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MATERIA DEL RECURSO Protección.

RECURRENTE José Eduardo Ruiz Carmona


RUT 17.093.614-0
ABOGADO PATROCINANTE Mario Espinosa Valderrama
RUT 13.191.097-5
DOMICILIO Calle Baquedano N° 50, Oficina 804,
Antofagasta.
RECURRIDO Banco Santander

RUT 97.036.000-K
REPRESENTANTE LEGAL Gonzalo Romero
Astaburuaga

5.145.609-2
RUT
DOMICILIO Bandera N° 140, comuna de Santiago,
Región Metropolitana.
______________________________________________________________________________________________________

En lo principal: Acción de protección; Primer otrosí: Acompaña documentos. Segundo


Otrosí: Solicita oficio; Tercer Otrosí: Patrocinio y poder

ILTMA. CORTE DE APELACIONES DE ANTOFAGASTA

José Eduardo Ruiz Carmona, trabajador dependiente, cédula nacional de


identidad número 17.093.614-0, domiciliado para estos efectos en Calle Baquedano N°
50, Oficina 804, Antofagasta, a US. Iltma. Respetuosamente digo:

Que dentro de plazo, vengo en interponer fundado recurso de protección en contra


de Banco Santander, representado legalmente por don Gonzalo Romero Astaburuaga,
domiciliado en Bandera N° 140, comuna de Santiago, Región Metropolitana, por los
argumentos de hecho y derecho que paso a exponer:

LOS HECHOS.

Los hechos que contextualizan y desencadenan en el acto arbitrario que


fundamenta esta acción de protección comienzan en abril del año en curso, fecha
en la cual solicité la apertura de una cuenta corriente en el Banco Santander,
recurrido en estos autos.

En dicha ocasión y tal como consta en Copias de Correos electrónicos


acompañados en esta presentación de fecha 07 y 08 de abril de 2021, al solicitar
apertura de cuenta corriente, se me rechazó por tener deudas castigadas en sistema.

Dichos correos, fueron remitidos por el recurrido en razón de una apertura de


cuenta corriente a la cual yo aspiraba, y éste con fecha 07 de abril de 2021 respondió lo
siguiente:

“José no te puedo evaluar, tuviste deuda en el sistema financiero hasta agosto del
año pasado.”

Seguido de otra respuesta, con fecha 08 de abril del 2021 señalando:

“No tengo acceso a revisar a qué corresponde, pero de acuerdo a la información


publicada en el sistema financiero no puedo evaluar la apertura de plan.”

Efectivamente SS.I. tuve problemas con mis deudas, razón por la cual, con fecha
30 de junio de 2017 presenté mi solicitud de Liquidación Voluntaria de bienes, bajo el rol
C-2883-2017 ante el 3° Juzgado de Letras Civil de Antofagasta.
En dicha presentación, cumpliendo con los antecedentes solicitado por la Ley
20.720 de Insolvencia y Reemprendimiento, hago presente al tribunal mi estado de
incumplimiento generalizado respecto de mis obligaciones y ofrezco todos mis bienes
para el pago de las deudas. Dicho procedimiento transcurrió con normalidad, dictándose
la resolución de término del artículo 254 de la referida Ley con fecha 3 de abril de 2020,
certificándose ejecutoria de la misma con fecha 9 de abril del mismo año, con lo cual se
conceden todos los efectos del artículo 255 denominados como efecto de discharge de
las deudas, el cual será explicado más adelante. Pero que, en definitiva, importan la
extinción de los saldos insolutos de las obligaciones contraídas con anterioridad al inicio
del procedimiento de Liquidación.
El principal corolario de la aplicación de dicha normativa legal es que de cualquier
registro que almacene datos privados de carácter financiero, éstos deben
eliminarse
Lo que debiera reflejarse en los informes comerciales elaborados, a modo de
ejemplo, por la SBIF y DICOM, en los cuales éstos no pueden figurar en cumplimiento a lo
señalado por la Ley 19.628 sobre protección de datos personales, lo que también se verá
más adelante en este recurso.
Es tal la inobservancia de la normativa aludida, en particular del efecto libratorio de
la resolución de término de mi procedimiento de Liquidación Voluntaria, que ha llegado al
punto que se me impide acceder al mercado financiero, meses después de que mis
deudas se extinguieron, y aquelllos datos caducos que debieron eliminarse, se mantienen
vigentes en plataformas internas de información financiera a la que tiene acceso cualquier
institución, en este caso Banco Santander.
Se me indica que el rechazo se debe a que tengo deudas, por lo tanto se infiere
que dicha institución tiene acceso no solo a mi información actual y que es aportada por
las instituciones y empresas que alimentan dicha base de datos, sino que además
información almacenada en datos históricos. Aún cuando actualmente no sean objeto de
información por estar al día en mis obligaciones o porque por disposición legal su
información financiera sea un dato denominado caduco.
La negativa del Banco Santander de aperturar una cuenta corriente, basándose en
deudas que se extinguieron y que no deberían estar en plataforma alguna atendida la
disposición de la ley, es al menos de dudosa legalidad.
De hecho, el recurrido no se basa en el incumplimiento de los requisitos exigidos
por la institución, los cuales fueron cabalmente cumplidos, sino que se está basando en
datos caducos, dándome una respuesta vaga, dejándome en la indefensión al no tener las
herramientas necesarias para poder impugnar dicha decisión, ya que no tengo acceso a
datos que ellos sí y que por cierto no deberían ya existir.

