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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA DE ENFERMERÍA
Asignatura: Ética y Deontología
Ciclo: I

PRACTICA DE LABORATORIO N° 04

LOS VALORES ÉTICOS FUNDAMENTALES

Intrucciones de trabajo de laboratorio en aula: Reúnase en grupo de ( ) integrantes y desarrolle


la lectura, presente un resumen a través de la elaboración de mapas conceptuales o diapositivas. Se
presentan en el aula.

CONCEPTO DE VALOR

Se considera "Valor" a aquellas cualidades o características de los objetos, de las acciones o de las
instituciones atribuidas y preferidas, seleccionadas o elegidas de manera libre, consciente, que sirven
al individuo para orientar sus comportamientos y acciones en la satisfacción de determinadas
necesidades.

Por su configuración mental o espiritual, el hombre no vive en un mundo sumergido por cosas
materiales, sino en un ambiente de valores, símbolos y señales. Ante esto, es necesaria una exacta
comprensión de los valores.

LOS VALORES SE FUNDAN EN DOS PUNTOS:

1. Un sujeto dotado de necesidad de motivación.

2. Un objeto, una persona, una actitud, algo, en fin, capaz de satisfacer o atender la exigencia del
sujeto.

En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual perdería la
humanidad o parte de ella. El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Hablar de valores
humanos significa aceptar al hombre como el supremo valor entre todas las realidades humanas, y
que no debe supeditarse a ningún otro valor terreno, dinero, estado o ideología, por ello los valores
están presentes en toda sociedad humana.

La sociedad exige un comportamiento digno en todos los que participan de ella, pero cada persona se
convierte en un promotor de valores, por la manera en que vive y se conduce.
Desde un punto de vista socio-educativo, los valores son considerados referentes, pautas o
abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la
realización de la persona.

MAX SCHELER PRESENTA LA SIGUIENTE ESCALA DE VALORES:

1. De lo agradable y desagradable que corresponde a la naturaleza sensible, en general.


2. Vitales, cuya categoría fundamental son "lo noble" y "lo vulgar". Tienen que ver con la
valoración de lo humanamente vital: la juventud, la lozanía, la vitalidad, etc.
3. Espirituales; estos comprenden:
- Los valores estéticos (la belleza). Los valores jurídicos (la justicia).
- Los valores del conocimiento puro (la verdad).
- Religiosos, que se expresan a través de "lo sacro" y "lo profano". Este valor
Fundamental, sostiene a los anteriores por ello es el valor supremo.
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CARACTERÍSTICAS DE LOS VALORES

En términos generales, valor es la cualidad por la que un ser, una cosa o un hecho despierta mayor o
menor aprecio, admiración o estima. Es decir, un valor nos indica la importancia, significación o
eficacia de algo.

Los valores éticos o morales son principios con respecto a los cuales las personas sienten un fuerte
compromiso "de conciencia" y los emplean para juzgar lo adecuado de las conductas propias y
ajenas.

* Los valores no existen en abstracto están ligados a la historia, las


culturas, a los individuos y a las circunstancias que enfrentan.

* Los valores influyen en nuestra forma de pensar, en nuestros sentimientos


y formas de comportarnos.

* Los valores se proyectan a través de actitudes y acciones ante


personas y situaciones concretas.

* Los valores suponen un compromiso real y profundo de la persona ante sí


misma y ante la sociedad en que vive.

A continuación se describen algunos valores universales para efectos de ejemplificar su


conceptualización; es importante aclarar que no son los únicos y que su status solo corresponde a la
necesidad de ejemplificar casos concretos de la reflexión en torno a valores.

1. LA JUSTICIA

Al hombre no se le puede confiar la justicia. La verdad es que al hombre realmente no se le puede


confiar el “castigo”. Con este, no busca realmente la disciplina, sino que siembra la injusticia.
Dramatiza su incapacidad de volverse ético intentando conseguir que lo hagan los demás; examine
lo que irrisoriamente pasa por “justicia” en nuestra sociedad actual. Muchos gobiernos son tan
susceptibles acerca de su divina rectitud en asuntos judiciales, que apenas abre uno la boca, cuando
estallan con violencia incontrolada. En muchos lugares, caer en manos de la policía es en sí una
catástrofe, aun cuando uno sea simplemente el demandante (el que entabla el proceso judicial), por
no hablar del acusado. Así, los disturbios sociales están al máximo en esas zonas.

