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PROCEDIMIENTO: Recurso de Protección

RECURRENTE: José Reinaldo Faúndez Vergara


RUT: 15.800.948-K
RECURRIDA: CLINICA DAVILA Y SERVICIOS MEDICOS S.A.
RUT: 96.530.470-3
REPRESENTANTE LEGAL: Andrés Illanes Guzmán
RUN: 7.107.215-0

EN LO PRINCIPAL: Recurso de protección; PRIMER OTROSÍ: Acompaña


documentos.

José Reinaldo Faúndez Vergara, abogado, cédula nacional de identidad


n°15.800.948-K, con domicilio en calle Huérfanos 1117, oficina 1103, comuna de
Santiago y ciudad de Santiago, por sí, a Us. Iltma., atentamente digo:
Que de conformidad a lo preceptuado en los artículos 19 número 1 y 20 de
la Constitución Política de la República 1980 y Auto Acordado sobre tramitación
del recurso de protección de Garantías constitucionales, interpongo recurso de
protección en contra de CLINICA DAVILA Y SERVICIOS MEDICOS S.A., RUT:
96.530.470-3, representada legamente por Andrés Illanes Guzmán, RUN:
7107215-0, domiciliado en Av. Recoleta 464, Recoleta, Región Metropolitana,
Teléfono: 227308000 habida consideración que he sido perturbado en mis
garantías constitucionales, de manera arbitraria e ilegal, en particular se ha
vulnerado del artículo 19 de la Constitución política de la República de 1980; el
derecho a la integridad psíquica, garantía prevista y establecida en el 1°, 2º
respecto a la igualdad ante la ley, 3º inciso quinto respecto a la prohibición de ser
juzgado por comisiones, 4º respecto del respeto y protección de la vida privada ,
todos del artículo 19 de la Constitución Política de la República, constituyendo un
abuso consecuencia de una conducta ilegal y arbitraria, según lo expuesto a
continuación:

Los Hechos:

El miércoles 22 de agosto de este año, CLINICA DAVILA Y SERVICIOS


MEDICOS S.A, en adelante “La Clínica”, envía un nuevo mensaje a mí persona,
en este caso, vía texto a mi equipo móvil de telefonía, en el cual se me compele al
pago de una deuda con la requerida, mensaje que expresa lo siguiente:
“Clínica Dávila informa DEUDA PENDIENTE. Solicitamos REGULARIZAR
en AV.Recoleta 464-Edicio C-Piso 1-Regularización de Cuenta L-V 9 a 18. Omitir
si pago.”
Anteriormente, la Clínica habia mantenido diversas comunicaciones con mi
persona, intentando obtener el pago de la deuda. Sin embargo, desde la fecha
referida, ha aumentado la constancia de este verdadero acoso telefónico y por
mensajes de texto hacia mi persona, tanto así que el 20 de septiembre de 2018,
me vuelven a llamar a mi teléfono celular, una persona quien indico llamarse Marta
Martinez a nombre de la Clínica, consultando por don Roberto Faúndez Ortiz,
consultando por la relación de parentesco que tengo con él, indicándome que
tengo un “plazo máximo de 2 días hábiles” para hacer el pago en el primer piso
edificio c, Clínica Dávila de 9 a 18 hrs, de lunes a viernes, en Av. Recoleta 464,
Recoleta, Región Metropolitana.
Más grave aún, es que la Clínica ha hecho caso omiso al hecho que
actualmente existe una discusión respecto a los montos cobrados por la Clínica
tanto sede judicial, como también arbitral respecto a esta deuda, cuyo merito, se
esta discutiendo en sede judicial, en Rol C35119-2017 del 6° juzgado civil, y
también existiendo un reclamo, número de ingreso 9659, de fecha 8 de junio ante
la Superintendencia de Salud, vista en juicio arbitral con S.J. Arbitro de
Superintendencia de Salud, autos caratulados “José Faundez Vergara con Fondo
Nacional de Salud”.
Estas conductas, de parte de la clínica, me han afectado profundamente en
mi integridad psíquica, por cuanto no tan solo interrumpen, con sus insistentes
llamados y mensajes de texto, el desarrollo de mis actividades laborales normales,
sino que también me hacen recordar el profundo dolor de la muerte de mi padre
en las instalaciones de la recurrida, más aun, cuando efectúan sus llamados,
consultando por él (Roberto Faúndez Ortíz).
Más allá del fondo de la cuestión, relativo a la existencia o no de deudas
pendientes con la Clínica, lo cierto es que recurro de protección ante este
ilustrísimo Tribunal por los permanentes llamados telefónicos y mensajes de texto,
a toda hora del día, en mi teléfono celular número +56956468169 intentando la
cobranza de una deuda controvertida y citaciones a dependencias de la Clínica
con el objeto de que pague una deuda que se encuentra en discusión.