EL DERECHO

El artículo 20 de la Constitución Política de la República de Chile, señala que quien


por causa de actos u omisiones arbitrarios o ilegales sufra privación, perturbación o
amenaza en el legítimo ejercicio de los derechos y garantías establecidos en dicho
artículo, podrá ocurrir por sí o por cualquiera a su nombre, a la Corte de Apelaciones
respectiva, la que adoptará de inmediato las providencias que juzgue necesarias para
restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida protección del afectado, sin
perjuicio de los demás derechos que pueda hacer valer ante la autoridad o los tribunales
correspondientes.
La misma Corte Suprema en causa Rol 4767-2013 ha señalado que: “La acción de
protección de garantías constitucionales establecida en el artículo 20 de la Carta
Fundamental, constituye jurídicamente una acción de naturaleza cautelar, destinada a
amparar el legítimo ejercicio de las garantías y derechos preexistentes que en esa misma
disposición se enumeran, mediante la adopción de medidas de resguardo que se deben
tomar ante un acto u omisión arbitrario o ilegal que impida, amague o perturbe su
ejercicio”.

Entre las garantías cauteladas por la acción de protección está el artículo 19 N°2 y
19 N°4 en donde se consagra que la Constitución Política de la República asegurará:

19 N°2 “La igualdad ante la ley. En Chile no hay persona ni grupos privilegiados. En
Chile no hay esclavos y el que pise su territorio queda libre. Hombres y mujeres son
iguales ante la ley”.

Todos y cada uno de los requisitos para obtener una cuenta corriente fueron
cumplidos. Pero como ya indiqué en el cuerpo de este escrito, el motivo del rechazo no
fue por incumplimiento de alguno de los requisitos, sino “supuestas deudas” que en algún
momento de mi vida tuve y que van a limitar mi participación en el mercado siempre. El
Banco recurrido arbitraria y discriminatoriamente fundado en un registro de “dudosa
legalidad”, me excluye como cliente de su banco, negándome el acceso a sus productos
en circunstancias que a cualquier otra persona con las mismas características mías, sin
morosidades vigentes, renta acorde, antigüedad laboral, etcétera, hubiese obtenido.

Se me está dando un trato diferenciado con respecto al resto de las personas,


injustificadamente, el recurrido, mediante su respuesta de fecha 1 de septiembre, no ha
dado un fundamento plausible para negarme el acceso a una cuenta corriente o alguna
participación en el sistema financiero, dejándome en la indefensión, no teniendo
herramientas para refutar datos que ya están caducos.