Justicia como justeza o exactitud

Aristóteles fue de los primeros en formular esta categoría. La diosa Némesis era para los griegos una
diosa vindicativa de lo que no estaba ajustado con la realidad que le correspondía "por naturaleza"
Aristóteles retoma ese personaje pero lo integra como una categoría moral: la vindicatio o virtud que
procura que las cosas estén según su orden natural. Es pues la virtud por excelencia o la práctica de
la virtud perfecta: justeza de las cosas con su propia realidad.

En el caso de la vida social, hay una justicia política que es la que hace que exista la sociedad con su
orden natural propio, es decir, organizada de acuerdo a su "esencia". Como parte de esa justicia
política está la justicia distributiva (o proporcionada), correctiva - conmutativa (o igualitaria), y la
legal.
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La justicia conmutativa es la justeza que debe haber en las relaciones entre los iguales. Se refiere al
intercambio igualitario de valores, es decir, si yo le doy un tonel de vino, tengo derecho a recibir un
valor equivalente en trigo, etc.

Justicia como cumplimiento de los contratos

El Renacimiento junto con el florecimiento de las artes, trajo un renacer de la subjetividad y del
comercio. La justicia poco a poco empieza a definirse como lo que asegura la libertad en los
contratos. Lo justo ya no sería dar a cada uno lo que le corresponde sino cumplir lo pactado.

Locke por su lado considera que el ser humano como un ser individual es depositario del derecho a
la vida, a la salud, a la libertad y a la propiedad. También para vivir en sociedad es necesario que el
estado proteja esos derechos. Si no lo hace es injusto puesto que su papel es garantizar la libertad
individual. Esta noción de justicia contractual de la Ilustración continuó luego durante la mayor parte
del siglo XIX.

La concepción "contractual" de la justicia repercute en múltiples ámbitos de la sociedad, y en


particular en el del ejercicio de las profesiones. Veamos a manera de ejemplo, las dos principales
consecuencias que tuvo en una de ellas como es la medicina.

Por un lado, afectó a la forma que los médicos empezaron a entender el "derecho" a ejercer su
profesión. De acuerdo a esta noción de justicia los médicos son considerados como parte de las
profesiones "liberales" porque el ejercicio profesional pasa a ser visto como el contrato "libre" hecho
entre un médico independiente y un paciente que lo elije en el mercado de ofertas no mediado por el
estado. A partir de la Ilustración, los pacientes ya no retribuyen los "honorarios" que le corresponden
al médico por el "honor" que se merecen sus servicios1, -tal como había sido la forma tradicional de
relación médico- paciente hasta esa época-, sino que pagan un contrato preestablecido.

Justicia como Igualdad

Será Marx quien contribuya significativamente a un concepto de justicia como igualdad de bienes.
Su crítica al capitalismo estriba en que para él la defensa incondicional de los derechos del individuo
a lo que llevan es a que quienes tienen el dinero puedan seguir siendo cada vez más ricos a espaldas
de las masas desposeídas.

La llamada Doctrina social de la Iglesia y los socialistas democráticos son los que más han llevado a
considerar el papel del estado como el promotor y protector de una real situación de igualdad de
oportunidades abiertas para todos. Eso incluye una vida digna de los individuos de la nación en los
que quede siempre garantizada los derechos básicos de educación, vivienda, trabajos y salario justos,
jubilación y salud.

2. LA LIBERTAD
Es innegable que uno de los valores más trascendentales del ser humano es la libertad; se podría
definir siguiendo a Martínez Echeverri (1998), en los términos siguientes: “Es el estado de la
persona que no es esclava y por tanto tiene la facultad de realizar algo por sí misma, por iniciativa
propia”
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En razón de esta definición, la libertad está en relación con la autodeterminación que aunque lleva
limitaciones de carácter ético representa la concepción de actuar en sentido político conforme a la
ley del Estado.

De acuerdo a la conceptualización de Aristóteles, Martínez (ob.cit.), expresa: “La libertad se basa en


la noción de finalidad o tendencia natural del hombre que conduce a la felicidad”. Esto hecho
mediante la representación de acciones libres y voluntarias que no son producto de coacción, ni de
ignorancia y su conceptualización va ligada a la razón de libertad , de una manera absoluta y simple,
hay que decir que se hace libre y voluntariamente lo que obramos cuando estamos ajenos a toda
coacción.

