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• DOSSIER.

PLIEGO, PAPEL Y TUERAS

Lucía Contreras Flores

Invesligadora, autodidocta, coleccionista, Lucía


Breve historia de los
teatros de papel
plasmo iodo su pasión y sensibilidad en
aquello a lo que se dedico. Ha trabajado
como productora y gestora cultural de artistas
de lo talio de Rudolf Nuréyev y Tadeusz Kantor.
En lo actualidad, centro sus energías en lo
creación de un Museo del Teatro ele Papel

Si tuviéramos que hacer Historia de la ofrecian, con el programa de mano, es­


representación de relatos para niños, pro­ tampas ilustradas con los actores de moda
bablemente deberíamos empezar presu­ vestidos e interpretando a sus personajes.
poniendo momentos de fascinación y De forma natural, esas estampas se con­
misterio provocados por las sombras del virtieron en objetos de deseo y colección
fuego de los hombres de las cavernas. para los jóvenes aficionados, que las guar­
Aunque sólo se conservan huellas de aque­ daban e intercambiaban. Las estampas no
llas primeras manos, quizá el origen más eran gratuitas, lo que las convertía en re­
remoto de las representaciones para niños cuerdos exclusivos para la clase media y
sí se halle en el teatro de sombras, técnica alta.
de las antiguas culturas en Egipto, Grecia,
Roma y sobre todo en Asia, donde incluso
hoy en día se siguen ofreciendo represen­
taciones muy valoradas también por el pú­
Los primeros
blico adulto de Tailandia, Japón, India y Toy Theater
China, que consiguió que el teatro de som­
bras pasara a conocerse popularmente El interés que suscitaban hizo pensar a
como teatro de "sombras chinescas". William West, un impresor de la época, en
En cualquier caso, para ser rigurosos, la posibilidad de convertir la afición de los
la primera prueba material que atestigua jóvenes en un negocio, y en 1808 en­
la costumbre de representaciones (con o cargó a uno de sus aprendices, John Kilby
sin caja escénica) para niños, la propor­ Green, la primera producción de estam­
cionan los "títeres" conservados de la pas de teatro juvenil. Las llamaron "Juve­
Edad Media. Como demuestra la escuela nile T heatrical Print" y en muy poco
de Praga, el arte de las marionetas ha per­ tiempo se convirtieron en uno de los ju­
durado a través de los siglos, alcanzando guetes de más éxito en la historia de In­
niveles altísimos de calidad y sofisticación. glaterra. Hasta 1811 y sin ninguna
Tenemos que saltar varios cientos de competencia, West fue ampliando la co­
años para encontrar las primeras huellas lección hasta veintiséis conjuntos de per­
de algo parecido a una caja escénica de sonajes.
papel: en el siglo XVIII Martin Englebrecht Al año siguiente, el modesto aprendiz
inventa lo que un siglo más tarde se acu­ J. K. Green, viendo cómo prosperaba el
ñará bajo el término "diorama". Se trataba negocio de su patrón, decidió probar for­
de un modelo tridimensional de paisaje tuna por su cuenta creando el primer fron­
que mostraba eventos históricos (belenes tal o proscenio de teatro y copiando y
y escenas bíblicas) con el fin de educar o editando las obras de su antiguo jefe.
entretener. Nacía el Toy Theatre.
Avancemos otro siglo para situarnos en Aceptando el hecho de que ya no es­
la Inglaterra victoriana. Siguen siendo taba solo en esa industria floreciente, Wi­
tiempos en los que no existen los entrete­ lliam West siguió adelante con su apuesta
nimientos de hoy en día ni la televisión, sin y en 1811 puso a la venta Peasant boy, la
ordenadores y sin cine; la distracción es­ primera obra completa con escenarios,
Lucía Contreras Flores taba limitada casi exclusivamente al teatro bastidores, personajes y libreto, y rebau­
Teatros de papel adulto. Como recordatorio y propaganda tizó el producto con el nombre que aún se
Valencia: Pentagraf, 2008 de las obras representadas, los teatros sigue utilizando hoy en día: "Juvenile

oo
cm .
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PLIEGO, PAPEL Y TUERAS.

