Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los hechos son los materiales de construcción de cualquier trabajo de consultoría. Los
consultores necesitan disponer de un considerable número de hechos para tener una
visión clara de la situación, llegar a una definición precisa del problema y ajustar sus
propuestas a la realidad. Los hechos son igualmente necesarios para tareas en que el
consultor esta tratando de crear algo totalmente nuevo con una gran dosis de imaginación
y pensamiento creativo. El acopio de los hechos puede ser la fase más aburrida y penosa
del trabajo del consultor, pero no hay manera de evitarla.
Los hechos que se han de recopilar e investigar tienen que determinarse en estrecha
colaboración con el cliente, en especial con los miembros de la organización cliente que
saben qué registros se llevan, su grado de fiabilidad y qué datos habrá que buscar en
otras fuentes. Esto incluye la definición del contenido de los datos, su grado de precisión,
el período de tiempo y la extensión que abarcan, así como los criterios de clasificación y
tabulación, tal como se ha descrito con anterioridad.
La recopilación de datos puede ser un proceso lento y en los casos difíciles se debe
aplicar cierta lógica. La planificación de la recopilación de los datos incluye asimismo la
decisión sobre qué aspectos del problema y qué relaciones no requieren datos detallados.
El consultor tiene que explicar por qué desea obtener ciertos datos sobre
acontecimientos, situaciones y problemas que pueden guardar cierta relación con el
problema del que se ocupa. De esa manera el cliente comprenderá las relaciones a las
que no ha prestado atención y el consultor dará una nueva prueba de su enfoque
metodológico.
Kubr, Milan, “La Consultoría de Empresas: Guía para la Profesión”, Limusa S.A de C.V., 3ª edición, México, 2005
Todo consultor experimentado sabe qué tipos aparentemente idénticos de datos pueden
tener un significado o contenido diferente en distintas organizaciones. En empresas
antiguas con tradiciones establecidas la definición se complica por la existencia de su
propia jerga, que puede diferir de la terminología imperante en la industria a que
pertenecen.
El grado del detalle: El grado de detalle de los hechos requeridos será en general
superior al que se necesita con respecto a los datos utilizados en los estudios
preliminares de diagnóstico. Mientras que un diagnóstico general se basa en cifras
globales, el cambio descansa en datos más detallados. Se puede necesitar información
sobre determinadas personas y sus actitudes con respecto al problema de que se trate.
Cuanto más detallados sean los datos, más tiempo se requerirá para obtenerlos. Al
comienzo de una tarea de consultaría, es posible que el consultor tenga dificultades para
evaluar las ventajas que aportarán hechos detallados Antes de acopiar los datos no
podrá saber qué deficiencias o posibilidades de mejora van a revelar. Probablemente;
señalará problemas que merecen ser objeto de un detenido examen. Por otro lado, el
consultor puede reunir primero los datos en amplias categorías. El análisis de esos datos
sugerirá un mayor grado de detalle para ciertas categorías. Los datos se podrán, por
consiguiente, reunir en varias etapas antes de que el consultor tenga una idea
suficientemente precisa de la situación actual para sugerir formas de mejorarla.
Los períodos han de ser comparables (los meses o las semanas tienen que incluir el
mismo número de días laborales, etc). Los períodos en los que se producen
acontecimientos excepcionales deben excluirse, aunque se han de reconocer y ajustar en
la nueva situación. Los períodos que preceden a cambios importantes en el
funcionamiento se han de examinar por separado de los períodos de funcionamiento
normal.
grupo puede ser esencial para resolver la mayor parte de los demás problemas del
departamento de que se trate. En otros casos, se acopiarán datos con respecto a
muestras representativas.
Para disponer los hechos en una forma comprensible, el consultor planifica cómo
tabularlos. Las descripciones se pueden indicar bajo determinados encabezamientos en
una hoja separada o en una tarjeta con respecto a cada encabezamiento. Las respuestas
a un cuestionario se pueden tabular en un “cuestionario resumido”, es decir, un
cuestionario que utiliza la misma forma que se distribuirá a los encuestados. Los
procedimientos y los procesos se pueden representar por medio de una cadena de
símbolos, como los símbolos de actividad utilizados por los analistas de sistemas o en los
estudios del trabajo. Las formas se representan mejor por medio de dibujos. Las cifras se
suelen indicar en cuadros.
Puede resultar útil prever el procesamiento de los datos por medio de una computadora.
Esto entrañará la selección de un modelo y programa adecuados o la elaboración de uno
nuevo, si no se dispone de ninguno para el objetivo analítico particular y la codificación de
los datos para su procesamiento.
Las notas preliminares del consultor tenderán a ser prolijas y especulativas mientras
busca su camino y trata de encuadrar la situación. A medida que la investigación se hace
más clara, el registro de los hechos es más sistemático. Las anotaciones generales
pueden dar paso a la tabulación y otros métodos analíticos. Las decisiones iniciales sobre
la tabulación y clasificación de los datos se verifican y modifican.