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Ciudadano (a):

Juez del Juzgado de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del
Estado Miranda.
Su Despacho. –
Yo, MARIANNE AVILA POLANCO, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de
identidad No. V- 6.745.530, abogada en ejercicio, inscrita en el Inpreabogado bajo el No.
58255, asistiendo al ciudadano JAIME JOSÉ PULIDO CASTELLANO, venezolano,
mayor de edad, comerciante, titular de la cédula de identidad No. V- 7984289 y con domicilio
en la avenida Simón Bolívar, carrera 26, casa No. 2, municipio Baruta, Estado Miranda, con el
debido respeto y acatamiento ocurro ante usted con la finalidad de exponer y solicitar:
Actuación
Mediante el presente escrito interpongo ACCION DE AMPARO CONSTITUCIONAL de
conformidad a lo establecido en el artículo 1,2, 5 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre
Derechos y Garantías Constitucionales, por violación a los derechos constitucionales
contenidos en el artículo 26, 49, 51 y 143 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
Los Hechos
Es el caso, que mi representado, se encuentra ejerciendo su derecho a la posesión, disfrute y
goce de un local comercial, ubicado en la carrera 22, entre calle 6 y 7, sector Gran Plaza, Nº 6-
66, en Baruta del Estado Miranda; del cual ocupa desde hace 20 años, en cumplimiento de un
contrato verbal de arrendamiento, celebrado con la propietaria del bien inmueble ANDREINA
PAOLA RAMIREZ MENEGALDO, venezolana, mayor de edad, titular de la cedula de
identidad No. V- 10.648.709. Pero, el domingo 02 de mayo del año en curso, en horas de la
mañana, mi representado con su empleado, el ciudadano ANDRÉS EDUARDO PACHECO
GONZÁLEZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cedula de identidad Nro. V-
12.547.288, pasaban a retirar materiales y herramientas para la entrega de un trabajo de
carpintería a un cliente el día lunes y se dan por enterados que han sido colocados candados en
la puerta del establecimiento, diferentes a los que se usan habitualmente sin previo aviso o
consentimiento. Al respecto, debe destacarse que hasta el momento no hemos sido notificados
de los motivos, que han llevado a la ciudadana ANDREINA PAOLA RAMIREZ
MENEGALDO a realizar esta actuación.
La controversia
El ciudadano JAIME JOSÉ PULIDO CASTELLANO en cumplimiento de sus deberes
como inquilino del local comercial, desde hace 20 años y realizando los pagos puntuales,
presume que esta actuación es inapropiada por parte de la propietaria y que es para hacer
presión al aumento del canon de arrendamiento que no se ha fijado por acuerdo de ambas
partes. Para tal efecto, a principio del mes de enero de 2019, la propietaria les informa que el
aumento del canon de arrendamiento pasaría de TRES MIL BOLIVARES SOBERANOS
CON CERO CENTIOS (Bs S 3.000,00) a la cantidad de DOSCIENTOS CINCUENTA MIL
PESOS COLOMBIANOS (COP 250.000) o en su defecto CIEN DOLARES AMERICANOS
(USD 100). En respuesta, mi asistido a ese aumento, considerándolo abrupto e ilegal; le
presenta una solución, el canon de arrendamiento sea aumentado periódicamente hasta llegar a
un precio idóneo y en bolívares soberanos, ya que es la moneda de curso legal. Sin embargo,
no se llegó a ningún acuerdo y en los meses sucesivos hasta el actual, se ha cancelado el canon
de arrendamiento a su debido tiempo, en el mes de enero el monto de TRES MIL
BOLIVARES SOBERANOS CON CERO CENTIMOS (Bs S 3.000,00) y en el mes de
febrero el monto de CUARENTA MIL BOLIVARES SOBERANOS CON CERO
CENTIMOS (Bs s 40.000,00), a través de dos transferencias bancarias, que se encuentra
reflejado en los anexos. Todo esto, confirma que mi representado no se está oponiendo a la
entrega del local o al aumento del canon de arrendamiento y a un nuevo contrato escrito de
arrendamiento, apegado a las directrices que impone la ley y que como partes interesadas
podemos llegar. O en caso de la propietaria me notifique por escrito la solicitud de desalojo
del local comercial, haciendo respetar y cumplir las prórrogas legales correspondientes a los
20 años de inquilino.
De la competencia
Cabe resaltar, que la presente Acción de Amparo Constitucional no está inmersa en ninguna
de la causal de inadmisibilidad del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, pues la lesión es real, efectiva, tangible, ineludible presente y
continuada. Por lo tanto, mi asistido en ningún momento, ha consentido ni de forma expresa o
tácita, pues en todo momento se ha esperado respuesta a la situación vulnerada, pues violenta
normas de orden público. En este orden, debe mencionarse que la Acción de Amparo
constituye un medio especial y extraordinario de protección inmediata a las violaciones de los
Derechos Constitucionales; por lo tanto, lo que se persigue con esta acción es el
restablecimiento inmediato de la situación jurídica infringida. Esto es posible gracias al
carácter de brevedad, sumariedad, concentración y orden público del procedimiento previsto
en la Ley Orgánica de Amparo. De esta manera, esta acción procede aun cuando existan vías
judiciales ordinarias, tal y como la doctrina nacional viene aceptando en forma pacífica. En el
caso que nos ocupa, y ante la evidente y flagrante violación de los Derechos constitucionales
denunciados, la vía más idónea y acorde con la protección constitucional es la Acción
autónoma de Amparo prevista en el artículo 2 de la Ley Orgánica de Amparo. Esto es así en el
presente caso porque esta es la forma procesal que garantiza un proceso expedito y un
restablecimiento de la situación jurídica infringida en forma inmediata, ante la injuria
constitucional en la que está incurriendo la ciudadana ANDREINA PAOLA RAMIREZ
MENEGALDO, venezolana, mayor de edad, titular de la cedula de identidad No. V-
10.648.709, propietaria del bien inmueble.