© Red Riding Hood. McLouling Bros

Drama". Por su parte, el joven Green si­ guían buscando modelos de teatro para vas adaptaciones, entre ellas Oliver Twist
guió copiando las obras que West editaba competir por un público que seguía siendo de Dickens.
pero, aunque no se conocen los motivos, reducido. Una vez más, Green acertó in­ Aparece entonces en escena un joven
desapareció del mercado dos años más troduciendo un nuevo formato, más pe­ llamado Benjamin Pollock que frecuentaba
tarde. queño y sobre todo más barato. Su éxito el barrio de Hoxton Old Town y más con­
West siguió durante toda su vida dedi­ fue inmediato logrando atraer a sectores cretamente el almacén de Redington. El
cado a los teatros de papel, pero la com­ de la población que hasta ese momento interés concreto que movía al joven Po­
petencia no tardó en aparecer en un no podían acceder al juguete de moda llock no está muy claro. Algunas fuentes
mercado exclusivo y elitista en el que había entre los ricos. En tono un tanto despec­ apuntan que, además de Toy T heatres,
mucho dinero en juego. Teniendo en tivo, los pequeños teatros empezaron a Redington vendía tabaco de contrabando
cuenta que un teatro completo costaba conocerse popularmente como de "Half­ y Benjamin se lo compraba. Otras fuentes
cuatro libras (cifra que la mayoría no con­ penny editors" (editores de medio peni­ (sin duda más románticas) aseguran que
seguía ganar en meses) y que las obras va­ que) y, pese a que a ellos se debe la Pollock se sentía atraído por los teatros
lían un penique en blanco y negro y dos popularidad de estos juguetes, la calidad con la misma fascinación que por Eliza,
peniques en color, West tardó muy poco de sus ediciones no tardó en bajar, utili­ una de las hijas del señor Redington. Lo
en hacerse rico ganando más de treinta li­ zando hasta el desgaste antiguas planchas cierto es que cuando Redington murió en
bras a la semana. y sin ofrecer novedades a su nuevo pú­ 1876, Benjamin Pollock se casó con Eliza
blico. Redington y ambos se hicieron cargo del
Tras el fallecimiento de J. K. Green en negocio durante sesenta años.

Los editores de 1860, uno de sus hijos intentó seguir con Pollock, que aún era menos creativo
el negocio, pero tras muchas dificultades que su suegro y se dedicaba a reproducir
medio penique la familia decidió vender su stock impreso lo que otros habían creado, compensó con
y las planchas al que fuera agente de creces su defecto dirigiendo todos sus es­
En 1832, veinte años después de su Green durante años, John Redington. fuerzos a la productividad. Gracias exclu­
misteriosa desaparición, J. K. Green re­ Hasta 1876 Redington, que ya era co­ sivamente a su producción, se mantuvo
gresó al mundo de los editores autopro­ nocido por editar retratos de los actores viva y creciente la industria de los Toy
clamándose "inventor original de las del "Old Brit" (nombre popular del Bri­ T heatres en Inglaterra.
ediciones juveniles", afirmación que nadie tannia T heatre), siguió editando dieci­ El escritor Robert Louis Stevenson es­
cuestionó. Nuevos editores que pasarían a nueve de las obras que había comprado a cribió un artículo en 1884 titulado A
la historia como Skelt, Park y Webbs se- los herederos de Green y añadió siete nue- Penny Plain and Two Pence Coloured

