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Diagnóstico organizacional
¿Qué es el diagnóstico? El diagnóstico, que es la segunda fase del proceso de consultoría,
constituye en realidad la primera fase plenamente operativa. Su objetivo es examinar el
problema que afronta y los objetivos que trata de alcanzar el cliente de manera detallada y a
fondo, poniendo al descubierto los factores y las fuerzas que ocasionan el problema e
influyen en él, y preparar toda la información necesaria para decidir cómo se ha de orientar
el trabajo encaminado a la solución del problema.
Durante un cometido típico, el consultor y el cliente emprenden un conjunto de actividades
necesarias para alcanzar los objetivos y cambios deseados. Esas actividades se suelen
conocer con la expresión de «el proceso de consultoría». Este proceso tiene un principio (se
establece la relación y se inicia el trabajo) y un fin (la partida del consultor). Entre esos dos
extremos el proceso puede subdividirse en siete fases básicas. Esto ayuda al consultor y al
cliente a ser sistemáticos y metódicos, pasando de una fase a otra y de una operación a otra,
siguiendo un orden lógico y temporal.
AFEP 2-1 ENCINAS SOTO ILSE MARIANA
Características:
Contenido de datos
Periodo
Grado de detalle
Aspectos abarcados
AFEP 2-1 ENCINAS SOTO ILSE MARIANA
Presentación de información
El objetivo es crear una relación auténticamente colaborativa entre el consultor y el cliente
en una etapa inicial del cometido y prevenir las diversas actitudes y reacciones negativas
por parte del cliente que son difíciles de evitar, si está mal informado acerca de lo que está
realmente sucediendo y si las conclusiones del consultor le llegan como una sorpresa.
Facilitar información sobre los resultados no es decir al cliente lo que ya sabe. Esta
es una regla general que se ha de cumplir siempre en la presentación de informes y
en las comunicaciones con el cliente. Con todo, cuando la información reunida
contiene factores que son auténticamente novedosos para el cliente, o muestra unos
vínculos insospechados entre efecto y causa o elementos positivos y deficiencias
ocultas, es útil dar información sobre esos aspectos.
La información sobre los resultados no es tampoco evaluar al cliente. Por tanto, el
consultor evita emitir juicios de valor; es el cliente quien debe sacar las
conclusiones de la información elegida de una manera imparcial que se le presenta.
Este objetivo se debe siempre tener presente.
Es habitual presentar una información oral individuaizada a miembros importantes de la
organización cliente. Otra forma es la información por escrito (verbigracia, informes o
memorandos provisionales). Una forma común consiste en las reuniones de información
con diversos grupos de la organización cliente. Estas reuniones pueden aportar una valiosa
información adicional y ayudar al consultor a concentrar u investigación en cuestiones
esenciales. Constantemente revelan actitudes respecto del problema abordado y del enfoque
adoptado por el consultor.
AFEP 2-1 ENCINAS SOTO ILSE MARIANA