Vulneración de normas constitucionales


En este apartado debe hacerse relevante el Principio Constitucional de la Seguridad Jurídica,
considerando que se debe garantizar a cada ciudadano una protección eficaz que lo ponga al
abrigo de toda posible prepotencia de los otros miembros del cuerpo social y de una hipotética
arbitrariedad del que detenta el poder. En esta sintonía juegan los conceptos de seguridad y de
certeza. Es decir, por una parte, se hace necesaria la objetiva garantía de la protección y, por la
otra, debe darse el conocimiento de que esta garantía existe, porque existen todos los
condicionamientos y medios jurídicos que permiten asegurarla. Por tanto, podemos decir que
en la comunidad hay seguridad jurídica cuando el ordenamiento jurídico garantiza realmente
el ejercicio de los derechos de los miembros del cuerpo social. Por eso, se dice que la
seguridad jurídica en el sentido subjetivo, como situación de quien psicológicamente la vive,
se resuelve en dos componentes vivenciales: El saber o certeza de que hay ciertas normas que
disponen tales y cuales conductas de modo impersonal y objetivo. En este caso, mi
representada vive una angustiosa incertidumbre por el comportamiento omisivo y violación a
poder ejercer la posesión al bien inmueble que tiene arrendado desde hace 20 años; al no
haberle informado sobre esos candados colocados arbitrariamente e impedirle el uso del local
comercial, materiales y maquinaria.
Objeto tutelado
El objeto tutelado en el presente escrito está referido al Derecho al Libre Desenvolvimiento de
la Personalidad y del Cargo, representando este derecho el respeto del derecho de los demás,
siendo el límite de nuestro derecho, pudiendo hacer lo que tengamos a bien, siempre y cuando
no dañemos al prójimo. Al respecto, se hace referencia al artículo 20 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela que establece: "Toda persona tiene derecho al libre
desenvolvimiento de su personalidad, sin más limitaciones que las que derivan del derecho de
las demás y del orden público y social". De esta manera, el artículo transcrito, consagra, en un
primer término, el derecho a la personalidad y a la capacidad, conceptos jurídicos que
permiten señalar a determinado individuo o grupo como sujeto de derechos y obligaciones,
permitiéndole el ejercicio pleno de sus derechos y la posibilidad de exigirlos por los medios
judiciales existentes. Por lo expuesto, se afirma que la conducta de la propietaria del bien
inmueble donde se encuentra ubicado el local comercial; está impidiendo el acceso y el
desarrollo de la actividad de mí representado dicho sitio, donde esta las maquinarias,
herramientas y maderas de primera calidad. Razón por la cual no han podido cumplir con los
clientes, que demandan el trabajo del ciudadano JAIME JOSÉ PULIDO CASTELLANO.
Derecho de Petición
Al respecto, “el derecho de petición y de oportuna respuesta, establecido en el artículo 51 de
la Constitución de la República de Venezuela, determina la obligatoriedad a la que están
sujetos los entes públicos de solventar aquellas peticiones formuladas por los particulares, al
disponer: Artículo 51. Toda persona tiene el derecho de representar o dirigir peticiones ante
cualquier autoridad, funcionario público o funcionaria pública sobre los asuntos que sean de la
competencia de éstos o éstas, y de obtener oportuna y adecuada respuesta. Quienes violen este
derecho serán sancionados o sancionadas conforme a la ley, pudiendo ser destituidos o
destituidas del cargo respectivo” (Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
mediante sentencia de fecha 02 de agosto de 2002). Es oportuno resaltar, que desde la óptica
anotada, la petición es ciertamente un derecho fundamental, pero no supone que pueda
dirigirse cualquier planteamiento ante cualquier autoridad pública; del cual pretenda derivarse
un supuesto «derecho a acordar lo pedido», cuando la solicitud que ha sido planteada excede
el ámbito objetivo de potestades y facultades del órgano que está llamado a responderla, en
este caso, denegándola.
Solicitud
En vista de la situación planteada y ante la violación de los derechos constitucionales
denunciados, solicitamos a este Juzgado que de acuerdo al artículo 32 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, emita mandamiento de amparo
constitucional a favor de mi representado en forma breve, restableciendo la situación jurídica
infringida, en los siguientes términos:
a) Se ordene a la ciudadana ANDREINA PAOLA RAMIREZ MENEGALDO la restitución
del bien inmueble, con la apertura del local comercial, obstrucción de los candados, puesto
que infiere en los derechos de posesión legitima y del ejercicio del derecho al trabajo.
b) Que se advierta a la ciudadana ANDREINA PAOLA RAMIREZ MENEGALDO que el no
cumplimiento de este mandamiento es un desacato judicial.
Domicilio procesal.
Para todos los efectos de este proceso se indica como domicilio procesal, según el artículo l74
del Código de Procedimiento Civil, la siguiente dirección: Calle 57 carrera 63 No. 45, Baruta,
estado Miranda.

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