Mientras que para Jaspers, citado por Martínez (ob.cit.) “La libertad es existencial, lo decisivo de la
elección es que yo elijo”. Este filósofo plantea que la libertad no es absoluta, pues el hombre se hace
en la libertad y como tal, debe guiarse por los principios que el concepto de libertad tiene en lo
existencial.

Garate (ob.cit.), considera que la libertad es blasón del ser humano, es divisa trascendente del
hombre y valor presente en sus ideales no se da acto humano sin libertad y basta la libertad para que
exista un acto humano, por tanto, la libertad es tanto como una acción humana.

El concepto de libertad nos obliga a ser veraces y responsables, a ser honrados y sinceros. De
acuerdo con estos preceptos, libertad es luchar por construir la forma de vida que mantenga la justa
relación entre el individuo y la sociedad.

3. LA VERDAD

En la historia de la filosofía el problema de la verdad siempre ha sido objeto de reflexión. Existen


diversas definiciones e interpretaciones, sin embargo se destacan cinco conceptos por su recurrencia
y empleo:

a) La verdad como correspondencia y relación.


b) Como revelación
c) Como conformidad a una regla.
d) Como coherencia.
e) Como utilidad.

a) La verdad como correspondencia y relación del pensamiento: Implícitamente está presente en la


filosofía presocrática y de modo determinado y explícito en Plantón. "Verdadero- señala el filósofo-
es el discurso que dice las cosas como son, falso el que las dice como no son".
En esta misma dirección comprensiva aparece en la Metafísica de Aristóteles:" Negar lo que es y
afirmar lo que no es, es lo falso, en tanto que afirmar lo que es y negar lo que no es, es lo verdadero".
Al mismo tiempo el estagirita revela dos teoremas ínsitos en su concepción de la verdad. El primero,
que la verdad está en el pensamiento o en el lenguaje y no en la cosa o en el ser; el segundo que la
medida de la verdad es el ser o la cosa y no el pensamiento o el discurso.

Esta concepción de la verdad como correspondencia (o relación) se continúa en la filosofía casi de


modo predominante, incluyendo a los lógicos contemporáneos.

b) La segunda comprensión de la verdad como revelación, se expresa en dos direcciones: 1) como


revelación inmediata al hombre, en las sensaciones, la intuición, en fin como fenómeno dado
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(empirista); 2) como revelación de conocimiento excepcionales de esencias de las cosas, su ser o su


mismo principio (forma metafísica teológica).

c) La tercera intelección de la verdad, como conformidad a una regla, está presente en Platón, quien
consideraba verdadero todo lo que concordaba con el concepto. Para San Agustín, también existe
una ley, en torno a la cual se puede juzgar todas las cosas de conformidad con ella.

4. LA RESPONSABILIDAD

La responsabilidad es fácil de detectar en la vida diaria, especialmente en su faceta negativa: la


vemos en el plomero que no hizo correctamente su trabajo, en el carpintero que no llegó a pintar las
puertas en el día que se había comprometido, en el joven que tiene bajas calificaciones, en el
arquitecto que no ha cumplido con el plan de construcción para un nuevo proyecto, y en casos más
graves en un funcionario público que no ha hecho lo que prometió o que utiliza los recursos
públicos para sus propios intereses.

La responsabilidad tiene un efecto directo en otro concepto fundamental: la confianza. Confiamos en


aquellas personas que son responsables. Ponemos nuestra fe y lealtad en aquellos que de manera
estable cumplen lo que han prometido.

El origen de la irresponsabilidad se da en la falta de prioridades correctamente ordenadas. La


responsabilidad debe ser algo estable. Todos podemos tolerar la irresponsabilidad de alguien
ocasionalmente. Todos podemos caer fácilmente alguna vez en la irresponsabilidad. Empero, no
todos toleraremos la irresponsabilidad de alguien durante mucho tiempo. La confianza en una
persona en cualquier tipo de relación (laboral, familiar o amistosa) es fundamental, pues es una
correspondencia de deberes.

Hay una responsabilidad mucho más sutil (y difícil de vivir), que es la del plano moral. Si le
prestamos a un amigo un libro y no lo devuelve, o si una persona nos deja plantada esperándole,
entonces perdemos la fe y la confianza en ella. La pérdida de la confianza termina con las relaciones
de cualquier tipo: el chico que a pesar de sus múltiples promesas sigue obteniendo malas notas en la
escuela, el marido que ha prometido no volver a emborracharse, el novio que sigue coqueteando con
otras chicas o el amigo que suele dejarnos plantados. Todas esta conductas terminarán, tarde o
temprano y dependiendo de nuestra propia tolerancia hacia la irresponsabilidad.