El Derecho:
Los hechos anteriormente descritos, constituyen una injusta y arbitraria
privación, perturbación y amenaza de los derechos que se señalaron al inicio de la
presentación y que a continuación se detallan:

A) Respeto y protección de la Vida Privada y a los datos personales:


Como bien sabe V.S.I., este derecho se encuentra consagrado en el numeral
4º del artículo 19º de la Constitución Política de la República, y que en este caso
se veo vulnerado, toda vez que se ha buscado una alternativa no permitida de
cobro, tratando de obtener el pago en mi teléfono particular y privado, y se
encuentra resguardado como parte de la esfera propia de la privacidad que tiene
cada persona como titular de derechos humanos tan importantes como la dignidad
humana.
Como V.S.I., recordará, el Excelentísimo Tribunal Constitucional en su
jurisprudencia ha mencionado sobre esta garantía que:
(...) El “respeto” aludido en el art. 19, Nº 4 de la Constitución, implica la
obligación de terceras personas de no interferir en el ámbito del valor y la
conducta que protege el ordenamiento jurídico a través de las garantías
constitucionales (...)1
Agrega el Tribunal:
(...) La privacidad integra los derechos personalísimos o del patrimonio moral
de cada individuo, los cuales emanan de la dignidad personal y son, por su
cualidad de íntimos de cada sujeto, los más cercanos o próximos a esta
característica, única y distintiva, del ser humano. Por tal razón, ellos merecen
reconocimiento y protección excepcionalmente categóricos tanto por la ley como
por los actos de autoridad y las conductas de particulares o las estipulaciones
celebradas entre éstos(...)2
Esto nos demuestra, que, por parte de la jurisprudencia, se reconoce un
espacio especial de protección de la vida privada de toda persona humana, ya que
existe un deber correlativo hacia toda persona o autoridad de abstenerse de
perturbar esta esfera de cuidado.

B) Derecho a la integridad psíquica:

Esta garantía fundamental, establecida por en la CPR en el numeral 1º del


artículo 19 se ve vulnerada en los hechos descritos, y más aún desconozco que

1
STC Rol 1419-2017, Considerando 14º
2
STC Rol 389, Considerando 20º
otras acciones podría tomar la Clínica Dávila, que ha tomado el camino de obtener
el cobro por medios extra jurídicos, medidas que han vulnerado mi integridad
psíquica y física y podrían seguir vulnerándolas.
Los hechos anteriormente descritos, expresados en llamados telefónicos y
mensajes de texto, insistentes y majaderos, constituyen una acción ilegal y
arbitraria de parte de la recurrida, que afectan mi integridad psíquica.
Esta situación, ha sido reconocida por la Jurisprudencia de nuestros
Tribunales Superiores de Justicia, así como causa Rol n°4767-2013 de 01 de
octubre de 2013, en la cual se señala, por su excelentísima Corte Suprema en su
Séptimo:
“…Por estas consideraciones y lo dispuesto además en el artículo 20 de la
Constitución Política de la República y en el Auto Acordado de esta Corte
Suprema sobre la materia, se revoca la sentencia apelada de dos de julio próximo
pasado, escrita a fojas 48, y en su lugar se declara que se acoge el recurso de
protección deducido en lo principal del escrito de fs.1, debiendo la recurrida
“Inmobiliaria Parques y Jardines S.A.”, con nombre de fantasía “Corporación ó
Parque del Sendero”, abstenerse de efectuar en el futuro llamados telefónicos
de cobros extrajudiciales de la presunta deuda que con ella mantiene la
recurrente Sra. Valeria Solange Vallejos Reyes….”
También se ha fallado en esa orientación por la Ilustrísima Corte de
Apelaciones de Santiago, en Protección rol Nº 36222-2016. , en su “Octavo: Que,
como se sabe, nuestra Carta Fundamental consagra en el artículo 19 N° 1, el
derecho a la vida e integridad física y psíquica de la persona, derecho fundamental
que se ve vulnerado en cuanto a lo que se refiere a la integridad psicológica, en la
medida en que este acoso telefónico resulta ser persistente, ajeno a lo razonable y
excede, por lo mismo, los márgenes de lo permitido y tolerable, y en consecuencia
procede acoger la acción interpuesta...”
Se falla en el mismo sentido por la Ilustrísima Corte de Apelaciones de
Santiago, en Rol Corte N° 46737-2017, en donde se estima que: “Por estas
consideraciones y visto -además- lo dispuesto en el artículo 20 de la Constitución
Política de la república y Auto Acordado sobre Tramitación del recurso de
protección de Garantías Constitucionales, se acoge el recurso de protección
interpuesto en favor de Pilar Olivares Riedemann, disponiendo que la recurrida,
Empresa Ripley S.A., debe abstenerse en el futuro de efectuar llamados
telefónicos de cobros extrajudiciales, mandar mensajes de texto o enviar
cartas de la presunta deuda que exige a la recurrente, con costas….”
Mismo Criterio se consideró, a propósito de un recurso de protección, en
donde la recurrida intentaba la cobranza extrajudicial, se ha fallado en Rol N 5011-
2017 Protección, por la Quinta Sala de C.A. de San miguel, en su: “Séptimo:
…pudiendo accionar ejecutivamente contra la recurrente para perseguir el cobro
de la referida deuda, optaron por perseguir el crédito por la vía extrajudicial, a
través del envío de cartas en los términos ya dichos, actos ciertamente de
hostigamiento que vulneran expresamente lo dispuesto en el artículo 37 letra f) de
la Ley 19.496, que no contempla dicho procedimiento extrajudicial, sino tan sólo la
forma en que el proveedor o acreedor debe poner a disposición del deudor la
información que se establece en dicha norma, pero en ningún caso los actos
indebidos que se denuncian en el recurso, por lo que dicha conducta es ilegal y
con ello se infringe la garantía constitucional de la integridad psíquica de
quien recurre, consagrada en el artículo 19 N°1 de la Carta Fundamental.”
C) Derecho a la igualdad ante la ley:

Producto de los hechos relatados, Clínica Dávila, me ha puesto en una


situación de hecho desfavorable, en donde se ha despreciado, por parte de la
recurrida, la totalidad del sistema de justicia soberano de nuestra nación, que ha
sido confirmado por el constituyente en el artículo 76 de nuestra carta
fundamental. Esta situación de hecho desfavorable donde se busca cobrar
extrajudicialmente, vulnera completamente la igualdad de trato que se ha
establecido para todas las personas, en donde como sociedad, hemos entregado
la resolución de los conflictos que nos aquejan en nuestra convivencia social, a la
fuerza legitima del estado, a través de nuestros tribunales de justicia y que la
misma recurrida conoce a través de la acción que previamente entabló en contra
de mi persona.
Esta situación de hecho desaventajada, se trata de aquellas que establecen
distinciones irracionales, pues no se entiende cuál es la motivación de la recurrida
para preferir esta vía de solución de conflictos que constituye un actuar ilegal y
arbitrario, frente a las formas que establece nuestro ordenamiento jurídico para
dirimir controversias jurídicas.
Es por lo mismo V.S.I., que, en un simple examen de uno de los mensajes
de texto, recibidos en mi celular, no se ajusta en manera alguna a ser adecuada,
pues existen otros medios que el ordenamiento jurídico otorga a la recurrida para
hacer valer derechos propios que considere se estén vulnerando.
Tampoco es necesaria, pues existe un proceso judicial en curso como
medida idónea para efectuar un cobro de una deuda sin afectar mis derechos
fundamentales.