En lo que respecta al artículo 19 N° 4; “El respeto y protección a la vida privada y a


la honra de la persona y su familia, y asimismo, la protección de sus datos personales. El
tratamiento y protección de estos datos se efectuará en la forma y condiciones que
determine la ley”.
Todo lo que se ha expuesto, ha generado, una afectación grave a la garantía
fundamental consagrada en el numeral 4° del artículo 19 de la Constitución Política de la
Republica, esto es el respeto a la vida privada y la honra, la que se afectó en el momento
que se me incluyó, y especialmente se me ha mantenido, en un registro de personas que
no cumplen con sus obligaciones pecuniarias, me han hecho sentir como un sujeto
incapaz de contratar, limitando cabalmente mi vida financiera, la posibilidad de participar
activamente en la economía.
Para el autor Barros Bourie, “la honra se muestra en la consideración de los
demás, de la que depende la validación social del titular. El bien jurídico que se pretende
cautelar es la reputación y la forma de hacerlo es sancionando la información falsa que
afecta el nombre ajeno” (Barros Bourie, Tratado de Responsabilidad Extracontractual,
2006. p. 540).
Con la inclusión y mantención injusta, ilegal y arbitraria en un registro del recurrido,
se ha afectado mi prestigio, mi honra y se me catalogó como una persona no deseada. Se
me ha privado injusta e irracionalmente de una participación en el sistema comercial y
financiero, suspendiendo mis actividades comerciales y más aún el cumplimiento de uno
de los fines más importantes del procedimiento concursal esto es, la rehabilitación
financiera ¿De qué sirvió someterme al procedimiento concursal, si ahora soy catalogado
de peor forma y con un registro histórico que parece no tener fin? ¿Siempre tendré que
llevar la carga de mi liquidación voluntaria, con las consiguientes deudas que me llevaron
a eso? Son cuestionamientos que no deberían estar presentes si se toma en cuenta los
objetivos de la ley 20.720 y de la protección de la vida privada contenida en la
Constitución Política y en la ley 19.628.

Ante el cuestionamiento de qué se entiende por arbitrariedad, nuestros Tribunales


la han definido de la siguiente forma: “arbitrariedad implica la carencia de razonabilidad en
el actuar u omitir; la falta de proporción entre los motivos y el fin a alcanzar; ausencia de
ajuste entre los medios empleados y el objetivo a obtener, o aun más, inexistencia de los
hechos que fundamenten un actuar” (Corte de Apelaciones de Punta Arenas, 22 de
Septiembre de 1.993, en: Revista Gaceta Jurídica, N° 166, p. 90; Corte Suprema, 26 de
Septiembre de 1.996, en :Revista Gaceta Jurídica, N° 195, p. 64).

Por su parte el autor Soto Kloss señala que en cuanto a la arbitrariedad, ella “indica
carencia de razonabilidad en el actuar u omitir, falta de proporción entre los motivos y el
fin o finalidad que alcanzar, ausencia de ajuste entre los medios empleados y el objetivo a
obtener, o aun inexistencia de los hechos que fundamentan un actuar, o sea una
actuación carente de fundamentación”(Soto Kloss, Eduardo, El Recurso de Protección
Orígenes, Doctrina y Jurisprudencia, Editorial Jurídica de Chile, 1ª edición, Santiago,
1982, p. 189).
El mismo autor señala que por ilegalidad debe entenderse: “violación –por acción u
omisión- de toda norma jurídica, incluyendo la Constitución, la ley, un reglamento, decreto
o cualquier otra disposición a la cual está sujeto el actor u omisor”.
Sumado a la arbitrariedad de su actuar está la ilegalidad del mismo, limitando o
vulnerando derechamente las siguientes normas legales:

a) Artículo 255 de la ley 20.720.


“Una vez se encuentre firme o ejecutoriada la resolución que declara el término del
procedimiento concursal de liquidación, se entenderán extinguidos por el solo ministerio
de la ley y para todos los efectos legales los saldos insolutos de las obligaciones
contraídas por el Deudor con anterioridad al inicio del Procedimiento Concursal de
Liquidación”.