Ser responsable es asumir las consecuencias de nuestras acciones y decisiones. Los valores son los
cimientos de nuestra convivencia social y personal. La responsabilidad es un valor, porque de ella
depende la estabilidad de nuestras relaciones. La responsabilidad vale, porque es difícil de
alcanzar.

Vivir la responsabilidad no es algo cómodo, como tampoco lo es el corregir a un irresponsable. Sin


embargo, nuestro deber es asegurarnos de que todos podemos convivir armónicamente y hacer lo
que esté a nuestro alcance para lograrlo.
¿Qué no es fácil? Si todos hiciéramos un pequeño esfuerzo en vivir y corregir la responsabilidad,
nuestra sociedad, nuestros países y nuestro mundo serían diferentes.
Sí, es difícil, pero vale la pena.
A manera de conclusión del presente tema se incluyen los valores declarados en el Modelo
Educativo para el Siglo XXI del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica (SNEST).

VALORES DEL SNEST


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1. Respeto a la persona
La persona, en toda su dignidad, es el fin y razón del SNEST. Por lo tanto, el Proceso Educativo se
orienta a que los seres humanos, con el ejercicio de su libertad, responsabilidad e inteligencia, y con
la fuerza de sus sentimientos, desarrollen las aptitudes, cualidades, habilidades y actitudes que los
lleven a la plenitud de sus potencialidades en beneficio propio y de la sociedad de la que forman
parte.

2. Respeto a la diversidad
El SNEST ofrece con equidad sus servicios educativos a la sociedad en general sin distinción de
ninguna índole y desarrolla, entre otros, programas dirigidos a los grupos tradicionalmente
marginados y crea estrategias para atender a los estudiantes que se encuentran en situaciones
especiales.

3. Desarrollo sustentable
El desarrollo social que se promueve desde los espacios del SNEST, debe darse en un contexto de
respeto y cuidado a los recursos naturales renovables y no renovables y establecer las condiciones
óptimas para el sano desarrollo social y cultural, que se refleje en una mejor calidad de vida.

4. Formación integral
El SNEST promueve el desarrollo armónico de todas las facultades del ser humano, incluidas todas
sus formas de inteligencia.

5. Responsabilidad y colaboración
La complejidad de los retos que enfrentan las instituciones y las personas exige un replanteamiento
de la práctica educativa donde la participación responsable de todos los actores y el equilibrio
dinámico entre el trabajo individual y el colaborativo son propósitos explícitos en los procesos
formativos.

6. Creatividad e innovación
Los problemas inéditos, su complejidad y los escenarios cambiantes, que no se agotan en un campo
disciplinario ni con una sola metodología, así como la urgencia de encontrar soluciones, exigen
promover la actitud proactiva, la innovación y el pensamiento lateral; por consiguiente, para el
SNEST la creatividad, la iniciativa y el desarrollo de competencias para plantear y resolver
problemas son estrategias formativas prioritarias.

7. Calidad de vida
El sentido humano de la ciencia y la tecnología estriba en el por qué, para qué y para quién se usan y
dirigen; como consecuencia, el SNEST asume la responsabilidad y el compromiso de promover
generación y aplicación del conocimiento en beneficio de la humanidad.

8. Identidad nacional y cultura universal


La interdependencia entre los pueblos es cada vez más necesaria, por esta razón y con el fin de
fortalecer nuestra identidad nacional y, simultáneamente, fortalecer el sentido de la convivencia
internacional, es esencial promover, incrementar, transmitir y difundir los mejores logros de nuestra
cultura y de la cultura universal.

9. Ética profesional
Los integrantes del SNEST se rigen por códigos de conducta que los comprometen con el Sistema,
con ellos mismos, con sus colegas, con su profesión, con la sociedad, con el planeta y con la
humanidad presente y futura.
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10. Conocimiento y comunidad


Los procesos formativos en el SNEST dan respuesta a las necesidades individuales y colectivas de la
realidad institucional y comunitaria, por lo que la actualización, capacitación, extensión y la
formación permanentes constituyen pilares de la sociedad del conocimiento.

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