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(Un penique en blanco y negro, dos peni­ creó el Regency, primer teatro en paquete
Papiertheater
ques en color) que concluía con esta frase: desmontable con proscenio de baquelita y
"If you love art, folly, or the bright eyes of con obras incluidas en la caja. También fa­ Paralelamente a los inicios del teatro de
children, speed to Pollock's!" (Si amáis el bricó el "Adelphi", como homenaje al ba­ juguete en Inglaterra, en Europa también
arte con locura u os gusta el brillo de los rrio en el que se encontraba. Sin embargo, nacía la afición por las representaciones
ojos de un niño feliz, icorrer a la tienda de los enormes costes de producción le lleva­ domésticas.
Pollock!) (1). El editor nunca habría podido ron a la suspensión de pagos y la desapa­ En Alemania, hacia 1830 existía la cos­
agradecerle lo suficiente esas líneas: el rición de su empresa en 1952. tumbre de enviar, a los directores teatrales
mensaje caló tan hondo que personajes de En 1955 Marguerite Fawdry buscaba de provincias, hojas impresas con los per­
la talla de Chesterton, Gordon Craig y obras para el teatro Regency de sus hijos. sonajes de moda, para orientarles profe­
Charles Chaplin se convirtieron en habi­ Fue informada de la situación de quiebra sionalmente. Varios editores vieron la
tuales de su tienda. de la empresa de Keen y de la imposibili­ oportunidad de aprovechar estas impre­
dad de adquirir obras sueltas. No obstante, siones convirtiéndolas gradualmente en lá­
teniendo en cuenta que el stock restante minas de teatro para los niños. Teniendo
estaba empaquetado y almacenado, en la
La era de la Benjamín Pollock Limited le ofrecieron la
en cuenta que los repertorios se extraían
de obras reales (ópera, drama, leyendas y
nostalgia opción de comprarlo todo. Marguerite, folclore), las ilustraciones eran extremada­
gran amante de los teatros, accedió y de­ mente artísticas y a menudo muy crudas
Pollock murió en 1937. La Segunda cidió montar el Pollock's Toy Museum en en su temática; como la norma era co­
Guerra Mundial y las dificultades que en­ Covent Garden, una mezcla de tienda y piarse unos a otros, resulta además fasci­
contraron sus hijas para continuar con la lugar para nostálgicos. Desde allí se pro­ nante buscar el origen de dichos
labor de su padre en esas circunstancias, dujeron pequeñas tiradas y, tímidamente, decorados.
permitieron a Alan Keen, un anticuario de el negocio continuó. Se fabricaron grandes escenarios para
libros, comprar el negocio. Keen, un hom­ Desde 1969 el museo/tienda se en­ la clase alta; Schreiber fue uno de los ma­
bre con iniciativa y dinero, estableció la cuentra en el nº 1 de Scala Street dirigido yores productores de láminas, que él em­
Benjamin Pollock Limited en un local im­ por Eduard Fawdry, nieto de Marguerite. pezó a modernizar hacia un estilo de
presionante en el elegante barrio de Gracias a este espacio, más tienda que representación más realista. Una de sus
Adelphi. Publicó The High Toby de J. B. museo, se han conservado los orígenes y escenografías más apreciadas fue la del
Priestly, ilustrado por Doris Zinkeisen y la tradición de los Toy Theatres ingleses. "Templo Egipcio" que creó para La flauta

Arribo: Telones y persono¡es de "Children in /he wood". Ben¡omin


Pollock
© "The Nep/une" }ohn Reding/on Abo¡o. Telones y persono¡es de "The Miller ond his men'. Ben¡omin
Pollock