D) Derecho a no ser juzgado por comisiones especiales y prohibición de la


autotutela judicial:
En efecto V.S.I., Clínica Dávila ha vulnerado lo establecido en el inciso 5º
del numeral tercero del artículo 19, pues en este caso al realizar una intimación al
pago, es que en los hechos se está constituyendo una comisión especial de
carácter ilegal y arbitrario, intentando ejecutar la justicia por sus medios.
En ese se sentido, se ha reconocido de forma unánime por la doctrina y
jurisprudencia que la forma aceptada social y legalmente por nuestro
ordenamiento jurídico para dirimir controversias de relevancia jurídica, son los
tribunales que establece la ley, en relación a lo establecido en el artículo 76 de la
Constitución Política de la república. Otra forma de resolver estos conflictos,
constituye en los hechos un juzgamiento por parte de una comisión especial,
prohibida expresamente por lo establecido en el inciso quinto del numeral 3º del
artículo 19 de nuestra carta fundamental. Es por ello que el Tribunal Constitucional
ha señalado:
(...) El hecho de que toda persona sólo pueda ser juzgada por el tribunal
que señale la ley y por el juez que lo representa no sólo constituye un derecho
fundamental asegurado a toda persona, sino que representa, a la vez, un
elemento básico para la seguridad jurídica, pues impide que el juzgamiento
destinado a afectar sus derechos y bienes se realice por un tribunal o un juez
distinto del órgano permanente, imparcial e independiente a quien el legislador
haya confiado previamente esta responsabilidad que se cumple por las personas
naturales que actúan en él. (...)3
Considero que el actuar de Clínica Dávila ha sido manifiestamente arbitrario
e ilegal, constituyendo una vulneración de esta garantía tan relevante para la paz
social. Sin esta tranquilidad de todo ciudadano, no me es posible realizar todas
mis actividades diarias, y tengo que estar constantemente preocupado de nuevas
intimaciones de pago de cualquier otra modalidad que a la entidad de salud se le
ocurran, sin mediar ningún tipo de procedimiento legal u oficial. Aún más,
recordándome constantemente la perdida de un miembro fundamental de mi
familia, como lo fue mi padre.
Notoriamente grave, constituye el hecho de que Clínica Dávila, ejecuta
estos llamados, intimando al pago, ignorando el hecho de que esta deuda esta
siendo cuestionada en las instancias administrativas y judiciales anteriormente
referidas, intentando sobrepasar por este medio, las normas establecidas para
cualquier ciudadano referentes a su debido proceso.
Las vías procesales y administrativas correspondientes para cobrar deudas,
están establecidas por la constitución y la ley, además de ser conocidas por todos
los habitantes de la república.

3
STC Rol 554, Considerando 17º
LO QUE SOLICITA A ESTA ILUSTRISÍMA CORTE:

1.- Desde luego, acogida a tramitación se ordene a la recurrida, cese de modo


inmediato con este acoso de llamadas y mensajes de texto a mí persona,
buscando obtener la cobranza extrajudicial, de manera ilegítima, por perturbar mi
derecho a la integridad síquica, el respeto y protección de la Vida Privada y a los
datos personales, igualdad ante la ley, derecho a no ser juzgado por comisiones
especiales y prohibición de la autotutela judicial, consagrados por el artículo 19
Nº1, 2, 3 inciso segundo quinto y 4 y sean amparados por este recurso de
protección.
2. Que, se condene en costas a la recurrida.
POR TANTO, en mérito de lo expuesto, artículo 19 Nº1, 2, 3 inciso segundo
quinto, 4 y el artículo 20, ambos de la Constitución Política de la República, la ley
19.628; y Auto Acordado de la Excma. Corte Suprema sobre Tramitación y Fallo
del Recurso de Protección de Garantías Constitucionales,
RUEGO A S.S. ILUSTRISIMA, tener por deducido recurso de protección en contra
de CLINICA DAVILA Y SERVICIOS MEDICOS S.A. admitirlo a tramitación y en
acogerlo en todas sus partes. Además, ordenar a la parte recurrida cese de modo
inmediato las acciones ilegitimas y arbitrarias, de cobranza extrajudicial, con
expresa condenación en costas.

PRIMER OTROSI: Ruego a S.S. ILUSTRISIMA tener por acompañados los


siguientes documentos:
1.- Capturas de pantalla de mi celular, en las cuales se visualiza llamados
efectuados desde el Número 227291900, correspondientes a la recurrida.
2.- Capturas de pantalla de mi celular, en las cuales se visualiza mensajes de
texto, con links a información indicando “Regularizar deuda pendiente”

Por tanto, tenerlo presente para todos los efectos legales.

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