Este artículo contiene el efecto libratorio de la Ley 20.720 respecto de las


obligaciones contraídas con anterioridad al procedimiento de Liquidación, también
denominado efecto discharge de la normativa. Para el profesor Guillermo Caballero, el
efecto extintivo del discharge tiene como “característica particular […] la exoneración
como modo de extinguir las obligaciones (extravagante a los enumerados en el artículo
1567 del CC)” (Revista Ius et Praxis, año 24, N° 3, 2018, p. 151). Este efecto corresponde
al tenor literal de la norma y no puede ser desconocido.
En términos coherentes con el resto de la normativa legal, lo que hace es extinguir
el saldo insoluto de una obligación adeudada y que fue sometida al procedimiento. Ello
conlleva a convertir el dato financiero que lo acompaña, en un dato caduco como se verá
a continuación.

b) Artículo 18 inciso 2º de la ley 19.628.


“En ningún caso pueden comunicarse los datos a que se refiere el artículo anterior,
que se relacionen con una persona identificada o identificable, luego de transcurrido cinco
años desde que la respectiva obligación se hizo exigible.
Tampoco se podrá continuar comunicando los datos relativos a dicha obligación
después de haber sido pagada o haberse extinguido por otro modo legal.
Con todo, se comunicará a los tribunales de Justicia la información que requieran
con motivo de juicios pendientes.”
Este artículo debe entenderse en relación al artículo 17 (particularmente el inciso
primero), artículo 2º letra d) y artículo 6º, todos de la misma ley.

Artículo 17.
“Los responsables de los registros o bancos de datos personales sólo podrán
comunicar información que verse sobre obligaciones de carácter económico, financiero,
bancario o comercial, cuando éstas consten en letras de cambio y pagarés protestados;
cheques protestados por falta de fondos, por haber sido girados contra cuenta corriente
cerrada o por otra causa; como asimismo el incumplimiento de obligaciones derivadas de
mutuos hipotecarios y de préstamos o créditos de bancos, sociedades financieras,
administradoras de mutuos hipotecarios, cooperativas de ahorros y créditos, organismos
públicos y empresas del Estado sometidas a la legislación común, y de sociedades
administradoras de créditos otorgados para compras en casas comerciales. Se exceptúa
la información relacionada con los créditos concedidos por el Instituto Nacional de
Desarrollo Agropecuario a sus usuarios, y la información relacionada con obligaciones de
carácter económico, financiero, bancario o comercial en cuanto hayan sido repactadas,
renegociadas o novadas, o éstas se encuentren con alguna modalidad pendiente.”

Artículo 2º letra d).


“Para los efectos de esta ley se entenderá por […d]ato caduco, el que ha perdido
actualidad por disposición de la ley, por el cumplimiento de la condición o la expiración del
plazo señalado para su vigencia o, si no hubiese norma expresa, por el cambio de los
hechos o circunstancia que consigna”.

Artículo 6º.
“Los datos personales deberán ser eliminados o cancelados cuando su
almacenamiento carezca de fundamento legal o cuando hayan caducado
Han de ser modificados cuando sean erróneos, inexactos, equívocos o
incompletos.
Se bloquearán los datos personales cuya exactitud no pueda ser establecida o
cuya vigencia sea dudosa y respecto de los cuales no corresponda la cancelación.
El responsable del banco de datos personales procederá a la eliminación,
modificación o bloqueo de los datos, en su caso, sin necesidad de requerimiento del
titular”.

Todo lo señalado nos lleva a concluir que la legislación protege el dato que
actualmente es caduco (artículo 2º letra d) de la ley 19.628) ya que se encuentra, en este
caso particular, extinto por una causal legal (artículo 255 de la ley 20.720), no pudiendo
comunicarse de ninguna manera (artículos 17 y 18 de la ley 19.628) y, aún más allá,
debiendo haberse eliminado por no tener fundamento legal para encontrarse en dicha
base de datos (artículo 6º de la ley 19.628).
De esta forma, nos encontramos que un dato que no debería existir (mi información
financiera de los meses de anteriores a la solicitud al recurrido), continúa existiendo en la
base de datos y, aún más, continúa accesible a terceros.