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© Tea/ro Minio/uro. Borsol

© The Pan/omime Tivoli T hea/re. Alfred Jacobsen

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mágica de Mozart. Schreiber fue el único que hablaba sobre los teatros de juguete, y En 1896, a punto de cambiar de siglo
editor que sobrevivió en el negocio y sus decidió abrirse camino en el mercado re­ y con la Exposición Universal de París
juguetes se vendieron hasta la Segunda galando con cada ejemplar un capítulo y muy cerca, Pellerin edita el diseño del te­
Guerra Mundial. La empresa sigue siendo una lámina con personajes de Los hijos atro de Pinot bautizándolo con el nombre
hoy una importante editorial en Alemania del capitán Grant de Verne. Cada una de de "Gran T héatre Nouveau" y produce
y en los últimos años han reeditado alguno las láminas era realizada por un artista de una serie de decorados para éste que cau­
de sus teatritos. renombre y esta novedad, unida a la cali­ san admiración por el uso de dorados en
Tampoco podemos olvidar en el siglo dad de las litografías a todo color, propor­ los suntuosos decorados. El éxito de este
XIX las hojas de viñetas publicadas en cionó a Jacobsen el espaldarazo definitivo magnífico teatro se prolongó hasta 1906
Neuruppin, Alemania, que proponían his­ a la hora de introducir en el mercado esos y se editaron hasta veintiséis fondos y bas­
torias originales y versiones de romances juguetes. Gracias a su éxito, abandonó la tidores diferentes, pese a que Pellerin
y cuentos muy similares a las de Épinal en edición de la revista y se dedicó exclusiva­ nunca editó libretos para completar su
Francia, del que hablaremos más ade­ mente a la edición de adaptaciones de las oferta.
lante. Otros artistas y editores como Gus­ obras del Teatro de Copenhague. Jacob­
tav Kühn y Joseph Scholz también se sen obtuvo un enorme éxito en su nueva
especializaron en la producción de teatri­ actividad industrializada y los teatros de ju­ Otros escena rios
tos de juguete, juegos con los que se po­ guete se convirtieron en una parte impor­
dían simular representaciones breves que tante de la cultura danesa. La antigua Checoslovaquia tampoco
previamente se recortaban y montaban. En siglo XX los teatros de juguete vol­ permaneció al margen de la nueva moda,
Fue tal la importancia de esta ciudad en vieron a regalarse con una revista muy po­ pero, a diferencia del resto, y teniendo en
cuanto a la producción de este tipo de tra­ pular en Dinamarca, The Illustrated
cuenta la profunda tradición checa de ma­
bajos, que sus editores llegaron a ser co­ Fami/y Journal; corrían los años veinte y
rionetistas, los pequeños teatros de mesa
nocidos como "Neuruppiners", término los dibujos se inspiraban cada vez más en procedentes de allí son más bien teatros
acuñado principalmente en relación a la el cine que en el teatro. para representaciones profesionales y
secuencialidad narrativa de sus viñetas Las láminas de Jacobsen fueron perpe­ siempre con las marionetas como prota­
(que podríamos comparar con los cómics tuadas por el editor Estrid Prior; el nego­ gonistas.
actuales). cio sobrevivió en Dinamarca y las Niños de Holanda, Noruega y Rusia
En Austria, influidos por el mercado reproducciones de muchos de los diseños disfrutaron también de los teatros de ju­
alemán, los Teatros de Juguete florecieron originales de 1880 pueden encontrarse guete, aunque la información sobre edito­
poco a poco. En 1815 Matthias Trent­ hoy día en el mercado. res de estos países es casi inexistente. En
sensky, un oficial del ejército retirado, em­ Italia podríamos hablar de los "teatrinos",
pezó a imprimir litografías y teatros de aunque la verdadera tradición pertenece a
juguete en miniatura. Para ello contrató a
Theodor Jachimovicz, un excelente esce­
Théatre de Papier los famosos belenes napolitanos.

nógrafo que se distinguió por sus delica­


Francia, como el resto de Europa, no
dos dibujos coloreados a mano (la calidad
de sus trabajos era tan exquisita que Ja­
quedo exenta de la influencia alemana. Toy Theatre
Los editores se concentraban en Alsacia y
chimovicz acabó siendo el escenógrafo de
Lorraine y la mayoría tomaba los origina­ Estados Unidos, siempre ávido de cual­
la Ópera del Estado). La delicadeza y cali­
les de Alemania como modelo. Damour y quier movimiento cultural procedente del
dad de los teatros de Trentsensky logró
Gangel en Metz, y sobre todo "L'Imagerie viejo continente, también quiso tener sus
traspasar fronteras e inició una interesante
Pellerin" en Épinal y célebre en el mundo propias producciones, aunque el teatro de
vía comercial con Londres: una parte adi­
entero, decidieron embarcarse en la aven­ juguete nunca alcanzó popularidad entre
nerada del público británico quería des­
tura de los teatros de papel. los americanos. El primero en comerciali­
marcarse del vulgo y las hojas de
En 1796 Jean Charles Pellerin abre la zarse fue el "Selz's American Boys Thea­
Trentsensky resultaban mucho más ele­
"Imagerie" d'Épinal, popularizando es­ tre" editado por Scott & Co. de Nueva
gantes y sofisticadas que las producidas
tampas costumbristas. Sin embargo las York en 1870. Se trataba de una reedición
para "Juvenile Drama". Tras la muerte de
hojas de Pellerin, como el resto de sus de las obras menores publicadas en Ingla­
Trensensky en 1868, el negocio pasó a
productos, estaban pensadas para recor­ terra por la revista Boys of England.
manos de Stockinger & Morsach, quienes
tar y pegar sobre un cartón, no para re­ En 1883, Singer, otro editor de Nueva
introdujeron la litografía en color como
presentar obras. York, publicó un teatro en color que in­
técnica de reproducción gráfica.
En el siglo XIX aparecen nuevos edito­ cluía cuentos de hadas europeos y cuen­
res en Épinal, entre ellos Charles Pinot y tos populares de la historia de América
su "Nouvelle Imagerie d'Épinal". En 1860 como Pocahontas o La batalla de Bun­
Dukketeater diseña el primer proscenio de teatro de ju­ ker Hi/l.
guete francés, inspirado en el Teatro de la Años más tarde la prestigiosa editorial
En Dinamarca la aparición de los tea­ Ópera de París, aunque nunca llegó a edi­ McLoughlin Bros lanzó al mercado obras
tros vino también de la mano de los ale­ tarlo. La aparición de esta nueva imprenta de buena calidad y numerosos juguetes de
manes, que encontraron un nuevo desata una auténtica guerra en la produc­ papel para recortar. Siguieron vendiendo
mercado para vender su producción. La ción de imágenes, batalla que ganará la ar­ sus juguetes hasta después de la Primera
necesidad de representar personajes que chiconocida "Imagerie Pellerin d'Épinal" Guerra Mundial.
fueran familiares al público danés no tardó que acaba por hacerse con la supremacía Paralelamente, la revista Delineator
en manifestarse. En 1880, Alfred Jacob­ del negocio en toda Francia y compra los ofrecía junto con su publicación unos fron­
sen puso en circulación la revista Promter, fondos de Pinot en 1888. tales muy simples con dos escenas, piezas

