato de Midland en la materia. Para ello,
recomendó la aprobación del nuevo presupuesto de 1.500.000 dólares para escuelas, en las
elecciones generales del próximo mes de noviembre.
Cita:

«Tenemos dos o tres edificios antiguos, de madera, que


deben ser reemplazados –explicó-. Aunque de momento son
seguros, en pocos años se convertirán en instalaciones
peligrosas.»
Sumario (narración en tercera persona):

El Superintendente calificó de particularmente imperiosa la necesidad de


construir una nueva escuela superior en la zona del Parque de la Isla. Si
el proyecto resulta aprobado, requerirá medio millón de dólares para su
realización.

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