c) Artículo 14 inciso 3° del Decreto con Fuerza de Ley N° 3 del año 1997.
“Con el objeto exclusivo de permitir una evaluación habitual de las instituciones
financieras por firmas especializadas que demuestren un interés legítimo, la
Superintendencia deberá darles a conocer la nómina de los deudores de los bancos, los
saldos de sus obligaciones y las garantías que hayan constituido. Lo anterior sólo
procederá cuando la Superintendencia haya aprobado su inscripción en un registro
especial que abrirá para los efectos contemplados en este inciso y en el inciso segundo
del artículo 154. La Superintendencia mantendrá también una información permanente y
refundida sobre esta materia para el uso de las instituciones financieras sometidas a su
fiscalización […].”
Esta normativa debe ser entendida en el contexto antes descrito toda vez que se
debe alimentar, para dar cumplimiento a la legislación sobre la materia, con datos
actuales que no se encuentren caducos, es decir, que estén vigentes.

JURISPRUDENCIA

Finalmente, y con respecto al uso de datos económicos, la Corte Suprema en el


recurso Rol N° 15.516 del año 2018, ha señalado:

“Undécimo: Que, por lo anterior, el Banco Estado incurrió en una actuación ilegal y
arbitraria, puesto que sin justificación y con infracción de las normas referidas empleó un
dato económico cuya vigencia es al menos dudosa para evaluar el riesgo de la petición de
apertura de cuenta corriente del actor y para, en definitiva, rechazarla.
Duodécimo. Que este comportamiento conculca el derecho constitucional del
recurrente previsto en el artículo 19 numeral 4 de la Constitución Política de la República,
al afectar su honra, toda vez que es evidente que la inclusión de una deuda en un registro
de morosidades desacredita la fama de una persona cuando le imposibilita la obtención
de un producto financiero por considerarla insolvente, cuando legalmente no lo es, por lo
que el recurso de protección debe ser acogido.”

En este caso, motivado por el rechazo del Banco Estado a otorgar una cuenta
corriente al utilizar un dato económico de vigencia dudosa, se ve claramente la opinión de
la Corte Suprema respecto al almacenamiento y utilización de un dato económico, que
denomina como “dudoso”, para calificar a un cliente.

En recurso Rol 10983-2019 nuestra Corte Suprema ha reafirmado el criterio de


fundamentar la negativa de una cuenta corriente indicando:

“Quinto: Que, de los antecedentes reseñados, se puede advertir que el ejecutivo


se ha limitado a responder a la actora negativamente la solicitud de apertura de cuenta
corriente, indicándole que el Banco ha hecho una mala evaluación de ella, por cuanto ha
quedado calificada en lista Nº4, que significa “rechazo”, sin embargo, no se entregan
razones concretas y claras que motiven la negativa. En efecto, dicha vaguedad no permite
concluir, si es efectivo, como lo estima la recurrente, que el rechazo se deba a que en una
época pasada se sometió al procedimiento de la Ley Nº 20.720 dada la mención a ese
hecho en la impresión de pantalla enviada, o si tiene deudas castigadas, etc. Lo anterior
queda demostrado cuando el propio empleado le informa a la actora que el Banco se
basa en diversos factores que los ejecutivos no pueden ver, o sea, los propios
funcionarios desconocen las causas del rechazo de la institución.
Sexto: Que, de lo expuesto, aparece que el Banco recurrido contaría con
antecedentes para rechazar la solicitud de la actora, sin embargo, en la respuesta
entregada por el ejecutivo, dichos motivos no se explicitan clara y detalladamente, lo que
sin duda perjudica a la actora pues queda en indefensión para poder recurrir de esa
negativa o para poder salvar o subsanar las observaciones que fundan el rechazo. La
conducta anterior, convierte la negativa en un acto arbitrario, pues al no desarrollar los
fundamentos o motivos con claridad y precisión, queda desprovista de racionalidad, lo
cual vulnera el derecho de la recurrente consagrado en el numeral 2 del artículo 19 de la
Constitución Política de la República, a ser tratada con igualdad frente a las otras
personas que han podido abrir cuenta corriente en la misma institución bancaria o han
podido superar las observaciones hechas por la institución frente a una solicitud de
iguales características, razones por las cuales esta Corte procederá a acoger el recurso
de la forma que se dirá en lo resolutivo de esta sentencia.
En este caso, motivado por el rechazo del Banco de Crédito e Inversiones a otorgar
una cuenta corriente al utilizar un dato económico de vigencia dudosa, se ve claramente
la opinión de la Corte Suprema respecto a la necesidad de fundamentar de manera clara,
en base a datos que permitan al cliente entender el porqué, evitando la indefensión ante
el rechazo como cliente.

