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Las biomoléculas son las moléculas químicas que componen la materia viva.
Las biomoléculas están presentes en los seres vivos. Estas moléculas están
constituidas por los bioelementos y cumplen diversas funciones en las células y los
organismos, desde el almacenamiento y transporte de energía hasta la conformación
de estructuras celulares y de la información genética y la catálisis de reacciones
químicas.
Dependiendo de su contenido de carbono, las biomoléculas se clasifican en:
Biomoléculas orgánicas: su estructura química fundamental es un esqueleto
compuesto por átomos de carbono.
Biomoléculas inorgánicas: no poseen átomos de carbono en su estructura o, cuando
los poseen, estos no forman esqueletos ni están presentes en proporciones
considerables.
BIOMOLÉCULAS INORGÁNICAS
Las biomoléculas inorgánicas son las que no están formadas por cadenas de carbono,
como son el agua, las sales minerales o los gases.
Son biomoléculas no formadas por los seres vivos, pero imprescindibles para ellos.
El agua y las sales minerales. Representan el 99% de la masa de la mayoría de la
célula.
1.- EL AGUA:
El agua es una sustancia líquida desprovista de olor, sabor y color, que existe en la
naturaleza y cubre un porcentaje importante (71 %) de la superficie del planeta Tierra.
Está compuesta de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, por lo que su fórmula
química es H₂O.
Los minerales son nutrientes que el organismo no es capaz de sintetizar (es decir, que
no puede producir por su cuenta), por lo que son adquiribles únicamente a través de la
alimentación.
Se pueden encontrar en los seres vivos de tres formas
- Precipitadas (constituyen estructuras sólidas)
- Silicatos: caparazones de algunos organismos (diatomeas), espículas de algunas
esponjas y estructura de sostén en algunos vegetales (gramíneas
- Carbonato cálcico: caparazones de algunos protozoos marinos, esqueleto externo
de corales, moluscos y artrópodos, y estructuras duras (espinas de erizos de mar,
dientes y huesos).
- Fosfato cálcico: esqueleto de vertebrados.
- Disueltas (dan lugar a aniones y cationes):
- Éstas intervienen en la regulación de la actividad enzimática y biológica, de la
presión osmótica y del pH en los medios biológicos; generan potenciales eléctricos
y mantienen la salinidad.
- Asociadas a moléculas orgánicas (fosfoproteínas, fosfolípidos y agar-agar).
Sodio. Nos ayuda a mantener equilibrados los líquidos del cuerpo, tanto dentro como
fuera de las células. Es un gran aliado para tus músculos, ya que participa en la
transmisión y generación de los impulsos nerviosos y en la respuesta de los estímulos
musculares.
Calcio. ¿Sabías que es el mineral más abundante de tu cuerpo? Forma parte de las
estructuras de huesos y dientes, y los mantiene sanos. Esta sal es, además, necesaria
para la correcta coagulación de la sangre. Un adecuado aporte de calcio puede
prevenir la osteoporosis.
Hierro. Necesario para la formación de la hemoglobina y mioglobina, ambas proteínas
encargadas de llevar oxígeno a los músculos y almacenarlo. Además, el hierro inhibe
la formación de los radicales libres, esas moléculas que participan del proceso de
envejecimiento.
Magnesio. Si tienes un déficit de magnesio es posible que sientas fatiga y
experimentes calambres musculares. Esto es así porque el magnesio regula la función
del sistema nervioso y los músculos, los niveles de azúcar en sangre y la presión
sanguínea.
Potasio. Participa en la regulación del agua, tanto dentro como fuera de las células. Si
nos falta potasio, tendremos una sensación continua de sed, la piel seca e, incluso, se
producirá un desequilibrio muscular.
Fósforo. Es el principal encargado de la formación de dientes y huesos. Además, es
capaz de determinar la forma en que el organismo hace uso de los carbohidratos y las
grasas. Si te falta fósforo, puedes experimentar fatiga, irritabilidad e insomnio.
Zinc. Este mineral es muy importante para los niños, ya que estimula el crecimiento,
fortalece el sistema inmune y participa en la actividad neuronal y la memoria. Es
imprescindible para el buen funcionamiento de la tiroides y actúa en el proceso de
formación de enzimas y proteínas.