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y personajes diseñados para recortar y en­


cajar en una caja de zapatos.
primero de sus teatros, el Modelo B re-
cortable, permanecía fiel en su forma a los
Juguete de artistas
Hubo otras producciones similares más modelos de origen centro-europeo. Sin
inspiradas en Hollywood y sus estrellas Los teatros de papel fueron mucho más
embargo, ese mismo año editaron el Mo­
que en el teatro. Walt Disney se interesó que un juguete y a lo largo de la historia
delo de lujo BB que venía en una caja con
por este tipo de juguete y en sus revistas numerosos artistas y escritores se intere­
la embocadura y los telones ya troquela­
aparecieron obras sueltas y hasta un saron por ellos. Entre los textos que lo
dos y listos para montar.
"Teatro de Blancanieves" diseñado por la confirman aparecen personajes de la talla
El "Teatro de los Niños" es sin duda y
factoría y con el mismo sistema de mon­ de Andersen (que desarrolló sus fantasías
con distancia el mejor de la "escuela mo­
taje que los Pollock de Inglaterra. de niño jugando con un teatrito), Lewis
derna". Estaban firmados por C. B. Nua­
Carroll (que acostumbraba a ofrecer a sus
lart, que no era otro que Carlos Barral i
amigos representaciones domésticas no
Nualart, padre de los hermanos Barral,
aptas para todos los públicos) o Frida
Teatritos que cuidó los detalles y el diseño de forma
Kahlo (que fabricaba sus propios teatros).
exquisita.
Oscar Wilde, Ibsen, Chesterton, Jane Aus­
Los hermanos Barral fabricaron hasta
En España hubo dos periodos reseña­ ten Richard Strauss, Goethe, Stevenson,
diez modelos de embocaduras o prosce­
bies en relación a los teatros de juguete.
nios de teatro y pusieron a la venta nume­