POR TANTO, en mérito de lo expuesto, de los documentos acompañados, lo


dispuesto en los artículos 20, 19 número 2 y 4 de la Constitución Política de la República,
las normas citadas y demás pertinentes, así como lo señalado en el Auto Acordado de la
Excma. Corte Suprema sobre la Tramitación y Fallo del Recurso de Protección, y sus
respectivas modificaciones,

PIDO A SS ILTMA. Tener por interpuesto Recurso de Protección en contra de Banco


Santander, acogerlo a tramitación y en atención a los antecedentes de hecho y de
derechos expuestos y previo informe de la recurrida, y oficios que se pasarán a solicitar,
hacer lugar a él, adoptando las medidas o providencias necesarias para reestablecer el
imperio del derecho y asegurar la debida protección de quien recurre, y muy
especialmente: Se ordene a Banco Santander, adoptar todas las medidas necesarias,
tendientes a eliminar de su plataforma interna de datos el hecho de haberme acogido a un
procedimiento concursal y deje sin efecto el rechazo que dio a la solicitud de apertura de
cuenta corriente formulada, de modo que emita una nueva decisión acerca de ella.

PRIMER OTROSÍ: Sírvase Us. Iltma. Tener por acompañados los siguientes documentos:

1. Copia de Correos electrónicos que acreditan no apertura de cuenta corriente por


parte del recurrido Banco Santander, de fecha 07 y 08 de abril de 2021.

2. Copia Resolución de Liquidación Voluntaria de fecha 5 de septiembre de 2017,


tramitada ante el 3° Juzgado de Letras Civil de Antofagasta, ROL C-2883-2017,
caratulada “/RUIZ CARMONA JOSE”.
3. Copia Solicitud de Liquidación Voluntaria presentada con fecha 30 de junio de
2017, tramitada ante el 3° Juzgado de Letras Civil de Antofagasta, ROL C-2883-
2017, caratulada “/RUIZ CARMONA JOSE”.

4. Copia Resolución de Término de fecha 3 de abril de 2020, dictada en causa ROL


C-2883-2017, caratulada “/RUIZ CARMONA JOSE” del 3°Juzgado de Letras Civil
de Antofagasta.

5. Copia de certificado de ejecutoria de fecha 9 de abril de 2020 en causa ROL C-


2883-2017, caratulada “/RUIZ CARMONA JOSE” del 3°Juzgado de Letras Civil de
Antofagasta, respecto de resolución de término dictada en el mismo procedimiento
con fecha 3 de abril de 2020.

6. Ficha de ingreso de cliente para obtención de Cuenta corriente Santander.

7. Liquidaciones de sueldo solicitadas por Banco Santander correspondientes a


Febrero 2021, Enero 2021 y Diciembre 2020.

8. Certificado de cotizaciones previsionales (12) Solicitado por Banco Santander de


fecha 26 de marzo del 2021

SEGUNDO OTROSÍ: Sírvase S.S. Oficiar a la Superintendencia de Insolvencia y


Reemprendimiento, para que emita informe sobre la materia sometida a su conocimiento
en la presente acción.

TERCER OTROSÍ: Sírvase SS. Iltma., tener presente que designo como abogado
patrocinante y apoderado, con las facultades que expresa el artículo 7 inciso primero del
Código Procedimiento Civil, al abogado habilitado para el ejercicio de la profesión don
Mario Espinosa Valderrama domiciliado para estos efectos en Calle Baquedano N° 50,
Oficina 804, Antofagasta.

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