Pic sso, Dickens, Orson Wells, Laurence
La característica común es que se realiza­ Olivier, Ingmar Bergman y Andrew Lloyd
rosas obras clásicas que incluían libretos,
ron en Barcelona y que, como en otros Weber, también manifestaron su gusto por
personajes y fabulosos decorados. Se edi­
casos centroeuropeos, los editores se de­ los teatros de mesa. En España, Jacinto
taron veintitrés obras que podían ser utili­
dicaban también al libro escolar. Hablamos Benavente respondía así a un periodista:
zadas indistintamente en cualquiera de los
de Paluzie y de Seix Barra\. Y en justicia "-¿Cuáles eran sus juguetes predilec­
teatros de la firma.
debemos también mencionar a Joan Llo­ tos?
Su sistema de cajas y colgaduras per­
rens y Antoni Bosch que, pese a no haber -Los teatritos. Llegué a reunir no sé
mitía sumar varios telones en un mismo
tenido la trascendencia de los anteriores, cuántos. Yo me inventaba las comedias y
acto creando complejos y bellísimos efec­
fueron de los primeros impresores que in­ movía los monigotes con alambres, y
trodujeron y editaron hojas para teatro de
;
tos eatrales sin nada que envidiar a las
hacía diabluras... Y me hacía éxitos y me
mejores escenografías de cualquier teatro
sombras en Cataluña (aunque copiaran al pateaba yo mismo mis obras.
rea\. Idearon también un sistema de tro­ .
principio a los artistas franceses). -y las cajas de soldados y los nacI­
., queles en los telones con zonas transluci­
Hacia 1865 Esteve Paluzie, prestigIoso mientos, ¿le gustaban también?
das de papel vegetal de colores que,
pedagogo y editor, no era ajeno a la co­ -Sí, por lo que tenían de teatral; y
debidamente iluminadas, producían mági­
rriente europea. Su negocio, la "Estam­ cuando no lo tenían, les obligaba a te­
cos efectos de ambiente y profundidad es­
pería económica Paluzie Imp enta nerlo. Soldados y figuras de nacimiento,
; pacial nunca vistos hasta entonces.
Elzevirana", se centraba en la edlclon de en cuanto caían en mi poder, entraban a
La calidad de los decorados y teatros de
láminas de papel para recortar, represen­ formar parte de las compañías de mis
Seix Barral (que protegieron bajo paten­
tando estampas populares con un mar­ teatros... ¡Ah! También me gustaba
tes) les proporcionaron el reconocimiento
cado tinte catalán, pero poco a poco su mucho leer. Leía cuanto caía en mis
mundial, convirtiendo a la editorial en el
producción tanto de embocaduras como manos: folletines, compendios de historia,
referente artístico por excelencia en el ám­
de decorados y personajes de teatro fue cuentos fantásticos, periódicos" ... .... �
bito de los teatros de juguete. Se llegaron
creciendo hasta llegar a ser extensísima.
a editar tiradas para el exigente mercado
Las similitudes en su producción, con Nota
inglés que (pese a ser Inglaterra cuna de
la ya entonces famosa "Imagerie Pellerin"
estos juguetes) quedó impresionado con el
de Épinal, son tremendas y abarcan d sde (1) Traducido al español como ·'Simples. un penique y de
� "Teatro de los Niños". Además de su cali­
el sistema de numeración y almacenaje de color. dos" e incluido en Memoria para el olvido de R.
dad existía un abismo entre los melodra­
las hojas y la ausencia de libretos hasta los L. Stevenson (Madrid: Siruela. 2005).
sospechosos parecidos de sus decorados.

ma que se seguían editando en Inglaterra
desde la época victoriana del "Juvenile
Las comparaciones son odiosas pero
Drama" y los fantásticos escenarios de la
basta un simple vistazo para poder asegu­
editorial catalana que representaban desde
rar que hay innumerables láminas de est s
� salones Art Decó y fondos marinos hasta
dos editores que son exactas. ¿Insplraclon
la cubierta de un acorazado.
o copia? ¿Quién emulaba a quién? Basta
En 1917 y con motivo de la 111 Exposi­
con fijarse en las fechas para hallar la res­
ción de Juguetes de la Agrupación de Fa­
puesta. En cualquier caso Paluzie es uno
bricantes, el "Teatro de los Niños" de Seix
de mis favoritos.
i Barral fue premiado por el jurado como
Ya en el siglo XX la última revolución
el juguete que reunía más cualidades artís­
llegó de la mano de la editorial "Industrias
ticas.
gráficas Seix i Barral" que en 1915 y por
El "Teatro de los Niños" se siguió fa-
méritos propios se adueñó del mercado de
bricando hasta 1953 y sigue siendo en la
los teatros de juguete en España. Los
actualidad una pieza valiosa para colec­
"teatrins" catalanes empezaron a cono­
cionistas de todo el mundo.
cerse en nuestro país como "teatros de
papel" y más tarde, gracias a Seix i Barral,
el "Teatro de los Niños" (nombre con el
que comercializaban sus productos) llegó © Pieza de "Malheu5
a convertirse en un término popular. El Animaled Empire" Ihealre

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